Ataque Al HMS Invincible - El Destino Del Último Exocet - Revista de Marina
Ataque Al HMS Invincible - El Destino Del Último Exocet - Revista de Marina
Ataque Al HMS Invincible - El Destino Del Último Exocet - Revista de Marina
Meses antes de la guerra, la Armada Argentina había comenzado a recibir 14 cazabombarderos franceses Super Etendard, destinados a reemplazar a
los ya viejos A-4Q Skyhawk en el ala embarcada del portaaviones 25 de Mayo. Estos aviones estaban equipados con el misil AM-39, versión
aerotransportada de la familia Exocet, que equipaba a las unidades de superficie de ambos bandos en conflicto. Sin embargo, al inicio de la guerra,
Francia embargó las compras argentinas, por lo que sólo se alcanzaron a recibir cinco misiles y cinco aviones. Además, el portaaviones no recibió a
tiempo las modificaciones requeridas para operar el Super Etendard, que debió ser empleado desde Río Grande, en Tierra del Fuego. Por último, no se
había realizado la integración del misil al avión, aunque esto fue solucionado por técnicos argentinos, que contaron con información obtenida por
oficiales que permanecieron en Francia, de acuerdo a lo declarado por el entonces capitán de corbeta Roberto Curilovic en su entrevista con Gallardo
A bordo del Sheffield, la unidad de más al sur, se pensaba que un ataque de este tipo era poco probable, por no estar integrado el misil al avión, y las
frecuentes falsas alarmas del MAE con respecto a los radares de los Super Etendard, habían degradado la alerta. Además, el uso de un sistema de
comunicaciones satelital estaba interfiriendo su equipo MAE, y el Oficial de Guerra Antiaérea (AAWO por su sigla en inglés) se encontraba fuera de
la CIC cuando el Glasgow dio la alarma. Justamente ese buque fue el elegido como blanco por los pilotos argentinos. Uno de los misiles hizo impacto,
y aunque se cree que no explotó, provocó un incendio de tal magnitud que el buque debió ser abandonado cuatro horas después. En el ataque se
neutralizó un tercio de la defensa antiaérea de área británica presente, en esa fecha, en el teatro de operaciones, aunque esto no lo supieron los
argentinos hasta que, al anochecer del mismo día, recibieron la evaluación de daños por parte de los mismos ingleses, que publicaron el ataque por
radio y televisión.
La distancia de lanzamiento utilizada coincide en las versiones británicas y argentinas de los hechos. Con respecto a la evaluación de daños, esta fue
nuevamente provista a los pilotos argentinos por el enemigo, ya que se enteraron esa noche a través de la BBC (Gallardo, 2017).
El último Exocet
Con la cabeza de playa británica ya establecida, y la guerra entrando en su fase final, los radaristas argentinos lograron proveer una nueva posición de
los portaaviones británicos a finales de mayo. Al elemento de Super Etendard se agregaron 4 A-4C Skyhawk de la Fuerza Aérea, programando el
ataque con el último misil remanente para el 30 de mayo, encontrándose el blanco al Sureste y a 100 MN de Puerto Argentino. En el ataque se
consideró a los aviones del capitán de corbeta Alejandro Francisco, que portaba el último Exocet, y del teniente de navío Luis Collavino, los que
guiarían a los A-4C de los tenientes José Vásquez, Ernesto Ureta y Omar Castillo, y del alférez Gerardo Isaac, que no tenían radar.
En esta ocasión se resolvió penetrar desde el Sur. Los aviones despegaron rumbo al Sureste para pasar casi 200 MN al sur de las islas, donde se
reabastecieron en vuelo, alternándose en las mangueras con rumbo Este. Finalmente cayeron al Norte e iniciaron su aproximación con rumbo
Brown (1989) afirma que el raid fue detectado durante un pop-up a 32 MN del HMS Exeter, destructor clase 42 que se encontraba en la línea de
piquetes al oeste de la fuerza, y que el Exocet fue lanzado sobre un eco falso entre este y la fragata Avenger, que se encontraba, de acuerdo
a Woodward (1992), 12 MN al Sur-Sureste del destructor. El primer Skyhawk habría sido abatido por un Sea Dart del Exeter que pasó sobre
la Avenger, haciendo impacto 5 MN al sur de esta, y el segundo por otro Sea Dart, o por artillería de la Avenger, casi sobre ella. Los otros dos aviones
habrían atacado a la fragata, confundiendo el humo de sus turbinas (Brown, 1989) o del cañón (Woodward, 1992) con el que habría producido la
explosión del misil. Woodward añade que el Invincible estaba 20 MN más al Este, aunque otras fuentes coinciden en que estaba 10 MN al Este
del Exeter, y 17 MN al Noreste de la Ambuscade.
Numerosas versiones e incluso teorías de conspiración han surgido respecto a lo que realmente pasó, en un espectro que va desde que el portaaviones
no fue atacado hasta que fue hundido y reemplazado en secreto, pasando por la posibilidad de que el misil atacara el casco del Atlantic Conveyor,
hundido en realidad dos días antes.
Tomadas por separado, las versiones argentinas e inglesas sobre el ataque del 30 de mayo de 1982 terminan en un difícil escenario de tu palabra contra
la mía. Tomadas en su conjunto, las contradicciones son tantas que parece imposible llegar a la verdad del asunto. Sin embargo, algunas de estas
contradicciones son posibles de contrastar y analizar, agregando nuevos antecedentes que han visto la luz con los años:
En los dos primeros ataques, la identificación del blanco atacado la dio la prensa. Esta política de entregar información útil para el enemigo y
sensible para los familiares de las víctimas, debió, probablemente, ser combatida por los mandos navales, y su ausencia en el último ataque
puede deberse al éxito de estos esfuerzos, a que el ataque no haya sido exitoso, a que los daños hayan sido irrelevantes, o a que se haya querido
ocultar el hecho. Sin embargo, esta vez, pilotos argentinos afirman haber visto el blanco.
A la velocidad de penetración que utilizaban los A-4 con carga táctica sobre blancos navales, que de acuerdo a las versiones consultadas era
superior a los 450 nudos, en vuelo rasante, sería muy difícil identificar positivamente el buque de guerra atacado, siendo factible haber
confundido la superestructura del portaaviones con el casco de la fragata. Sin embargo, el alférez Isaac declaró haber volado más bajo que la
cubierta del portaaviones, lo que no es factible de ser una fragata. Isaac ya había atacado blancos navales antes, y los dibujos realizados durante
el post-vuelo por los pilotos argentinos muestran claramente el perfil de aleta o popa de un portaaviones (Silva, 2016).
Brown (1989) dice que los argentinos afirman que hubo una disminución de la actividad aérea detectada por el radar de las islas, que no sería
real. Silva (2016), con los antecedentes de las detecciones del radar, contradice esta versión, diciendo que la actividad aérea se mantuvo
BIBLIOGRAFÍA:
1. Brooks, Gordon. (2013). Atlantic Conveyor – The Third Aircraft Carrier. 3/9/2020. http://www.atlantic-conveyor.co.uk/
2. Brooks, Gordon. (2020). Re: Atlantic Conveyor History. 6/16/2020. Correo electrónico enviado al T1 Juan Widow Ruiz.
3. Brown, David. (1989). The Royal Navy and the Falklands War. Londres; Arrow Books Limited.
4. Bruce, Fiona. (2011). Antiques Roadshow Remembrance Special – Prince Andrew Interview. 5/9/2020. BBC.
https://www.bbc.co.uk/programmes/p00lt3y0
5. Carballo, Pablo. (1983). Dios y los Halcones. Buenos Aires; Editorial Abril.
6. Loss of HMS Sheffield – Board of Inquiry. (1982). 3/9/2020. The Admiralty Trilogy.
http://www.admiraltytrilogy.com/read/BOI_Rpt_HMS_Sheffield_May82.pdf
7. Mayorga, Horacio. (1998). No Vencidos. Buenos Aires; Editorial Planeta.
8. Relato del ataque al HMS Invincible por parte de sus protagonistas. (2019). Fuerza Aérea Argentina. https://www.youtube.com/watch?
v=AKJc6WC-Lmk
9. Silva, Miguel. (2016). 30 de Mayo de 1982 ¿Invincible o Avenger? 5/9/2020. Radar Malvinas.
http://www.radarmalvinas.com.ar/descargas/avenger%20o%20invncible%20compr%20ct.pdf
10. Woodward, John. (1992). One Hundred Days. Londres; Fontana.