Dotson 1957
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Ecologicade las CiudadesMexicanas
La Estructura
Por Floyd DOTSON y Lillian,Ota
DO TSON, * de la Universidadde
Connecticut.-Colabor ccion especial
para la Revista Mexicana d'e Socio-
logia, traducidadel ingles por An-
gela MiullerMontiel.
Su trabajo
* Los autores son miembrosde la Universidadde Connecticuit.
fue traducidodel ingles por Angela Muller Morntiel.
1 Para nuestrospropositosactuales,la ecologia humanade la cual la ecolo-
gia urbana es solo una rama especial,puede definirsecomo el estudiode la dis-
tribucionen el espacio de los fenomenossociales.
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40 !?cvistaMexicana de Sociologia
dice Burgess,la cindad puede ser concebida,flisicay s
ICdealmenite,
cialmentC,como una serie de anilos coricentricos dispuestos'entorno de
unrdistritocomercialIcentral.Lejos de ser una entidadest'atica,sta-ffor-
rnada caracteristicamente
por iucrzas di-Lannicasde crecimnierto
y dccaclen
cia. PFlosicamente,
las casas que est'an in'as cerca del centio son Ps nii'as
viejas de la ciudad y, c11omo pronto sCeranroemplarzadaspor dilcos co
merciales,na(lje se ocu-pa de repararlas. S<ociahnente, esta zoina de transi-
ci'n atrae,por sos bajas rentas,a las adicionesr-mas recientesa la pobla-
cion de la ciudad que proCedende las zonas rurales. Culturalmente, en
esta zona existe un agudo cenflictoy dificultadespara el ajuste entrelas
antiguasculturasruralestipo folhk y la nueva formnade vida ur'bana.
Mias alla de la zona de transicionesta la zona hiaciala cual pasarkan
los recien Ilegados a la ciudad (o sus hijos) a medida que vayan adap-
tanldosea la vida urbana. Esta zona "de segfundoestablecimiento"esta
conmpuesta por los hogares pero razonablementeadecuados de la parte
mas establey mejor pagada de la clase trabajadora.Detras de la zona de
segundo establecimiento estafnlas residenciasde la clase media estable
cida a la que esperan entrarmuchosde los hijos e hijas de los trabaja-
dores rmejorpagados, cuando se trata de una sociedad novible. Fiial-
mentese encuentrauna amplia zona, bastanteindefinida,compuestapor
los hogaresde los dirigentescomercialese industrialesde la ciudad, quie-
nes viven en las afueras y diariamentevan a sus oficinas situadas en el
centro.
Una vez presentadaesta distribtucio6n especial de los elementosbasi-
cos de la estructurasocial de la ciudad, cualquier irndicerelacionadocon
el states socio-economicodebe mostrarun alza o baja (segudnse formule
a lo largo de cualquierl'inea radial trazada desde el centrode la ciudad
hacia su periferia).Estos graduantes,de hecho,han sido ampliarmente uti-
lizados por los sociologosurbanistas,quienes han basado sus proyectosde
investigacionen la concepcio6n teorica de Burgess con respectoa la ciu-
dad.
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La EstructuraEcologica... 41
Si esto se aplica a algunos de los criticosque se atienenmn'asa la forma
literal,esta queja resulta justificada.Desde luego, establecioclaramente,
ndesdeel principio,que sU concepto debia considerarseun "tipo ideal"
como o de la misma especie de los propuestosmetodologicamente por
AMaxWeber; como tal, no habia por que esperar que se adaptara per-
fectamentea nitnguinaciudad en particulary su utilidad para propositos
teoricos no queda necesariamentedestruidapor el hecho de que las citi-
dades reales se apartende el con bastanteamplitud.
Sin embargo,queda en pie el hecho de que esta concepcionde la ciu-
dad fue utilizada durantemuchosa-nospor los sociologos urbanistases-
tadounidenses,como si se tratarade una aproximacionnituycercana a la
realidad,y frecuentemente con un penoso apego literal (muchos de estos
'sociologosson, o han sido discipulos del profesorBurguess y sus cole-
gas en la Universidad de Chicago). No fue sino h-aciala tercerdecada
del sig,lo,cuando la Universidad de Chicago comi-enzo a perder sn pri-
mnaciacomo centroprincipalde la sociologia en los Estados Unidos de
Ame'ricacuando empezarona aparecer serias criticasacerca de la hipo-
tesis de las zonas concentricas.Segu'n han demostradoampliamentemu-
chos estudiosempiricos,el modelo teoreticode Burgess, por valioso que
sea como medio heuristico,resulta guia relativamentedeficientesi se
espera que en realidad describa la verdadera estructuraecologica de
cualquier ciudad estadounidense.4
La clase de problemascon que se tropieza al aplicar la concepcion
ideal de Burgess a ciudades reales, pueden ilustrarsemejor tomandoun
caso concreto.Houston, Texas, servir'amuy bien para nuestroproposito.
Hlouston,construidasobre un plano costero-casi llano- tienepocos im-
pedimentostopograficosdel tipo de los que casi siempretrastornala n-lor-
na ecologica natural,y es suficielntemente grande como para quLe,cual-
quiera qtuesea la norma que haya seguido,pueda evidenciarseclaramen-
te. Como ciudad relativamente nueva, su crecimientono ha sido impedido
por nada que pudiera considerarsecomo una tradicion-factorque es
ampliamentereconocidoen cuanto influenciaimportanteejercida sobre la
ecologia urbana.5 Finalmente-y pocos que conozcan Houston discutiran
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42 Revista MexTcanade Sociologt'a
este ptunto- es un ejemplo magnilfico de una ciudad moderna estadouni-
dense, comerciale industrial,en su formamas ruda y desniuda.
Una vez habida cuenta de estas caracterlsticasveremos si louston
se confi?orma, con bastanteaproximacio'n a la normade las zonas conce'ntr-i
cas. Lo hace asi realmente? La (fig. 1), muestra la distribucion de las
habitaciones residencialesen Houston clasificadas en cinco categorias
socioecono6micas, y nos proporcionaalgunos datos empiricos sobre los
cuales puede basarse la respuestaa la preguntaanterior.6
Desgraciadamente,estos hechos no hablan por si mismos con au-
toridadcompleta,y Ia respuestano puede ser completamente ineqti'voca.
Hay dos interpretaciones posibles que son directamentecontradictorias,
segun la idea que se tenga de la hipotesisde las zonas conce'ntricas. Cual
quier circulotrazado desde el cenitrodel distritocentralcomercialy cuyo
i adio se extienda hacia la zona residencial, se vera que abarca por lo me
inos tres de 1as cinco clases de zonas de alojamiento,y el radio de dicho
circulono tiene que extendersemuchoantes de que el mismocomprenda
partes de las cinco clases de alojamiento.Cuando se vtuelvela atencion
hacia los bordes de Ia ciudacd,la falta de zonas claramentedefinida es
.un mas pronunciada. Te'ricamente, sdIo ]as clases i y ii deberianen-
contrarseaquf",pero, de hecho, estan representadaslas cinco clases de
alojamiento,y estan representadascon mucha liberalidad,en los bordes
de la ciudad.
Si recordamos el comentario del profesor Burguess citado anterior-
mente,no es dificil imaginarcual seria su reaccion ante estas observa-
ciones. i Que' torpesson ustedes,dirla,al tratarde apicar en formaburda
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43
La EstructuiraEcolo'gica...
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4-4 Revista Mexicana de Sociologia
lo que despues de todo no es measque utin tipo ideal! Olvidandolas excep-
cio:nesevidentesqteetstedes mencionan, s acaso no se conformala norena
ecologica de esta ciudad, en una formageneral,al tipo ideaI ta1 como ye
lo he descrito?
Podria decirse que si. Con una pequefia excepciocn (la clase mIqt e
es el distritoque se encuentraatras de la calle principal) es la zona que
rodea inmediatamenteal distritocentral comercialy es de clase baja,
compuestoen su mayorparte por barriosbajos de zona de transiciod?,cu-cie
se enculentran exactamentedonde deberlanestar de acuerdo con la con-
cepcion de Burgess. Pero las zonas siguientessoi un poco mas dificiles
de encontrar.Sin embargo,es cierto que con excepcion del sector de
casas buenas que parte de la calle principal,grandeszonlasde alojamicno-
tos, que sigueninmediatamnente a los barriosbajos interiores,corresponden
a la clase iv. Tambien es ciertoque Ia rnayoriade las mejores casas de la
ciudad se encuentranen la amplia zona exteriorque se encuetitra mas o
menos entrelos cuadrantessurorientaly noroccidental.Todas estas ca-
racteristicasestadnde acuerdo cornla hipotesisde Burgess.
Pero, esta interpretacio6n amplia y generosa, tropieza con ciertos
hechos incontrovertibles. No es posible trazar ninguna 1linearadial dcl
centroa la periferiaque pueda pasar de la clase v a la i en una forma
ordenada; seguramenteque serla razonable esperar que hubiera por lo
menos algunos de estos radios basados en la hipotesisde las zonas. Ade-
mnas, encontramosque hay muchosbarriosde la clase v, tantoen el sector
nororientalde la ciudad en la periferia,como en el interior.7 Finalmente,
el alojamientoen la periferiapertenecea la clase iin, casi tanto como la
clase ii o la clase i.
Es muy probableque si se tuvierala misma clase de datos para las
casas habitacionde H-louston en 1920 encontrariamos una correspondencia
mejor entrela descripcio6n ideal de Burgess y la realidad concreta.Las
discrepanciasentresu concepciony la realidad (que siemprefueroncon-
siderables) indudablementeque han aumentadoal cambiar las ciudades
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La EstructuraEcologica ... 45
estadounidenses del tipode ciudadrelativamente compacto concentrado en
tornodel ferrocarril, que sirvio a Burgess de modelo empirico,a la
formadispersa,organizadaampliamente, que se ha producido bajo la in-
fluenciadel automo6vil. Al acumularselos estudiosempiricostantode
las ciudadesestadounidenses comode las de otrospaises,se ha vistocia-
ramenteque la concepcion de Burgess,en lugar de tenerel grado de
universidad que parecque el le concediooriginalmente, en realidadsolo
se adapta a las ciudadescomercialese industriales estadounidenses y
aun mas a estas,en un limitadoperiodode su desarrollo.El choque
de las criticasy contracriticas producidaspor esta hipotesisha puesto
mas en evidenciaque la granvirtudde la concepcion de Burgessnun-
ca radicoen su gradode validezempirica,sino en su valor comome-
dio heuristico.
Considerada desdeestepuntode vista,proporciona un ex-
celenteejemplodel papelde la teoriaen la investigacion cientifica.
Como
lo demuestran las historiasde otrasciencias,una teorlano tieneque ser
perfecta para resultaruitil.De hecholas teoriasm'asfructlferas -a juz-
gar porla cantidadde investigaciones necesariasy uitiles
que han estimu-
lado- frecuentemente han sido positivamente equivocadas.
De acuerdocon este criterio, la teoriade Burgesssobrelas zonas
concentricas ha sido muyfructifera y ha quedadoampliamente justifi-
cada porlos resultados. Proporciono lo que hastaentonces no hablaexis-
tido; a saber: una imagenconceptual ampliade la estructurainternade
las ciudadesy del crecimiento urbano,desdeuinpunltode vista sociolo-
gicamente importante. El hechode que esta imagenno tengani las apli-
cacionesni la universalidad que es posibleque Burgesscreyeraoriginlal-
menteque teniao habriade tener,resultaen cuantoa su importancia,
hechoinsignificante; el pUnltocrucialestribaen que estimulouna gran
cantidadde investigaciones que de otramaneranuncase hubieranl reali-
zado.
Patronesecologicosde las ciudadeshispanoamericanas y presurnibles
cambiosde las iismas.-Para los observadores preparadospara ver las
ciudadesa travesde la teoriade Burgess,las ciudadeshispanoamericanas
presentan un constrastenotablecon las ciudadesdel nortedel Rlo Gran-
de.8 Las ciudadeshispanoamericanasde tipotradicional
-han observado-
8 El primerestudio sistematicode la ciudad hispanoamericana, especifica-
mentedentrode esta perspectiva,ftie el de Asael T. Hansen, quien publico tina
descripciony analisis de Merida en 1934.A. T. Hansen; "The Ecology of a Latin
AmericanCity"en B. Reuter: Race And CultureContactsN. Y., 1934 pp. 124-142.
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46 Revista Mexicaita de Sociologia
tienenzonas concentricasmnasclaramentedefinidas que las ciudades es-
tadounidenses,pero estas zomas estan en un orden ivwerso. Seguramen-te
que esta diferencia tan marcada en la ecologooade las ciudades eil dos
areas culturalescontiguas,tiene importantesinplicaciones teoricas,
Todos los estudiososhasta ahora est'ande acuerdo en que la forma
tradicional de la ciudad hispanoamericana pre-indtustrial ha sido modifi
cada en algunoscasos en formano muydrastica,y en otroshasta tal puIn
to, que el antiguo molde colonial ha sido borrado.
Aparte de esto, hay escaso acuerdo sobre los problemas (muy inm
portantes) relacionladoscon el asunto que podria presentarse. Que for-
ma ha reemplazadoal anitiguomolde colonial? j Tomartn estas ciudadLes,
bajo el impacto del industrialismo, gradualmenteuna organizacioneco-
logica semejante a la de las ciudades de los Estados Unirdosde America
o de el Canada? j 0 cambiaran,adoptandoun molde diferenite? Si sucede
esto,i cuales son las caracteristicas
de la nueva formaque esta surgiendo?
La investigacion emptrica de las ciutdades mexicanas que presentamos
mas adelanteconstituyeeniparte,latcontributcio'n
de los atores del pre-
sente arti,culoa la resolucion de estos problemas.
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La EstructuraEcologica... 47
sales, por ejemplo, generalmentese dan por ciudades en general y en
ninguincaso tienensubdivisionessuficientemente detalladascon propositos
ecoi6ogicos.A falta de indices mejores, los investigadoresanterioreshan
utilizado los calculos sobre valor del terrenoy las distribucionestelefo-
nicas,cosas muyuitiles,pero bastantelimitadas.Sin embargo,en la mayor
parte de los casos, se han contentadocon registrarstnsobservaciones,
mas o menos completas,pero sin sistema.
Cuando los autores de este articulo comenzaronsu trabajo pronto
se percataronde que los progresosdependian principalmente de la for-
macion de un indice capaz de revelar las distribucionesecologicas con1
algu'ndetalle.La investigaci6ontambien los convencioprontode que dicho
indice deberia basarse en la observacionoriginal,pero controlada,pues
no habia otra fuentedisponible.
El indice que lograronformaral fin, fue una escala de apreciacion
de las habitacionesresidencialesy es, fundamentalmente, un medio mluy
sencillo y rudo. Sin embargo,proporcionalo, que hasta ahora faltaba
casi por completoen las discusiones de la ecologia latinoamericana,a
saber: un medio razonablementeadecuado para revelar la norma ecolo-
gica de la ciudad, y al traves del cual pudierancompararsediversas ciu-
dades.
Nuestra escala se aplico6por primeravez en Guadalajara en 1951.
Los criteriosba'sicospara su constrtuccion se derivaron,en parte,de las
observacioneshechas en el curso de un proyectode entrevista,que fue
Ilevado a cabo por el autor principaldel articulo,junto con la investiga-
cion ecologica, y en parte de consultas con amigos mexicanos.9 Con
estos datos, decidimosque las labitaciones en Guadalajara pueden agru-
parse adecuadamenteen cinco amplios tipos socio-econo6micos y arqui-
tectonicos,suficientemente diferentescomo para que se les distinga a
primera vista por su apariencia externa.
Las residenciasnuevas para gente de mayoresingresos,del mi-oderno
estilo interlnacional,
fueron designadas como las i. Las casas antiguas,
grandes y bien conservadas de estilo tradicional (que parecen abun-
dar mas en Guadalajara que en otras ciudades mexicanas) fueronconsi-
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48 vis&taMe:cana de Sociologta
deradas en la clase -H,pero reconocemosque tanto la clase i, conmo la ii,
puede&riestar ocupadas por un grupo similar de altos ingresos.10
Las habitaciones que designaii-ioscomo clase iii iarian algo en
cuanto al tipo; la nlayoriason casas viejas, del antiguoestilo tradicional
conisU patio interior,pero tamlbie'n algunas son casas nuevas pegteneas
y de departamentos.En cualquiera de los dos casos, estas habitaciones
estarnocupadas por personas de iDgresosmedianios,comnerciantes, profe-
sionales y la parte mejor pagada de los trabajacdores"de cllo blanco".
El tipo de habitacio'nque desig,namoscomo clase iv est'a ocupada por
los trabajadores manuales mejor pagados y por la clase inferiorde la
clase media. Las habitacionesde la clase iv consisten frecuentemente
de dos o tres cuartos,y donde hay patio interior,este es muy pequefioy
sencillo.Sin embargo,los edificiostiernen buena fachada,estaban pintados
por dentroy t'ienen buen piso de, duela. Las calles de las zonas de clase
iv casi siempreest'anpavimentadas,por lo menos con piedras, y tienen
bastantebuen serviciode agua, drenaje y electricidad.Estas comodidades
ayudan a distinguirla clase iv de otros tipos de alojanmientos, ilferiore's
y proletarios.Las casas de la clase v generalmenteest'an formadaspor
construcciones de adobe sin terminar,casi siempresin piso en las piezas
y con frecuenciasin serviciode agua, sin drenaje,y sin otras comodida-
des. Gran parte de estas hajbitacionesson nuevas o relativamente nuevas,
pero tambienconsideramosdentrode la clase v las casas muy deterio
radas que antes habi'anpertenecidoa un tipo mejor.
Una vez establecidas estas categorias como tipos, nos pusimos a
clasificar,desde luegolno cada casa individual,sino cada manzana de
la cindad de acnerdo con el tipo de casas que predominabanen ella.
Fuimos ayudados en esta tarea por un auxiliar nmexicano muy capaz que
conoce bien la ciudad, y, cuando dudabamos acerca de la clasificacio'n
conveniente,le consultTabamos y aceptTabamos su opinion. La clasifica-
cio6nse hizo caminandoa pie o en coche lentamente, subiendo unacalle y
bajando otra, de norte a sur. Al cabo del dia de trabajo, los resultados
se registrabanen un mapa de la ciudad pintadocon el color que corres-
pondlia a las diversas clases de manzanas recorridas.Posteriormente,
10 La expresi6n"gruposde iingreso"
se utilizadeliberadanmente
aqunipara
evitarel problemade la clase social. Sospechamosque hay diferenciasde clases muy
importantesdentrode las casas de tipos:I y ii tal comolos hemosdefinido perosao
En donide
lo sabemoscon seguridad. empleamos
el termino
"clasesocial",comolo
haccmosocasionalmente
para vari-ar;es el sentidode los legos, sin ningunesfuerzo
de precision sociologica.
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Lia Estructura Ecologica... 49
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50 Revista Mexicana de Sociologina
Por estas razones,no podeemos estar segurosde que si volvieramosa
reclasificaruna ciudad, obtendr'iamosprecisamentelos mismiosresulta-
dos; esto,sin tomaren cuenta que quiza si otro grupo de investigadores
usara la mismaescala, es posibleque obtuvieseotrosresultados.' Sin r.m
bargo, confiamos en que el bosquejo resultantepor Ar,eas ecologi as
principales,seria, esencialmente,
el mismo. Si tenemosrazo'n (y la Urnica
manera de comprobarloserilala de poner a prueba esta tecnicade la ma-
nera en que los hemos indicado) entonces,el grado de precision obtenido
es suficientepara nuestro propo'sitoactual. Para un an'alisis ecologico
mas refinado,como el que abarca correlacionesestadtsticasbasadas en
zonas, por ejemplo, desde luego sera necesario emplearnna te4cnicaca-
paz de producirresultadosmas exactos.
Empleando esta tecnicamodificadade evaluacion,los autores pudie
ron en 1953 completarinvestigacionessobre todas las ciudades mexica-
nas de mas de 100,000 habitantes,con excepcion de Ciudad Juarez y
M4erida. 12 De las grandesciudadesa las que les faltabapoco para liegar a
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La EstructulraEcologica ... 51
Como es imposiblepresentartodo este materialdentrode los limi-
tes de un solo articuloharemosaqul solamentela presentacionde Saltillo,
Guadalajara y Mexico con algutndetalle. Estas ciudades han sido esco-
gidas, no porque sean tlpicas o representativas
en el sentidoestadistico,
sino porque ilustranespecialmentebien los puntos principalesque con-
sideramosdeben hacerse resaltarrespectoa las actuales normas de cre-
cimientourbanoen Mexico.
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52 fcvista 11cxicata de Sociologia
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DISTPIBUCI6N
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POR CL-ASE DE 'AAA
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La Estructurra
Ecologica... 53
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54 Revista Mexicantade Sociologia
tenemosesta conclusion,pero no la hubie'ramosalcanzado con tanta fa
cilidad ni con tanta confianzasi hubieramros elegido cualquiera otra ciu-
dad para nuestraaventurainicial por la ecologla mexicana.
Guadalajara ha sido una ciudad grandee importantedesde hace nmu
cho tiempo. A pesar de que muchas de sus aritiguasresidenciasde la
clase alta han sido derrumbadasen el proceso de extendery modernizar
el distritocentralcomercial,au'n le han quedado bastantespara formar
zonas pequeinas, perolrelativamente bien definidas,inmediatamente junto
al centro" (fig. 3). Estas zonas, es de notarseque se encuentrantodas al
oeste de la Calzada de la Indepenidencia. Antes de que fuera entubadoy
cubiertoen 1910, el rio de San Juan de Dios, bisectabala ciudad aproxi-
rmadamente a lo largo de la linea marcada ahora por esta,gran avenida e
impediala expansion hacia el oriente.Consecuentemente, ha habido una
tendenciahistoricanuay larga para que el mejor distritoresidencialse
extiendahacia el occidentede la Avenida Juiarez.La xiuevazona de la
clase i comienrza enidonde terminala antigua zona de la clase ii y corre
a trav('sde un amplio sector,por esta gran avenida,hasta los l'imitesde
la ciudad.
En otras partes,la clase ii esta limitadapor una gran zona de casas
buenas, pero modestasque hemos designado como clase iin, y donde no
hay clase ii intermedia,es comunver que estos tipos de habitacionesse
encuentrencontiguosal distritocentralcomercial.La zona de la clase ii
es irregular;la mayorpartede ella se encuentraen el 'anguloformadopor
la Avenida 16 de Septiembrey la Avenida Juarez,pero en su miiayor
partese localiza en el centro.La larga franja que se encuentraen el sector
orientalde la ciutdad,est'a a lo largo de una gran avenida que corre a
trave'sde -unazona que tienecasas de tipos iv y v. Los puntosaislados de
habitacionestipo inI al fin de esta avenida, en la direcciongeneral de
Tlaquepaque representanpeque-nascasas nmodernas y departamentospara
enmpleados del gobierno.
Estas observacioniesfueron hechas en 1951,16 pero ahora se ha
abiertoun nuevo fraccionamiento en los bordesde la ciudad en el extremo
nortede la Calzada de la Independencia.
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La EstructuraEcologica ... 55
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56 RcvJiost Jo ica; a do Soiologia
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La EstructuraEcologica ... 57
Sin embargo, la mayorpartede la.poblacionque tieneingresosme-
dios,viveau'nen estazona centraly se han construido ahi muchascasas
nuevasy edificiosde departamentos para esta parte de la poblacion.
Consecuentemente, la zona interiorque rodeael distrito centralcomercial
esttamuymezcladaecologicamente.
La faltade una grancantidadde casas de la antiguaclase iII en el
interior tambien ha fomentado grandemente el desarrollo de zonasperife-
ricas para la nueva clase media.El mapa de Monterrey muestrautna
zona iii periferica,muchomnas ampliaque la de Guadalajara.
Lo mismoque Guadalajara,Pueblaha sidouna ciudadgrandee im-
portante desdehace muchotiempo,peroen los uiltimos a-nosno ha cre-
cido tan rapidamente como Guadalajarao Monterrey.Como era de
esperarsemuestramenosde las ntlevastendencias ecologicas.En el ex-
tremooccidental de la ciudadse habriadesarrollado una nuevazona de
clase i desde1953,peroen esa epoca,el nuimero de casas que se habian
levantado, no era muygrande;es clar,oque la mayorpartede la gente
rica en Pueblasigueocupandola zona tradicional del centro.Al contra-
r-iode Guadalajara,dondeel centroha sido reconstruido casi entero,la
antiguaarea centralde Pueblaha quedadocasi intacta.
En realidadpareceque haymas casas nuevasde la clase iii que de
la clasei en Puebla,perola cantidadtotal,siguesiendoreducidapara una
ciudadde su tamafio;lo mismoque las clasesaltas,las clasesmediasde
Pueblaad'nsiguenviviendo, en su mayorla, en la zona interior. Los dos
tiposproletarios de habitaciones se encuentran en dondeera de esperarse,
pero estasclasesparecenestarconsiderablemente menossegregadasaquLi
que en la mayorpartede las ciudadesmexicanas.Esto significaque no
todaslas habitaciones del tipo v son perifericas, pero sin embargo,es
ciertoqcuelos barriospeoresy mtas extensossi esta'nen la periferia.
Meixico.La capitalno es comparable a otrasciudadesmexicanasen
muchosaspectosimportantes. En tamaino, por ejemplo,no tienecompa-
raciony, para evitargrandesdistorsiones, debe clasificarsesola. Pero
la diferencia no es solo de cantidad,el papelespecialque desempe-na Me-
xico en la vida politica,econo6mica y social del paitsla colocaapartede
otrasciudades, tantofuncional comocuantitativamente. Consecuentemente,
es de esperarseque en la ecologiade Mexicose encuentren, comoen rea-
lidad sucede,.caracteristicasexcepcionales.
La mtasimportante, desde nuestropuntode vista,es el grado de
deterioro que se advierteen tornoddl distritocentralcomercial. Histo-
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58 Revista Mexicana de Sociologia
ricamente,desde luego, la ciudad se habia agrupado miaasestrechamente
en tornodel actual distritocenltralque ahora, y los antiguosedificlosre-
sidenciales que han sobrevividoen esta zona, estan muy deteriorados.
En origen y resultado,esta zona es comparablecon la cl'asica "zona de
transicio6n"de las ciudades norteamer-icanas y su existenciafue la rzo6n
principalpara que Hayner sugiriera,hace alguniosa-ios, que la normaeco-
logica de Mexico podria estar inclinrandose hacia el tipo norteamericano. -7
En comparacioncon otras ciudades mexicanas,esta extensa zona in-
teriordeteriorada,resulta extranay casi ilnica. Guadalajara, se recorda-
ra, casi no muestra deterioroen el centro. Monterreymuestra ciertos
puntosdeteriorados,pero mezcladoscon casas nluevasdel tipo in.
Quizas Puebla,es la ciudad que tiene,despue'sde Mexico, ca,sasmas
deterioradascerca del centro; algunos ejemplos aislados de casas de genL
te rica muy deterioradaspueden observarseen el extremooriental del
distritocentralcomercial.Sin embargo,este deteriorono es general en
toda la zona. Como ya inidicam-ios, el centrode Puebla sigue siendo uno
de los sitios preferidosde residenciapara las clases media y superior.
Hay otras dos caracteristicas,suficientemente marcadas para mere-
cer atencio6n,pero estas son esencialmentemanifestaciolnes totales de ten'
dencias observadas en otra parte, maHsque peculiaridadesde la capital.
Una de estas es la enormeextensio6n de las nuevas habitacionesde clase
iii para la gentede clase media, en tornode los bordes de la ciudad. La
otra parte es el aislamientocomparativo de las mejores zonas residencia-
les (actualmenteconcentradasen las Lomas de Chapultepec,pero exten-
diZendose rapidamenlte sobre el Pedregal,al occidentede la nueva Ciudad
Universitaria). En la mayor parte de las ciudades mexicanas,la mejor
zona residencial(como en Guadalajara), tiende a formarun sectorque
va desde algu'npuntocerca del centrohasta la periferiade la ciudad.
Lo mas notable acerca de la ecologla de Mexico, comnose ve en la
figura 4, no son estas caracteristicasexcepcionales,sino el grado hasta
el cual la norma general de la capital puede compararseconila de otras
ciudades mexicanas.
El centrohistoricode la ciudad, el Zocalo, no es ya el centrogeo-
gra'ficode la misma. Las razones para esto son principalmente topogr'a
ficas.El crecimiento hacia el orientedel Zocalo, se ha visto estorbadopor
las desventajas de contruirdirectamente sobre el antiguolecho del lago.
Asl pues, historicamente la ciudad ha crecidohacia el occidente,a trave's
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La EstructuraEcoloyica ... 59
CARRETERA A LAREDO
KiL9MCTRQS ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ...
......
CAR~~~~~~~~~~~~~~~1 P AR
.....t', IV C CEMENTERJO
V
Y --+-'-- FERROCARRiL
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60 Revista Mexicana de Sociologic
dIelas Avenidas Madero y Juanrez y el Paseo de la Reforma.Sin en bargo,
ei lnovimniento hacia ei occidente no podia continuarindefiniidainente a
causa de la cadena de niontaniasque esta3natras de Chapultepec.El Me'-
xico moderno,tal como existe, so'lo ha podido Ilegar a crecerextendien-
dose hacia el nortey hacia el sur y e mayorgrado de extensionha sitco
hacia el sor. 1s Esto significaque el 'verdaderocentrotde la cindad (Ba
blando geogrtafica y no culttralmente),se encuentramas o menos a Jo
largo de la Avenida Insurgentes.
Desde este punito de vista,la ecologia nlexicana asume aigunas carat
terlsticasmuy familiares.I-layuna amplia zona de clase iii en este ceritro
geogracaicoarriba y abajo (e la Avenida Insurgentes.El centroes alar
gado, no circular, puesto que ba sido torcidopor Ia topografiaque aca-
barnesde describir.A lo largo de so franja oriental,en todas partes,esla
zona centralde clase ii tienle a dejar el sitio a la clase iv. ", Ei ss mar
gea occidental,la zona cenL-ralde tipo III frecuentemente linita eon io que
hemosllamnado "Mexico, clase II". 20'tn donjdeesta clase ii no se txtiende
a una franja que forimazona de clase i generaltriente deja el sitio a 1a
clase IN. Rodeando Ia ciudad, aunque no totalmeente se encuentra r los fan
minliaresbarriosbajos dteclase v.
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La EstritcturaEcologica . .. 61
las de6nas.Sin embargo, si es correcta a la que liegamosan-
la conclusion
teriormente de que aun la capitaltieneuna formaecologicageneralm-iiuy
semejante a la de otrasciudadesde Me\xico, entonces seraposibleabstraer
'Lin "tipoideal"compuesto por estoselementos comunles.No solo creemnos
clue es posibleformar este tipoideal,sino tambien estarnoscbuvencidos,
sobrela base de nuestrasinvestigaciones, de que el resultadoconvondrad
a las ciudades reales on Mexico, Wmcho mnejorde lo qmo
cinpIricamente
a las ciudadcs
convielela teoriade Burgessde las zonas concentricas
-orteaoaericanas.
Preseritado
en terminos de las habitaciones
de iindicede estimacion
convenientesde nuestr-o
las caracteristicasminats
utilizado para forrmarlo,
tipoidealde la mnoderna inexicana,en su formaactual,son: una
ciucdad
zonainteriorde habitacionesde la clase iTI, una zoniacontigua,bnaso uc-
r.s concentrica, de habitaciones de la clase tv,una zona finalde habita-
ciones de la clase v que tiendea rodearla ciudad.El termino "tiende"se
utili7zadeliberadamente,puestoque ni las zonas de clase iv ni la de clase v
son completamente Ambas quedan rotas por cuatro sectores
couce'ntricas.
de njuevashabitacionesde clase i y clase iTI, que ahora ocupan un sitio
en la periferia.
Descritade esta manera,esta formaecologica,es desde luego,de
No eranasi estasciudadesen su fasepreindulstrial
transicio'n. y segura-
rmente que no serantampocoasi por tiempoindefinido.
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62 Revista Mexicana de SociologiJa
El gran deteriorodel interiorsera' causa de que algunos de los grupos
de bajos ingresos que ahora viven en la periferiase pasen a centro,pero
este contramovimiento rnopodra por si mnismo limpiar las zonas perife'
:icas de barrios bajos, teniendoen cuenta la proporcio'nde la poblacio'n
total que las habita. Consecuentemente, estas zonas que son quizas la ca-
racteristicaecologica mias dlistintivade las ciudades mexicanas, pueden
permanecerasi indefinidamente. Nada que no sea un verdaderocambie
revolucionarioen el est'andarde vida de los habitantes,podra limpiar
estos barriosbajos. A pesar dei gran progresoecon6omico que se advierte
en todas partesde Me:xico,un cambioen el estandarde vida, de suficiente
magnitudpara cumplir esta tarea, parece poco probable en el ftuturo
in-mediato.
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La EstructuraEcologica. .. 63
genteurbana.Acostumbradosdesde tiempoatras a vivir en ciudades con-
siderabana la ciudad como la formanaturale inevitablede Ia comunidad
civilizada. Siguienldolos modelosgrecorromanos, las nuevas ciudades que
establecieromt en Amlericase concentrabar en torno a una plaza mayor.
En tornode esta plaza colocaronlos edificiospTblicosrnads importantes y
cerca de ellos construyeron sus casas.
Esto parecio,a los fundadoresde la ciudad,el mejor de todos los si-
tios posibles para vivir,y este valor culturalestaba de acuerdo con sus
otras costumbres,tales como la distribuciondel dia de trabajo, con su
larga siesta a mediodia.Tambien su arquitectura,estaba de acuerdo con
esta localizacion; el estilo tradicionalde los edificios residenciales,con-
centradoen tornodel patio interior,estaba magnificamente adaptado para
la vida urbana compacta.Puesto que el centroera la zona planeada, y
puesto que los lideres de la comunidadvivian ahi, era tambienahi donde
se encontrabantodas las comunidades(abastecimientode agua, drenaje,
pavimento,alumbradoy proteccionpoliciaca) que podia costearla comu-
nidad. A su vez, la presenciade estas comodidadesaumentabael atractivo
del centrocomo zona residencial.
Puesto que las altas clases sociales querianvivir en el centro,no que-
daba lugar, literalmente, para las clases inferiores,como no fueran las
orillas de la ciudad. Originalmente,las lineas de clase coincidianmuy de
cerca con las raciales. Cuando se fundaba una ciudad, se alentaba a los
aborigenesen numero suficientepara asegurarse la mano de obra y a
veces se les forzaba,a reconstruirsus aldeas cerca de la ciudad.
En un sentidomuy real, las zonas perifericasde barrios bajos que
ahora rodean a las ciudades mexicanas, son descendientes lineales
directas de las originales aldeas indigenas o barrios que crecian en
torno del,centroeuropeo de las ciudades en esta zona. Desde el punto
de vista arquitectonico,estas zonas perifericas son en la aXctualidad
esencialmentelo que han sido siempre: jacales de pueblos ruralestrans-
portadosa los bordesde la ciudad. Baratas y construidasfacilmente, estas
estructurasproporcionanlas moradas mas economicas po,siblesa los
grupos de ingresosmas bajos que, por necesidad tienen que gastar en
alimentacionla mayorparte de sus ingresos.El hecho,de que estas mora-
das no sean permanentes,por la naturaleza de su construccion,ha ayu-
dado a perpetuarlas.A medida que el interiormejor construidose ex-
tiendehacia las zonas ocupadas por este tipo de alojamiento,los jacales
son abandonadosy reconstruidos otra vez en la nueva orilla. En Guadala-
jara, por ejemplo, las zonas mas amplias de habitacionestipo v en el
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/ Revista Aexicana dle Sociologta
rapidamentecrecientesectororientalde ia ciudad,a traves de la Calzada
Independenian,se han constrteldMo En conitraste
recienteniente. coti to cne
s&ucedeen los Estados Unidosy en mniuchos paists, en donde las casas
Tiejas son casi siempre las peores, en Mexico, por lo (ue se rf?{ere a los
jacales (le la periferia, las peores casas son nrnluchasveces las nSas nu e as.
En Estados Unidos (le Ametricael cotitextocultu-raldlentrodel ctmal
se cada ciudad fue, y sigue siendeio,nuy cliferente.En la CePoca
Ievautod
en que se establecieron las colonias angloarnericanas, la robteza rural
era i en Inglaterra,Conlse-
clase social mnaspoderosa y rnas linmitada
cueiitemente, sus grandes casas y posesiones campestres constitutat cns-
ciente o iUiconscientemlaenlte el ideal cultural. En Nueva Inglaterra la
seccion tniasurbaa (le Anglo AmericA,las aldeas originatesftieroncots-
trunidas separadanmente, con aniplios camp}-os y jardines para cada casa
iin(diviuaI. -i ei Sur, dui-annte tia largo periodo Undo literalmeiite cu
dlades. En todas las colonias, Ia mayor proporcion de la inriigracion y
del aunmento
naturalde poblaciodn
era absorbidoen domar la fierravirgen
para convertirla en granjas, propiedad de las fatnilas inlidvidua_les, 1as
bien que en constrtilr ciudades. Hasta 1790, tio habaa un solo s tio urbano
en los Estados Unidos, con unrn poblacion total dI neias de 50.000 Ua-
tantes.
Por lo tanto,todas la grandes ciudades de JosEstados Unidos, son.
productodel siglo xIx y principalmente de la iltimnaparte det misnsmo.
Este perlodo coincide con el auge del liberalisnmoeconomico y social en
su formamnasextremadel "laissez faire".La planeacionurbana del tipo
que se encuentraenilas ciudades Ihispanoamericanasoriginalesresultaba
las formas m'as suan s de
imposibleen este medio cultural.Ni siUptiera
de zonas resultabatiposibles hasta ei siglo xx, y en
reglanmentacion
tonces solamente frente a unia poderosa y deterninada oposicion de los
cIomlerciantesconservadoresque considerabanlos elificios urbanos de
cualquier clase y bajo cualesquzieracircunstanciascon-.onegocio estric-
tamenteparticular.
Los transportesinadecuados obligaron a los grmutpos de grandes
ingresosa vivir: primero,bastantecerca del centrode ]as ciudades ori
ginales, pero no habia nada en su cultura que definiera esta localizacion
conmo inhlerentemente atractiva. Por- el contrario, coimo dijimos, e ideal
dominante era la "casa de canipo". Es in hecho sencillo pero de gran
importanciapara comprenderla naturaleza Ie sus ciLudadesel que los
ingleses y angloaniiericanosbani co-isidlemado sieinpre la v\(ta turba
conlao fuindanientatmenteindeseable, Es ta predileccion ut -ita] fte e-
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La EstructitraEcologicac... 65
forzada por la naturalezade la primitivaciui(ladindustrial,cuyos horro-
res son temiia hati aprovechado
comuineii su literatura.Consecueinteimiente,
conl gusto cualquier adelanto de la tecnologia,paviinenitos, de
pC,rfeccio6n
los coches ligeros de caballos, tranvi'aselhctricos,trelies y automoviles,
para escapar del interiorde sus citndades.Naturaliente estos inedios de
escape estan relacionados coni la capacidad financiei-adc la pcrsola.
Cualqutieraque sca si valor, las clases inferiores,forzosamcente tienent
qiie vZivircerca de sit trabajo cn ci centro comcrcial' indufstrial.
El1car{tcterrapi(laimentccambiante,tanto(Ie la culturaestadounidense
como de la estructurasocial quc la sostieneliani contribuidograndemelnte
a este enmpuje lacia la perife-
constante(le las clases superiorcs y mno(dias
ria de la ciudad. Los estilos arquitecto6licos,por ejemnplo, ban cam-nbiado
continua y ra4pidamenitc. Una rnansionconstruidacon orgullo y cariiio
por tin coinercialnte recientemente einriquecido,comnunmente en cl curso
de sti vida, r-esultaba una mionstiruosidad arcquitecto6nica n la
miiismiio
que era socialmnente imposible vivir. Asi, pties, se Ie abalndonabaconl
gut1stopara qie se deteriorararapidamontey se convirtieracli casa de
liabitacioneso departamentos(le las clases inferiores,mientras(JUie su
(ltenio original se construjia otra casa nueva y, nias de acUterdoClo la
inioda,cen tin barrio ntievecitoquc acabara (le abrirsc ell ]as aftuerasde
la ciudad. El grupo (cleingresosmedios segntiadesde ltiegola iniisinanor-
ma hlasta (londoese lo ponuaitianesos ilngresos.Las clases inferiores
tenianiquc conifoi-niarse con lo queoles (lejaran; a saber-,las conlstutic-
cionlcs imas \iejas y 1nas cercanas al centro(oCd ia cidad.
Actualmetite esto eniptije lhist6rico hacia la periferia contilitl y a
paso acelerado. Poro la aparici6n d&l autom6-il coino posesi6n casi tui-
versal y la cle\acion radical lograda cii los uiltimnios
ai-ios para el standard
de vida de los tirahajadlor-es,
lia pro(lucid(lo niodificacionles imiportantes.
Al contrariode los barrios Perifericos qwic liabi'a ent cl siglo xIx y a
principiosdel xx, los de la acttalidad nioosonI en ninngia. in?an'eraex-
de las clases superioreso liZcdias, !Pucsto quIc m1iillonies
clusi-vosj de obr-eros
inidutstriales bien pagados han7 coinsirnido tambi7e'n sits casitas ci cltos.
Siln embargo,es cierto que el costo de los terrenosmaisbaratos en
barrios residenciales,esti'Aiis alla (clelos niedios de cerca
estos lntievros
de Ia mitadde la poblacio6T. Una casa niueva(o edificiode departameln-
tos) que pueda respolnder a las cxigencias muinimas(Ie construccio6n y (IC
zoinas quo ahora se encuentrancii la nayoria de las ciudadcs (le los
Estados Unidos de Aniiericano puede construirsecon nioniosde 10 a 12
nil dolares. Los qtie no puedonii pagar este precio (o su equivalenteen
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66 RevihstaMexicYaiade Sociodogia
rentat)io tienen mas reniedioque quedarse en las habitacionesviejas
que puedaniconseguir.
Los resultados,en te'rminosde forma urba ia, son un:nyinteresan-
tes. Hablando e - terminiosgenerales,la ciu,dadactual en los Estado.
Unidos de America consistede dos partes: 14 un atnillode casas nuevas
construidasseparadanmente entresi, la mayorparte de las cuales no son
de Ia clase alta pero todas las cuales, al nenos en el presenteresponden
a nornas minimas,y 2a ti centrode casas viejas cuyios limites corres-
pondten a IGS himitesque Ta ciudad teni'aen 1930. Aunque algunas ce
estas casas antiguasson aun excelentes,en la mayoria eC Tos casos estan
ya niuydeterioradas.
Este contrasteentre las fuerzas qtueproducenlas zona.s de barrios
bajo. en Mexicion y en los Estados Unidos ilustraco'mola forina deoat
ciudades esta deteroiYada por la vws wp pia cutura de la sociedaid
deotro de la czualse eoc oeitran.Ntnguna teoria acerca de ta naturoioz
e las cdades que d eso 'de este factor cuIttural, comtolo donuestra aiLo
histora'doela /ipooesisde Burgess sobre las zonas cozce itr<cas, poeden
teoer esporazzas de triunfar,
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