Módulo 3: El Diagnóstico y El Trabajo en Situaciones Socio Comunitarias
Módulo 3: El Diagnóstico y El Trabajo en Situaciones Socio Comunitarias
Módulo 3: El Diagnóstico y El Trabajo en Situaciones Socio Comunitarias
socio comunitarias
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Introducción
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Introducción
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Analizar los procesos que tienen lugar en los sucesos de esta índole
Integrar los contenidos adquiridos al concepto de comunidad, y conformar una idea completa y
global de la misma
A continuación, te invitamos a revisar el siguiente ejemplo de otro espacio que no se conoce por los medios,
pero que existe, y que son un pequeño e inspirador relato.
https://www.youtube.com/watch?v=lQnv-KB-OQU
Tema 2 9
Introducción a la unidad
Contenidos de la unidad
2 Influencias teóricas
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Tema 3 9
Partamos de consensuar que le daremos al termino paradigma la similitud con el de modelo, patrón, modo
de hacer, formula indiscutida durante determinado periodo. Correspondería a un status quo teórico y
metodológico que describe las particularidades de una disciplina, de forma tal que toda disciplina tiene al
menos, un paradigma en su historia.
Podemos mencionar que, dentro del trabajo comunitario, las características de este modo de hacer
pautados coincidían y confluían en las mismas variables, diálogo, transformación, crítica, apoyo, liberación,
conciencia, son conceptos que han venido a cuenta una y otra vez.
Es menester organizar este paradigma de modo más formal, enumerando su división en 5 dimensiones:
Ontológica
Epistemológica
Metodológica
Ética
Política
Dimensión ontológica
–
Aquí, haremos hincapié en nuestro sujeto de conocimiento, nos referiremos entonces al hombre inmerso
en la comunidad, que a su vez será conocido y observado por otro sujeto, por un grupo de ellos, el equipo
interdisciplinario conformado por el psicólogo comunitario y los profesionales inherentes al proyecto.
¿Como es nuestro sujeto? Mas allá de la circunstancia en que se encuentra, donde quizás, en virtud de la
situación y su problemática, se pudiera encontrar en una situación de minusvalía, diremos de él lo que es
necesario entender desde la concepción de sujetos. Diremos lo que puede ser en primera instancia solo
algo potencial. Nuestro sujeto es (o devendrá) de un sujeto activo, no de alguien que debe ser asistido, sino
alguien a quien acompañar en un proceso de cambio, capaz de poseer o desarrollar herramientas para
resolver situaciones, para enfrentar contextos, para atravesar transformaciones que propicien cambios y
mejoras.
Es un sujeto poseedor de saberes que necesitamos compartir a fin de profundizar en su conocimiento, con
quien iniciar un proceso de co-construcción de su realidad, que toma decisiones sobre su futuro, se hace
responsable, comprende y baraja alternativas. Un sujeto que debe consentir el proyecto y estar de acuerdo
con este, o nada podrá realizarse en virtud de principios éticos y del respeto por el otro.
Recordemos aquí algo del rol del psicólogo en virtud de esa relación, se trata de actuar como facilitadores,
no el de pensar y decidir por otros.
Dimensión epistemológica
–
Esta dimensión refiere a la forma en que se producen los cambios, es decir, cómo es que se construyen los
resultados del proyecto, y la respuesta a tal interrogante. Es en virtud de la co-construcción, del intercambio,
del ida y vuelta generado en un marco de confianza e intimidad de trabajo donde la transformación ocurre,
los cambios operan muchas veces sin que sepamos en momento en que comienzan a ponerse en juego.
Es un esperar de variables que van surgiendo en esa relación, ya que es justamente es un proceso
constructivo, para todos los protagonistas, tanto los actores internos como los expertos, pues todos
resultan transformados si el proyecto da frutos.
Dimensión metodológica
–
Aquí puntualmente hablamos del modelo metodológico al que ya hemos denominado “investigación-
acción participativa”. Desglosando esa expresión, diremos que hablamos de investigación toda vez que
necesitaremos recabar información para poder establecer el problema, para entender el contexto, y para
luego acercarnos a las personas y contrastar nuestras creencias iniciales con el impacto de la propia
realidad, allí pasamos a la acción, que consiste en “el hacer” basado en las actividades y estrategias que
van a proponerse en virtud del contexto del proyecto y sus características, las cuales surgirán a su vez de
un intercambio creciente, a la vez que es creciente también la relación entre actores internos y externos.
Allí es donde juega la vertiente participativa. Todos trabajando por el cambio. La comunidad siendo
acompañadas en su propio proceso de cambio, al que llegaremos en una escalada colaborativa desde la
teoría hasta la praxis y sus resultados. Seremos acompañantes, facilitadores, monitores, propiciaremos la
acción, y de esta manera también pondremos en juego nuestro carácter activo. Psicólogos empapados en
la acción, psicólogos comunitarios de campo, guiando a las personas en toda la serie de procesos que
implica su autoestudio.
Es, por tanto, una metodología dinámica, dialógica, consensuada, en pro de los beneficios de la comunidad
que habremos podido prever en los objetivos planteados en el inicio del proyecto.
Dimensión ética
–
Aquí, entendemos cómo las dimensiones se encuentran solidariamente relacionadas entre sí, y
retomaremos el tema del respeto por el otro, entendiendo que no puede quedar al margen de la
participación y la toma de decisiones, que debe recibir un trato de igualdad y respeto como dueño de una
historia sobre la cual debemos tener su consentimiento para operar, y principal consultor a la hora de la
toma de decisiones. La ética apunta al dialogo, al encuentro, y la apertura a la pluralidad de opiniones.
La ética nos llama a propiciar un encuentro genuino con el otro, como lo debe ser cada encuentro entre el
psicólogo y su sujeto de trabajo, solo que aquí no partiremos desde un lugar de saber, sino de supuestos, de
apertura a la observación y la escucha.
Es aquí donde el psicólogo debe saber ocupar sus zapatos desde este rol, abriendo a la pluralidad de
opiniones, aceptando la otredad como característica del yo, y no como diferencia.
Además, como parte de la ética, se nos hace presente la deontología, es decir, la parte de la ética aplicada a
los deberes y derecho profesionales. Cuán compleja es en el caso de la psicología, donde la posición
cambia según el campo, pero se simplifica si debemos comenzar por puntualizar y no perder de vista que
el objetivo general es la salud comunitaria, no desde nuestra concepción individual sino desde el análisis
de la situación total.
Dimensión política
–
Tema 4 9
Citaremos algunas vertientes que deben considerarse en la conformación de la psicología comunitaria como
rama de la psicología, y de quienes se ha aprendido y servido para su propio decir y hacer.
La Fenomenología
–
Esta corriente filosófica que nos invita a la comprensión del mundo tal cual se nos presenta ante los ojos,
nos enseña, por ejemplo, que no existe separación entre sujeto y sujeto de observación, que ambos son
una realidad y que muchas variables, positivas o negativas, van a surgir de ese encuentro que se configura
de modo único e irrepetible. Nos muestra, además, cómo el hombre en relación con su entorno y con los
otros adquiere un sentido, y a la vez, es su única posibilidad de ser, ya que no tiene una existencia separada
de ellos.
Podemos pensar que es allí, en ese campo que rodea al hombre donde surgen las problemáticas, pero
también las soluciones, por ende, tiene lugar la vida, donde esta adquiere el sentido. Es a la vez problema y
solución, pero ambos le pertenecen a ese sujeto, que debe poder abrir los ojos a su realidad y moverse con
ella, moldearla, operar sobre ella. Un hombre que se responsabiliza y crea su destino libre y responsable.
Los aportes de Karl Marx
–
La influencia sustancial en toda disciplina social de este destacado filósofo, economista, sociólogo,
periodista, intelectual de origen alemán incluye entre otras cosas la comprensión de la realidad humana en
un amplio marco donde le atraviesan cuestiones políticas, económicas y socioculturales, dejando de lado
la mirada descontextualizada, y propiciando el acercamiento a la comprensión de una realidad compleja, tal
como ésta lo es.
Una población que comprende la opresión podrá modificar su realidad, es en este sentido, también la
influencia de Marx en su carácter liberador.
Marx también dedicó sus obras a describir y realizar una crítica sobre las relaciones de poder, las
relaciones sociales asimétricas, particularmente en relación al trabajo. En la misma línea, encontramos al
pedagogo brasileño Paulo Freire, quien a lo largo de su obra nos habla de la pedagogía del oprimido,
entendida como la forma de educar para obedecer formatos que, a falta de cuestionamiento y crítica, se
transfiere a través de las generaciones. Su planteamiento consiste en una pedagogía liberadora, que busca
generar conciencia crítica, una mayor participación y conocimiento y defensa de los derechos.
Aprender para no ampliar una brecha clasista basada en el desconocimiento, y la ignorancia que obturan la
movilización social. Freire pauta como objetico una sociedad más justa y equitativa a través de la
educación. Es por eso que, como parte de su rol, el psicólogo también actuará en este sentido como
educador.
El enfoque crítico
–
Una vertiente que según Maritza Montero ha influido sustancialmente en la psicología comunitaria hasta el
punto de que la autora asegura que la psicología comunitaria es “la hija de la crítica”, ya que a través de
esta es que un sujeto puede propiciar un cambio, orientarse hacia una sana, reflexiva y profunda
transformación.
Para finalizar, haremos mención que son innumerables las disciplinas y enfoques de los que se han tomado
aportes, ya que se ha construido con apertura, con creatividad y con recursos tan diversos, que mencionar
todas las influencias sería interminable.
Definiciones y conceptos de los términos para su aplicación sobre el proyecto de intervención comunitaria.
Es decir, asignamos a nuestro mundo, nuestra realidad, a todo lo que hacemos pasar por nuestra conciencia
un valor. Así construimos nuestra concepción del mundo. Así también nos devenimos a la existencia en un
espacio ya funcional, donde muchos valores son transmitidos, ahorrándonos la necesidad de decidir sobre
ellos, aunque con el riesgo de estar respondiendo a matrices y patrones que no son propios y pueden no ser
coincidentes con nuestra propia forma de ser.
Esta cosmovisión se va desarrollando con nosotros, a medida que se suceden las experiencias y se van
acomodando también a ser funcionales a los espacios a los que pertenecemos. Los valores configuran
estados ideales normativos que se consensúan en los grupos humanos, configurándose tales.
Lo importante es poder concluir que esos valores, cualquiera sea la concepción que se tenga, son una guía
para las acciones de ese sujeto, de forma tal que, si necesitamos plantear un proceso de cambio,
deberemos abordar el tema de los valores subyacentes a esa comunidad y sus integrantes.
A la vez, el equipo de trabajo debe abordar sus propios valores que se pondrán de manifiesto durante el
proyecto.
V A LO RE S PE RS O N A LE S V A LO RE S RE LA C I O N A LE S V A LO RE S C O LE C T I V O S
Estos guían intrínsecamente las ideas y conductas de cada sujeto, pero aplican en lo social, son valores
tales como la identidad, la igualdad, la libertad y el respeto. Poseerlos guiará la calidad de trabajo en equipo,
de trabajo con y para el otro, etc.
V A LO RE S PE RS O N A LE S V A LO RE S RE LA C I O N A LE S V A LO RE S C O LE C T I V O S
Apoyarán el desarrollo del proyecto ya que será guía fundamental en las actitudes y las relaciones y lazos
que en el mismo vayan a suscitarse, son valores tales como la solidaridad, la colaboración, la participación y
el diálogo.
V A LO RE S PE RS O N A LE S V A LO RE S RE LA C I O N A LE S V A LO RE S C O LE C T I V O S
Su existencia marca la calidad de vínculos y la efectividad o conflicto en la vida social y las acciones
comunes. Implica los valores individuales, ya que como se ha expuesto con frecuencia, el sujeto jamás
puede ser entendido por fuera de su contexto social. Dichos valores son, la paz, la justicia, la libertad y la
igualdad.
Presentación de desarrollo y explicativa acerca de los procesos que tienen lugar como fenómeno humano
en la praxis comunitaria.
Una vez que ya hemos descripto el concepto de comunidad, hemos ahora de relacionarlo en nuestro marco
de trabajo con el concepto de ciudadanía. Entendemos que devenimos a un medio social, pero convertirnos
en una comunidad tiene una serie de requisitos, con lo cual se convierte en una construcción. ¿Que implica
entonces sumar la idea de ciudadanía?
Es conocer el concepto del carácter de lo político. Quien lo desconozca vivirá por fuera de ello, sin encajar en
un conglomerado de espacios donde podría actuar, para su propio beneficio, y pudiendo provocar perjuicios.
Naturalmente, podemos relacionarlo con la idea que mencionamos más arriba, respecto de valores y
cosmovisión.
Pensemos el concepto desde una visión actual, ya que ser ciudadano es algo que siempre deberá
resignificarse como lo hace el contexto. Deberemos reflexionar sobre ello ya que muchas problemáticas
podrían surgir de esta vertiente.
Vamos a describir en este apartado a la serie de procesos psíquicos que tienen lugar en un sujeto a través
de su vida en relación con otros y con su entorno, influyéndose mutuamente en un complejo entramado
sobre el cual se hace necesario brindar luz y claridad para poder hacer una descripción objetiva.
Comenzaremos por describir el proceso de habituación. El mismo nos remite a su raíz, el hábito, que se
define según la Real Academia Española como “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por
repetición de actos iguales osemejantes, u originado por tendencias instintivas”, es decir, un modo de hacer
adquirido, no reflexivo ni pensado, sino de carácter automatizado.
La naturalización y la familiarización son vías de aceptar lo extraño y hacerlo propio, cotidiano y natural.
Convierte en admisible algo que no lo es o no debería serlo, son mecanismos micro sociales que mantienen
y oficializan ciertos modos de vida. Como positivo, se configura como recursos adaptativos, frente a
situaciones que podrían sino resultar desestabilizantes. En su aspecto negativo, legalizan un estado de
cosas que son o podrían ser nocivas para los demás.
Para cerrar el módulo, abordaremos un tema de gran simpleza y de profundo efecto, el tema de la
afectividad en los procesos psicosociales comunitarios y la forma en que se trabaja en este marco.
Dejamos de manifiesto que es necesario brindar situaciones de encuentro genuino, donde podamos
propiciar la generación de lazos y redes, donde demos lugar a la satisfacción y el encuentro, el intercambio y
la participación. Procuremos que en todo esto se suscite el buen ánimo, la buena voluntad, el buen
ambiente basado en el honesto interés que no persigue otro fin, y -mi favorito- no escatimemos el recurso
del humor, gran as en el repertorio de cualquier persona que se plantee una relación con otros. En la medida
que nuestra habilidad sepa del manejo de estas variables afectivas de forma natural y genuina, es indudable
que todo proyecto será ya por ese motivo, un éxito asegurado.
Tema 8 9
Cierre de la unidad
Para poder operar sobre una comunidad y la problemática identificada, es necesario hacerlo con el sustento
de un extenso análisis teórico de sus variables y sus fundamentos. Para ello, es necesario abordar el
paradigma de la psicología comunitaria que brinda herramientas teóricas de análisis y reflexión, luego
trabajar sobre las influencias teóricas que aporten una fuerte base donde apoyar nuestro trabajo. Estas
influencias en muchos casos forman parte de la formación profesional, de forma tal que se busca
comprender cómo hacer uso de ellas para evaluar, diagnosticar y operar desde este particular modo de
trabajo.
Conclusión
Durante esta unidad conocimos los fundamentos conceptuales de la psicología comunitaria, y las vertientes
conceptuales que la atraviesan, a esto lo llamamos paradigma comunitario. Luego indagamos en cuestiones
más cercanas y definitivamente más sensibles como fue el tema de los valores, entendiendo que somos
seres valorativos, pues estos, se configuran como un tamiz a través del cual construimos nuestra
concepción de mundo.
Bibliografía
de referencia
–
Bustamante, G. (2008). “Ciudadanía. Actores y discursos. Una mirada plural desde la Psicología
Comunitaria”. Cuaderno de trabajo Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Sociales. Vol.
5.Montero, M. (2004). “Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos.”
Editorial Paidós. Buenos Aires.
de lectura obligatoria
–
Silva, C. Y Martínez, M. L. "Empoderamiento: Proceso, Nivel y Contexto”. Texto completo. PP. 1-16
Tema 9 9