La Ruta Hacia La Voluntad de Dios PDF
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Índice
¡Qué creyente no ha estado preocupado en algún momento por hacer la voluntad de Dios!, pero esto
nos lleva a una pregunta muy importante, tenemos el concepto bíblico de lo qué es la voluntad de Dios, más
aun, de cómo encontrarla.
Una idea muy típica dentro de las iglesias evangélicas de lo que es la voluntad de Dios es el concepto
que Dios tiene un plan específico para cada creyente, es responsabilidad de cada quién descubrirlo y
ejecutarlo. Rick Wade nos dice en este sentido: “¿Qué está pasando? ¿Acaso Dios nos hace participar de una
gran "búsqueda del tesoro", hurgando aquí y allá, intentando buscar su voluntad esquiva antes que se acabe el
tiempo? Bruce Waltke compara este punto de vista con "una versión del viejo truco del estafador, el juego de
los tres vasos", en el que se coloca una piedra bajo uno de los tres vasos que se deslizan por la mesa para que
la persona se confunda y pierda el rastro de dónde está la piedra. ¿Está Dios jugando juegos con nosotros? ¿O
nos está hablando, pero somos duros de oídos?”1
Otro aspecto interesante es cuando los creyentes se encuentran afanados por descubrir la voluntad de
Dios para sus vidas, si es que es una búsqueda del tesoro, como mencionamos recientemente; pero no vemos
la misma preocupación por obedecer la Escritura, algo que tiene ya a la mano, la Sagrada Escritura, y que no
debe de esforzarse por descubrirla, allí está.
Conocer la voluntad de Dios no debería ser tan complicado, es posible que tengamos un concepto
erróneo de lo que es, también es factible que estemos frente a ella con una motivación equivocada, otro
aspecto que puede influir es que la estamos buscando en el lugar equivocado.
Dios está en el trabajo de comunicarnos Su voluntad para con nosotros para que Cristo sea formado en
nosotros, así que “nadie ha dejado de hacer la voluntad de Dios porque Dios haya dejado de revelarle su
voluntad a tiempo para hacerla.”2
Todo esto y más es lo que queremos pasar a dar solución y guía para el hijo de Dios que está
interesado en descubrir y seguir la voluntad de Dios en su vida.
Manuel Carvajal
Pastor
Iglesia Cristiana Misionera El Camino
1
Tomado de: http://www.ministeriosprobe.org/docs/voluntad_de_dios.html (24/05/2011)
2
LaHaye Tim; Cómo hacer la voluntad de Dios en un mundo en crisis; Florida, EEUU; Editorial Vida; 2002; página 15.
Lección # 1
Objetivos:
El alumno comprenderá lo que es la voluntad de Dios, podrá dar una definición.
El alumno conocerá que Dios tiene un plan para él y que nuestro Señor desea cumplirlo.
El alumno podrá enumerar las bases esenciales para hacer la voluntad de Dios.
Introducción:
¡Tanto hemos oído hablar de la voluntad de Dios!, algunos creyentes procuran ir en pos de ella, a otros les
atemoriza la sola idea de conocerla, otro grupo no tiene ni la menor idea de cómo conocerla.
En ocasiones cuando nos disponemos por la voluntad de Dios nos parece que:
Estamos frente a un enorme rompecabezas que no podemos armar, que no tenemos el modelo para
guiarnos, además no tenemos seguridad si tenemos todas las piezas, ¡cómo armarlo!
Puede significar el plan soberano y eterno de Dios, que se cumplirá independientemente de cualquier
aceptación y participación conscientes de parte nuestra (Daniel 4:35; Efesios 1:9-11).
La frase también puede usarse para "describir el deseo o consentimiento de Dios; lo que Él quiere y es
favorable para Él".
Por lo general, la "voluntad de Dios" en la Biblia se refiere a las leyes morales o mandamientos de Dios
que tratan con los asuntos de la vida cotidiana, así como también de principios bíblicos para la vida.
o En el Antiguo Testamento, en Salmos 119:34, 35; 40:8. Además de estas leyes generales, sin
embargo, los profetas daban instrucciones relacionadas con temas específicos.
o En el Nuevo Testamento vemos que Pablo da a los efesios instrucciones generales para no vivir
como el mundo. Escribe: "Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del
Señor" (Efesios 5:17). Al instruir a los tesalonicenses acerca de la pureza sexual, escribe: "La
voluntad de Dios es que sean santificados" (1 Tesalonicenses 4:3).
Dejemos algo claro, el hombre desde que fue creado tenía la responsabilidad de llevar adelante la voluntad de
Dios. (Gn. 2:16,17)
Todo designio de Dios debe ser aceptado por nosotros, es parte de la soberanía de Dios, los mandamientos
nos corresponde obedecerlos, y los principios bíblicos debemos aplicarlos en áreas de nuestra vida.
Concluimos que la voluntad de Dios es el conjunto de los designios divinos, los mandamientos claramente
expuestos en la Escritura y los principios bíblicos que tenemos para guiar nuestra vida.
Es correcto que en la Escritura podemos encontrar la voluntad de Dios expresada en designios, mandamientos
y principios; sin embargo hay una serie de cosas que cada hijo de Dios intenta resolver en su vida y que no
están tratadas de una manera específica en la Escritura, entonces debe de haber un plan divino trazado para
cada hijo de Dios.
Esto lo podemos ver en algunos ejemplos que tenemos de la Escritura, trace una línea entre el personaje de la
izquierda y la descripción que mejor coincide de la derecha.
1. Jonás (4) Es escogido para ser profeta desde antes de nacer. (Je. 1:14, 15)
2. Pedro (5) Se le ordena ir a casarse con una adúltera. (Os. 3:1)
3. Pablo (2) Se le indica su nuevo oficio, pescador de hombres. (Lc. 5:10)
4. Jeremías (3) Llevaría el nombre de Dios delante de altos dignatarios. (Hch. 9:15)
5. Oseas (1) Se le ordena ir a un pueblo a predicar de Dios. (Jon. 1:1)
Dios tiene un plan para nosotros, este se va ejecutando con la toma de decisiones que vamos haciendo en
nuestra vida, en ocasiones en obediencia a la voluntad de Dios, en otras no; la diferencia la hace la magnitud
de esas decisiones.
Tim LaHaye en su libro “Cómo hallar la voluntad de Dios en un mundo en crisis” nos dice lo siguiente:
“Su vida está llena de decisiones: Grandes, medianas y pequeñas. A grandes decisiones, grandes
consecuencias. A menudo trazan el curso de nuestra vida. Las decisiones medianas influyen
seriamente su vida, pero no la moldean. Pueden referirse a asuntos tales como si tener tres hijos o
vivir dentro de la ciudad o en algún suburbio. Las decisiones pequeñas sólo lo afectan levemente.” 3
Motivamos para que se haga un ejercicio en clase y se enriquezca con más ejemplos en cada uno de los 3
grupos.
Para llevar adelante la voluntad de Dios es necesario que cumplamos con una base
Es necesario ser hijo de Dios. Ro. 8:14
Cuando se recibe a Cristo como Salvador, el Espíritu Santo viene a morar en el creyente y una de las
funciones que desarrollará para el hijo de Dios es el guiarle a toda verdad.
Aquel que se dispone a obedecer la Palabra de Dios (recordemos que sabio es aquel que aplica lo que
conoce de las Escrituras) tendrá la sabiduría para cumplir con la voluntad de Dios.
¿Deseo hacer la voluntad de Dios más que cualquier otra cosa?, más que terminar mis estudios
universitarios, más que casarse, más que el trabajo que tanto deseé. La idea central es, ¿qué tanto lo
deseo, tanto como para cambiar mis metas, sueños personales por los Suyos?
“Hacer la voluntad de Dios de corazón exige máxima obediencia. Más que agradar a las personas, más que
buscar la comodidad y la seguridad, el deseo del corazón es agradar a Dios.” 4
3
LaHaye Tim; Cómo hacer la voluntad de Dios en un mundo en crisis; Florida, EEUU; Editorial Vida; 2002; página 20.
4
Swindoll Charles; El misterio de la voluntad de Dios, ¿qué quiere Dios para nosotros?; Florida, EEUU; Editorial Betania; 2001; pág. 36
Es necesario estar dispuesto a orar y esperar. (Mt. 7:7,8)
Muchos creyentes no están muy acostumbrados a tomar un tiempo para orar, buscar la guía de Dios,
esperar y actuar. Estamos más acostumbrados a un mundo más instantáneo, más rápido, así que si no
vemos indicios de lo que estamos pidiendo, rápidamente concluimos que no es el deseo de Dios y vamos
por otra cosa.
Cuando Abram fue sacado de Ur de los caldeos por nuestro Dios y llega a Canaán, era de 75 años (Gn.
12:4), le ha prometido que de él levantará una gran nación, que será sumamente innumerable, pero el
plan de Dios se demora, se demoró 25 años (Gn. 21:4), en todo ese tiempo vemos al Patriarca orando y
esperando por la voluntad de Dios en su vida.
Enumeremos algunas de las lecciones que podemos sacar de este punto con la vida de Abraham:
A través de una práctica de “lluvia de ideas” podemos enumerar y enriquecer más este punto. Prepara
algunas con anticipación para darle oportunidad al grupo de generar las suyas propias.
Cuántos dejamos de hacer la voluntad de Dios, o renunciamos tan siquiera a averiguarla porque es más
preciosa mi vida para mí así como la tengo ahora, que como Dios pudiera ofrecérmela, o por lo menos no
me interesa averiguarla porque ya estoy bien así, así la amo.
Resumiendo:
Tenemos una definición para la voluntad de Dios: es el conjunto de los designios divinos, los mandamientos
claramente expuestos en la Escritura y los principios bíblicos que tenemos para guiar nuestra vida.
Todo designio de Dios debe ser aceptado por nosotros, es parte de la soberanía de Dios.
Los mandamientos nos corresponde obedecerlos, están revelados en la Escritura.
Los principios bíblicos debemos aplicarlos en áreas de nuestra vida.
Dios tiene un plan para nosotros, este se va ejecutando con la toma de decisiones que vamos haciendo en
nuestra vida; está conformado por decisiones grandes, medianas y pequeñas; cada una de ellas con
implicaciones propias a su dimensión.
Es necesario partir de algo para hacer la voluntad de Dios, y hemos enumerado 5 cosas básicas: ser hijo de
Dios, ser prudente, tener un deseo genuino, estar dispuesto a orar y esperar, y finalmente estar dispuesto a
renunciar a mi zona de confort.
Entre la definición que hemos dado y el plan específico que Dios tiene para nuestra vida podemos ver dos
características de la voluntad de Dios, esas características serán las que estudiaremos en la lección siguiente.
Lección # 2
Objetivos:
El alumno podrá diferenciar entre lo que es la voluntad general y una voluntad específica para él.
El alumno será desafiado a cumplir con la voluntad general si tanto desea encontrar la específica.
Introducción:
Al finalizar el estudio anterior teníamos clara una definición de la voluntad de Dios “el conjunto de los
designios divinos, los mandamientos claramente expuestos en la Escritura y los principios bíblicos que tenemos
para guiar nuestra vida”. También se nos adelantó que estudiaríamos las características de la voluntad de
Dios, pues bien eso es lo que vamos a pasar hacer.
Si nos ocupamos en aceptar Sus designios, obedecer Sus mandamientos y aplicar a nuestra vida los principios
bíblicos que podamos encontrar en la Escritura estamos en la grandiosa tarea de hacer Su voluntad revelada
en la Escritura, esto es lo que llamamos “voluntad general”, o bien “voluntad revelada”. Si anhelamos conocer
el plan de Dios para nosotros de manera particular, es lo que llamamos la “voluntad específica”.
En este estudio nos enfocaremos en la voluntad general de Dios para nuestra vida y cuánta atención debemos
prestarle a ella si tanto deseamos conocer y cumplir la voluntad específica en nuestra vida.
A. La voluntad general
Llamamos así a esos mandamientos y principios bíblicos que estudiamos en la primera lección y que están
claramente expuestos en la Escritura. Le llamamos la voluntad general porque están allí para ser cumplidos
por todos.
Hay mucho de esta voluntad que yo no estoy cumpliendo, y en algunos casos ni conozco.
Acá cabe hacer la exhortación de que muchos creyentes afirman estar muy interesados en conocer la voluntad
de Dios para sus vidas, sin embargo vemos un gran contraste en el cumplimiento de la voluntad general de
Dios en las vidas de ellos. Es decir, si hay un anhelo genuino en mí por conocer lo que Dios tiene para mí de
manera específica, pues primero debo de ocuparme por cumplir lo que Dios quiere que todos hagamos.
En cada uno de estos 3 casos todos fueron llenos de “algo”, pero ese “algo” desplazó lo que estaba antes.
Cuando leemos en Ef. 5:18 que debemos ser “llenos del Espíritu Santo” implica que debemos vaciarnos de
nosotros mismos, y ser controlado por Él.
Muchos decimos cuando nos hemos equivocado en una decisión que tomamos “En aquel momento no lo
veía mal”, “En aquel momento me sentía bien tomando esa decisión”. Esto es un error, lo real es que no
estaba lleno del Espíritu Santo, por el Espíritu Santo jamás me llevará a violar Su Palabra, porque El mismo
la escribió”
Lo que el apóstol quiere mostrarnos por vía de contraste, es que cuando alguien está bajo el control del
Espíritu de Dios, su vida altera de tal manera que, mientras antes no podía someterse a los requisitos
divinos de rectitud por sus propias fuerzas, ahora, controlado por el Espíritu Santo, éste produce un nuevo
tipo de vida.
Alma En esta porción de la Escritura el alma tiene relación con las emociones, los
sentimientos. La idea es que nuestros sentimientos vayan dirigidos hacia Él.
¿Cómo mis sentimientos pueden estar dirigidos hacia Él? Una forma que me puede ayudar a
contestar es con las siguientes preguntas.
¿Cuándo fue la última vez que me quebranté frente a la Palabra de Dios cuando fui consciente
de mi pecado?
¿Cuándo fue la última vez que tuve compasión por los perdidos, que mi corazón se dolió por ver
las multitudes sin Cristo? Acá podemos hacer una aplicación a la obra misionera.
Es necesario que aclaremos que “corazón” en la Escritura es usado dándole varios significados, es el
contexto el que nos indica cuál sentido tiene. Es usado para referirse a la mente, a las emociones, a las
motivaciones, y también de una manera simbólica.
Mente Corazón es usado para referirse a la mente. Mt. 5:28; 9:4; 15:19; Ef. 3:17
Emociones Corazón es usado para referirse a las emociones del hombre. Mr. 3:5; Ro. 9:2; 10:1
Simbólico Corazón es usado de una manera simbólica. Mt. 12:40
Motivaciones Corazón es usado para referirse a las motivaciones de las personas, hace referencia
a cuán sinceros son en su actuar. Mt. 6:21; 18:35; Hch. 8:21; Ro. 8:27; I Co. 4:5; Col.
3:22; He. 4:12
Mente Es el área intelectual de nuestro ser. Nuestra mente debe estar dirigida
intencionalmente para amar a Dios. Fil 4:7; Ro 12:2
Intencionalmente me enfoco en cambiar aquello que la Palabra de Dios me indica, como lo dice
Ro 12:2.
¿Cuántos de mis pensamientos están siendo llevados cautivos a la obediencia en Cristo Jesús? II
Co. 10:5
¿Qué decir de todos aquellos versículos que hacen referencia a una decisión, depende de
nuestra mente? Hacer morir, despojaos, vestíos, renovaos, edificad, etc.
Fuerzas Hace referencia a nuestra energía, es decir, debemos poner intensidad a nuestro
afecto por Él. Ecl. 9:10
En esta parte concluimos que debe haber una disposición en nosotros para cumplir lo que ya está revelado en
la Escritura que es voluntad de Dios para nosotros.
3. A través de los siguientes ejemplos podremos ver cómo las consultas a Jehová iban dirigidas por una
respuesta simple, prácticamente un sí o un no. I Sa. 14:37; 23:2; 30:8; II Re. 8:8
En esta serie de estudios sobre la voluntad de Dios hablaremos más específicamente de este punto, pero
sabemos que hay una voluntad específica para nosotros.
Es tarea de cada hijo de Dios el descubrir la voluntad específica para cada uno.
Resumiendo
A través de esta lección hemos querido demostrar que existe una voluntad general para todos los creyentes y
que es responsabilidad de todos en cumplirla.
También la Escritura nos enseña que Dios tiene una voluntad específica para sus hijos. En ocasiones nos
enfocamos por querer conocerla, pero primero es más correcto y honesto el cumplir la voluntad revelada,
para luego preocuparnos por la voluntad específica.
Lección # 3
Objetivos:
El alumno conocerá la diferencia entre la voluntad dirigida y la voluntad permisiva de Dios.
El alumno será confrontado a las implicaciones de abandonarse en la voluntad permisiva.
El alumno verá la bendición de lo que implica estar en la voluntad dirigida de Dios.
Introducción:
Hemos estudiando en la primera parte de este tema “Las Dimensiones de la voluntad de Dios”, que podemos
dividir el estudio de la voluntad de Dios en dos, la llamada “voluntad general”, que es la podemos ver
claramente revelada en Las Escrituras; y la “voluntad específica” que es el aspecto netamente particular para
cada hijo de Dios; es el plan que Dios tiene, de manera soberana, para cada hijo suyo.
Ahora bien, la voluntad de Dios, tanto la una como la otra, una vez conocida por el creyente puede ser
obedecida o desatendida. Es entonces cuando entramos en otra dimensión de la voluntad de Dios, esta es la
dirigida, le llamamos así para referirnos que el hijo de Dios está sometiéndose a esa voluntad divina (ya sea
general o específica) dándole el lugar a Dios para que Este le guíe.
Si la voluntad de Dios no es obedecida entonces nos referimos a ella como la “voluntad permisiva”, dado que
el deseo de Dios es otro, sin embargo en Su soberanía está permitiendo que su hijo permanezca en “otro
sendero” que no es el de Su complacencia.
A. Estableciendo la diferencia
Aunque en la introducción hemos establecido la diferencia entre la voluntad dirigida y la voluntad permisiva,
vamos a compartir una definición para cada una y buscar ejemplos en la Escritura que podamos identificar.
La voluntad dirigida: Es cuando el hijo de Dios se somete a lo que ya conoce del deseo de Dios.
Esto puede ser lo que conoce de las Escrituras y se dispone para obedecer; o bien, de algo muy particular de la
vida del creyente, que llegando a un convencimiento que es la voluntad de Dios para él (estamos hablando de
la voluntad específica) se dispone a obedecer.
La voluntad permisiva: Es cuando el hijo de Dios en pleno conocimiento de la voluntad de Dios decide hacer
todo lo contrario.
Le llamamos permisiva porque es Dios, en su misericordia, que está permitiéndole desobedecer, sin que con
ello estemos afirmando que Dios lo está aprobando, simplemente lo permite. En su infinita soberanía tiene un
plan con ese creyente muy a pesar de su desobediencia.
La voluntad dirigida es obediencia a Dios.
La voluntad permisiva tiene un solo nombre: desobediencia.
Estos nombres van en función de la respuesta que el creyente da al momento de conocer la voluntad de Dios.
Pasemos a ver el texto en I Sa. 8:4-9; 19-22. Algunas preguntas
Pasamos a dar una respuesta a cada una de las preguntas, el propósito es guiarte como maestro hacia dónde
debes dirigir las respuestas, pero la clase podrá aportar más información, solo cuida que se mantenga el tema
y propósito de la lección.
Esta licencia que Dios está dando es lo que técnicamente llamamos “voluntad permisiva”, es la respuesta
del hombre frente a lo que conoce de Dios (I Sa. 8:9, 19, 22)
Una aplicación que podemos sacar es “el peor castigo que Dios puede darnos es dejarnos hacer lo que
queremos hacer”
A partir del capítulo9 de I Samuel vemos a Dios guiando a Samuel para elegir el rey que el pueblo a
deseado; luego veremos a Dios dando directrices a Saúl de lo que debe hacer. Preguntas…
4.1. Si no existiera el capítulo 8, sería muy difícil concluir en el capítulo 9 que Dios no aprueba lo que se
está haciendo. ¿No puede pasar esto con nosotros? ¿Cuántas veces decimos que Dios nos está
abriendo las puertas? ¿Las abre, o PERMITE que se abran? (Es decir que estamos en plena
desobediencia o “voluntad permisiva”
4.2. Leamos Nm. 11:31-35, Sal. 105:40 La provisión viene por una queja, una murmuración, la provisión
es en abundancia, pero la ira de Dios vino sobre ellos.
5. ¿Por qué responde de esa manera? ¿Cuál podría ser el propósito divino?
Tenemos un refrán: “mejor aprender por la obediencia antes que por la experiencia”, lamentablemente es
ocasiones es la única manera en la que podemos aprender y la misericordia de Dios nos permite hacerlo,
muy a pesar de nuestra dureza de corazón. Pr. 24:30-32
Ejemplos bíblicos para identificar, algunos de ellos les veremos enfrentado la voluntad dirigida, como en otro
momento la permisiva.
El propósito del cuadro anterior es que se realice en clase, leyendo los textos y permitiendo a los estudiantes
llegar a sus propias conclusiones. Es posible que en algunos casos dentro del cuadro se presente más de una
alternativa, es decir, tenemos que la voluntad es específica y la respuesta del hombre es permisiva; pero por el
enfoque que los alumnos le den se llegue a otra, lo importante es establecer el por qué se llega a esa
conclusión y las lecciones.
Para un buen análisis es necesario que todos los textos compartidos sean leídos en clase, es decir, no
partamos del hecho que la historia es conocida, aunque esto tome más tiempo de lo estimado.
Es importante aclarar que este ejercicio debe hacerse pasaje por pasaje, es decir, tomar el caso de David
con Betsabé, y una vez cubierto este, continuar con otro.
Otra opción, se puede dividir el auditorio en grupos y entregarles dos o tres casos, aunque estos se repitan
entre los grupos. Luego se hace una presentación grupal. Esto puede enriquecer mucho las
presentaciones.
Si se toma esta segunda opción, debemos agregar una pregunta más a las anteriores, ¿qué enseñanza
puedo tener de esta porción?
Observe los siguientes versículos, y escriba al lado los nombres de los personajes que considera que
no comprendieron esta verdad bíblica.
Puede presentarse una diferencia entre lo que sugerimos y lo que surja en clase. Si esto sucede
verifiquemos que las observaciones diferentes que se aportan tengan un soporte bíblico.
Pr. 8:13 Jonás, porque afirma temerle (Jon. 1:9) sin embargo va en dirección al mal camino,
dándole lugar a su arrogancia que podrá escapar de Dios.
Pr. 14:27 Acá pueden clasificar varios, David, Acán, por ejemplo; dado que las consecuencias de
sus pecados trajeron como resultado muerte.
Pr. 15:16 Acán es un buen ejemplo, prefirió tener más en detrimento de su temor de Dios.
Pr. 16:6 David es exhortado a que no haga el censo, mas le faltó temor de Dios para alejarse de
esa idea.
Pr. 19:23 El Varón de Dios, y prácticamente todos sufren infortunios a consecuencia de una falta
de temor de Dios correcto.
¡Cuán imposible es mezclar agua y aceite, así es una vida en desobediencia con un corazón
temeroso de Dios! ¿Por qué creo que yo sí puedo hacerlo?
¿He considerado cuántas facilidades tuvo Jonás en el capítulo 1 para ir en dirección opuesta al
deseo de Dios? (Se debe de reflexionar más sobre esto, podremos algunos ejemplos)
¿Cómo puedo estar seguro que el nuevo trabajo es voluntad de Dios? Porque se lo pedí, y luego lo
obtuve, ¿es esto suficiente? (Los ejemplos se pueden variar sobre la misma lógica: noviazgo,
amistades, futuro, etc.)
Un concepto erróneo de la justicia de Dios: (Pueden sugerirse nombres que coincidan con estos
conceptos)
Sof. 1:12 Pensar que Dios no actuará.
Nah. 1:3 No ser consciente que Dios no tendrá al culpable por inocente.
Jl 2:13 Ignorancia de los atributos divinos misericordioso, clemente, paciente.
¿Cuántas veces he sido consciente que lo que vivo es por mis malas decisiones, sin embargo no
rectifico?
¿Cuántas veces he creído que “abandonarme en las profundas aguas de mis dificultades,
problemas, pruebas, etc. es lo que debo hacer, en lugar de humillarme y buscar de Dios? Jonás
esperó 3 días dentro del pez antes de orar y arrepentirse.
¡Cuántas veces he querido hacer el sueño de todo ladrón! Es decir, el robo perfecto, sin errores, sin
pistas para la policía. Y si un día lo he logrado… ¿será eso realmente una victoria?
¡Cuán a menudo nuestra perspectiva de Dios es más humana que divina! Nos ocupamos más por
ocultar las evidencias de nuestros errores (o pecados) delante de los hombres (como lo hizo David y
Acán) en lugar de comprender la verdad que los ojos de Jehová están en todo lugar.
Objetivos:
El alumno conocerá que la voluntad de Dios siempre es excelente en la vida del creyente.
El alumno será desafiado que si no logra ver la excelencia de la voluntad de Dios en su vida es porque
debe de cambiar sus valores.
Introducción:
Deseamos a través de esta lección mostrar cuán bueno es siempre la voluntad de Dios para nuestra vida, nos
trae bendiciones, protección y aprobación delante de Dios. También es importante resaltar que optar por la
voluntad de Dios (la dirigida) no excluye la presencia de pruebas; sin embargo siempre estarán los 3 puntos
mencionados anteriormente, para esto es importante manejar valores espirituales correctos, valores que
queremos pasar a estudiar.
Decimos que la voluntad de Dios es excelente porque encontramos en la Escritura que al realizar su Voluntad
hallamos para nuestra vida: (puede seleccionar varios)
Antes de pasar a analizar los textos bíblicos debemos dar un tiempo para que la persona exprese por qué
considera los que escogió o aportó.
Se puede presentar una confusión al ver que algunos de los puntos son negativos. La idea es que todos
pueden ser seleccionados porque, la verdad es que lo bueno de la voluntad de Dios es que el creyente está
obedeciendo, sea que tenga problemas al hacerlo o no.
Un propósito con esto es mostrar al estudiante que al optar por hacer la voluntad de Dios, esto no le exime de
problemas en su vida, y muy a pesar de ello, la voluntad de Dios sigue siendo excelente en el creyente. Este es
un tema que se abarcará más adelante en la lección.
Explicación de los términos:
Protección: Estar en su Voluntad siempre dará seguridad, a pesar de los problemas que podamos encontrar.
Aprobación: Dios bendice lo que el creyente lleva adelante por su obediencia. Muestra satisfacción en lo
realizado.
Provisión: Dios mismo se encarga de proveer los recursos humanos, materiales o cuales sean para que su
Voluntad se ejecute a través del hijo de Dios que decidido hacerlo.
Propósito: Siempre hay una razón de ser en la voluntad de Dios, es en fidelidad a su plan soberano.
Realización: El hijo de Dios encuentra su realización, su satisfacción, su éxito al llevar adelante la voluntad de
Dios en su propia vida.
Vamos a pasar a ver algunos ejemplos bíblicos de personajes que decidieron por la voluntad de Dios y cómo
podemos encontrar en los diferentes ejemplos las mismas características:
Pasemos a leer primero los pasajes bíblicos y luego identifiquemos características, de las arriba mencionadas,
que podamos ver en estos textos.
Es importante que todos lean los pasajes. Divida al grupo en pequeños grupos y que hagan un análisis de los
temas, lo que deben de identificar en los textos son los valores compartidos (aprobación, provisión, etc.),
luego pasarán a compartirlo.
Grupo # 1 La construcción del Tabernáculo
En la columna del centro indique que valor encuentras, y en la columna de la derecha escribe el detalle.
Estas descripciones de la voluntad de Dios nos ayudan a tener una mejor escala de valores en nuestra vida con
respecto a lo que Dios quiere de nosotros.
“Pero está comprobado que la voluntad de Dios es “buena,” por cuanto demanda solamente lo que es
esencial e inmutablemente bueno (cap. 7:10); es “agradable,” en contraste con todo lo que es arbitrario, por
cuanto demanda solamente lo que goza de la eterna complacencia de Dios (véase Miq. 6:8, con Jer. 9:24); y es
“perfecta,” por cuanto refleja la misma perfección de Dios.” Tomado de: “Comentario del Nuevo Testamento
de Jamienson-Fausset-Brown”
Bueno: Lc. 6:45; 8:8; Ro. 5:7; II Co.9:8
Agradable: Ro. 14:18; Ef. 5:10; Col. 3:20; Tit.2:9
Perfecto: Mt. 5:48; I Co. 2:6; 14:20; Ef. 4:13; He. 5:14
Ilustrando esta enseñanza
Esta parte está siendo tomada del libro: “Cómo hallar la voluntad de Dios en un mundo en crisis” por Tim
LaHaye.
“Note primero que ni siquiera es posible entrar en la zona de la voluntad de Dios si Cristo (representado por la
cruz) no está en control de su voluntad y mientras su yo (Yo) no sea puesto debajo del trono en la posición de
siervo. Mientras usted le permita al Señor que tome las decisiones en su vida, siempre estará obedeciendo la
voluntad general de Dios; pero si deja que Cristo controle su vida, automáticamente estará completando la
voluntad perfecta de Dios. Pero si usted decide mantener en sus propias manos el control de las decisiones
que haga, ya Cristo no estará en control de su vida; por lo tanto, su yo estará en el trono influyendo las
decisiones que haga. Si su yo cede a los apetitos de la carne y viola la ley moral de Dios, usted de inmediato
estará dejando de hacer la voluntad individual tanto como la voluntad general de Dios” Tomado del libro de
Tim LaHaye, páginas 50, 51.
Es posible que se sugiera que la primera es un creyente espiritual y la segunda la de un creyente carnal.
Encasillarnos en estos términos solo lleva el tema a lo bueno y malo.
La verdad en la práctica es otra, porque todo creyente ha pasado por procesos de fracasos donde no
necesariamente se encuentra en una posición carnal, o por lo menos no queremos relegarlo solo a eso.
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2. Violé todas las leyes morales de Dios antes de alcanzar la salvación, ¿puedo aun así hacer la voluntad
perfecta de Dios?
R/ Nuevamente la respuesta es afirmativa. Ejemplos tenemos de sobra, Pablo antes de su conversión, la
mujer adúltera de Jn. 8 cuando Cristo le dice: “…vete y no peques más” (Jn. 8:11b).
3. ¿Es posible que otros hagan que yo pierda la voluntad perfecta de Dios?
R/ Sí, cada cuál es responsable de las decisiones tomadas. Mt. 18:7; Lc. 17:1; Ro. 16:17
Lección # 5
Objetivos:
El alumno comprenderá que debe darle lugar a las Sagradas Escrituras si desea genuinamente encontrar la
ruta hacia la voluntad de Dios para su vida.
El alumno también deberá saber darle su espacio al Espíritu Santo en su vida y a la oración para que junto
con las Escrituras las use como brújulas para hallarse en la ruta hacia la voluntad de Dios.
Introducción:
Hasta acá hemos estudiando lo que es la voluntad de Dios, cómo podemos dividirla (específica o general;
directiva o permisiva) para una mayor comprensión, también hemos visto que la misma es lo más excelente
que puede suceder en la vida del creyente, pero aún no hemos indicado pasos prácticos. En esta lección
queremos empezar con estos pasos, y nos prolongaremos en 3 lecciones más. ¡Qué mejor que empezar con
los valores espirituales: las Sagradas Escrituras, la guía del Espíritu Santo y mi dependencia a través de la
oración!
A. Las Sagradas Escrituras como mi brújula para llegar a la voluntad de Dios en mi vida.
Ninguno de nosotros emprendería un viaje hacia un lugar al cual nunca hemos ido sin haber consultado y
llevar consigo un mapa, o por lo menos una dirección escrita para saber cómo llegar al destino deseado; sin
embargo muchos de nosotros recorremos el camino de la vida con apenas ciertas indicaciones que
observamos de nuestros padres u otros modelos.
El mapa, o bien, al brújula para encontrar la voluntad de Dios en nuestra vida está en la Palabra de Dios
precisamente. (Sal. 119:105)
Los hijos de Dios nos enfrentamos a una realidad, esta es como determinamos la voluntad de Dios para
nuestra vida, si lo hacemos por la sabiduría humana, o bien, por la sabiduría de Dios.
Definición de la palabra según un diccionario de la lengua española: Conocimiento profundo que se adquiere a
través del estudio o de la experiencia.
También vamos agregar estos textos: Sal 51:6; 90:12; 119:66; Pr. 1:1,2; 28:26
Analicemos Pr. 1:1,2 y Sal. 119:66 y anotemos algunas ideas que hallamos:
Los proverbios son dados para: entender sabiduría y doctrina.
Puedo aprender sabiduría cuando creo en los mandamientos de Dios.
Pr. 1:1,2 y Sal 119:66 nos dicen: 1) Los proverbios están escribiéndose para entender sabiduría y doctrina; es
decir, la Palabra de Dios (los proverbios en este caso) me capacitan para ser sabio, entre otras cosas. 2) En
salmos aprendemos que cuando el creyente se dispone a creer en los mandamientos (que para el tema
nuestro no es otra cosa que la voluntad general de Dios) puede aprender sabiduría. Es decir, la obediencia a la
voluntad general de Dios (los mandamientos) me hacen sabio.
Esta es una de la razones por la que creemos que la voluntad de Dios para nuestra vida la podemos encontrar
dándole el lugar correcto a la Palabra de Dios en nuestra vida, porque esto nos hará sabios, Pr. 28:26, nos dice
que nos librará.
Nota: Estos textos (Pr. 1:1,2 y Sal. 119:66) podemos ver como la definición que hemos dado se aplica, porque
la sabiduría acá se ha adquirido por el conocimiento que da la Palabra de Dios cuando se le estudia.
Al amparo de estos textos podemos definir la sabiduría (bíblica) como: el conocimiento de Dios aplicado.
Ya tenemos una descripción de la sabiduría humana y la divina, además tenemos unos ejemplos de quienes
actuaron de acuerdo a ambas, ahora pasemos a nosotros. El título de este punto nos dice “Las Sagradas
Escrituras como mi brújula para llegar a la voluntad de Dios en mi vida.” Ya habíamos preguntado ¿cuál
sabiduría es la que debemos escoger?, y habíamos contestado, la sabiduría de Dios.
La pregunta, ahora es, ¿realmente escogemos siempre la sabiduría de Dios para discernir Su voluntad en
nuestras vidas?
Veamos algunos puntos que según una encuesta la mayoría usamos para tomar decisiones
La conveniencia.
El beneficio personal.
El bienestar, confort.
Si otros lo hacen, yo lo puedo hacer.
Ya hemos tenido resultado de esta manera, ¿por qué no seguir haciéndolo?
Porque son mis gustos personales.
Considero parámetros mundanos para guiar mi decisión.
Utilizo el consejo que creyentes que no están en el temor de Dios.
Ninguno de estos puntos me pueden ayudar a discernir la voluntad de Dios, todos estos son conforme a la
sabiduría humana.
No podemos terminar esta parte de la lección sin tener una claridad de cómo usar la Palabra de Dios, la
sabiduría que desciende de lo alto; para esto vayamos a Salmo 37 y extraigamos algunas enseñanzas:
Pasamos a compartir un extracto del comentario a este salmo del “Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo
8, Salmos”
El justo descansa en Jehovah, vv. 1–11
A veces el creyente es atraído por el [página 162] aparente éxito de gente sin escrúpulos; otras veces
sencillamente se enoja contra Dios o solamente dentro de sí mismo. La palabra te impacientes significa
“calentarse” o “estar enojado”. El salmista exhorta al justo a no enojarse; no hace falta porque Dios
hará justicia. Además, como dice Santiago 1:20: La ira del hombre no lleva a cabo la justicia de Dios.
Pronto se secan (v. 2) es la historia de todo lo que se basa en el tiempo y no en la eternidad (Kidner).
Los impíos son muy inestables; muchos personajes famosos han tenido un fin trágico. Las sentencias o
dichos del Salmo muestran el contraste entre el justo que confía en Dios y el malvado que no le
obedece.
Los vv. 3–7 dan el énfasis positivo; no hay que pensar tanto en las dificultades sino en Dios. Nótense los
imperativos: confía, deléitate, encomienda, calla. El creyente debe ejercitar su fe, depositando y
“arrollando” (encomienda, v. 5, es “arrolla”) toda su ansiedad sobre Dios (cf. 1 Ped. 5:7). Tierra (v. 3) es
la Tierra Prometida. Apaciéntate de la fidelidad (v. 3) puede tomarse como “seguir” o “interesarse en”
la fidelidad, es decir, ser fiel; o puede hablar más de “vivir tranquilo” porque descansa en la fidelidad
de Dios. El v. 3 indica, como lo hace toda la Biblia, que la fe y la obediencia van juntas.
Deléitate en Jehovah (v. 4) es el secreto del contentamiento y madurez cristianos.
Y ¡qué promesa! Si uno vive la primera parte, sus anhelos estarán acordes con la voluntad de Dios.
Y él hará (v. 5). Dios hará todo. Nos enseña cómo preservar nuestras mentes en tranquilidad en medio
de ansiedades, peligros y ríos de problemas. “Arrollar” todo sobre él es la esencia de la fe. Los
cristianos no somos fatalistas. La Biblia enseña que Dios actúa en respuesta a la oración con fe; cambia
las cosas, las situaciones, las personas; no sólo al que ora.
El v. 6 muestra que el salmista está consciente de que a veces se hace injusticia a los justos. Pero insiste
en que Dios vindicará al justo.
El v. 7 incluye una estrofa entera. La fe implica la paciencia; el creyente espera que Dios actúe. El
propósito de Dios no siempre es evidente sino hasta más tarde. El consejo no te alteres cabe bien aquí
porque el justo ve que muchos por su viveza logran sus deseos, aunque sea por medios deshonestos.
Requiere paciencia y fe negarse estas maneras de avanzar o ganar dinero.
No te apasiones (v. 8) es la misma palabra que no te impacientes en el v. 1 y no te alteres en el v. 7. El
salmista lo enfatiza; el enojo no conviene, pues hace que los justos se metan en el mismo camino que
los impíos.
Serán destruidos (v. 9). Ahora el salmista presenta el contraste. A la larga, los que esperan en Dios
verán las buenas consecuencias.
Dentro de poco (v. 10); pero a veces parece largo tiempo. Sin embargo, Dios mira con mirada eterna.
Los mansos heredarán (v. 11) es la base de la bienaventuranza de Jesús en Mateo 5:5: Bienaventurados
los mansos… La mansedumbre no es debilidad, más bien requiere valentía y paciencia esperar en Dios.
Además queremos compartir con ustedes el método que recomienda “Los Navegantes” en sus materiales de
discipulado, ilustrándolo con una mano.
En cada uno de los puntos vamos a compartir una lista de textos bíblicos para que los apliques en la lección. Es
posible que no los uses todos. El primero de cada punto es el que está en cada dedo del dibujo, por si lo
preguntan porque no se aprecia bien.
1. Oír la Palabra
Ro. 10:17; Mt. 11:15; Ap. 2:7
2. Leer la Palabra
Ap. 1:3; Dt. 17:19; I Ti. 14:13
3. Estudiar la Palabra
Hch. 17:11; Prv. 2:3-6
4. Memorizar la Palabra
Sal 119:9,11; Dt. 11:18; Sal. 37:31; Prv. 22:17,18; Ro. 12:2
5. Meditar en la Palabra
Sal. 1:2,3; Jo. 1:8