Novena Solemne A San Juan Pablo Il Spa 1
Novena Solemne A San Juan Pablo Il Spa 1
Novena Solemne A San Juan Pablo Il Spa 1
PRESENTACIÓN
Resalta el derecho propio la conveniencia de amar y valorar a los santos como intercesores y modelos
de vida1. Siendo San Juan Pablo II, Padre Espiritual de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado y
por tanto tan intrínsecamente ligado al Instituto desde sus orígenes; siendo además insigne modelo de
santidad para todos sus miembros y estando dentro del marco del “Año de Juan Pablo Magno” -el
año del centenario de su nacimiento-, queremos ofrecer en tributo de piedad filial y perpetua gratitud
esta Novena Solemne en su honor.
Pues es justo que quienes nacimos a su amparo y hallamos en él su favor paternal le rindamos un
homenaje de alabanza y de gratitud al Vicario de Cristo que tanto amó a la Iglesia, que tanto trabajó y
sufrió por su renovación y que tan pródigo en bondad fue con el Instituto. Y, al mismo tiempo, como
es nuestro Patrono, pidamos su intercesión ante el trono del Altísimo.
En él veneramos el fruto definitivo de la vocación común a la santidad. Y de él queremos sacar
inspiración para un mayor compromiso con la causa de Cristo y de su Iglesia, para una inmolación
cada vez más auténtica y la fuerza siempre nueva de “jugarnos la vida para que los otros tengan vida
y esperanza”2.
“Cristo os mira y os ama”, nos decía. “A todos vosotros os digo: éste es un tiempo maravilloso para
la historia de la Iglesia. Este es un tiempo maravilloso para ser sacerdote, para ser religioso, para ser
misionero de Cristo. Alegraos siempre en el Señor. Alegraos en vuestra vocación”3.
Que quien en vida irradió alegría y nos infundió siempre mucha esperanza, desde el cielo y ante el
trono de quien es nuestra Esperanza nos aliente en nuestra vocación de misioneros del Verbo
Encarnado que no es otra que vocación a la santidad.
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Amén.
DÍA PRIMERO
13 de octubre
En acción de gracias a la Divina Providencia porque nuestro Instituto nació bajo el Pontificado de San Juan Pablo II
y experimentó de continuo su solicitud paternal.
“Aquí estamos ante ti, Madre de Cristo, ante tu Inmaculado Corazón, deseamos, junto con
toda la Iglesia unirnos con la consagración que por amor a nosotros tu Hijo hizo al Padre […]
El poder de esta consagración dura para siempre y abarca a todos los individuos y naciones.
Sobrepasa todo mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de traer y que ya ha traído en
nuestros tiempos al corazón del hombre y en su historia. […]
Sé bendita por encima de todas las criaturas, tú la Sierva del Señor, quien a plenitud fuiste
obediente a la llamada divina. Bendita eres tú, quien está completamente unida a la
consagración redentora de tu Hijo. Madre de la Iglesia, ilumina al Pueblo de Dios, por sus
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DÍA SEGUNDO
14 de octubre
Pidiendo por su intercesión la gracia de “llevar a los hombres a ‘la adhesión plena y sincera a Cristo y a su Evangelio
mediante la fe’6, que debe tender a la digna recepción de los sacramentos”7.
“Amad la verdad por encima de todo, sintiendo viva comprensión por la sociedad moderna
en la que vivimos. La humanidad de hoy está llena de personas que buscan la verdad […]
Amad la verdad sobre todo con el escrúpulo de la ortodoxia, escuchando ávidamente al
maestro que habla en lo íntimo de cada uno, y permaneciendo estrechamente unidos a la
Iglesia, Madre de salvación. […] Amad, por fin, la verdad dedicándoos cuidadosamente al
trabajo de vuestra perfección. […] Porque amar la verdad significa en concreto amar la
santidad”8.
“¡Oh, Jesús, que has venido ‘como inflexible debelador del error’!”9 por intercesión del Maestro insigne
de la Verdad, San Juan Pablo II, quien jamás diluyó su anuncio con fórmulas falsamente conciliatorias
sino que la proclamó con todo su esplendor y exigencias, te rogamos nos alcances la gracia de rendir
4 Cf. SAN JUAN PABLO II, Consagración de la Iglesia y el mundo al Inmaculado Corazón de María (25/03/1984).
5 Cf. San Juan Pablo II al Cardenal Sodano: “más allá de lo que digan otros, yo quiero que este Instituto vaya adelante” (1999-2000).
6 Redemptoris Missio, 46.
7 Constituciones, 166.
8 Cf. SAN JUAN PABLO II, Al Capítulo General de los Agustinos (25/08/1983).
9 Fórmula de renovación de votos mensual; op. cit. GUILLERMO DE TEODORICO, Sobre la contemplación de Dios, 10: SC 61,93.
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“un ferviente culto a la verdad”10, “que la verdad se encarne en la vida”11 de todos los miembros del
Instituto, y sepamos transmitirla aun a costa de la propia sangre12.
San Juan Pablo II que paternalmente nos decías: “en este tiempo debéis ser testigos y misioneros de
la verdad”13 obtén para nosotros la gracia de que siguiendo al Verbo Encarnado, que vino al mundo,
para dar testimonio de la verdad14 seamos sacerdotes “convencidos de la verdad”15 que “con una lengua,
labios y sabiduría a los que no puedan resistir los enemigos de la verdad”16 vayamos por todo el mundo
sirviéndola generosamente sin avasallarla17.
DÍA TERCERO
15 de octubre
Pastor Bueno
Pidiendo la gracia de que en nuestros seminarios mayores “se formen verdaderos pastores de las almas a ejemplo de
Nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor”18.
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“¡Oh, Jesús, ‘el Verbo Bueno del Padre Bueno’!”20 que nos diste en San Juan Pablo II un Pastor bueno
que “ofreció su vida a Dios por sus ovejas y por toda la familia humana, en una entrega cotidiana al
servicio de la Iglesia”21, concédenos por su intercesión la gracia de formar “sacerdotes configurados
con Cristo Cabeza y Pastor, y por tanto comprometidos en compartir y continuar su misión de
salvación en la Iglesia y en el mundo”22; almas sacerdotales que “lleguen a tener... los mismos sentimientos
de Cristo23, que se ofreció en la cruz por la salvación del mundo”24 y que aprendan de Él “la donación
radical de sí mismo propia del sacerdote”25 para que donde quiera que vayan “comuniquen la caridad
de Cristo, Buen Pastor”26.
San Juan Pablo II, eximio formador de pastores, dadnos formadores idóneos27 y multiplica nuestros
seminarios desde donde surjan “seminaristas que tengan ‘espíritu de príncipes’, que admiren y amen
la verdad, acostumbrados a la disciplina, que amen el Instituto viviendo el carisma propio y que por
encima de todo, estén dispuestos a ‘la entrega total al servicio de Dios y al ministerio pastoral’, incluso
hasta el martirio”28.
DÍA CUARTO
16 de octubre
Misionero Infatigable
Pidiendo la gracia de poder ofrecer misioneros a aquellos lugares donde sea más difícil
o urgente la necesidad de misión29.
20 Fórmula de renovación de votos mensual; op. cit. SAN ATANASIO DE ALEJANDRÍA, Contra los paganos, Sermón 40: PG 75,79.
21 CARD. J. RATZINGER, Homilía en la misa de exequias de Juan Pablo II (08/04/2005).
22 Directorio de Seminarios Mayores, 9; op. cit. Cf. Pastores Dabo Vobis, 61.
23 Flp 2, 5.
24 Directorio de Seminarios Mayores, 103.
25 Constituciones, 205.
26 Cf. Directorio de Seminarios Mayores, 395.
27 Directorio de Seminarios Mayores, 46; op. cit. Vita Consecrata, 66.
28 Cf. Directorio de Seminarios Mayores, 456-461.
29 Cf. Constituciones, 30; Directorio de Espiritualidad, 86.
30 Redemptoris Missio, 86; citado en Directorio de Misiones Ad Gentes, 176.
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Cristo Jesús, Tú que eres el primero y el más grande misionero del Padre31 y a través de tu Vicario en
la tierra nos exhortabas a dedicarnos con todas las fuerzas a la nueva evangelización y a la misión ‘ad
gentes’32 danos la gracia de poder enviar misioneros −almas generosas que sepan a cada instante las
cosas por las cuales se debe morir33− a “los lugares más difíciles (aquellos donde nadie quiere ir)”34 a
fin de que sus esfuerzos y sus sufrimientos sean la levadura que haga germinar en el corazón de los
hombres la verdad que salva y surja en muchos otros el anhelo de consagrarse a la noble causa del
Evangelio.
San Juan Pablo Magno, protege con tu intercesión ante el trono del Altísimo a todos los misioneros
del Instituto que gastan su vida en los destinos emblemáticos perseverando aun en medio de grandes
dificultades y sembrando entre lágrimas35 tantas veces. Obtén para todos nosotros la gracia de tener
un celo cada vez mayor por la evangelización que nos permita poder ofrendar a la Iglesia misioneros
deseosos de entregas radicales y totales que den a la misión impulsos nuevos y audaces36.
DÍA QUINTO
17 de octubre
Apóstol de María
Pidiendo su intercesión ante la Madre de Dios de quien esperamos “obtener su ayuda imprescindible
para prolongar la Encarnación en todas las cosas”37.
“Nunca como hoy la Iglesia ha tenido la oportunidad de hacer llegar el Evangelio, con el
testimonio y la palabra, a todos los hombres y a todos los pueblos. […] Como los Apóstoles
después de la Ascensión de Cristo, la Iglesia debe reunirse en el Cenáculo con María, la madre
de Jesús38, para implorar el Espíritu y obtener fuerza y valor para cumplir el mandato misionero.
[…] A la ‘mediación de María, orientada plenamente hacia Cristo y encaminada a la revelación
de su poder salvífico39, confío la Iglesia y, en particular, aquellos que se dedican a cumplir el
mandato misionero en el mundo de hoy”40.
31 Cf. SAN JUAN PABLO II, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2000.
32 Ibidem.
33 Directorio de Espiritualidad, 41.
34 Directorio de Espiritualidad, 86.
35 Directorio de Misiones Ad Gentes, 144.
36 Redemptoris Missio, 66; citado en Directorio de Misiones Ad Gentes, 147.
37 Constituciones, 17.
38 Hch 1, 14.
39 Redemptoris Mater, 22.
40 Redemptoris Missio, 92.
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San Juan Pablo II, testigo privilegiado de las dulzuras de María, que enseñaste a la Iglesia la necesidad
de abandonarse en su tierno regazo y nos invitaste a “tomar con confianza entre las manos el rosario”41
te suplicamos intercedas por nosotros ante el trono de la Madre de Dios y nos alcances la gracia de
ser verdaderos discípulos del Verbo Encarnado que participen activamente en la tarea redentora con
la misma actitud de la Virgen Madre, es decir, con “aquel amor maternal que debe animar a todos los
que colaboran en la acción apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva”42.
DÍA SEXTO
18 de octubre
Pidiendo por la fecundidad de la labor misionera del Instituto así como también
por las necesidades materiales y espirituales de todas sus misiones.
“No podemos dejar de evangelizar: son tantas las regiones, tantos los ambientes culturales que
permanecen insensibles a la buena noticia de Jesucristo. Pienso en las culturas de extensas
regiones del mundo todavía al margen de la fe cristiana. Pero pienso también en los amplios
sectores culturales en países de tradición cristiana que, hoy, parecen indiferentes —cuando no
refractarios— al Evangelio. […] La Iglesia respeta a todas las culturas y no impone a ninguna
su fe en Jesucristo, pero invita a todas las personas de buena voluntad a promover una
verdadera civilización del amor fundada en los valores evangélicos de la fraternidad, de la
justicia y de la dignidad para todos”45.
Oh Jesús Verbo Encarnado que elegiste a San Juan Pablo II para guiar a tu Iglesia en tiempos de
profundas transformaciones culturales y lo dotaste de una gran sensibilidad intelectual unida a una
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gran caridad pastoral, hoy nosotros tus hijos del Instituto del Verbo Encarnado te imploramos por su
intercesión tengas a bien concedernos la gracia de gastar nuestras vidas en la sublime labor de hacer
penetrar el Evangelio en el corazón de las culturas46 porque estamos convencidos de que “una fe que
no se convierte en cultura es una fe no acogida en plenitud, no pensada en su totalidad, no vivida con
fidelidad”47.
San Juan Pablo II, obtén para nosotros con tu poderosa intercesión, un corazón dilatado por el soplo
del Espíritu de amor, a fin de que hagamos de la causa de la evangelización “un gran movimiento que
vaya creciendo en extensión y profundidad”48. Que con la fuerza cautivadora de nuestro testimonio
prediquemos a todas las naciones “la locura de la cruz que es una sabiduría y una fuerza que superan
todos las barreras culturales”49. Y que con una creatividad apostólica siempre nueva, y la potencia
profética que te animó como pastor ardiente de celo, presentemos el mensaje del Evangelio en toda
su lozanía para la sola gloria del Nombre de Jesucristo y la salvación de las almas.
DÍA SÉPTIMO
19 de octubre
“La Iglesia tiene una inmensa necesidad de sacerdotes. Es ésta una de las urgencias más graves
que interpelan a las comunidades cristianas. Jesús no quiere una Iglesia sin sacerdotes. Si faltan
los sacerdotes, falta Jesús en el mundo, falta su Eucaristía, falta su perdón. Para su propia
misión la Iglesia tiene también una inmensa necesidad de abundancia de las otras vocaciones
consagradas. El pueblo cristiano no puede aceptar con pasividad e indiferencia la disminución
de las vocaciones. Las vocaciones son el futuro de la Iglesia. Una comunidad pobre en
vocaciones empobrece a toda la Iglesia; por el contrario, una comunidad rica en vocaciones es
una riqueza para toda la Iglesia”51.
46 Cf. Directorio de Evangelización de la Cultura, 74; op. cit. Catechesi Tradendae, 53.
47 Directorio de Evangelización de la Cultura, 66; op. cit. SAN JUAN PABLO II, Carta autógrafa por la que se instituye el Consejo Pontificio de la Cultura
(20/05/1982): AAS 74 (1982) 685.
48 Constituciones, 268.
49 SAN JUAN PABLO II, Discurso a los miembros del Consejo Pontificio para la Cultura (19/11/1999).
50 Directorio de Espiritualidad, 118; op. cit. SAN JUAN PABLO II, Encuentro semanal con los peregrinos (16/03/1983); OR (27/03/1983), 2.
51 SAN JUAN PABLO II, Mensaje para la XXIII Jornada Mundial de Oración por las vocaciones (06/01/1986).
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Oh Dios que llamas a quien quieres por libre iniciativa de tu amor, pero quieres llamar mediante
nuestras personas52 danos la valentía de ser promotores de “una auténtica ‘cultura vocacional’”53 −
activa, constante, llena de empuje y vitalidad, comprometida y urgida por la caridad de Cristo54− que
les permita a los jóvenes “reconocer y acoger aquella aspiración profunda del hombre, que lo lleva a
descubrir que solo Cristo puede decirle toda la verdad sobre su vida”55. Y como la familia es donde
Tú cultivas las vocaciones te imploramos por intercesión del “Papa de las familias” tu auxilio paternal
para que donde quiera que vayamos realicemos una “correcta y cuidadosa pastoral familiar que es, por
sí misma, una pastoral vocacional”56, de modo que surjan en todos lados familias santas, verdaderas
iglesias domésticas donde Tú seas amado por sobre todas las cosas.
San Juan Pablo II tú que nos dijiste que “si la unión en la familia religiosa es un poderoso testimonio
evangélico, la división entre hermanos, entre las hermanas es una piedra de tropiezo para la
evangelización”57 hoy invocamos tu favor celestial para que nos ayudes a mantener y acrecentar la
unión entre todos los miembros del Instituto del Verbo Encarnado, las Servidoras del Señor y de la
Virgen de Matará y los miembros de la Tercera Orden como “una única familia espiritual”58 orientada
a “prolongar la Encarnación del Verbo en toda la realidad”59.
DÍA OCTAVO
20 de octubre
Pidiendo por su intercesión la gracia de ser fieles al carisma que el Señor nos ha regalado.
52 Directorio de Espiritualidad, 290; op. cit. SAN JUAN PABLO II, Mensaje a la XX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (24/04/1983),
3; OR (17/04/1983), 20.
53 SAN JUAN PABLO II, Mensaje para la XXX Jornada Mundial de Oración por las vocaciones (08/09/1992).
54 Directorio de Espiritualidad, 290; op. cit. Cf. 2 Co 5, 14.
55 Ibidem.
56 Cf. Directorio de Tercera Orden, 376; op. cit. SAN JUAN PABLO II, Homilía para la Misa de inauguración del Congreso Internacional por las
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lo anima, la trascendente perfección humana y divina de Cristo, su Cabeza, que sólo puede ser
imitada según los innumerables recursos del alma animada por la gracia”60.
Oh Cristo, Verbo Encarnado, que hiciste nacer a ésta tu Familia Religiosa del Verbo Encarnado bajo
el insigne pontificado de San Juan Pablo Magno quien, con heroicidad más insigne aun, guió la barca
de la Iglesia mar adentro61 permaneciendo en todo tiempo fiel a las exigencias del Evangelio, te
imploramos por su intercesión la protección y defensa férrea del mismo tesoro que Tú nos has dado:
el magnífico carisma de nuestro Instituto “en el cual se contienen las riquezas que el Espíritu Santo le
ha otorgado para el bien de la Iglesia”62.
San Juan Pablo II, ayúdanos a ser coherentes, es decir, a vivir de acuerdo con el carisma y con los
votos que profesamos, dispuestos a aceptar incomprensiones y persecuciones antes que permitir
rupturas entre lo que se vive y lo que se cree63 para así “demostrar con la profundidad de nuestras
convicciones y con la coherencia de nuestro obrar que Jesucristo nos es contemporáneo”64. Movidos
por la benevolencia y esperanzadores gestos de ayuda que tuviste con nosotros aquí en la tierra
invocamos tu favor celestial a fin de que nos alcances la gracia de ser coherentes toda la vida, no sólo
en la hora de la exaltación, sino también en la hora de la tribulación, porque sólo entonces podremos
decir que somos fieles al carisma recibido.
DÍA NOVENO
21 de octubre
Pidiendo para todos los miembros de la Familia Religiosa la gracia de la “libertad de espíritu”65
que se identifica con la santidad66.
60 SAN JUAN PABLO II, A la unión internacional de superioras generales en Roma (14/05/1987); op. cit. Perfectae Caritatis, 2b.
61 Cf. Lc 5, 4.
62 Directorio de Vida Consagrada, 327.
63 Cf. SAN JUAN PABLO II, Homilía en la Catedral de la Ciudad de México (26/01/1979).
64 Cf. Directorio de Espiritualidad, 115; op. cit. SAN JUAN PABLO II, Discurso del Papa a los jóvenes de Brescia; OR (03/10/1982), 14.
65 Constituciones, 65.
66 Directorio de Espiritualidad, 195.
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como signo vivo de Dios y como elocuente, aunque con frecuencia silenciosa, predicación del
Evangelio”67.
Dios Padre, que eres la única fuente del amor y la libertad, e hiciste de San Juan Pablo II un hombre
valiente lleno de la parresia del Espíritu Santo68 que nos “ayudó a no tener miedo de la verdad, porque
la verdad es garantía de libertad”69 concédenos en virtud de sus méritos la gracia de amar todo lo que
Tú quieres que amemos sin ser esclavos de nuestros afectos a las creaturas, es decir, amar sin
encadenarnos, poseer sin quedar presos, usar sin goces egoístas, conservar la completa independencia,
y buscar en todo y por todo sólo tu gloria70.
San Juan Pablo II que con tu estilo de vida transparentabas la libertad de espíritu y la espontaneidad
de quien ha hecho del amor la ley suprema y está completamente unido a Dios, concédenos la gracia
de vivir la “libertad auténtica que se identifica con la santidad, con la Ley Nueva, con la fe cristiana,
con la caridad, que es la libertad... de los hijos de Dios71 y tiene como fundamento la verdad”72.
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ORACIÓN FINAL
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Maestro insigne de la Verdad, en “cuyo magisterio abrevamos nuestra sed de fidelidad al Señor”73;
Pastor bueno que guiaste al mundo para que abriese las puertas a Cristo,
Misionero infatigable que con tu ejemplo nos enseñaste a “no ser esquivos a la aventura
misionera”74,
Esclavo y apóstol de María de quien, en la escuela de San Luis María Grignion de Montfort,
aprendimos a decir cada día: Totus tuus Maria75;
Nosotros tus hijos del Verbo Encarnado
te invocamos como a nuestro intercesor celestial y a tu amparo paternal nos acogemos:
Vicario de Cristo,
que nos decías ¡No temáis! Cristo conoce lo que hay dentro del hombre76,
protégenos y defiéndenos.
Gran evangelizador de la cultura,
que nos diste ejemplo trabajando incansablemente “para que estén imbuidos de la fuerza del
Evangelio, los modos de pensar, los criterios de juicio, las normas de acción”77,
fortalece y haz fructificar nuestros esfuerzos misioneros;
Amigo de los jóvenes,
a quienes buscaste movido a impulsos de celo,
haz de nosotros testigos generosos del Verbo Encarnado capaces de promover las vocaciones dando
un testimonio fiel y alegre de vida consagrada, realizando con generosidad, discernimiento y seriedad
los apostolados propios, y trabajando en comunión fraterna78;
Papa de las Familias79,
acompaña y sostiene a esta tu familia, la Familia del Verbo Encarnado a fin de que permanezcamos
hoy y siempre unidos a la Roca, que es Cristo80.
Héroe de la Iglesia de Cristo, que con la valentía que exige la fidelidad a Cristo supiste guiar al
Pueblo de Dios no hacia los paraísos artificiales que prescindiendo de Dios y de su santa ley81 se
volvieron contra el hombre, sino hacia el Reino de Cristo que se conquista por la cruz,
te pedimos la gracia de que también nosotros seamos valientes y fervorosos en el anuncio de Cristo
sin pactar, sin transigir, sin capitular, sin negociar, sin conceder, ni hacer componendas con el espíritu
del mundo82.
Hombre cabal y santo,
alcánzanos por tu intercesión la gracia de la perseverancia en la fidelidad a Cristo y al Evangelio, que
es siempre fidelidad a la Iglesia y a su misión en el mundo, fidelidad a la vida religiosa y al carisma
propio del Instituto, fidelidad al hombre y a nuestro tiempo83.
Todo esto se lo pedimos a Dios Uno y Trino por tu santa intercesión.
Amén.
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