Rudolf Steiner - Cómo Alcanzar El Conocmiento de Mundos Superiores
Rudolf Steiner - Cómo Alcanzar El Conocmiento de Mundos Superiores
Rudolf Steiner - Cómo Alcanzar El Conocmiento de Mundos Superiores
Solo nuestras experiencias internas nos desvelan las bellezas del mundo externo
…
El discípulo deberá reservar momentos de su vida para ensimismarse con quietud y en
soledad, mas no para abandonarse a los asuntos de su propio yo… para volver a sentir en
su alma, con toda quietud, lo experimentado en el mundo exterior. Las flores, los animales y
cada una de sus propias acciones le revelarán en tales instantes secretos jamás
imaginados. Así se preparará para recibir con otros ojos nuevas impresiones del mundo
exterior.
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Lo que debe perseguirse en los momentos escogidos es conteplar y juzgar nuestras propias
experiencias y acciones como si hubiesen sido tenidas o ejecutadas, no por nosotros, sino
por otra persona
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Cada ser humano, al lado de lo que podríamos llamar el “hombre rutinario” lleva en su
interior un ser superior, que permanece oculto hasta que llega a ser despertado; mas
solamente uno mismo puede despertar ese ser superior dentro de sí.
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Paulatinamente, el discípulo principiante llegará a tomar él mismo la dirección de su
existencia, en vez de de dejarse guiar por las circunstancias y las influencias externas…
Reprimirá todo pensamiento que pudiera hacerle temeroso, porque sabe que precisamente
la timidez podría ser la causa de un mal trabajo
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Esta contemplación en quitud debe convertirse en necesidad natural de la vida del
discípulo…. Debe aprender a a mar lo que el Espíritu hace fluir en su ser…. se percata de
que en este mundo del pensamiento hay algo que posee vida; comprende que los
pensamientos no son ismples imágenes vanas, sino que, a través de ellos, le hablan
entidades ocultas.
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Etapa preparatoria
Como primer requisito es preciso dirigir la atención del alma sobre ciertos procesos del undo
que nos circunda. Tales procesos son, por una parte, los de brotamient; crecimiento y
desarrollo, y por otra, todos los fenómenos relacionados con el deshojamiento,
marchitamiento y fenecimiento.
…
Donde quiera que el discípulo encuentre una forma bien definida de crecimiento o floración,
deberá eliminar de su alma todo lo demás… entregándose durante corto tiempo
exclusivamente a esta sola impresión… Debe aislarse de los demás fenómenos del mundo
exterior y entregarse únicamente a lo que su alma le diga ante los fenómenos del
florecimiento y desarrollo.
…
De los sentimientos y pensamiento así engendrados, van formándose los órganos de la
clarividencia, de la misma manera como de la materia viva se forman los ojos y los oídos del
cuerpo físico por efecto de las fuerzas naturales.
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No debe tratar de encontrar el significado de las cosas por medio de especulaciones
intelectuales, sino esperar que ellas mismas se lo revelen.
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El discípulo tiene que dedicarse, además, a penetrar en el mundo de los sonidos. Al efecto,
es preciso distinguir entre el sonido causado por lo que no tiene vida (un cuerpo que cae,
una campana o un instrumento musical) y el sonido emitido por seres vivientes (un animal o
un ser humano)... [sobre el segundo] Deberá prestar toda su atencióno al hecho de que ese
sonido le anuncia algo que se halla fuera de su propia alma, y deberá sumerfirse en ese
elemento extraño; deberá relacioanr íntimamente su propio sentimiento con el dolor o el
placer que tal sonido pueda revelarle, sobreponerse a lo que el sonido signifique para él…;
su alma no debe llenarse sino de lo que sucede en el ser del que proviene el sonido. Quien
realice semejantes ejercicios metódicamente y con firme propósito, adquirirá la facultad de
confluir, por decirlo así, con el ser del que emana el sonido.
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El discípulo debe acallar todo impulso interior de aprobación y de contradicción
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Cuando estos ejercicios se practican…. se sucita en el alma un nuevo snetido auditivo… se
despierta la percepción del “verbo interior”... oye hablar un lenguaje de índole espiritual.
Todas las verdades superiores se alcanzan por medio de la “captación del verbo interior”
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La iluminación
El discípulo se dirá: “La piedra tiene forma; el animal también tiene forma; la piedra
permanece inmóvil en su lugar; no así el animal que cambia de lugar. Es el instinto, el
deseo, lo que hace que el animal cambie de lugar y también la forma del animal se halla al
servicio de los instintos. Sus órganos están modelados conforme a estos instintos. La forma
de la piedra, en cambio, no se constituye según instintos o deseos, sino por fuerzas exentas
de deseos”.
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Si se espera alcanzar resultados verdaderos, hay que tener paciencia; saber cesar el
ejercicio después de pocos minutos y continuar tranquilamente el trabajo habitual…. Quien
no haya aprendido a esperar, en el mejor y más elevado sentido, no sirve para discípulo de
la ciencia oculta y no llegará jamás a resultados de un valor considerable.
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Quien no tenga el ánimo de repetir con toda paciencia, sin cansarse, un ejercicio que
aparentemente no haya dado buen resultado un sinnúmero de veces, no podrá llegar muy
lejos.
Mucho antes de notar los progresos logrados, surge de las profundades del alma un
snetimiento indefinido de encontrarse en buen camino. Este sentimiento debe cultivarse y
alimentarse, porque puede transformarse en seguro guía.
…
Que el discípulo empiece por decirse: “En el mundo de mis propios sentimientos y
pensamientos yacen ocultos los misterios más sublimes, inadvertidos hasta ahora”.
…
Tómese y obsérvese la pequeña semilla de una planta. Lo esencial es suscitar
intensamente ante este insifnidicante objeto olos pensamientos apropiados, así como
desarrollar por medio de estos pensamientos ciertos sentimientos. Primero téngase un claro
concepto de lo que realmente se ven con los ojos. Descríbase asimismo la forma, el color y
todas las demás propiedades de esa semilla. Luego hágase la siguiente reflexión: de esta
semilla, si se siembra en el suelo, nacerá una planta multiforme. Represéntese la forma de
esta planta, constrúyase la misma imaginativamente y luego reflexiónese como sigue: “Lo
que ahora me represento imaginativamente, las fuerzas de la tierra y de la luz lo harán
nacer de esta semilla. Si tuviera ante mí un objeto artificial que imitara tan perfectamente
esta semilla que mis ojos no pudieran distinguirlo de una verdadera semilla, ninguna fuerza
del suelo ni de la luz sería capaz de engendrar de él una planta”... Se dirá: “En la semilla se
halla latente, como potencialidad de la planta toda, lo que de ella nacerá más tarde. Esa
potencialidad no vive en la imitación artificial. Sin embargo, para mis ojos, una y otra son
idéntidcas. La semilla verdadera contiene, pues, algo invisible que no existe en la imitación”.
Diríjanse ahora los sentimientos y los pensamientos sobre eso que es invisible. Imagínese
que esa parte invisible se transformará, más adelante, en la planta visible que se podrá
contemplar con su forma y sus colores. Abríguese entonces la idea: lo invisible se hará
visible. Si yo no tuviera la facultad de pensar, no podría manifestárseme lo qe solo más
tarde se hará visible.
…
Se sentirá surgir una fuerza interior, fuerza que creará una nueva facultad de percepción. La
semilla parecerá como envuelta en una nubecilla luminosa que se percibirá, de un modo
sensorial-espiritual, cual una llama.
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Un ejercicio que ha de seguir al anteriormente descrito es el siguiente. Obsérvese una
planta plenamente desarrollada y compenétrse entonces con el pensamiento de que llegará
el momento en que esa planta se marchitará y perecer.a. “Nada perdurará de lo que tengo
ahora ante mis ojos, pero esa planta habrá para entonces producido semillas que, más
tarde, volverán a convertirse en nuevas plantas”. De modo que otra vez me percato de que
ante mis ojos existe algo oculto que ahora no veo
—
Y así es como habrá dado los primeros pasos para llegar, con el tiempo, a descifrar por
propia visión el enigma del nacimiento y de la muerte.
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En vez de crearme yo mismo visiones arbritrarias ha de ser la realidad la que debe crearlas
dentro de mi alma. La verdad ha de suscitarse en las profundidades de mi propia alma, pero
mi yo común no debe ser el maho que intente hacer surgir la verdad, sino que como magos
deben actuar los seres cuya verdad espiritual deseo percibir.
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Evóquese la imagen de una persona a quien se observó una vez cuando tenía el deseo de
obtener esto o aquello. Sobre ese deseo debe concentrarse la atención. Lo mejor es traer a
la memoria el momento en que el deseo había alcanzado su mayor intensidad, siendo
todavía inseguro si esa persona obtendría o no lo anhelado… Después de numerosas
tentativas, se llegará a experimentar un snetimiento que corresponde al estado de ánimo de
la persona observada. Asimismo, después de algún tiempo notará que, gracias a ese
sentimiento, surge en el alma propia una fuerza que se convierte en visión espiritual del
estado anímico de la otra persona. Aparecerá en el campo visual una imagen que da la
sensación de algo luminoso. Y esa imagen espiritual es lo que se llama la manifestación
astral del estado anímico de aquel deseo. Una vez más, la característica de imagen puede
describirse como semejante a una llama
…
Otra regla… “Aprende a guardar silencio sobre tus visiones espirituales; debes callar incluso
ante ti mismo; no trates de expresar en palabras, ni de analizar con el torpe intelecto, lo que
percibes en espíritu.
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Considerar como sagrado e inviolable lo que mora en todo ser humano.
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Llegará además a la madurez necesaria para formarse una idea de las relacioens
enigmáticas entre la naturaleza humana y todo lo que existe en el universo
…
Lo que el candidato debe poseer es valor e intrepidez, desarrollados en cierto sentido;
incluso debe buscar las oportunidades favorables del desarrollo de estas virtudes.
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Entre las fuerzas que actúan en el mundo, las hay destructivas y constructivas; el destino de
los seres que exteriormente existe es nacer y desaparecer… Habrá de quitársele el velo
que en la vida común cubre los ojos espirituales. Pero el hombre mismo se halla vinculado a
dichas fuerzas y a dicho destino.
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Sobre todo se trata de cultivar ese valor y esa intrepidez en lo más íntimo de los
pensamientos. El discípulo ha de aprender a no descorazonarse por los fracasos, y a ser
capaz de pensar: “Voy a olvidar que nuevamente he fracasado en este propósito, y haré
otra tentativa como si nada hubiese acontecido”. Así, se abre paso hacia la convicción de
que en el mundo son inagotables las fuentes de las que puede extraer fuerza.
—
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La iniciación
La primera “prueba” consiste en adquirir una visión de las cualidades corpóreas de los
cuerpos sin vida, luego de las plantas, de los animales y del ser humano; una que sea más
veraz que la que posee el hombre común… Las cualidades que así se oyen y se ven, están
coultas para el ojo y el oído físicos; para la percepción sensorial están como cubiertas por
un velo. El hecho de que para el iniciado este velo deje de existir, se debe a un proceso que
se designa como “proceso de combustión espiritua”, por lo que esta primera prueba se
llama la “prueba de fuego”.
…
La meta en sí… consiste en adquirir, gracias al conocimiento de los mundos superiores, una
mayor y verdadera confianza en sí mismo, un valor de grado elevado, una grandeza de
alma y una persevarancia tales que generalmente no pueden adquirirse en el mundo
inferior.
…
Si el candidato, después de sobrepasar la prueba del fuego, quiere continuar su discipulado
oculto, deberá revelársele determinado sistema de escritura que se acostumbra a emplear
en la enseñanza oculta.
…
Por medio de este lenguaje, el discípulo también va conociento ciertas reglas de conducta
para la vida; se entera de ciertos deberes de los que antes no sabía nada. Una vez que
conozca estas reglas, será capaz de realizar actos de un significado y alcance que las
accioens del no iniciado nunca podrían tener: obra desde los mundos superiores.
Hay que hacer notar, sin embargo, que hay personas capaces de lelvar a cabo
inconscientemente tales acciones, sin haber cursado la enseñanza oculta. Tales
“benefactores del mundo” atraviesan la vida para bendición y beneficio de la humanidad.
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Para quien haya llegado al referido grado de la iniciación, existen deberes para los que no
hay ningún móvil externo. Las condiciones exteriores no inducirán al discípulo a actuar, sino
que él procederá conforme al orden que se le revele en el lenguaje “oculto”. En esta
segunda prueba debe demostrar que, conducido por semejante orden, sabe actuar con la
misma seguridad y firmeza con que, por ejemplo, un funcionario cumple sus deberes… Lo
que hay que realizar lo ha de intuir por el conocimiento de la referida escritura.
A esta prueba se le llama la “prueba del agua”, porque al actuar en estas regiones
superiores, el hombre se halla privado del apoyo inherente a las condiciones externas, igual
que el nadador en aguas profundas carece del suelo firme. La tentativa debe repetirse hasta
que el candidato logre plena seguridad.
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Las cosas del mundo físico no cambian sus propiedades, sean cuales fueren nuestros
deseos, anhelos e inclinaciones; no así en los mundos superiores, donde nuestros deseos,
apetencias e inclinacioens producen efectos sobre las cosas. Si allí queremos producir
determinado efecto, es necesario que seamos enteramente dueños de nosotros mismos y
nos atengamos exclusivamente al recto orden, sin estar sujetos a arbitrio alguno.
…
La certeza solo puede alcanzarse en los mundos usperiores si se está dispuesto a renunciar
a la propia opinión.
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Los soñadores y fantasiosos, al igual que la gente supersticiosa, son ineptos para el
sendero oculto.
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Todo cuanto impida prestar oído al Espíritu debe vencerse valientemente. Lo importante en
esta situación es mostrar presencia de ánimo… Dejan de existir todos los estímulos para
actuar… Y para no quedarse inactivo, el discípulo no deberá perderse a sí mismo. Pues
solo en sí mismo podrá encontrar el único punto firme que pueda servirle de sostén.
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Cuando el candidato haya alcanzado la madurez necesaria para cumplir con lo descrito,
recibirá lo que se llama simbólicamente el “elixir del olvido”: se le inicia en el secreto de
´como se puede obrar sin verse continuamente estorbado por la memoria inferior…. precisa
tener siempre plena confianza en lo inmediatamente presente, y saber destruir los velos del
recuerdo que se extienden alrededor del hombre en cada instante de su vida… Debe estar
preparado en todo momento para que cada cosa, o cada ser, pueda revelarle algo
enteramente nuevo.
—
El segundo elixir que se ofrece al iniciado es el elixir de la moemoria. Gracias a él, adquiere
la facultad de tener siempre presentes en el espíritu los misterios superiores.
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El sentirse contento con el más pequeño éxito, así como la calma y la serenidad, son
cualidades que deben apoderarse cada vez más del alma.
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La apacibilidad y el saber callar, acompañados de la verdadera paciencia, abren el alma al
mundo anímico y el espíritu al mundo espíritual… Alcanzaré lo que he de alcanzar cuando
esté maduro para ello.
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De esta manera desarrollará en sí mismo lo que la ciencia de lo oculto llama la “balanza
espiritual”. En uno de sus platillos se encuentra un “corazón abierto” a las neccesidades del
mundo; en el otro, la “firmeza interiore” y la perseverancia inquebrantable”.
con ello se indica ya la quinta condición. Esta es la constancia en realizar toda decisión, una
vez que se haya tomado. Nada debe inducir al discípulo a abandonar una decisión tomada,
salvo la comprobación de que se había equivocado. Toda decisión equivale a una fuerza
que obra a su manera, aunque no produzca resultados inmediados dentro del ámbito de la
intención primaria. El éxito constituye el factor esencial sólo cuando la acción surge de un
deseo; pero toda acción engendrada por el deseo carece de valor ante el mundo superior.
El unico factor determinante ha de ser el amor que induce a la acción. En este amor debe
converger todo cuanto induzca al discípulo a obrar. Entonces tampoco cesará en sus
esfuerzos para realizar lo decidido, por numerosos que hayan sido sus fracasos. Así
aprenderá a no esperar los efectos exteriores de sus acciones, sino a encontrar la
satisfacción en la acción misma. Aprenderá a sacrificar, en fbeneficio del mundo, sus
propias acciones y hasta su ser entero, no importe cómo ese mundo reciba su sacrificio.
105
Combatir el mal y lo imperfecto es mediante la creación de lo bueno y de lo perfecto.
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El sexto punto se refiere a las aspiracioens y ambiciones humanas. El discípulo examinará
sus facultades y sus aptitudes y procederá en el sentido que tal conocimiento de sí mismo le
brinde. No intenterá realizar lo qeu esté fuera del alcance de sus fuerzas; pero tampoco
dejará de hacer lo que se encentre dentro de sus posibilidades.
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El tercer requerimiento es el cultivo de la perseverancia. El discípulo no se dejará desviar pr
iinfluencia alguna del objetivo que se haya impuesto… Los obstáculos solo serán algo
contra lo que luchar y vences y no el motivo para abandonar su propósito… si le toca algún
infortunio, no se dejará arrastrar por juicios condenatorios, sino que lo aceptará como una
necesidad y procurará, en todo lo posible, darle un giro hacia lo benéfico
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Muchas cosas se impregnan en el alma sin grabarse también en la conciencia… Con este
fin, es preciso lograr el domino de todas las impresiones que provienen del mundo
circundante, a tal punto que se cierre el paso a toda imrpesión que no se quiera recibir.
…
El discípulo debe evitar el pasear la mirada y curiosear con el oído distraídamente; solo
existirán para él las cosas hacia las cuales dirija sus sentidos. Deberá ejercitarse en
esfuerzos de no oír nada, aun en medio del mayor barullo, si no quiere oír. Deberá procurar
que sus ojos sean insensibles a las cosas que no mire intencionalmente. Algo como una
coraza deberá proteger su alma contra toda imrpesión inconsciente.
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Al final se llega a fijar la mirada con toda naturalidad en lo verdadero, como antes uno se
contentaba con lo accidental. “Todo lo transitorio solo es símbolo”. Esta verdad se convierte
en convicción parlmaria del alma.
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La acción más sencilla, el más pequeño quehacer, tienen algo de importante dentro de la
gran economía universal; solo se trata de adquirir conciencia de esta significación.
…
“si la rosa es bella, embellece al jardín”
—
139
Lo primero que alcanza a comrpoabr es que sus propios pensamientos y sentimientos
pueden ejercer sobre cierta clase de esas figuras una intensa influencia… Cierta clase de
figuras cambia inmediatamente si, al contemplarlas, el observador piensa: “es hermoso” y
durante su observación pasa a pensar “esto es útil”. Particularmente las figuras procedentes
de minerales o de objetos artificiales se transforman bajo la inflcuencia de todo pensamiento
o sentimiento que el observador les dirija.
…
Solo observándose a sí mismo llegará a comprender la naturaleza de dicha parte; verá
entonces cuáles son las formas que él mismo ha causado. Lo que él mismo hace, se
propone, desea, etc., encuentra su expresión en estas formas. Un instinto que exista en él,
un deseo que él tenga, una intención que abrigue, todo ello se evidencia en tales formas; de
hecho, todo su carcácter se manifiesta en semejante mundo de figuras.
—
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Del mismo modo aparecen como en un espejo las cualidades del alma. Un deseo dirigido
hacia algo exterior se nos presenta como una imagen que se mueve hacia la persona
misma que abriga ese deseo. Las pasioens que residen en lo inferior de la naturaleza
humana pueden asumir formas de animales o figuras semejantes, que se lanzan sobre el
hombre. En realidad, esas pasiones se dirigen hacia afuera buscando su satisfacción en el
mundo circundante; pero esta búsqueda que se dirige hacia afuera aparece, en su imagen
refleja, como ataque contra el individuo que las posee.
152
El hombre físico tiene la sensación de encontrarse en determinado lugar del mundo sensible
y que los objetos que percibe están “fuera de él”. En cambio, el hombre espiritualmente
evolucionado se siente ocmo identificado con el objeto espiritual de su percepción, como
“dentro” de él. En realidad, anda de un sitio a otro del espacio espiritual, por lo que en el
lenguaje de la ciencia oculta se le llama también el “viandante”... tiene que escoger un
determinado sitio, examinarlo con detenimiento y apoderarse espiritualmente de él… La
fundación de un hogar espiritual se llama, en el lenguaje de la ciencia oculta, “construirse un
albergue”.
153
Instintos, sentimientos, pasiones y deseos… fuerzas de esta índole hacen que la savia fluya
por los vasos de la planta, que las flores se abran y las cápsulas de las semillas revienten.
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La más alta conqusita del clarividente… es la que le revela las réplicas astrales de los
institntos y pasiones de animales y seres humanos. La acción cariñosa va acompañada de
un fenómeno astral muy distinto del de una acción inspirada por el odio… [réplicas astrales]
El deseo de obtener una cosa, aparete de la forma misma bajo la cual este deseo aparece
en el mundo astral, produce semejante réplica, pero si el deseo halla su satisfacción por la
obtención del objeto físico o si al menos existe la posibilidad de satisfacerlo, la imagen
correlativa no pasa de débil vislumbre. No adquiere su plena intensidad hasta después de la
muerte del individuo, cuando el alma, por su naturaleza, sigue abrigando tal deseo, sin
poder ya satisfacerlo, porque le faltan tanto el objeto como el órgano corpóreo.Esto da por
resutlado que el deseo engendre una contraimagen particularmente intensa por la que el
alma se snetirá atormentada. Las experiencias suscitadas después de la muerte por las
contraimágenes de la naturaleza anímica inferior se las llama experiencias en el reino
anímico, especialmente en el “lugar del deseo”. Estas experiencias ólo se desvanecerán
cuando el alma se haya depurado de todo deseo dirigido hacia el mundo de los snetidos
físicos,;...
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El hombre ha de partificpar de la esfera del espíritu para poder llevar sus manifestaciones al
mundo de los sentidos; él transforma la Tierra implantándole lo que explora en el mundo del
espíritu. Esta es su misión.
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El ser humano no quiere, siente o piensa arbitrariamente. Estas fuerzas están sujetas a una
bien determinada relación conforma a las leyes cósmicas superiores… Veamos las
reacciones naturales: si al entrar a una habitación encontramos una atmósfera pesada
abrimos las ventanas; si oímos pronunciar nuestro nombre, atendemos a la llamada; si se
nos pregunta, contestamos… se trata de lazos sencillos entre el pensar, el snetir y el querer,
pero si examinamos la vida humana, comrpobaremos que todo en ella está basado en tales
relaciones.
…
Todo esto se debe a que en los vehículos sutiles del alma humana, los centros de las tres
fuerzas - pensar, sentir, querer- hállanse enlazados orgánicamente. Y este enlace dentro del
sutil organismo anímico encuentra igualmente su reflejo en el cuerpo físico…. por lo que
determinado pensamiento evoca regularmente un sentimiento o un acto de voluntad. En el
curso del desarrollo superior del hombre se desligan los vínculos que unen las tres fuerzas
fundamentales…. El cerebro humano se divide en tres partes separadas entre sí [quien está
evolucionado espiritualmente]... Ningún impulso se lleva de un pensamiento a una acción, si
no es él mismo quien, libremente suscita tal impulso.
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El guardían del umbral
Le da a conocer el sentido y misión de su ser aproximadamente ocn las siguientes palabras:
“hasta ahora, potencias para ti invisibles gobernaron el curso de tu vida… Aquellas
potencias influyeron en la formación de tu destino… Reinaban sobre ti según la amplia ley
del karma…
De ahora en adelante, a ti mismo han de revelarse todos los aspectos buenos y malos de
tus vidas pasadas. Hasta ahora han estado entretejidos en tu propia naturaleza… Y.., yo
mismo soy ese ser, que se formó un cuerpo con tus acciones nobles y con tus maldades. ..
Una vez hayas cruzado el umbral, ya no me apartaré ni un instante de tu lado como figura
visible para ti.
Si, en el futuro, haces o piensas cosas incorrectas, inmediatamente notarás tu falta como
una desfiguración repugnante y demoníaca de mi apariencia…
Mi umbral está formado por todos los temores que todavía subsisten en ti, como asimismo
de tu vacilación ante el esfuerzo que necesitas para asumir la plena responsabilidad de todo
cuanto hagas y pienses. En tanto perdure en ti la menor vacilación de dirigir tú mismo el
decurso de tu destino, a este umbral no se le habrá incorprado todo lo que debe contener.
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El discípulo debe ahora prepararse para poder soportar esta visión horripilante sin temor
alguno, asi como, en el momento del encuentro, sentirse suficientemente fortalecido para
sumir con plena conciencia la responsabilidad de transformar y embellecer al “guardían”
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El alma de un pueblo se sirve de ciertos individuos perteneciente a él con el fin de ejecutar
determinados trabajos.
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Desde el momento en que le discípulo se encuentr eocn el guardían del umbral, ya no será
suficiente que conozca sus propias tareas como personaldiad, sino que tendrá que
colaborar conscientemente para cumplir la misón de su pueblo o raza. Antes actuaba en el
mundo dotado de las envolutras propias de su personalidad; y sus obligaciones hacia su
comunidad… eran dirigidas por los seres espirituales superiores a través de su
personalidad. Ahora, por revelación del “guardían del umbral”, se entera de que estos seres
epirituales le retirarán, en adelante, su mano dirigente.
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No cruces mi umbral hasta que no tengas concience de que tú mismo deberás iluminar la
oscuridad en la cual enetras; no des ni un solo paso adelante mientrs no tengas la
certidumbre de que tienes bastante aceite en tu propia lámpara. las lámparas de los guías,
que hasta ahora te conducían, te faltarán en lo futuro.
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el discípulo llega a comprender cómo él mismo, en el pasado, echó los cimientos del
presente… Existen en él por ejemplo determinadas incllinacioens y hábitos de los que ahora
comprende su razón. ha sufrido ciertos golpes del destino y ahora ve en qué han tenido su
origen Se da cuenta de por qué aprecia una cosa y odia otra… La vida visible se le vuelve
comprensible por sus causas invisibles.
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De ahí resulta que existan en el mundo la meurte y la vida. La transmutación see efectúa
lentamente, de modo que las partes decadentes del mundo que se extingue permanecen
adheridas a los gérmens de la nueva vida que surgió de ellas. Este hecho halla su
expresión más clara en el hombre mismo; él lleva como su envoltura lo que se ha
conservado de aquel mundo que se extingue, y dentro de ella se desarrolla el germen del
ser que vivirá en el porvenir. Así, el hombre es un ser de doble aspecto: mortal e inmortal; lo
mortal está en su fase final, lo inmortal en la inicial… “Llevo dentro de mi ser los elementos
de un mundo en decadencia que allí se hallan activos y cuyo poder sól puedo reprimir
lentamente gracias a los nuevos elementos inmortales que nacen a la vida”.
Si, a la hora de su muerte, pudiera hablar consigo mismo con plena conciencia, tendría que
decirse: “Lo que se extingue ha sido mi maestro. El hecho de que tenga que morir es el
efecto de todo el pasado al que estoy vinculado. Mas el suelo de lo mortal me permitió
madurar los gérmenes de lo inmortal, que llevo conmigo hacia otro mundo. Si todo
dependiera solamente de lo pasado, nunca hubiera nacido; con el nacimiento, la vida de lo
pasado llegó a su fin. La vida en el mundo snesible ha sido arrebatada a la muerte universal
por el germen de la nueva vida…. Y la enfermedad o es sino el efecto duradero de los
elementos del pasado que se hallan en extinción”
Todo esto encierra la respuesta a la pregunta de por qué el hombre sólo progresivamente se
abre paso desde el error y la imperfección hacia la verdad y el bien. Sus acciones,
sentimientos y sentimientos dependen inicialmente del predominio de lo que se halla en
decadencia y extinción… Lo imperecedero aparecerá solo en la obra realizadao por esos
órganos. Sólo cuando el hombre por su esfuerzo haya extraído todo lo que sea posible de lo
que se extingue será cuando pueda prescindir de los elementos que le servían de base para
su desarrollo y cuya expresión es el mundo físico-sensorial.