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Libros encuadernados
Las encuadernaciones tienen por objeto procurar al libro tres ventajas: su conservación, su fácil manejo y su
presentación artística.
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Encuadernación en la antigüedad
Los documentos escritos o grabados eran tan apreciados y raros en la antigüedad que pronto se pensó en
buscar el medio para protegerlos. Los ladrillos cocidos de Babilonia estaban numerados en el orden en que
debían ser leídos y se almacenaban en estanterías cuidadosamente catalogadas, pues cada tablilla llevaba
Wikipedia el título de la obra de la que formaba parte.
partir del momento en que ue posible escribir sobre algo susceptible de enrollarse, como la seda, el
papiro o el pergamino, el problema de verificar el orden de los documentos y de cómo podían ser protegidos
se resolvió más fácilmente. Los rollos que trataban de un mismo tema se colocaban juntos y apretados,
muchos de ellos se han encontrado dentro de jarras que fueron enterradas para sustraerlas a la calamidad
de los tiempos. Los rollos preciosos eran guardados en cofrecillos de madera de esencia rara, a menudo
maderas olorosas con finalidad profiláctica, o bien en cofres de metal más o menos preciosos y decorados.
Real Academia
No empiezan a utilizarse hasta la época romana con la invención de los códices pero ya en los volúmenes
egipci os y greco-romanos se adoptó ci erta encuadernación de forma rudimentaria q ue consistía en un
envoltorio de piel sobre el rollo de papiro o de pergamino y que iba ligado al mismo con tiras o correas. Los
textos griegos o romanos se unían a menudo con un cordoncillo que se pasaba por una de las esquinas o se
cosían sobre el lado izquierdo. Habitualmente se escribía sobre tablillas de madera o marfil recubiertas de
cera. Estas tablillas estaban a veces unidas mediante bisagras o por un grueso hilo para formar dípticos y
Logo de trípticos.
letraherido.com:
Para guardar los volúmenes con su envoltorio o sin él, se colocaban verticalmente en cajas cilíndricas de
madera o metal conocidas con el nombre de scrinium, las cuales podían contener cierto número de
volúmenes juntos. A veces, para lib ros o volúmenes precioso s, se hacían estuches y cajas de metal precioso
y se adornaban con pedrería en cuyo arte destacó la España visigoda.
Rudimentos de encuadernación pueden también desc ubrirse en los pugilares que usaban los romanos
cuando se unían con anillas y cordones y más aún cuando tenían la forma de múltiples dípticos a modo de
tapas con charnela. Pero la verdadera encuadernación no pudo tener lugar hasta que se inventaron los
códices de pergamino. Al principio, debió ser muy sencilla y poco artística formando las cubiertas del códice
otra piel más gruesa sobre tablitas de madera. Pero ya desde el si glo XV empieza el lujo en la
encuadernación, con labores de orfebrería y escultura en las tapas dando ejemplo y sirviendo de modelo
desde el tiempo de Constantino la fastuosa Bizancio.
En las civilizaciones del sudeste asiático o amerindias los "libros" estaban a menudo hechos con hojas de
palmera o bambú. Estas hojas estaban cortadas en rectángulo y todas ellas eran agujereadas en el mismo
lugar para permiti r el paso de la cuerdeci lla que las reunía. La protecci ón estaba asegurada por do s
planchas de madera o de corteza de árbol que tenían las mismas dimensiones que las hojas y estaban
atadas con ellas.
Según la leyenda —y las leyendas a menudo están en lo cierto— cuando Cleopatra invitó a César a visitar
lo s talleres de Alejandría, le mostró los p rimeros pasos de una nueva fórmula de presentación de los
documentos. En lugar del habitual rollo o volumen, a los egipcios se les había ocurrido la idea de doblar las
hojas de papiro en dos partes, cortar varias de estas hojas del mismo modo para que tuviesen idénticas
dimensiones y unirlas entre sí cosiéndolas de modo que formaran una especie de "ladrillo cuadrangular" fácil
de consultar. Este "ladrillo" se llamará codex y es el antecedente del libro. El codex se extendió desde
Egipto a comienzos de nuestra era. Dado que el papiro se plegaba con cierta dificultad, se decidió utilizar
en su lugar el pergamino.
Fue en los monasterios coptos, en los primeros siglos de nuestra era, donde el arte del libro empezó
verdaderamente su andadura y donde la técnica fue inventada. Quedan muy pocas encuadernaciones de
esa época. A veces se trata de un sólo y grueso cuadernillo recubierto de piel, otras de varios cuadernillos
cosidos con una aguja o dos agujas que trabajan separadamente para formar una cadeneta muy sólida. Los
lomos son lisos, pues los hilos de costura pasan simplemente por el fondo de los cuadernillos sin hilo ni
nervio de apoyo. Las tapas son de madera o hechas de papiro pegado con cola. Tienen la dimensión exacta
de los cuadernillos, así pues, no hay cejas. Esta técnica influyó en todos los países de la ribera oriental
mediterránea y la Europa carolingia. Los europeos no abandonaron la técnica copta hasta la invención del
telar entre los si glos X y XII.
Edad Media
Tres clases de encuadernaciones se distinguen a partir de dicha época y por toda la Edad Media:
Sencillas o de pura utilidad. Es el libro manual y corriente, sobre todo, en los monasterios que se
encuadernaba con dos sencillas tablas cubiertas de piel o de pergamino sin labores artísticas y se
ataba con alguna correa o se cerraba con manezuelas metálicas o bien se cubrían los cortes con una
prolongación de la piel a modo de cartera. En las universidades, los libros mayores solían guarnecerse
con punteras de bronce o hierro y se ataban con una cadena a un poste dentro de un pupitre a fin de
evitar extravíos. Por ello, recibían el nombre de libros de cadena o encadenados. Algunos de estos
códices se guardaban en armarios y cajas no en posición recta o de canto sino tumbados recibiendo
por ello, el nombre de tumbos cuando eran registros de alguna magnitud, custodiados en los Archivos
y por la clase de piel que los recubría se llamaban becerros.
Elegantes. Se formaban con tablas que se recubrían de terciopelo sobre el que se añadía alguna
guarnición de plata o bien se forraban con guadameciles tachonados con clavos de adorno. Esta
forma debió de empezar a usarse en Constantinopla hacia el siglo V pues en mosaicos de la época se
representan ministros o servidores del Emperador llevando grandes libros encuadernados de forma
parecida. Pero no se decoraban por entonces las pieles con gofrados repujados que no parecen
conocidos antes del siglo XIII. En los si glos XIV y XV hasta principi os del XVI se llevó mucho la
encuadernación con estas últimas labores sobre todo en España ya comenzados por lo menos en el
siglo XIII siendo de estilo mudéjar los gofrados conocidos.
De gran lujo. En estas se empleaban los marfiles labrados, las placas de oro y plata con relieves y
esmaltes y las piedras finas. Se destinaban casi exclusivamente a libros litúrgicos y Evangelios. En su
ornamentación se refleja siempre el estilo de las épocas y regiones que las produjeron.
Edad moderna
En la Edad Moderna desaparecen casi por completo las encuadernaciones de gran lujo o con metales
preciosos y sólo por excepción se usan alguna vez para obsequios personales. Pero, en cambio, se hacen
más artísticas las de lujo mediano e incluso las ordinarias dando Italia la norma del gusto y estilo en las
mismas se sustituye la madera por el cartón para aliviar el peso del libro y evitar su destrucción por la
carcoma aunque todavía en el siglo XVI se encuaderna a menudo con tablas y se da más importancia que
antes al lomo del libro, decorándolo e imprimiéndole rótulos ya que ha de quedar visible en la estantería. El
cartón o la tabla se recubren con pergamino o pieles finas (badana, chagrín, marroquín, piel de Rusia)
decoradas con gofrados y dorados de estilo plateresco y semiarabesco en los libros de lujo mientras que
otros se encuadernan sencillamente con cubierta de pergamino liso. Desde el siglo XVII se admite la media
encuadernación de pi el sobre el lomo y en las puntas y de papel en lo restante. A finales del siglo XVIII se
introduce la encuadernación mecánica o i ndustrial. La mayor difusión del libro hace que los materi ales
nobles sean sustituidos por imitaciones o por telas. La encuadernación ya está a cargo del propio editor que
decide (no siempre afortunadamente) un tipo de encuadernación adec uada para la temáti ca y el uso del
libro.
Llegado el siglo XIX sin abandonar dichas formas, va cundiendo la encuadernación inglesa de simple tela de
percalina sobre el cartón aunque adornada con impresiones de oro y colores.
TIPOS DE ENCUADERNACIONES
Rústica: El libro, cosido o encolado, está forrado simplemente con una cubierta de papel, generalmente
fuerte, y pegada al lomo. Por favor, no desprecie este tipo de encuadernación: la riqueza de los materiales
poco tiene que ver con la belleza o con la imaginaci ón, y en este tipo de encuadernación es posible
encontrar diseños maravillosos. Les diré que los ejemplares más queridos de mi biblioteca particular están,
precisamente, en rústica.
Generalmente los libros que presentan este tipo de encuadernación son edici ones baratas, ya que una
encuadernación de este tipo es mucho mas económica que una encuadernación en pasta dura; si además
las hojas no se cosen, si no que solamente se pegan, el costo de la pieza es menor; por esta misma razón el
papel en este tipo de libros suele ser de baja calidad. Este tipo de encuadernación existe desde mediados
del siglo XIX, pero se popularizo alrededor de 1930. Los libros de comics son un buen ejemplo de este tipo
de encuadernación.
Cartoné: Se aplica la definición anterior, con la única diferencia de que el cartón sustituye al papel. Los
planos de las tapas son de papel y el lomo de tela o también papel.
Tela o tela editorial: En este caso el papel o cartón están sustituidos por tela. El Art Noveau -en
España Modernismo- (estilo nacido a finales del siglo XIX cuyo mayor mérito consiste en haber adecuado
los productos artísticos a la vida práctica) influyó decisivamente en este tipo de encuadernación.
Holandesa, holandesa puntas y media holandesa: El lomo y la parte más cercana a él, están
forradas con piel (o con otro material diferenciador) mientras que el resto de la tapa está forrada en papel,
cartón o tela. La pi el puede forrar tambi én las puntas y, aunque esto es menos frec uente, hasta la mitad de la
tapa del libro.
Piel: Las tapas y el lomo están forradas íntegramente por pi el, generalmente trabajada. Si cumple los
requisitos de la holandesa se le puede denominar, también, media piel.
La encuadernacion en piel es el arte de convertir una piel orgánica ya sea de vacuno, cabra o animal exótico,
si es el caso en la cubierta más exquisita de un libro o conjunto de hojas que desean poner en relieve su
naturaleza o importancia en el tiempo.
El uso de la encuadernación en piel data del siglo XIII pero actualmente la curtiduría de esta época ha
mejorado su proceso ya que el uso de productos químicos espec iales permite obtener pieles con una
calidad mucho más agradable al tacto y a la vista.
3. La curtida con pigmentos y preservantes especiales . Estas pieles son ideales para encuadernar los
lomos de los libros puesto que los tonos que se obtienen son posteriormente laqueados con bromuro y
planchados en vapor por lo que su espes or es previamente lijado y su grosor no es tan flexible lo que permite
mejor adherencia en el pegado y aplicado de accesorios. Su uniformidad y realce dependen de la calidad
de la piel antes de ser curtida, de su buena flor y no haber sido atacada por insectos.
Este arte de la encuadernación, aún es común en gran parte de Europa, con muchos y muy importantes
talleres y escuelas donde s e practi ca, comercializa y enseña, con técnicas muy puras, donde sólo es
moderno las películas para estampar o dorar las cubiertas y los lomos, pero no así las técnicas en su
aplicación, siendo esto lo que le da gran valor artístico a cada obra.
En Occi dente, lamentablemente se practica poco y se limi ta en la mayoría de las veces al tradi cional
encuadernado en tapa dura(cartoné) o en tapa "rústica" , para Tesis escolares; son pocos los talleres
especializados, donde se restaura por completo una obra, el alto costo, la falta de talleres, materiales,
equipos y artistas, el desconocimiento de la gente y las técnicas de encuadernado modernas, económicas y
al alcance de cualquier bolsillo, como el "engargolado", son los factores más importantes, para que haya
casi desaparecido.
La batalla por conservar el arte de la encuadernación no está perdida, aún quedamos los que la apreciamos,
la difundimos, la practicamos y tenemos la gran responsabilidad que sea heredada y puesta en práctica en
esta y todas las futuras generaciones, es innegable, el gran placer que dá, el tomar un buen libro, de un gran
contenido cultural, recorrer y leer cada una de sus páginas, sentir el satín de sus hojas, llenarte la vista con
ilustraciones impresas en modernos equipos o impresos a la litografía o al grabado en "tórculo", disfrutar por
ejemplo a Dore y sus magnificas ilustraciones, que pareciera que el mismo "Quijote" o los demonios de la
Divina Comedia, tomaran vida propi a y te narraran por si mismos s u historia, sentir el peso y el olor
característico de un libro, quedar dormido en una sala de estar o en la cama al momento de leer y disfrutar
algunas pági nas; son placeres q ue el frívolo y estresante monitor no puede da r.
La encuadernación, entonces, enmarca y da dignidad al libro, el trabajo artístico convierte pues a la obra en
un reducto de arte y cultura, puesta en las manos del lec tor.
Pergamino: Es piel de carnero, de cabra o de asno y, en algunos casos más frecuentes de lo que puedan
imaginar, humana. El proceso consiste en sumergir las pieles durante unos días en cal, tras lo cual se
limpiaban del vellón o pelo, se raían con un rasorius, se adobaban, estiraban y pulían con piedra pómez. Era
tan caro y escaso el pergamino que era frecuente utilizar uno muy anterior, borrando las esc ritura y
escribiendo encima (palimpsesto), así que no es raro encontrar que la encuadernación de un libro,
relativamente moderno, se haya hecho con la hoja de un códice de siglo X, borrado parcialmente. No le
recomiendo que, por ello, y para buscar el tesoro, destroce libros. Con mirarlo con luz ultravioleta suele ser
suficiente. La vitela es un pergamino extraordinariamente fino y flexible procedente de un becerro recién
nacido o nonato (como San Ramón) y se utilizaba para confeccionar lujosos códices miniados (adornados
con miniaturas).
Pergamino flexible y a la romana : Si el pergamino está reforzado por la parte interior con cartón es a la
romana. Pergamino flexible es cuando se aplica directamente sin sostén (sin refuerzo quería decir).
Pasta española o Pasta valenciana: Las tapas y el lomo están cubiertas con piel de cordero o cerdo,
teñida de color marrón claro y decorada con jaspe salpicado. En el caso de la valenciana, la piel se arruga
antes de teñirla, ofreciendo un jaspeado más rico y caprichoso que nos recuerda el mármol.
Encuadernación alzado: es uno de los diversos estilos de encuadernación para terminar el pliego de un
libro o una revista.
La característica principal es que en este cuadernillo todas sus páginas están montadas unas sobre otras,
formando así el orden en el que se quiere formar la revista o el pliego o cuadernillo que sería parte de un
libro.
En general los cuadernillos van cosidos con alambre, algunas personas dicen aborchados.
Los Pliegos (cuadernillos) se pueden alzar unos sobre otros de forma manual o con una máquina automática
o semiautomática denominada alzadora.
Encuadernacion con taladro: es un tipo de encuadernación que ha revolucionado las encuadernaciones
de la época ya que los libros actuales se imprimen en hojas sueltas y no en folios doblados como se hacía
antes. Este tipo de impresión obliga al impresor a emblocarlos verticalmente con gomas especiales frías o al
calor .
Las ventajas de la encuadernación con taladro es que el lomo es perforado con brocas d elgadas
verticalmente siguiendo una secuencia uniforme para su posterior cosido vertical. Su durabilidad depende
del hilo usado, nylon preferiblemente. Esta forma evita el deshojado o quebrado al abrir excesivamente el
libro.
TÉCNICAS
Doblado
Primer paso de la encuadernación. Se reali za superponiendo punta a punta los pliegos, de derec ha a
izquierda y haciéndolos girar poniendo el doblez en dirección al operario, para continuar con los siguientes
plegados.
Para 8 páginas son 2 dobleces, para 16, 3 dobleces y para 32, 4 dobleces. Los impresos de 64 páginas
deben cortarse para convertirlos en 32 páginas, pues son muy difíciles de doblar y se producen arrugas en el
papel.
Es común que la publicación tenga más o menos páginas que no guarden la relación de 8, 16 o 32. En esos
casos se imprimen pliegos de 4 páginas para llegar al número correcto de folios, que se colocan "a caballo"
de los normales, para reforzar el lomo en el cosido de los mismos.
Los pliegos doblados se prensan y empaquetan para nivelar la mayor altura que provocan los dobleces y
facilitar el "alzado" de los mismos.
Alzado
Consiste en armar pilas paralelas entre sí, siguiendo el foliado de cada pliego, sobre mesas redondas y
giratorias, alrededor de la cual se colocan 4 ó 5 operarios que van alzando los pliegos , uno por uno, para
armar el libro.
En el caso de las revistas, los pliegos en vez de levantarse, se intercalan uno dentro de otro, en forma
progresiva, inclusive la tapa. La operación se realiza en mesas especiales de 2 ó 3 metros de largo, según
la cantidad de pliegos.
Francesa, para publicaciones con lomos mayores a un centímetro de espesor. Los broches se colocan
sobre las hojas, paralelos al lomo, y quedan ocultos por las tapas que se pegan con adhesivo y tienen un
trazado especial con esa finalidad.
Cosedoras a alambre
Las máquinas cosedoras son alimentadas con alambre en rollos y forman el broche con el largo de patas de
acuerdo al grosor del lomo. Son atendidas por tres operarios.
El primero abre la revista en su parte central y la coloca sobre la platina, el segundo la ubica en el lugar
correcto bajo el cabezal que abrocha y el tercero la retira para api larla al costado de la máquina. La
producción depende exclusivamente de la habilidad y rapidez de los operarios.
Refilado
Las revistas cosidas a caballo, se cortan o guillotinan, de frente, cabeza y pie para llevarlas a su tamaño
final.
Las cosidas a la francesa, deben cortarse de lomo antes de colocarles los broches.
Encuadernación artesanal
Una vez alzados los pliegos, se cosen por el lomo con aguja e hilo, para armar el libro utilizando telares de
mesa.
Los pliegos se colocan sobre el telar a medida que se cosen, apoyándolos sobre las tiras de tela que
sostiene el telar a las cuales también se cosen los pliegos y son las que se utilizarán para pegar las tapas y
dar fortaleza al lomo.
Telar de mesa
El libro terminado deberá refilarse para llevarlo al tamaño definitivo
Esquema de funcionamiento
El redondeado del lomo se realiza manualmente y luego en una prensa que sujeta el libro
Prensa
Esta tela debe sobresalir del lomo 10 cm de cada lado para pegar las tiras guía de tela y posteriormente las
tapas
Las tapas, de cartón, se arman en tres partes, tapa, lomo y contratapa, separadas entre sí y unidas a la vez
por el forro de papel, tela o cuero. La separación es la bisagra para la apertura del libro.
El lomo debe tener el ancho exacto para cubrir la parte redondeada, que es más gruesa que el resto del
libro. Esa diferencia se ajusta al pegar las tapas.
Para pegar la tapa al libro, se pegan la tela de muselina y las tiras de tela a la primera y última página del
libro y después las tapas a esas páginas.
METODOS PASO A PASO
1. DESBARATAR el libro. Deshacerlo por pliegos (signaturas). Normalmente cada pliego tiene 8 hojas (16
paginas). Coger el centro del cuadernillo y cortar el hilo antiguo. En caso de estar pegados, despegar una a
una las páginas.
2. REPASAR las hojas. Restaurar las rotas, quitar con el rejón la cola adherida, estirar las dobladas.
3. GUARDAS BLANCAS. Cortar con cuchillo las guardas blancas o crudas y pegarlas con cola clarita. Una 5
milímetros mayor que la otra para poderla pegar doblándola al primer y último cuadernillo, la otra a ras del
pliego. REGLA para pegar: normalmente se pega con cola espesa materiales distintos (tela-papel, tarlatana-
papel etc), con cola mediana papel con papel en lomos etc. y con cola clarita las hojas con las hojas.
5. SERRADURAS. Se hacen con una sierra pequeña en el lomo. Prensar los cuadernillos bien alineados en
una prensa vertical. Las medidas no son exactas pero se puede tomar como norma (para tres cuerdas) las
siguientes C P
__1.5_____2_________1/2________2____2__
I______I______I_______I_______I____I___I
Las serraduras se hacen transversales al lomo, lo suficientemente profundas para que entre una cuerda de
cáñamo.
6. COSIDO del libro. Se cose en el telar. Normalmente se ponen tres cuerdas de c áñamo verticales
coincidiendo con las serraduras centrales del libro. Se cosen los cuadernillos uno a uno empezando por el
último. Para coser se utiliza un hilo de lino o cáñamo que por lo general se adquiere ya encerado. El grosor
de acuerdo al número de páginas del libro (cuanto más ancho el tomo más fino el hilo). Se inicia por la
serradura del pié (dejando un cabo del hilo al aire), atravesando con la aguja hasta el centro del cuadernillo
(normalmente 4 hojas, pero no siempre) hasta la primera serradura correspondiente a una cuerda por donde
se saca la aguja (el hilo queda longitudinalmente por el centro del cuadernillo). Se vuelve a introducir la aguja
por la misma serradura rodeando la cuerda y se saca por la serradura central y así sucesivamente hasta
llegar a la cabecera del cuadernillo, (ajustar tirando del hilo en cada extremo). Se continúa en el segundo
cuadernillo (desde la cabecera al pié) y se ata el hilo al cabo que se dejó suelto inicialmente. A partir del
tercer cuadernillo se hace una cadeneta cada vez que se llega al extremo, cogiendo el cuadernillo anterior.
Se termina el último cuadernillo con varias cadenetas. Cuando se necesite empalmar el hilo se hace con
nudo marinero que se introduce en la serradura y se corta lo que sobre. Al sacar el libro del telar, cortar las
cuerdas dejando unos 4 centímetros a cada lad o.
7. SENTAR COSTURA. Se dan martillazos en las costuras de la portada y final cerca del lomo para asentar
la costura e igualar el libro.
8. PEGAR con cola clarita la primera hoja del libro a la segunda con una escalerilla de unos milímetros.
Pegar el primer cuadernillo (que tiene la doblez de la guarda blanca) al segundo para que no se vea. Hacer
lo mismo con el último cuadernillo y última hoja.
9. GUARDAS DE COLOR. Pegar guardas dobles de color con cola clarita a lo largo de la portada y del final.
Una vez secas se pega el revés de la guarda de color a la primera guarda blanca con cola clarita. Se mete
en PRENSA entre dos tableros dejando el lomo sin prensar (una vez cosido no se debe prensar más) unos 5
minutos poniendo dos chapas de aluminio en el centro de las guardas de color y papel encerado separando
la guarda blanca (para que no entre la humedad al libro).
10. RISCLADO. Tirar de las cuerdas de cáñamo para que queden estiradas sin que se salgan. Dar unos
martillazos para que se doblen sobre las guardas de color. RISCLA RLOS con la plegadera sob re las
guardas. Se PEGAN con cola gruesa estirando la cola con espátula o plegadera para abrir la cuerda en
abanico.
11. ENCOLAR las serraduras con cola mediana para que queden fijas las cuerdas y los cabos de los hilos.
Dejar que sequen.
12. CORTAR (si es necesario) con guillotina o cizalla los cantos. 1º Pié sin cuadrar. 2º Cabeza y 3º Delantero
cuadrando con la cabeza.
13. ENCOLAR el lomo con cola mediana (con cuidado de no salirse por los lados) en una prensa vertical sin
apretar demasiado dejando sobresalir el lomo unos 6 milímetros. Dejar secar 10 o 20 minutos hasta que no
manche al tacto.
14. REDONDEAR el lomo cuando la cola aún no está muy dura. Sacar media caña con el martillo dando
golpes al lomo sobre una mesa y presi onando con el pulgar el delantero para que se redondee. Ir
redondeándolo paulatinamente por los dos lados.
15. CAJOS. Sacar cajos. Se mete el libro en la prensa dejando sobresalir el lomo 3 milímetros de la regla de
la prensa (que es el grueso del carton que se va a poner). Con el martillo se va doblando el lomo sobre los
laterales de la prensa sin que pierda la media caña. Los cajos deben quedar bien marcados para que
encajen las tapas.
16. TAPAS. Corte el cartón con la cizalla (o con un buen "cutter") adaptándolo al tamaño del libro. Conviene
señalarlo. Deje arriba y abajo una ceja de 3 milímetros, el delantero córtelo a ras, ajustado al cajo. ADAPTE
las tapas al libro y marque la portada y el final como van a ir. Se puede ayudar del martillo para encajar las
tapas al cajo.
17. CABEZADAS. Cortarlas un milímetro más angostas que el ancho del lomo, (dejar un cuadernillo a cada
lado sin cabezada). Pegarlas con cola espesa. Dar cola en los extremos para que no se deshilachen.
18. ENLOMAR. Pegar con cola media papel de estraza en el lomo, sin cubrir las cabezadas, dejando una
pestaña a los lados de 4 cms. Alisar con plegadera. Se puede hacer lo mismo con tarlatana pegándola con
cola espesa y dándole otra vez con cola espesa por encima. Pegar encima papel de estraza cubriendo las
cabezadas pero del ancho del lomo (sin dejar solapas). Alisar con la plegadera. Dejar SECAR entre tableros
bajo peso cuanto más tiempo mejor. El papel de estraza cortarlo siempre longitudinalmente, en el sentido de
la veta y pegarlo por el lado áspero. Optativamente se puede poner fuelle.
19. CARTULINA para el lomo. Cortar una cartulina de cajo a cajo de ancho (un pelín menos). De la misma
altura que las tapas.
20. TELA. Se corta una pieza de tela que soporte la cartulina del lomo en el centro y las tapas separadas por
7 mm de los lados de la cartulina. Se extiende la tela en una mesa y se PEGA con cola mediana la cartulina y
las tapas de la forma indicada dando con cola a toda la tela. Debe sobresalir la tela por los lados unos 4 cm.
Se cortan las esquinas de la tela. Enseguida se dobla la solapa de arriba pegándola sobre las tapas y
cartulina; se hace lo mismo con la de abajo; después las solapas de los lados teniendo cuidado en las
esquinas y redondeándolas con la plegadera.
21. TAPAS. Se mete el libro en las tapas viendo que ajuste bién y se PEGA los cajos con cola espesa al
borde de la cartulina dejando el lomo al aire. Para esto es necesario redondear la cartulina de la misma
forma que lo está el lomo del libro. Con la plegadera marcar el cajo empujando la tapa hacia el lomo. Con la
plegadera marcar el cajo y empujar la tapa hacia el lomo.
22. TIRO. Se debe PEGAR un rectángulo de papel de periódico en las tapas para que haga de tiro. Se baja
la solapa de papel o tarlatana y se mide el espacio de la tapa que queda entre ésta y la tela donde va a ir el
pedazo de papel. Se corta un papel del mismo tamaño y se PEGA el tiro con engrudo en la tapa de portada
y final.
23. PEGADO DE LAS TAPAS. Pegar con engrudo las guardas a las tapas. Se echa engrudo en la parte
blanca de la guarda de color de la portada, se baja la solapa de papel o tarlatana y se echa engrudo encima
y por último se deja caer la tapa sobre la guarda que tiene engrudo. La misma operación con la tapa del
final. Poner papel encerado entre la guarda de color y la blanca para que no pase la humedad.
24. PRENSAR DURANTE UNOS MINUTOS poniendo una chapa preferiblemente de aluminio entre las
guardas de color de cada lado del lib ro y dejando los papeles encerados puestos al pegar. A los 5 minutos
sustituir las chapas por papel satinado, (opcionalmente poner papel secante entre guarda de color y guarda
blanca, repasar la encuadernación y volver a meter en prensa suave o bajo peso el máximo de tiempo
posible (2 o 3 días).
2. PEGAR EL LOMO con cola espesa. Se hace en la prensa vertical, dejando asomar el lomo. Se encola
desbarajándolos para un lado y para el otro de forma que la cola e ntre unos milímetros en cada hoja.
5. AGUJEROS que atraviesen todo el libro. Hacer uno antes de la primera serradura, otros dos al lado de
cada serradura donde va a ir cuerda (uno a cada lado) y otro después de la última serradura. Para hacer los
agujeros se puede utilizar un trompo con una broca de tamaño de 1.1/5 mm.
6. DESBARATAR OTRA VEZ el libro de seis en seis hojas que quedan como cuadernillos pegados.
7. COSER EN TELAR. Normalmente con tres cuerdas. La aguja se mete siempre por arriba por este orden:
Se cogen dos cuadernillos a la vez. La primera vez coser doble cada puntada. El hilo debe ir cruzándose
delante de cada cuerda quedando por fuera del lomo.
8. GUARDAS BLANCAS. Pegar guardas blancas con cola clarita. En este caso son guardas dobles sobre
la portada y fi nal.
9. SEGUIR IGUAL que en libros de COSIDO NORMAL - PUNTO A-9 (GUARDAS DE COLOR) hasta
PUNTO A-25 (ROTULOS).
FASCICULOS COSIDOS (Cuadernillos no pegados)
1. GENERALIDADES. Normalmente vienen con guardas de color y tapas armadas. Ver si la cartulina del
lomo es gruesa (cartón) o suave (cartulina). En el primer caso el lomo será plano y llevará fuelle, en el
segundo habrá que redondear un poco la cartulina (humedeciéndola si es necesario). En ningún caso se le
saca cajo. No se les pone tiro a las tapas.
2. PRENSAR los fascículos todo el tiempo que se pueda para que se ahormen.
3. SERRADURAS. Se deben hacer como si se fuera a coser normalmente pero teniendo en cuenta que se
van a utilizar cintas de medio centímetro en vez de cuerdas; luego las serraduras hay que hacerlas dobles
para cada cinta y sin profundizar demasiado.
4. COSER EN TELAR. Armar el telar con cintas en lugar de cuerdas para que el libro se pueda abrir
totalmente cuando esté encuadernado. Coser igual que en COSIDO NORMAL -PUNTO A-6 pero teniendo
en cuenta que el hilo rodee la cinta sin arrugarla. Utilizar hilo muy fino para que no engorde el lomo. Vigilar
que el lomo quede lo más a ras posible.
5. SENTAR COSTURA. Ver que las cintas no se hayan quedado cogidas por el hilo. Igualarlo dando
martillazos sobre las costuras en portada y final. Y hojear los cuadernillos re visando que las cos turas no tiren.
6. GUARDAS DE COLOR. Pegarlas con cola clarita. Utilizar cola espesa en caso que haya mucha humedad
para evitar que la humedad entre por las costuras hacia el libro.
7. CINTAS. Tirar de las cintas para que queden estiradas sin que se salgan. Doblarlas sobre las guardas de
color. Se PEGAN con cola espesa al revés de las guardas de color. (Utilizar plegadera para alisar la cola
sobre la cinta).
8. ENCOLAR el lomo con cola espesa (con cuidado de no salirse por los lados) en una prensa vertical sin
apretar demasiado. Dejar secar de 10 a 20 minutos hasta que no manche al tacto.
9. CORTAR cabeza, pié y delantera, fijándose que normalmente las tapas son más pequeñas que los
fascículos. Como en los libros, arriba y abajo dejar 3 mm., la delantera casi a ras.
10. REDONDEAR sólo en el caso contemplado en GENERALIDADES - PUNTO C-1. En ningún caso se
sacan cajos a los fascículos.
12. ENLOMAR utilizando tarlatana mejor que papel. Si se utiliza tarlatana pegarla con cola espesa y luego
darle otra vez cola espesa hasta cubrir la trama.
13. FUELLE. En el caso que las tapas traigan la lomera rígida es necesario poner fuelle para que el lomo
plano pueda tener juego. Encima de la tarlatana se pone el papel de estraza doblado en acordeón (dos o
tres pliegues). Se pega con cola espesa sólo en los bordes. (En caso que la lomera que traigan las tapas
sea blanda y se haya redondeado poner el papel de estraza igual que en COSIDO NORMAL - PUNTO A-18.
14. TAPAS. Utilizar las tapas que vienen hechas con los fascículos. Si se ha puesto fuelle pegarlo con cola
espesa a la lomera de las tapas (el último pliegue). Si es lomera redondeada pegar solo los bordes del lomo
a la lomera con cola espesa.
15. PEGADO DE TAPAS. Echar engrudo sobre la parte blanca de las tapas de color, bajar solapa de papel
o tarlatana y cubrir de engrudo para dejar caer la tapa sobre la guarda. Poner papel encerado entre guarda y
primera hoja del fa scículo para que no entre la humedad.
16. PRENSA. Prensar colocando en el exterior dos barras finas que marquen los bordes del lomo sobre las
tapas. En el interior poner papel encerado entre guardas de color y blancas y chapas de aluminio entre las
guardas de color como en COSIDO NORMAL - PUNTO A-24 unos minutos. A los 5 minutos repasar la
encuadernación y sustituir las chapas de aluminio por papel encerado (opcionalmente poner papel secante
entre guardas y primera hoja del cuadernillo) y dejar en prensa suave, sin apretar demasiado, o bajo peso el
máximo de tiempo posible (2 ó 3 días).
1. GE NERALIDADE S. Los fascículos por entregas que no son grandes atlas o mapas de c arretera
normalmente vienen en cuadernillos pegados. Estos no hace falta coserlos, simplemente se pegan.
2. ENCOLAR el lomo con cola espesa desbarajándolo para un lado y para el otro de forma que la cola
penetre uno o dos milímetros por cada lado. Dejarlo secar.
3. SERRADURAS. Hacer las serraduras en diagonal y en ángulo inverso las de los extremos. Las serraduras
deben ser finas para que quepan los cordeles sin holgura.
4. CORDELES. Meter cordeles en las serraduras como si estuvieran cosidos y pegarlos con cola espesa.
Dejarlos secar bien.
5. CONTINUAR como si se tratara de fascículos cosidos, es decir enlomar con tartalana etc.
ENCUADERNACION EN PIEL
1. SEGUIR todos los pasos de preparaci ón del libro según indicado para los libros de tela, es deci r,
desbaratarlo, repasar las hojas, poner guardas blancas o crudas según el color de las hojas del libro, hacer
las serraduras etc.
2. COSIDO. Se procederá al tipo de cosido que se estime necesario según se indicó en el PUNTO A-6 DE
ENCUADERNACION EN TELA, con la única excepción de dejar los cordeles más largos, (unos 7cms.).
4. PEGAR CAJOS como se indicó en el PUNTO A-8, es decir la primera y la última hoja y el primer y último
cuadernillo. No pegar las guardas de color todavía.
6 PAPEL KRAFT. Se pega a manera de guardas, con cola clarita, pero doblado en cuatro parte en el filo del
lo mo , para quitarlo cuando pongamos las g uardas de color. Las guardas de color se pondrán
posteriormente.
7. CORTAR los cantos del libro, si es necesario, con cizalla o ingenio, según PUNTO A-12.
8. RISCLAR los cordeles con la plegadera como en PUNTO A-10, dejándolos largos.
11. ENCARTONAR. Cortar los cartones con cizalla dejando 3 mm. arriba y abajo y 1 cm. en el frente para
luego cortarlo en el momento de la TERMINACION del libro.
12. TRIANGULOS. Hacer una señal en el filo del lomo de los cartones a la altura de los cordeles y cortar con
la chifla en forma de triángulos con cuidado de no traspasar el cartón (unos 2 mm.).
13. PERFORAR. En la punta del triángulo meter el punzón y atravesar el cartón en diago nal.
14. PREPARAR CUERDAS. Poner engrudo en las puntas de las cuerdas, afinándolas con las manos hasta
que se queden finas como agujas. Dejarlas secar.
A. METER cada punta de las cuerdas por la parte exterior de los agujeros de los cartones, tirando fuerte.
B. PONER cola espesa en el hueco del triángulo por abajo y con el martillo machacar cada una.
C. CORTAR la cuerda sobrante (dejarla en unos 2 cm.) y pegarla con cola espesa al la parte interior del
carton aplastándola con la plegadera.
D. PONER papel encerado entre tapas y libro (en portada y trasera) y meter en la prensa 5 minutos entre
chapas y tableros dejando el lomo por fuera.
16. PEGAR cartulina blanca (un poco gruesa, en el sentido de la fibra) o estracilla, por la parte interior de
cada tapa (con cola media sobre la cartulina) dejandola un centímetro mayor arriba, abajo y en el frente.
Alinear la cartulina por el lado del lomo en el interior, ponerle papel encerado, chapa y tablero y meter en la
prensa otros 5 minutos. Dejar secar con peso para que tire durante unas horas.
20. ENLOMAR. Empezar poniendo cabezadas. Si el canto va pintado pintarlo antes de pegar las
cabezadas.
21. PEGAR con cola media una lomera de papel kraft de cabezada a cabezada como en PUNTO 18, y
seguidamente pegar un segundo papel pero con fuelle (un pliegue) y tapando las cab ezadas.
22. GRACIAS. Se cortan las gracias, que consiste en hacer unos piquetes con la chifla en cada lado del
cartón. (En las 4 esquinas pegadas al lomo). Consiste en rebajar el cartón en las esquinas con la chifla
haciendo 4 triángulos pequeños.
23. PREPARAC ION DE LA PIEL. Tomar medida del lomo con un papel como patrón, dejando el lomo ancho
para que doble sobre la tapa (1/4 de la tapa aproximádamente); arriba y abajo dejar sólo 1.5 cms. de
margen para posteriormente doblarlo para adentro.
24. CORTAR LA PIEL. Utilizamos el patrón como medida poniéndolo encima del revés de la piel, se señalan
con la plegadera los filos y se corta con cuchilla y regla.
25. PONEMOS el libro encima de la piel y marcamos con bolígrafo la parte que sobresale de las tapas
arriba y abajo (1.5 cms. apróx.) que es lo que se va a doblar y se necesita chiflar. Tomando como base las
tapas para medir lo que dobla arriba y abajo, (trazar raya con bolígrafo)
26. CHIFLAMOS la piel con la chifla sobre una piedra de mármol pesada. Chiflar es rebajar el grosor de la
piel. Se chiflan los bordes laterales y la parte de piel de arriba y abajo que va a ir doblada en el lomo.
Primero se chiflan los filos, (siempre por la izquierda) con cuidado de no hacer cortes profundos ni perforar la
piel. A la vez que se chifla se va afilando la chifla en la piedra. Rebajar la parte de piel de arriba y abajo hasta
que quede muy fina para poderla doblar. Sacar la "flor" en los bordes que consiste en que aparezca
nuevamente el color oscuro de la piel en sus bordes.
27. MONTAJE DE LA PIEL. Con el trozo de piel preparado se señala el centro, después le ponemos
engrudo en abundancia a toda la piel, doblamos por el centro (juntando solo los extremos longitudinalmente,
sin plegar el centro) y dejamos reposar para que penetre bién el engrudo.
28. CORTAMOS UNA LOMERA con cartón estracilla un poco más larga que el lomo de manera que
sobresalga 2mm. más que la cabezada y de ancho un poco más estrecha que el lomo, después le
echaremos agua y dejaremos que empape.
28.1. NERVIOS. En caso de poner nervios en el lomo seguir los pasos siguientes, en caso de querer un
lomo liso saltar hasta el punto E-29.
28.2. CON LA PLANTILLA de rótulos y tejuelos se marcan las lineas en la lomera de cartulina gruesa o
estracilla (4 ó 5 según se quiera). En las lineas se pegan los nervios previamente cortados de forma que
queden unos 5 mm. más largos por cada lado de la lomera. Utilizar cola espesa. Se deja secar con peso
(teniendo cuidado que no se doblen los nervios).
28.3. CORTAR a ras los nervios preferiblemente con cizalla o "cutter". Seguidamente cortar con la chifla los
extremos al bies de forma que en los bordes de la lomera no sobresalgan. Para hacerlos todos iguales se
puede trazar una linea vertical sobre todos los nervios a 3 o 4 mm. del borde y poner la chifla en la linea para
cortar.
28.4. MARCAR con bolígrafo el tamaño de la lomera sobre la piel y chiflarla un poco evitando que hay un
escalón entre la piel no chiflada que va a ir sobre las tapas y la chiflada que va sobre la lomera.
28.5. PONER ENGRUDO en la cartulina de la lomera sobre todo en las juntas de los nervios con la catulina.
28.6. EN PRENSA VERTICAL se pone el libro y se encola el lomo con cola espesa en abundancia, excepto
2 cm. arriba y abajo.
28.7. SE LLENA LA PIEL de engrudo (en abundancia), se dobla y se le cortan unos piquitos que marcan el
centro.
28.8. SE PEGA LA LOMERA al lomo. Tiene que tomar la forma redondeada del lomo teniendo cuidado que
los nervios se amolden bien al lomo.
28.9. SE PONE LA PIEL encima de la lomera y los nervios y se estira bién hacia abajo (se estira sólo la
lomera, el resto de la piel debe caer de forma natural).
28.10. ENCAJAR bien la piel en los nervios. Con una tenacilla especial, ancha, marcarlos bien.
28.11. CON LA PLEGADERA repasar bien los nervios. Con un trozo de piel apretar el lomo como si se
lustrara.
29. COLA ESPESA al lomo del libro pero dejándole sin untar 20 mm. arriba y abajo.
30. SE PEGA el trozo de estracilla a la piel y ésta a su vez al libro con engrudo.
31. MONTARLO EN UNA PRENSA manual, co n un trozo de otra pi el la pasaremos por el lomo para que se
pegue bien, después estiramos la piel de la lomera con las manos de ambos lados. La piel de los lados no
debe estirarse.
32. SAC AMOS EL LIBRO DE L A PRENSA manual y lo ponemos encima de un trapo del polvo y estiramos
la piel del lomo y el borde pero el doblez que va sobre la tapa se pega con engrudo sin estirarlo, solo
aplastándolo bién, marcamos las gracias y pasamos la plegadera por el lomo y dejamos con peso durante
10 minutos.
33. PRE-FRANQUEAR EL LIBRO. Abrirlo para hacer una preparación para hacer una preparación de cajo,
cerrarlo un poco y pasar plegadera por dentro. Verificar que no se levante la piel del lomo, con plegadera por
dentro y por fuera.
34. DAR ENGRUDO a la parte superior e inferior de la piel para doblarla y remeterla por dentro del lomo y
marcar bien las gracias con una plegadera. Para remeter poner el libro con las hojas para ariiba y las tapas
abiertas, con la mano izquierda sujetar las hojas y el lomo y con los dedos abiertos a cada lado presionar las
tapas, con la mano derecha meter la piel doblándola por la rendija que queda entre el lomo y las tapas.
Ayudarse después con la plegadera.
35. FRANQUEAR EL LIBRO. Se trata de meterlo en cajos abriendo el libro y tirando de la tapa hacia uno
primero y después para adentro bastante fuerte para que encaje bien. Hacerlo con ambas tapas metiendo la
plegadera en el lomo interior para que se adhiera al cajo. A partir de esta operación no se debe volver a
abrir el libro hasta que esté terminado.
36. CON UNA CUERDA marcar bién las gracias. Enrollarse la cuerda a la mano izquierda y hacerla pasar
por las gracias bien tirante. Con la plegadera dar forma a toda la cabezada de piel por dentro y por fuera, sin
aplastar.
37. SIN SOLTAR la cuerda nos mojaremos la yema de los dedos y lo pasaremos por el filo dándole con la
plegadera.
38. LIMPIAR LA PIEL con una esponja mojada en agua y secar con un trapo si hace falta.
40. TERMINACION DEL LIBRO. Cortar con la cozalla el cartón delantero sobrante y después lijar las
delanteras.
41. CORTAR la tela que va a cubrir las tapas. El tamaño debe ser un poco mayor por arriba y abajo y
delantera (1.5 cm. apróx.)para doblarla y pega rla a las tapas . Medir con compás el ancho de la piel que
cubre la tapa, escoger el ancho más estrecho y marcar con la plegadera sobre la piel ese ancho para todo el
lomo por los dos lados. Calcular el tamaño de la tela desde las marcas.
42. PEGAR LA TELA con engrudo, poniendo el engrudo sobre la tela y sobre poniéndola en las tapas desde
las marcas hechas en la piel hacia las delanteras, dejando que sobre para poderlas doblar. Cortar las
esquinas de la tela como en el PUNTO 20 DE ENCUADERNACION EN TELA. Doblar la tela primero arriba
y abajo, después el lateral remetiendo las esquinas y dándoles forma con la plegadera.
42B. SI SE PONE PAPEL hay que pegarlo con cola media y hacerle esquinas de piel.
43. TIRO. Pegar el tiro poniendo el engrudo sobre el papel de "guia". El tiro va del borde de la tela hasta
donde llega la piel. En la banda que queda debajo del tiro a lo largo de la piel se pega papel kraft de la
misma manera que el ti ro. Tener mucho cuidado con que el engrudo no manche la tela de las tapas.
44. QUITAR las guardas provisionales de papel kraft que pegamos al principio.
-Cortar las guardas dobles de color un poco más grandes que las tapas para poder marcarla con lápiz por
fuera metiendo una chapa interior. Se ponen dobladas directamente encajándolas con una chapa de metal.
Seguidamente se marca por fuera sobre la chapa todo el borde de la tapa. Se retira la guarda un poco del
cajo para marcar arriba y abajo el tamaño de las hojas del libro menos 1 mm. a cada lado para cortarlas
posteriormente (el delantero se queda del tamaño de la tapa).
-Cortar por las marcas adaptadas al tamaño de página (menos un mm a cada lado) de forma paralela a la
linea que hicimos del tamaño de la tapa.
-Hacer un corte en diagonal de la guarda que va a ir pegada a la 1ª hoja. El corte va de la delantera hacia el
lomo, es decir, se quita la esquina. (La guarda, una vez pegada, no debe verse en el borde del libro cuando
esté cerrado).
46. PEGAR la guarda dando primero cola espesa al cajo interior, en el canto de la tapa; luego dar engrudo a
la guarda hasta el corte diagonal incluído. Y colocar la guarda en la tapa (dejando un borde) y estirando
suavemente con un trapo. Amoldar con la plegadera la guarda al cajo interior donde se puso la cola espesa
e i ntroducir la guarda, ayudado por un trapo, entre la tapa y el libro lo máximo posi ble. Poner el libro
totalmente abierto, con un tablero sobre c ada guarda. Dejarlo abierto con tableros para que se seque
durante un día (de lado como una paloma muerta con las alas para atrás) con peso sobre el tablero que
cubre la tapa superior.
47. PEGAR la otra parte de la guarda de colores a la guarda blanca con cola clara y meter en prensa 5
minutos con papel de cera entre guardas blancas. Luego dejarlo bajo peso el máximo tiempo posible hasta
que esté bién seco.
48. FINALMENTE cuando esté bién seco, se recorta con tijera el borde sobrante de la guarda.
REGLAS GENERALES
COLA:
Con cola media se pega papel con papel pero que no sea grandes superficies.
ENGRUDO:
Se utiliza engrudo para pegar papel a cartón en grandes superficies, tela a cartón, piel a piel o con cualquier
otra cosa.
CAJOS:
MATERIALES
El papel de imprenta
Para imprimir libros se utilizan numerosos tipos de papel: hechos con trapos, con pulpa de madera química
o con pulpa de madera mecánica. También pueden ser gruesos o finos, duros o blandos. L as características
del papel desempeñarán un importante lugar en la elección del tratamiento adecuado para el libro. Por
ejemplo, si el papel es fino y duro, y el tomo tiene muchas páginas, se deberá usar un hilo delgado para
coser entre sí sus diversas secciones; si, por el contrario, es blando y algo más grueso, habrá que emplear
un hilo de también mayor grosor. El papel blando resulta además más difícil de recortar, por lo que se
deberá tener más cuidado cuando nos ocupemos de los bordes o los cortes del libro. También se deberá
descubrir la dirección de la veta del papel utilizado en el libro, pues repercute sobre las articulaciones entre
las tapas (portada y contraportada) y el lomo.
Tipos de papel
Papel de periódicos: se utiliza únicamente como base o apoyo para las operaciones de pegado o
encolado.
Papel de estraza: se trata de un papel fuerte de envolver, hecho con pulpa sulfatada. Se vende en
distintos grosores y calidades, bien en rollos, bien en pliegos. Se usa para rellenar el lomo y hacerlo
más suave. También se puede utilizar para aumentar el grosor de las tapas, con el fin de adecuarlo a la
articulación del libro.
Papel blanco (papel hilo): Si el papel empleado en el libro es ligeramente coloreado u oscuro, es
mejor no utilizarlo para separar, ya que su color haría demasiado contraste. El papel b lanco también se
usa para reparar los pliegos del libro. Para este fin es importante encontrar la dirección correcta de la
veta, sobre todo cuando se emplee para reforzar el lomo o doblez de un pliego.
Hojas de final: este papel se puede adquirir de muy diversos tipos y calidades. Puede llevar dibujos
sobre un solo lado o sobre los dos. Ambos lados pueden tener una textura lisa, o uno lisa y el otro
rugosa. En el segundo de los casos, a las tapas se les pegará la superficie lisa. Si las guardas llevan
algún dibujo impreso, el reverso suele ir marcado y deberá reforzarse con papel blanco (de hilo).
Papeles para las tapas: estos papeles se encuentran también de muy distintas calidades y clases,
desde los más baratos, simplemente impresos, hasta los más caros, coloreados a mano. También
existe la posibilidad de crearlos uno mismo.
Cartón: los cartones más adecuados para las labores de encuadernación son los de color gris.
Conviene evitar los blancos, pues se rompen con facilidad, así como el cartón de paja, salvo para
trabajos poco importantes.
Papel parafinado: se trata de un papel fuerte y brillante, hecho con lino y cáñamo. Puede ad quirirse en
pliegos. Se coloca debajo de las hojas recién pegadas o encoladas para impedir que la humedad de
la sustancia empleada llegue a otras partes del libro.
Otros materiales
Cuerda : suele estar hecha de cáñamo, y se compra e n forma de bolas o bobinas. Se vende en
distintos grosores.
Hilo: está hecho con lino o cáñamo. Po r lo general, se vende ya encerado, y se desliza más
rápidamente.
Tejido de encuadernar : se trata de un tejido parecido a la gasa, llamado tarlatana por los
profesionales. Se compra por metros y se corta en tiras para reforzar las guardas.
Cinta: se utiliza cinta en lugar de cuerda para coser libros de notas, álbumes de fotografías y otros que
no necesitan abrirse del todo por el lomo; por la misma razón esos libros carecen de articulación.
Tela de encuadernación : consiste en tela de algodón muy densamente tejida. Es muy resistente y
fácil de usar.