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Historia Leon Guanajuato

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Historia de León (México)

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Índice
1 Historia
1.1 Época prehispánica
1.2 Época virreinal
1.3 Época republicana
1.4 Época contemporánea
1.5 Los mártires del 2 de enero: crimen de Estado
2 Referencias
3 Enlaces externos
Historia

Plaza principal de León.


Época prehispánica
Desde esta época, la región que hoy ocupa León fue frontera y encrucijada cultural.
Hay sitios arqueológicos de cierta importancia, siendo del horizonte Preclásico los
más antiguos. La cultura de Chupícuaro se extendió hasta esta zona. Del horizonte
Clásico hay figuras teotihuacanoides. Después de la caída de Teotihuacán, Tula jue
la influencia hegemónica, pero al desplomarse esta, nómadas de los grupos
chichimecas, como guamares y pames, invadieron el bajío abandonándose los
asentamientos sedentarios.

Aunque las investigaciones arqueológicas son limitadas en toda la zona noroeste del
estado de Guanajuato, se han podido definir tres fases de ocupación: la primera
asociada cronológicamente al Clásico medio (100-650 d.C.) y que presenta
similitudes con la cerámica teotihuacana de la misma época. La segunda fase
corresponde al Clásico tardío (650-900 d.C.) en la cual se aprecia un mayor auge
poblacional y una relación muy clara con la región de Río Verde, por la asociación
de tipo cerámico Zaquil Negro. La última fase de ocupación está dominada por formas
de tradición Tolteca. Este asentamiento ha sido considerado como un sitio «rural»
de Mesoamérica.

En la mayoría de los asentamientos se comparte el patrón tectónico ya identificado


en otros sitios del estado y que corresponde a la existencia de plataformas
rectangulares, en donde se combinan espacios cerrados como patios hundidos, plazas,
áreas de habitación, montículos piramidales a manera de adoratorios y altares;
juegos de pelota, así como sectores de cultivo y habitación fuera de los núcleos
principales. Podemos decir que cronológicamente todos los sitios del municipio se
relacionan con el momento de la máxima expansión cultural de la frontera
mesoamericana (600-900 d. C.) con la posibilidad de que este rango de ocupación
pueda variar en ciertos casos, como por ejemplo, en los sitios de patrón circular
representados en la zona occidental del municipio, los cuales pueden pertenecer a
una etapa más temprana.

Época virreinal

Centro histórico.
Durante el siglo XVI los chichimecas incursionaron en la Sierra de Comanja ya en la
época novohispana. Nuño de Guzmán y sus aliados tarascos llegaron el día 2 de
febrero de 1530 al actual territorio del municipio, llamando al lugar Valle de
Nuestra Señora. La dominación agrícola y ganadera por parte de los españoles inicia
a partir del año 1546, con estancias que les fueron concedidas y que eran
constantemente hostilizadas por los grupos chichimecas de la región. Ante esta
situación, los peninsulares solicitan a las autoridades virreinales la fundación de
un poblado mayor para encontrar una mejor protección.

El 12 de diciembre de 1575 el Virrey de la Nueva España Martín Enríquez de Almanza


expide un decreto para fundar un poblado en el llamado Valle de Señora, en las
tierras de Juan Jasso. El asentamiento tendrá categoría de ciudad si residieren en
él cien vecinos o categoría de villa si solo fueren cincuenta. Este mandato se
cumple el 20 de enero de 1576 por el Capitán Juan Alonso de Torres, Juan Bautista
de Orozco y un grupo de españoles e indígenas, los cuales fundan la Villa de León
realizando el trazo de la misma e instalando su primer ayuntamiento. Se decidió
darle este nombre por ser el lugar de procedencia del Virrey, el Reino de León. Los
indígenas son agrupados en los pueblos de San Miguel y el Coecillo, al sur y
nororiente respectivamente.

En 1580 León es elevada a la categoría de alcaldía mayor, asignándosela a su


jurisdicción un amplio territorio, que comprendía grandes extensiones de los que
hoy conforman sus municipios vecinos. Asimismo se decide agrupar a los negros y
mulatos en un nuevo pueblo al norte de la villa con lo cual nace lo que en el
futuro será el Barrio Arriba. Sus habitantes se dedicaban a la artesanía, otros más
a la actividad de la curtiduría, la cual aún es común denominador de la ciudad. A
principios del siglo XVII llegan los Juaninos, quienes levantan un templo y un
hospital en las cercanías de la villa. Al poblarse sus alrededores nace otro
barrio, San Juan de Dios.

La afamada industria zapatera tiene sus inicios en 1645, año en que se documentó la
existencia de un artesano zapatero local y de un taller de zapatos perteneciente a
un regidor local.1

La Orden de la Compañía de Jesús llega a León en 1731 y se les brinda un lugar en


el Templo de la Santa Escuela de Cristo (actual Templo del Inmaculado). Al año
siguiente allí se comenzaría a venerar el óleo de la Virgen de la Luz, patrona de
la ciudad. En 1740 se crea el Beaterio de las Vírgenes Ursulinas, institución de
enseñanza para mujeres única en su tipo en América. Estuvo hasta el siglo XIX,
ubicada a un costado del Templo de los Ángeles. Actualmente, alberga a la
Secundaria Técnica No.1.

En 1787 León pasa a ser una subdelegación de la intendencia de Guanajuato, que es


el antecedente del actual estado.

En 1800 se establece un cuartel, en una casa de la plaza mayor para la milicia de


la Legión del Príncipe y los Dragones de la Reina.

Época republicana

Palacio Municipal de León.


Don Ignacio de Obregón en 1808 participa en las reuniones clandestinas de criollos
para proponer que pueden gobernar la Nueva España, por las inconformidades con los
españoles. El 15 de septiembre de 1810, en Dolores Hidalgo, el cura Miguel Hidalgo
y Costilla convoca a hacer frente a los españoles (autoridades) que exiliaron a los
reyes. Él es nacido en Corralejo, del actual municipio de Pénjamo que entonces
fomaba parte de la Alcaldía Mayor de León. El 4 de octubre enviado por Hidalgo a
insurreccionar el centro del país, entra en León el capitán José Rafael de Iriarte.
En el mes de diciembre, Félix Calleja arriba con sus tropas y toma represalias
contra los simpatizantes del movimiento de Independencia. Para 1817, Francisco
Javier Mina ataca sin éxito las fuerzas realistas acuarteladas en el lugar. En
1821, Agustín de Iturbide ocupa la ciudad y expide una proclama para infundir
confianza a los europeos.

El 25 de abril de 1833, resiste la ciudad por primera ocasión, una epidemia de


cólera. El alumbrado público de petróleo se estableció en León en 1835. 10 de
febrero de 1875 se inaugura la Escuela de Instrucción Secundaria, antecedente de la
Universidad de Guanajuato. El 13 de diciembre de 1885, José María Yermo y Parres
inaugura el Asilo del Sagrado Corazón y la congregación de las Siervas del Sagrado
Corazón de Jesús y de los Pobres. En junio de 1888 la ciudad sufre una espantosa
inundación, las pérdidas de vidas humanas y la destrucción de 117 manzanas con
2.232 casas, tienen como consecuencia más de 5.000 familias en la miseria,
emigración de miles de habitantes y la casi destrucción de la entonces segunda
ciudad más populosa del país. En 1896 se inaugura el Arco de la Calzada dedicado a
los Héroes Patrios y el que vendría a darle a León el primer símbolo de su
identidad.

Se forma el Partido del Centro en 1870 el cual tratara de formar un nuevo estado,
el Estado del Centro con León como su capital y con el territorio de la antigua
Alcaldía Mayor de León y la región de los Altos de Jalisco, la propuesta no
prosperó en el Congreso. Durante 1897 se inaugura el alumbrado eléctrico. En 1914
el primero de agosto, Pascual Orozco toma la plaza con grandes pérdidas de vidas
humanas, y arrasa con el comercio y principales industrias, posteriormente los
villistas la tomarían, Villa nombra a Abel Serratos gobernador. El 29 de enero del
año siguiente, Serratos traslada la capital del estado a León, y desde aquí
pretende gobernar la entidad. El 10 de mayo del mismo año, en Guanajuato, Álvaro
Obregón determina que los poderes de la entidad deben residir en esa ciudad y
desconoce a León como capital del estado. En 1924 se pavimenta la plaza principal.
Durante 1926 la ciudad sufre una nueva inundación aunque de menor cuantía que la de
1888.

La generación de energía eléctrica inició en México a fines del siglo XIX. La


primera planta generadora que se instaló en el país (1879) estuvo en León,
Guanajuato, y era utilizada por la fábrica textil «La Americana». Casi
inmediatamente se extendió esta forma de generar electricidad dentro de la
producción minera y, marginalmente, para la iluminación residencial y pública.

Época contemporánea

Monumento a la Industria del Calzado.


En la década de 1930 la actividad del zapato empieza a ser la principal de la
ciudad, al decaer la rebozeria. Se forma un campo para refugiados polacos en 1943,
en la Ex-Hacienda de Santa Rosa. El 2 de enero de 1946, una multitud, reunida ante
la casa municipal para protestar por las elecciones que considera fraudulentas, es
baleada, muriendo un gran número de personas en la que luego se llamó la Plaza de
los Mártires. En 1954 se construye la presa El Palote. A mediados de 1963 se inicia
la construcción del Blvd. Adolfo López Mateos como parte de la carretera 45 que une
la ciudad de México con Ciudad Juárez. En 1969 se inaugura la Central de Autobuses
de León, hasta entonces los autobuses se detenían en el jardín de la industria
(actual Plaza de los Fundadores). En 1978 es inaugurado el zoológico en Ibarrilla e
inician operaciones la Universidad Iberoamericana y el Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey.

Por su importancia poblacional, económica, comercial, política y de servicios, León


es considerada junto con la Cd. de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla, dentro
de las 5 ciudades más importantes de México.

En 1990 el presidente Carlos Salinas inaugura el Aeropuerto del Bajío en


territorios del municipio de Silao.

En 1993 el Parque Metropolitano abre sus puertas, abarcando la Presa del Palote. Al
año siguiente es inaugurado el Centro de Ciencias Explora. El 13 de diciembre de
1997 y a consecuencia del fenómeno del Niño, cae una nevada ligera en la ciudad y
con el intenso frío del siguiente día, se pierde gran parte de las cosechas
agrícolas de invierno. En 2003 Optibus (Sistema Integrado de Trasporte) inicia
operaciones con 3 líneas troncales. En 2006 se inaugura la Biblioteca Central
Estatal “Wigberto Jiménez Moreno”. En 2008 se inaugura el Museo de Arte e Historia
de Guanajuato. En 2010 se inaugura la segunda etapa del SIT, con 2 nuevas rutas
Troncales y se inaugura el Teatro del Bicentenario. En 2012 la ciudad es sede de la
visita del Papa Benedicto XVI a México.

Los mártires del 2 de enero: crimen de Estado


El 2 de enero de 1946 tuvo lugar, durante el sexenio del presidente Manuel Ávila
Camacho, un suceso histórico de la ciudad de León, Guanajuato, en el que se cometió
un crimen de estado, al ser acribillada por parte de elementos de la policía y del
Ejército Mexicano la multitud que se manifestaba pacíficamente afuera de la
Presidencia Municipal de León debido a su inconformidad derivada de lo que
consideraban un fraude electoral cometido por el Partido de la Revolución Mexicana
(PRM), en el que se pretendía imponer al candidato oficial, Ignacio Quiroz, como
ganador de la contienda por la alcaldía de esta ciudad.2

El candidato designado como futuro presidente de México, Miguel Alemán Valdés, y el


presidente impulsaron a pocos días después de la matanza, el 18 de enero de 1946,
la transformación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en el Partido
Revolucionario Institucional (PRI).3

Los antecedentes de este suceso se remontan al mes de julio de 1945, cuando el


municipio de León tenía más de 100,000 habitantes,4 y un grupo de comerciantes e
industriales se reunían en la plaza para comentar acerca de asuntos sociales,
políticos y económicos del municipio,2 quienes formaron la organización denominada
Unión Cívica Leonesa el 6 de julio de 19454 bajo el lema «Por un León Mejor».2 La
junta directiva de esta agrupación estuvo integrada por Ricardo Hernández Sorcini,
como presidente, quien trabajaba como agente de una compañía de seguros; Jesús
Garibay, como secretario, quien era funcionario del sindicato ferrocarrilero, y por
Florencio Quiroz, un industrial de la ciudad, como tesorero.2

En estos meses, los temas que principalmente trataba este grupo eran los
municipales debido a que la Presidencia Municipal llevaba con gran retraso y
desajuste las obras que anteriormente inició para construir una red de drenaje, las
cuales provocaron la inconformidad de la ciudadanía.5

Es en este contexto que la Unión Cívica Leonesa decide postular un candidato para
Presidente Municipal, el Sr. Carlos A. Obregón,6 en las elecciones para diputados
locales y autoridades municipales que se celebrarían el 16 de diciembre de 1945,5
con la idea de poder concluir las obras y detener la corrupción que se percibía al
respecto.5

En este tiempo, aún no existía un organismo electoral como el Instituto Nacional


Electoral, antes Instituto Federal Electoral (IFE), que fuera un organismo autónomo
que garantizara la imparcialidad y legalidad de las elecciones; en estos años era
el mismo gobierno quien organizaba todo el proceso de las elecciones. En concreto,
una Junta Computadora designada por el entonces gobernador de Guanajuato, Ernesto
Hidalgo, era la responsable de emitir el fallo final.5

En el día de las elecciones, los integrantes de la Unión Cívica Leonesa preveían


que se pudiera cometer un fraude electoral por lo que depositaron sus votos en
sobres cerrados y notariados, declarando para el 20 de diciembre que, según sus
estimaciones, el candidato Carlos A. Obregón había ganado la elección con un total
de 22,173 votos, en contra del candidato oficial, Ignacio Quiroz, que, de acuerdo
con sus estimaciones, había obtenido 58 votos.5 No obstante, la Junta Computadora
declaró como ganador al candidato oficial, Ignacio Quiroz.

La Unión Cívica Leonesa intentó durante esos días obtener una audiencia con el
presidente de la República, Manuel Ávila Camacho, para explicarle la situación que
ocurría en León, y obtuvo negativas a su petición, y solamente consiguió una
audiencia con el subsecretario de gobernación, quien se limitó a escucharlos y no
tomó ningún tipo de medidas al respecto.5
La fecha para la toma de posesión del nuevo presidente municipal, Ignacio Quiroz,
en sustitución del alcalde saliente, Salvador Muñoz, se tenía programada para el 1
de enero de 1946. Como medida de prevención a una posible manifestación de la Unión
Cívica Leonesa, derivada de la inconformidad por la imposición del candidato
oficial, el gobernador de Guanajuato, Ernesto Hidalgo, movilizó a las fuerzas
federales así como a un amplio grupo de agraristas a que ocuparan la plaza
principal para impedir manifestarse a los inconformes5 y simular apoyo popular para
el candidato impuesto.6

Debido a la imposibilidad de manifestarse frente a Palacio Municipal, un grupo de


alrededor de 300 personas, principalmente de la Unión Cívica Leonesa, se reunieron
en el Parque Hidalgo este mismo día, en un evento paralelo a la toma de posesión
del candidato impuesto, para hacer un acto simbólico de toma de protesta al
auténtico ganador de la contienda electoral municipal, el Carlos A. Obregón. Sin
embargo, fuerzas federales montadas rodearon el lugar y agredieron a los asistentes
de aquel evento mediante golpes, culetazos y con sus caballos, lo que dio como
resultado un total de 30 heridos, entre ellos una mujer que al día siguiente, el 2
de enero de 1946, falleció debido a los golpes recibidos.5

El gobernador Ernesto Hidalgo comunicó al Presidente de la República Manuel Ávila


Camacho el 1 de enero de 1946 mediante un telegrama que la renovación de las
alcaldías se había dado con tranquilidad en todos los municipios del estado,
incluyendo León. Ese mismo día mandó un segundo telegrama al presidente en el que
le comunicó que en León se habían presentado “ligeros incidentes” en el Parque
Hidalgo.5

Los abusos autoritarios ocurridos en el Parque Hidalgo el día anterior se dieron a


conocer rápidamente alrededor de la ciudad, causando gran indignación, por lo que
los ciudadanos de León se comenzaron a organizar para exigir respeto. Por otra
parte, brigadas de la Unión Cívica Leonesa convocaron a la población para realizar
un paro cívico de labores a manera de protesta por el fraude electoral.6 Es así
como el martes 2 de enero de 1946 se realizó una marcha pacífica desde el Parque
Hidalgo hasta la entonces conocida como Plaza de la Constitución,7 que se encuentra
afuera del Palacio Municipal, en donde se reunieron alrededor de cuatro mil
personas5 con el objetivo de exigir que se respetara el voto popular y se le diera
su lugar al auténtico ganador de la contienda electoral, el Carlos A. Obregón.4

Entre los marchantes se encontraba un grupo de jóvenes que cargaban un ataúd negro
que de un lado tenía el nombre del alcalde impuesto, Ignacio Quiroz, y del otro
lado la frase “Muera el PRM”, aludiendo al Partido de la Revolución Mexicana.
Dentro del ataúd se encontraba Tomás, un joven que según testimonios de los
testigos sobrevivientes estaba “loco”, y quien salía del ataúd cuando la multitud
gritaba “Viva Tomás”, y se metía cuando la multitud gritaba “Muera el PRM”.7 Los
manifestantes finalmente se detuvieron frente a la puerta de Palacio Municipal, en
donde colocaron el ataúd.5

Ante una serie de peticiones, una comisión de la Unión Cívica Leonesa ingresó al
Palacio Municipal para hablar con el Dr. Ignacio Quiroz, a quien se le exigió que
renunciara al cargo que por voluntad popular no le correspondía.7 Ante estas
inconformidades, el Dr. Quiroz accedió pero manifestó que necesitaba consultarlo
antes con el gobernador Ernesto Hidalgo, en Guanajuato, Guanajuato, y se
comprometió a tener una respuesta oficial a las seis de la tarde.4

Pasadas las seis de la tarde y dado que aún no recibían la respuesta oficial por
parte del gobierno del estado, los ánimos de los ciudadanos inconformes se
empezaron a alborotar. Ante esta situación, los líderes de la Unión Cívica Leonesa
solicitaron a los manifestantes paciencia para obtener la respuesta oficial del
gobierno. Posteriormente se les notificó a los manifestantes, quienes esperaban el
reconocimiento oficial de la victoria de Carlos A. Obregón,6 que a las nueve de la
noche recibirían la respuesta oficial del gobierno.

Cerca de la nueve de la noche, se apagaron las luces de Palacio Municipal, y quedó


la plaza en penumbras,4 se cerraron las puertas de Palacio Municipal de manera
violenta y se escuchó un tronido similar al de un cohete.2 Esta fue la señal
mediante la cual los soldados y policías comenzaron a disparar desde los balcones y
azoteas de Palacio Municipal con fusiles y metralletas hacia la muchedumbre, que se
encontraba indefensa en la plaza.4

El pánico alrededor de la plaza se desató y los manifestantes que exigían respeto a


los valores democráticos de pronto se encontraron corriendo para salvar sus vidas y
las de sus allegados. Estos se trataron de esconder debajo de las bancas, en el
kiosco, detrás de los árboles o dentro del Santuario. Sin embargo, los soldados,
bajo el mando del general Bonifacio Salinas Leal, salieron del Palacio Municipal a
perseguir a los manifestantes y a continuar disparándoles,6 y realizaron una
cacería por las calles céntricas de la ciudad.2 El tiroteo duró veinte minutos, y
el suelo de la plaza quedó bañado en sangre, cubierto de cadáveres, las bancas y
los árboles quedaron dañados por impactos de balas y el ataúd negro, con la leyenda
“Muera el PRM”, quedó tirada en el piso, a medio quemar.5

En cuanto al número de muertos, a pesar de que las instalaciones de la Cruz Roja,


hospitales públicos y privados, consultorios médicos y casas particulares se
llenaron de heridos y en los cuales fueron llevadas personas que posteriormente
fallecieron,6 así como también diversas imágenes del suceso muestran filas de
cuerpos sobre los suelos de la plaza, el número oficial que el gobierno reconoció
fue de 26 muertos y 37 heridos.6 La Secretaría de Defensa Nacional sostuvo que el
número fue de 22 muertos y 70 heridos. Por su parte, la comisión investigadora de
la Comisión Permanente declaraba que hubo 26 muertos y 150 heridos; el periódico El
Sinarquista Extra reportó 43 muertos y 150 heridos;5 otros datos oficiales de las
Actas del Tribunal Pleno señalan 40 muertos y 300 heridos.8 A pesar de estas
diversas declaraciones, el número real de muertos nunca se conoció con certeza,
pues se afirma que el ejército retiró cadáveres y que muchos de los heridos se
atendieron en casas particulares.5

El doctor Ignacio Quiroz, al volver de Guanajuato hacia León, se enteró del


asesinato masivo y pasó esa noche en el municipio de Silao. Posteriormente viajó a
la Ciudad de México y después a Querétaro, en donde años más tarde falleció, y
nunca regresó a León.4

Al día siguiente de la matanza, el 3 de enero de 1946, los periódicos de la capital


del país publicaron fotografías aterradoras del suceso ocurrido un día antes en
León, las cuales dejaron estupefacta a la opinión pública. Ante esto, el presidente
de México Manuel Ávila Camacho instruyó al entonces secretario de Gobernación,
Primo Villa Michell, realizar una investigación de lo ocurrido. De igual manera,
tanto la Comisión Permanente del Congreso de la Unión así como la Suprema Corte de
Justicia de la Nación fueron requeridas a investigar lo ocurrido.5

La Secretaría de la Defensa Nacional informó ese mismo día que había restablecido
el orden público y que en la madrugada había detenido al presidente de la Unión
Cívica Leonesa, Ricardo Hernández Sorcini, así como a 70 sinarquistas, a quienes se
les imputaba haber provocado los “desórdenes” y la “agresión a los soldados”.5 Sin
embargo, las investigaciones paralelas hacían insostenible esta información. Estas
investigaciones divergían respecto al evento que desató el ataque, pero
coincidieron en que el ejército actuó “en defensa propia” y en que el gobernador
Ernesto Hidalgo fue el responsable.5

En general, las posiciones oficialistas trataron de menospreciar esta lucha cívica


emprendida por la ciudadanía leonesa, etiquetando a la Unión Nacional Sinarquista y
al Partido Acción Nacional como orquestadores del movimiento, provocadores y
desestabilizadores del gobierno.9

Ante los resultados de las investigaciones, el 7 de enero de 1946, Manuel Ávila


Camacho solicitó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la desaparición
de poderes en el estado de Guanajuato, argumentando “una serie de violaciones
imputables a los poderes del Estado que rebasando el ámbito de sus deberes se
constituyeron en partido”,10 y quedó así destituido el gobernador Ernesto Hidalgo,4
y fue sustituido por Nicéforo Guerrero, quien se desempeñaba hasta entonces como
Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y entró como gobernador
provisional.8

Meses después al suceso, el exgobernador Ernesto Hidalgo acusó de planificar la


violencia a los hermanos Trueba Olivares y a otros dirigentes sinarquistas y afirmó
que fue propiamente la guardia militar que originó la matanza la que disparó sin
órdenes de nadie.6

De acuerdo a una investigación realizada por la organización Unificación de


Veteranos de la Revolución, presidida por el general Jesús Agustín Castro
(exsecretario de Defensa durante el sexenio de Lázaro Cárdenas), la cual fue
entregada al Presidente de México Manuel Ávila Camacho el 12 de enero de 1946, se
acusa al general Olvera Barrón de haber lanzado una granada hacia la muchedumbre a
las nueve de la noche del 2 de enero, así como una segunda granada minutos después,
la cual fue señal para que el resto de los miembros del ejército abrieran fuego
abierto a la ciudadanía.5

Olvera Barrón también sería señalado como el ejecutor de la orden que inició la
matanza de León por una investigación realizada por el FBI,5 así como responsable
también el coronel Cano Martínez porque este encargó la vigilancia del municipio a
un oficial de igual grado.5 Tanto Olvera Barrón como Cano Martínez fueron
consignados al Juzgado de Instrucción Militar de Guadalajara, dictándoles auto de
formal prisión. Sin embargo, ambos generales fueron liberados pasadas las
elecciones presidenciales del mes de julio, en el mes de noviembre de 1946.5

El 11 de enero de 1946, como acto de solidaridad por la matanza de León, 12 mil


instalaciones industriales, 120 mil comercios en todo el país y la totalidad de los
bancos efectuaron un paro de tres horas.

En el contexto de los tiempos de la posguerra (véase Segunda Guerra Mundial), las


garantías constitucionales de libertad de reunión, libertad de prensa, etcétera,
apenas se restablecían. Estas garantías constitucionales fueron suspendidas cuando
México declaró la guerra a los países del eje, emergiendo un estado de excepción.
En este contexto, persistía la idea entre ciertos sectores del ejército y la
política de que el ejército tenía el poder para hacer y deshacer a su disposición,
lo que les llevaba a continuar actuando como si las garantías constitucionales
permanecieran suspendidas. Sin embargo, en 1945 ya se había terminado el estado de
excepción y se habían restaurado las garantías constitucionales.9

Ante esta situación, Manuel Ávila Camacho pretendía la consolidación del régimen
democrático y el desplazamiento de los militares del campo de la política,9
sirviéndole el suceso acontecido en León, Guanajuato el 2 de enero de 1946 para
conseguir dicho fin. El 12 de enero de 1946, el general secretario Urquizo hizo una
circular un documento a los comandantes de zonas militares el cual señalaba que
debían de abstenerse de apoyar con fuerzas federales para asuntos políticos, porque
las tropas “no desempeñan funciones de policía”.5

Finalmente, el 19 de febrero de 1946, Carlos A. Obregón tomó protesta oficial como


[[presidente Municipal de León.4
La política de comunicación por parte de los posteriores gobiernos del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) respecto a este suceso fue la del silencio. No
obstante, cuando el Partido Acción Nacional (PAN) ganó por primera vez la
presidencia municipal de León en 1988, se rebautizó el nombre de la Plaza de la
Constitución por el de “Plaza de los Mártires”.11

El PAN gobernó ininterrumpidamente el municipio de León durante veinticuatro años,


de 1988 al 2012, periodo durante el cual se conmemoró año tras año a los Mártires
del 2 de enero, como héroes ciudadanos que entregaron su vida para el
fortalecimiento de la democracia, la participación ciudadana y el valor cívico.

No fue sino hasta el año 2012 que el Partido Revolucionario Institucional (PRI)
recuperó el poder y en enero de 2013, la alcaldesa priista de León decidió cancelar
la conmemoración del 2 de enero,12 argumentando que “las nuevas generaciones de
leoneses no deben crecer con esa espina añeja”.11

Diversas publicaciones de los hechos ocurridos se han realizado, siendo una de las
más completas la de la intelectual Soledad Loaeza, a través de la revista Nexos,
publicada en mayo de 2013 bajo el título “La matanza de León, 1945”.5

Por otra parte, el pintor Lázaro Zambrano Uribe, leonés contemporáneo a los sucesos
y testigo presencial de los hechos del 2 de enero de 1946, pintó un óleo basado en
una fotografía del evento, proporcionada por el archivo histórico,13 en donde se
aprecia el ataúd, los soldados que disparan a la multitud desde las azoteas y
balcones del palacio municipal de León, la gente corriendo en pánico, así como a la
muerte que camina entre ellos.

De la misma manera, los periodistas Socorro Bernal Rodríguez y Martín Villarreal


Ramos realizaron un documental de lo ocurrido en el que se entrevistan a distintos
sobrevivientes del suceso, quienes narran la historia desde el lugar en el que se
encontraban, bajo el título “Los mártires de León, 2 de enero de 1946”.7

En enero de 2012, el exalcalde panista Ricardo Sheffield Padilla develó un mural


escultórico de bronce de 127 m² de superficie en homenaje a los mártires del 2 de
enero, ubicado en la Plaza Catedral en el Centro Histórico de la ciudad, el cual
fue realizado por el escultor Arturo Tavares.14 Este mural contiene los elementos
del suceso, incluyendo a los gendarmes del ejército que disparan desde los balcones
del palacio municipal hacia los ciudadanos que exigían respeto a los resultados
electorales, la gente aterrorizada que corre en pánico, los jóvenes que cargan el
ataúd, así como un ángel que extiende sus manos sobre todo aquel suceso.

Lo ocurrido el 2 de enero de 1946 en León no solo sirvió para que el Presidente de


México, Manuel Ávila Camacho, consiguiera separar al ejército del campo de la
política,9 sino también como un acto que marcó la historia del pueblo de León y que
se impregnó en el espíritu de los leoneses para siempre contar con la capacidad de
indignación ante los abusos de autoridad de sus gobiernos y de exigir sus derechos
democráticos.

Referencias
León, la capital del calzado Archivado el 1 de diciembre de 2017 en Wayback
Machine., Velazis.com, México, 2015
«Reseña de la matanza ocurrida en la Plaza Principal». Archivado desde el original
el 25 de abril de 2017. Consultado el 2 de abril de 2017.
«MIGUEL ALEMAN Y EL PARTIDO DE LA REVOLUCION».
«Recordando el 2 de enero de 1946». Archivado desde el original el 13 de diciembre
de 2014. Consultado el 19 de noviembre de 2017.
«La matanza de León, 1945». Consultado el 2 de abril de 2017.
«1946 Memoria Política de México». Consultado el 2 de abril de 2017.
«Documental Los mártires de León, 2 de enero de 1946». Consultado el 2 de abril de
2017.
«El caso de León, Guanajuato, y la intervención de la Suprema Corte en 1946».
Consultado el 2 de abril de 2017.
«La noche en que los ángeles lloraron». Consultado el 2 de abril de 2017.
«El proceso de democratización en México1812-2000».
«2 de enero: un hecho, dos maneras de recordarlo». Archivado desde el original el
1 de diciembre de 2017. Consultado el 2 de abril de 2017.
«2 de enero no se olvida». Archivado desde el original el 5 de marzo de 2016.
Consultado el 19 de noviembre de 2017.
«Galería fotográfica: 2 de enero de 1946». Archivado desde el original el 15 de
noviembre de 2017. Consultado el 2 de abril de 2017.
«Honran a los mártires». Consultado el 2 de abril de 2017.

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