Los Vicios en La Argumentación
Los Vicios en La Argumentación
Los Vicios en La Argumentación
ARGUMENTACIÓN”
¿CUÁLES SON LOS VICIOS
EN LA ARGUMENTACIÓN?
• Los vicios de la argumentación son las Ambigüedades, los
Paralogismos y, el vicio más común, las Falacias.
¿CUÁLES SON LOS VICIOS
EN LA ARGUMENTACIÓN?
La Ambigüedad es una falta de
precisión en el lenguaje utilizado,
de tal forma que lo que se dice
puede significar varias cosas al
mismo tiempo.
¿CUÁLES SON LOS VICIOS
EN LA ARGUMENTACIÓN?
El Paralogismo se presenta
cuando se utilizan premisas
incorrectas en los silogismos. Un
caso típico es el de los abogados
que citan normas jurídicas
derogadas, jurisprudencia
inexistente o cuando los políticos
acuden a hechos tergiversados
para llegar a una conclusión
equivocada.
¿CUÁLES SON LOS VICIOS EN LA
ARGUMENTACIÓN?
• Las Falacias son argumentos que
parecen válidos pero no lo son.
Algunas falacias se presentan
intencionalmente para persuadir
o manipular a los demás; en
otras, son una evidencia de
fanatismo o ignorancia. En
ocasiones, las falacias pueden
ser muy sutiles y persuasivas,
por lo que se debe poner mucha
atención para detectarlas.
¿CUÁLES SON LA FALACIAS TÍPICAS
EN LA ARGUMENTACIÓN?
1. La falacia Ad populum
2. La Falacia Ad hominem
3. La Falacia Ad Misericordiam
4. La Falacia Maniqueísta
o del Falso Dilema
La Falacia Ad populum.
Un abogado o un político avalan
su posición con lo que
supuestamente es la opinión del
“Pueblo” o de la sociedad en
general sobre un punto concreto.
Esta falacia es de uso habitual en
las discusiones cotidianas, en la
política y en los medios de
comunicación.
Falacia Ad populum:
El embeleco, o la entelequia del Estado de opinión, fue inventado hace diez años
por el entonces presidente Uribe y sus ideólogos de cabecera José Obdulio Gaviria
y Ernesto Yamhure como pretexto para la segunda reelección de Uribe, que
violaba la Constitución, pero era reclamada, decían ellos, por las masas
unánimes. Su resurrección actual tiene el propósito de reformar la justicia,
eliminando la nueva JEP de paz, reduciendo sus altas cortes a una sola e
introduciéndole una sala especial para el juzgamiento de los militares (un retorno a
la justicia penal militar de los tiempos del estado de sitio anteriores a la
Constitución del 91), y de rebajar el Congreso a la mitad de sus actuales
integrantes, preferiblemente en una sola cámara. Es lo que quiere la gente, que
está furiosa, dice Uribe: la gente a la que Uribe se ha esforzado por poner furiosa.
Caballero, A. (2019/06/23). Vox Populi. Semana. Recuperado de
https://www.semana.com/opinion/articulo/vox-populi-por-antonio-
caballero/620533
La Falacia Ad hominem.
Más que un argumento, es un
arma retórica. Se busca hacer caer
en ridículo al adversario para
distraer al auditorio sobre lo
fundamental. Una especie de esta
figura consiste en etiquetar a las
personas por sus características
físicas, su credo religioso, sus
tendencias políticas, su raza, su
edad o su condición social.
Falacia Ad hominem:
Para empezar, le creo yo. Y tal vez el país entero. Y me parece que
también le cree el presidente Iván Duque, que también se pone
histriónicamente furioso y prorrumpe en injurias: “¡Esa señora es una
bandida, una mujer corrupta, y está prófuga de la justicia!”. Y “se
delica”, ofendido: “Yo no quiero matar a nadie”, asegura con esa falsa
cólera manoteante que él llama “contundencia”.
Caballero, A. (2020/02/15). Duque se delica. Semana. Recuperado de
https://www.semana.com/opinion/articulo/duque-se-delica-por-
antonio-caballero/651996
La Falacia Ad Misericordiam.
Los abogados y los políticos suelen
acudir a esta falacia cuando
exhiben circunstancias de la vida
personal, ya sean sociales,
económicas, laborales, familiares
o educativas de con el fin de
generar simpatía o ser exculpado
por un hecho cometido.
Falacia Ad Misericordiam:
Soy consciente de que Abad desprecia mi trabajo y no leerá estas líneas. Y yo
no acostumbro a responder diatribas. Si fuese alguien a quien no respetase,
las ignoraría. Me insultan todos los días en notas y redes sociales, que se
volvieron cloacas. Incluso me han agredido en la calle. Por tanto, estoy
curada de espanto. Lo que no entiendo es por qué un gran escritor, que yo
creía moderado y objetivo, aunque como es normal, moldeado por su
ideología, cae en la trampa de vilipendiarme de manera gratuita, solo para
reforzar su argumento contra SEMANA.
Hernández-Mora, S. (2020/04/11). Héctor Abad, Daniel y las cloacas.
Semana. Recuperado de https://www.semana.com/opinion/articulo/hector-
abad-daniel-coronell-y-las-cloacas-por-salud-hernandez-mora/662593
La Falacia Maniqueísta o del Falso Dilema.
Se involucra una situación en la
que se presentan dos puntos de
vista como las únicas opciones
posibles, cuando en realidad
existen una o más opciones
alternativas que no han sido
consideradas. Las dos alternativas
son con frecuencia, aunque no
siempre, los puntos de vista más
extremos dentro de un espectro
de posibilidades.
Falacia Maniqueísta o del Falso Dilema:
A quienes piden desmontar el Esmad les pregunto si entonces habría que
desmontar la protesta social porque hay unos cuantos violentos que se
infiltran en ella. He sugerido en anteriores columnas no manifestarse en las
calles porque esto suele terminar en violencia, cosa diferente a lo que sería
apoyar que se prohíba radicalmente la protesta social, pues mientras esta
sea pacífica y proporcionada frente a los derechos de los ciudadanos que no
protestan, es un derecho que debe ser garantizado. Igual entonces pasa con
la Fuerza Pública. Mal haríamos con acabar o debilitar una institución que
vela por la seguridad de la población. Lo que hay que hacer es erradicar el
uso abusivo de la fuerza que ejercen algunos de sus miembros.
Palacios, C. (2019/11/17). Tregua en la protesta. El Tiempo. Recuperado de
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/claudia-palacios/tregua-en-
la-protesta-columna-de-claudia-isabel-palacios-giraldo-438062
Más Falacias explicadas gráficamente en:
https://falacias.escepticos.es/