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Ministerio de Lagrimas Parte I

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Salmo 126: 5-6: El ministerio de las lágrimas – parte I

Lágrimas: desde el punto de vista científico, la que estudia este


tema es la Lacrimología que dice que las lágrimas son gotas muy
pequeñas, en una lágrima hay 200 componentes distintos.
Hablando de llorar, existen varias etapas en el llanto:

Bebé: primeros meses hay llanto sin lágrimas; en las primeras


semanas de vida el bebé descubre que el llanto es para alertar y
reclamar. A los 10 meses el llanto es manipulativo.

Adolescencia: los niveles más altos de testosterona reducen el


llanto en los niños, en las niñas es a la inversa por el aumento de
los estrógenos.

Juventud: las lágrimas están asociadas a las emociones o


estados emocionales.

Madurez: los niveles hormonales decaen; las mujeres lloran por


frustración, los hombres por perdida.
La ciencia hasta hoy no sabe el por qué, no saben muy bien de
qué se trata.
A nivel físico: el llanto es la forma primaria de liberar emociones,
activa la creación de adrenalina y noradrenalina.

Por qué Dios nos hizo con lágrimas? Las lágrimas no asociadas al
pecado.
Por qué lloramos?
Las lágrimas están hechas por el Creador para expresar lo que se
siente.
Ejemplo: Pablo escribiendo en su carta a los corintios; "Era tanto
el dolor y la angustia de mi corazón que, al escribirles, lo hice con
muchas lágrimas. Pero no lo hice para entristecerlos, sino para
que comprendieran el gran amor que les tengo". (2°Corintios 2:4
RVC)
Luego están las lágrimas para gastar el dolor, pasar el tramo
doloroso de la pérdida.

¿Por qué lloramos?


Hay muchas razones por las que un corazón llora: una
profunda tristeza, un fuerte dolor que atraviesa e invade
nuestro corazón. Lloramos cuando enfrentamos
adversidades como: una enfermedad penosa y dolorosa,
una gran traición, ofensas y agravios recibidos, abandono
- rechazo, soledad, ingratitud, grandes pérdidas como la
muerte de un familiar cercano (hijo, padre, madre,
cónyuge), catástrofes económicas, infidelidad, el extravío
de un hijo. 

- Hay lágrimas de dolor por el pecado y un genuino


arrepentimiento

12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo


vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. 13 Rasgad vuestro
corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios;
porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en
misericordia, y que se duele del castigo.

- lágrimas de desesperación por una angustia indecible

Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus
vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad
clamando con grande y amargo clamor. 2 Y vino hasta delante de
la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del
rey con vestido de cilicio. 3 Y en cada provincia y lugar donde el
mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran
luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de
muchos.

-  lágrimas de sufrimiento 

2 Reyes 20 5

5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová,


el Dios de David, tu padre: Yo he oído tu oración; he visto tus
lágrimas. He aquí, yo ate sanaré; al tercer día subirás a la casa de
Jehová.

-  lágrimas de compasión 

Juan 11 35
35 Y lloró Jesús

- lágrimas de gozo

Génesis 33 4

4 Y Esaú corrió a su encuentro, y le abrazó, y se echó sobre su


cuello y le besó; y lloraron

un gemido doloroso por una gran pérdida. Esa condición


interna que se expresa en lágrimas, es fundamental para
clamar a Dios, hacer guerra espiritual, prevalecer en
oración delante de Él. Ahora, a los que lloran el Señor les
promete: Bienaventurados los que lloran, porque ellos
serán consolados. Dios promete enjugar nuestras
lágrimas, y traer consuelo a nuestras vidas.

Por otra parte, mientras vivamos en un mundo caído, con


situaciones reales que nos lastiman, hieren, restringen,
limitan y causan dolor, las lágrimas son inevitables en
algún momento de nuestras vidas.

Valor de las lágrimas en el mundo espiritual

“Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones


y súplicas con gran clamor y lágrimas…” 
Hebreos 5:7
Reina-Valera 1960

7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con


gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído
a causa de su temor reverente.

Las lágrimas de Jesús tuvieron un propósito, como lo tiene


nuestras lágrimas. Las lágrimas tienen propósitos delante
de Dios para glorificar su nombre, para ser santificados,
purificados y perfeccionados en Dios. 
Las lágrimas ejercen un papel especial en el crecimiento
espiritual. No hay crecimiento espiritual libre de dolor. En
la economía de Dios el dolor no es inútil, ni estéril, ni sin
sentido. El dolor tiene un valor terapéutico en la
dimensión espiritual; ayuda a la madurez espiritual.

En el mundo espiritual la oración y las lágrimas van de la


mano. “Escucha mi oración, oh Señor, y presta oído a mi
clamor; no guardes silencio ante mis lágrimas; porque
extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis
padres”  (Salmo 39:12).

Hay momentos en que llorar es la mejor opción. Así por


ejemplo deberíamos llorar por lo que rompe el corazón de
Dios. “Ríos de lágrimas vierten mis ojos, porque ellos no
guardan tu ley” (Salmo 119:136).

Por otra parte, en oración y lágrimas somos vencedores.


“Así, cuando el pueblo de Dios está apurado por causa de
las aflicciones y persecuciones, las armas que han
empleado han sido oraciones y lágrimas, y con ellas
vencen a sus perseguidores” (Thomas Brook).

El valor de un corazón contrito y humillado

En este pasaje del Salmo 126:5-6 se nos dice que cuando


se siembra con lágrimas, no sólo se recogerá una cosecha
espiritual, sino que ello dejará un espíritu (actitud) de
regocijo en el sembrador. Esto nos habla de un espíritu
sufrido, al que se hace referencia en otras porciones de la
Biblia.  “Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado: al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios” (Salmo 51:7).

Un corazón quebrantado y un espíritu contrito son


requisitos para el arrepentimiento. Las lágrimas hablan
del dolor que experimenta una persona que reconoce su
pecado, se arrepiente, e implora perdón a Dios.

Un corazón contrito puede describir una roca o un pedazo


de piedra del suelo, que después de un proceso es
convertida en un piedra preciosa o fina. Un corazón
contrito precede al cambio personal y espiritual. Esta es la
mejor condición cuando un corazón está quebrantado o
partido, porque si no está partido no podemos ver lo que
hay dentro.

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