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Tipos de Emprendedores

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Tipos de emprendedores

Podemos categorizar a los emprendedores basándonos en el estilo de negocio que emprenden, el


tiempo que llevan desarrollando su idea y en los pasos que siguen para hacerla realidad.

Los 11 tipos de emprendedores más conocidos son:

1. Emprendedor apasionado

El Emprendedor o Emprendedora Apasionado (a) es aquella persona que no soporta quedarse


con sus ideas en la cabeza, se lanza y busca la manera de hacerlas realidad. Los emprendedores
apasionados son vistos como bichos raros, cuya pasión y energía los motiva a seguir adelante con
sus emprendimientos.

2. Emprendedor innovador

Una respuesta muy acertada de lo qué es un emprendedor innovador es la siguiente:

Emprendedor innovador: es aquella persona que inicia un negocio y busca ofrecer una experiencia
nueva a sus clientes y negocio en general.

Utilizo la palabra “ofrecer”, porque así no se especifica quién fue el que invento ese algo nuevo.
Este tipo de emprendedor busca la mil y una formas para brindar una nueva experiencia.

3. Emprendedor visionario

El Emprendedor o Emprendedora Visionario (a) es aquella persona con la


capacidad de ver el potencial de una tendencia o tecnología y adelantarse a su
competencia, hasta lograr desarrollarla y conseguir explotar su capacidad al
máximo. Los emprendedores visionarios se dedican a crear los negocios del futuro.

4. Emprendedor inversionista

Los emprendedores inversionistas son un tipo de emprendedor muy conocidos. Ya lo


conocimos en nuestro artículo anterior junto a otros tipos, pero esta vez queremos hacer
énfasis en ellos, queremos estudiarlo un poco más a fondo.

5. Multiemprendedor

El multiemprendedor conocido también como emprendedor multifuncional, es aquella


persona que buscar invertir en diferentes ideas de negocios rentables, puede ser al mismo
tiempo o enfocarse en una y cuando ya está encaminada, empezar con otra, pueden estar
relacionados entre sí o no necesariamente. Para que esto funcione de la mejor manera
posible, el emprendedor tiene que tener junto a él un equipo de trabajo confiable y,
además, saber delegar para que, en conjunto puedan hacer de los distintos proyectos,
algo exitoso.
Caracteres de las personas emprendedoras

1. Pasión

La vocación supone el leitmotiv de toda profesión. No podremos dedicarnos en cuerpo y alma a


nuestra marca si no nos gusta lo que hacemos.

El entusiasmo ayuda a que el sacrificio que conlleva toda actividad profesional no implique


padecimiento, sino deseo de superación. El amor a nuestra ocupación resulta fundamental en
el emprendimiento. Trabajar en aquello que nos apasiona nos otorga independencia y
autoconfianza, y eso supone una de las características del emprendedor/a de éxito.

2. Creatividad

Montar una empresa requiere inventiva. La imaginación nos da alas para mostrarnos ambiciosos y
captar oportunidades en lugares inhóspitos. No se antoja primordial concebir un producto aún no
inventado, sino mejorar aquello que ya prolifera en el mercado.

La aptitud innovadora garantiza la diferenciación; y esa autenticidad ejerce como una de las


destrezas que ponen en práctica los empresarios y empresarias de éxito.

3. Responsabilidad

Sensatez y seriedad. Llegar el primero al puesto de trabajo y marcharse el último. La dedicación


funciona como un arma principal en todo emprendedor/a que logra el reconocimiento.

Además, la toma de decisiones requiere compromiso, pues tendremos que valorar las
implicaciones y las consecuencias de apostar por un camino u otro. La responsabilidad que
comporta asumir riesgos se incrementará si no tenemos socios

4. Capacidad para adaptarse a los cambios

No nos engañemos, si hay un estado continuamente presente en el emprendimiento es la


incertidumbre, y resulta algo que ha llegado a convertirse en una de las características de la
comunidad emprendedora. No existe una fórmula milagrosa que catapulte a la victoria eterna a
una compañía.
El mundo evoluciona a pasos agigantados y, aunque podemos sospechar ciertas alteraciones en el
devenir de los acontecimientos, no tenemos la certeza de qué aspectos cambiarán y en qué
medida. Por este motivo, la flexibilidad de la comunidad emprendedora supone un punto a su
favor cuando la incertidumbre merodea en el mercado.

5. Visión

Esta capacidad se relaciona con la anterior.

Como una de las características de la comunidad emprendedora si, además de ser flexibles,
contamos con la destreza de adelantarnos a los acontecimientos, tendremos la mitad del camino
ganado.

Encontrar las soluciones antes de que irrumpa el problema parece la situación deseable. Esta
habilidad suele germinar con los años de experiencia, aunque todo principiante en este
apasionante mundo del emprendimiento ha de estar dotado de la capacidad de contemplar
diferentes enfoques.

6. Coraje

A Walt Disney lo echaron de su puesto de trabajo por falta de imaginación. Esta negativa a
claudicar caracteriza a todo emprendedor/a, cuyas ideas se asientan en la tenacidad y el
desconocimiento de la rendición. La determinación y la valentía para cumplir nuestro
sueño, aunque otros nos digan que estamos equivocados, nos indican que caminamos en el
sentido correcto si deseamos emprender.

La osadía, el ímpetu, el arrojo, la persistencia y la audacia son características de la comunidad


emprendedora que no deben faltar si nuestro objetivo es montar un negocio. No significa que
acometamos riesgos lanzándonos por un precipicio. Debemos calcular cada uno de nuestros
movimientos.

7. Organización

Para enfocar los esfuerzos hacia aquellos aspectos que sustentarán los logros de nuestra compañía
tendremos que seguir una planificación. Este bosquejo de actividades estará basado en metas
estratégicas. Se trata de un programa no cerrado, es decir, susceptible de adoptar ajustes
permanentes debidos a los posibles cambios anteriormente mencionados.

Estas modificaciones nos conducirán a esa meta a largo plazo que debemos plantearnos.

Además, en este esquema también prevalecerá la eficiencia, es decir, el desempeño de las


funciones que impliquen menos costes y más rapidez. Con este método controlamos las acciones
para comprobar que vamos por el buen camino. En definitiva, el emprendedor/a previsor/a
también vale por dos.

8. Liderazgo

Tolerar errores, establecer metas, dar ejemplo, fomentar el potencial de cada uno de los
miembros de la empresa, propiciar la reflexión… Las cualidades de un líder son también las
virtudes de un emprendedor/a0. que pisa con fuerza en su recorrido laboral.
Estas personas reúnen a equipos altamente cualificados y establecen la armonía en su plantilla.
El buen ambiente resulta indispensable para vencer en el complicado mundo de los negocios,
pues la eficacia y el valor de cada uno de los miembros se consideran esenciales.

9. ‘Networking’ permanente

Crear un tejido de contactos nos permitirá vender más y vender mejor. Esta filosofía,
especialmente efectiva en el universo emprendedor, nos hará conseguir también mejores precios
con los proveedores, así como fidelizar nuevos clientes o ganar buenas recomendaciones sobre
nuestros servicios.

Esta red se amasa con constancia y paciencia, pues no es suficiente con sumar adeptos, sino que,
además, debemos cuidar nuestra relación con ellos para que se prolongue en el tiempo.

Una de las características de la comunidad emprendedora es su habilidad para persuadir. Por otro
lado, las redes sociales se han convertido en eficientes socios para este cometido. Entre otras
cosas, contribuyen a la buena administración del tiempo del empresario. Para saber más sobre
Networking haz click aqui

10. Cumplimiento de los compromisos

Toda empresa respetable ha de proyectar una imagen seria. La formalidad implica sensatez y


solvencia, dos virtudes que aportan a la compañía la credibilidad que requiere para su triunfo en
el mercado. Uno de los cometidos que todo emprendedor de futuro debe cumplir es la ejecución
de cada una de sus promesas.

Dar al cliente aquello que se le ha garantizado ayudará a nuestra marca a labrarse un buen
nombre. En este sentido, el boca a boca, alentado en la actualidad por la inmediatez de los canales
digitales, agiliza un proceso que hasta no hace mucho resultaba más pausado.
Características de una comunidad emprendedora

Talento: Dentro de la comunidad, deben tener acceso a todas las posiciones y áreas que son de
vital importancia, especialmente cuando una empresa está empezando. Comercialización,
financiamiento, desarrollo, gestión. Y quienes la integran, saber si con esto está atendiendo la
necesidad de su mercado. Diversidad de talento.

Densidad: La velocidad es muy importante a la hora de emprender. Por lo que es relevante poder
acceder a las personas que tengan experiencia en ciertos temas y sabiduría para guiar a quienes
están emprendiendo y transmitir las respuestas a las dudas o dar opinión sobre lo que requiera la
nueva compañía. Por ejemplo los asesores jurídicos son indispensables cuando se inicia un
negocio, y es importante contar con este tipo de ayuda. Así que hay que tener la densidad para
cubrir lo que pueda surgir en esta etapa a ese respecto.

Cultura: Lo más importante en términos de emprendimiento es saber hacia dónde se va, y lo que
el emprendedor quiere hacer con su empresa. Porque si no tiene un objetivo, no existe ninguna
garantía de éxito, y es importante conocer que el fracaso es una parte importante del proyecto de
desarrollo.
Las comunidades deben entender que el fracaso es una parte importante para saber qué funcionó
y qué no funcionó, así la próxima vez no caigan en los errores del pasado y no repetirlos. El
proceso de emprender envuelve a la comunidad entera, y todos deben participar de ese proceso.
Así que hay papeles que los bancos, los abogados, las empresas de contabilidad, deben servir a
esta etapa del desarrollo.

Capital: El viaje de emprendimiento, especialmente cuando tiene que ver con tecnología es largo.
En un principio es cuando la persona tiene la idea, y en el extremo final, es cuando una empresa
más grande compra su negocio u ofrece su participación en el proyecto como socio, y este viaje
puede que tome alrededor de 8 años. Al principio, los emprendedores tienen que hacer una
conexión entre una idea que ellos tienen y si alguien valora esa idea.

Por lo que deberían hacer un estudio de mercado, mínimamente. Preguntando a su público que es
lo que espera, después, empezar a hacer pruebas y no necesariamente invirtiendo mucho.

Pueden utilizar sus ahorros para ajustar el producto o la idea, para posteriormente ir a
presentársela a potenciales inversionistas, de modo que cada vez vayan a abarcando a
inversionistas de niveles superiores. Es un ciclo, y es importante dentro del ecosistema tener
acceso a todo este tipo de inversionistas.

El clima de regulación y el papel del gobierno: todas las empresas son únicas. Por lo que si se
quiere es ayudar a los emprendimientos, para que terminen como las grandes empresas de hoy
día, se debe es sacar fricción del sistema, es decir, no pedirle a empresas a nivel de
emprendimiento que llenen las mismas solicitudes, que paguen los mismos impuestos que
empresas más grandes. Por lo que a veces es mejor que los mismos gobiernos no hagan nada o
hagan menos, puesto que en esa etapa, (inicial de emprendimiento), no hay mucho que se pueda
hacer, hasta que lleguen a cierto nivel. Y cuando lleguen a esto, si apropiarse de programas de
ayuda para empresas que apenas empiezan. Pero con cierto nivel. 
Teatro

El teatro es una de las actividades culturales y artísticas más antiguas que conoce la humanidad. Es
una de las artes escénicas, es decir, aquellas que tienen lugar sobre un escenario, y consiste en la
recreación de una o varias historias de distinta índole mediante actores, discursos, música y
escenografía.

El teatro ha sido cultivado a lo largo de la historia con muy distintos fines, pero siempre
comprendido como una herramienta para comunicar ideas masivamente. De hecho, los antiguos
griegos lo empleaban como un instrumento de educación religiosa y ciudadana, poniendo en
escena sus mitos y sus célebres tragedias.

Clases de teatro

Pantomima: Es el tipo teatro físico que se representa sin utilizar la palabra y empleando el
gesto en su sustitución. Para expresar las distintas situaciones de manera comprensible, este
tipo de teatro emplea códigos muy estrictos en los movimientos. Este tipo teatral es heredero
del teatro de pantomima clásico.

Teatro de títeres y marionetas: Estos tipos de teatro emplean muñecos en lugar de actores y


representan situaciones humanas o animales de forma análoga a cómo lo harían los actores.
Este tipo de teatro generalmente está destinado al público infantil.
Teatro de sombras: Este tipo teatral originado en China e India también emplea muñecos en
lugar de actores, con la particularidad de que el público jamás observa directamente a los
muñecos, sino sus sombras que se proyectan sobre una pantalla que está frente al
espectador. Está considerado como uno de los antecedentes del cine.

Teatro negro: Este tipo de teatro se sirve de los efectos visuales para lograr la ilusión de
objetos animados. El ojo humano no es capaz de distinguir objetos negros sobre negro y este
es el fundamento del teatro negro. Es un teatro de manipulación de objetos donde los
“titiriteros” están completamente vestidos de negro y manipulan objetos que son expuestos a
luz negra y que parecen virtualmente levitar por sí mismos. La compañía más famosa en este
tipo de teatro es el Teatro Negro de Praga.

Teatro callejero: Es una forma de teatro que trata de acercar el espectáculo teatral a las
masas. Es un teatro que se representa en espacios públicos al aire libre y que puede tener
alguna clase de escenografía o prescindir de ella totalmente. El estilo de representación es
diferente al que se emplea en el teatro en sala debido al entorno. En estas obras se suele
aprovechar el espacio como parte de la obra y suele ser interactivo. Una de las variantes del
teatro callejero es el teatro invisible, donde el público no tiene conocimiento de que está
presenciando una obra teatral.

Trabajo

Se denomina trabajo a toda aquella actividad ya sea de origen manual o intelectual que se


realiza a cambio de una compensación económica por las labores concretadas. A lo largo de la
historia, el trabajo ha ido mutando de manera significativa en relación a
la dependencia trabajador/capitalista, y en cierto modo, quienes realizan actividad laboral han
ido conquistando a lo largo, sobre todo, del siglo XX, diferentes derechos que les corresponden
por su condición de asalariados.

Podemos rastrear formas primitivas de “trabajo” en edades incluso antes de Cristo, aunque en
esta época, y hasta bien entrada la era de la modernidad, una de las formas más comunes fue la
de la esclavitud. Eran personas que quien poseía el capital compraba para que realicen diferentes
trabajos (los de las laborales agrícolas eran muy comunes o las de construcción) a cambio de
vivienda y comida (precarias y escasas, sin ningún tipo de autonomía económica). Esas personas le
pertenecían al amo, eran de su propiedad.

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