EM - Apuntes s1
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Estrategias De
Mercadotecnia
Unidad 1
Estrategias de
mercadotecnia
Unidad 2
Estrategia de
producto
Material compilado con fines académicos, se prohíbe su reproducción total o parcial sin
la autorización de cada autor.
1. Estrategias de mercadotecnia
La mercadotecnia es esencial para el éxito de cualquier empresa, pues le
permite comunicarse y conectarse con sus clientes actuales y potenciales. Mediante la
adecuada elaboración e implementación de una mezcla de mercadotecnia, la
empresa y sus negocios lograrán crecer y posicionarse en el mercado.
Por su parte, para Philip Kotler y Gary Armstrong, nos dice que:
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“es la lógica de mercadotecnia con la cual una compañía espera crear
valor para el cliente y alcanzar relaciones rentables con él. La compa-
ñía decide a cuáles clientes atenderá (segmentación y búsqueda de
objetivos) y cómo lo hará (diferenciación y posicionamiento)” (Kotler &
Armstrong, 2012).
“es el punto clave de un plan de acción para utilizar los recursos de una empresa con
el fin de alcanzar sus metas (…) comprende la selección y el análisis del mercado, es
decir, la elección y el estudio del grupo de personas a las que se desea llegar y la
creación y permanencia de la mezcla de mercadotecnia que las satisfaga” (Fischer
& Espejo, 2016).
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“la forma en la que se alcanzan las estrategias”. Hablaremos entonces
de la planeación táctica y el desarrollo del plan de marketing. La pla-
neación táctica se refiere a todo lo relacionado con “mercados especí-
ficos o segmentos de mercado y el desarrollo de programas de marke-
ting que satisfagan las necesidades de los clientes en esos mercados”,
y el plan de marketing, con “la descripción de cómo la organización
combinará el producto, la fijación de precios, la distribución y las deci-
siones de promoción para crear una oferta que resulte atractiva a los
clientes” (Ferrell & Hartline, 2018).
Como se puede apreciar, hay una estrecha interrelación entre estrategias y tácticas
de mercadotecnia, pues
Figura 1. Marketing estratégico y marketing táctico. Fuente: Giraldo & David (2016).
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Como dijimos antes, estrategia y táctica se retroalimentan, pero hay que tener
claro que, aunque la táctica depende de la estrategia, no puede plantarse una
estrategia sin pensar también en la táctica, pues esta última determina los recursos y la
viabilidad de la estrategia. Así, cuando se busca comprender el proceso y las estrate-
gias de marketing en las empresas se deben conocer las actividades a realizar tanto
en la dimensión análisis-planeación como en la dimensión acción.
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Figura 2. Marketing estratégico y marketing operativo. Fuente: Elaboración propia.
> ¿Cuáles son las necesidades y deseos de los compradores? Esto se responde
mediante un análisis estratégico del mercado, es decir, hay que analizar el mercado
de referencia, el mercado relevante, el producto-mercado y el mercado objetivo. El
mercado de referencia precisa tres dimensiones: la necesidad que la empresa sa-
tisface, los grupos de compradores (particulares, empresas y organismos públicos)
y las distintas alternativas que satisfacen dicha necesidad. El mercado relevante es
el mercado servido por la empresa y en el que va a competir, su unidad mínima es
el producto-mercado. En él la empresa estudiará los comportamientos de compra
y los factores que influyen sobre este, e identificará las distintas preferencias para
satisfacer la misma necesidad, creándose los segmentos. Los segmentos escogidos
por la empresa para competir constituirán su mercado objetivo.
> ¿Cómo lo está haciendo la competencia? La empresa debe identificar sus compe-
tidores e informarse ampliamente sobre cómo lo están haciendo. Desde el enfoque
marketing, los competidores son aquellos que satisfacen la misma necesidad que la
empresa (y no los que fabrican lo mismo que ella) y que, por lo tanto, son el abanico
de alternativas entre las que los compradores pueden escoger para satisfacer su
necesidad. Analizando la tarea que la competencia está haciendo en los diferentes
segmentos identificados en la etapa anterior, la empresa valorará el atractivo de
cada segmento.
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> ¿Cuál es el potencial de la empresa? La empresa debe hacer una revisión y análisis
de sus recursos y capacidades para ver si es capaz de aprovechar las distintas opor-
tunidades que identifica en su entorno. Con el análisis interno y con el análisis del
mercado y de la competencia, la empresa realizará un diagnóstico con el que puede
elegir el segmento o segmentos a los que se va a dirigir (mercado objetivo) y esta-
blecer la propuesta de valor que va a ofrecer en cada segmento: el posicionamiento.
> ¿Qué podemos hacer mejor que la competencia para conseguir la ventaja com-
petitiva? La empresa debe fijar sus objetivos de marketing seleccionando un con-
junto de estrategias para alcanzarlos. Los objetivos de marketing son de tres tipos:
objetivos de relaciones con los distintos agentes del micro-entorno (compradores,
proveedores, distribuidores e incluso competidores), objetivos comerciales (ventas,
cuota de mercado o cualquier objetivo de las 4 P) y objetivos de rentabilidad de las
actividades de marketing (margen comercial, beneficio comercial, costos comercia-
les). Los análisis del atractivo de mercado y de la competencia, los recursos y capa-
cidades de la empresa y el establecimiento de objetivos posibilitan la elección de la
mejor estrategia de marketing para lograrlos.
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y programas diseñados por la organización. Se precisa de la coordinación de cuatro
elementos interrelacionados: la estructura organizativa, los recursos humanos, los
procesos de dirección y la cultura empresarial.
Para ello, de acuerdo con Belyh (2019), la empresa debe seguir tres fases que le
permitan crear satisfacción en sus clientes y superar a la competencia, a
continuación, las estudiaremos.
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1.3.1. Fase de planeación
Esta fase tiene cuatro componentes clave que proporcionarán un panorama claro
de dónde se encuentra la empresa y qué es lo que está haciendo. A continuación,
las revisamos brevemente.
Una vez que se completa este análisis, los resultados deben usarse como
base para desarrollar el plan de marketing de la empresa, que debe ser
medible y alcanzable.
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• Establecer objetivos de marketing y productos:
• Una vez que se comprenden las necesidades del cliente, se pueden esta-
blecer metas para satisfacerlas, aumentando así las posibilidades de éxito
con nuevos productos.
• Encontrar puntos de diferencia: al igual que el punto de venta de la empresa,
cada producto también debe tener un cierto conjunto de rasgos o caracte-
rísticas que lo hagan superior al ofrecido por la competencia. Por ejemplo,
nuestro producto podría ser más duradero, más accesible, más confiable o
muy fácil de usar, por lo que los compradores lo elegirán sobre la compe-
tencia.
• Posicionar el producto: comercializarlo de manera que en la mente de la
gente nuestro producto sea el que resuelva su problema. A través del mar-
keting emocional y mental los clientes asociarán nuestra marca con su so-
lución y eliminarán la elección.
• Seleccionar los mercados objetivo: según la investigación de mercados y
las características comunes del segmento seleccionado, de esa manera se
podrán satisfacer tanto las necesidades como los objetivos.
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• Estrategia de promoción: este elemento del programa debe centrarse en el
marketing directo, la publicidad, las relaciones públicas y las promociones de
ventas para crear conciencia de marca.
• Estrategia de producto: con este elemento se buscará centrarse en las ca-
racterísticas, los beneficios, el embalaje, la marca y la garantía del producto.
Debe saberse, para una adecuada comprensión del concepto de implementación del
marketing, que todas las empresas tienen dos estrategias: la prevista y la realizada.
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estrategia prevista. Ello no implica que la estrategia de marketing realizada
es necesariamente mejor o peor que la estrategia prevista, solo que es di-
ferente en su ejecución y sus resultados (Ferrell & Hartline, 2018).
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estén alineados con los objetivos establecidos. El equipo de marketing, especialmen-
te el gerente, es quien deberá observar cualquier desviación en el plan y corregir
rápidamente dichas desviaciones —las cuales pueden arrojar respuestas negati-
vas— para volver al rumbo establecido. De igual modo, será importante aprovechar
las divergencias positivas, por ejemplo, si las ventas son mejores de lo previsto para
ciertos productos, entonces podría haber más recursos asignados a una mayor pro-
ducción o distribución del mismo artículo.
Por ello, para evitar grandes diferencias entre los resultados esperados y los obteni-
dos, las acciones de marketing implementadas deben estarse evaluando y contro-
lando continuamente.
Ferrell & Hartline (2018) sugieren que para lograr lo cometido, la im-
plementación se gestione estratégicamente a través de un sistema de
controles de marketing que brinde la posibilidad de que la empresa
detecte los posibles problemas que puedan presentarse.
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Tabla 1. Marco para el control del marketing. Fuente: Elabora-
ción propia a partir de: Ferrell & Hartline (2018).
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• La estrategia de marketing debe estar respaldada por un plan de negocios
con movimientos tácticos para lograr los objetivos, o es inútil.
2. Estrategia de producto
Todos los productos siguen un ciclo de vida y los especialistas en marketing deben
adaptarse a los desafíos que presenta cada etapa del ciclo. Cada vez que se lanza
un nuevo producto en el mercado, es difícil para la compañía o la marca predecir
dónde llegará o cómo se desarrollará. En esos momentos, las marcas diseñan la
estrategia del producto.
“La estrategia del producto determina todos los pasos que una marca
tendrá que tomar para que el producto sea un éxito” (Bhasin, 2018).
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“la actuación de la empresa en función de los productos y mercados en
los que esta se mueve, así como del atractivo que el mercado puede
presentar” (Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt, & Vallet-Bellmunt, 2016).
Penetración de mercado
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El hecho de que la empresa conozca ampliamente sus mercados, las características
de los consumidores, su competencia, etc., representa una ventaja, pero también
se reducen las nuevas oportunidades de negocio. Munuera y Rodríguez (2007, en
Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt & Vallet-Bellmunt, 2016) afirma que algunas formas
de llevar a cabo la penetración de mercado por parte de las empresas son:
Esta estrategia busca que la empresa adapte sus productos a las necesidades del
mercado y a la evolución de las preferencias de los consumidores para seguir siendo
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competitiva. Según Lambin, Gallucci y Sicurello (2009, en Vallet-Bellmunt, Vallet-
Bellmunt & Vallet-Bellmunt, 2016), esta estrategia supone el aumento de las ventas
de la empresa, “desarrollando productos nuevos o mejorados que apunten a los
mercados existentes”. Para estos autores hay diferentes posibilidades para llevar a
cabo esta estrategia:
Un segundo momento puede darse con la expansión geográfica, ya sea a nivel local,
regional o internacional. La posibilidad de dirigirse a distintos mercados propicia
la estabilidad en el tiempo, ya que no se estará dependiendo de una única fuente
de recursos. Un ejemplo de ello es Bimbo, que está presente en distintos países,
buscando generar nuevos negocios. Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt & Vallet-
Bellmunt (2016) plantean las siguientes posibilidades para lograr esta expansión:
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• El primer paso para la expansión geográfica es decidir cómo se van a abor-
dar los nuevos mercados. La forma más viable, según Kotler (1992, en Va-
llet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt & Vallet-Bellmunt, 2016), sería la exportación
indirecta, es decir, contactar con un exportador especializado que será el
que se encargue de vender el producto en otros mercados y realice la ex-
portación propiamente dicha. Con esta fórmula la empresa apenas tiene
control sobre las ventas, ya que no es ella quien se dirige a los canales de
distribución, pierde la posibilidad de establecer los precios y las promocio-
nes y no tiene contacto con el consumidor final.
• En segundo lugar está la exportación directa, donde la propia empresa es
quien gestiona la venta de sus productos a clientes de mercados exterio-
res. Aquí la empresa tampoco tiene gran control sobre los elementos del
marketing, ya que no es ella quien decide los precios finales, promociones,
etc., aunque sí que gestionará las condiciones de entrega o los medios de
pago.
• La posibilidad de la exportación concertada supone llevar acciones para
la entrada en mercados exteriores, tales como joint-ventures, franquicias o
alianzas con empresas de los mercados a abordar.
• Munuera y Rodríguez (2007, en Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt & Vallet-Bell-
munt, 2016) también apuntan que el establecimiento de subsidiarias comer-
ciales puede ser una opción adecuada cuando la empresa tiene un nivel
de ventas importante en el mercado y tiene ya una cierta experiencia en él.
Para ello puede abrir filiales o delegaciones en el país extranjero.
• Por último, la empresa puede establecer subsidiarias de producción en dis-
tintas partes del mundo. De esta manera puede evitar aranceles o cuotas a
la importación, a la vez que puede obtener ventajas en costes de producción
y reducir los gastos de transporte.
Otras estrategias para desarrollar nuevos mercados, que apuntan Lambin, Gallucci y
Sicurello (2009, en Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt & Vallet-Bellmunt, 2016), pasarían
por la proposición de soluciones a necesidades de los clientes aún no percibidas o
expresadas, así como por la utilización de nuevos canales de distribución, comple-
mentarios a los actuales.
2.1.3. Diversificación
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sificación, la cual permite a las empresas buscar otros mercados a los que
podrían acceder o desarrollar nuevos productos que podrían lanzar para
aumentar su alcance e ingresos. La diversificación supone para la empresa
la decisión de ampliar su ámbito de actuación, ya que se basa en dirigirse
a mercados nuevos con nuevos productos (Vallet-Bellmunt, Vallet-Bellmunt
& Vallet-Bellmunt, 2016).
Con estas estrategias se reduce el riesgo global, puesto que es difícil pensar que to-
das las actividades a las que se dedica la empresa van a ir mal simultáneamente. Por
otra parte, la saturación del mercado en el que habitualmente se mueve la empresa
también puede conducir a la diversificación si ve que con sus mercados tradicionales
no puede alcanzar sus objetivos de crecimiento.
También otra buena razón para diversificar se da cuando se tienen excedentes finan-
cieros que se pueden invertir en nuevas oportunidades de negocio.
“La búsqueda de sinergias (...) puede ser también una razón para seguir
estas estrategias, ya que la empresa puede aprovechar sus recursos
infrautilizados y reforzar su posición competitiva a través de las siner-
gias en ventas, operativas, financieras y de dirección” (Vallet-Bellmunt,
Vallet-Bellmunt & Vallet-Bellmunt, 2016).
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Finalmente, dentro de las posibilidades de la empresa están las estrategias de
integración, las cuales implican una extensión en el plano vertical o en el plano
horizontal.
Para tener éxito con esta estrategia es importante saber que el concepto producto
puede dividirse en dos: el producto central y el producto aumentado; entender la
diferencia entre uno y otro también resulta fundamental. Toro & Villanueva (2017)
establecen que el producto central hace referencia al beneficio principal por el
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que un cliente lo compra. Este beneficio está relacionado principalmente con un
valor funcional o económico que representa el producto para quien lo utiliza o lo
consume. Por su parte, el producto aumentado hace referencia a otros atributos,
físicos o no, que añaden valor al producto. También se incluye en el concepto de
producto aumentado la imagen de marca y los atributos emocionales alrededor del
producto, con los cuales este se diferencia de su versión genérica.
Toro & Villanueva (2017) opinan que hay dos tipos posibles de diferenciación: la
horizontal y la vertical. A continuación, las describimos brevemente:
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• La diferenciación horizontal se basa en el hecho de que los clientes tienen
diferentes gustos, y que cada tipo de gusto genera, por lo tanto, un seg-
mento de clientes homogéneo y bien definido. Así, atender a uno de estos
segmentos implica ofrecer un producto ajustado al gusto del segmento ob-
jetivo.
• La diferenciación vertical apunta también a la heterogeneidad en el merca-
do, heterogeneidad no entendida como gustos diferentes, sino como dis-
posiciones distintas a pagar en función de la calidad del producto, principal
razón de compra de este, y para la que, dependiendo de su nivel, podemos
establecer los diferentes segmentos de mercado.
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Referencias
Ferrell, O. & Hartline, M. (2018). Estrategia de marketing (6a ed.). México: Cengage
Learning Editores.
Kotler, P. (s/f). Quotes from Philip Kotler [en línea]. Obtenido de: https://www.pkotler.
org/quotes-from-pk
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