La Fundación de Roma
La Fundación de Roma
La Fundación de Roma
Los historiadores antiguos dicen que los íberos eran de mediana estatura,
morenos y enjutos. Muy caballeros, leales y de carácter indomable, muy buenos
guerreros. También dicen que eran indolentes y perezosos, y odiaban todo lo
extranjero. Las tribus íberas se agrupaban en diminutos estados monárquicos o
republicanos. Habitaban poblados construidos en lugares altos y muy
fortificados. Pero la cultura más importante en la península ibérica seguía siendo
Tartesos, al sur, bajo la influencia fenicia.
Una ciudad que destacó por otras razones fue Delfos. Estaba situada en la región
llamada Fócida, al pie del monte Parnaso. En tiempos micénicos se
llamaba Pito,y en ella había un santuario dedicado a la antigua diosa Gea,
atendido por una sacerdotisa de la que se creía que podía hablar con los dioses.
Tras la invasión doria, Pito cambió su nombre por Delfos y se consagró al dios
Apolo (Gea no significaba nada para los dorios). Con este cambio de imagen
consiguió que perdurara su tradición de interlocutora de los dioses. El oráculo de
Delfos fue ganando en reputación, y todas las ciudades enviaban periódicamente
embajadores a consultarlo. Los embajadores llevaban ofrendas, con lo que Delfos
se enriqueció.
Entre tanto Egipto seguía sumido en el caos, con un ejército incontrolable sobre
el que el faraón no tenía ninguna autoridad. Si el oriente próximo no hubiera
estado tan convulsionado por esta época, sin duda Egipto habría sido una presa
fácil para el saqueo.
Asiria había quebrado el poder de Siria para poco después decaer ella misma.
Israel y Judá aprovecharon la situación. En 798 el rey Joacaz de Israel fue
sucedido por su hijo Joás, cuyo ejército no tuvo dificultad en derrotar al rey sirio
Benhadad III en tres batallas sucesivas, con lo que Israel recuperó los territorios
que había poseído en tiempos de Ajab. En Judá, el descontento de los sacerdotes
y del ejército con el rey Joás culminó con un golpe de estado en 797, tras el cual
se proclamó rey a su hijo Amasías, quien pronto restableció el dominio de Judá
sobre Edom. Joás y Amasías, viendo que la fortuna les sonreía, no tardaron en
medir sus fuerzas. Esto sucedio en 786, en la batalla de Betsamés, cerca de
Jerusalén. Israel logró una victoria decisiva. Amasías fue tomado prisionero y
Jerusalén fue ocupada. Parte de sus fortificaciones fueron destruidas y el templo
fue saqueado. Amasías continuó siendo rey de Judá, pero su reino se convirtió en
tributario de Israel. Joás de Israel murió en 783 y fue sucedido por su
hijo Jeroboam II, que sometió completamente a Siria e hizo de Samaria la
ciudad más influyente de la mitad occidental de la media luna fértil.
En 782 murió el rey Hsüan, y el trono chino fue ocupado por su hijo Yü. Ahora
un pueblo bárbaro procedente de las estepas del norte, los Ch'uan-
jung, amenazan las fronteras.
¿Qué sucedió en realidad? Por supuesto es imposible decir nada a ciencia cierta.
La Roma primitiva estaba emplazada sobre el monte Palatino, junto al Tíber,
pero con el tiempo se extendió hasta otras seis colinas vecinas, siete en total. Se
sabe que el Palatino estaba ocupado por cabañas de pastores desde al menos el
siglo X y que en la fecha tradicional de la fundación las demás colinas tenían
también habitantes. Probablemente, Alba decidió fundar una colonia fortificada
en el Palatino para contener a los etruscos (Roma estaba situada justo en la
frontera con Etruria). Por algún motivo, Roma escapó al control de Alba,
probablemente con la ayuda de los sabinos y, por qué no, de los propios etruscos.
La actividad de los primeros romanos fue rural. Los ciudadanos estaban divididos
en tres tribus: tricios, ramnos y lucerios, que tal vez se correspondan con tres
colectivos, uno de latinos, otro de sabinos y otro de etruscos, que se unieron para
formar Roma. Cada tribu se dividía en diez curias, a su vez formadas por varias
familias. Poco se puede decir de Roma en esta época. De hecho, sería absurdo
ocuparse de una ciudad tan insignificante si no fuera por que siglos más tarde iba
a dominar el mundo.