Fuentes Tarea Académica 1-Verano 2023
Fuentes Tarea Académica 1-Verano 2023
Fuentes Tarea Académica 1-Verano 2023
Lee las siguientes fuentes informativas. Luego, anota las ideas que consideres más relevantes y
elabora con ellas una lluvia de ideas que usarás durante la elaboración del esquema de la Tarea
Académica 1.
Fuente 1: Relación del uso de redes sociales con la autoestima y la ansiedad en estudiantes
universitarios
El uso de las redes sociales ha aumentado considerablemente en los últimos años. Entre algunas
razones están la rapidez de respuesta, la facilidad de acceso y las múltiples actividades con
recompensas inmediatas (Echeburúa y De Corral, 2010). Su uso ha revolucionado la manera en
la que los individuos interactúan, generando nuevas dinámicas en la comunicación, de tal
manera que las nuevas generaciones poseen la habilidad de procesar altos niveles de
información de forma simultánea y en breves periodos de tiempo, sin que la ubicación
geográfica sea una limitante (Aparicio et al., 2019).
Pero no solo han favorecido la interacción social, sino que han impactado en diversos ámbitos,
por ejemplo, en la educación, donde se han convertido en espacios de aprendizaje abierto y
multidireccional en el que se fomenta el trabajo en equipo y la interacción entre usuarios
(Hermann et al., 2019). Al respecto, Buxarrais (2016) señala que las redes sociales propician la
construcción del conocimiento de manera colaborativa, así como la autonomía en la búsqueda
de información. Otros alcances que han tenido las redes sociales son la comercialización de
bienes y servicios, ya que las empresas las utilizan como una vía alterna para acceder con mayor
rapidez y eficacia a los consumidores, quienes a su vez intercambian entre sí información y
opiniones sobre dichos productos y servicios (Hugo et al., 2020).
Sin embargo, son precisamente estos beneficios los que aumentan el riesgo de adicción a dichas
redes, pues el nivel de recompensa es tan elevado que se abandonan paulatinamente las
actividades cotidianas. De manera que el uso elevado del Internet se convierte en un escape ante
situaciones desagradables para los usuarios, en especial los adolescentes, en quienes se observa
un deterioro en la vida social y sus lazos afectivos, así como el reemplazo de actividades antes
gratificantes y la constante preocupación cuando no están conectados a Internet (Hernández et
al., 2019). Así mismo, se ha hablado de ciertos rasgos de personalidad que influyen en la
dependencia a las redes sociales, por ejemplo, las personas narcisistas, la extraversión, la
apertura a las nuevas experiencias, incluso el aburrimiento (Caro, 2017). Se han asociado
además factores personales en los que destacan la impulsividad, oscilaciones del estado de
ánimo, la búsqueda de estímulos placenteros y de emociones fuertes, así como una actitud de
rebeldía y oposición a las normas (Echeburúa, 2012). Además, la mayoría de los usuarios
comenta que prefiere una comunicación a través de Internet que cara a cara (Cía, 2013)
provocando aislamiento. Esto se debe a la facilidad de interacción que ofrecen las redes
sociales, pues permiten compartir información, opiniones y contenidos multimedia
independientemente de la lejanía física y temporal (Caldevilla, 2010). Otros de los aspectos que
inciden en el uso de las redes sociales en los adolescentes, es la búsqueda de aceptación y
reconocimiento de los otros, así como la necesidad de pertenecer a un grupo (Del Prete y
Redon, 2020). De acuerdo con Lozano et al. (2019) la dinámica en las relaciones de pareja
también se ha modificado con el uso de las redes sociales, ya que se ha observado un
incremento en los conflictos de pareja, que desencadenan en afectaciones desde la
comunicación hasta la infidelidad.
Echeburúa y de Corral (2010), definieron un marco para distinguir la sintomatología que denota
un uso excesivo de las redes sociales. Entre ellas destaca dormir menos de cinco horas diarias y
que la privación del sueño sea por el uso de las redes sociales, dejar de lado actividades y
responsabilidades cotidianas, pensar constantemente en estar conectado y sentir euforia mientras
se navega en las redes sociales, contrario al estado de malestar que el individuo puede
manifestar si se le restringe el uso de las mismas.
Por otra parte, no existe un consenso respecto a la frase “adicción a las redes sociales”, y dado
que no se cuenta con una definición precisa, Herrera et al. (2010) han descrito en su lugar
algunas de las señales que la caracterizan, por ejemplo, preocupación por el uso excesivo de
Internet, síndrome de abstinencia e impulsividad, así como dificultad en la toma de decisiones.
En contraste, Carbonell y Oberst (2015) señalan que es más adecuado utilizar el término “uso
problemático” al referirse a las redes sociales, toda vez que el número de horas o la frecuencia
con la que se utilizan no son un indicador confiable para determinar el nivel de adicción.
Por otra parte, los niveles altos de adicción a las redes sociales tienen consecuencias a nivel
psicológico, por ejemplo, se les ha relacionado con niveles más bajos de autoestima entre los
estudiantes universitarios, asociados a la frustración y el aislamiento (Jiménez y Pantoja, 2007).
Los mismos resultados fueron confirmados por Herrera et al. (2010), quienes hallaron una
relación estadísticamente significativa entre la adicción a Facebook, una baja autoestima,
depresión y falta de habilidades sociales en una muestra de 63 alumnos de la Universidad
Iberoamericana (México); por su parte, Jan et al. (2017), encontraron que el aumento en el uso
de las redes sociales conlleva una disminución del nivel de autoestima de los estudiantes. De
manera similar Nie et al. (2017) documentan que la adicción severa al Internet se asocia
significativamente con una pobre autoestima, depresión y problemas de fluidez verbal
semántica. Clemente et al. (2018) indican que existe una correlación entre la impulsividad y la
adicción a las redes sociales, de manera que entre más altos sean los niveles de impulsividad,
mayores serán también las posibilidades de desarrollar una adicción a las redes sociales.
Mismos resultados fueron presentados por Moral y Fernández (2019) en su estudio con 240
jóvenes españoles, donde señalan que la toma de decisiones rápidas y no planeadas en los
jóvenes conlleva al uso problemático de Internet.
Labrague (2014) exploró los efectos del uso de Facebook en los estados emocionales de
depresión, estrés y ansiedad de los jóvenes, para lo cual utilizó una muestra de 76 estudiantes
universitarios. Sus resultados mostraron que conforme aumentan las horas de uso de Facebook,
aumentan también las puntuaciones del estrés y la ansiedad. Además, quienes utilizan más
plataformas de redes sociales tienen mayor probabilidad de sufrir más depresión y más síntomas
de ansiedad, a diferencia de quienes solamente utilizan un máximo de dos plataformas de
Internet (Primack et al., 2017). En México, Rodríguez y Moreno (2019) también concluyeron
que el 25% de los estudiantes de Secundaria podrían desarrollar rasgos depresivos y de ansiedad
debido a la constante exposición a las redes sociales. Mismos resultados fueron encontrados por
Baños (2020), quien encontró en su investigación con una muestra de 219 jóvenes peruanos,
que la sintomatología depresiva se relaciona con el uso continuo y desmedido de las redes
sociales. Así también, el tiempo empleado en las redes sociales se asoció significativamente con
los síntomas de ansiedad en una muestra de 563 jóvenes estadounidenses (Vannucci et al.,
2017).
A medida que la tecnología se ha integrado cada vez más a la vida moderna, el uso de las redes
sociales es una actividad que se ha vuelto indispensable en la vida de muchos jóvenes. La
creciente necesidad de comprender mejor el impacto que tienen estas en la salud psicológica es
fundamental para la prevención y tratamiento de los trastornos que pueden resultar o ser
amplificados por el uso de redes sociales.
Portillo-Reyes, V. Ávila-Amaya, J. A., Capps, J. W. (2021). Relación del Uso de Redes Socia-
les con la Autoestima y la Ansiedad en Estudiantes Universitarios. Enseñanza e Investigación
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https://revistas.upeu.edu.pe/index.php/rc_salud/article/view/236/236 [Consulta: 14 de julio de
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Alarcón Allaín, G., & Salas Blas, E. S. (2022). Adicción a redes sociales e inteligencia
emocional en estudiantes de educación superior técnica. Health and Addictions/Salud Y Drogas,
22(1), 152–166. https://doi.org/10.21134/haaj.v22i1.640
Trejos Miranda A. & Loaiza Villatoro D. (2021) La influencia negativa de las redes sociales en
la imagen corporal de las mujeres adolescentes y adultas jóvenes. Dossier Digital de
Investigaciones en Piscología. Número 2, 2021., 182-194
https://www.academia.edu/50595429/DOSSIER_DIGITAL_DE_INVESTIGACIONES_EN_PISCOLOG
%C3%8DA_NUMERO_2_2021
Fuentes complementarias
Canal DW Documental. (20 de abril de 2022). La comercialización de la propia
imagen: los peligros de las redes sociales. [Archivo de video]. Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=DWqLAlsiPbE
Isabel Moya Psicólogos. (26 de mayo de 2021). Autoestima y redes sociales. [Archivo
de video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=X682LNcnBF4