Kwan Yin
Kwan Yin
Kwan Yin
Durante siglos, Kuan Yin ha personificado el gran ideal del Budismo en su papel
como bodhisattva- literalmente “un ser de bodhi, o iluminación,” quien está
destinada a convertirse en un Buda pero ha renunciado a la dicha de nirvana con
una promesa de salvar a todos los hijos de Dios. Kuan Yin ha tomado el voto de
bodhisattva para trabajar con las evoluciones de este planeta y este sistema solar.
Es conocida como la Diosa de la Misericordia porque anima las cualidades Divinas de
misericordia, compasión, y perdón. Los devotos invocan el poder del bodhisattva y
la intercesión misericordiosa con el mantra Om Mani Padme Hum- “¡Salve la joya en
el loto!”
Durante su período de vida se encargó de dar amor, paz y esperanza a muchos chinos, en
una época de violencia y cero respetos a los derechos de las personas la Diosa Kwan Yin,
logró hacer la diferencia entre todos y alimento aquellos espíritus que se encontraban
sin vida.
En la actualidad, si necesitas pedir perdón por algún mal acto que hayas realizado, se
invoca a Kwan Yin, para que ella nos pueda perdonar, limpiar nuestro espíritu y a la vez
tener misericordia por nosotros.
Además, Kwan Yin es conocida como la patrona de las mujeres y del parto, si quieres dar
a luz y tener un bebé sano, pidele con mucha fe y amor a Kwan Yin que ella se encargará
de cuidar el bebé, cuando llegue a este mundo. Así cuando el bebé llegue y esté en los
brazos de la madre, el no tendrá ninguna energía negativa o karma que pueda afectar en
su alma.
Decálogo de Kwan yin
2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie
sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para
eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier
comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya
que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la
conoce mejor que ella misma.
3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que
reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los
problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por
lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.
4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida.
Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento
presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los
hechos futuros que le causan angustia.
5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que
las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué
hacer en ese instante.
6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si
hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz, y con amor, pues de
esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad
tanto de servicio como de inteligencia.
7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré
aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se
estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el
servicio prestado a los demás.
8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el
aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se
encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta
forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar
en el sendero de la felicidad.
10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este
último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros
esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.
om mani padme hum