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Análisis de La Lectura #L16. Anorexia.

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Nombre: Galicia Martínez Abigail Fecha: 04/05/2022

Grupo y sección: 802A

Análisis de la lectura #L16. Anorexia. En Fisch, R. y Schalanger, K. (2002). Cambiando lo


incambiable. Barcelona: Herder. (Pp. 67-97).

1) El propósito principal de este texto es...

Describir qué es la anorexia y mostrar cómo es que se desarrolla el caso con una
intervención terapéutica aplicando estratégias o técnicas terapéuticas en el tratamiento
práctico.

2) la pregunta clave a la que el autor se está dirigiendo, es…

¿Qué es la anorexia y cómo se debe intervenir terapéuticamente?

3) La información más importante en este texto es...

La anorexia se considera un problema grave porque conlleva una amenaza inminente de


muerte por inanición.

● La persona en cuestión rara vez es la que presenta la queja por su conducta; más
bien suele ser un padre o un familiar cercano.
● Nos interesa saber sobre todo lo que hacen las personas que presentan la queja
para provocar un cambio en el problema que las angustia, ya que es el cese de esos
intentos lo que puede alterar la situación en un breve periodo de tiempo.

Caso: Los padres de una chica son los que presentaron la queja, ya que mencionaron que
tenía el aspecto y se comportaba como una persona anoréxica.

● Los padres se esfuerzan en no ponerle una etiqueta de paciente.


● Por otra parte, la hija no presenta queja alguna, es decir, dice que no tiene ningún
problema.

Se pretende averiguar el marco de referencia de las personas que apoyan al paciente y su


problema; es decir, su postura.Esto es una herramienta para el terapeuta de cómo se puede
usar su realidad para ayudarlos a cambiar su postura.

En determinados casos, la persona que presenta la queja está dispuesta a cambiar de


posición cuando se da cuenta de que lo que ha hecho hasta entonces sencillamente no
funciona. Pero en algunos casos hace falta algo más que darse cuenta de que una táctica
no funciona, porque las personas se sienten intimidadas por el estado del paciente y por el
terrible riesgo que entraña equivocarse en la manera de tratarlo. Así, si trabajan con algo
que tiene sentido para ellos pero con un marco nuevo, a lo mejor consiguen vencer la
intimidación que los paraliza.

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Cuando se pretende que una persona considere una premisa nueva y desconocida, el
hecho de preguntar si algo es posible resalta el esfuerzo, porque las personas aceptarán
que la mayoría de las cosas sí que son posibles. A partir de ahí se puede continuar como si
la premisa fuera probable o factible.

Al hacerles ver que lo que hacen es un fracaso es más contundente que hacerle ver que no
funciona, ya que este último verbo puede sugerir que los esfuerzos de las personas sólo
son ineficaces, mientras que fracasar implica que son contraproducentes y perjudiciales.

Así mismo, se les puede preguntar si lo que les dice el terapeuta les sugiere alguna idea,
pues la gente está más dispuesta a aceptar una táctica nueva si es ella la que sugiere su
dirección en lugar de creer que se la impone el terapeuta.

En ocasiones, en los casos graves, se toma en cuenta que a las personas que presentan la
queja suele asustarles cambiar de actitud por su temor a cometer un error peligroso. Por lo
tanto, es preferible decirles que se lo tomen con calma. Es mejor proceder despacio que
precipitarse.

Se les puede sugerir que se lo tomen como un pequeño experimento. La etiqueta de


experimento también implica que la nueva táctica puede descartarse si el experimento no
funciona; se puede hacer y deshacer en función de la necesidad.

Si el experimento resulta ir teniendo buenos resultados, para el terapeuta es muy tentador


felicitarles por lo que han hecho y sugerirles que sigan adelante con la nueva táctica.
Teniendo en cuenta que la eficacia de la terapia depende de la desviación de la táctica
anterior, cualquier éxito inicial que se perciba como un cambio significativo, por pequeño
que sea, es una ayuda para proseguir con esa nueva actitud y evitar volver a lo que se
comprobó que era contraproducente.

Por regla general, cuando las personas cuentan algo que parece señalar una mejoría, se
debe preguntar si se trata de un cambio en el problema antes de confirmar su éxito. Si,
como a veces ocurre, nos dicen que no creen que se haya dado un cambio significativo,
sabemos que no debemos felicitarlos y nos limitamos a asentir. A veces, podemos
preguntarles cómo sería un cambio significativo y así obtenemos información muy útil sobre
hacia dónde hay que dirigir las averiguaciones e intervenciones.

Para nosotros la conducta sintomática es algo que básicamente se mantiene por medio de
los intentos que hacen las personas que presentan la queja de solucionar esa conducta; sus
intentos tienen, de hecho, un efecto de retroalimentación positiva, creándose un círculo
vicioso. Así, un cambio en los esfuerzos repetitivos por parte de cualquiera de los miembros
puede revertir el efecto de retroalimentación, eliminando así las acciones que mantienen el
problema.

Al preguntar sobre los intentos de resolución de un problema, en ocasiones, las personas


suelen dar información de una manera abreviada, haciendo un breve resumen o dando una
etiqueta. Pero la ausencia de un diálogo concreto oscurece el mensaje enviado, de modo
que sólo queda la intención del mensaje. Eso forma parte de la complejidad de la
comunicación verbal humana: no se trata únicamente de que el mensaje enviado no
siempre es el mensaje recibido, sino también que el mensaje que se pretende enviar no

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siempre resulta ser el mensaje enviado. Así, a menudo el terapeuta tiene que preguntar por
el mensaje en sí, por el diálogo literal.

Al final se pueden dejar tareas que pueden proporcionar información útil (por ejemplo,
mostrar cómo una persona define un cambio), pero es, al mismo tiempo, un tipo de
intervención. Esto puede incluir la premisa de que las cosas pueden cambiar, de que
pueden mejorar. La persona acepta la premisa y así actúa con la sensación de que puede
hacer algo. Esto es tanto más útil cuando las personas que presentan la queja, sólo ven
desesperanza. A su vez, este «optimismo terapéutico» puede ayudarles a relajarse y ceder
un poco en sus intentos desesperados de resolver el problema.

En ocasiones, pedir detalles concretos puede servir para varias cosas. En primer lugar, sirve
para que las personas den una descripción más clara de lo ocurrido, ya que les permite
pasar de lo vago a lo concreto. En segundo lugar, el terapeuta se hace una idea de cómo
estas personas miden el cambio, de sus prioridades. Por último, al explicar los detalles del
cambio, la persona se da cuenta de que el cambio es más real, más significativo.

Cuando existe una mejoría se les debe preguntar desde cuándo, ya que a veces, en la
primera sesión, las personas no dicen que se ha producido una mejoría antes de acudir al
terapeuta. O bien la mejoría puede reflejar el impacto de esa primera sesión. Es importante
saber si fue por eso, porque hay que destacar cualquier mejoría definible; también permite
averiguar concretamente cuál fue la causa de esa mejoría.

● Después de las terapias se debe realizar un seguimiento.

En general, el terapeuta se siente intimidado cuando intenta tratar una conducta anoréxica,
en gran parte debido a sus efectos en la salud y a que conlleva un riesgo de muerte.

4) ¿Cuáles son los conceptos importantes y escribe sus definiciones?

● Anorexia. No comer hasta el punto de hacer peligrar su salud e incluso su vida.


● Experimento. Un experimento permite que el que lo realiza sienta curiosidad, y la
curiosidad tiende a desplazar la angustia.
● Terapia de familia tradicional. El modelo parte de que la conducta sintomática de
cualquier miembro de la familia representa una «homeostasis disfuncional»
subyacente a toda la familia.

5) ¿Cuáles son las conclusiones más importantes del texto? Las conclusiones son
las que planteas desde tu punto de vista de acuerdo con lo revisado en la lectura.

En conclusión, es importante conocer los esfuerzos o soluciones que le han dado al


problema, sin embargo, al intentar el terapeuta intervenir en los problemas graves no tiene
que ver la queja o la identificación de los esfuerzos de la persona para mantener el
problema, si no, el problema radica en conseguir que las personas que presentan la queja
acepten desviarse de esos esfuerzos; de igual manera es bueno recordar que como se
menciona en el texto se lo tomen con calma, ya que es mejor proceder despacio que
precipitarse y hay menos posibilidades de equivocarse.

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