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29054493significado Del Arte para Los Niños

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Este recurso fue tomado de las siguientes fuentes:

El arte y los niños (Consulta: 8 Junio 2013)


http://galeon.hispavista.com/bellesarts/cvitae73039.html
Significado del arte para los niños (Consulta 8 Junio 2013)
http://creandoplastica.blogspot.com/2012/06/significado-del-arte-
para-los-ninos.html
Importancia del arte (Consulta 8 Junio 2013)
http://carolinadebenito.webs.com/laimportanciadelarte.htm

Hemos de diferenciar lo que es el arte para un niño de lo que significa para el


adulto, ya que para el alumno es un medio de expresión, una forma de transmitir
sus sentimientos, sus percepciones y su interacción con el medio.

Lo que los adultos sienten o quieren transmitir mediante su creación artística, tiene
la misma importancia que lo que el niño quiere transmitir, sin embargo, cambia las
vías y las maneras de plasmar el mismo sentimiento.
Hay que tener en cuenta que en el proceso educacional lo más importante es el
aprendizaje del niño y que las experiencias vividas por el maestro no son válidas
porque limita el desarrollo artístico del niño.

El trabajo principal del maestro es el de estimular y dar significado a la relación


entre el niño y el medio y no imponer los conceptos adultos a cerca de lo que es
importante o hermoso, el componente principal es el niño.

El arte y los niños

Los trabajos plásticos infantiles son un tema permanente en la investigación de distintos


campos. La gran polémica de si se deben considerar estas manifestaciones arte o no,
ha dado paso a utilizarlas como material primordial en estudios psicológicos,
pedagógicos y como no artísticos.

Lo que sigue son expresiones que si bien están extraídas de su contexto (sean libros,
investigaciones o conferencias) las considero importante para entender el arte más
puro, el de los niños.

El arte adulto se manifiesta en forma intencional, dentro de una búsqueda personal


consciente que se singulariza en el estilo. La inspiración (mayor o menor) impregna ese
acto voluntario de expresión. El arte del niño nace de un impulso espontáneo que
excluye la premeditación y aparece más bien dictado de su propia naturaleza. El niño
carece de estilo.

El lenguaje plástico de ellos progresa con su propio desarrollo y evoluciona con él.
A la vista de la secuencia en el dibujo es evidente que el niño quiere comunicar algo en
sus representaciones ya que estas no son solo formas imaginarias, sino signos y
esquemas concretos y observables, a los que él trata de otorgar un significado que
pueda ser comprendido. Por ello podemos afirmar que sus expresiones responden a
una necesidad de comunicación, es decir, que consciente o inconscientemente el niño
se dirige a alguien desde el momento en que da forma y hace transmisible su mensaje
íntimo, y esto hace, en definitiva, del lenguaje plástico una actividad social.

Los niños consideran suficientes algunas características generales de un objeto para


representarlo, para ellos dibujarlos no necesita más que de rasgos esenciales. Por este
motivo los primeros dibujos figurativos infantiles, "lejos de ser intentos de imitación
mecánica dan testimonio de la proeza mucho más inteligente de la captación visual de
la estructura básica de las).
Por otro lado, el dibujo espontáneo no es una representación objetiva, sino un
exponente de estados afectivos; por ello, el niño lo utiliza como medio para expresar sus
preferencias, sus deseos, sus miedos, sus frustraciones y en definitiva, sus relaciones
con el mundo real y con los productos de su imaginación.
No podemos obligar al niño a reproducir un elemento o composición que él no creo, ya
que ello le impediría establecer sus propias relaciones con la experiencia y con el
medio. En un dibujo propuesto y mediatizado por el adulto no habrá ninguna
oportunidad para expresarlas ni para organizar sus pensamientos, sentimientos,
sensaciones.

Naturalmente, los niños se someten por costumbre a esta actividad impuesta y, en


algunos casos, incluso se sienten cómodos copiando y coloreando dibujos, pero a
medida que lo hacen también son conscientes de que nunca podrían crear uno igual sin
copiarlo.

El verdadero impulso infantil por perfeccionarse tiene su origen en sus deseos


espontáneos de expresión. La habilidad en un medio se crea con la posibilidad de
indagar en él. Así, no se trata de abandonar al niño a la autoexpresión, sino crearlas
condiciones que estimulan el descubrimiento y promuevan la emoción estética.

Investigaciones de creatividad infantil

Es frecuente oír quejas de cómo está olvidada la enseñanza plástica en nuestras


escuelas, como se dedican únicamente a hacer un trabajo de rellenar unos dibujos,
utilizar los colores que dice el maestro, no salirse de los límite, ahogando toda
imaginación y creatividad que pueden llevar dentro. Por lo tanto es un deber de los
profesores que enseñamos artes plásticas a los futuros enseñantes, hacerles ver esto y
que comprendan por ellos mismos la necesidad de potenciar la creatividad y dotar al
alumnado de técnicas y motivaciones que les den la oportunidad de expresarse
libremente

El arte es una actividad dinámica y unificadora, con un rol potencialmente vital en la


educación de los niños. El dibujo, la pintura o la construcción constituyen un proceso
complejo en el que el niño reúne diversos elementos de su experiencia para formar un
todo con un nuevo significado. En el proceso de seleccionar, interpretar y reafirmar esos
elementos, el niño nos da algo más que un dibujo o una escultura; nos proporciona una
parte de sí mismo: cómo piensa, cómo siente y cómo ve.

La educación artística, como parte esencial del proceso educativo, puede ser muy
buena la que responda por la diferencia que existe entre un ser humano creador y
sensible y otro que no tenga capacidad para aplicar sus conocimientos, que no
disponga de recursos espirituales y que encuentre dificultades en sus relaciones con el
ambiente. En un sistema educacional bien equilibrado se acentúa la importancia del
desarrollo integral de cada individuo, con el fin de que su capacidad creadora potencial
pueda perfeccionarse.

Para el niño el arte es primordialmente, un medio de expresión. Es para ellos, un


lenguaje del pensamiento. El niño ve el mundo de forma diferente y, a medida que
crece, su expresión cambia.

El entusiasmo de algunos maestros por la manera intuitiva con que ciertos niños pintan,
los lleva a imponerles sus propios esquemas sobre los colores, proporciones y forma de
pintar. La discrepancia entre los gustos del adulto y el modo en que se expresa el niño
es la causa de la mayoría de las dificultades que surgen y que impiden que el niño
utilice el arte como un verdadero medio de autoexpresión. Si los niños pudieran
desenvolverse sin ninguna interferencia del mundo exterior, no sería necesario
proporcionarles estímulo alguno para su trabajo creador. Todo niño emplearía sus
impulsos creadores, profundamente arraigados, sin inhibición, seguro de sus propios
medios de expresión.

En educación artística, el producto final está subordinado al proceso creador.

Lo importante es el proceso del niño, su pensamiento, sus sentimientos, sus


percepciones, en resumen, sus reacciones frente al medio. Todo individuo,
independientemente del punto en que se encuentre en el proceso de su desarrollo, debe
considerarse como un individuo. La expresión que se manifiesta es un reflejo del niño
en su totalidad. Un niño expresa sus pensamientos, sus sentimientos y sus intereses en
los dibujos y pinturas que realiza, y demuestra el conocimiento que posee del ambiente,
por medio de su expresión creadora.

Aunque, en la educación artística, los patrones artísticos del maestro deban estar
subordinados a las necesidades de los niños, eso no significa que los dibujos y pinturas
del niño no puedan poseer belleza en sí. Es más, el arte surge a través del proceso
artístico. Si concentráramos nuestra atención en el producto del arte nos ocuparíamos
primordialmente de hacer objetos hermosos, más que de los efectos de esa elaboración
sobre los niños. La educación artística, por lo tanto, se preocupa principalmente por el
efecto de ese proceso sobre el individuo, mientras que las llamadas “bellas artes” se
preocupan más por los productos resultantes.

Todo instituto de enseñanza debe tratar de estimular a sus alumnos para que se
identifiquen con sus propias experiencias, y de animarlos para que se desarrollen en la
medida de lo posible los conceptos que expresan sus sentimientos, sus emociones y su
propia sensibilidad estética.

El componente esencial es el niño; un niño que tiene sentimientos, que experimenta


emociones, amor y odio, y que no necesita la figura tiesa que se le puede enseñar en
primer grado, o el diseño abstracto que se le ofrece en la escuela secundaria. Su
expresión tiene para él tanta importancia como para el adulto la creación artística.

El maestro debe reconocer que sus experiencias acerca del aprendizaje no le sirven al
niño, pues lo que importa en el proceso educacional es el aprendizaje del niño.

No es la respuesta del adulto sino el esfuerzo del niño para lograr su respuesta, lo que
resulta crucial. Solamente a través de los sentidos puede tener lugar el aprendizaje,
esto quizá parezca una cosa obvia; sin embargo, sus consecuencias aparentemente no
se tienen en cuenta en nuestro sistema educacional. Es posible que la educación esté
simplemente reflejando los cambios que se producen en nuestra sociedad, pues parece
que el hombre cada vez confía menos en el contacto real con el ambiente, a través de
los sentidos.

El hombre se está convirtiendo en un observador pasivo de su cultura, antes que en un


constructor activo de ella. No obstante el hecho de que aprendemos sólo a través de los
sentidos, la escuela ha hecho muy poco para educarlos.

Además, si queremos que la escuela sea eficiente y revalorice su prestigio, es necesario


que nos propongamos como uno de los primeros objetivos, el fomentar la creatividad.
Si nos aferramos al sistema expositivo y repetitivo como recurso casi exclusivo de la
enseñanza, seguiremos con la escuela cansina, pasiva y rutinaria, matando la
creatividad.

Es importante fomentar la actitud creadora de los alumnos.

Entre las aptitudes más enriquecedoras está la creatividad. La sociedad reclama


creatividad. La consecuencia que para el futuro de la humanidad supone el cultivo de la
creatividad es incalculable. Es evidente que la solución de muchísimos problemas
humanos depende de la educación. Un pueblo educado, es un pueblo creativo.
Actualmente, el propósito fundamental en las escuelas en las que se contempla el arte
como espacio curricular, es el de contribuir a la formación integral de los alumnos
mediante el logro de competencias estético expresiva; desarrollando la imaginación
creadora, con fundamentos éticos y actitud estética. Vivencias procesos estéticos
expresivos para aprender a comunicar y apreciar desde los lenguajes artísticos.

Los aprendizajes se construyen a partir del desarrollo paulatino de una estética personal
e intuitiva para expresarse y comunicarse, canalizando el propio y único modo de
percibir y vivencial la realidad de cada uno. En la medida en que se acrecientan estos
saberes, la estética se transforma cada vez más en una construcción consensuada,
recuperadora de raíces y socialmente compartida.

Los contenidos o saberes deben ser encarados fundamentalmente, desde su naturaleza


procesual, como saberes que posibilitan el desarrollo del mundo interno y de las
competencias para interactuar desde él, interpretando y emitiendo mensajes en
diferentes lenguajes artísticos, para fortalecer procesos socializados de
autoconstrucción y proyección.

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