La Epifanía Del Señor 2023 Ciclo A
La Epifanía Del Señor 2023 Ciclo A
La Epifanía Del Señor 2023 Ciclo A
1
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
1ª Lectura
Is 60,1-6: La gloria del Señor está amaneciendo sobre ti
Salmo responsorial
Sal 71,2.7-8.10-11.12-13
Estribillo: “Que te alaben, Señor, todas las naciones”
2ª Lectura
Ef 3,2-3a.5-6: Ahora se ha revelado a las naciones
para que sean herederos de las promesas
Antífona de la comunión
Cfr. Mt 2,2: Hemos visto su estrella en oriente,
y venimos con regalos a adorar al Señor
******
Contexto celebrativo
Al celebrar la Navidad y reconocer al “Dios con nosotros”, hecho
carne para nuestra salvación, manteniendo nuestra actitud vigilante y
dispuesta a recibirlo, valoramos el amor y la misericordia de Dios, que
ha querido asumir nuestra carne, para comunicarnos así, su vida
“divina” y hacernos en Él: hijos de Dios, y herederos de su Reinado.
En la fiesta de la Sagrada Familia, Jesús sube con sus padres al
Templo de Jerusalem a los doce años, y ya como un verdadero israelita.
Después de la celebración Él se queda en Jerusalem, sus padres lo
buscan al final del primer día de camino, y regresan a buscarlo en
Jerusalem, y al tercer día lo encuentran dialogando con los doctores, a
quienes tiene admirados. Sus padres le reprochan, pero Él responde:
tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre.
María guarda todo en su corazón.
En la octava de Navidad, principio del año civil, reconocemos a
María, la esclava del Señor, y que nos ha dado al Salvador, el Hijo de
Dios, y por eso la honramos como “Theotokos” = “Madre de Dios”,
2
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
Evangelio
La epifanía o “Manifestación del Señor”, propia del Evangelio de
Mateo, y que como ya lo hemos mencionado, se trata de un relato que
3
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
(N.B.
No está por demás aclarar que, el texto no dice ni cuántos eran, ni
cómo se transportaban, ni que fueran reyes, pues la palabra “Magú”,
indica sabios, estudiosos de la naturaleza, astrólogos… Ni tampoco
cómo se llamaban.
En las representaciones pictóricas y esculturales de la Iglesia
primitiva de este hecho, que son muy abundantes, - sobre todo entre
los no judíos, que se identificaban con estos magú -, varían en la
cantidad de personajes que adoran al Salvador, los dones que ofrecen,
sus medios de transporte, etc. Se convirtió así en un hecho muy
significativo para los cristianos llegados de las naciones paganas, pues
así reconocen que la salvación que Jesús hace presente, es aceptada y
reconocida después de los discípulos judíos, por lo paganos que se ven
representados en los Magú orientales. La salvación es para todos los
pueblos, y para todas las naciones, lo que resultaba muy significativo
para las comunidades cristianas de la diáspora.
Los dones ofrecidos por estos personajes, son según el texto
incienso, oro y mirra, que tradicionalmente se interpretan así: el
incienso indica su divinidad, pues se usaba para expresar la adoración.
El oro su realeza, es el Rey del Universo. Finalmente, la mirra su
sacrificio, pues mezclado con el vino se lo ofrecen a Jesús en la cruz,
pues se consideraba como un sedante para el ajusticiado.
En realidad, se está haciendo referencia a varios textos del A.T.
sobre todo de los profetas, para subrayar que Jesús es el mesías
anunciado: Cfr. Is 49,23; 60,6; Sal 72,10-15.
5
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
1ª Lectura
El texto, tomado del profeta Isaías en su tercera parte, tiene como
trasfondo el c. 49, que pone en evidencia la situación del pueblo que al
regresar del destierro, encuentra situaciones adversas, cae en el
desaliento y la frustración, pues no ven un camino de salida para su
recuperación: el templo sigue en ruinas, crece la población y esto
provoca más problemas, Cfr. Ag 2,7-9, estamos alrededor del 520 a.C.
Frente a esta situación, el Tercer Isaías ofrece con este poema, que
aprovecha y retoma la temática del Segundo Isaías, en los cc. 40-55,
para dar una respuesta de esperanza y aliento. El Ap en el c. 21, hace
referencias numerosas a este texto del c. 60 de Isaías, referidos a la
Nueva Jerusalem: la Jerusalem celestial
La luz de la gloria del Señor amanece sobre el pueblo desolado y
en tinieblas, para que todas “las naciones caminen a su LUZ, y los reyes
al resplandor de tu alborada”, cfr. vv. 1-6 y ss. del c. 60 de Isaías.
6
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
Salmo responsorial
Valorando y experimentando las maravillas que Dios hace al
entregarnos a su Hijo unigénito, respondemos a su Palabra como su
Iglesia, su pueblo santo, con el Salmo 71.
Se trata de un salmo real, y probablemente para la coronación de
alguno de los reyes. a) Se pide la Justicia = la rectitud, fidelidad, y
coherencia ante Dios, y ante el pueblo en los vv. 1-2; b) La paz y justicia
en su reinado, vv. 3-7, (como rey eterno, vv. 5.7); c) Recibir el vasallaje
de sus súbditos en los vv. 8-11. d) Ser defensor de los pobres, vv. 12-14.
e) Recibir los tributos, y la fertilidad de la tierra, vv. 15-16. f) Concluye
con la petición de prestigio, y bendición para el rey, v. 17. (Los vv. 18-
19, son una añadidura, que sirve como conclusión doxológica, del
segundo libro de los Salmos).
Hoy usaremos los vv. 2.7-8.10-11.12-13.
Responder a la Palabra nos llevan a reconocer al Rey – Jesús, que
gobierna con justicia: rectitud, respeto y compasión por los humildes.
Esa justicia florecerá en sus días y la paz se extenderá hasta que falte la
7
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
de Cristo para con nosotros. Somos pueblo de reyes, que con y en Jesús
tenemos que construir un mundo en la paz, la solidaridad y la justicia.
2ª Lectura
El designio salvador, oculto y misterioso de Dios, se manifiesta
ahora de manera definitiva y plena en Jesús: el Cristo, el Ungido, el
Mesías. A sus apóstoles es a quienes se les ha confiado esta Buena
Nueva, como lo hace patente el apóstol Pablo, en la Segunda lectura,
tomada de la carta a los Efesios.
Pablo con esa experiencia personal, y tan especial, en su
encuentro con Jesús en el camino de Damasco, afirma y subraya que la
salvación es un don para todos los pueblos. Así conoció “el Misterio”
del que ahora da testimonio y comparte, pues si estuvo oculto para las
generaciones pasadas, “ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y
profetas del Evangelio”.
Esto incluye a los gentiles, (los que no pertenecen a la
descendencia de Abraham: los que no son judíos), pero que son
también: “coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partícipes de la
misma Promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio”.
Es así como se va configurando la Iglesia como “Cuerpo de Cristo”
que participará en plenitud de la promesa hecha a Abraham y a su
descendencia, con la fuerza y el poder del Evangelio = ¡Jesús, la Palabra
hecha carne!
Este don, en el caso de Pablo, por su vivencia en el camino de
Damasco, marca su vocación y su misión como testigo y apóstol, en
especial para los pueblos paganos, y ahí, entramos también nosotros.
Don que, como la encarnación misma de Jesús, hace brillar la
gratuidad del Amor que Dios tiene para con todos sus hijos, sin
distinciones, ni privilegios.
Nos corresponde ahora, continuar esta misión evangelizadora,
como Iglesia enviada y portadora de esa “Buena noticia”, en el mundo,
y para las situaciones y realidades que hoy nos tocan vivir.
9
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
Antífona de la comunión
Abiertos, y dóciles a la Palabra del Señor, nos acercamos como
familia, y “pueblo santo de Dios”, para nutrirnos con la “Palabra hecha
carne” a la mesa del banquete del Señor.
La Antífona de la Comunión esta tomada también de Mt 2,2, como
la Aclamación antes del Evangelio, pero con algunas modificaciones que
subrayan como la Palabra nos lleva a un encuentro, así como lo hicieron
los sabios de oriente, y por eso podemos decir: “Hemos visto su estrella
en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor”.
“Escuchar” la Palabra nos permite “Ver”, porque el que escucha se
deja penetrar y transformar por esa Palabra que es “viva y eficaz, más
penetrante que una espada de doble filo”, cfr. Hb 4,12 y llega a lo más
íntimo de nuestro ser, y por eso podemos “ver”, adentrarnos,
interiorizar, experimentar el sentido profundo de lo hoy contemplamos.
Es una experiencia transformante que nos envuelve y renueva
hasta lo más hondo de nuestro ser… - si nos dejamos transformar y
vivificar por Él -, para ser un solo cuerpo y un solo espíritu con Jesús.
¡Esto es hacer Memoria!
¿Cómo vives este don de Dios? ¿Cómo actualizas en tu vida la obra
salvadora de Jesús? ¿Qué regalos le vas a ofrecer a Jesús?
El quiere tu entrega total, una correspondencia a su amor, amando
y sirviendo a sus hermanos; manifestando con hechos, el amor que Él
derrama en cada uno de nuestros corazones.
No podemos experimentar su presencia sin ofrecernos y
entregarnos totalmente al Señor. Pero una ofrenda por el testimonio y
la vida consagrada enteramente a Él, en las realidades y situaciones
concretas de nuestra propia vida, y construyendo su Reinado por el
amor y servicio fraterno, sin distinciones ni prejuicios.
10
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
Respuesta en tu vida
Ya vivimos el encuentro con Jesús, escuchamos, y respondimos a
su Palabra, nos hemos nutrido con su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.
Somos ahora un solo cuerpo en Cristo… eso suena bien… pero… ¿lo
manifestamos y vivimos en nuestro día a día?
Este es el reto que nos cuesta asumir: ¡no lo podemos negar! Sin
embargo, sabemos que contamos con Él, que nos alimenta, y fortalece
para continuar realizando nuestra parte, en su obra salvadora, que
debe llegar a todos sin distinción. ¿Asumes el reto de seguir a Jesús?
+ No dejes que el desaliento y los fracasos te derroten, tu fortaleza
está en la constancia y docilidad a la acción salvadora que Él realiza,
desde dentro de ti, para que paso a paso, esa comunión vital con Él, te
haga ser, tú también una epifanía, una manifestación de Dios en medio
de tu familia, comunidad, amigos y todos los que te rodean.
+ Valóralo, inténtalo y con su gracia lo lograrás: “¡eres hijo de
Dios!”, y “¡testigo de su misericordia y salvación!”.
+ Así podrás distinguir lo que es vivir el Evangelio, frente a los que
se dejan llevar solamente por tradiciones, prácticas ocasionales, y
superficiales, sin mayor trascendencia.
+ ¿Cómo vivirás y darás testimonio de esta Epifanía del Señor?
Oración colecta:
Señor, tú que manifestaste a tu Hijo en este día a todas las
naciones por medio de una estrella, concédenos, a los que ya te
conocemos por la fe, llegar a contemplar, cara a cara, la hermosura
infinita de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien vive y reina contigo, en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
A. M. D. G. Mq.
11
Pbro. José Ignacio Martínez Aurioles. T. B. L.
12