La A Iuris Regula
La A Iuris Regula
La A Iuris Regula
1) INSTITUCIONES DE G AYO, 4,112. El presente artculo ( 1) se titula la certissima iuris regula de Gayo. Este ttulo procede del fragmento 4,112 de las Instituciones de Gayo en el que se afirma nombrndola como tal, la iuris regula de la intransmisibilidad hereditaria pasiva de las acciones penales privadas. En efecto, Gayo comienza por afirmar en este fragmento que non omnes actiones quae in aliquem aut ipso iure competunt aut a praetore dantur, etiam in heredem atque competunt aut dari solent y as aade a continuacin que est enim certissima iuris regula, ex maleficiis poenales actiones in heredem nec competere nec dari solere, veluti furti, vi bonorum raptorum, iniuriarum, damni iniuriae.... Y el fragmento contina
1) Este artculo recoge y desarrolla mi comunicacin presentada en la 51 sesin del congreso de la S.I.H.D.A. celebrado en Crotone y Mesina. Vase tambin mi libro La intransmisibilidad de las acciones penales en Derecho romano, Madrid, 1997.
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y termina con una referencia a la transmisibilidad activa de las acciones penales privadas, es decir, al heredero de la vctima. El fragmento es fielmente reproducido en Instituciones de Justiniano 4,12,1 (2), y esta certissima iuris regula fue llevada por los compiladores como tal regula a D. 50,17,111,1 (3). Instituciones de Gayo 4,112 contiene un texto formalmente clsico que, por un lado, circunscribe la regla de la intransmisibilidad a las ex maleficiis poenales actiones, dejando fuera por tanto, como destac ALBANESE (4), a las acciones que llevan la pena procesal del duplo en caso de infitiatio, y, en el que por otro lado, Gayo distingue claramente, incluso diramos pedaggicamente, entre acciones penales nacidas del ius civile, es decir, las que ipso iure competunt, y acciones penales pretorias, es decir, las que a praetore dantur: en perfecta correlacin con el enunciado inicial, la certissima iuris regula lo desarrolla, y establece implcitamente, por categoras, que las ex maleficiis poenales actiones in heredem nec competere nec dari solere, refirindose as, respectivamente, a las acciones penales de ius civile y a las de derecho pretorio.
2) Non omnes autem actiones, quae in aliquem aut ipso iure competunt, aut a praetore dantur, et in heredem aequae competunt, aut dari solent. Est enim certissima iuris regula, ex maleficiis poenales actiones in heredem non competere, veluti furti, vi bonorum raptorum, iniuriarum, damni iniuriae. sed heredibus huiusmodi actiones competunt, nec denegantur, excepta iniuriarum actione, et si qua alia similis inveniatur... 3) D. 50,17,111,1 (Gai. 2 ed. prov.): In heredem non solent actiones transire, quae poenales sunt ex maleficio, veluti furti, damni iniuriae, vi bonorum raptorum, iniuriarum. 4) B. ALBANESE, Illecito, Enciclopedia del diritto, p. 79 ss.
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Esta certissima iuris regula gayana constituye en s misma una concrecin de uno de los principios jurdicos ms firmemente enraizados en las convicciones jurdicas del pueblo romano: el principio del ius civile de la personalidad de la pena. En virtud de este principio la condena penal por un ilcito ha de recaer slo sobre el delincuente dejando libres a sus familiares y herederos. As, resulta representativo el hecho de que Dionisio de Halicarnaso mencionara en una ocasin como una de las ms firmes costumbres del pueblo romano la de no castigar a los hijos por los crmenes de sus padres ni aunque stos fuesen condenados por traicin a la Repblica; y ello en contra de la opinin, nos dice, de algunos griegos que consideraban que de padres malvados no pueden nacer hijos virtuosos, ni viceversa (5).
5) Dionisio de Halicarnaso (60 a.C.- 7 d.C.) se refiere a unos acontecimientos sucedidos hacia el ao 483 a.C. (cita la LXXVII Olimpiada de la era antigua) en los que el ciudadano Casio fue condenado a muerte por perduellio, es decir, por traicin a la Repblica. A continuacin se reuni el Senado para deliberar sobre la conveniencia de que tambin fuesen condenados a muerte los hijos de Casio siendo el resultado de dicha deliberacin el de considerar que no deban de pagar por el crimen de su padre: Ka j kenoy t uoq toto \Rvmaoiq pixrion ggonen vq tq kau| mq diathromenon likaq, fesuai timvraq pshq toq padaq n a]n o patreq diksvsin, n te tyrnnvn nteq y oi txysin, n te patroktnvn, n te prodotn, mgistn sti par| kenoiq dkhma. (D.H., VIII,80,1). Tambin Cicern (de natura deorum, 3,38,90) contrapone el mundo de los dioses en el que se castiga tambin a los hijos y a los nietos por los crmenes de sus padres y ascendientes, del mundo de la civitas, es decir, del mbito de lo jurdico en el que no es posible una ley que ordene dicho precepto: quem vos praeclare defenditis, cum dicitis eam vim deorum esse ut etiamsi quis morte poenas sceleris effugerit expetantur eae poenae a liberis a nepotibus a posteris. O miram aequitatem deorum: ferretne civitas ulla latorem istius modi legis ut condemnaretur filius aut nepos si pater aut avus deliquisset?
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Por otro lado, D. 47,1,1,pr., que es el texto con el que se inicia el libro 47 del Digesto relativo a los delicta privata, contiene un fragmento de los comentarios de Ulpiano ad Sabinum en el cual se proclama de entrada esta regla de la intransmisibilidad hereditaria pasiva de las acciones penales, con estas palabras:
Y en D. 48,19,26 (Call. 1 de cognit.) se dice: crimen vel poena paterna nullam maculam filio infligere potest: namque unusquisque ex suo admisso sorti subicitur nec alieni criminis successor constituitur, idque divi fratres Hierapolitanis rescripserunt. Sobre Derecho penal romano recogemos la siguiente sumaria bibliografa: T. MOMMSEN, Droit Pnal romain, Trad. J. Duquesne. Paris, 1907; Rmisches Strafrecht, Graz, reimp. 1955; C. F ERRINI, Diritto penale romano. Esposizione storica e dottrinale, Ed. anasttica, Roma, 1976; G.I. LUZZATTO, Per unipotesi sulle origini e la natura delle obbligazioni romane, Milano, 1934; C. GIOFFREDI, Sulla concezione romana della pena, Studi in onore di E. Volterra, II, p. 333 ss.; F. DE ROBERTIS, La funzione della pena nel diritto romano, Studi Solazzi, p. 169 ss.; J. GAUDEMET, Le problme de la responsabilit pnale dans lantiquit, Studi in onore E. Betti, II, p. 483 ss.; W. REIN, Das Kriminalrecht der Rmern von Romulus bis auf Justinian, Reimp. Darmstadt, 1962; E. CANTARELLA, Studi sullomicidio in diritto greco e romano, Milano, 1976; B. S ANTALUCIA, Alle origini del processo penale romano, IURA, 1984, p. 47 ss.; Note sulla repressione dei reati comuni in et repubblicana, en Idee vecchie e nuove sul diritto criminale romano, a cura di A. BURDESE, Padova, 1988, p. 5 ss.; Diritto e processo penale nellantica Roma, Milano, 1989; Derecho penal romano, Madrid, 1990; Studi di diritto penale romano, Roma, 1994; P. F UENTESECA, Historia del Derecho Romano, Madrid, 1987; P. LVQUE, La sanction de lhomicide en droit grec et hellnistique, Symposion California 1990, Weimar, Kln, Wien, 1991; T. J. SAUNDERS, Platos penal code: tradition, controversy and reform in Greek penology, Oxford, 1991; V. GIUFFR , La repressione criminale nellesperienza romana, Napoli, 1993; L. GAROFALO, Appunti sul diritto criminale nella Roma monarchica e repubblicana, Padova, 1993; O. F. ROBINSON, The criminal law of ancient Rome, London, 1995; C. VENTURINI, Processo penale e societ politica nella Roma repubblicana, Pisa, 1996; A. FERNNDEZ DE B UJN, Derecho Pblico Romano, Madrid, 1996.
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civilis constitutio est, poenalibus actionibus heredes non teneri, nec ceteros quidem successores (6).
2) REGLAS JURDICAS EN DERECHO ROMANO . La regla gayana aparece pues como una de las varias regulae iuris que fueron firmemente fijadas y asumidas por la jurisprudencia romana como verdaderos preceptos normativos nacidos fundamentalmente en el ius civile. Respecto a los orgenes de estas regulae iuris, C ANNATA (7) refiere que los juristas de mediados de la Repblica (concretamente cita a Tiberio Coruncanio) ya daran sus respuestas en pblico. Dichas respuestas no seran motivadas salvo en el caso de que alguno de los presentes lo pidiera. En tal caso, estos enunciados explicativos deban tomar la forma de la regula iuris, regla con carcter normativo que sintetizaba el principio del ius civile del que dependa la solucin concreta. La fijacin y el enunciado de tales regulae iuris con carcter normativo reglas generales y abstractas representaban la llave del mtodo interpretativo de la jurisprudencia arcaica: tenan una
6) El fragmento completo (D. 47,1,1,pr.; Ulp. 41 ad Sab.) dice as: civilis constitutio est poenalibus actionibus heredes non teneri nec ceteros quidem successores: idcirco nec furti conveniri possunt. sed quamvis furti actione non teneantur, attamen ad exhibendum actione teneri eos oportet, si possideant aut dolo fecerint quo minus possideant: sed enim et vindicatione tenebuntur re exhibita. item condictio adversus eos competit. 7) C.A. CANNATA, Historia de la ciencia jurdica europea, Trad. espaola: L. G UTIERREZ-MASSN, Madrid, 1996, p. 35; Potere centrale e giurisprudenza nella formazione del diritto privato romano, en Poder politico y derecho en la Roma clsica, Madrid, 1996, p. 82.
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forma parecida a los enunciados de las Doce Tablas y constituan un complemento de las mismas. Aade ms adelante (8) que sera extrao que las regulae iuris no hubieran sido objeto de obras especficas y este podra ser el objeto de los tripertita de Sexto Elio Peto Cato (cnsul en 198 a.C.) que, segn Pomponio, contena los elementos fundamentales del ius civile, y ms exactamente, el texto de las Doce Tablas, seguido de la interpretatio y completado por la legis actio respectiva (9). SCHMIDLIN (10) separ ntidamente a estas iuris regulae del ius civile de las llamadas reglas casusticas creadas sobre todo por la jurisprudencia del Principado, las cuales representaban slo el resultado de operaciones de simplificacin y aislamiento de soluciones jurisprudenciales parecidas y reiteradas para casos anlogos pero que, a diferencia de aquellas regulae iuris, como destaca VACCA (11), estaban siempre sujetas a la consideracin
8) C.A. CANNATA, Historia de la ciencia..., op. cit., p. 36. 9) D. 1,2,2,5 (Pomp. enchir. sing.). 10) B. S CHMIDLIN, Die rmischen Rechtsregeln. Versuch einer Typologie, Kln, Wien, Bhlau, 1970 (recensin de C. CANNATA, IURA, 1971, p. 180 ss.); Regula iuris, Standard, Norm oder Spruchregel? Zum hermeneutischen Problem des Regelverstndnisses, Fest. M. Kaser, Mnchen, 1976, p. 91 ss. As SCHMIDLIN en Die rmischen Rechtsregeln... (op. cit., p. 7) nos dice que Schon ein erster Blick auf diese Quellen lt erkennen, da die Regeln in zwei deutlich unterscheidbare Hauptgruppen zerfallen. Einmal besitzen wir eine stattliche Zahl von festen Einzelregeln. Teils werden sie ausdrcklich regulae gennant, teils sind sie ohne weiteres durch ihre Spruchform als feste, zitierfhige Regel erkennbar. Die zweite wichtige Gruppe bilden die hochklassischer und sptklassischer Zeit geschriebenen Regelbcher: die libri regularum. 11) L. V ACCA, Contributo allo studio del metodo casistico nel diritto romano, Milano, 1976, p. 110-111: queste enunciazioni rappresentano cio la massima evidenziazione del principio giuridico, considerato per non come una decisione che deve essere applicata nei successivi casi futuri, ma come risultato che non ha senso se non in rapporto al metodo casistico di cui espressione.
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crtica de los juristas a la hora de resolver el caso singularmente planteado (12). No obstante, NRR (13) rechaz esta neta
12) Nos encontramos ante el mtodo de actuacin de los juristas romanos: escribe M.J. GARCA GARRIDO (Derecho Privado Romano. Acciones, casos, instituciones, Madrid, 1995, p. 118-119) que el jurisconsulto romano utiliza mltiples medios y recursos de tcnica jurdica en la elaboracin casustica, en la deduccin de principios y reglas y en la adaptacin y creacin de nuevas instituciones. En concreto distingue los siguientes grados de elaboracin jurisprudencial: a) Caso. Supuesto de hecho que el jurista analiza en cada uno de sus pormenores o elementos. Le sirve de base para decidir con arreglo a criterios de justicia y utilidad inmediata. b) Caso-gua. Se trata de determinados casos o supuestos de hecho que, por su extenso mbito de aplicacin o por la elaboracin tcnico-jurdica de que han sido objeto en una o varias decisiones, se considera como patrn o modelo para la solucin de casos parecidos. En este mbito, la jurisprudencia opera principalmente con la tcnica de las conexiones, en la que interviene sobre todo la analoga. c) Reglas y axiomas jurdicos. En ellos comprendemos, no slo las regulae en sentido tcnico, sino tambin los juicios y decisiones que los juristas formulan abstrayndolos del casogua o conjunto de casos en el que tienen aplicacin. El valor de estos juicios y axiomas resulta, tanto de su correspondencia con criterios de equidad como de su fundamento en la autoridad de los juristas que con sus decisiones similares han contribuido a crearlas. Sobre reglas jurdicas en el Derecho romano y la recepcin de dichas reglas o axiomas a travs del Derecho histrico espaol (sobre todo de la legislacin de las Partidas de Alfonso X, rey de Castilla, en el siglo XIII) hasta el Ordenamiento jurdico espaol actual, vase: F. REINOSO, Los principios generales del Derecho en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, Madrid, 1988. En Espaa la cuestin tiene un singular inters, hasta el punto de que REINOSO defiende la vigencia actual del Derecho romano en nuestro pas a travs de la cita y aplicacin que hace la jurisprudencia del Tribunal Supremo espaol de principios y reglas de Derecho romano. Son principios y reglas, por lo tanto, integradas en nuestro Ordenamiento jurdico segn el sistema de fuentes del Derecho espaol. As, dicho Autor recoge una amplia relacin de principios y reglas de origen romano con la correspondiente referencia de las sentencias en las que aparecen citadas. Dicha relacin abarca desde antes de la publicacin del Cdigo Civil espaol, es decir, de antes de 1889, hasta el ao 1985. 13) D. NRR , Spruchregel und Generalisierung, SZ, 89, 1972, p. 18 ss., vase p. 86 ss.
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separacin entre regulae iuris y reglas casusticas y prefiri hablar de una escala de normatividad dentro de todo el conjunto de las diferentes regulae y en la cual las regulae iuris representaran la mayor normatividad admisible, pero en el seno de un Ordenamiento jurdico jurisprudencial y por lo tanto libre y casustico (14). El trmino regula aparece en las fuentes jurdicas (15) desde finales del siglo I d.C. con un significado ambiguo y amplio (16):
14) ... da die Normativitt der regula einer als Juristenrecht zu kennzeichnenden Rechtsordnung fast ein a priori ist (...). Verallgemeinernd lt sich vielleicht sagen, da in dem Moment, in dem sich die Auffassung durchgesetzt hatte, da das Juristenrecht nicht nur fr den Einzelfall, sondern generell legis vice steht, ein hher Grad von Normativitt erreicht ist. (NRR , op. cit., p. 87). 15) Sobre el origen y la utilizacin del trmino regula en las fuentes literarias republicanas y clsicas vase P. STEIN, Regulae iuris. From juristic rules to legal maxims, Edinburgh, 1966. Tambin vase tanto respecto a las fuentes jurdicas como literarias, SCHMIDLIN, Die rmischen Rechtregeln..., op. cit., p. 23 ss. 16) S CHMIDLIN, Die rmischen Rechtsregeln..., op. cit., p. 6-7: Was aber die rmischen Juristen unter Regel und Definition alles verstehen, haben wir erst aus den Quellen zu ermitteln. Es gilt, die Texte zu prfen, in denen die Juristen ausdrcklich von regula und definitio sprechen. Nur so vermeiden wir den oft begangenen Fehler, regula und definitio mit einer allgemeinen und verschwommenen Vorstellung von Rechtsprinzip und Begriffsbestimmung gleichzusetzen oder sie nach rein theoretischen, jedenfalls ungeschichtlichen Kriterien festzulegen. Resulta representativa de la amplitud y vaguedad con la que fueron concebidas las regulae por la jurisprudencia romana la definicin que de las mismas abre el ltimo ttulo del Digesto: D. 50,17,1 (Paul. ad Plaut.): Regula est, quae rem quae est breviter enarrat. non ex regula ius sumatur, sed ex iure quod est regula fiat. per regulam igitur brevis rerum narratio traditur, et, ut ait Sabinus, quasi causae coniectio est, quae simul cum in aliquo vitiata est, perdit officium suum.
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as, dentro del trmino regula, tal y como fue utilizado por la jurisprudencia del Principado, se comprende por un lado el objeto de los libri regularum: es decir, todo un conjunto de reglas propiamente casusticas y de definiciones; y, por otro lado, se engloba tambin dentro de este trmino a las verdaderas iuris regulae: es decir, como ya se ha dicho, reglas normativas que constituyen aplicaciones concretas de principios jurdicos reconocidos por la jurisprudencia fundamentalmente en el mbito del ius civile, como por ejemplo la regula catoniana o la certissima iuris regula referida por Gayo. Neracio escribi el primero de los llamados libri regularum que constituyeron en s mismos un gnero literario propio, siendo posiblemente tambin este jurista el primero que utilizara el trmino regula en el sentido de regla jurdica. Se acepta que dicho gnero literario se originase a su vez en los Pithan de Laben como coleccin de proposiciones de lgica jurdica realizadas a partir de la tpica estoica y dirigidas a su discusin y aceptacin por el conjunto de la jurisprudencia (17). Despus de Neracio
17) Seala C.A. C ANNATA, (Potere centrale..., op. cit., p. 80; Historia de la ciencia..., op. cit., p. 63) que para Laben el pithanon se presenta como una solucin casustica enunciada bajo la forma de regla. El caso concreto al que se refiere dicha solucin es descrito tan slo por los elementos de hecho que condicionan sus efectos jurdicos. As individualizando constituye un tipo de situacin concreta (Tatbestand); por consiguiente, la definicin de tal caso representa la definicin de las consecuencias jurdicas propias de todos los casos concretos del mismo tipo (...) la regla as construida es propuesta por el jurista a otros juristas para que la adopten; pero tambin est previsto tratndose de un enunciado probable que la corrijan o la rechacen, si la consideran incorrecta (...). Si, como se ve, el mtodo Labeoniano de la determinacin de las reglas jurdicas se inscribe en la tradicin de la tcnica del responsum propio de la jurisprudencia de los veteres, contradice toda la metodologa anteriormente adoptada para la formacin de las regulae iuris, porque stas eran reglas generales y abstractas, deducidas directamente de las estructuras del orden jurdico. La innovacin de Laben reside, sobre todo, en el hecho de que se propuso utilizar solamente el mtodo de la regla casustica para la construccin de las reglas jurdicas, lo que implica el rechazo del antiguo mtodo que
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escribieron libri regularum, Cervidio Escvola, Gayo, Ulpiano, Paulo, Licinio Rufino, Marcelo, Modestino y, seguramente, otros juristas (18).
desembocaba en el enunciado de reglas generales (regulae iuris) por medio de deducciones fundadas en las instituciones y no en soluciones concretas. Precisamente esta contribucin de C.A. CANNATA respecto del nuevo mtodo de Laben fue destacada por A. GUARINO en la comunicacin que ste ltimo present en la sesin de clausura de la 51 sesin del Congreso de la S.I.H.D.A. que se titul Labeone Superman. 18) S CHMIDLIN, op. cit., p. 120 ss.; STEIN, op. cit., p. 79 ss.; CANNATA, Potere centrale..., op. cit., p. 80-81. L. VACCA, Contributo allo studio del metodo casistico..., op. cit., p. 109 nos refiere que los Pithan de Laben presentan particular inters en cuanto que compaiono soluzioni generalizzanti, impostate secondo il criterio del probabile, derivate evidentemente da soluzioni di casi concreti, e proposte agli altri giuristi per una costruzione della scienza del diritto in termini dialettici: con particolare riguardo a questopera, lo S CHMIDLIN ha dimostrato un rapporto assai significativo fra il metodo casistico della giurisprudenza romana e le enunziazioni di carattere regolare proprie della giurisprudenza classica: posto che lo schema tipico del responso, cos come risulta per esempio dai libri responsorum di Scevola, consiste in casus, quaestio, responsum, e che esso di per s presenta gi un certo grado di semplificazione, con lintento evidente di proporre un modello per la soluzione di fattispecie future, le regole di questepoca altro non sono che il massimo grado di semplificazione della soluzione casistica.
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NRR (19) incluy a nuestra regla gayana dentro de las que l llam Spruchregeln (se puede entender como reglas generales que establecen juicios, decisiones, sobre la validez de un acto jurdico): siguiendo a este autor vemos que las fuentes nos refieren veintitrs regulae como verdaderas normas de Derecho, de las que en once ocasiones las mismas fuentes manifiestan que estamos ante una iuris regula o una iuris civilis regula. Dentro de estas once reglas NRR nos dice que cinco de ellas tendran forma de Spruchregeln y dentro de estas cinco est, como vimos, la certissima iuris regula gayana. Tambin destac que la expresin regula es especialmente frecuente en Gayo que la utiliza en ocho ocasiones: dos veces como standard o medida de la conducta necesaria para dotar de eficacia un acto jurdico, otras tres como Spruchregel, y finalmente, tres como Rechtsregel, es decir, se puede traducir, como pura norma jurdica (20). Por lo que hace a Gayo, debemos traer aqu a colacin la tesis de STEIN (21) que sostiene que la expresin regula tiene en Gayo un sentido especial, ms acadmico que en el resto de la jurisprudencia, ya que Gayo concibira el Ordenamiento Jurdico
19) Spruchregel..., op. cit., p. 38 ss. 20) S CHMIDLIN niega validez a este esquema dogmtico de NRR y as dedica gran parte de un artculo (Regula iuris: Standard, Norm oder Spruchregel..., op. cit.) a negar la validez de la clasificacin de las iuris regulae en Spruchregel, Standard o Rechtsregel, como a rechazar las criticas de NRR a sus planteamientos. Por su parte SCHMIDLIN, Die rmischen Rechtsregeln (op. cit., p. 61 ss.), estudia las diferentes iuris regulae por razn de su contenido, ya sea en materia de testamentos y legados, de la stipulatio, de derecho reales, de contratos y delitos. 21) Regulae Iuris, op. cit., p. 94-95.
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como formado por un cuerpo o sistema de iuris regulae que deben de conciliarse unas con otras. Sera una anticipacin de la tendencia postclasica a la consolidacin y clasificacin de las iuris regulae, y la idea de Gayo respecto de las mismas sera consecuentemente ms amplia que la de sus contemporneos. Estamos, s, ante una tesis discutible, pero no debemos olvidar el talante especialmente sistemtico y didctico de Gayo como maestro de Derecho y tambin, creo yo, como jurista, lo que parece que pudo ser la causa de su aislamiento por parte de la jurisprudencia de su tiempo. As, KASER (22) destac la tendencia de los escritores escolsticos como Gayo a transformar el Derecho en un complejo de reglas lo cual tena el peligro de disminuir la libertad de decidir los casos prcticos segn los principios de justicia y equidad. Pinsese por contra en la consideracin que tuvo Pomponio (23) en la jurisprudencia de su tiempo y en las palabras del jurista Javoleno objeto de amplios y profundos estudios: omnis definitio in iure civili periculosa est (24).
22) La classicit di Gaio, en Gaio nel su tempo, Atti del Simposio romanistico, Napoli, 1966, p. 42 ss.; esp. p. 46-47. 23) D. LIEBS, Gaius und Pomponius, en Gaio nel suo tempo..., op. cit., p. 61 ss. C.A. C ANNATA (Historia de la ciencia..., op. cit., p. 87, n. 205, dice lo siguiente: Gayo era pues seguramente un escritor "clsico", pero no puede ser considerado como un jurista clsico. Dejando aparte el hecho de que no era un autntico iurisconsultus (sino slo un escritor de cosas jurdicas y quiz un magister iuris), adoleca de un pensamiento jurdico de aire clsico. Escriba como si estuviera convencido de que se puede explicar derecho a cualquier persona con la sola lectura de un libro, pero tal conviccin nicamente puede pertenecer a un espritu superficial. 24) A. CARCATERRA , Le definizioni dei giuristi romani. Metodo, mezzi e fini, Napoli, 1966; R. MARTINI, Le definizioni dei giuristi romani, Milano, 1966; B. ALBANESE, Definitio periculosa: un singolare caso di duplex interpretatio, Studi Scaduto, 1967 [ = Scritti Giuridici, I, p. 301 ss.]; A. GUARINO, D. 50,17,202: Interpretatio simplex, Labeo, 14, 1968, p. 65 ss.; Giavoleno e le definizioni, Pagine di diritto romano, V, Napoli, 1994, p. 155 ss.
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Pero adems en Instituciones 4,112, Gayo califica su regla con la expresin certissima. Sorprende el poco eco que ha tenido esta expresin entre la doctrina. El trmino certissima slamente es utilizado por Gayo en esta ocasin queriendo decir que estamos ante una regla firme, indiscutida, segura. Por otro lado podemos constatar que las voces certissima, certissime, o certissimi son utilizadas en fuentes muy tardas: as, aparecen en dos ocasiones en el Cdigo teodosiano, en veinticuatro en el Cdigo de Justiniano, una en el Breviario de Alarico, Interpretatio de las Sentencias de Paulo y finalmente una en el Breviario de Alarico, Novelas de Teodosio (25). Vemos pues que la expresin certissima se halla en fuentes muy tardas como trmino comn en el lenguaje de la Cancillera imperial. Sin embargo no creo que se pueda pensar, sin ms, que estemos por ello ante un glosema postclsico a las Instituciones de Gayo. Tambin podemos plantearnos si no estaramos entonces ante una prueba en favor de la tesis de STEIN que concibe los libri regularum como gnero literario formado por colecciones de simples reglas jurdicas escritas dogmticamente por la mayor parte de los juristas del siglo II y III como
25) P. Sent. Interpretatio 1,17,1; 2,24,8; C.Th. 8,18,5; 10,32,2; C.Th. Brev. 5,6,1; C.Th.-Brev. 10,3,2 (interpret. visig.); Nov. Th. Brev. 9,1,1. Y, por supuesto en I.J. 4,12,1 que reproduce fielmente el texto gayano.
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formularios de actuacin prctica destinados a los funcionarios ab epistulis y a libellis de la Cancillera imperial (26). No creo que se pueda llegar tan lejos, mxime, cuando estamos hablando de una autntica iuris regula normativa fundada en el ius civile y no en una de tantas reglas casusticas contenidas en los libri regularum. Pero la cuestin est en determinar cul es el grado efectivo de normatividad de una iuris regula como la que venimos analizando, y ello, en el seno de un ordenamiento jurdico casustico y jurisprudencial como es el romano: esta cuestin de la normatividad de las iuris regulae es uno de tantos temas de nuestra disciplina que siguen abiertos, posiblemente porque las fuentes de que disponemos son ms bien escasas y en algunos casos ambiguas lo que da lugar a discusiones continuas en el seno de la doctrina. Las iuris civilis regulae tenan valor de norma jurdica que en cuanto tal norma limitaban la autonoma de la voluntad de los
26) P. S TEIN, Regulae Iuris, op. cit., p. 80-81: For what audience were these works intended? Not for students beginning the study of the law. The presentation is totally unsystematic even by the unexacting standards of the classical period and the subject matter is too detailed for those lacking a grounding in law. Clearly the Regulae were written for people who knew some law but who were not interested in arguments and reasons, i.e. people who required working rules of thumb to guide them in the routine cases with which they had to deal. I suggest that the typical reader whom the authors of Regulae had in mind was a subordinate official in the bureaux ab epistulis and a libellis. Se trata de una tesis muy discutida por la doctrina pero, pese a ello R. BONINO en la recensin al libro de STEIN en la revista Studia et Documenta Historiae et Iuris (1967, p. 447 ss.) sigue una lnea ciertamente conciliadora respecto de la misma (p. 457).
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particulares, no admitan pacto privado en contra (27) y fueron respetadas por la jurisprudencia por su fijeza y antigedad. Ahora bien, tambin para NRR , en abierta polmica con SCHMIDLIN, tampoco tenan para la jurisprudencia clsica un valor absoluto e inmutable: Nrr afirma que su validez sera inferior a la de un precepto legal, si bien, subraya que su valor normativo se acentu en poca postclsica (28).
3) LA APLICACIN DE LA CERTISSIMA IURIS REGULA DE G AYO A LAS ACCIONES PENALES PRIVADAS. Por lo que hace a la certissima iuris regula de Gayo podemos empezar declarando que su aplicacin prctica es general y expansiva en el mbito de las acciones penales privadas; pero, sin embargo, tambin aparecen dudas y problemas que nos revelan que no estamos, sin ms, ante una aplicacin en todo caso incondicional y absoluta de dicha regla. Veamos ( 29). Gayo, anteponiendo el trmino veluti, cita en Instituciones 4,112 y a modo de ejemplo de ex maleficiis poenales actiones a la actio furti, a la actio vi bonorum raptorum, a la actio iniuriarum y a la actio damni iniuriae que, como sabemos, son acciones que se citan, an tambin a ttulo de ejemplo, en Instituciones de
27) D. 2,14,28,pr. (Gai. 1 ed. prov.): contra iuris civilis regulas pacta conventa rata non habentur.... 28) Spruchregel und Generalisierung, op. cit., p. 87 ss. 29) Sigo mi libro, La intransmisibilidad de las acciones penales en Derecho romano, op. cit., p. 70, n. 144.
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Gayo, 3,182 (30) que es el texto relativo a las obligationes quae ex delicto nascuntur. Nos preguntamos: cul fue la finalidad de Gayo al citar expresamente los cuatro delitos sealados al enunciar la certissima iuris regula? A mi juicio Gayo, haciendo uso de un estilo netamente pedaggico, quiere destacar los cuatro delicta citados, simplemente, como los ms importantes en la prctica, los cuales adems tienen un mbito amplsimo de aplicacin dentro del Derecho penal privado romano; y tambin creo que los cita para destacar as que estamos ante una regla nacida en el ius civile. BRASIELLO (31) coment el fragmento afirmando que Gayo al enunciar la certissima iuris regula de la intransmisibilidad pasiva de las acciones penales comprende tanto a las acciones penales ex iure civili como a las acciones pretorias ya que alude a las primeras con la expresin ipso iure competunt y a las segundas con las expresin a praetore dantur. Y STEIN, al tratar especficamente acerca de esta certissima iuris regula entiende que se puede asegurar, sin lugar a dudas, que la misma se refiere justamente tanto al ius civile como a la prctica del pretor (32). Sin embargo no han faltado autores que, en virtud de diversas consideraciones, han querido circunscribir la regla
30) Transeamus nunc ad obligationes quae ex delicto nascuntur, veluti si quis furtum fecerit, bona rapuerit, damnum dederit, iniuriam commiserit, quarum omnium rerum uno genere consistit obligatio, cum ex contractu obligationes in IIII genera diducantur, sicut supra exposuimus. 31) Corso di diritto romano. Atti illeciti e pena e risarcimento del danno, Milano, 1957, p. 91. 32) S TEIN, Regulae Iuris, op. cit., p. 93.
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gayana slo a los cuatro delitos citados. En este sentido es obligado partir de ALBERTARIO (33), el cual llam la atencin en diversas publicaciones acerca del significado tcnico que tienen en las fuentes clsicas los trminos maleficium y delictum, los cuales comprenden slo ilcitos penales que proceden del ius civile y que son los nicos que propiamente originaban en el Derecho clsico las obligationes ex delicto. Frente al planteamiento de ALBERTARIO, SEGR (34) opuso, poco despus, que en el Derecho clsico, y Gayo escrive en la segunda mitad del siglo II, se va produciendo una cierta promiscuidad en el uso en las fuentes de los trminos maleficium, delictum y crimen, y que este uso promiscuo es paralelo en el tiempo a hechos como la fijacin codificada del edicto perpetuo o la progresiva sustitucin del procedimiento formulario por el de la cognitio extra ordinem. PEROZZI (35), de acuerdo en lo fundamental con ALBERTARIO, sealaba en sus Instituciones que en tiempos de Gayo era un principio firmsimo (certissima iuris regula) que las acciones que derivan de los cuatro delitos que originan obligaciones no se dirigen contra los herederos, pero que el principio (es decir, se entiende, esta iuris regula) fue aplicado caso por caso a las
33) E. ALBERTARIO, Delictum e crimen, Milano, 1924 [= Studi di diritto romano, III,1, p. 141 ss.]; Maleficium, Studi in onore di Perozzi, Palermo, 1925, p. 225 ss. [= Studi di diritto romano, III,1, p. 196 ss.]. 34) G. S EGR, Obligatio, obligare, obligari nei testi della giurisprudenza classica e del tempo di Diocleciano, Studi P. Bonfante, III,3, p. 500 ss. [= Scritti varii di diritto romano]. 35) S. P EROZZI, Istituzioni 2, II, p. 91.
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acciones de otros maleficia. Y aade que en varios textos de la Compilacin es afirmado como un principio propio de todas las acciones penales. Tambin SCHULZ (36) sigui el planteamiento de ALBERTARIO, si bien consider a Gayo como un precursor en la extensin de trminos clsicos como obligatio o delictum al mbito de las relaciones reguladas por el Derecho pretorio; y seala como buena prueba de ello el que en los fragmentos de las Instituciones extiende el mbito de la obligatio ex delicto a acciones propiamente pretorias pero que nacieron ntimamente relacionadas con acciones del ius civile. Tal es el caso, por ejemplo, de la actio vi bonorum raptorum o de la actio iniuriarum aestimatoria; aunque, como destaca SCHULZ, Gayo no se atreve a mencionar a acciones tales como la actio de dolo o la actio metus. Ahora bien, MAIER (37) sostuvo en los aos treinta que la certissima iuris regula de Gayo 4,112 se limitaba slo a los cuatro delicta citados en el fragmento, es decir, furtum, iniuria, vi bonorum raptorum y damnun iniuria datum, los cuales procedan del ius civile o nacieron en ntima conexin con l. MAIER apoy su tesis tanto en los planteamientos de ALBERTARIO sobre la significacin tcnica del trmino maleficium en el Derecho clsico (38), como tambin en D. 47,1,1,pr. en el se dice que esta regla se origina como civilis constitutio (39).
36) F. S CHULZ, Classical Roman Law, Oxford, 1969, p. 457 [= Derecho Romano Clsico, Trad. esp. J. Santa Cruz Teigeiro, p. 437]. 37) G. H. MAIER, Prtorische Leipzig, 1932, p. 7-9. Bereicherungsklagen, Berlin und
38) Prtorische Bereicherungsklagen, op. cit., p. 7: Wren maleficia bei den Klassikern nur die vier bekannten Hauptdelikte, wie ALBERTARIO annimmt (Riv. dir. comm. 23 (1921), 1, 500; stud. Perozzi, 223 ss) so wre gewi und offenkundig da Gaius keinen allgemeinen Satz von der Unvererblichkeit aller Deliktsklagen aufstellen wollte. 39) MAIER, op. cit., p. 9: Selbst wenn man hier mit BESELER (1,4) [y B ONFANTE, Corso, 6, p. 127] civilis constitutio streicht, spricht durch der
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Por su parte, RICCOBONO que defenda en un artculo (40), y en funcin de dos textos del Digesto (41), que en caso de que el demandado fallecido hubiese muerto sin haber llegado a comparecer ante el pretor, y sin nada que hubiese justificado tal retraso en comparecer, el pretor poda incluso llegar a fingir que se habra producido ya la litis contestatio y, por lo tanto, en tal caso, la accin penal se proyectara hasta el heredero del
Ursprung aus Ulpians Sabinuskommentar (oder Sabinus selbst) entschieden dafr, da es sich um eine fr die zivilrechtlichen Klagen geformte Regel handelt. 40) S. RICCOBONO, Die Vererblichkeit der Strafklagen und die Fiktion der Litiskontestation nach klassischem und justinianischem Rechte [fr. 102 D. 2,11 und fr. 33 D. 44,7], SZ. 47, 1927, p. 75 ss. 41) D. 44,7,33 (Paul. 3 decret.): Constitutionibus, quibus ostenditur heredes poena non teneri, placuit, si vivus conventus fuerat, etiam poenae persecutionem transmissam videri, quasi lite contestata cum mortuo. D. 2,11,10,2 (Paul. 1 ad Plaut.): Qui iniuriarum acturus est, stipulatus erat ante litem contestatam, ut adversarius suus iudicio sistat: commissa stipulatione mortuus est. non competere heredi eius ex stipulatu actionem placuit, quia tales stipulationes propter rem ipsam darentur, iniuriarum autem actio heredi non competit. quamvis enim haec stipulatio iudicio sistendi causa facta ad heredem transeat, tamen in hac causa danda non est: nam et defunctus si vellet omissa iniuriarum actione ex stipulatu agere, non permitteretur ei. idem dicendum esse et si is, cum quo iniuriarum agere volebam, stipulatione tali commissa decesserit: nam non competit mihi adversus heredem eius ex stipulatu actio, et hoc Iulianus scribit. secundum quod et si fideiussores dati erant, minime dabitur in eos actio mortuo reo. idem Pomponius, si non post longum tempus decesserit: quia si ad iudicium venisset, litem cum eo contestari actor potuisset.
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demandado fallecido antes de la l.c. Pues bien, en este contexto RICCOBONO (42) atiende a la expresin nec dari solere que aparece en nuestro fragmento gayano, Gai. 4,112, y se basa en ella para escribir lo siguiente: las palabras dari solere no estn, por decirlo as, de relleno (de ms) sino que tienen un fondo particular: pueden entenderse de forma que el pretor, sin que haya tenido lugar la l.c., no suele otorgar ninguna accin penal contra el heredero, pero no excluye la posibilidad de que lo haga en casos especiales. Gayo RICCOBONO sabe muy bien que aqu, como en cualquier parte, el pretor puede intervenir de manera extraordinaria. Por lo que la exclusin de la transmisibilidad de la accin penal vale absolutamente para el ius civile, pero, de manera relativa, para el ius honorarium, an cuando este ltimo siga regularmente la norma del ius civile. El pretor siempre puede impartir una accin e incluso fingir la l.c. cuando le parezca necesario. Dejo constar que LENEL (43) no acept en su da este planteamiento de RICCOBONO, pero no es este el lugar para entrar en aqulla polmica. Debemos aadir que nec dari solent es una expresin que se repite tambin en D. 50,17,111,1 que, como vimos antes, es el fragmento en el que se recoge como tal, y en cuanto tal, la iuris regula gayana. Ahora bien, en este texto del Digesto, y a diferencia de lo que ocurre en las fuentes clsicas, con la expresin citada no se alude a los delitos pretorios en general, sino que el texto pone como ejemplo de acciones que nec dari solent,
42) Die Vererblichkeit der Strafklagen..., op. cit., p. 70 ss. 43) O. LENEL, Fingierte Litiskontestation?, SZ., 48, 1928, p. 563 ss.
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precisamente, a los cuatro delicta tipificados en Gayo 3,182 y Gayo 4,112, lo que podra revelar el origen postclsico del texto contenido en el Digesto o, incluso, la mano de los compiladores. Ahora bien, frente a aquella tesis de MAIER limitadora del alcance de la regla gayana debe tenerse en cuenta lo siguiente: la prctica del pretor respecto de la aplicacin de la certissima iuris regula gayana a las acciones penales pretorias viene tambin determinada por el hecho constatable en las fuentes de que hay muchas dudas acerca de cul fuese la verdadera naturaleza de diversas acciones en el Derecho clsico, es decir, si eran acciones penales, reipersecutorias, o bien, utilizando palabras de LEVY o de KASER (44), cualitativamente mixtas. As ocurre con las dos acciones penales pretorias ms representativas del Derecho Romano; es decir, con la actio de dolo y con la actio quod metus causa. Respecto de sta ltima, A. DORS (45) ha escrito que la
44) E. LEVY, Privatstrafe und Schadenersatz im kl. rm. Recht, Berlin, 1915, p. 139 ss.; Die Konkurrenz der Actionen und Personen im kl. rm. Recht, I, Berlin, 1918, p. 419, p. 429 ss., p. 489 ss., II, Berlin, 1922, p. 1 ss.; M. KASER , Das rmische Privatrecht, Mnchen, I2, 1971, p. 501-2; p. 611-2, p. 621, p. 626-7, II2, 1975, p. 343, p. 429, p. 435, p. 559. 45) El comentario de Ulpiano a los edictos del metus, Anuario de Historia del Derecho Espaol, 52, 1982, p. 223 ss.; esp. 268-269. La actio metus aparece en las fuentes como una actio in rem scripta que puede darse tanto contra el coaccionante que dej de poseer como contra el tercero adquirente de buena o mala fe. Ahora bien, la actio in quadruplum contena originariamente una clusula arbitraria en virtud de la cual cualquiera que fuese el demandado poda liberarse de pagar la poena mediante la restitucin de la cosa o de su valor. Por lo tanto se dirigira ms contra el factum de retener indebidamente un bien perdido por el demandante en virtud de una intimidacin que al hecho de la coaccin en s. A. DORS sigue expresamente en este planteamiento de la actio metus la tesis de B. KUPISCH (In integrum restitutio und vindicatio utilis bei Eigentum bertragen im klassischen Recht, Berlin - New York, 1974) que califica como una aportacin realmente positiva al estudio de esta accin.
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accin penal de metus tambin es reipersecutoria; rene los caracteres de penal y de reipersecutoria, como ocurre en la accin de la ley Aquilia, a diferencia de lo que rige para el furtum. Por eso mismo, la accin no es acumulable. De ah, como no poda ser de otro modo, la problemtica que presentan los fragmentos del Digesto relativos a la transmisibilidad pasiva de dichas acciones ya que esos fragmentos establecen en textos claros y sencillos que ellas mismas se dan contra el heredero por el enriquecimiento obtenido del delito del causante (46). Y tambin hay que tener en cuenta que en el Derecho clsico la jurisprudencia no haba an configurado claramente las categoras conceptuales de, respectivamente, acciones penales y reipersecutorias, y as, por ejemplo, vemos la evolucin de algunas acciones que se originaron en tiempos de la Repblica como
46) As respecto de la actio de dolo tenemos: D. 4,3,17,1; Ulp. 11 ed.: Haec actio in heredem et ceteros successores datur dumtaxat de eo quod ad eos pervenit. D. 4,3,26; Gai. 4 ed. prov.: In heredem eatenus daturum se eam actionem proconsul pollicetur, quatenus ad eum pervenerit, id est quatenus ex ea re locupletior ad eum hereditas venerit. Y respecto de la actio quod metus causa tenemos el siguiente texto: D. 4,2,16,2; Ulp. 11 ed.: Haec actio heredi ceterisque successoribus datur, quoniam rei habet persecutionem. In heredem autem et ceteros in id, quod pervenit ad eos, datur non immerito: licet enim poena ad heredem non transeat, attamen quod turpiter vel scelere quaesitum est, ut est et rescriptum, ad compendium heredis non debet pertinere.
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acciones penales y que ms tarde aparecen con carcteres ms propios de una accin reipersecutoria (47). Concluimos las observaciones anteriores afirmando pues el valor normativo y general de la regla gayana en el mbito del Derecho penal privado romano: en D. 47,1,1,pr. se proclama de entrada, como ya hemos visto ms arriba, que civilis constitutio est poenalibus actionibus heredes non teneri nec quidem ceteros successores. Estamos pues ante una regla nacida y fijada en el seno del ius civile pero que proyecta su mbito de aplicacin general a todas las acciones penales privadas. Incluso, el evidente retoque compilatorio del final del texto que viene dado por la expresin nec quidem ceteros successores, o quiz tambin la utilizacin del verbo teneri ms propio de las acciones pretorias que del ius civile, no hace sino resaltar, paradjicamente, el respeto justinianeo por el fondo del texto. Otra cosa es, como vimos antes, cual sea la verdadera naturaleza, penal, reipersecutoria, o cualitativamente mixta de cada una de las acciones pretorias en particular. Ya se vi arriba que la misma certissima iuris regula aparece recogida en Instituciones de Justiniano 4,12,1 en el que se reproduce fielmente el texto gayano. Y lo que es a mi juicio ms importante: en numerosas fuentes tanto justinianeas como prejustinianeas, y as, en los ttulos del Digesto relativos a las
47) Vase mi artculo: Observaciones acerca de D. 44,7,35,pr., S.D.H.I., 61, 1995; La intransmisibilidad de las acciones penales..., op. cit., p. 43 ss.
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respectivas acciones penales (48) o en los textos del Cdigo y del Digesto concernientes a los efectos de la litis contestatio (49) se afirma reiteradamente, una y otra vez, la iuris regula por la cual una accin no se da contra los herederos cuando y porque es penal. Se manifiesta as del cotejo de las fuentes la solidez y fijeza de una civilis iuris regula que viene a determinar formalmente cundo estamos ante una accin penal y no ante una accin reipersecutoria, o lo que es lo mismo, cundo estamos en el mbito de una obligatio ex delicto y no en el de una obligatio ex contractu.
4) REFLEXIN FINAL. Ahora bien, podemos decir algo ms: es posible que Gayo al recalcar el calificativo de certissima de esta regla y al circunscribir de forma prudente los ejemplos de aplicacin de la misma a los delicta ms representativos del ius civile est dando a entender tambin, de algn modo, la problemtica aplicacin prctica de esta regla ante la necesidad de perseguir al heredero por el enriquecimiento injusto que obtuvo de su causante. As, en numerosas ocasiones los pretores se ven obligados a articular la artificiosa solucin de dar acciones in factum contra el heredero
48) D. 47,1,1,pr; D. 50,17,111,1; D. 47,8,2,27; D. 9,2,23,8; D. 39,1, 22; D. 35,2,32,pr.; D. 2,13,13; D. 27,6,9,1; D. 4,9,7,6; D. 47,10,13,pr.; D. 2,4,24; D. 11,6,3,5; D. 27,3,1,23; D. 11,3,13,pr.; D. 9,3,5,5; D. 9,3,5,13; D. 42,5,9,8. 49) C. 4,17,1; D. 27,7,8,1,i.f.; D. 44,7,59(58); D. 50,17,164; D. 44, 7,26; D. 44,7,33.; D. 47,10,13,pr.
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por el id quod ad eum pervenit, es decir, por lo que ha entrado en su patrimonio. Y no olvidemos las grandes transformaciones derivadas del paso del procedimiento formulario al de la cognitio extra ordinem en el seno de un creciente ambiente de absolutismo poltico. As, por ejemplo, es en este mbito de la cognitio extra ordinem donde se establece la persecucin judicial contra el patrimonio de los herederos de un fallecido acusado post mortem de crimen maiestatis (50). Las Instituciones de Gayo gozarn de singular prestigio en la poca postclsica y justinianea, si bien, es muy revelador un fragmento contenido en Cdigo de Justiniano 4,17,1, que reflejara con ms veracidad la prctica forense en tiempos de Justiniano. Este fragmento fue tomado de una constitucin de Diocleciano recogida a su vez en el Cdigo Hermogeniano: ahora bien, mientras en el Cdigo Hermogeniano se dice an que los herederos no pueden ser demandados con la propia accin penal antes de que tenga lugar la litis contestatio, en el Cdigo de Justiniano parece que se tacha esta frase y se dice, sin ms, que los herederos del que cometi un delito de violencia o de concusin sern demandados slo por el id quod ad eos pervenit y no por el simplum si su causante falleci antes de la l.c. (51).
50) VOLTERRA, Processi penali contro defunti in diritto romano, R.I.D.A., 3, 1949, p. 485 ss.; U. BRASIELLO, La repressione penale in diritto romano, Napoli, 1932, p. 127 ss. 51) Post litis contestationem eo, qui vim fecit vel concussionem intulit vel aliquid deliquit, defuncto, successores eius in solidum, alioquin in quantum ad eos pervenit, conveniri, iuris absolutissimi est, ne alieno scelere ditentur (C. 4,17,1; Diocleciano y Maximiano, a. 294-305). Licet ante litem contestatam defuncto eo, qui ex proprio delicto conveniri potuit, successores non possint poenali actione conveniri, tamen hos etiam in tantum, quantum ad eos pervenit, teneri, ne scelere ditentur alieno, certissimi iuris est. Auditis itaque partium allegationibus V.C. proconsul provinciae Africae, amicus noster, in pronuntiando formam iuris sequetur (Cod. Herm. II,1).
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Termino con esta reflexin final: con la expresin certissima iuris regula estamos ante una verdadera norma jurdica que deriva de un principio unnimemente aceptado por la jurisprudencia romana; pero quiz tambin, en la poca postclsica y justinianea, estemos ante un punto de referencia de justicia material revestido de toda la aureola que da el haber sido afirmado por el venerable ius civile: estaramos ya, por lo tanto, ante un deber ser del Derecho cada vez ms firmemente expresado a medida que avanzaba el absolutismo en la comunidad poltica romana.
Sobre esta materia, mi libro, La intransmisibilidad de las acciones penales..., op. cit., p. 340 ss.