Ejemplo #1.2
Ejemplo #1.2
Ejemplo #1.2
Las redes sociales forman parte de nuestra vida. Plataformas como Facebook, Twitter e
Instagram han revolucionado la manera de conectar entre nosotros y son utilizadas por una de
cada cuatro personas en todo el mundo.
La mayor incidencia del uso de las redes sociales se da entre los jóvenes de 16 a 24 años, un
periodo crucial para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas. Precisamente por
ello, es necesaria una mayor comprensión del impacto de las redes sociales en los jóvenes,
poniendo especial interés en cómo éstas pueden afectar a su salud mental.
Muchos padres se preocupan por la forma en que la exposición a la tecnología podría afectar a
los niños pequeños desde el punto de vista del desarrollo. Sabemos que nuestros niños en
edad preescolar están adquiriendo nuevas habilidades sociales y cognitivas a un ritmo
impresionante y no queremos que horas pegados a un iPad se lo impidan. Pero la adolescencia
es un período igualmente importante y de rápido desarrollo, sin embargo, muy pocos de
nosotros estamos prestando atención a cómo el uso de la tecnología de nuestros adolescentes
mucho más intenso e íntimo que el uso de un niño de 3 años jugando con el iPhone de
papá los está afectando. De hecho, a los expertos les preocupa que las redes sociales y los
mensajes de texto, que se han vuelto tan esenciales para la vida adolescente, estén
promoviendo la ansiedad y disminuyendo la autoestima.
¿De qué manera las redes sociales afectan a la salud mental? (N1)
Muchos jóvenes no han conocido un mundo sin acceso a Internet y redes sociales. El uso
diario, o casi diario de Internet, ha aumentado rápidamente en la última década. En 2007, sólo
el 22% de las personas del Reino Unido tenían al menos un perfil en las redes sociales;
mientras que el 2016, esta cifra había aumentado al 89%. Ser un adolescente es ya bastante
difícil, pero las presiones a las que se enfrentan los jóvenes conectados a las redes, son sin
duda únicas para esta generación digital.
Sabemos que las redes sociales más populares son fuente de innumerables beneficios y
ventajas para sus usuarios, pero también generan efectos secundarios poco saludables. Un
nuevo estudio, realizado entre jóvenes británicos, se centra en un problema muy particular: el
bienestar y la salud mental de los usuarios de estas aplicaciones, sobre todo Instagram, la que
se considera la peor red para la salud mental de los adolescentes.
¿Qué determina la adicción? La frontera es difusa, pero existen algunos indicios que dan
bastantes pistas de si existe o no esa dependencia a las redes sociales, aunque la última
palabra corresponde siempre a un profesional médico. Estos son los tics más habituales:
Las imágenes a menudo poco realistas que se ofrecen en las redes sociales pueden hacer que
los jóvenes tengan sentimientos de autoconciencia, baja autoestima y la búsqueda del
perfeccionismo que puede manifestarse como trastornos de ansiedad.
Además de los trastornos de ansiedad, casi 80.000 niños y jóvenes del Reino Unido sufren
depresión severa. Hay una creciente evidencia que vincula el uso de las redes sociales y la
depresión en los jóvenes. El uso de las redes sociales durante más de dos horas al día también
se ha asociado, de forma independiente, con la mala auto apreciación de la salud mental, un
aumento de los niveles de angustia psicológica y la ideación suicida. Este fenómeno se ha
etiquetado incluso como "depresión de Facebook".
Dormir (N3)
Numerosos estudios han demostrado que el uso creciente de redes sociales tiene una
asociación significativa con la mala calidad del sueño en los jóvenes. Utilizar las redes sociales a
través de teléfonos, ordenadores portátiles y tabletas por la noche antes de dormir también
está relacionado con un sueño de mala calidad. Se piensa que el uso de luces LED antes del
sueño, puede interferir y bloquear procesos naturales en el cerebro que desencadenan
sensaciones de somnolencia, así como la liberación de la hormona del sueño, la melatonina.
Esto significa que se tarda más en dormir y las personas terminan consiguiendo menos horas
de sueño cada noche. Uno de cada cinco jóvenes afirma despertarse durante la noche para
consultar mensajes en las redes sociales, lo que multiplica por tres el hecho de sentirse
cansados en la escuela, en comparación con los compañeros de clase que no utilizan las redes
sociales durante la noche.
La imagen corporal es un problema para muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres. Hay
10 millones de fotografías nuevas cargadas sólo en Facebook cada hora, ofreciendo
constantemente las posibilidades de compararse. Un estudio también ha demostrado que las
chicas expresaban un deseo para cambiar su apariencia como la cara, el pelo y/o la piel
después de pasar tiempo en Facebook.
El acoso durante la infancia es un factor de riesgo importante para una serie de problemas,
incluida la salud mental. El aumento de las redes sociales ha hecho que casi todos los niños y
jóvenes estén en contacto constante entre ellos. La jornada escolar permite interacciones cara
a cara y el tiempo en casa está lleno de contactos a través de las plataformas de las redes
sociales. Aunque buena parte de esta interacción es positiva, también presenta oportunidades
para aquellos que quieren continuar con su abuso incluso cuando no están físicamente cerca
de un individuo.
FOMO son las iniciales de fear of missing out, que se puede traducir por "miedo a perderse
algo". La expresión describe una nueva forma de ansiedad surgida con la popularización del
móvil y las redes sociales, una necesidad compulsiva de estar conectados.
En esencia, FOMO es la preocupación que los eventos sociales, o de cualquier otro tipo,
puedan tener lugar sin que estemos presentes para disfrutar. FOMO se caracteriza por la
necesidad de estar constantemente conectado con lo que hacen los demás, para no perderse
nada. El intercambio de fotos y vídeos en las redes sociales significa que los jóvenes
experimentan una corriente prácticamente interminable de experiencias de otros, que
potencialmente pueden alimentar los sentimientos de que se están perdiendo cosas.
Pero no todo es malo en las redes: los aspectos más positivos en los que destacaron estas apps
fueron la capacidad de tomar conciencia (sobre todo en YouTube), de expresarse y encontrar
una identidad propia (Instagram) y de crear comunidad y encontrar apoyo emocional
(Facebook).
La auto expresión y la identidad propia son aspectos importantes del desarrollo en jóvenes y
adolescentes. Esta etapa es un momento en que los jóvenes intentan experimentar cosas
nuevas, diferentes aspectos de sí mismos y su identidad. A lo largo de este periodo, los jóvenes
tienen un medio para expresarse y explorar quién son.
Los medios sociales pueden actuar como una plataforma eficaz para una auto expresión
positiva, que les permita presentar lo mejor de sí mismos. Son capaces de personalizar sus
perfiles con imágenes, vídeos y palabras que expresan quiénes son y cómo se identifican con el
mundo. Las plataformas de medios sociales también son lugares para que los jóvenes
compartan contenido creativo y puedan expresar sus intereses y pasiones con los demás. Ser
capaz de "gustar" o "seguir" páginas o grupos, hace que los jóvenes puedan construir un
"catálogo de identidad" que los represente.
Las plataformas de las redes sociales ofrecen a los jóvenes una herramienta útil para hacer,
mantener o hacer realidad relaciones interpersonales a nivel mundial. Esto puede ser a través
de estar conectado con amigos y familiares de todo el mundo, que de otro modo sería
imposible. También pueden realizar nuevos amigos a través de las redes, aunque los jóvenes
deberían abordar esto con precaución y sólo deberían encontrarse por primera vez en
entornos seguros.