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Tema 5 Psicologia

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Tema 5: Las actitudes en la conducta social y en las

relaciones interpersonales

1. ¿Qué es una actitud?


La actitud normalmente responde a la pregunta de: “¿Cómo me dispongo yo ante algo (objeto,
situación, contexto)?”. Las actitudes están constituidas por diferentes elementos que pueden
ser más cognitivos, más emocionales... Existen dos definiciones de la actitud desde dos
corrientes dentro de la psicología:

 Concepción conductista (Rosenberg y Hovland, 1960): las actitudes son


predisposiciones que tenemos las personas a responder a alguna clase de estímulo con
ciertas clases de respuesta. Es decir, es la respuesta que damos a algunos estímulos de
manera frecuente y persistente.

 Concepción mentalista (Allport, 1935): las actitudes son disposiciones mentales que
van a dirigir nuestra acción hacia un objeto concreto.

En general, no tenemos que quedar con la idea de que las actitudes se dirigen hacia un objeto
concreto, un contexto, una persona, y normalmente reflejan un estado interno, una
predisposición a actuar, pero no siempre se traducen en esa predisposición. Hay varios
modelos que explican cómo son estas predisposiciones, o por qué están formadas estas
predisposiciones:

 Modelo Unidimensional: las actitudes serían la respuesta evaluativa (ante un


estímulo tengo una actitud que es favorable o desfavorable) que tenemos ante un
estímulo.

 Modelo Bidimensional o de afecto-cognición (Rosenberg): añade que esas respuestas


aparte de ser evaluativas (favorables o desfavorables), también son respuestas
cognitivas, que nos hacen pensar. Son predisposiciones aprendidas a pensar de un
modo consistente. Son diferentes creencias que puedo tener ante ese objeto, esa
persona o ese contexto.

Ejemplo: no solamente pienso en lo bueno o malo del objeto, sino que a lo mejor también
pienso en para qué sirve.

 Modelo Tridimensional (Rosenberg y Hovland): añade que estas respuestas también


pueden ser conductuales (son las más discutibles). Son las predisposiciones a
responder con una conducta de un modo consistente ante ese objeto, esa persona o
ese contexto.
 Modelo Multidimensional (Azjen y Fishbein): nos habla de las actitudes como esas
disposiciones o creencias que se basan en la teoría de la acción razonada, es decir,
que para que esa actitud se traduzca en una conducta, voy a tener en cuenta:
las expectativas y el valor que yo tengo ante ello; las normas sociales que me dicen lo
que es deseable o no según el contexto; las creencias que tiene el grupo sobre ese
objeto, esa persona, ese contexto, y que todo ello unido va a generar una
intencionalidad a comportarme de una determinada manera.

2. Diferencias entre actitud, valor, motivo y conducta


Las actitudes no son valores, aunque los valores impregnen las actitudes. Tampoco van a ser
motivos, y es más discutible o no que sean conductas.

 Las actitudes son conceptos específicos o disposiciones internas, estados internos,


hacia un objeto que van a permanecer, aunque los objetos no estén presentes. Por lo
tanto, las actitudes dan un significado subjetivo y personal, y están asociadas a
múltiples creencias. Hay múltiples creencias que pueden sustentar una actitud hacia
un grupo de personas, que puede ser más o menos favorable, o más o menos intensa.

Ejemplo1: yo puedo tener una actitud hacia las personas homosexuales, y aunque estas
desaparezcan de mi observación, yo voy a tener una actitud hacia ellas.

Ejemplo2: yo puedo tener una actitud con los homosexuales basándome en la creencia
católica, basándome en la creencia conservadora o progresista, basándome en mi experiencia
personal con ellas y con ellos.

 Los valores son conceptos más generalizados de lo que es bueno o es malo, pero no
para mí subjetivamente (a diferencia de las actitudes), sino para el sistema social. Los
valores están basados en significados normativos sociales. Los valores si pueden
desaparecer, o podemos cambiar totalmente nuestros valores, mientras que las
actitudes no van a desaparecer, lo único que va a variar va a ser el símbolo, la valencia
(si lo considero positivo o negativo, si lo considero importante o no), la intensidad.

Ejemplo: la actitud que yo tengo hacia los homosexuales puede estar sustentada en valores
que yo tengo que son heteronormativos, es decir, que consideran la heterosexualidad como lo
normal, como lo único, y como lo que se tiene que considerar como medida de todo. Si yo
tengo estos valores, tendré actitudes de rechazo hacia los homosexuales, pero estos valores
tienen que ver con lo que se considera, o con lo que la sociedad ha considerado normal.

 Los motivos son orientaciones del organismo hacia un fin, hacia una meta. Cuando la
meta o el fin desaparecen, la motivación desaparece. Los motivos son estados o
tendencias que no son persistentes, mientras que las actitudes sí que los son. Los
motivos son orientaciones más temporales, más específicas, y de más corta duración.
Siempre van a recibir el nombre de la meta.

Ejemplo: tengo motivación a aprobar un examen. Cuando desaparece el examen, desaparece


mi motivación.
 Hay un debate entre los teóricos que hablan o que han estudiado el tema de las
actitudes. En el modelo Tridimensional hablábamos de que las respuestas podían ser
conductuales, es decir, que las actitudes podían ser una conducta. Los teóricos que
establecen que las actitudes son algo más mental o más emocional (una creencia, un
sentimiento), nos van a decir que las actitudes se pueden diferenciar de las conductas
en que la conducta sería poner en marcha esa actitud de manera física, es decir, que
las consecuencias de tener una actitud serían la conducta. Son disposiciones más
internas. Las actitudes y las conductas a veces no se diferencian mucho.

Ejemplo: puedo tener una actitud hacia las mujeres de rechazo, y puedo considerar que en
base a esta actitud su vida no merezca la pena. La conducta podría ser el asesinato.

3. Funciones, formación y desarrollo de las actitudes


Las actitudes sirven para defendernos a nosotros mismos (muy parecido a para lo que sirven
los estereotipos), y para expresar cómo somos y reaccionar rápidamente, por lo tanto, nos
sirven para dar una función económica o de economía cognoscitiva, aparte de utilitaria.

Las actitudes surgen a lo largo de toda la vida. Tienen su origen en motivos específicos, y se
adquieren en la medida en que las personas van conociendo objetos, ambientes, personas... A
mayor experiencia, van a tener actitudes más amplias o más flexibles, mientras que, a menor
experiencia, todo lo contrario. Lo que va a influir en cómo nos formamos las actitudes es:
cuáles son las normas del grupo al que pertenecemos; cuáles son las normas de nuestra
sociedad, y cómo informan y qué dicen los medios de comunicación.

Las actitudes se forman de diferentes maneras:

 Aprendizaje asociativo – condicionamiento clásico: por ejemplo, un niño observa que


cada vez que su madre se encuentra en la calle con una persona de determinada raza,
cruza de acera y camina más rápido. Si esto se repite durante mucho tiempo, se asocia
ver a personas de esa raza y alterar el comportamiento.

 Aprendizaje vicario – modelado o imitación: si un niño observa que su padre o madre


fuma, probablemente desarrollará una actitud favorable ante el consumo de tabaco.

 Aprendizaje instrumental – condicionamiento operante: si un niño manifiesta que le


gusta el fútbol y su padre es un seguidor de este deporte, puede que le recompense
cada vez que juegue al fútbol.
4. Cambio de actitudes
Las actitudes cambian en el tiempo. No cambian hacia quién, pero si cambian el signo y la
intensidad. Este cambio puede ser congruente o incongruente con las actitudes previas.

¿Por qué cambian? Las actitudes cambian porque pierden la función para la que se
adquirieron, entonces, o se cambian, o se adquieren unas nuevas.

¿Cómo se cambian? Vamos a ver tres teorías que se explican cómo se cambian:

 Teoría del refuerzo (Grupo de Yale): nos dice que las actitudes pueden cambiar por
persuasión, y que este cambio va a depender del mensaje que nos transmitan; de
cómo es ese mensaje, la fuente y el emisor. Si el emisor es atractivo o si lo
consideramos creíble, va a ser más fácil que cambie nuestra actitud, o estaremos más
abiertos a que cambie nuestra actitud. También es importante el contenido que
trasmita ese emisor (no es lo mismo que transmita un contenido dubitativo, a que lo
transmita de forma segura). Va a depender también del contexto donde vayan a
transmitirnos ese mensaje (si hay mucho o poco ruido).

Las respuestas van a depender también de la atención que fijemos, es decir, del receptor, de
cómo retenemos eso que nos están diciendo, y también va a depender de cómo de
persuasibles, sugestionables o susceptibles somos. En función de ello, conseguirán que mi
persuasión cambie. En muchas ocasiones, para que mi persuasión cambie, el mensaje irá unido
a aspectos emocionales o a aspectos que para mí se consideran importantes.

 Teoría del equilibrio (Heider): nos dice que las actitudes pueden cambiar porque las
personas que estamos en diferentes relaciones queremos estar en equilibrio con todas
ellas, es decir, las personas tendemos a buscar un equilibrio con quienes nos
relacionamos, y por esa búsqueda de equilibrio cambiamos nuestras actitudes.

Ejemplo: si Pepe y Juan se llevan mal entre ellos, pero se llevan bien con su hijo, no habrá un
equilibrio hasta que Pepe y Juan se lleven bien entre ellos, y tengan una actitud favorable
entre ellos, o tengan una actitud desfavorable hacia el hijo.

 Teoría de la disonancia cognitiva (Festinger): nos dice que las actitudes pueden
cambiar para resolver o flexibilizar determinadas disonancias. Las disonancias son las
ideas que tenemos contrapuestas entre lo que pensamos, lo que sentimos y cómo nos
comportamos.

Para resolver estas disonancias, utilizamos varias estrategias: aminorar la importancia de una
de las actitudes, o aminorar la importancia de una de las partes; añadir nueva información que
me permita flexibilizar y no tener una disonancia tan grande (aunque me considero una
persona que tiene cuidado por los animales, también creo que tengo que sobrevivir); rechazar
una de las actitudes (rechazar comer carne), o aminorar esa actitud.

Ejemplo: no puedo pensar en ser vegetariano, y mi conducta es matar animales.


Para reducir ese malestar que tengo continuado, cambio mi actitud hacia los animales o hacia
lo que me tengo que comer.
4.1. Estrategias para cambiar las actitudes
 La experiencia directa: con otra persona, como en la teoría del equilibrio.

 Modelamiento: aprendizaje por modelamiento teniendo ciertos referentes. Así se


pueden cambiar, pero también pueden aparecer o formarse actitudes.

 Las apelaciones persuasivas: como en la teoría del refuerzo.

 La utilización de incentivos: cuando se forman las actitudes por condicionamiento


operante.

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