0107 B01 T01 D Diseno Calculo y Ejecucion
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
Tema - Diseño, cálculo y ejecución de Pilares Apeados y Vigas de Apeo
Parte 1 Conceptos Generales
Paso 1 Introducción
Paso 2 Planteamiento general de la estructura
Paso 3 Geometría de la viga de apeo
Paso 4 Interpretación de los resultados de Cypecad
Paso 5 Armado de la viga de apeo
Paso 6 Construcción y control
Paso 7 Pregunta de autoevaluación 1
1 Introducción
En una estructura convencional los pilares conducen las cargas de los forjados y vigas hasta
la cimentación. Sin embargo, en algunas ocasiones las exigencias de las plantas inferiores no
son compatibles con la presencia de algunos pilares necesarios y correctamente situados en
las plantas altas.
Los pilares apeados pueden formar parte del concepto estructural del edificio, como en el
caso de obras con pequeñas luces en las plantas superiores de viviendas y grandes luces en
plantas bajas comerciales. En otros casos se trata pilares singulares que por alguna razón
concreta no pueden aparecer en planta baja o en sótano, generalmente por interferir en
rampas o calles de garaje. Otra situación frecuente son los pilares en áticos provocados por el
retranqueo de la fachada o por variaciones en la distribución respecto a las plantas.
Además, el incremento del riesgo que supone apear pilares conlleva un seguimiento especial
por parte de las aseguradoras y en consecuencia de los Organismos de Control Técnico
(OCT), que exigen una justificación documental exhaustiva de dichos elementos.
Nº PASO TÍTULO
La figura muestra un apeo convencional, con una viga de apeo en la base de un pilar apeado.
La viga de apeo tiene una sección mucho mayor que las vigas de los forjados superiores, de
modo que recibe la carga de estas: funciona como viga de apeo y así se refleja en el
diagrama de flectores.
El cálculo anterior se basa en un modelo elástico y lineal con secciones brutas bastante
diferente de la realidad. El armado, la fisuración o la presencia de forjados suponen
sustanciales variaciones de la rigidez real. A su vez, la propia fisuración y la no linealidad del
hormigón –que disminuye su módulo de deformación al aumentar la tensión- provocan una
pérdida de rigidez en las secciones más solicitadas y con ello cierta redistribución de
esfuerzos que relativiza todo lo anterior.
Sea cual sea el método de análisis, la viga de apeo debe ser claramente más rígida que
las vigas apeadas para funcionar correctamente.
© Zigurat Consultoría de Formación Técnica S.L. 5
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Bloque - Vigas de Apeo de Pilares con CYPECAD
TEMA Diseño, cálculo y ejecución de pilares apeados y vigas de apeo
Dar continuidad a una viga de apeo con vigas planas sólo beneficiará en los anclajes de los
negativos, ya que se pueden anclar en prolongación recta y por tanto evitar las dificultades de
las patillas u otros sistemas de anclaje necesarios si la viga no tiene continuidad alguna. Sin
embargo, la viga plana aporta poco como elemento resistente, ya que su escasa rigidez
reduce de modo importante los esfuerzos que recibe.
Podemos ver en la figura cómo aumenta el descenso en la base del pilar por la mayor
deformabilidad de la viga. Los pilares sufren también deformaciones importantes. El diagrama
de flectores muestra que tanto los pilares como las vigas planas sufren flectores muy
elevados para la sección de dichos elementos que, sin embargo, apenas suponen
disminución de los positivos de la viga respecto a un diagrama isostático.
La primera figura muestra una disposición incorrecta del pilar apeado que generará
importantes torsiones en la viga.
Las segunda figura muestra una disposición podo adecuada de la viga, aunque en la práctica
su eje mecánico se trasladará a la línea entre los pilares y podrá llegar a funcionar a costa de
desaprovechar totalmente buena parte de su sección.
La tercera figura muestra la disposición correcta de la viga y los pilares.
Este efecto se ve atenuado por la presencia de los forjados, que absorben los esfuerzos
derivados de una excentricidad en las alineaciones por su trabajo a flexión y por el
impedimento de los desplazamientos horizontales de la viga.
Sin embargo, la capacidad del forjado para absorber excentricidad es muy limitada debido a
su escasa rigidez con respecto al orden de magnitud de cargas de la viga, por lo que la
alineación de los pilares es fundamental para el buen funcionamiento del apeo.
Acciones transversales
Las fuerzas horizontales –por ejemplo, el viento- perpendiculares al plano del pórtico pueden
provocar cortante y flector transversales en el pilar, que sobre una viga exenta se traducirían
en una fuerza transversal y un momento torsor.
Sin embargo, la presencia del forjado reconduce el problema. El cortante en el pilar es
absorbido por la enorme rigidez del pilar en su plano. El flector transversal, que para la viga
es un torsor, resulta un flector para el forjado. Además, la poca rigidez de este mecanismo
hace que el flector del pilar apeado sea muy bajo, serán los elementos más rígidos los que
resistan los esfuerzos horizontales. Este comportamiento se puede forzar aún más
modelando como articulada la base del pilar, artificio que simula en cierta manera una rótula
plástica: cuando la viga inicie su torsión, la fisuración reduce su rigidez.
Nº PASO TÍTULO
Canto de la viga
En primer lugar, el canto de la viga viene determinado por las consideraciones de
funcionamiento general de la estructura comentadas anteriormente, es decir, ha de ser lo
bastante rígida para funcionar realmente como viga de apeo.
Además, la viga debe la sección suficiente para poder resistir los esfuerzos con un armado
lógico y no sobrepasar los límites de deformación y fisuración admisibles.
Finalmente, la viga debe tener el canto suficiente para resolver constructivamente el apoyo de
los pilares. El canto ha de permitir al menos alojar la longitud de anclaje de las esperas del
pilar, pero un mayor canto permite que estas esperas no lleguen a la parte inferior de la viga y
distribuyan mejor las cargas.
En consecuencia, las vigas planas, por su escaso canto, no son adecuadas como vigas de
apeo salvo en casos de cargas muy pequeñas, como en algunos pilares de áticos. Incluso en
estos casos pueden presentar problemas de deformabilidad debido a su poca rigidez, además
de dificultades constructivas por la falta de espacio para el anclaje de las barras.
Ancho de viga
A efectos de cálculo, el ancho de la viga es menos relevante que el canto, porque su efecto
sobre la rigidez o el brazo mecánico es menor. Además, en edificación es muy raro que una
viga de hormigón llegue a tener problemas por pandeo lateral. En consecuencia, el ancho de
la viga está condicionado fundamentalmente por razones constructivas.
Como cualquier viga, la viga de apeo debe tener el ancho suficiente para poder ser armada y
hormigonada, pero las fuertes solicitaciones debidas a la carga de los pilares apeados
implican armados importantes que deben poder disponerse correctamente para permitir un
correcto hormigonado.
Obviamente, lo más característico de la viga de apeo es la presencia del pilar apeado. La viga
ha de ser ligeramente más ancha que el pilar, para facilitar el armado.
Utilizar vigas de ancho mayor que las dimensiones del pilar apeado evita los problemas de
colocación de armadura tanto a nivel de arranques y ofrece más espacio para la colocación
de las armaduras de la propia viga, pero un ancho excesivo no aporta nada, por lo que resulta
un gasto superfluo. La transmisión de cargas entre el pilar apeado y la viga de apeo se puede
ver comprometida si los anchos son muy diferentes ya que el área de hormigón que trabaja (y
por lo tanto sea susceptible de fallo) en la zona de contacto entre pilar y viga es igual a la
dimensión del menor de ambos.
Como conclusión, la elección del ancho de la debe permitir armar con garantías y aprovechar
la capacidad portante del área de hormigón de la viga.
Un valor adecuado para el ancho de una viga de apeo se obtiene sobrepasando ligeramente
el ancho del pilar.
En casos extremos, si la viga tiene un ancho mayor que dos veces su canto los efectos de
punzonamiento resultan determinantes. Es un caso que nos podemos encontrar en algunas
vigas planas y, aunque se puede calcular a punzonamiento, denotaría un problema de diseño.
Como conclusión, para poder plantear una armado adecuado y aprovechar la capacidad del
pilar y de la viga, resulta conveniente un ancho de viga ligeramente superior al del pilar.
Nº PASO TÍTULO
CYPECAD realiza el análisis de las solicitaciones mediante un cálculo espacial en 3D, por
métodos matriciales de rigidez, contemplando todos los elementos que definen la estructura.
Los pilares, las vigas y las viguetas de unidireccionales son elementos barra. Las losas y
forjados reticulares se modelan con un emparrillado de barras. Los muros y pantallas se
modelan con elementos finitos planos.
Cypecad hace el cálculo global de la estructura partiendo de las rigideces brutas de las
barras. Por lo tanto, no detecta las disminuciones de rigidez por fisuración, los aumentos de
rigidez por el armado, los efectos de los tiempos de carga, etc. En consecuencia, la viga de
apeo, para funcionar como tal, ha de tener mayor rigidez bruta que las vigas que cargan sobre
el pilar apeado.
Efectos locales
El análisis de estos efectos locales depende de la distancia del pilar apeado al pilar de apoyo.
Aunque se produce una región D por discontinuidad geométrica (nudo con el pilar) y
mecánica (carga concentrada), no requiere un cálculo especial más allá de ciertas
precauciones de armado que veremos en el apartado correspondiente.
Cuando el pilar apeado está a menos de un canto útil del pilar inferior, Cypecad emite un
informa de la necesidad de dicho cálculo complementario a través de un mensaje:
El mensaje Armado manual de ménsula corta puede resultar confuso porque el apeo no es
necesariamente una ménsula corta, aunque la tipología del armado sí es similar a la utilizada
en ménsulas cortas.
Nº PASO TÍTULO
Transmisión de cargas
La carga transmitida a través del hormigón es una carga concentrada en una superficie
pequeña aplicada en la parte superior de la viga. Se puede modelar mediante dos bielas
inclinadas y un tirante horizontal tal y como se describen en la figura.
Las bielas a compresión suponen tracciones perpendiculares a las mismas, por lo que la
rotura por cortante se produciría por planos paralelos a las propias bielas de compresión.
Por compatibilidad de deformaciones, las armaduras del pilar –aunque éste se haya calculado
para que el hormigón soporte la totalidad de la carga- estarán comprimidas. Esta compresión
se va entregando a lo largo de todo la longitud de la barra dentro de la viga y, en su caso, en
la punta.
Las armaduras del pilar han de penetrar en la viga al menos la longitud de anclaje.
Por esa razón es preferible una terminación en patilla, preferiblemente una patilla paralela a la
directriz de la viga mirando hacia el exterior del pilar. De este modo se minimiza el riesgo de
que el pandeo de la barra debido a la excentricidad de las tensiones en el anclaje provoquen
un desconchamiento del hormigón.
Armado de la viga
Las vigas de apeo reciben grandes cargas concentradas, por lo que precisan armados
importantes que hay que diseñar con especial cuidado.
-Armadura longitudinal, superior e inferior, que resiste los momentos flectores negativos y
positivos.
- Armadura de piel: situada en los laterales, debe evitar que queden zonas de hormigón sin
armaduras.
-Armadura de suspensión: actúa como tirante para conducir a la zona superior de la viga las
cargas que bajan por las esperas del pilar apeado.
Dada la densidad del armado, es importante realizar una cuidadosa distribución de armaduras
estudiando los anclajes, especialmente delicados en los extremos de la viga, los así como los
recubrimientos y las separaciones entre barras para permitir un correcto hormigonado y
vibrado. Además, las armaduras de la cara superior han de dejar espacio para las armaduras
de los pilares.
Es probable que por las altas exigencias resistentes de las vigas de apeo el programa ofrezca
armados con barras en más de una capa.
Es este caso es conveniente no colocar armadura pegada al borde lateral de la viga, más
expuesta al fuego. Las armaduras en segunda capa deben estar situadas en la vertical de las
armaduras inferiores, de modo que no supongan un obstáculo añadido al hormigón.
Por ejemplo, supongamos una viga de 40x80 HA-25 B500S armada con 8ø20 y calculamos
con el anejo 7 de EHE-08.
Si consideramos armado a una cara con recubrimiento mecánico de las armaduras 50 mm el
momento último es Mu=745 mkN. Si consideramos armado a dos caras con recubrimiento
mecánico de 80 mm el momento último es Mu=712 mkN, menos de un 5% de pérdida.
Supongamos ahora la misma viga con sección 40x40.
Si consideramos armado a una cara con recubrimiento mecánico de las armaduras 50 mm el
momento último es Mu= 308 mkN. Si consideramos armado a dos caras con recubrimiento
mecánico de 80 mm el momento último es Mu=275 mkN, más de un 10% de pérdida.
Nº PASO TÍTULO
6 Construcción y control
Para ello es preciso un adecuado diseño del conjunto y sobre todo de los detalles de armado,
que se debe plasmar en planos precisos, exhaustivos y específicos para cada caso, que
indiquen además las precauciones que se han de observar en la ejecución. El proceso ha de
culminar con un estricto control del replanteo, de encofrado, del armado, del hormigonado y
del desencofrado.
No se pretende aquí desarrollar los métodos de control generales de EHE-08 sino señalar
aspectos especialmente sensibles de las vigas y pilares apeados.
Replanteo
El aspecto fundamental del replanteo es la correcta alineación de los pilares y la viga, ya que
las excentricidades pueden ser especialmente problemáticas bajo los esfuerzos de los pilares
apeados.
Cuando los pilares apeados están próximos a los pilares de apoyo es especialmente
importante comprobar la distancia entre ambos para que la región D funcione según lo
previsto en el diseño.
Encofrado
Las vigas de apeo, por sus dimensiones, son especialmente exigentes con los encofrados,
que deben estar preparados para soportar su excepcional peso propio y, en caso de cantos
importantes, las altas presiones del hormigón fresco.
Salvo en el caso de pequeños apeos -como los pilares de áticos- hay que garantizar el apoyo
de la cimbra hasta el terreno. No es conveniente descimbrar las plantas inferiores antes que
la viga de apeo, ya que el forjado inferior no estará preparado para resistir las cargas
transmitidas por la cimbra de la viga de apeo.
Armado
Las fuertes cuantías de las vigas de apeo exigen un cuidado especial con los recubrimientos
y, sobre todo, con la separación entre barras, fundamental para garantizar la adherencia entre
el acero y el hormigón y el correcto vibrado de éste.
Otro aspecto delicado es el anclaje de las barras y, en su caso, los radios de doblado.
Hormigonado
Dada la densidad de las armaduras es preciso extremar el cuidado en el proceso de
hormigonado y, sobre todo, en el vibrado, especialmente evitando el contacto del vibrador con
las armaduras.
Debe garantizarse el hormigonado de toda la viga de una sola vez, sin juntas que puedan
crear planos de debilidad ante esfuerzos rasantes. En caso de no fuese posible armar la viga
conjuntamente con conjunto del forjado, debe evitarse la presencia de juntas horizontales en
el canto de la viga.
Desencofrado
Por su enorme peso propio y por el efecto de las cargas superiores, la viga de apeo es
especialmente crítica en el proceso de desencofrado, que debe realizarse en los plazos
estipulados por la instrucción y cuidando rigurosamente el orden de desapuntalamiento para
asegurar una entrada en carga gradual y no alterando nunca la forma de trabajo para la que
está planteada la viga. Por ejemplo, en una viga de vano los puntales se retirarán
empezando por los centrales, de modo que la viga funcione como viga de vano aumentando
paulatinamente su luz según se van retirando puntales. En una viga en voladizo los puntales
se retirarán empezando por la punta del vuelo, de modo que la viga funcione como ménsula
en todo momento.
En vigas de apeo de las que cuelguen tirantes debe realizarse un estudio especial de su
puesta en carga.
Nº PASO TÍTULO
7 Pregunta de seguimiento 1
Para abordar el cálculo de una estructura de pórticos la discretizamos en barras. Cada pilar y
cada viga, que en la realidad es un cuerpo tridimensional compuesto por hormigón y barras
de acero (o por perfiles de acero, prismas de madera, etc), se simula con una simple barra
unidimensional con su longitud y su sección, que le otorgan una rigidez. A ese modelo le
aplicamos las fuerzas y coacciones exteriores y obtenemos los desplazamientos y esfuerzos.
A partir de los esfuerzos dimensionamos las secciones.
En todo este proceso hay más mentiras que verdades y muchas hipótesis que, de cumplirse,
suponen que lo que calculamos es una mentira lo suficientemente segura. Una de las
hipótesis básicas del cálculo de secciones es que se cumpla la hipótesis de Bernoulli-Navier,
es decir, que las secciones planas y perpendiculares al eje antes de la deformación
permanezcan planas y perpendiculares al eje después de la deformación. Esto es cierto en
las barras, donde no pasa nada, pero no en los puntos singulares donde cambia bruscamente
la geometría o las cargas.
Las zonas de la estructura donde se cumple la hipótesis de Bernoulli-Navier se llaman
regiones B; las regiones de la estructura donde no se cumple se llaman regiones D.
En el caso de los pilares apeados, el apoyo del pilar en la viga es siempre una zona D porque
se trata de un nudo entre dos barras y porque supone una importante carga concentrada
sobre la viga.
Además, cuando el pilar apeado está próximo a un pilar de apoyo toda la región entre ambos
pilares se transforma en una zona D por discontinuidad generalizada.
Sin embargo, en las regiones D estos métodos no funcionan y hay que analizarlas de otra
manera.
Para analizar las regiones D se pueden utilizar diversos métodos: fotoelásticos, elementos
finitos, ensayos en modelo reducido e incluso –habitual en prefabricados- ensayos a escala
real. Todos estos métodos son complejos y costosos, por lo que tradicionalmente se han
empleado fórmulas simplificadas para los casos más habituales.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha desarrollado el método de bielas y tirantes,
recogido en los artículos 24 y 40 de EHE-08.
Nº PASO TÍTULO
El método parte del propio concepto de hormigón armado: si el hormigón se ocupa de las
compresiones y el acero de las tracciones, podemos imaginar un elemento como un sistema
de barras comprimidas y barras traccionadas, lo que nos hace pensar en celosías.
En el fondo, así es como nos planteamos muchos de los cálculos convencionales.
Cuando analizamos una sección a flexión, modelamos la barra como un par de cordones
paralelos, uno comprimido y otro traccionado.
Más claro es el ejemplo del cortante, cuyo modelo es directamente una celosía.
Por ejemplo, supongamos un encepado de dos pilotes con un pilar cargado a compresión
simple. El encepado es una región D por discontinuidad generalizada a la que llegan las
barras que representan los pilotes y el pilar.
Para abordar más fácilmente el problema aprovechamos que las barras y fuerzas del sistema
están en un mismo plano y planteamos un modelo bidimensional.
La carga que baja por el pilar se encauzará hacia los pilotes a través de la masa de hormigón.
Al desviarse de la vertical surgen en la cara inferior del encepado tensiones de tracción que
se han de absorber con armadura. Este comportamiento sugiere un modelo con dos bielas
comprimidas entre el pilar y los pilotes y un tirante horizontal.
Ejemplo
Sin embargo, un modelo adecuado resulta más económico y supone un mejor funcionamiento
de la estructura. Como principio general, un modelo es tanto más adecuado cuanto más se
ajusta a las direcciones de las tensiones principales -aunque el propio armado puede variar
dicha situación- y por lo tanto depende de las cargas aplicadas. El modelo debe ser simple,
representando el funcionamiento de la estructura de manera legible, y debe ser resoluble, por
lo que las celosías trianguladas isostáticas ofrecen una solución, siempre con ángulos no
inferiores a 30º.
No obstante, no es preciso diseñar un modelo para cada situación, hay numerosos modelos
para los casos más habituales.
Una vez elegido el modelo resta calcular las fuerzas en las barras para verificar que las bielas
pueden resistir las compresiones y para dimensionar los tirantes de modo que absorban las
tracciones. Cabe señalar que la tensión de las armaduras se limita a 400 MPa como modo de
control indirecto de la fisuración, ya que el método de bielas y tirantes, por ser un método en
rotura, no permite comprobar deformaciones ni fisuraciones.
La definición de las características y las comprobaciones de cálculo de las bielas, los tirantes
y los nudos se desarrollan en el artículo 40 de EHE-08.
Nº PASO TÍTULO
Cuando un pilar se apea sobre una viga lejos de cualquier soporte inferior, se crea una región
D por discontinuidad geométrica debida al nudo y a la vez por discontinuidad mecánica
debida a la carga concentrada que supone el pilar.
Si las armaduras del pilar descienden hasta la zona inferior de la viga, puede ocurrir que
conduzcan cargas hasta esta zona. Aunque en el cálculo del pilar se haya supuesto que el
hormigón soporte todo el esfuerzo de compresión, las armaduras también estarán
comprimidas al menos por compatibilidad de deformaciones. Esta compatibilidad supone
tensiones muy bajas en el acero, pero los efectos de la retracción y la fluencia pueden
aumentar dicha tensión y el porcentaje de carga que transmiten las armaduras. Dada la
complejidad del fenómeno, lo más pragmático es colocar sistemáticamente una armadura de
suspensión, que tradicionalmente se estima de la misma sección que la armadura del pilar.
Podemos plantear un modelo de bielas y tirantes que represente el mecanismo de
funcionamiento de esa armadura de suspensión.
Ejemplo
Supongamos un pilar con 8ø12 B500S. En el caso más desfavorable de armaduras
trabajando a 400MPa la carga que bajaría por ellas sería:
Suponiendo los tirantes a 45º, el equilibrio del nudo supone una tracción en éstos:
1 362
T 256kN
2 seno(45º )
Esta tracción exige una cuantía de 640mm², que se consigue con 6ø12.
Este cálculo, basado en la suposición –muy conservadora- de que la armadura del pilar
funciona a su máxima tensión, muestra que la práctica habitual de disponer de una armadura
de suspensión de igual cuantía que la armadura del pilar es suficiente.
Una armadura de suspensión con la mitad de cuantía que la armadura del pilar sería
suficiente para suspender la carga transmitida por la armadura del pilar trabajando a 280
MPa, tensión mucho mayor de la que se pueda esperar.
Nº PASO TÍTULO
En el caso de un pilar apeado próximo al apoyo inferior se genera una región D, por lo que los
métodos de cálculo de secciones no son válidos y hay que emplear métodos específicos.
El primer paso es identificar la región D.
Para simplificar el cálculo resulta práctico articular la coronación del pilar inferior y el arranque
del pilar apeado. La diferencia suele ser mínima y asumible por la capacidad de redistribución
de una estructura habitual. Se ignoran también los axiles en la viga y los cortantes en el pilar,
que se equilibran mutuamente y su valor es muy reducido.
Para completar el equilibrio es preciso incluir aquellas cargas incluidas en el cálculo global
que se aplican dentro de la región D: las cargas aplicadas directamente sobre la viga.
El tirante superior refleja la zona de negativos sobre el apoyo y el tirante inferior refleja la zona
de positivos bajo el apeo.
Se trata de un modelo isostático que se puede calcular manualmente (nudo a nudo, Cremona,
Ritter…) o con un programa de cálculo matricial.
Los tirantes se sitúan en el centro de gravedad de las armaduras. Las bielas se trazan por
compatibilidad geométrica de los nudos, que determinan su anchura.
Los tirantes se arman según el artículo 40.2 de EHE-08. Para controlar la fisuración se limita
la tensión del acero a 400 MPa, ya que el método de bielas y tirantes no permite calcular
directamente la fisuración ni la deformación, sólo ofrece un límite inferior de resistencia a
rotura.
Dadas las grandes cargas que habituales en las zonas de apeo las barras suelen ser gruesas,
lo que implica largas longitudes de anclaje que no siempre se pueden conseguir por
prolongación recta.
Los nudos se comprueban según el artículo 40.4 de EHE-08. En la práctica no suele ser una
comprobación determinante.
Finalmente, hay aspectos que el modelo no llega a abarcar, que son las tracciones
perpendiculares a la biela entre ambos pilares y la armadura de piel.
La biela entre ambos pilares, aunque se modela como una simple barra recta, es una biela en
huso, en la que se producen tracciones perpendiculares a la misma que pueden producir
fisuras. Esta situación se puede modelar descomponiendo la biela en dos bielas quebradas y
dos tirantes perpendiculares.
Una armadura diagonal perpendicular a la biela es la disposición más eficaz para absorber
dichas tracciones y controlar la fisuración.
En la práctica, estas tracciones se controlan la malla ortogonal formada por los estribos
verticales y por la armadura de piel u horquillas horizontales. La cuantía de esta armadura se
puede dimensionar simplificadamente para una tracción total:
T=As·fyd=0,20Fvd, donde Fvd es la carga del pilar.
Por analogía con lo prescrito por EHE-08 para vigas de gran canto la cuantía de esta
armadura de piel debe ser al menos 0,001 en cada cara.
En cualquier caso, la distancia entre armaduras de piel no debe ser superior a 30 cm.
Nº PASO TÍTULO
Cuando el pilar apeado se encuentra próximo al pilar inferior el análisis y diseño de la viga se
ha de realizar como región D. El cálculo se puede abordar de forma relativamente sencilla
mediante el método de bielas y tirantes propuesto por EHE-08.
En este ejemplo desarrollaremos el cálculo del apeo del pórtico de la figura, en particular de la
región D marcada en rojo en la figura.
Las vigas y los pilares son de hormigón armado, con hormigón HA-25 (gc=1,50) y acero
B500S (gs=1,15).
La carga lineal sobre las vigas es de 30kN/m de acciones permanentes (G) y 15kN/m de
sobrecarga (Q).
El modelo planteado incluye barras formando un cordón superior y cordón inferior, montantes
–en la posición de los estribos- y diagonales para representar las Bielsa comprimidas.
Especialmente importante es la biela diagonal que une ambos pilares.
Los cordones se sitúan a 50 mm de las caras de la viga, en la posición del centro de gravedad
de las barras longitudinales. El canto de la celosía será entonces de 900 mm, longitud que
usaremos también como prolongación de la zona D dentro de la viga.
Cálculo de esfuerzos
El cálculo de esfuerzos del pórtico se efectúa por métodos convencionales, como el cálculo
matricial. Podemos usar los resultados de Cypecad, aunque en este ejemplo calcularemos el
pórtico con Nuevo Metal 3D para visualizar más cómodamente los diagramas.
Definimos la región D, tomando una longitud de un canto útil a cada lado del eje de los
pilares. El modelo ha de estar en equilibrio bajo la acción de las fuerzas exteriores. Estas
fuerzas son, por un lado, las debidas a los esfuerzos del pórtico y por otro lado las fuerzas
externas que actúan dentro de esta zona, es decir, el peso propio y la carga lineal.
Las cargas que actúan directamente sobre la viga son el peso propio y las cargas lineales
correspondientes a acciones permanentes y sobrecarga. En la combinación 1,35G+1,50Q
será:
P=1,35·11,04+1,35·30+1,50·15=77,90kN/m,
1,00m·0,45m·2500kg/m³·9.81m/s²=11036N/m=11,04kN/m
Los esfuerzos se pueden obtener por cualquier método al uso. En este caso, se han obtenido
por cálculo matricial utilizando el programa Cype Nuevo Metal 3D, con el que podemos
consultar las leyes y envolventes en un punto.
Consultamos las leyes de axiles, cortantes y flectores en los puntos que definen los límites de
la región analizada, es decir, en la base del pilar apeado, la coronación del pilar inferior y,
dentro de las vigas, en un punto situado a 90 cm de los pilares.
Los cortantes de los pilares se equilibran con los axiles de las vigas. Su influencia en el
modelo es irrelevante, por lo que podemos omitirlos.
Los flectores son nulos por la hipótesis de articulación que hemos adoptado en el cálculo.
En resumen, la figura muestra el estado de cargas de la zona D por efecto de los esfuerzos
de la estructura.
Para la aplicación de las acciones sobre la celosía, descomponemos los flectores en un par
de fuerzas horizontales equivalentes, de modo que H=M/z. Simplificadamente tomamos z=d-
d’=(h-d’)-d’=1000-50-50=900mm
Por tanto, sustituimos el flector M=497mkN por dos fuerzas H=552kN y el flector M=351 por
dos fuerzas H=390kN.
Podemos entonces aplicar las cargas a la celosía.
Una vez definido el modelo y sus cargas, se pueden calcular los esfuerzos en las barras por
cualquier método de obtención de esfuerzos en celosías.
Una forma muy sencilla de calcularlo manualmente verificando el equilibrio de cada nudo.
También podemos introducir la celosía en un programa de cálculo matricial. Simplemente
debemos sustituir algunas fuerzas por vinculaciones exteriores para que el modelo introducido
sea una estructura isostática (tal como lo está planteado está en equilibrio pero es un
mecanismo, no tiene vinculación exterior alguna). Por ejemplo, podemos sustituir los nudos
correspondientes a los extremos de ambos pilares por articulaciones (una fija y una
deslizante, para que la estructura sea isostática). Si calculamos ese modelo, vemos que las
reacciones son –con mínimas diferencias debidas a redondeos- iguales a las cargas previstas
en esos nudos.
Para la estimación de los anchos de las bielas tomaremos como válidas las siguientes
hipótesis:
- Dado que armadura de los tirantes traccionados tiene su baricentro a 50mm del
paramento exterior de la viga, se adoptan como ancho de bielas comprimidas de los
cordones superiores e inferior 100mm, para que su centro de gravedad sea
coincidente con el de la armadura.
- Para las bielas comprimidas poco solicitadas se adopta un ancho de 100mm. Es poco
relevante, porque la tensiones en estas bielas son muy bajas.
- En la biela diagonal más solicitada, que es la que une los ejes de los pilares, se
calcula su ancho para la situación que más condiciona, que es la correspondiente al
nudo superior. Esta anchura se obtiene por geometría.
Una vez definidos los anchos de bielas comprobamos la resistencia de los elementos de la
celosía.
El cálculo se efectúa de acuerdo con el artículo 40.3 de EHE-08 Capacidad resistente de las
bielas.
Aceptando un factor por cansancio acc=1, la resistencia de cálculo del hormigón es:
f ck 25
f cd cc 1 16,66 MPa
c 1,50
Cordones
Para los cordones superior e inferior consideramos un estado de compresión uniaxial (art.
40.3.1 de EHE-08), de modo que f1cd=fcd=16,67MPa.
Barra 1
Barra 6
Nu a b f1cd 100 450·16,66 749700 N 750kN
Nd 463kN
Por lo tanto, Nd < Nu→CUMPLE
Diagonales y montantes
Para la diagonales y montantes consideramos un estado de compresión oblicua en el alma
por cortante (art. 40.3.2 de EHE-08), de modo que f1cd=0.60fcd=10,00MPa.
Barra 8
Nu a b f1cd 100 450·10,00 450000 N 450 kN
Nd 215kN
Por lo tanto, Nd < Nu→CUMPLE
Barra 9
Nu a b f1cd 100 450·10,00 450000 N 450 kN
Nd 70 kN
Por lo tanto, Nd < Nu→CUMPLE
Barra 12
Nu a b f1cd 100 450·10,00 450000 N 450 kN
Nd 81kN
Finalmente, la diagonal 10, que encauza la carga entre ambos pilares, es la más
comprometida. En el nudo, por tener el pilar sólo 40cm de ancho, no puede movilizarse una
biela de ancho igual que el de la viga. Podría plantearse que la biela aumenta su ancho al
alejarse del pilar, pero ante la complejidad de dicho mecanismo –y asumiendo que se trata de
un método simpificado- lo más resolutivo es no tomar un ancho de la biela mayor que el del
pilar.
Figura 2.5.15 Zona con computablede la biela fuera del ancho del pilar
Por lo tanto:
Nu a b f1cd 354 400·10,00 1416000 N 1416 kN
Nd 1389kN
Por lo tanto, Nd < Nu→ CUMPLE
No obstante, el método de bielas y tirantes limita la tensión a 400 MPa como sistema de
control indirecto de la fisuración. Por lo tanto se toma fyd=400MPa.
Cordones
Los cordones superior e inferior están constituidos por las armaduras longitudinales de la
viga.
Barras 4 y 5
Para Nd 520kN
Nd 520000N
Necesitamos As Nd 1300mm²
f yd 400N / mm²
Puede obtenerse, por ejemplo, con 5ø20
Barras 2 y 3
Para Nd 520kN
Nd 520000N
Necesitamos As Nd 1300mm²
f yd 400N / mm²
Puede obtenerse, por ejemplo, con 5ø20
Montantes traccionados
Los montantes traccionados simulan la presencia de los estribos. Es conveniente repartir los
estribos equidistantes en toda la región D.
Suponiendo que cada montante representa el armado de un intereje de la celosía (900 mm),
podemos plantear que hemos de resistir, con los estribos que dispongamos en esos 900mm,
Armadura de piel
La capacidad mecánica de la armadura de piel ha de ser
As·fyd=0,20Fvd
donde Fvd es la carga del pilar.
Para Fvd=925kN y fyd=400MPa necesitamos
0,20·925000
As 463mm²
400
Puede obtenerse, por ejemplo, con 6ø10, que son 3ø10 en cada cara, lo que implica una
distancia entre barras de 225mm, inferior a los 30 cm exigidos por EHE-08.
2·78,54
La cuantía de esos 2ø10/22,5 es 0,0031 0,0010 , por tanto cumple el criterio de
225·225
cuantía mínima de armadura de piel estipulado en EHE-08 para vigas de gran canto.
Introducción en Cypecad
Las armaduras obtenidas han de compatibilizarse con las utilizadas en el resto de la viga,
buscando un armado coherente.
Introducimos en Cypecad un pórtico plano igual al anterior. Los esfuerzos que obtenemos no
son idénticos a los ofrecidos por Nuevo Metal 3D porque Cypecad aplica criterios específicos
para estructuras de hormigón que Nuevo Metal 3D no utiliza por defecto (aunque se pueden
simular): Cypecad considera los forjados totalmente rígidos en su plano -lo que incluye las
vigas- y contempla los efectos de la dimensión de los nudos.
Las altura de las plantas difiere ligeramente de los 4m del modelos de NM3D porque Cypecad
considera las alturas de la cara superior del forjado y en NM3D hemos introducido alturas a
ejes de vigas.
Anulamos las cargas uniformes en las plantas e introduciremos únicamente cargas lineales en
vigas.
Introducimos los pilares, con sus dimensiones y coeficientes de empotramiento igual que en el
modelo de NM3D
Calculamos la obra.
En primer lugar, resulta interesante analizar el diagrama de flectores en combinación
1,35G+1,50Q
El cálculo de la región D exigía una armadura superior de 1300 mm² (5Ø20) y una armadura
inferior de 1300 mm² (5Ø20).
Cypecad coloca en la zona del apeo una armadura superior 5Ø16, con un área de 1005 mm²
que resulta insuficiente. Considerando también los 4ø12 de montaje tendríamos 1475 mm²,
pero las barras de montaje no tienen un anclaje adecuado por cortarse sobre el apoyo.
Sería preciso modificar el armado, por ejemplo, sustituyendo esos 5ø16 por 5ø20.
Cypecad coloca en la zona del apeo una armadura inferior 4Ø16+2ø20, con un área de 1432
mm², superior a la calculada en el modelo de bielas y tirantes. Por lo tanto, podemos utilizar
este armado en lugar de los 5ø20 planteados anteriormente para el cordón inferior.
En el caso de los estribos, vemos que Cypecad coloca 2eø10/30 en toda la viga excepto en la
zona de los apeos, donde coloca 2eø10/12. Esto se debe a que el programa calcula esa zona
como una región B, es decir, aplicando el método normal de cálculo de cortante. En la región
D, este estribado vertical carece de sentido y puede ser sustituido por los 2eø10/30
verificados en el cálculo por bielas y tirantes.
El programa coloca una armadura de piel de 2x3ø10, suficiente para cumplir las capacidad
mecánica y la cuantía mínima propuestas en el cálculo de la región D.
Los pilares están armados con barras ø12 cuya longitud de anclaje es de 30 cm. Por lo tanto,
quedan muy lejos de la cara inferior de la viga y no es precisa armadura de suspensión.
Vd 6,5 b d 0, 4 N / mm 2
En nuestro ejemplo tenemos una viga de 45x100, a la que asignaremos un canto útil de 95
cm, sometida a un cortante máximo de 1017kN.
1017 6.5·450·950·0.40 1112kN
Nº PASO TÍTULO
6 Pregunta de seguimiento 1
Nº PASO TÍTULO
7 Pregunta de seguimiento 2