DÍA 214 - 365 Días para Leer La Sagrada Escritura
DÍA 214 - 365 Días para Leer La Sagrada Escritura
DÍA 214 - 365 Días para Leer La Sagrada Escritura
2 Este había construido alrededor de Ecbátana una muralla de piedras talladas que
medían un metro y medio de ancho y tres de largo. La muralla tenía treinta y cinco
metros de altura y veinticinco de espesor.
3 También había erigido junto a sus puertas unas torres de cincuenta metros de alto,
sobre cimientos de treinta metros de ancho; 4 y había hecho levantar sus puertas hasta
una altura de treinta y cinco metros, por veinte de ancho, para que pudiera pasar su
poderoso ejército y desfilar su infantería.
6 Se unieron a él todos los habitantes de la región montañosa y los que vivían a lo largo
del Éufrates, del Tigris y del Hidaspes y en las planicies de Arioc, rey de los elimeos. Y
muchos pueblos se reunieron para combatir a los hijos de Jeleúd.
7 Entonces Nabucodonosor, rey de los asirios, envió mensajeros a todos los habitantes
de Persia y a todos los que residían en Occidente; a los de Cilicia y Damasco, del Líbano
y el Antilíbano, y a todos los que vivían en el litoral; 8 a las poblaciones del Carmelo y
Galaad; a la Galilea superior y a la gran llanura de Esdrelón, 9 así como también a todos
los que habitaban en la Samaría y sus ciudades; a los del otro lado del Jordán, hasta
Jerusalén, Betané, Jelús y Cades; y más allá del Torrente de Egipto, a Tafne y Ramsés,
lo mismo que a todo el territorio de Gesén, 10 hasta más arriba de Tanis y Menfis; y a
todos los habitantes de Egipto, hasta los confines de Etiopía.
11 Pero los habitantes de todas esas regiones, sin excepción, despreciaron el llamado
de Nabucodonosor, rey de los asirios, y no se aliaron con él para la guerra, porque no le
temían, sino que lo consideraban como un hombre falto de apoyo. Por eso despidieron
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despectivamente a sus emisarios con las manos vacías.
12 Nabucodonosor se enfureció contra todas aquellas regiones y juró por su trono y por
su reino vengarse de todo el territorio de Cilicia, la Damascena y Siria, y destruir con su
espada a todos los habitantes de Moab, a los amonitas y a toda la Judea, así como
también, a todos los habitantes de Egipto, hasta la región de los dos mares.
14 Se apoderó de sus ciudades, avanzó hasta Ecbátana, expugnó sus torres, destruyó
sus plazas y convirtió su esplendor en ignominia.
15 Además, hizo prisionero a Arfaxad en las montañas de Ragau, lo acribilló con sus
jabalinas, y lo aniquiló para siempre.
16 Finalmente, regresó con sus tropas y con la enorme multitud de guerreros que lo
habían seguido, y todos se entregaron despreocupadamente a la buena vida durante
ciento veinte días.
JUDIT 2
La venganza de Nabucodonosor
1 El año decimoctavo, el día veintidós dós del primer mes, se notificó en el palacio de
Nabucodonosor, rey de los asirios, que él se vengaría de toda la tierra, como lo había
anunciado.
2 El rey convocó a todos sus oficiales y a todos sus funcionarios, se reunió en consejo
secreto con ellos y decretó él mismo el exterminio de toda la tierra.
La misión de Holofernes
4 Una vez terminado el consejo, Nabucodonosor, rey de los asirios, llamó a Holofernes,
general en jefe de su ejército y segundo después de él, y le dijo:
5 "Así habla el gran rey, el señor de toda la tierra; Al salir de mi presencia, tomarás
contigo hombres de reconocido valor –unos ciento veinte mil soldados de infantería y un
contingente de doce mil caballos con sus jinetes– 6 y atacarás a todos los pueblos de
Occidente, porque se negaron a escuchar mi llamado.
12 Porque juro por mi vida y por el poder de mi reino que ejecutaré con mi propia mano
lo que acabo de decir.
15 Reclutó para la campaña unos ciento veinte mil soldados escogidos y doce mil
arqueros de a caballo, como se lo había ordenado su señor, 16 y los dispuso en orden
de batalla.
17 Juntó, además, un gran número de camellos, asnos y mulos para el equipaje, así
como también innumerables ovejas, bueyes y cabras para el abastecimiento; 18 y cada
hombre recibió provisiones en abundancia y una gran cantidad de oro y plata del palacio
real.
19 Holofernes avanzó con todo su ejército, para preceder al rey Nabucodonosor y cubrir
toda la superficie de la tierra, hacia Occidente, con sus carros de guerra, sus jinetes y
sus soldados escogidos.
20 Lo seguía una multitud numerosa como las langostas y como los granos de arena de
la tierra; su número era incalculable.
23 Luego se abrió camino a través de Fud y de Lud, y arrasó a todos los rasitas e
ismaelitas que estaban al borde del desierto, hacia el sur de Jeleón.
26 Sitió a todos los madianitas, incendió sus campamentos y saqueó sus establos.
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28 El pánico y el terror se apoderaron de todo el litoral; de los habitantes de Sidón y de
Tiro, de Sur y de Oquina, y de todos los habitantes de Iamnia. También los de Azoto y
Ascalón quedaron despavoridos ante él.
JUDIT 3
La rendición general ante Holofernes
3 Están a tu disposición nuestras posesiones, todo nuestro suelo, todos los campos de
trigo, nuestras ovejas y nuestras vacas, y también todos los corrales de nuestros
campamentos; puedes hacer con ellos lo que quieras.
4 Hasta nuestras mismas ciudades y sus habitantes están a tu servicio; ven y trátalas
como te parezca".
6 Él descendió con su ejército hacia la costa del mar, estableció guarniciones en las
plazas fuertes y reclutó en ellas hombres selectos como tropas auxiliares.
8 Pero él devastó todo su territorio y taló sus bosques sagrados, porque había recibido
la orden de exterminar a todos los dioses del país, para hacer que todas las naciones
adoraran solamente a Nabucodonosor, y todas sus lenguas y tribus lo invocara como
dios.
9 Así llegó Holofernes frente a Esdrelón, en las inmediaciones de Dotaim, que está ante
las montañas de Judea.
10 Acampó entre Gueba y Escitópolis y permaneció allí un mes, a fin de reunir todos los
efectivos de su ejército.
PROVERBIOS 30,18-33
18 Hay tres cosas que me superan y cuatro que no comprendo:
19 el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca,
el camino de la nave en alta mar y el camino del hombre en una joven.
21 Por tres cosas tiembla la tierra y hay cuatro que no puede soportar:
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22 un esclavo que llega a rey, un tonto que se harta de pan,
23 una mujer odiada que encuentra marido y una esclava que hereda a su señora.
24 Hay cuatro seres, lo más pequeños de la tierra, que son sabios entre los sabios:
25 las hormigas, pueblo sin fuerza, que aseguran sus provisiones en verano;
26 los damanes, pueblo sin poder, que instalan sus casas en la roca;
27 las langostas, que no tienen rey, pero avanzan todas en escuadrones;
28 la lagartija, que puedes agarrar con la mano, pero habita en los palacios de los
reyes.
29 Hay tres cosas de paso majestuoso y cuatro que caminan con elegancia:
30 el león, el más fuerte entre los animales, que no retrocede ante nada;
31 el gallo vigoroso, o el chivo, y el rey al frente de su regimiento.
32 Si fuiste tan tonto que te exaltaste a ti mismo y luego reflexionaste, tápate bien la
boca,
33 porque apretando la leche se saca manteca, apretando la nariz se saca sangre y
apretando la ira se saca una disputa.
LUCAS 1,1-25
Capítulo 1
7 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.
8 Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante
de Dios, 9 le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del
Señor para quemar el incienso.
11 Entonces se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
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13 Pero el Angel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu
esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan.
17 Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres
con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor
un Pueblo bien dispuesto».
18 Pero Zacarías dijo al Angel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy
anciano y mi esposa es de edad avanzada».
19 El Angel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado
para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
20 Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no
haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo».
22 Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna
visión en el Santuario. El se expresaba por señas, porque había quedado mudo.
24 Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco
meses.
25 Ella pensaba: «Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de
lo que me avergonzaba ante los hombres».
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