Lectura - Violencia y Salud Pública
Lectura - Violencia y Salud Pública
Lectura - Violencia y Salud Pública
Introducción
Existe la violencia física, la psicológica y la sexual. Sus causas pueden variar, y dependen de
diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida de la persona, la falta de
responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece (lo cual es muy común
en las escuelas), así como el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras
muchas causas.
De todos los cambios del estado de salud debido a las variaciones de las condiciones del medio
ambiente que se produjeron a lo largo del siglo XX, uno de los más complejos y profundos ha sido el
aumento de la violencia. Tanto desde el punto de vista individual, como desde la perspectiva de la
salud pública, su carga ha experimentado un incremento espectacular, que afecta no solo el bienestar
de los perjudicados, sino también a los servicios de la atención sanitaria que deben prestar cuidados y
tratamientos.2
La OMS estima que, 1 de cada 4 a 9 personas en los países en desarrollo sufre cada año lesiones por
actos violentos, y que el 2 % del total de la población mundial está discapacitada como resultado de
lesiones ocasionadas por accidentes o violencia.
La violencia, en todas sus manifestaciones, es un problema de salud pública que involucra a todos
los países en todos los continentes. Los números que reflejan el problema son contundentes. Según el
Informe Mundial sobre Salud y Violencia, editado por la OMS, 1,6 millones de personas pierden la vida
cada año por actos violentos, más de 199 000 tienen entre 10 y 29 años, y unos 57 000 niños de entre 0
y 4 años son asesinados en el mismo período. Globalmente la violencia es la principal causa de muerte
entre los 15 y 44 años; son hombres el 14 % de estos muertos y mujeres el 7. También los datos indican
que no hay país que tenga índice de violencia contra la mujer menor al 10 %, y que en algunos alcanza
hasta el 69 %.
Desarrollo
El término violencia proviene del latín violentilla, y es un comportamiento deliberado que provoca, o
puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres humanos, y se lo asocia, aunque no
necesariamente, con la agresión, ya que también puede ser psicológica o emocional, a través de
amenazas u ofensas.2
Existen múltiples definiciones de violencia, en especial las que se relacionan con la imposición de
fuerza física. Sin embargo, la violencia es un concepto mucho más global y complejo, que se refiere a:
cualquier acto de comisión u omisión y cualquier condición que resulte de dichos actos, que prive a los
sujetos de igualdad de derechos y libertades e interfiera con su máximo desarrollo y libertad de elegir. 5
La OMS la define como: el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza,
contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de
causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. Esta definición
vincula la intención con la comisión del acto mismo, independientemente de las consecuencias que se
producen. Se excluyen de la definición los incidentes no intencionales, como son, la mayor parte de los
accidentes de tráfico y las quemaduras.
La inclusión de la palabra "poder", además de la frase "uso intencional de la fuerza física", amplía la
naturaleza de un acto de violencia, así como la comprensión convencional de la violencia para dar
cabida a los actos que son el resultado de una relación de poder, incluidas las amenazas y la
intimidación. Decir "uso del poder" también sirve para incluir el descuido o los actos por omisión,
además de los actos de violencia por acción, más evidentes. Por lo tanto, debe entenderse que "el uso
intencional de la fuerza o el poder físico" incluye el descuido y todos los tipos de maltrato físico, sexual
y psíquico, así como el suicidio y otros actos de autoagresión. Esta definición cubre una gama amplia de
consecuencias, entre ellas los daños psíquicos, las privaciones y las deficiencias del desarrollo.6
Sin embargo, ninguna teoría por sí sola puede explicar la violencia, y caen entonces en un
reduccionismo al intentar establecer relaciones lineales entre factores, tornándose en teorías
abstractas. La violencia no es universal ni inevitable, ni es instintiva, de hecho, hay individuos y grupos
que muestran un alto grado de violencia, mientras otros individuos y grupos muestran muy poca.
Otros factores que pueden favorecerla son las condiciones de frustración. Así, por ejemplo, se ha
visto que los casos de violencia doméstica aumentan con la presencia de la miseria, el desempleo y
otras condiciones sociales desfavorables.
Tipos de violencia
Esta categorización inicial distingue entre la violencia que una persona se inflige a sí misma, la
violencia impuesta por otro individuo o un número pequeño de individuos, y la violencia infligida por
grupos más grandes, como el Estado, contingentes políticos organizados, tropas irregulares y
organizaciones terroristas (figura). Esta nos muestra una tipología de la violencia y la naturaleza de
estos actos, en sentido horizontal quiénes son afectados, y en el vertical, de qué manera lo son. Estas 3
categorías generales se subdividen, a su vez, para reflejar tipos de violencia más específicos.
La violencia colectiva. Indica los posibles motivos de la violencia cometida por grupos más grandes
de personas o por el Estado, y se subdivide en:
- Violencia social: son los actos delictivos de odio cometidos por grupos organizados, las acciones
terroristas y la violencia de masas.
- Violencia política: incluye la guerra y otros conflictos violentos afines, la violencia del Estado y
actos similares llevados a cabo por grupos más grandes.
- Violencia económica: comprende los ataques por parte de grupos más grandes motivados por el
afán de lucro económico, tales como, los llevados a cabo con la finalidad de trastornar las
actividades económicas, negar el acceso a servicios esenciales, o crear división económica y
fragmentación. Evidentemente, los actos cometidos por grupos más grandes pueden tener motivos
múltiples.
Estos 4 tipos de actos de violencia, con excepción de la autoinfligida, suceden en cada una de las
categorías generales y sus subcategorías descritas con anterioridad. Por ejemplo, la violencia contra los
niños cometida en el seno del hogar puede incluir abuso físico, sexual y psíquico, así como negligencia
o descuido. La violencia comunitaria puede incluir agresiones físicas entre los jóvenes, violencia sexual
en el lugar de trabajo, y descuido de las personas mayores en los establecimientos asistenciales de
largo plazo. La violencia política puede incluir la violación durante los conflictos armados, la guerra
como tal, y la llamada guerra psicológica.
Aunque es imperfecta y dista mucho de gozar de aceptación universal, esta clasificación proporciona
un marco útil para comprender los tipos complejos de violencia que acontecen en todo el mundo, así
como la violencia en la vida diaria de las personas, las familias y las comunidades. También supera
muchas de las limitaciones de otras clasificaciones, porque capta la naturaleza de los actos de violencia,
la importancia del entorno, la relación entre el agresor y la víctima, y en el caso de la violencia
colectiva, los posibles motivos de la violencia. Sin embargo, tanto en la investigación como en la
práctica, no siempre están claras las líneas divisorias entre los diferentes tipos de violencia.7
La violencia constituye un problema de salud humano, que además de ser un factor de riesgo de
muchas enfermedades y problemas de salud, está determinado por múltiples interacciones sistémicas
de carácter biológico, psicológico y social, que se entrelazan en una red de interacciones contenidas en
la actividad humana. Existen diferentes tipos: la autoinfligida, la interpersonal y la colectiva, que se
relacionan con la naturaleza del acto violento, que puede ser física, sexual, psíquica y por descuido o
privaciones.
Referencias bibliográficas
Gómez BP, Ramírez VA. XXI ¿Otro siglo violento? España: Editorial Díaz Santos; 2005.
Krug EG, Dahlberg LL, Mercy JA, Zwi AB, Lozano R. Informe Mundial sobre la violencia y la
salud. Organización Panamericana de la Salud. Publicación Científico Técnica No. 588. Washington DC,
2003. Disponible en: http://www.revistafuturos.info/futuros_10/viol_salud2.htm Consultado, 16 de
septiembre de 2008.
Rabelo PG, Díaz PW, Linares FT, Díaz PH. Lesiones intencionales: la violencia. Rev. Cubana de
Salud y Trabajo. 2006;7(1-2). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/rst/vol7_1-2_06/rst11106.html
Consultado, 18 de abril de 2008.
Araújo GR, Díaz LlG. Un enfoque teórico-metodológico para el estudio de la violencia. Rev.
Cubana Salud Pública. 2000;24(2):85-90.
Zuñiga R. ¿Qué es la violencia? MUSADE San Ramón. Costa Rica; 2004. Disponible en:
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