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Pecado - Adolfo Maretto - EBOOK PDF

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PECADO

Adolfo Maretto

adolfo_maretto@yahoo.com.ar
Facebook: /marettoadolfo
Autor: Maretto, Adolfo Javier
Producción Editorial: Tinta Libre Ediciones
Córdoba, Argentina
Coordinación Editorial: Gastón Barrionuevo
Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones
Diseño de Interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones

Maretto, Adolfo Javier


Pecado / Adolfo Javier Maretto. - 1a ed . -
Córdoba : Tinta Libre, 2016.
152 p. ; 121 x 15 cm.
ISBN 978-987-708-211-1
1. Novela. 2. Autoayuda. 3. Esoterismo. I.
Título.
CDD A863

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,


total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor. Está tam-
bién totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet
o por cualquier otra red.
La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad
de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Impreso en Argentina — Printed in Argentina

© 2016. Maretto, Adolfo Javier


© 2016. Tinta Libre Ediciones
Indice

Prólogo del autor................................................... Página 7


Agradecimientos.................................................... Página 9
Capitulo 1 - La entrevista...................................... Página 15
Capitulo 2 - El nuevo paradigma de la salud......... Página 29
Capitulo 3 - El lenguaje del cuerpo....................... Página 45
Capitulo 4 - El poder de lo oculto......................... Página 59
Capitulo 5 - El conflicto de territorio…................ Página 73
Capitulo 6 - El milagro de sanar............................ Página 85
Capitulo 7 - El miedo............................................ Página 93
Capitulo 8 - La Ciudad Oculta de los Erks............ Página 101
Capitulo 9 - El Entusiasmo -Enthousiasmus........... Página 115
Capitulo 10 - Pecado............................................. Página 127
Capitulo 11 - La consciencia del bien.................... Página 135

#Pecado • 5
Prólogo del autor

En este relato los personajes son de ficción, las situaciones


de enfermedades y sanaciones son reales. Ser testigo activo del
maravilloso poder de sanación que habita en cada ser es algo
que emociona cada instante de mi vida, es lo que me conduce a
una pasión por seguir este camino y revelar los conocimientos
escondidos…
Hemos venido a esta vida a realizar un camino espiritual, es
el gran sentido del ser humano, muchos obstáculos desvían al
hombre de su esencia, es lo que conduce al conflicto existencial
de nuestro planeta, sin embargo hay fuertes señales dejadas por
grandes maestros…
El camino hacia la salud del cuerpo nos conduce a la sa-
biduría del alma…
Detrás del Pecado, existe la sabiduría oculta de Dios.
Es el tiempo de desaprender lo aprendido para despertar
a la nueva consciencia, despertar lo que aún la mente no
puede ver y comunicar la esencia del alma…

#Pecado • 7
Todo ha sido escrito, todo está en tu interior, todo está desper-
tando, hay un nuevo mundo que se está creando, ese nuevo mundo
depende de cada uno, de nosotros, de vos…
Gracias por existir, gracias por ser. En tus ojos vive y habita la
creación!!!
Con amor
Adolfo.

8 • Adolfo Maretto
Agradecimientos

“Al Creador que nos dio este maravilloso universo”


¡A mis viejos Hegidio y Dorita!!!
¡A mis abuelos, Custodios conscientes!!!
¡A mis hijos Tania, Huari, Nao, Piuque. razón profunda de
mi evolución!!!
¡A mis nietos Male, Dante y Teo!!!
¡A mis hermanos, en especial a Nora portadora y guía de la
luz!!!
¡A mis sobrinos y a la familia toda!!!
¡A Ceci, compañera de este maravilloso espacio del camino!!!
A mi Ami y guía de los saberes Elena Ibars!!!
¡A todos mis maestros de los cuales he tomado saberes y
comprenderes!!!
¡A esos otros maestros y maestras que han despertado en el
dolor la chispa del crecimiento!!!

#Pecado • 9
¡A mis hacientes pacientes que me brindan la oportunidad
de crecer juntos!!!
¡A mis amigos de los jueves por estar, por ser y por su au-
sencia de cordura!!!
¡A todas esas bellas almas que hemos compartido trabajos,
talleres y conocimientos!!!
¡A Juli y Meli Odontología Consciente!!!
¡A mis lectores… por aguantarme!!!
¡A la vida… que despierta cada día un pedacito nuevo de
locura!!!

Agradecimiento especial a Cecilia Avila (Fotografía de tapa).


Alejandro Visconti (Diseño de tapa y corrección).

10 • Adolfo Maretto
Ellos preguntaron… ¿Qué es la enfermedad?
Respondieron… ¡Es la maravillosa excusa del cuerpo para
comunicarnos lo que nos falta…!

Los romanos adoraban a la diosa “Salus” ella otorgaba salud


a los hombres, de allí dicen, que toma origen la palabra Salud…
Salud, proviene de la raíz “Salvus” Significa “estar a salvo”
Proviene a su vez de la palabra “Sol” que significa “Entero” y del
Griego “Holos” que significa “Entero total”
Salud significa “Estar a Salvo en su Totalidad”

¿Te sentís en tu totalidad? ¿Qué te está faltando…?


Hay un camino, estás invitado a recorrerlo…

#Pecado • 11
En Jerusalén, en el Monte de los Olivos, sobre una piedra
yace una oración escrita en arameo. Era la invocación que hacía
Jeshua…
Jesús, hablaba a su pueblo en arameo. Era la lengua origina-
ria de la Alta Mesopotamia en el siglo VI antes de Cristo. De esta
oración surgió el Padre Nuestro actual…

PADRE NUESTRO EN ARAMEO

Padre, Madre, Respiración de la Vida,


Fuente del sonido, Acción sin palabras,
¡Creador del Cosmos!

Haz brillar tu luz dentro de nosotros,


entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla
útil.

Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el senti-


miento que emana de Ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el
Tuyo, que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras
criaturas.

Que tu deseo y el nuestro, sean uno solo, en toda la Luz, así


como en todas las formas,

12 • Adolfo Maretto
en toda existencia individual, así como en todas las
comunidades.

Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de


esta forma,
sentiremos la Sabiduría que existe en todo.

No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas


del mundo nos engañen,
y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento.

No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la


Gloria del mundo,
Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo lo
embellece.

Que Tu amor esté sólo donde crecen


nuestras acciones.
¡Que así sea!

#Pecado • 13
Capitulo 1
La entrevista

La fe es un proceso consciente interno,


no externo…
La fe, es el desafío del hombre que camina
al encuentro con su propia Esencia…

El vehículo cruzó a toda velocidad evitando el semáforo en


rojo, cambió de carril tomando la avenida Yrigoyen de la mági-
ca ciudad de Córdoba, buscó en forma apresurada estacionar.
Tomás, colocó un par de monedas en el parquímetro, su reloj
indicaba un retraso de quince minutos. Retiró del bolsillo del
pantalón un papel ajado, lo estiró entre sus dedos, la extre-
ma rugosidad permitía aún visualizar la dirección anotada por
Martín; dejó su auto móvil y corrió hasta el edificio de la calle
San Luis. Enfocó su mirada sobre el tablero del portero eléctri-
co, hundió el dedo sobre la tecla del 8° C. En pocos segundos,
#Pecado • 15
el joven se encontraba frente al doctor Salvador. De aspecto
sencillo con vaqueros, sacón de lana y su barba ligeramente
desprolija.
—¡No pude llegar antes, disculpe la demora! —se excusó
el joven.
—¿Cuál es el apuro? —manifestó con calma el doctor
Salvador: —Para comenzar a conocernos, te invito a que me
tutees, tutearnos evita barreras humanas...
—¡Genial, me presento! Soy periodista, trabajo para un
diario independiente, Martín me habló sobre usted… ¡Digo,
sobre vos…! —soltando una sonrisa el joven continuó: —Me
informaron acerca de métodos alternativos de salud que uste-
des llevan adelante.
—Así es… —asintió Salvador.
—Nos dedicamos a realizar investigaciones sobre métodos
alternativos de salud, me interesa hacerle… ¡Digo, hacerte una
nota y que nos permitas investigar al respecto!
Salvador, observó un brillo de inquietud que resaltaba en la
mirada del joven, acarició su barba con el pulpejo de los dedos,
se dirigió hacia la cocina del departamento tomó el termo, el
mate y contundente expresó:
—¡Vamos! —se dirigieron hacia el ascensor, caminaron en
dirección hacia la avenida Yrigoyen, las veredas respondían al
eco de los transeúntes en la soleada tarde cordobesa, avanzaron
hacia la iglesia de los Capuchinos, su emblemática arquitectura
se enriquecía con el vuelo de cientos de palomas. Salvador in-
dicó un banco externo en el complejo del Buen Pastor donde
tomaron asiento, cebó un mate amargo y se dirigió hacia el
16 • Adolfo Maretto
joven: —En abril la ciudad se embellece, el sol se manifiesta
distinto, cada hoja toma su impronta, el otoño es la estación
donde lo maduro perece, cae a la Madre Tierra, ésta se nutre
de la muerte, fertiliza, se enriquece para volver a la vida… Es
el ciclo del hombre y de todos los seres vivientes, nada desapa-
rece, todo se transforma Tomás…
Salvador volvió a cargar agua sobre la yerba expuesta, con
un sorbo volvió a saborear el amargo del mate, con una mirada
sensible expresó: —Respecto a tu entrevista, debo aclararte que
no te voy a conceder la nota…
—¡¿Cómo?! —indignado reclamó el joven periodista.
—Si querés interiorizarte sobre nuestra metodología, pri-
mero deberás recorrer un camino interior ¡Luego, podrás escri-
bir al respecto! Esto no es una medicina alternativa, no es un
conocimiento científico. Es una filosofía de vida… Una filo-
sofía, basada en el autodescubrimiento de la esencia espiritual,
mental y biológica.
—¡Genial, a eso vine! ¡Quiero aprender! —repuso Tomás
decidido.
—Entonces tendrás que armarte de paciencia para vivir un
proceso de consciencia…
—¿Esta filosofía de vida que ustedes proponen es de carác-
ter científico, exotérico, místico? —el joven realizó una pausa
y volvió con otra pregunta: —¿Sos médico?
—Soy Salvador… un ser humano realizando un camino de
aprendizaje, entre otras cosas me he recibido a través del cam-
po de la ciencia como médico, tuve que vaciarme de mucho
contenido, desaprender, para reconvertirme en un médico de
#Pecado • 17
la ciencia del alma…
—En ese caso soy Tomás, apenas un periodista y quiero que
me muestres este camino… ¡Aunque no sé de qué se trata!
—el joven tomó un mate, observó detenidamente a Salvador:
—¿Qué significa ser un médico de la ciencia del alma?
—Ser un médico de la ciencia del alma no se estudia en las
universidades, se aprende en la escuela de la vida, en el recorri-
do interno personal…
—No comprendo del todo…
—Es un proceso donde aprendemos a reconocernos como
seres espirituales realizando una experiencia humana, descu-
brirnos en nuestra esencia nos permite salir de la estructura de
la mente. La medicina que nosotros ejercemos es una nueva
forma de mirar a la vida, por ello es una nueva medicina que
nos invita a un cambio de consciencia, al encuentro con el
alma, a descubrir los conflictos de la mente, liberarlos y a partir
de ello activar los mecanismos de la salud del cuerpo…
Un hombre robusto de unos sesenta años de edad, luciendo
una boina ligeramente caída sobre su rostro, se acercó a pasos
apresurados al banco en donde se encontraban sentados Tomás
y Salvador.
—¡Es Marcos, él te dará algo de lo que estás buscando!
—indicó Salvador, se saludaron y le cebó un amargo al recién
llegado.
—Esta ciudad ha sido fundada con un fuerte contenido
cristiano, los jesuitas han realizado una obra trascendente en
materia educativa, urbanística y religiosa; se han construido
templos majestuosos fortaleciendo el concepto de la fe en cada
18 • Adolfo Maretto
piedra de sus muros —comentó el recién llegado.
—¡Me llamo Marcos, caminemos!
El bullicio de la ciudad se entremezclaba con el paso de los
tres hombres, al cabo de unas cuadras, se sumergieron en el
casco céntrico de la ciudad, caminaron frente a la Manzana
Jesuítica, sus impetuosos paredones de cinco siglos de historia
estaban ahí como detenidos. Marcos, se desvió hacia un anti-
guo edificio, sugirió ingresar por un pasillo, las piedras above-
dadas estrechaban el paso, llegaron hasta un portal de hierro
que comunicaba a un patio, lo rodeaba una galería de estilo
colonial, ingresaron a una sala impregnada de un fuerte olor
a humedad, una mesa de madera se disponía atravesando el
ancho de la habitación, había una decena de libros y papeles
sobrepuestos. La pared lucía recubierta por una biblioteca con
libracos y carpetas añosas. Marcos, encendió la luz, inmedia-
tamente con un cerillo prendió un sahumerio para aromatizar
el lugar.
—En este lugar trabaja Miguel, un amigo encargado de ar-
chivos históricos. La historia ha sido escrita por el hombre, eso
contribuye a que los hechos tomen la forma de sus relatores…
¡La Humanidad ha sido víctima de esos relatos…!
—¿De qué relatos habla? —preguntó Tomás.
—Relato sobre la vida de uno de los hombres más impor-
tantes de la historia de este planeta…—repuso Marcos.
—Sigo sin entender… —expresó Tomás algo inquieto.
—¡Relatos sobre la vida de Jesús! —afirmó Marcos, tomó
entre sus manos un crucifijo, lo observó deslizándolo entre sus
dedos y prosiguió: —La religión fue escrita y organizada por
#Pecado • 19
los hombres como la ciencia misma, esto ha condicionado el
potencial de la vida humana.
—Jesús pertenecía al pueblo de los Esenios, un pueblo de
sanadores, activaban la sanación a través del poder de la pala-
bra, cuando digo el poder de la palabra me refiero a la trans-
misión de la sabiduría del alma. Esto implicaba conectar al
hombre con su Divinidad —completó Salvador saboreando
el mate.
—¿Por qué razón me están hablando de Jesús y de religión?
—Porque descubrir quién era Jesús, nos permite encon-
trar las claves de nuestro poder interno de sanación — agregó
Salvador y prosiguió: —Nuestra metodología se basa en des-
cubrirnos en nuestra esencia. No hablamos de religión Tomás,
hablamos de espiritualidad…
—¿Cuál es la diferencia?
—Espiritualidad es lo que predicaba Jesús, es un camino ha-
cia el interior del hombre, es conectarlo con su poder Divino.
La religión nos enfoca hacia fuera de nosotros, delega el poder
a un dios externo y prejuicioso, eso nos hace dependientes…
—Salvador vertió agua en el mate y prosiguió: —La religión
es una estructura armada por los hombres y detiene el proceso
evolutivo del mismo…
—¡Comprendo! —afirmó Tomás y volvió a preguntar:
—¿Cómo unen ustedes la espiritualidad con la salud? ¿Tienen
relación entre ellas?
—Buena pregunta Tomás ¡Trabajamos desde una medicina
de autoconsciencia! Nos hemos capacitado entre otros cono-
cimientos sobre los descubrimientos de un médico alemán, el
20 • Adolfo Maretto
doctor Hamer… Él ha descubierto que la enfermedad, no es
algo que viene desde afuera, sino que se desencadena en el inte-
rior de nuestro organismo, activado desde la psiquis. La enfer-
medad, es la respuesta a un shock traumático vivido en absolu-
to silencio que activa mecanismos biológicos de supervivencia.
—Así como se ha descubierto que la enfermedad se produ-
ce desde la psiquis, también el poder de sanación se activa en
nuestro interior… —acotó Marcos sonriendo.
—¿Ustedes están confrontados con los médicos y con la
Medicina convencional? —preguntó Tomás.
—Ante cualquier circunstancia estamos a favor de la salud
y de la vida, todo médico que siente pasión por su profesión,
permite abrir su mente y su corazón, hay muchos colegas que
trabajan con nosotros y nos complementamos muy bien. Si
sumamos, si unimos conocimientos, el beneficio siempre será
para la Humanidad, la Medicina es necesaria como ciencia,
pero debe integrarse a la espiritualidad y a la conciencia emo-
cional. ¡Los sectores que se oponen, es porque tienen interese
económicos o una gran ignorancia sobre lo que hacemos! —
contestó contundentemente Salvador.
—Hay médicos y sacerdotes maravillosos, hay sacerdotes
espirituales y existen los religiosos, hay médicos espirituales
con vocación de servicio y de sanación y hay médicos altruis-
tas, materialistas, religiosos… Trabajamos en pos de la trans-
formación hacia una medicina más humana y espiritual…—
completó Marcos.
—Está bien, voy comprendiendo, pero sigo sin entender
¿En qué punto se relacionan el doctor Hamer, esta medicina

#Pecado • 21
espiritual y Jesús? —la observación de Tomás despertó carcaja-
das en Salvador y Marcos.
—Tiene mucho que ver, aunque no parezca… —sonriente
se manifestó Marcos y prosiguió: —Por eso te invité a este lu-
gar, la iglesia ha edificado la fe desde los templos de cemento…
¿Te has preguntado alguna vez quién fue Cristo?
—¡Todo el tiempo me lo pregunto! —frunciendo su ceño
manifestó Tomás.
—¡Creo, que no te lo has preguntado lo suficiente! —expre-
só Marcos y prosiguió: —Presiento que no te has preguntado
en profundidad quién era ese hombre ¿Sabés por qué? —el
muchacho volvió a fruncir su ceño.
—Muy poca gente se lo pregunta en profundidad, porque
las respuestas ya han sido escritas y contestadas antes que cual-
quier cristiano se las formule, la religión ya lo escribió y contó
todo, nos dejó una historia maravillosa en un pequeño y her-
moso cuento llamado Evangelio y en la catequesis…
Soy católico y me he formado en el seno de la iglesia ca-
tólica, he sido sacerdote y me especialicé en Teología. Junto a
Salvador y al equipo de gente que trabajamos, nos hemos visto
obligados a un replanteo ante la ciencia y la religión. ¡Ellos,
han delimitado nuestro espacio de consciencia! —Marcos res-
piró profundo, ensanchó su pecho, deslizó sus gafas hacia el
extremo de la nariz y soltó un suave suspiro: —Tuvimos que
salirnos del esquema, para encontrarnos con el otro Jesús y con
su mensaje revelador…: “La libertad del hombre”.
—¿Acaso, en este archivo cercano a la Manzana Jesuítica
están las respuestas? ¿Esta biblioteca depende de la iglesia?

22 • Adolfo Maretto
¿Cuál es el mensaje revelador? —preguntó el joven de modo
insistente.
—Antiguamente este recinto dependía de la iglesia católi-
ca, luego el edificio pasó a manos del gobierno y ahora es una
especie de archivo histórico. Miguel, mi amigo, fue sacerdote
y estuvo muchos años en Roma, allí aprendió el hebreo, latín,
griego y arameo. Se dedicó a investigar y a traducir textos. En
estos lugares se ha registrado la historia contada, pero también
han quedado claves a descubrir sobre lo no contado…
—¿Qué descubrió Miguel en esos escritos? —insistió
Tomás.
—Investigó tanto que no pudo seguir dentro de la fe reli-
giosa… Ambos, descubrimos al Cristo hombre manifestado en
el poder de la consciencia de Dios… Eso nos confundió y nos
movilizó interiormente.
—¿La Iglesia no se manifiesta en la conciencia de Dios? —
preguntó Tomás.
—La religión nos habla del hijo de Dios haciendo milagros.
Estamos convencidos que Jesús era un hombre, la diferencia ha
sido su elección, el camino realizado… La religión subestima al
ser humano, lo carga de defectos, de culpas, de miedos, repri-
me sentimientos… ¡No nos han hablado del Jesús verdadero!
—Siempre sostuve que la Iglesia ha ocultado verdades…
¿Jesús no es el hijo de Dios?
—¡Todos somos hijos de Dios! —respondió Marcos.
—¿La Virgen no era virgen? —vuelve a preguntar Tomás
con insistencia.

#Pecado • 23
—Todo indica que María era madre de Jesús concebido por
un hombre que no era el anciano José…
—¿Por qué razón la Iglesia ocultaría semejante informa-
ción? —ansioso preguntó Tomás.
—Por poder Tomás, el hombre siempre ha puesto el po-
der por encima de todas las cosas, el poder crea dinero, crea
comodidad y crea súbditos. La Iglesia se ha dedicado a crear
dependencias…
Jesús invitó al hombre a ser libre, sin estructuras y sin per-
tenencias a los poderes. Jamás dijo que se debía trabajar ocho
horas al día, ir a misa los domingos, vivir sometidos a las cul-
pas, a los dolores, enfermedades, angustias… A Jesús, no le
interesaban los templos de piedra… Él manifestó: “Todos so-
mos templos de Dios” una clave que nos está diciendo: “Dios
no está en los templos materiales, no está en una estatua o en
un crucifijo, tampoco en el cielo ¡Está en nuestro interior!”
—completó Marcos mientras extrajo un antiguo libro desde
la biblioteca.
Salvador tomó una pizarra donde realizó el esquema de un
cuerpo humano y se expresó: —Ahora viene la respuesta a tu
pregunta Tomás. Si somos templos Divinos, es momento de
reconocer que Dios habita en nuestro interior, algo que la uni-
versidad y la religión no nos ha enseñado, estamos conforma-
dos por una mente, por un cuerpo y por un espíritu —señaló
Salvador hundiendo la tiza en la pizarra, sacudió el polvo entre
sus dedos, cebó un nuevo mate y prosiguió: —La enfermedad
aparece cuando se rompe el equilibrio entre el cuerpo, la mente
y el espíritu. Al recobrar la armonía entre estas tres instancias,
conectamos con nuestro Ser, se activa el mecanismo interno

24 • Adolfo Maretto
de la sanación, muchas veces se logra restableciendo la salud
orgánica, si esto no sucede, es el alma la que puede sanarse…
Tomás refregó su frente un par de veces, clavó sus codos so-
bre la mesa: —¿Cómo transmiten este conocimiento? ¿Cómo
funciona esto?
—En este libro —indicó Marcos y prosiguió: —Se encuen-
tran algunas de las claves que Jesús nos dejó; el libro del Nuevo
Testamento: Juan 8, 32 “Entonces conocerán la verdad y la
verdad los hará libres”.
—¡Una frase muy conocida! —manifestó Tomás.*1
Marcos cerró el Evangelio, algo de polvo se deslizo entre
sus dedos, dejó el libro a un costado. Observó detenidamen-
te una imagen de Jesús que colgaba en la pared: —¡Correcto,
una frase muy conocida y poco descifrada! Cristo hablaba en
cuatro lenguas, hebreo, latín, arameo y griego. La primer pala-
bra “verdad” la expresó en el vocablo griego, “Aleteia” significa
“Desocultar lo que está oculto”. La segunda palabra “verdad”
la expresó en hebreo “Menua” o “Emuná” su significado es
“Fe”. para los hebreos, la fe es el trabajo interno que debe reali-
zar un hombre hasta alcanzar el crecimiento espiritual…
—¡O sea, lo transcripto en el Evangelio que llegó a nuestras
manos tiene un significado totalmente acotado!
—¡Exacto Tomás! Hay claves que nos permiten descifrar
una verdad que está oculta debajo de otra verdad… Jesús ex-
presó: “Desocultar lo que está oculto de acuerdo al trabajo
interior que tú hagas” Él nos estaba abriendo una puerta ha-
cia el mundo del Autoconocimiento, descubrir nuestro “Yo”
*1 Comentario basado en las investigaciones del Licenciado José
Luis Parise.

#Pecado • 25
superior, es decir nuestra espiritualidad, nuestra comunión
viva con Dios —completó Marcos. Observó su reloj pulsera y
manifestó: —¡Es tarde, debemos marcharnos! —con un gesto,
indicó abandonar la biblioteca. El estrecho pasillo los comu-
nicó nuevamente con el gentío de la calle peatonal. Salvador
tomó de un hombro al joven: —Tomás, los médicos apren-
demos a curar, a resolver el síntoma dando una medicación
que alivia, ocultando el mensaje que el cuerpo nos está en-
viando. La medicina del alma no cura, busca el camino de la
sanación, invitamos a la persona a reconocerse así mismo, a
reconocer su dolor emocional, sus sombras y sus virtudes. A
partir de allí, podremos comenzar un camino de reconexión
interior —Tomás, continuó caminando, observó la arquitec-
tura del colegio Monserrat, los majestuosos muros, los venta-
nales con sus barrotes de hierros forjado, sus espesas puertas
de madera trabajada. Se detuvo por un instante, miró a cada
transeúnte y pensó en todo lo que la Humanidad aún igno-
raba: —¡Descubrir a Cristo nos podrá conectar a una nueva
consciencia! —manifestó el joven con tono expresivo.
La brisa del atardecer anunciaba el ocaso, algunas hojas se-
cas se deslizaban crujientes sobre las calles de la ciudad…
—Si aún estás interesado en realizar tu nota, deberás reco-
rrer este camino… —expresó Salvador.
—¡Estoy muy interesado Salvador! ¿Qué diferencia existe
entre el autodescubrimiento y el autoconocimiento?
—El autodescubrimiento es el camino que recorre el pere-
grino para autoconocerse…
—¿Uno es el medio y el otro es el fin? —preguntó el joven.
—Autodescubrirse es la búsqueda, es el camino, sus obs-
táculos, sus bellezas, sus caídas y dolores. Nos conecta con
26 • Adolfo Maretto
nuestro Ser, con quien soy. El autoconocimiento no es el fin, es
el principio de algo muy superior, es el encuentro mismo con
nuestra razón de existencia, es el encuentro con la Divinidad
oculta —Salvador hizo una pausa y preguntó: —Reitero, ¿se-
guís interesado en realizar la nota?
—¡Por supuesto!
—¡Armá tu equipaje, mañana viajamos a nuestro centro de
salud y de autoconsciencia! ¡Hay que cruzar las Altas Cumbres!
Antes de despedirse, Marcos se dirigió hacia Salvador y en
voz baja manifestó contundente: —¡Deben comunicarse con
el padre Benjamín!

Padre, Madre, Respiración de la Vida,


Fuente del sonido, Acción sin palabras...

#Pecado • 27
Capitulo 2
El nuevo paradigma de la
salud

Que tu mente no haga real lo que tus ojos ven,


que se anime a sentir los susurros de tu ser…

—¡En las montañas el frío es muy intenso, espero que hayas


traído abrigo! —exclamó Salvador mientras refregaba sus ma-
nos ganando calor.
Cargaron el equipaje en la vieja camioneta Chevrolet y to-
maron rumbo hacia las serranías. El cielo de la ciudad se cubría
de espesos nubarrones, una tenue llovizna se deslizaba sobre
ellos. Tras algunos kilómetros recorridos, el vehículo comenzó
a trepar el asfalto sinuoso. El amanecer se insinuaba sobre los
cerros tendiendo su manto rojizo.

#Pecado • 29
—¿Qué voy a encontrar en ese Centro, Salvador?
—Posibles respuestas a tus posibles preguntas… ¡Es un
Centro de Autoconsciencia! ¡Allí te encontrarás con Martín! A
propósito… ¿Cómo se conocieron?
—En el sur de Francia, él estaba con su novia investigando
sobre la vida de María Magdalena…
—¡Si, con María! —repuso Salvador.
—¡Exacto, con María recientemente recibida de médica…!
—dijo Tomás y manifestó: —¡Necesito más información sobre
lo que ayer junto a Marcos me comentaron!
—¿Sobre la vida de Jesús? —Salvador sonrió y prosiguió: —
Hay una relación íntima entre espiritualidad, emoción y enfer-
medad. Tomás, es importante comprender que la enfermedad
se manifiesta por un conflicto a nivel de la psiquis. Cada uno
de nosotros somos seres espirituales realizando una experiencia
humana. Tenemos un cuerpo, una mente y nuestra alma… La
conexión espiritual del hombre está por encima de las religio-
nes y de la ciencia misma.
Por momentos el sol se ocultaba detrás de una espesa nie-
bla, la vieja camioneta Chevrolet ascendía por el camino de las
altas cumbres, el frío de la montaña comenzaba a manifestar
su rigor. Salvador expresó: —El centro está organizado en una
casona de principios del siglo pasado, una pareja de extranje-
ros nos la han entregado en comodato, Martín, colega tuyo y
María, están a cargo del mismo.
—¿Lleva algún nombre específico el centro?
—Centro de Autoconsciencia —respondió Salvador.

30 • Adolfo Maretto
El Valle de Traslasierra comenzó avizorarse, se desviaron de
la carretera principal tomando un camino angosto, luego de
recorrer cinco kilómetros entre plantaciones y huertas, una
frondosa arboleda comenzó a estrechar el paso, junto a ella
corría un delgado arroyo. Llegaron hasta una tranquera cons-
truida con troncos, al ingresar, un extenso parque se abría ante
ellos, en el centro del mismo entre algarrobos y lapachos se
erguía una antigua casona de estilo inglés; dos perros ovejeros
se acercaron olfateando a los recién llegados.
Martín y María, el joven matrimonio, salió a recibirlos
con abrazos y gestos de alegría. La antigua construcción se
encontraba cercada por flores silvestres y arbustos pequeños.
Delgados canales de agua de vertiente, atravesaban el lugar.
—¡Salvador nos adelantó sobre tu visita! ¡Podés quedarte
todo el tiempo que desees, para conocer, descubrir, investigar
y también colaborar! —manifestó Martín mientras tomó del
hombro a Tomás.
—¡Cuidado con los pequeños canales de agua, atraviesan
todo el parque! Podés beber con toda tranquilidad —expresó
María mientras bebió un sorbo recogido con sus manos.
—¡Es agua de manantial, contiene nutrientes y minerales
que activan la sanación! —completó María.
Tomás sonrió y juntó con sus manos un poco de agua sa-
boreándola. Ingresaron por unas escalinatas construidas con
piedra y detalles en mármol, un portal de hierro trabajado y
espesos vidrios conectaba con un amplio zaguán. La claridad
que traslucían los cristales contrastaba con los leños encendi-
dos en el interior del hogar, el aroma a café despertó las ansias

#Pecado • 31
de un buen desayuno. Sobre un sillón de cuero dos hombres
sexagenarios jugaban a los naipes. Una joven de ojos claros
y pelo enrulado se acercó con café caliente, tomaron asiento
junto al hogar. Un extenso ventanal permitía disfrutar de la
imponencia de dos cerros.
—¿Cómo funciona este Centro? —preguntó Tomás, mien-
tras saboreaba el café junto a unos panes y dulces caseros.
—¡En este lugar proponemos la magia de la reconciliación
con un mismo…! —manifestó María y continuó hablando:
—Junto a Martín estamos de modo permanente, hay terapeu-
tas y médicos que van rotando. Leticia, quien nos sirvió el de-
sayuno es nuestra enfermera, camarera, sanadora y un poco de
todo… Cada persona que llega a nuestra consulta, no los reco-
nocemos como pacientes, sí como hacientes… Cada haciente
a su vez pasa a formar parte del equipo de trabajo.
—¿Cómo es eso de haciente y no paciente? —preguntó
Tomás intrigado.
—Cada mujer, cada hombre que llega es invitado a rea-
lizar un camino de autoconocimiento, de autosanación, eso
los transforma en seres activos ¡El haciente es un hacedor de
su propia sanación! En cambio, el paciente espera que el otro
haga por vos…
Leticia llegó a nosotros con un cuadro depresivo, pánico
y trastornos de ansiedad, trabajaba en un centro de salud de
alta complejidad como enfermera, estudió y se capacitó para
estar en ese lugar, con el paso de los años comenzó a sentir-
se angustiada, se le cerraba el pecho, manifestaba síntomas de
asfixia… Recorrió varios médicos y especialistas, estuvo bajo

32 • Adolfo Maretto
tratamientos psiquiátricos, mejoraba temporalmente y luego
volvía a decaer… Cuando vino, la invitamos a trabajar una
semana mientras tratamos sus emociones. En el transcurso de
la misma, comenzaron a desaparecer sus síntomas… Al cabo
de tres meses había superado todo.
—¿Te acordás Tomás de la frase de Jesús? —intervino
Salvador.
—¿Aleteia?—preguntó con tono asertivo Tomás.
—¡Exacto! Desocultar lo que está oculto… Leticia soñaba
con ser enfermera, porque le apasiona servir y ayudar a la gen-
te, pero en ese centro las presiones, las exigencias y el trato era
tan inhumano y comercial, que no soportaba trabajar bajo esas
condiciones. ¡Sentía opresión en su pecho, falta de alegría, falta
de entusiasmo!
—Cuando pudo tomar consciencia de ello, conectarse con
la salud y ponerse al servicio hacia los demás, comenzó a sen-
tirse cómoda consigo misma en nuestro centro. Tomó la deci-
sión, dejó ese trabajo y comenzó a realizar lo que le gustaba,
eso le permitió conectarse con su esencia y recuperar su salud
emotiva… —agregó Martín.
—¿Hacer lo que nos gusta puede curarnos de un una depre-
sión o de un pánico? —preguntó Tomás.
—Es una de las claves que dejó Jesús en la parábola de los
talentos, Mateo 25, 14—30. Si vivimos y potenciamos esos
talentos recibidos, estaremos cumpliendo el camino de nuestra
alma, con el plan Divino y con el universo. Vivir desde la cohe-
rencia con nuestros talentos, nos permite sentirnos realizados
en la coherencia con nuestra alma y con Dios. Ello, nos colma
de gratitud y de salud —respondió Salvador.

#Pecado • 33
—¿Se puede decir que el camino contrario es la
enfermedad…?
—¡Así es Tomás! Mañana viene Julián, un médico chamán
descendiente de los Queros, del pueblo Inca del Perú, hablará
cómo los conflictos psíquicos activan enfermedades en el cuer-
po, dará una charla a profesionales y al público en general. Él
ha unido ciencia con espiritualidad, los conocimientos de la
Nueva Medicina Germánica del doctor Hamer, con la sabi-
duría de sus ancestros… A partir de este método, trabajamos
en la decodificación del síntoma para recuperar el equilibrio
biológico del cuerpo. ¡Estás invitado a participar! —manifestó
Salvador.
—¡Ahí estaré, quiero saber de qué se trata esta nueva forma
de mirar a la salud! Regresando a la parábola de los talentos, la
religión y la ciencia médica, no suelen enfocarse en la impor-
tancia sobre la salud… Lo expreso, respecto a esto de vivir des-
de los dones y las capacidades personales… —comentó Tomás.
—La religión y la ciencia nos han dividido —contundente
respondió Salvador.
—¿A qué te referís Salvador cuando decís que nos han
dividido?
En ese instante interrumpió un hombrecillo con botas aja-
das de cuero y ropa de trabajo, llevaba una canasta cubierta
de troncos, los depositó junto al hogar, saludó con una ligera
muesca en sus labios y se retiró.
—Es Pedro, nuestro leñador, llegó con un pico de estrés y
diabetes, ahora resolvió su conflicto recuperando la salud, se ha
quedado para sanar su alma… Así lo manifiesta él —comentó
Martín esbozando una sonrisa.

34 • Adolfo Maretto
—Su personalidad rígida y autoexigente lo pone en una
actitud de tomar la vida como un sacrificio a desafiar, eso lo
frustra porque persigue la perfección. Él, debe permitirse com-
prender que el mundo más imperfecciones presenta, más bello
puede ser… Tipología 1 desde la sabiduría del Eneagrama —
agregó María mientras untaba un panecillo con dulce de higo.
—Es una metodología de autoconocimiento muy antigua
procedente de Oriente. Este método nos nutre en el camino
del crecimiento personal, permite reconocernos en nuestras
capacidades y debilidades —agregó Martín.
—Me pregunto Martín, ¿qué hace un periodista dirigiendo
un centro de salud? ¡Me parece totalmente extraño!
—Me costó mucho comprender este camino Tomás, mi re-
sistencia fue muy grande hasta que comencé a percibir lo que
sucedía en cada persona, pude comprender que la espirituali-
dad no le pertenece a los curas, como la salud no le pertenece
a los médicos… Cualquier persona puede crecer, transmitir y
difundir la espiritualidad, como también crear y activar la sa-
lud. ¡Todos somos sanadores, sólo se trata de activar ese poder
interior! ¡El despertar de la conciencia es un tema de todos, por
ello estoy aquí!
Un par de bocinazos interrumpió el silencio.
—¡Hola! ¿Cómo andan en la “Villa Sana”?—expresó el re-
cién llegado ingresando al recinto.
—Te presento a Ulises —sonriente exclamó Salvador.
—¿El “chico preguntón”? —con sarcasmo Ulises se refirió
hacia Tomás.

#Pecado • 35
—No te preocupes, Ulises le coloca sobre nombres a todo y
a todos —soltando una carcajada comentó María.
Ulises saludó, buscó unos canastos y los llevó hacia su ca-
mioneta preguntando si alguien lo acompañaba.
—Ulises es todo lo contrario a Pedro, él es divertido, entu-
siasta, su mirada ante la vida es una oportunidad para disfrutar,
su tipología es 7 desde la sabiduría del Eneagrama. Su virtud
es el entusiasmo, lo contagia en todo momento, la dificultad es
conectarse con el dolor personal… —indicó María.
—¿Qué significa el Eneagrama? ¡Con esa buena onda, éste
tipo no se enfermó nunca supongo…! —afirmó Tomás.
—El Eneagrama es un método milenario de autoconoci-
miento, en griego significa nueve tipologías o formas diferen-
tes, es una sabiduría maravillosa, cada uno de nosotros nace-
mos con un eneatipo determinado, eso nos hace distintos de
otros —agregó Salvador.
—Este método lo utilizamos para comprender a cada per-
sona desde sus virtudes y debilidades. Allana el camino para
ayudar a descubrirse, amarse y sanarse —completó María.
—Ulises es viajante, vendedor de productos artesanales, lle-
gó con un cuadro alérgico extremadamente raro. Todo comen-
zó una noche mientras cenaba en un restaurant con su esposa,
se le hinchó la cara, se inflamaron sus labios, la lengua y no
podía respirar. Le diagnosticaron alergia sin saber específica-
mente a que, le suprimieron alimentos, café, bebidas alcohóli-
cas, etcétera —concluyó Martín.
—Para una tipología 7 y alguien como Ulises, él nunca res-
pondió a trabajos formales. La presión, la rutina, someterse
36 • Adolfo Maretto
a situaciones que opriman su libertad, generó una especie de
ataque contra su personalidad. Esa noche, mientras comía piz-
za con salsa de tomates, queso, condimentos, acompañado de
vino. Graciela su esposa, le informó sobre el negocio que ha-
bía decidido instalar, sugiriendo a Ulises que dejase de viajar y
quedarse de lunes a viernes a cargo del mismo. ¡Eso lo obligaba
a cumplir con una rutina horaria! —comentó María.
—Graciela se lo dijo con amor y con la retórica de alguien
que solicita ayuda. Ulises se sintió presionado, debía tomar
una decisión, percibió que esto le quitaría libertad. El conflicto
se activa en el momento que escucha el pedido de ayuda de su
esposa, en su psiquis se grabó esa información desagradable —
completó Salvador y prosiguió: —La psiquis no tiene sentido
del humor, todo lo que le llega se lo toma enserio, Ulises escu-
chó algo desagradable comiendo pizza compuesta por harina,
tomate, queso y acompañado de vino… Cada vez que tomaba
una bebida con alcohol o ingería algo de estas sustancias, su
cuerpo reaccionaba defendiéndose, se activaba la memoria de
ese hecho…
—Actualmente modificó sus horarios, habló con su esposa,
es consciente de lo que le sucedió y la alergia desapareció, hoy
es quien nos provee los alimentos obtenidos en huertas orgáni-
cas —agregó Martín.
Tomás con un leve un suspiro, modificó su gesto de asom-
bro y sonriendo exclamó: —¡Sorprendente! ¿O sea, que todo
pasa por nuestras emociones? ¿Cada vez que él ingería esos ali-
mentos o esa bebida, se activaba una memoria oculta en su
psiquis…?
—¡Exacto! —respondió Salvador.

#Pecado • 37
—¿Y con esa simpleza se puede uno curar?
—Todo lleva un proceso Tomás, lo importante es detectar el
origen del conflicto emocional, luego modificar la información
puede durar segundos, horas, días, o toda una vida… Depende
de la persona y del proceso que está viviendo.
Salvador se incorporó e invitó a Tomás:
—¡Acompañáme, Ulises nos acercará a un lugar que deseo
mostrarte!
—¡El “chico preguntón” y el “doctor alpargatas”! ¡Suban y
disfruten! —expresó Ulises. Puso en marcha la camioneta, se
sumergieron en un camino pedregoso y empinado, por mo-
mentos los matorrales y grandes rocas se transformaban en
obstáculos, cruzaron el lecho de un pequeño arroyo, luego de
subir una cuesta, Salvador y Tomás decidieron descender del
vehículo. El ruido del motor se fue perdiendo a medida que se
alejaba la camioneta, el canto de los pájaros se escuchaba de
fondo, tomaron un sendero trepando entre sauces, chañares y
espinillos, ya en la cima, un extenso valle se extendía ante ellos,
un centenar de pinos cubrían la ladera de los cerros.
—¡Sentémonos sobre las rocas y hagamos silencio! —su-
girió Salvador, el imponente paisaje merecía el respeto de la
contemplación.
—¿Por qué tanto silencio? —Tomás preguntó sorprendido.
—Sólo en el silencio de la mente se percibe el sutil milagro
de la vida…—ambos contemplaron la maravillosa vista, la bri-
sa sacudía sus prendas junto al follaje de la montaña…
Tomás luego de unos minutos irrumpió: —Durante la

38 • Adolfo Maretto
conversación con Martín y María dijiste que la religión y la
ciencia nos han dividido. No aclaraste ese tema…
—Dejemos que el silencio responda a tu pregunta… — res-
pondió Salvador. Ambos se quedaron nuevamente observando
sin emitir sonidos, el viento helado golpeaba sus rostros, espe-
sas nubes eran atravesadas por los rayos de sol. El murmullo de
un arroyo se percibía en la lejanía.
—¿Qué pudiste escuchar…? —preguntó Salvador.
—El sonido lejano de un arroyo, unas chicharras, el silbido
del viento, el canto de algún pájaro…
—Esos sonidos, fueron escuchados gracias al silencio… De
otro modo, no nos hubiésemos enterado de su existencia. Jesús
junto al pueblo de los Esenios, hacían del silencio un culto
sagrado, en ese espacio de la mente, el alma se comunica. Los
milagros que realizaba Jesús los podemos realizar nosotros tam-
bién. Suceden a cada instante, simplemente estamos aturdidos
y distraídos en la rutina diaria, nos perdemos de lo sutil. Ulises,
como Pedro o Leticia, fueron sorprendidos por un conflicto
estando distraídos, aturdidos, alterados… Cuando se encon-
traron con la enfermedad, tomaron consciencia, escucharon su
alma, desactivaron el ego y todo sucedió. Salieron del enojo,
del miedo, de la angustia, del resentimiento, del estado de con-
flicto… ¡Activaron la sanación! ¡En lo sutil está la clave Tomás!
—De acuerdo, ¿cómo se aprende este camino?
—Ya lo sabemos, nuestra alma tiene toda esa información,
no hay que aprenderlo Tomás, simplemente despertar del atur-
dimiento y escucharnos en nuestro interior. Evitar la voz del
ego que nos tortura desde el miedo, desde el enojo, desde la

#Pecado • 39
ansiedad… La voz del ego corresponde a nuestro hemisferio
izquierdo, el razonador, ese que todo lo calcula, sus decisiones
siempre surgen desde la inseguridad. El hemisferio derecho nos
conecta con la sensibilidad de la energía femenina… Actuar y
tomar decisiones desde el equilibrio de ambos hemisferios, nos
hace sutiles y conscientes.
—Si nuestra alma lo sabe, ¿por qué la mente lo razona
diferente?
—Hay escritos que revelan una verdad oculta… Cristo sig-
nifica el ungido, luego de su muerte los cristianos fueron per-
seguidos, hasta que se reunieron con el poder político de Roma
y establecieron la fe desde sus argumentos. El emperador nece-
sitaba un Dios para la gente y Jesús había sido muy convincen-
te, pero si cada cristiano accedía a sus enseñanzas, lograrían el
poder interno que manifestaba Cristo, eso generaría hombres
libres, independientes afianzados en el poder personal.
—Digamos, tomaron los relatos, los evangelios que al po-
der del momento le convenía… ¡Los demás escritos fueron
desautorizados!
—Así es Tomás…
—¿Y María Magdalena? ¿La prostituta?
—Otra de las claves Tomás, por eso la religión y la cien-
cia nos han divididos, ocultaron y denigraron la imagen de la
compañera y esposa de Jesús. Nos han presentado a un hom-
bre milagroso, casto, nacido del Espíritu Santo, sin el pecado
del cual todos venimos… Eso lo hace un fuera de serie inal-
canzable para cualquier mortal. María Magdalena provenía de
un linaje muy especial, era una mujer que desarrollaba dones
especiales…

40 • Adolfo Maretto
—¿Por qué razón la religión ocultó esto?
—Jesús realizó un camino iniciático, logró desarrollar am-
bos hemisferios cerebrales equilibrando sus energías femeninas
y masculinas. María Magdalena, contribuyó a ese equilibrio.
La religión se construyó sobre un pilar patriarcal, machista,
donde la mujer siempre estuvo en segundo plano. Dios nos ha
hecho a imagen y semejanza: Génesis 1, 26—27 ¿No te has
preguntado por qué somos tan torpes, tan ignorantes y débiles?
¿Cuál es la semejanza?
—A veces, me pregunto si Dios no es un perverso y juega
con nosotros —manifestó Tomás con preocupación.
—La perversidad está en el hombre Tomás. La religión
construyó la trampa perfecta para que no evolucionemos. Más
religiosos somos, más alejados estamos del camino espiritual,
desarrollamos el hemisferio izquierdo y perdemos el equilibrio
de ambas energías femeninas y masculinas, nos alejamos de la
sabiduría Divina…
—¡Tu afirmación es muy dura Salvador! ¿Estamos fren-
te a una especie de estrategia perfecta…? ¿La división de la
que me has hablado se basó en denigrar la imagen de María
Magdalena?
—¡Correcto Tomás! No sé si mi afirmación es muy dura, lo
que sí sé es que la Humanidad merece descubrir la verdad, por-
que la verdad es sinónimo de amor y el amor es el que nos pue-
de sanar… Denigrar la imagen de María Magdalena ha sido la
estrategia perfecta para crear una de las grandes contradiccio-
nes de la Humanidad… —Salvador observó la inmensidad de
los cerros, dirigió su mirada al cielo y expresó: —La existencia

#Pecado • 41
de Dios es tan perfecta, que me hace pensar de su inexistencia
en sí mismo. Su manifestación existe en cada uno de noso-
tros, como una proyección viva de Él. La oración original del
Padre Nuestro en arameo, Jesús la invocaba diciendo: “Padre,
Madre” o sea evoca a ambas energías masculinas y femeninas,
la religión en su concepción machista, sólo nos habla del dios
masculino…
—El hombre vive experimentando la maldad, la violencia,
el egoísmo… ¿Eso es de Dios también? —preguntó Tomás.
—La ausencia de Dios, es la presencia del mal, sólo ésta
existe cuando el hombre no conecta con su propia Divinidad.
Salvador se puso de pié, colocó una mano sobre Tomás, sus
ojos tomaron un brillo especial y expresó:
—Tomás, proponemos para la Humanidad una nueva me-
dicina espiritual de autoconocimiento, de autoconciencia…
¡Una nueva manera de ver y sentir la vida, que nos conecte con
la sabiduría de Cristo, con la sabiduría del bien! ¡Regresemos,
Ulises ya debe estar por llegar!
Los intensos nubarrones habían cubierto el cielo por com-
pleto, una delgada llovizna comenzó a caer, a medida que
avanzaban el murmullo del arroyo se desvanecía, el silencio
volvía a ser protagonista, lo sutil comenzaba a tomar sentido.
—Aún no termino de comprender del todo Salvador ¿Cómo
la ciencia y religión nos han dividido…?
—Lo que a mí me ha llevado cuarenta años en descubrir, no
esperes resolverlo en un par de horas —soltando una sonrisa
expreso Salvador y agregó: —Permitir el proceso es saborear
cada suceso… ¡Ya lo comprenderás!
42 • Adolfo Maretto
Ulises, los recogió, en el trayecto de regreso se encargó de
comentar con lujos de detalles las bondades de los frutos de la
huerta.
—¡Traigo frutas y verduras frescas del “Rengo Pepe”! —son-
riendo manifestó Ulises.
—¿Otra persona, otro haciente en proceso de sanación? —
preguntó con ironía Tomás.
—¡No, niño preguntón! ¡El rengo pepe está enfermo y no le
interesa curarse! —contestó Ulises generando carcajadas.
—Existen personas que no desean sanar y deciden seguir
viviendo en el conflicto de la mente… —sonriendo acotó
Salvador.
Al regresar, almorzaron en el parque, doña Elvira la cocine-
ra, preparó nueces con dulce de tuna y queso de cabra como
postre. Tomás, decidió ir a juntar leña con Pedro, Salvador,
tomó su termo, el mate y se dirigió hacia la sombra de un
frondoso algarrobo; allí se dispuso atender a algunas personas.
Sumergido en el bosque detrás de la vieja casona. Pedro,
hundió el filo del hacha sobre un tronco derrumbado, los tro-
zos de madera cortados, caían unos sobre otros en la desgastada
carretilla, Tomás no tardó en aprender el oficio.
Sólo cortamos los árboles secos y caídos —manifestó Pedro.
Mientras Tomás se encargaba de cargarlos en el jeep.
—¿Cuánto tiempo hace que vive en el centro de autocons-
ciencia? —preguntó Tomás.
—Mi casa está a quinientos metros del centro, toda mi vida
viví en este lugar, ahora estoy jubilado y disfruto colaborar —
respondió Pedro con tono cortante.

#Pecado • 43
—¿Usted se acercó por una enfermedad? —interrogó
Tomás.
—Un día se les rompió el molino de agua, me llamaron
para repararlo, allí me enteré lo que hacían, les comenté de mi
diabetes crónica y ellos me ayudaron a sanarme.
—Salvador dice que toda enfermedad se inicia por un con-
flicto de la psiquis —insinuó Tomás.
—¡El mío fue muy duro de superar…! —se hizo un silencio
intenso, sólo el aleteo de algunas aves se alcanzaba a escuchar.
—Mi hermano tenía un negocio en Cura Brochero, me
pidió que le firme una garantía para un crédito, al cabo de
unos meses me enteré que su deuda era por juego, le quitaron
el negocio y yo tuve que afrontar lo adeudado, el dinero no
me importó, me dolió mucho la mentira, lo sentí como una
jugada sucia, sentí mucho asco en ese momento… Luego de
cinco meses, un pico de diabetes me llevó a estar internado una
semana en un hospital, al año conocí a la doctora María y a
Salvador, me permitieron ver mi enojo y mi decepción, pude
perdonarlo y perdonarme, hoy esa diabetes ya no es un proble-
ma en mi vida… Ellos me explicaron que está relacionada a un
hecho desagradable que provoca asco e impotencia… Eso fue
lo que sentí, hoy ya pude superarlo y mi cuerpo se ha sanado
de una enfermedad que la habían pronosticado de por vida…

¡Creador del Cosmos!


Haz brillar tu luz dentro de nosotros,
entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos
hacerla útil

44 • Adolfo Maretto
Capitulo 3
El lenguaje del cuerpo

Cada síntoma, cada dolor,


es el lenguaje que utiliza el alma
para comunicar
lo que necesitamos cambiar…

El destello de claridad mostraba una mañana fresca en el


Valle de Traslasierra, el aroma a café inundaba el comedor, va-
rios vehículos llegaban a la casona. Un hombre de baja estatu-
ra, tez trigueña, vestía una casaca tejida en lana, y pantalones
de campo; dialogaba en un rincón de la sala junto a Salvador.
Tomás en compañía de Martín y María estaban desayunando.
—¿Usted es el disertante? ¡Me llamo Tomás! —se refirió al
hombre con sacón de lana que se acercó a la mesa.

#Pecado • 45
—¡Soy Julián, un gusto!
—Tengo entendido que es médico…
—Si, entre otras cosas… Mis ancestros me han transmitido
la sabiduría del alma, fui a la ciudad a estudiar ciencias mé-
dicas, luego me capacité con la Nueva Medicina Germánica
del doctor Hamer. Hoy hago una integración de todo ello y la
llamamos la medicina del autoconocimiento…
—¡Somos colegas, estamos acá para aprender y difundir! —
afirmó Martín con convicción.
—Nuestro trabajo es llegar al alma del hombre y que éste
comience a sanar, ustedes llevan el arte de la palabra escrita y
eso los hace transmisores del conocimiento, los convierte en
sanadores desde el vínculo de la escritura. Ambos, tienen una
misión transformadora —manifestó Julián.
En ese instante se acercó Salvador, Tomás lo tomó del brazo
apartándolo por un momento.
—Tengo que decirte algo —Salvador lo miró con extrema
atención, esperando que Tomás se exprese.
—¡Me tomé la atribución de invitar a una amiga para la
charla de hoy!
—¿A quién?
—Una amiga, es médica…
—Perdón Tomás, te invitamos a vos, acá hay ciertas normas
de funcionamiento y no es justo que te manejes por encima del
equipo de trabajo.
—¿Cuál es el problema? ¿Traer a una amiga qué desea infor-
marse sobre sus métodos, es incorrecto?

46 • Adolfo Maretto
—No conocemos las intenciones de tu amiga, hay muchos
profesionales que han boicoteado nuestros métodos de trabajo.
—¡La conozco, es una excelente persona y de suma confianza!
—¡No lo sé! —algo molesto se alejó Salvador.
La sala contigua al zaguán presentaba un centenar de sillas
dispuestas en forma circular, un extenso ventanal permitía dis-
frutar de la imponencia de los cerros. Julián se ubicó junto a
Salvador, el mate y el termo entre ambos sobre una mesa de
troncos, sobre la misma lucía una manta boliviana. En la pa-
red colgaba una wiphala, el salón se cubrió en pocos minutos,
algunas personas tomaron asiento en el suelo, muchos acom-
pañados del mate o de un termo con café, un joven jujeño
repartía hojas de coca como un gesto de generosidad.
—¡Buenos días! —saludó Salvador —Agradezco la presen-
cia de ustedes en este lugar que honramos. Julián es chamán,
médico psiquiatra, oncólogo y por sobre todas las cosas es
un sanador… Hace años que trabaja e investiga en la Nueva
Medicina Germánica, en métodos holísticos y de autocons-
ciencia. Entre los oyentes hay médicos, amigos, electricistas,
carpinteros, psicólogos, ingenieros, comerciantes, odontólo-
gos, kinesiólogos, trabajadores rurales, farmacéuticos, docen-
tes, artesanos, abogados… Un conjunto maravilloso de almas
vibrando en una sintonía en común, cada uno desde sus di-
ferencias, abriéndose hacia una nueva consciencia... Estamos
frente a un nuevo paradigma, una mirada distinta frente a la
vida, a la salud y a la biología humana…
—¡Gracias Salvador! —repuso Julián. Tomó el mate entre
sus dedos observó a cada rostro de los presentes y agradeció

#Pecado • 47
con un emotivo gesto: —Muchos de ustedes ya me conocen,
la magia del universo nos ha reunido en este lugar, mis ances-
tros bendicen este instante, una wiphala y una manta sagra-
da me acompañan junto a ustedes. La wiphala es un símbolo,
representa la integración del hombre, de mis hermanos, sin
banderas, sin fronteras, sin pertenencias… Comprendernos
parte de un universo consciente, muchas veces vamos en sen-
tido contrario de las leyes de la naturaleza. Cuando nadamos
en contra de la corriente, llega un momento en que nuestros
brazos se agotan, los bajamos y el río de la vida es el que decide
por nosotros… Ahí es cuando aparece el conflicto, el rencor, el
enojo, los miedos, las angustias, los celos… Es decir, aparecen
las emociones negativas que generan enfermedades.
Un científico alemán, el doctor Reek Hamer, allá por la dé-
cada de los años setenta decide irse a Italia a poner un centro
de salud para gente carenciada, sucede un hecho desagradable,
un hombre de la alta sociedad italiana, un príncipe, realiza un
disparo al aire y alcanza la cabeza de Drik Hamer, su hijo de
tan sólo 17 años de edad; después de seis meses fallece. El doc-
tor Hamer no sólo vive el dolor como padre, sino la impoten-
cia social frente a quién había realizado el disparo causando la
muerte de Drik.
Al poco tiempo a Hamer le diagnostican cáncer en un tes-
tículo, se trató dicha enfermedad, pero esto despertó en él una
gran incógnita. ¿Qué relación tenía la muerte de su hijo con
ese tumor testicular? Comenzó un largo camino de investiga-
ción, revisó las historias clínicas de pacientes con tumores en
testículo y todos coincidían con un trauma emocional de pér-
dida de un hijo por muerte o por alguna otra causa…

48 • Adolfo Maretto
En el año 1981 Hamer, descubre que todas las enfermeda-
des incluyendo el cáncer se producen a través de un conflicto,
un hecho traumático que toma por sorpresa a la persona y es
vivido en absoluta soledad emotiva. Dicho conflicto impac-
ta en la psiquis y ésta reacciona activando un mecanismo de
supervivencia desarrollando el tumor, un quiste o una simple
fiebre, de acuerdo al contenido y duración del conflicto… ¡En
pocas palabras queridos amigos, éste médico alemán, ha reve-
lado uno de los grandes descubrimientos de la Humanidad!:
todo tumor, es el resultado de la resolución de un conflicto.
Con miles de casos investigados llevó su descubrimiento a
las máximas autoridades de la ciencia médica en Alemania, a
la comunidad científica esto no le gustó nada, le pidieron que
se retractara dejando de enseñar y atender pacientes bajo este
método, como no acató la orden, fue encarcelado…
Julián caminó entre los presentes, vertió agua en el mate,
giró hacia el ventanal con vista hacia los cerros.
—Nada es tan simple como la naturaleza misma —con-
tinuó Julián y prosiguió: —Descubrió desde la complejidad
de la psiquis hacia la simpleza de la biología, nos enseñó a
comprender el lenguaje del cuerpo. Cuando sentimos un do-
lor, cuando aparece la supuesta enfermedad, llamémonos al
silencio y escuchemos como el cuerpo nos habla… Si estamos
atentos, escucharemos en los susurros del alma las respuestas
que debemos saber…
Hamer ha realizado una investigación exhaustiva, un estu-
dio antropológico, lo cual le permitió reconocer el mecanismo
biológico de supervivencia que se activa sobre los tejidos del
cuerpo. Observando esta maravillosa inteligencia celular, nos

#Pecado • 49
permite comprender que el cuerpo no ha fallado, la biología
es perfecta; lo que sucede es una interpretación psíquica que
activó mecanismos de reparación alterando el normal funcio-
namiento. Comprendiendo este procedimiento, si el individuo
modifica la información instalada en la psiquis, el proceso se
detiene y puede recuperar su equilibrio biológico. ¡Activa su
sanación!
La enfermedad no es una maldición, no es un castigo de
Dios… Es simplemente una respuesta con sentido biológi-
co que activa nuestra psiquis. Si aprendemos a interpretarlo,
podremos salir del error y encontrar la clave para restituir la
salud…
—Julián, ¿cómo aprendemos a aplicar esta metodología con
nuestros pacientes? —preguntó una mujer de cabello rojizo,
sus rizos caían cubriendo sus hombros.
—¿Cómo es tu nombre?
—¡Vanesa, soy médica sanitarista en la región rural del nor-
te cordobés!
—¿Qué te trajo a esta charla Vanesa?
—¡Curiosidad, ansias por aprender y poder ayudar a mis
pacientes…!
—¡Maravilloso Vanesa! Te invito en primer lugar a que los
pacientes dejemos de tratarlos como pasivos y los llamemos
“hacientes” ¡Es la primer clave para otorgarle a cada persona la
capacidad de activar su sanación! En segundo lugar, tu alma ya
tiene este conocimiento, sólo que tu mente conciente aún no
lo ha incorporado, es decir, ignora la sabiduría que habita en tu
interior. En la medida que tu percepción se abra, despierta la
50 • Adolfo Maretto
consciencia superior, permite el proceso de autoconocimiento
y de la autoconciencia… ¡Proponemos a cada persona la trans-
formación personal, comenzando por cada uno de nosotros
para transmitirlo a nuestros hermanos hacientes! —Julián ca-
minó hacia la mesada de troncos, con un pequeño movimiento
tomó asiento sobre ella y llamó a María.
—¡María, me gustaría que cuentes el caso de Aníbal, el due-
ño de la licorería!
María, que estaba de cuclillas se incorporó, soltó sus cabe-
llos, acomodó la trenza de cuero que hacía las veces de vincha,
observó detenidamente a cada oyente y se dispuso a hablar:
—¡Muchas gracias Julián! Hacía poco que estaba recibida,
regresábamos con Martín de una hermosa ceremonia en la re-
gión andina, acabábamos de casarnos, un cacique y un sacer-
dote aborigen celebraron la ceremonia... El amor es un camino
de pruebas y aprendizajes, lo nuestro ha sido mágico y comple-
jo, como la vida misma… Hacía pocos días que Salvador había
acondicionado esta casona, con Martín estábamos pintando,
restaurando las aberturas y paredes, cuando una amiga médica
me envía a su padre Aníbal, un hombre de sesenta y cinco
años con diagnóstico de cáncer en próstata y huesos de cadera.
Cuando él llegó, nos presentamos y lo invité a sentarnos deba-
jo de la higuera, conversamos durante varias horas, me contó
sobre su vida y como llegó a desarrollar el negocio de la lico-
rería, heredado de su padre. Los últimos años no habían sido
muy buenos económicamente, fue cuando su hijo mayor tomó
el mando y le dijo a Aníbal: “¡Viejo, no te preocupes más, te al-
quilo el negocio, recibirás una buena renta! ¡Sentate tranquilo
en tu sillón, mirá tele y disfrutá de la vida, yo me hago cargo de

#Pecado • 51
todo!” Así fue como se jubiló y se desentendió de su empresa,
pasó el tiempo y Aníbal, de esencia nueve desde la sabiduría
del Eneagrama, una personalidad pacífica, tranquilo, poco ac-
tivo y con tendencia al desgano, lo único que hacía era dormir
y sentarse en el sillón a mirar televisión, al paso de un año co-
menzó con síntomas y le diagnostican un tumor en la próstata.
La pregunta que le realicé fue: —“¿Qué había sentido al
jubilarse?” —Su contestación fue: —“Me sentí un cero a la iz-
quierda, ya nadie me preguntaba nada, nadie me pedía dinero
ni consejos, mis hijos resolvieron sus problemas y no me quedó
otra cosa que echarme en el sillón, me siento viejo y que ya no
valgo nada…”
En la medicina del autoconocimiento, es primordial saber
escuchar y proponerle al haciente que se escuche así mismo,
cuando él dijo la frase: “Nadie me tiene en cuenta, me siento
viejo, no valgo nada” fue la clave… La próstata, relacionada al
tejido del endodermo representa un conflicto de reproducción,
conflicto de no sentirme lo suficiente macho. Aníbal, estaba
acostumbrado a ser el jefe de la familia y a resolver los proble-
mas de cada miembro, de pronto pudo solucionar sus dificul-
tades económicas, pero sentía que ya no era importante en el
seno familiar. Su psiquis leyó este mensaje y envió a producir
más células para generar mayor flujo de espermatozoides, ésas
células se reprodujeron rápidamente y en forma desordenada
para resolver el conflicto “de macho” y apareció el tumor de
próstata. Los médicos lo operan y sin informarle en absoluto,
Aníbal quedó sin capacidad de erección, ahora a su complejo
de sentirse poco importante como hombre, se había sumado
el impedimento sexual. Al cabo de un tiempo descubrieron

52 • Adolfo Maretto
metástasis en hueso de cadera. Conflicto de baja autoestima
sexual, sentirse desvalorizado. Nosotros decimos que la metás-
tasis no existe, lo que existe es la activación de otro conflicto,
es decir otro shock en la psiquis que ha impactado en el tejido
mesodérmico moderno afectando el hueso de la cadera…
—¿Qué sucedió con Aníbal? —preguntó un oyente.
—Aníbal habló mucho, le expliqué por qué su cuerpo había
reaccionado a partir de sus dos conflictos, trabajamos en la
toma de conciencia, dejó por decisión propia la quimiotera-
pia, trabajamos con Flores de Bach, decodificamos el proceso
liberando sus pensamientos negativos, ayudado con un dieta
alcalina, recuperamos su autoestima y recuperamos en cierto
modo su sexualidad ¡Hoy, Aníbal está sano y con un maravi-
lloso ánimo…!
—Sin embargo, no siempre se logra la evolución positiva en
el cuerpo —acotó Martín poniéndose de pie. Se acercó a María
abrazándola con ternura y prosiguió:
—A Raúl, otro “haciente consultante” se le activó un pro-
blema de próstata ante una situación diferente; su hijo quedó
viudo ante el suicidio de su esposa con un niño pequeño a car-
go. Con el paso de los años su hijo vuelve a enamorarse, se casa
y al poco tiempo fracasa la pareja… Raúl, comenzó a sentirse
culpable de haber traído su hijo a la vida, al ver a su nieto, sen-
tía que le podría pasar los mismos fracasos que el padre. Como
líder de la familia, se sentía culpable de haber traído al mundo
a su hijo y a su nieto, un conflicto de macho… Su próstata
estaba muy mal, lo trabajó en nuestro centro y lo superó muy
bien. Transcurrieron dos años y aparece el problema nueva-
mente, lo charló mucho con María y Salvador, les comentó que

#Pecado • 53
se encontró con su primer novia después de cuarenta años, él
había enviudado y en ese dolor no había logrado recuperar su
virilidad, al ver a esa mujer se movilizaron muchos sentimien-
tos del pasado, pero no se animó a intentar un acercamiento
ya que no se sentía con la potencialidad sexual, estuvo soñando
durante dos semanas con esa mujer y reprimiendo cualquier
tipo de encuentro… Al siguiente mes, apareció nuevamente el
conflicto en la próstata, ahora, está nuevamente en tratamiento
y ha tenido una recaída importante…
—Esto demuestra que no siempre se logra resolver el con-
flicto, depende de cada persona, de sus creencias, descen-
dencias genealógicas y del camino elegido por el ego, por su
alma…—agregó Salvador.
—La medicina del autoconocimiento, la biología emocio-
nal que proponemos no es un conocimiento de la mente, del
intelecto. Es un servicio, un despertar del alma, de la conscien-
cia cósmica, de la Divinidad en su todo… No se trata de recetas
mágicas, ni de fórmulas milagrosa. Se trata de comprendernos
como seres espirituales recorriendo un camino humano… Por
ello, habrá personas que sanen su cuerpo, otras su alma y otras
que deban seguir aprendiendo. En lo personal, como sanador
no me encuentro a salvo de nada, porque ante la naturaleza de
nuestra Madre Tierra y del Universo todo, siempre se hará la
voluntad del Padre, de la Madre y de nuestra alma —intervino
Julián.
—¿Por qué razón la comunidad científica no ha reconocido
este descubrimiento tan importante? Me llamo Pablo —inda-
gó un joven oyente.
—El descubrimiento de Hamer interfiere en el negociado

54 • Adolfo Maretto
de la enfermedad… Los laboratorios y los grandes centros de
salud, mal llamados así, porque son grandes centros de la en-
fermedad. La salud, así como funciona desde los hospitales y
grandes nosocomios privados, es la mejor manera de fortalecer
a la enfermedad… ¡Si tenemos a una persona enferma y los
juntamos con más enfermos eso activa más de lo mismo! —
respondió Julián de manera determinante.
La charla transcurrió entre preguntas, relatos enriquecedo-
res y mates con hierbas de los cerros… Luego, se reunieron
en la sala del comedor donde almorzaron, Tomás se acercó a
Salvador presentando a su amiga.
—¡Te presento mi amiga médica!
—¡Me llamo Vanesa! —sus rizos colorados despertaban un
aire sensual.
—¡Salvador! —respondió con cierta aspereza.
La mujer soltó una sonrisa suave. Salvador se quedó en si-
lencio observándola.
—¿Quiero saber qué ocultan ustedes? —preguntó Vanesa
con tono inquisidor.
Salvador enrojeció su mirada, la tomó del brazo dirigién-
dose hacia el exterior de la casona, caminaron atravesando el
jardín, sus pisadas se hundían con el crujido de las hojas secas,
el sol caía perpendicular a sus cuerpos.
—Cada individuo oculta muchas cosas… ¡Me preocupa sa-
ber que ocultás vos viniendo a nuestro Centro! —contundente
se manifestó Salvador.
—No oculto nada en absoluto Salvador, mi pregunta, se

#Pecado • 55
debe por haberme enterado de gente que ha sanado enferme-
dades de modo sorprendente y muchas veces sin tratamiento
médico convencional… ¡Hay algo que ustedes no revelan…!
—Es posible, nadie logra su sanación por sencillas circuns-
tancias, la clave está en el interior de cada ser, destrabar, des-
ocultar, es esencial a la hora de despertar el poder de sanación.
Cada persona está llamada a realizar un camino interior, ese
camino puede tener diferentes nombres, diferentes formas, to-
dos nos conducen al descubrimiento de nuestro Yo esencial.
—¿A qué llamás el Yo esencial?
—Al Dios interno que habita en cada uno…
—¿Eso no suena a Ego?
—El Ego es la mente, es parte de la personalidad, el Yo
esencial es nuestra espiritualidad, la porción pura de Dios que
habita en nosotros.
—¿Estás diciendo que cada uno de nosotros somos un Dios?
—Cada uno de nosotros somos una prolongación de Dios,
la clave del auto conocimiento es descubrirnos en esa porción
pura de la Divinidad.
—¿Cuándo la persona descubre el Yo esencial, logra sanar-
se? ¿Ese es el secreto?
—Es el camino de encuentro con tu alma, con Dios, con
tu sanación… A veces la persona sana espiritualmente y físi-
camente, a veces su cuerpo no lo logra. Sí su alma… Es parte
del secreto…
Vanesa recogió sus rizos hacia atrás, observó detenidamente
el cielo, encogió sus hombros y con un tono de voz diferente
expresó: —¿Cómo se logra algo así?

56 • Adolfo Maretto
En se instante Martín, junto a Julián se acercaron interrum-
piendo la conversación.
—¡Marcos envió información como llegar al padre
Benjamín, existen unas grutas ocultas debajo de una mina
abandonada! ¡Tenemos que ir mañana a primera hora! —co-
mentó Martín y se dirigieron hacia el interior de la casona.
El día transcurrió mediante charlas y debates, al llegar el
atardecer el frío comenzó a manifestarse con intensidad, la lla-
ma del hogar mostraba sus leños ardientes.

Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando


tan sólo el sentimiento que emana de Ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso,
pueda estar con el Tuyo...

#Pecado • 57
Capitulo 4
El poder de lo oculto

El secreto lo encontrarás en el equilibrio


entre lo femenino y lo masculino
así el poder se hará luz en tu interior..
De la energía del sol y de la luna la vida es posible…

El amanecer se manifestaba sobre los pastizales helados,


María y Martín cargaron sus mochilas en la camioneta, Vanesa
y Tomás se acercaron para colaborar.
—¡Ustedes vayan con Salvador, iremos adelante! —expresó
María mientras acomodaba el equipaje.
Vanesa y Tomás se subieron a la antigua Chevrolet de
Salvador y los siguieron. Tras dos horas de viaje descendie-
ron por la ladera de un cerro que culminaba en un pequeño
arroyo, los neumáticos de los vehículos se sumergieron en sus
#Pecado • 59
aguas, el fondo pedregoso reflejaba el brillo de mica y cuarzos.
Abundantes espinillos y algarrobos obstaculizaban el camino,
luego de unos minutos en el medio de la tupida vegetación se
abrió un claro, un herrumbrado cartel indicaba el ingreso a una
mina abandonada; detrás de una copiosa arboleda asomaba el
campanario de una capilla. Una vieja tranquera indicaba que
habían llegado, sobre un poste de quebracho una campanilla
de bronce colgaba, Martín jaló de ella para anunciarse. Un di-
minuto hombre, salió desde una casona añosa con tejas fran-
cesas y ventanales haciendo juego, su paso era lento y cansino
con una mano sobre la frente protegiéndolo del insinuante sol.
—¡Buenos días! ¡Buscamos al padre Benjamín! —exclamó
Martín.
—¡Soy el cura que andan buscando! Hay dos sacerdotes
más conmigo, digan que son turistas, que se han extraviado, a
menudo sucede —en voz baja explicó el sacerdote.
Salvador y sus cuatro acompañantes siguieron al religioso,
ingresaron a la casona donde buscó un manojo de llaves, un
bolso pequeño, abrigo y una ajada gorra de cuero.
—¡Vamos hacia las grutas, están detrás de la galería princi-
pal de la mina! Mi nombre es Benjamín y así quiero que me
llamen ¡No me llamen padre…! ¡No soy padre de nadie! ¡El
Padre es nuestro Ser superior! —con tono cortante manifestó
el religioso.
Caminaron atravesando un pequeño bosque, el trinar de
los pájaros y el crujir de hojas secas acompañaban sus pasos,
alcanzaron un espacio entre las malezas, el sol caía contunden-
te sobre ellos. Un hueco en el medio de las rocas indicaba el

60 • Adolfo Maretto
ingreso a un túnel, lo cercaba una reja de hierro con un oxida-
do candado, el sacerdote extrajo una extensa llave de su bolso y
repartió linternas de mineros a cada uno. Ingresaron tomando
un pasaje estrecho que los guiaba hacia un subsuelo, las pare-
des estaban humedecidas, en la penumbra se podía percibir la
caída insistente de agua de vertiente, descendieron por unas
escalinatas que concluían en una pequeña gruta.
—Estas grutas fueron hechas por unos monjes franceses,
aprovecharon las excavaciones de la mina, cuando se cerró
construyeron tres; la mayor está a cincuenta metros de pro-
fundidad, realizaban oraciones de sanación e investigaban las
antiguas escrituras —comentó el padre Benjamín encendiendo
un candelabro y los dirigió hacia las próximas escalinatas, atra-
vesaron la segunda gruta, siguieron el descenso, en los últimos
escalones se encontraba la imagen de la Virgen María. La giró
con sumo cuidado, se escuchó el ruido seco de una puerta que
se abrió, de inmediato ingresaron a una sala ubicada detrás de
la última gruta. El religioso encendió dos candelabros, buscó
sobre unos estantes una llave y abrió un pequeño armario. En
su interior se hallaba una decena de añosos libros cubiertos de
polvo, se colocó las gafas, acomodó su lámpara y ubicó uno de
ellos sobre el polvoriento escritorio.
—Pertenezco a la estructura religiosa más antigua después
de Cristo ¡La religión ha sido la construcción sólida del pe-
cado! Jesús, ha dejado un legado de transformación para la
Humanidad… La iglesia construyó un legado de sumisión
para el hombre. Basó sus enseñanzas sobre tres pilares: la cul-
pa, el miedo y la represión de los sentimientos… —manifestó
Benjamín con tono seco y contundente.
—¡Cuando estuvimos en Francia investigando la vida de

#Pecado • 61
María Magdalena nos hablaron sobre este lugar, no sabíamos
cómo ubicarlo! —explicó María.
—Un compañero de nuestro equipo de trabajo, anoche nos
acercó la información de cómo llegar —agregó Martín.
—Nada ocurre al azar, si están aquí es por algo importante
—respondió el padre Benjamín y prosiguió:
—Jesús era la personalidad, el hombre. ¡Cristo, fue la trans-
formación de su propia personalidad! Si ustedes hoy están aquí,
es porque esto debía suceder, el hombre ha sido la excusa de
Dios para manifestarse, sin el hombre Dios no existe, porque
Él es el hombre, por ello en cada hombre habita Dios. ¡Ustedes
y toda la Humanidad estamos invitados a ser Cristos en cada
experiencia de vida!
El sacerdote tomó el libro, y entre sus hojas amarillentas
retiró un manuscrito, deslizó sus anteojos hasta el extremo de
la nariz y prosiguió hablando:
—¡Nada más maravilloso que descubrirlo al Jesús hombre!
Luego de su crucifixión, el poder político de Roma se sintió
obligado a tomar medidas respecto a los cristianos, primero
fueron perseguidos, pero el mensaje de Jesús ya no podía ser
ocultado, fue cuando Constantino decidió aceptar el cristia-
nismo, aunque era necesario modificar cierta información…
—¿Qué información? —preguntó María insistente.
—Negar verdades sobre quién fue realmente Jesús, sobre
sus mensajes y sobre la existencia de la reencarnación. Para el
Emperador era inaceptable, reconocer que al morir ellos po-
dían reencarnar en un simple plebeyo o esclavo… Inventaron
la existencia de un infierno y del cielo —Benjamín realizó una
62 • Adolfo Maretto
pausa, acomodó sus gafas y prosiguió: —¡Nunca pude acep-
tar que nuestro Padre en su inmenso amor, envíe a los malva-
dos a un infierno! La reencarnación es la oportunidad eterna
que el Padre nos da para cambiar y modificar nuestros errores.
Nuestra alma es la que elije cuando y donde quiere nacer, tam-
bién determina los sucesos importantes por los que debe pasar
a fin de sanar y evolucionar. Es un acuerdo entre nuestra alma
y Dios…
—¿La iglesia fue cómplice de haber ocultado esto?—pre-
guntó Vanesa.
Benjamín tomó asiento con el manuscrito entre sus dedos,
frunció su ceño y expresó: —¡Acá está manifestado!
—¿En el manuscrito? —preguntaron Tomás y Martín.
—¡Exacto! Un miembro de la Iglesia perteneciente al
Imperio Romano realizó la traducción de estos textos escri-
tos en arameo, Jesús dejó un legado de transformación para el
hombre… La iglesia y el poder político de Roma, transgredie-
ron el mensaje para evitar que cada ser, cada persona encuentre
su propia Divinidad, su propio poder Divino.
—Tergiversando el mensaje, es como la religión y el poder
político pueden manipular al hombre —comentó Salvador y
prosiguió: —¡Eso ya lo sabemos Benjamín, aunque tengo en-
tendido que ustedes tienen más información sobre la vida de
Jesús…!
—¡Los relatos sobre la vida de Jesús fueron proscriptos, ocul-
tados! Jesús de pequeño se dirigió a las escuelas egipcias, realizó
un camino iniciático en el conocimiento para adquirir la sabi-
duría de la iluminación, pertenecía al pueblo de los Esenios,

#Pecado • 63
un pueblo de sanadores y seres evolucionados. Cuando regresa
de su iniciación, decide comenzar la transformación personal
en el camino hacia el Cristo… Juan el Bautista, otro Esenio, lo
bautiza en las aguas del Jordán. El bautismo era una elección
consciente del hombre cuando estaba listo para realizar el ca-
mino espiritual —explicó Benjamín.
—¡Otro de los mensajes tergiversados! —exclamó María
con aire de enfado.
—Correcto, el bautismo a los bebés recién nacidos es ase-
gurar que las personas sean incorporadas al sistema sin discer-
nir —manifestó el religioso tomando el manuscrito entre sus
dedos, el papel amarillento estaba ajado y con algo de polvo;
lo acomodó bajo la luz del farol y dijo: —Amigos, en estos es-
critos se devela cuánto la religión y el emperador Constantino
han hecho en contra de la evolución espiritual del hombre,
han reprimido el alma de las personas, han propuesto el meca-
nismo de la culpa donde Jesús jamás la propuso…
—¿A qué se refiere Benjamín? —preguntó Martín y de in-
mediato expresó: —¡Desde pequeños nos persigue la culpa, a
los doce años me masturbé por primera vez y sentí que era un
pecador! ¿Qué opina al respecto?
—La iglesia se metió en la conciencia del hombre, se me-
tió en la intimidad de los seres, insultó a la sexualidad y la
reprimió —continuó el sacerdote deslizando su mano sobre la
frente: —En el monasterio siendo estudiante, me preguntaba,
¿por qué Dios ha hecho algo tan bello como la sexualidad y tan
prohibido?
Ustedes trabajan para la salud del ser humano ¡Jesús era un

64 • Adolfo Maretto
sanador, esa cualidad no provenía por ser el hijo del “Espíritu
Santo”! El pueblo de los Esenios eran sanadores, esa virtud la
adquirían tras un camino de consciencia espiritual.
—¿Existía una clave, un secreto en Jesús para sanar a las
personas? —preguntó Tomás.
—Nuestro cerebro está constituido por dos hemisferios, el
izquierdo razonador es la energía masculina, el derecho intui-
tivo es la energía femenina, ambas energías habitan tanto en
la mujer como en el hombre, el equilibrio entre ambos hemis-
ferios activa la glándula pineal. ¡Esa es una de las claves que
desarrolló Jesús! —explicó Benjamín.
—¡La activación del tercer ojo! —manifestó María.
—¡Exacto! Cuando nuestra esencia espiritual está en esta-
do de consciencia, el equilibrio de ambos hemisferios activa
el poder de proyección y atracción. Desde la física cuántica
se comprueba cómo podemos transformar nuestra capacidad
de percepción, de sanación y activación de nuestros deseos.
Queridos amigos, ese era Jesús ¡Este manuscrito, devela los co-
nocimientos del Cristo hombre en estado de consciencia! —
asentó el sacerdote de modo contundente.
—¡No me contestó sobre la sexualidad! —replicó Martín.
—¡Pará un poco ansioso! —increpó María y expresó:
—Benjamín, hemos investigado sobre la vida de María
Magdalena, recorrimos todo el sur de Francia… ¿Usted qué
opina?
—María Magdalena, le llamaban la Magdalena porque pro-
venía de Magdala, era su esposa, su compañera de camino…

#Pecado • 65
María Magdalena era una sacerdotisa del templo de Isis. Este
manuscrito relata como Cristo dejó a ella sus enseñanzas. Jesús,
junto a María Magdalena formaba el Santo Grial. ¡Ésta es la
clave que nos han ocultado!
Jesús, desde su energía masculina representaba el poder de
proyección. María de Magdala, ejercía desde su hemisferio fe-
menino el poder de atracción. Ambos, lograban equilibrar el
campo magnético activando la glándula pineal. El poder de
proyección y atracción, esto es lo que convertía a Jesús en un
ser milagroso…
—¿Usted dice que Jesús no hacía milagros? —preguntó
Tomás.
—Es la gran mentira… Nos hicieron ver que Jesús era el
hijo de Dios y sólo Él tenía ese poder… Si cada hombre, cada
mujer desarrolla el equilibrio de ambos hemisferios activando
la glándula pineal, se transforman en seres milagrosos y eso al
poder político, económico y religioso no les sirve… —respon-
dió Benjamín.
—¡Mientras realizamos la investigación en el sur de Francia,
fuimos a la cima de la montaña del Pog a 1200 metros de altura
sobre el nivel del mar. Estuvimos en el Castillo de Monteségur
¡Muchos desmienten la teoría del Santo Grial! Aunque hemos
encontrado datos relevantes sobre María Magdalena —excla-
mó María.
—¡Veo que han realizado una profunda investigación! —
sorprendido manifestó Benjamín y comentó:
—En ese castillo los Cátaros, pueblo descendiente de los
Esenios, eran custodios de los cuatro libros Sagrados. Entre

66 • Adolfo Maretto
esos libros estaba el libro de la magia. Los Cátaros fueron in-
cinerados por los soldados, cuenta la historia que creen haber
quemado los libros Sagrados. Nosotros, sabemos que este co-
nocimiento ha sido preservado… María Magdalena, era muy
resistida por los discípulos de Jesús, despertaba celos en ellos,
porque el Maestro le confiaba su sabiduría.
—El doctor Salvador ya me informó sobre el tema, pero
deseo preguntarle a usted que es religioso, ¿por qué la han lla-
mado la prostituta a María Magdalena? —preguntó Tomás.
—María Magdalena era una sacerdotisa y desde la sexua-
lidad activaba el campo magnético junto Jesús, la sexualidad
para ellos era un acto Sagrado. Una sexualidad en consciencia
activa en la pareja el poder de atracción acorde a las leyes del
universo.
Nada mejor para el poder político y religioso de la época
que ocultar y denigrar la imagen femenina. Nos han diagra-
mado la historia de un hombre casto, pulcro, hijo del Espíritu
Santo que no necesita de la mujer… Un concepto machista,
patriarcal que denigra a la imagen femenina y obstruye al hom-
bre impidiendo activar su hemisferio derecho… ¿Comprenden
amigos? Lo que han logrado es transformarnos en seres incom-
pletos actuando desde la dualidad, el desequilibro constante de
nuestros hemisferios y de algún modo enfrentando a los sexos
en vez de buscar “la completud de los mismos”
—¿Por qué seres incompletos? —preguntó Vanesa.
—Ya contestaré tu pregunta, para completar la respuesta a
Martín respecto a la sexualidad, la iglesia se encargó de ende-
moniarla, le ha dado un alto contenido de impureza. Por eso

#Pecado • 67
de niño al masturbarse se sintió impuro, excluido de la gracia
de Dios… Es que la sexualidad es un atributo del ser humano,
es un potencial “Sagrado Biológico” ¡La biología de Martín
fue más sabia que la Iglesia, el necesitaba soltar ese esperma! El
sentido de la sexualidad no sólo es el de la procreación. Una
sexualidad en consciencia se transforma en una acción que po-
tencia la salud, la abundancia, el amor, el afecto, la unión del
uno con el otro y con todo el universo. Activa los códigos de
sanación en el hombre.
—¡Activa la producción de endorfinas y serotoninas esti-
mulando la reactivación celular! —agregó Salvador.
—¡Exacto! La sexualidad es la maravillosa combinación en-
tre la penetración y la recepción, la proyección y la atracción…
La lluvia cuando se precipita sobre la Madre Tierra la penetra,
la fecunda, la transforma… y La Madre Tierra con toda su
energía femenina provee sus frutos. La luna recibe la energía
masculina del Inti sol, así regula las mareas, los sembrados,
los nacimientos, las aguas de nuestros cuerpos… La naturaleza
funciona desde el equilibrio entre ambas energías femeninas y
masculinas. El hombre y la mujer activados en sus estados de
consciencia, en el equilibrio de sus energías, lo conecta con el
poder de Cristo…. —completó el religioso.
—El sexo en consciencia es el maravilloso encuentro entre
dos seres, según la religión nos transforma en pecadores culpo-
sos. Esto limita la conciencia del ser humano, le quita poderes
de activación espiritual, biológica y mental ¡Esa culpabilidad
y el desconocimiento del poder sagrado que usted acaba de
descifrarnos, lleva a estados de depresión, ansiedad y angustia
a la Humanidad! ¡En pocas palabras, provoca en las personas

68 • Adolfo Maretto
energías negativas que activan procesos frustración y enferme-
dad! —expresó María exaltada.
—Correcto María, no sólo a la enfermedad, conduce al
hombre hacia la violencia, hacia la ignorancia y la negligencia,
donde el sexo ha pasado a estar en manos de los depravados, de
los comerciantes que hacen de ello un negocio. A la violencia
de género, a la oscuridad de la personalidad… Jesús nos dejó
el legado de la sexualidad como un acto sagrado de amor en
consciencia… —el religioso realizó una pausa, retiró sus gafas
y con tono diferente prosiguió: —¡La iglesia en los tiempos de
Constantino se encargó de bloquear la evolución espiritual del
hombre! Aunque muchos religiosos y religiosas, son y han sido
maravillosos seres humanos que se han salido de las estructuras
rígidas y han promovido la espiritualidad.
—¿A qué se refiere con esto de bloquear la evolución espiri-
tual Benjamín? —preguntó Vanesa intrigada.
—Me refiero al errado concepto de la utilización de la pa-
labra “pecado” ésta, es una de las claves que ha impedido la
evolución espiritual en el hombre… Respondiéndote Vanesa,
respecto a tu anterior pregunta sobre estar incompletos. Al
negar a María Magdalena como compañera Sagrada de Jesús,
estamos inconscientemente negando al hemisferio derecho,
negamos la energía de lo sutil, de la percepción; obstruimos
los caminos de conexión con nuestra espiritualidad… Nuestro
hemisferio izquierdo es la proyección, el derecho es la atrac-
ción de lo proyectado. Cuando esto no sucede, nuestros deseos
no se cumplen y pasamos a sentirnos desahuciados, incom-
pletos, frustrados, rutinarios… Fuera de nuestra esencia…
¿Alguna vez se han preguntado por qué razón las apariciones

#Pecado • 69
que han sucedido son siempre de María y no de Jesús? ¿No será
una señal del Padre, hacia nosotros los creyentes, hacia la igle-
sia, para activar nuestra energía femenina? ¿No será la María
Magdalena la que a veces se aparece, nuera de María, esposa de
Jesús? ¿No será, que debemos estar más atentos a los mensajes
del padre…?
—¡Ahora comprendo! —gritó Tomás, generando un eco
entre los muros de la gruta, exaltado manifestó: —¡Usted es
un religioso! ¿Por qué la Iglesia ha negado este conocimiento?
—¡Por poder, joven, por poder! Si cada hombre, cada mujer
activa los poderes de Jesús, todos seríamos personas sabias sin
dependencias de una estructura. Jesús nos dijo: “Descubriréis
la verdad y la verdad os hará libres” ¡Aleteia! —sonriente el
cura Benjamín manifestó.
—¡Desocultar lo que está oculto nos hará libres! —com-
pletó Salvador con tono emotivo y brillo en sus ojos. Realizó
una pausa, respiró profundo y agregó: —¡Esto, es maravilloso
y revelador!
El religioso tomó el manuscrito y se lo entregó a Salvador:
—¡Ustedes podrán revelar lo que yo no puedo hacer! —hizo
silencio, cerró sus puños antes de apagar los candelabros y se
dirigió al grupo diciendo: —Hay algo más, algo muy oculto.
Jesús no pudo profundizar su mensaje en Oriente. María la
Magdalena, viajó al sur de Francia a restablecer el campo mag-
nético, para restablecer los conocimientos de Cristo… El po-
der se encargó de ocultar, prescribir y difamar… Pero el Padre,
siempre se encargó de dejarnos pistas y señales sobre los co-
nocimientos de Cristo, de Buda y de los seres que han venido
desde otra dimensión a difundir la luz.

70 • Adolfo Maretto
—¿Usted, intenta decirnos que esos conocimientos han
sido guardados en algún lugar? —preguntó Tomás.
—Hay un eslabón perdido, que deseo encontrar y les dejo a
ustedes la posta, yo estoy muy viejo y perseguido por algunos
superiores… La sabiduría de Cristo llegó a América antes de
la llegada del colonizador, nuestros ancestros, los pueblos ori-
ginarios vivían en una consciencia profunda, en comunicación
con la Madre Tierra y el cosmos, no tenían enfermedades, eran
excelentes agricultores, construyeron pirámides, ciudades en
lugares inhóspitos. La ciencia nunca pudo determinar como
lograron semejante construcciones los Mayas, los Incas... Estos
pueblos recibían la sabiduría desde otra dimensión, recibían la
consciencia Crística. ¡Deben averiguarlo!
—Usted dice que antes de llegar Colón a América, los pue-
blos aborígenes recibían la consciencia Crística ¿Cómo pode-
mos averiguar esto? ¿Por dónde comenzar? —preguntó María
colmada de ansiedad.
—¡Comiencen por la maravillosa conexión que existió con
un pueblo muy cercano a nosotros…!
—¡No comprendo! —expuso María ansiosa.
—¡El pueblo comechingón! Comechingón significa grito
de guerra, ellos mantenían una comunicación espiritual muy
profunda, recibían mensajes desde otra dimensión… ¡La cons-
ciencia de Cristo pertenece a una dimensión superior…! ¡No
tengo más información, deben encontrarla!
Salvador junto al grupo decidieron pasar la noche en la re-
sidencia religiosa, durante la cena conversaron con los otros
sacerdotes sin mencionar el propósito que los condujo al lugar.

#Pecado • 71
Antes de irse a dormir, Tomás se acercó al religioso y en voz
baja le dijo: —Padre Benjamín no me quedó claro lo que usted
nos dijo sobre el pecado…
—Esa es la clave que podrá destrabar a la Humanidad de
su dolor existencial… Ya lo comprenderás —con una palmada
sobre su espalda, el sacerdote se retiró tomando un estrecho
pasillo que lo conducía hacia su cuarto.

…que caminemos como Reyes y Reinas con todas las


otras criaturas.
Que tu deseo y el nuestro, sean uno solo, en toda la
Luz, así como en todas las formas,
en toda existencia individual, así como en todas las
comunidades.

72 • Adolfo Maretto
Capitulo 5
El conflicto de territorio…

En la esencia de la
Madre Tierra
habita la sabiduría,
habita, todo lo que necesitamos…

Al día siguiente, Salvador y Vanesa regresaron al centro de


salud. Martín, María y Tomás continuaron viaje, tomaron un
atajo atravesando la montaña hasta llegar al camino que con-
duce a Tanti, se desviaron tomando una pendiente hacia la
reserva de Cerro Blanco, ingresaron a un complejo de cabañas
y un lugareño de aspecto gauchesco los esperaba junto a cuatro
caballos ensillados.
—¡Me llamo Martín, María y Tomás me acompañan! —ex-
presó el joven.

#Pecado • 73
—¡Chango me llaman! ¡Vamos cabalgar, debemos cruzar el
río Yuspe! —indicó el lugareño.
Los cuatro jinetes se encaminaron por un sendero angos-
to y rocoso, el vuelo de un cóndor los acompañaba desde las
alturas.
—En esta Reserva anidan los cóndores, su nombre de Cerro
Blanco proviene del abundante cuarzo blanco que contienen
las montañas, también hay otros minerales como amatista y
mica, entre otros —comentó el lugareño.
Los caballos sabedores del terreno agreste, deslizaban sus
patas con suma cautela, el sol comenzaba a derretir el hielo
provocado por la intensa helada, tras una hora de cabalgata se
encontraban frente al río Yuspe. Sus aguas cristalinas golpetea-
ban contras las rocas, los jinetes al galope cruzaron el cauce,
llegaron a una planicie de piedra y arena. El viento sacudía los
delgados cabellos de María, los jóvenes contemplaron el paisaje
agradeciendo con un gesto al universo.
—¡Hay que descender, detrás de la arboleda los espera el
ingeniero Balmaceda! —expresó contundente el hombre que
los guiaba, con su pañuelo al cuello y su rostro curtido por el
aire serrano.
Un hombre de mediana altura, calvo y de pequeños an-
teojos redondeados salió al encuentro. Una carpa estructural
con un par de sillas plegables y una mesa, mostraban donde el
hombre acampaba.
—¡Me llamo Martín! ¿Usted es el Ingeniero Balmaceda?
—¡Así es, soy yo! —contestó el hombrecillo acomodando
sus gafas y los invitó a sentarse debajo del alero de la carpa.
74 • Adolfo Maretto
—Usted nos escribió solicitando si podíamos venir… —
expresó María tomando asiento sobre una piedra. El lugareño
por su parte llevó los caballos a pastar.
—Soy ingeniero mecánico, la física siempre me fascinó,
hace unos meses me interné en estas montañas después de ha-
ber sufrido un ACV (Accidente Cerebro Vascular) con parálisis
de mi lado derecho del cuerpo, fui internado en un centro de
alta complejidad. Descubrieron mis arterias carótidas obstrui-
das y una insuficiencia cardíaca… Estando en la sala de terapia
intensiva, escuché los relatos de otras dos personas internadas.
Uno de ellos, Sergio, era propietario de un campo que luego de
torrenciales lluvias, quedó bajo agua, comenzó con artrosis en
su rodilla derecha y luego un infarto. A Ramón, el otro inter-
nado le tuvieron que colocar cuatro stents en las arterias, tenía
unas hectáreas de campo y un empresario le usurpó las tierras
para sembrar soja. Se quedó sin su casa y sin el campo.
—¿Por qué nos cuenta todo esto? —preguntó Martín
ansioso.
El ingeniero retiró la pava de un brasero construido con
piedras, vertió agua en unos tazones de metal. El aroma a café
se confundía con el de las hierbas silvestres.
—Al segundo día de internación, una de las mucamas en-
cargada de la higiene —comentó el ingeniero, tomó un sor-
bo de café caliente, acomodó el jarro sobre la precaria mesa y
prosiguió: —En conocimiento de nuestras historias clínicas y
personales, nos dijo palabras muy exactas que nos colmaron
de asombro. A Sergio, el hombre que se le había inundado el
campo le manifestó: “Tu rodilla derecha, por la condición de
ser diestro fue tu ego, el no poder aceptar el agua en el campo,

#Pecado • 75
no aceptar arrodillarte sobre esta situación adversa, la desvalo-
rización en tu rol social, en tu trabajo, no sentirte capaz para
poder avanzar; generó artrosis en la rodilla derecha. Sumado
a ello, el agua en el campo invadió tu territorio y provocó el
infarto de miocardio”.
A Ramón, por su parte le expresó: “La invasión a tus tierras
lo has sentido como una invasión de territorio personal. Tus ar-
terias han recibido colesterol enviado por la psiquis para repa-
rar el daño ante el estrés y eso las ha obstruido, por ello te han
tenido que colocar los stent. Tendrás que modificar el modo de
vivir esta situación, así tu cuerpo dejará de producir colesterol,
éste, funciona como un reparador de las arterias estresadas…
¡Tu sanación dependerá de vos mismo!” Le manifestó.
—¿Una mucama les dijo todo esto? ¿Quién era? —pregun-
tó Tomás.
—¡Una especie de ángel! Supongo… —contestó el inge-
niero, tomó otro sorbo de café atemperando sus manos con el
jarro.
—¿Y usted ingeniero, qué conflicto vivió que lo ha llevado
a ese ACV?—preguntó Martín.
—Tengo una pequeña empresa, diseño y reparamos maqui-
narias de gran porte, me uní a un socio que aportó capital. Es
una persona muy invasiva, comenzó a imponer cambios en mi
taller generándome incomodidad e impotencia. A este tipo de
actitudes se sumó una notificación del banco que llegó a mis
manos, mi socio había utilizado dinero de la cuenta bancaria
sin autorización… Fue cuando me dio el ataque y desencade-
nó una parálisis de mi lado derecho.

76 • Adolfo Maretto
—¡Fue un verdadero conflicto de territorio! Si usted es dies-
tro, representa su lado social, impotencia e invasión territorial,
por eso afectó a su corazón y le provocó el ACV —manifestó
contundente María.
—¡Exacto, fue lo que la mucama me dijo! —exclamó el
ingeniero y prosiguió: —Esta extraña mujer, a cada uno nos
hizo ver el conflicto que activó los síntomas y nos aconsejó que
cambiemos de actitud. Dejar a un costado el sufrimiento. “El
dolor es algo real, el sufrimiento es una elección”, nos dijo la
mucama y nos ayudó a comprender que nuestros territorios
no se pierden jamás, los espacios materiales pueden cambiar y
transformarse, pero el espacio interior que hay en cada uno eso
nunca se pierde… —dijo el ingeniero emocionado.
—¿Qué sucedió con la mucama? —preguntó María.
 —¡No la hemos vuelto a ver! Nos dieron el alta y cada uno
regresó a su vida. En lo que a mí respecta, me llevó a pensar,
a reflexionar mucho. Tomé conciencia de que mis problemas
eran de orden material, que mi ego era el enojado que se pe-
leaba con la realidad. Decidí dejar a mi hijo a cargo de todo,
me vine a las montañas. En quince días regresé a hacerme los
estudios y los médicos no entendían como se había equilibrado
mi tensión arterial, mi recuperación de la movilidad del cuerpo
y el corazón ya no presentaba arritmia… Hablé con mi hijo
y con mi esposa, les dije que todo lo sucedido había servido
para despertarme. ¡Yo estaba dormido! ¡Pude despertar, darme
cuenta! No venimos a esta vida para cumplir con los mandatos
sociales y familiares, no venimos a cumplir con las obligacio-
nes y a trabajar sin disfrutar —el ingeniero hizo una pausa, se
levantó, tomó una pequeña piedra entre sus manos, la deslizó

#Pecado • 77
sobre la precaria mesa de campamento: —Me dicuenta queri-
dos amigos, que a la vida venimos para aprender a conectarnos
con nuestra esencia, con la madre naturaleza, venimos a crecer,
a transformarnos en seres más conscientes. ¡Este trozo de cuar-
zo fue lo que me sanó, mejor dicho fue lo que despertó en mí
el cambio y activó la sanación!
Esa mucama en el hospital, me sacudió con sus palabras,
me llevó a replantearme el sentido de la existencia. Busqué
información en Internet y los encontré a ustedes. Al leer sus
artículos, comprendí como un conflicto emocional vivido en
forma silenciosa puede activar un mecanismo biológico. Ahora
comprendo, que los procesos en las arterias y en el corazón
responden a un conflicto de territorio. Es más propenso en el
hombre por su sentido de macho, siente la necesidad de cuidar
el espacio territorial.
—¡De pronto te has transformado en un especialista en
decodificar conflictos emocionales! —manifestó sonriente
Martín.
—¿Qué lo llevó a comunicarse con Martín y María y traer-
los a este lugar tan inhóspito? —indagó Tomás.
—Este despertar me llevó a conectarme con los minerales
de estas montañas, cuando llegué, acampé y sin saber mucho
tomé esta piedra —la piedra de cuarzo con forma puntiagu-
da, lucía entre sus dedos como un cristal mágico. El ingeniero
Balmaceda respiró profundo, la colocó contra su pecho, levan-
tó sus gafas por encima de las cejas, enfocó su mirada sobre los
jóvenes y expresó:
—Comencé a descubrir como estas rocas modifican el

78 • Adolfo Maretto
patrón energético del cuerpo, esto me llevó a leer sobre los
Chakras, nuestros centros energéticos, aprendí que en el centro
de nuestro pecho se ubica el Chakra Cuatro.
—¡El Chakra del amor! —manifestó afirmando María.
—De pronto, comencé a sentirme relajado, salí de mi es-
tado depresivo, a sentir paz, armonía y placer por la vida…
Comencé a enfocarme en lo positivo y a dejar de lado mis
preocupaciones, entendí que eran situaciones banales las que
me perturbaban —el ingeniero realizó una pausa, unas lágri-
mas se deslizaron sobre sus mejillas y con un tono de congoja,
prosiguió: —Aprendí a percibir, a conectarme con mi alma
y sentí como la energía se modificaba a medida que abraza-
ba y acariciaba el cuarzo… ¡He descubierto que estas piedras
tienen un poder electromagnético, activan mecanismos bio-
lógicos en el cuerpo! Quiero investigar mucho más sobre sus
efectos. El cuarzo disminuye los niveles de adrenalina y cortisol
e inmediatamente se activan las endorfinas y serotoninas. Las
personas depresivas, afligidas o estresadas, encuentran en estos
lugares la activación de la energía que necesitan…
—¡Maravilloso ingeniero! ¿Cómo es su nombre? —pregun-
tó María.
—Ricardo me llamo.
—Ricardo, lo que usted ha realizado es un cambio de cons-
ciencia, estas tierras con estos minerales poseen un poder ener-
gético muy importante, pero la piedra por sí sola no actúa.
¡Actúa acompañada de un verdadero cambio consciente como
el que usted ha hecho!
—Un cambio acompañado de la actitud de aceptarnos, per-
donarnos, armonizarnos, amarnos… —agregó Martín.

#Pecado • 79
—Ricardo, desde la sabiduría del Eneagrama, lo puedo
identificar con la tipología 5, estudioso, observador, solitario...
Después de su internación, se conectó con la luz de la sabiduría
investigando en la soledad típica de su personalidad ¡Lo bueno,
es su deseo de compartirlo con la Humanidad y eso contribuye
a su evolución y sanación! —completó María.
—Lo que no me queda claro, es quién ha sido esa muca-
ma… —agregó Tomás.
—Dejá por un momento de ser periodista Tomás, yo tam-
bién solía preguntarme estas tonterías. En este aprendizaje,
pude comprender, que los individuos que aparecen en el cami-
no son por alguna razón, lo importante no es la persona o el
suceso, sino el proceso y el mensaje que nos llega… —mani-
festó exultante Martín.
—¿Si mi conflicto ha sido territorial, sólo es afectado el siste-
ma circulatorio? —preguntó el ingeniero Ricardo Balmaceda.
—No siempre Ricardo, cada hombre, cada mujer es di-
ferente y lo vive al suceso desde una realidad distinta… De
acuerdo a la personalidad, al entorno, a las vivencias. Los con-
flictos territoriales pueden afectar a la piel, tiroides, activar una
diabetes, una alergia, es según como lo viva cada uno.
Comprender a cada persona en un sentido holístico, es
mirar más allá de lo que estamos viendo y escuchando. Si la
mirada se enfoca sobre la enfermedad y sólo nos enfocamos
en combatir al síntoma, no estamos escuchando al cuerpo en
su manifestación viva y biológica. A la persona cuando acude
con una aflicción, debemos preguntarle: ¿Qué cree usted que
le está faltando? ¡Porque la enfermedad nos indica algo que nos

80 • Adolfo Maretto
está faltando! ¡Algo que nos hace sentir incompletos…! —ase-
veró María.
—Aún sostengo mis dudas que las emociones activen to-
das las enfermedades… ¡Mi hija, sufre procesos continuos de
infecciones urinarias, esto tiene que ver con microorganismos
que producen infección supongo y no con las emociones! —
expresó el ingeniero.
—Ricardo, nuestra psiquis responde biológicamente todo
el tiempo dando respuestas, nada viene de afuera, salvo un
trauma, un golpe, una intoxicación. Las infecciones se activan
por conflictos que utilizan a esos microorganismos para resta-
blecer el equilibrio biológico, su hija, posiblemente también
esté viviendo un conflicto territorial… Los animales cuidan su
territorio orinando.
—Sí, María, los perros, los gatos, el zorrino lo demuestran
todo el tiempo —acotó el ingeniero.
—¡Exacto, así es Ricardo! ¡Nuestra psiquis funciona con el
mismo patrón de comportamiento que el de los animales! —
completó María.
—¡Mi hija hace tiempo que se lleva mal con su esposo, pa-
dece un maltrato psicológico todo el tiempo! ¿Eso podrá in-
fluir? —preguntó el ingeniero.
—¡Eso lo explica todo Ricardo! Su hija está viviendo una
contante invasión territorial y ella lo manifiesta en sus repe-
tidas infecciones urinarias —María, tomó un sorbo de café,
observó al ingeniero con una mirada dulce y le comentó: —
Voy a contarle sobre un caso muy significativo. Una mujer que
se llevaba muy bien con su pareja vino a la consulta, padecía

#Pecado • 81
infecciones urinarias. Investigando y conversando con ella, en-
contramos que ella venía viviendo un conflicto muy fuerte de
invasión territorial con su padre. Su subconsciente no discer-
nía con quien se acostaba y convivía. La información instalada
en el inconsciente, era que todos los hombres representaban
una amenaza de invasión, es decir que su psiquis veía en todos
los hombres a su padre… ¡Cuando ella pudo ver esto, pudo
cambiar su información en el inconciente y ya no regresaron
las infecciones urinarias!
—¡No lo puedo creer! ¡Esto es liberador y sorprendente! Es
un conocimiento que lo debe saber el mundo entero! ¡La gente
dejaría de enfermarse!
—Lo cual no deja de ser un problema Ricardo, porque a los
sistemas económicos y a los mal llamados sistemas de salud,
que son verdaderos sistemas de la enfermedad, no les conviene
que las personas dejen de enfermarse… —agregó Martín.
—¡Debemos hacer algo al respecto! La gente merece vivir
con salud, vivir sin tanta medicación que envenena al cuerpo.
—En eso estamos trabajando Ricardo, por eso Tomás se
está informando para divulgar estos conocimientos y que el ser
humano pueda vivir desde otra concepción de vida—repuso
Martín.
—¡Tenemos que divulgarlo! —eufórico se manifestó el
ingeniero.
—Tranquilo Ricardo, esto debe ser lento y minucioso, por-
que al poder económico no le conviene que la gente pueda
sanarse. ¡La enfermedad es un gran negocio! —sostuvo María.
—¡Ahora comprendo porque la Humanidad vive tan mal!
82 • Adolfo Maretto
Es difícil de entender a la ciencia y a la religión. Ambas prefie-
ren desconocer algunas verdades. ¡Sostienen la ignorancia para
poder manipular! —reflexionó Tomás.
—Muchas veces esto ocurre en el seno de las familias, a los
humanos nos encanta manipular… —agregó Martín.
—¡Hay algo más! —repuso Ricardo y se dirigió hacia el in-
terior de la carpa, buscó en su mochila un papel con un croquis
y el nombre de una persona; se lo entregó a María: —¡En cada
piedra de cuarzo hay una información, una sabiduría oculta,
deben ubicar a este hombre! ¡En las cercanías de Ongamira tie-
ne su rancho, es un descendiente de los comechingones! Hay
un mensaje del pueblo de los Erks que deben conocer…
Los jóvenes se sintieron asombrados, esto conectaba con el
mensaje transmitido por el padre Benjamín.

Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de


nosotros, pues, de esta forma,
sentiremos la Sabiduría que existe en todo.

#Pecado • 83
Capitulo 6
El milagro de sanar

No busques afuera
lo que está en tu interior…

Un vehículo de color negro ingresó al Centro de


Autoconsciencia, estacionó en los jardines frente a la casona,
dos hombres de traje descendieron del mismo. Salvador acaba-
ba de depositar leña junto al hogar, sacudió sus manos, acomo-
dó sus ropas, con un gesto formal los invitó a ingresar.
—¡Soy el doctor Lamolina y Monseñor Montironi es quien
me acompaña, ambos enviados desde el Episcopado! Mejor di-
cho, dese Roma…
—¿Qué los motiva a un representante de la Iglesia y de la
Ciencia en visitarnos?

#Pecado • 85
—Soy médico psiquiatra, trabajo junto a los sacerdotes y
sabemos sobre ustedes…
—¿Qué saben ustedes sobre nosotros?
—¡Que acá sanan personas con métodos no reconocidos y
se habla de Dios con fundamentos extraños…!
—¿Qué es lo malo de esto? ¿Qué la gente se sane, o que
podamos ver a Dios con otros ojos?
—¡Con Dios y con la salud no se juega! —enfatizó el
Obispo.
—En eso estoy totalmente de acuerdo Monseñor…
Trabajamos para despertar la luz en cada persona, en cada
ser humano que llega, trabajamos escuchándolos. Cuando
llega una persona, tenemos dos prioridades: No juzgar, no
diagnosticar…
Cuando se juzga o cuando se diagnostica, comienza a crear-
se una realidad, una creencia, un tabú, una enfermedad…
Preferimos a través del síntoma, despertar en el consultante la
curiosidad por descubrir lo que le está pasando interiormente…
—No se trata de juzgar, la Iglesia ha tenido grandes equivo-
caciones, ha sido muy dura en algunos casos, pero ahora está
en un profundo proceso de cambio —respondió el Obispo de
modo contundente.
—¡Un joven barbado y de pelo largo, ha manifestado esa
transformación hace dos mil años! No se trata de cambiar
Monseñor, se trata de dejar de ocultar el mensaje de Cristo.
—¿A qué se refiere doctor Salvador?
—Me refiero a que se ha ocultado demasiada verdad, dema-
siada información sobre Cristo y sobre Dios…

86 • Adolfo Maretto
—¡En la Santa Biblia está la verdad, no en nosotros los pe-
cadores! —refutó el Obispo levantando el tono de voz.
—En los Evangelios Ocultos, en las frases que Jesús decía en
su lengua, la Iglesia se encargó de tergiversar esas verdades con
otros sentidos —contundente respondió Salvador, buscó una
imagen de Jesús sonriendo. Sosteniéndola entre sus manos,
prosiguió: —¿De qué verdad me está hablando Monseñor?
Ustedes han enseñado a encontrar a Dios en las imágenes,
en los templos, en un Cristo muerto sobre un elemento de
torturas... ¡Nos han enseñado a venerar a un muerto y no al
Cristo vivo liberador del alma! ¡Señores, Jesús no murió para
liberarnos del pecado! ¡Jesús vivió para dejarnos las enseñanzas
de evolución del ser! Algo que ustedes evitan… —Salvador re-
lajó su mirada, alisó su barba desprolija y manifestó: —Ya que
se han tomado la molestia en llegarse a este maravilloso lugar
para observarnos, los invito que descubran a Dios en el interior
de ustedes, una vez que lo logren, con esos ojos que sólo otorga
la Divinidad podrán ver el trabajo que hacemos con la gente.
—Mire doctor, en algunos aspectos usted puede tener ra-
zón, pero la Iglesia es una institución que trabaja para Dios.
En carácter de médico, me preocupan los conceptos de la salud
que ustedes utilizan —manifestó el doctor Lamolina.
—Nuestro concepto sobre salud es un concepto integra-
dor de cuerpo, mente y alma. La enfermedad es una respuesta
biológica de supervivencia doctor. La enfermedad nos viene
a decir, a contar algo que nuestra mente no puede resolver y
nuestra alma necesita para su evolución… Lo maravilloso, es
que si logramos modificar esa información que se ha instalado
en el inconsciente, el cuerpo puede restablecer su equilibrio
bioemocional.

#Pecado • 87
Salvador tomó del brazo al médico, se acercaron al venta-
nal, un rosal se mecía tras la brisa de la montaña. Un hombre
de avanzada edad, con extremo cuidado podaba sus tallos.
—¡Es don Armando, de ochenta y seis años de edad! Un
hombre culto, formal y de fuertes convicciones, viene desde
un pequeño poblado. Hace unos meses había elecciones en el
municipio de su comunidad, su hijo formaba parte de una de
las listas de candidatos, la oposición, organizó una jugada polí-
tica dejándola expuesta en una situación personal. Este suceso
a don Armando lo enojó mucho, se lo tomó como una afrenta
personal. Con el correr de los días estaba participando de una
ceremonia y sintió que se le aflojaron las piernas, lo tuvieron
que sentar y fue llevado a su casa… —expuso Salvador.
—¡Principio de isquemia cerebral dada su avanzada edad!
—con severidad dijo el doctor Lamolina.
—¡No se apresure doctor! ¡No juzgar, no diagnosticar! Por
suerte, su médico clínico no le dio diagnóstico alguno, como
buen médico de pueblo sólo le recetó unas vitaminas y le pro-
puso una serie de estudios. Su esposa, hacía unos meses había
resuelto con nosotros una lesión precancerosa, lo acercó a su
marido al centro, conversamos mucho con don Armando. El
primer paso, fue detectar su personalidad estructurada, for-
mal, obsesiva con el orden y la justicia. Desde la sabiduría del
Eneagrama es una tiplogía 1.
—He escuchado sobre esa metodología —expresó el
religioso.
—¡Correcto, los Jesuitas la han traído a nuestras tierras!
Es un método que permite reconocernos en nuestra esencia,

88 • Adolfo Maretto
descubriendo los potenciales y las debilidades. Es una mara-
villosa sabiduría de autoconocimiento y crecimiento personal
—contundente fue Salvador y prosiguió: —Armando nos re-
lató el gran enojo y angustia que le había provocado el suceso
político con su hijo, fue cuando realizamos dos preguntas cla-
ves “¿qué sintió en ese momento? y ¿cómo vivió ese episodio?”
Con su mirada fija, apoyado sobre el andador que le permitía
arrastrar sus piernas, manifestó: “Lo viví con mucho enojo”
“¡Sentí, que al atacar a mi hijo, me movieron el piso!” “Fue
como un hachazo en mis piernas”.
Salvador, junto al cristal del ventanal observando a don
Armando, giró su cuerpo hacia el médico y hacia el religio-
so, con una sonrisa tenue, manifestó: —En la terapia holística
aprendemos a escuchar, algo que hacían los viejos médicos de
pueblo, por fortuna, algunos aún lo siguen haciendo… Don
Armando, nos dio las palabras mágicas, sin tener conciencia
de lo que estaba diciendo: “me movieron el piso”, una verda-
dera acción que aflojó sus piernas. A partir de la manifestación
de sus palabras, trabajamos permitiendo el proceso de tomar
conciencia. Pudo ver que era su ego el afectado, ni siquiera era
su hijo, era él que se había sentido afectado en su “estabilidad
social”, sintió “que le habían sacudido, movido el piso”. ¡Esto
ocurrió en su psiquis, ese shock activó un mecanismo biológi-
co aflojando sus piernas para evitar morirse! Fue una respuesta
de protección la que organizó su psiquis en el inconciente.
Con terapia floral, liberación emocional, decodificación del
síntoma y autoconocimiento pudo liberar ese enojo, ese dolor
que fracturó su estabilidad emocional. En veinte días recuperó
la fortaleza de sus piernas, hoy camina mil metros por día,

#Pecado • 89
decidió quedarse un tiempo y ayudarnos en las tareas del jar-
dín, es todo un experto… ¡Esto es lo que hacemos! Ayudar a
la gente a recuperar su calidad de vida desde la reconciliación
con uno mismo y con Dios... ¡Eso sí, indicamos la toma diaria
de una dosis muy importante!
—¿Qué medicina es la que utilizan, doctor? —preguntó el
doctor Lamolina.
—La medicina del amor doctor… La indicamos en fraccio-
nes pequeñas, porque el verdadero amor está en el interior de
cada uno ¡Nuestra misión es ayudar a despertarlo!
—Lo de este hombre don Armando, ha sido un milagro,
doctor Salvador —exclamó el Obispo.
—Es posible Monseñor, porque el milagro es un modo de
ver y hacer de la vida. No creo tanto en los milagros celestiales,
como si en los terrenales activados desde la consciencia huma-
na en conexión con la Divinidad ¡Eso nos hace semejantes a
Jesús! —enfatizó Salvador.
—¡A veces, los estados emocionales de estrés producen estos
cuadros clínicos! —indicó el doctor Lamolina.
—Sí, es posible que las emociones provoquen esos estados.
Al estrés, aprendimos ponerle nombre y apellido, reconocien-
do como el cuerpo comunica lo que nos sucede y lo que debe-
mos cambiar… Don Armando pudo modificar la información
que estaba en su subconsciente, logró algo que no se enseña
en la universidad… Logró escucharse, mirarse, conectarse con
su yo interno, con la porción pura de Dios que habita en su
interior y armonizó sus tres instancias.
—¿De qué instancias habla Salvador?—preguntó el Obispo.
90 • Adolfo Maretto
—Cuerpo, mente y espíritu Monseñor. Las tres instancias
que integran al Ser Humano ¡Algo, que la Iglesia tampoco nos
enseña! —aseguró Salvador.
—¡La catequesis nos forma en el conocimiento del Espíritu
Santo y de la Santísima Trinidad! —elevando su tono de voz
manifestó el religioso.
—La Iglesia nos habló de un Dios severo que está en las
alturas ¡El temor de Dios! Nos hizo sentir el pecado desde el
comienzo mismo de la existencia ¡Eso nos convierte en seres
defectuosos, impuros, culposos! Presionados por el acecho del
infierno… Sabe Monseñor, el dios de ustedes es un dios con
intermediarios, con secretarios, con diezmos… Con todo el
respeto que usted se merece, prefiero creer y sentir en el Dios
que habita en nuestro interior. Simplemente, hay que permi-
tirse escucharlo, meditar, sentir esa voz que nos susurra en el
silencio.
—¡La Fe es un compromiso con el Señor! —refutó el
religioso.
—¡La Ciencia Médica nos es un acto esotérico! —indicó el
médico.
—Los invito a que abran sus mentes, que se permitan ver
lo bello que sucede en cada persona cuando se conectan con
su paz interior, si la Iglesia y la Ciencia se liberan del mie-
do y de los preconceptos, podremos trabajar juntos por una
Humanidad mejor —Salvador tomó unos cerillos, encen-
dió una vela, observando la llama expresó: —La llama sólo
se enciende cuando lo deseamos. Mantener el fuego vivo es
una actitud del amor, por encima de ustedes y de mi pequeña

#Pecado • 91
existencia, hay un Universo Consciente ¡Están invitados a abrir
sus corazones! ¡Yo prometo abrir el mío!
Ambos se retiraron, subieron al vehículo y se marcharon.
—¡Qué querían! ¿Quiénes eran? —preguntó María recién
llegada de Cerro Blanco.
—Una puerta a cerrar o una nueva puerta que puede abrir-
se, quien sabe María… —respondió Salvador y se fue a prepa-
rar su mate amargo.

No permitas que la superficialidad y la apariencia


de las cosas del mundo nos engañen...

92 • Adolfo Maretto
Capitulo 7
El miedo

Vivir en la certeza del amor,


nos libera de la incertidumbre
de los miedos…

Tomás se ubicó en el altillo de la casona para escribir con


tranquilidad. El espacio era pequeño y acogedor. El techo a
dos aguas de madera permitía una reducida ventana con vista
a los cerros. El joven con su ordenador portátil se dispuso a
compaginar información, un tazón de café caliente lo acom-
pañaba. Un golpe sobre el tejado llamó su atención, un hom-
bre estaba trabajando sobre el mismo. Tomás abrió la ventana
sorprendido.
—Disculpe, soy el plomero, estoy reparando la cañería del
agua caliente.

#Pecado • 93
—¿Desea una taza de café caliente? —ofreció Tomás.
—La verdad es que me vendría muy bien —dijo el plomero.
—¡No se quede ahí, pase! —abriendo la ventana el hombre
se sumergió en el interior del altillo.
—¡Me llamo Nicolás! —extendiendo su mano se presentó
el plomero.
—¡Mi nombre es Tomás! Estaba acomodando mis escritos
y tus golpes me asustaron —con una carcajada se expresó el
joven periodista.
—¡El miedo ha sido mi gran desafío a superar! —comentó
Nicolás saboreando el café caliente.
—¿Por qué razón me dice esto? —preguntó Tomás.
—Hasta cumplir treinta y cinco años yo era una persona
normal, un poco indeciso y tímido, pero sin mayores dificul-
tades. En el transcurso de tres meses tuve dos episodios muy
traumáticos, el primero fue la muerte de mi jefe prácticamente
en mis brazos, el segundo episodio, fue lo peor, mi padre se
descompuso y en media hora falleció también en mis brazos.
Al transcurrir unos veinte días de lo de mi padre comencé a
despertar con taquicardia y miedo a la asfixia, luego, cada vez
que me encontraba en un ambiente cerrado sentía pánico y
miedo a la muerte.
Mi esposa me llevó a todos los centros médicos, psiquia-
tras y demás especialistas, seguía empeorando con una angus-
tia considerable. Hasta que me hablaron del doctor Salvador
y su grupo de trabajo. Ellos comenzaron por averiguar desde
mi concepción, cómo mi madre había vivido su embarazo.

94 • Adolfo Maretto
Mi madre, me contó que a los seis meses de gestación tuvo
un accidente, fue internada, tuvo mucho miedo de morirse y
perderme…
—¿Usted considera que ese episodio instaló el miedo en su
vida?
—¡Así es! —afirmó Nicolás y prosiguió: —Mire Tomás, viví
más de quince años con ataques de pánico, con un miedo terri-
ble a morir, despertando por las noches con transpiración, ta-
quicardia y el pecho que se me cerraba, tomé muchos medica-
mentos, los sucesos disminuían en su intensidad pero seguían
apareciendo. Mi vida era un caos, no le encontraba sentido y
“miedo” era mi primer nombre “inseguridad” era el segundo…
Con sus manos rugosas, huellas íntimas de quien trabaja
en la intemperie, soltó su tazón de café, retiró su gorra, recogió
su cabellera, extendió su mirada hacia el cerro, las nubes se
interponían creando una imagen mágica, sin desviar la mira-
da hacia el paisaje, manifestó: —Trabajando los miedos con
Salvador y la doctora María, pude descubrirme en mi esencia
espiritual, eso determinó dejar de creer… Y comencé a sen-
tir… Cuando uno dice creo, lo ponemos por fuera nuestro y
estamos supeditados a eso que está por fuera de uno, cuando
uno siente, comienza a tener el control interno de uno mismo.
—Cuando usted dice que comenzó a sentir, supongo que
significa conectarse con su Yo interior… —insinuó Tomás.
—Exacto, es conectarse con el compromiso de asumir
quien soy y todo lo que sucede está en mi interior ¡El que
debía cambiar era yo! Me hicieron el test de Eneagrama, mi
personalidad es tipología 6. La tipología 6 tiene la virtud de la

#Pecado • 95
responsabilidad, del compromiso con el otro. La debilidad es
la indecisión, los miedos y la baja autoestima, muy susceptible
a las enfermedades.
El primer paso fue comprender que mi alma decidió nacer
en el vientre de mi madre y vivir esa situación de miedo a la
muerte, algo que quedó guardado en el hipocampo de mi cere-
bro como una memoria oculta.
Aprendí Tomás, que nuestra alma al encarnar, decide pasar
por determinadas situaciones difíciles con el motivo de transi-
tar aprendizajes para evolucionar. Mi vida había transcurrido
normal y sin tropiezos, pero también con un alto grado de
ignorancia emocional y espiritual, hasta que esas dos muertes
activaron una memoria dormida en el inconsciente.
—¡Sorprendente Nicolás! —exclamó Tomás.
—Esto me condujo a descubrirme en mi esencia, recono-
cerme como un ser espiritual.
—Descubrirse en la esencia según Salvador, otorga el poder
personal ¿Cómo siguió este proceso Nicolás?
—Descubrirme, reconocer mis emociones, mis capacida-
des y virtudes, me condujo llevar al consciente el inconsciente,
como dice Carl Jung: “Hasta que el inconsciente no se haga
consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y lo
seguirás llamando destino…”. Cuando uno descubre su pro-
pia sombra, esa sombra que era nuestra enemiga silenciosa, la
transformamos en nuestra aliada. Es como una ampolla que
se produce en la mano, luego se transforma en un callo y esa
dureza nos fortalece. La sombra del miedo a la muerte, la hice
presente y desapareció, es decir, la traje a mi consciente, me

96 • Adolfo Maretto
pude parar sobre ella y fortalecerme. Hoy, es como esa silueta
que me acompaña a todas partes, sé que es mía y ya no le tengo
miedo…
—¡Uauuu! ¿Desaparecieron los síntomas del pánico?
—¡Sí Tomás, desaparecieron! Aprendí a abrazar al síntoma,
porque es la piedra, es el obstáculo elegido por mi alma para
crecer y evolucionar… A cada uno de nosotros, cuando se nos
presenta una gran dificultad, es el desafío elegido para crecer.
—¿O sea, usted dice que cuando nos sucede alguna situa-
ción difícil, una pérdida, un accidente, una injusticia, son ele-
gidas por nuestra propia alma?
—¡Correcto Tomás! Por ello digo que dejé de creer, dejé
de mirar hacia arriba pidiendo explicaciones a Dios, ahora
he comprendido que a quien debo preguntarle es a mi alma.
Preguntarme: ¿Por qué elegí vivir esta situación? ¿Qué debo
aprender de esto que me está sucediendo?
—¿Cómo fue erradicado ese miedo?
—Trabajando mi crecimiento personal, acompañado de la
terapia del autoconocimiento, liberando bloqueos emociona-
les y tomando conciencia de ello —Nicolás realizó una pausa
y preguntó: —¿Qué emoción cree usted que es el opuesto al
amor?
—¡El odio supongo! —contestó sin reparos Tomás.
—Todos creemos que es el odio, sin embargo, la antítesis
del amor es el miedo… En pocas palabras, le puedo asegurar
que el mundo se divide en dos grandes grupos. Miedo y amor.
El miedo es un estado que activa inseguridad, odio, bronca,

#Pecado • 97
gritos, enojo, angustia, llanto, rencor, enfermedad… Cuando
actuamos desde el amor, sentimos seguridad de quienes somos
y de lo que hacemos, hay certezas, paz, alegría, entusiasmo,
comprensión. Hay salud…
—¿Cómo sabemos si estamos parados de un lado o del otro?
—Cuando te sentís bien con vos mismo, te sentís bien con
el mundo y con quienes te rodean, es ahí cuando estás parado
en el amor, el amor es sinónimo de Dios, el Dios interno, el
que habita en cada uno de nosotros, no ese Dios que busca-
mos desesperadamente en una estatua, en un crucifijo... Buscar
hacia afuera es inseguridad, es pararnos sobre el miedo… ¡Si
estoy parado en el amor, no necesito buscar nada, porque todo
está en mi interior!
—La Iglesia nos dice que para llegar a Dios debemos ir a
misa, a comulgar, a rezar… ¿Eso es buscar afuera?
—Tomás, la Iglesia hablando del amor y de Dios nos ense-
ñó a tener miedo, el temor a la furia del Señor. Por ese motivo
existen tantos cristianos con depresión y pánico, nos han des-
viado del camino Divino. Si nos descubrimos en nuestro Yo
interior, descubrimos a Dios, si esto sucede, ya no hay razón
alguna del temor. ¡El miedo es una creación de la mente, es la
ausencia del amor!
—¡Por lo que me has contado, el miedo ha sido tu maestro
que te permitió ser el que hoy sos…! —manifestó Tomás.
—Descubrirme, encontrarme, permitió recuperar mi au-
toestima, eso me liberó del miedo. ¡Gracias por el café! ¡Me
calentó el alma! ¡Regreso al tejado, el techo es mi lugar por el
momento, la grifería espera por mí! —con un rostro sonriente

98 • Adolfo Maretto
Nicolás se deslizó nuevamente por la estrecha ventana, la brisa
del cerro soplaba incesantemente.
Tomás, regresó a su ordenador, buscando las palabras ade-
cuadas para describir el reciente relato.

y nos libere de todo aquello que impide nuestro


crecimiento

#Pecado • 99
Capitulo 8
La Ciudad Oculta de los Erks

Si te permitís ir más allá de tus ojos,


podrás ver lo que se ha ocultado…
Dejá que todo suceda, el Universo
es infinito como el amor de Dios…

Dos golpes de puño resonaron en la puerta del cuarto de


Tomás. Despertó abrumado. Al abrir, se encontró con Martín.
—¡Vamos a Ongamira! ¿Nos acompañás? —Tomás, sin
comprender la situación, tomó su mochila y se embarcó junto
a Martín y María.
—¡Tenemos que ir hasta la ciudad de Córdoba, hay que
buscar algunas provisiones y partimos hacia Ongamira!—en-
tusiasta exclamó María.

#Pecado • 101
—¿Qué vamos hacer en Ongamira? —preguntó Tomás
vacilante…
—¡Vamos a buscar a Don Sixto, es la persona que nos indi-
có Ricardo, el ingeniero de Cerro Blanco! —comentó Martín
mientras conducía.
Ingresaron a la ciudad de Córdoba, el tumulto activó la an-
siedad en los jóvenes viajeros, Martín y Tomás realizaron algu-
nas compras. María, se dirigió hacia el archivo de la Manzana
Jesuítica, debía encontrarse con Marcos.
—¡Tengo unos manuscritos importantes para vos Marcos!
—exclamó María.
—¡Tendríamos que salir de aquí! —dijo en voz baja el hom-
bre robusto, ya en la calle peatonal caminaron hasta llegar a
la Plaza San Martín. Las campanas de la Catedral, sonaron
desplegando el vuelo de ciento de palomas, tomaron asiento en
un banco frente al histórico cabildo. María, entregó a Marcos
un sobre de papel.
—¡Es un manuscrito, viene del padre Benjamín, lo dejo en
tus manos! ¡Su información es muy valiosa! —comentó María.
—Preferí salir del archivo, es que no confío en algunas per-
sonas… ¡Lo voy a leer con mucha atención! —Marcos reali-
zó una pausa, observó a su alrededor asegurándose de no ser
escuchado y se dirigió a María: —A donde se dirigen, habita
uno de los misterios que pueden conectarnos con la sabiduría
oculta de Cristo...
—¡No comprendo! El cura Benjamín también nos dijo lo
mismo ¿Qué relación puede tener nuestro viaje a Ongamira
con Jesús?
102 • Adolfo Maretto
—Jesús no era religioso, no era católico. Era un ser espi-
ritual de otra dimensión que vino a la tierra, a traer el men-
saje del Padre. En su territorio, en su nación no pudo, en el
continente europeo tampoco. El pueblo de los Esenios y su
sabiduría, fue transmitida a los pueblos originarios donde su
espiritualidad estaba conectada al Cosmos, al Universo, a la
Madre Naturaleza. Ellos sí pudieron comprender la conscien-
cia del mensaje de Cristo. Desde el pueblo Maya, los Queros
del Pueblo Inca, hasta nuestros Comechingones fueron conec-
tados con esa sabiduría. Cuando el poder del mundo occiden-
tal se dio cuenta, trajeron la evangelización para destruir seme-
jantes conocimientos y sabiduría.
—¡Esperá un momento Marcos, vos fuiste cura! ¡Benjamín
también! ¿Me están diciendo ustedes que los aborígenes toma-
ron el mensaje de Cristo? ¡Si nunca lo conocieron!
—Nuestra mente es tan pequeña para comprender seme-
jantes sucesos… Los pueblos aborígenes no necesitaban de
Jesús. Ellos vivían en una relación de armonía con el planeta y
el universo, eran seres evolucionados, manejaban la astrología,
la sanación, la agricultura y su comunicación con la Divinidad
la canalizaban a su modo. Jesús nació donde la Humanidad
estaba enferma, donde más se lo necesitaba… Los pueblos
originarios tomaron su conocimiento desde la percepción,
desde la telepatía, desde mensajeros de otra dimensión que se
comunicaban.
¡María! —exclamó Marcos observando su entorno, regresó
la mirada sobre la joven y prosiguió: —¿Cómo creés que cons-
truyeron las pirámides los Mayas? ¿Cómo se construyó Machu
Picchu? ¿Cómo lograban producir y sembrar sus alimentos en
el medio de la montaña?

#Pecado • 103
Marcos tomó una mano de la joven, con una tenue sonrisa
preguntó: —¿Cómo trasladaron semejantes piedras los Incas y
los Mayas para construir sus ciudades? ¿Cómo hicieron las pi-
rámides, los métodos avanzados de riego, desagües y cultivos?
María observó el viejo cabildo, sus siluetas dibujadas sobre
el empedrado de la peatonal, hombres y mujeres que iban y
venían. Giró su mirada hacia Marcos y manifestó: —¡Sólo con
ayuda de una inteligencia de otra dimensión se puede realizar
semejante obra! ¿La ciencia pudo explicar alguna vez cómo lo
lograron?
—¡Por supuesto que no! La ciencia prefiere obviar lo que
es obvio. Si ellos admiten la presencia de otra dimensión que
guiaba a los pueblos originarios como a los egipcios, se verían
obligados a reconocer la espiritualidad por encima de la reli-
giosidad. Se verían obligados a reconocer un poder por encima
del poder político de las grandes corporaciones y de sus gober-
nantes de turno, que son empleados muy bien pagos de ellos.
—¿Acaso, hay un plan estratégico desde los sectores de po-
der para que la Humanidad siga desconociendo esto?
—¡Podríamos suponer que sí! ¡Cristo trajo un mensaje para
liberar al hombre! ¡No del pecado como nos han dicho! ¿Cómo
se puede llamar pecador a una criatura que acaba de nacer?
Sólo la perversidad de un sistema que nos hace sentir culpables
antes de nacer. Como así también te hacen sentir culpables de
sentir, de amar, de desear…
El legado que el pueblo Maya nos ha dejado en sus profe-
cías demuestra sus conocimientos y su evolución espiritual por
encima de nuestra civilización occidental. Necesitamos todo el

104 • Adolfo Maretto


tiempo de tecnologías para descubrir lo que ya está descubierto
por antiguas civilizaciones… Los Mayas hablan de la reencar-
nación, los orientales también. ¡Sólo los occidentales religiosos
cristianos, seguimos negando algo que hasta la ciencia ya lo
descubrió! A partir del año 2012 se abrió un nuevo portal, la
Humanidad puede elegir el camino Crístico de la evolución
espiritual, de la iluminación. Puede también elegir el camino
de la oscuridad, de la negación, donde el capitalismo, el con-
sumo, las economías de mercado, la ciencia y la religión, son
los dioses imperantes…
—¿De dónde has obtenido toda esta información Marcos?
—Don Sixto los espera María… ¡Hay un portal que se abre
ante ustedes! Pertenecer a la religión me introdujo al camino
espiritual, fue el paso necesario para acceder a otros conoci-
mientos. Me preparó, me condujo a dejar de ser religioso e
ingresar a la espiritualidad del alma. Ello me permitió recibir
nuevos mensajes, una nueva apertura hacia otros niveles de
consciencia… ¡Ahora es el momento de recibirlo y de descu-
brirlo en ustedes!
Tomaron la ruta sumergiéndose entre los pintorescos po-
blados de las sierras chicas. El camino era ondulante, nume-
rosas curvas entre pequeños cerros con diferentes tonalidades,
dejaron a un costado a Colonia Caroya y a Jesús María, dos
ciudades unidas por siglos de historia. Recorrieron escasos
kilómetros por la carretera N° 9 desviándose hacia la pobla-
ción de Sarmiento, se detuvieron a contemplar el árbol his-
tórico donde alguna vez cuentan, que San Martín y Facundo
Quiroga supieron descansar bajo su sombra. Accedieron a un
camino arenoso, pasaron por la Cañada del Río Pinto, añosos

#Pecado • 105
liquidambars y algarrobos brindaban un tinte mágico al paisa-
je, praderas de pastizales naturales se veían junto a las pequeñas
montañas. Después de varios minutos, comenzaron a visuali-
zarse las elevaciones rojizas de Ongamira, se desviaron por un
atajo desembocando en un pequeño campo. Un corral cons-
truido con postes de quebracho cercaba una manada de ovejas,
a escasos metros, un rancho de adobe se erguía sobre la ladera
de la montaña. Un hombre con ancho sombrero y bombachas
de gaucho, trabajaba sobre unos tientos de cuero.
—¡Buscamos a don Sixto! —vociferó María desde el vehí-
culo. El hombre entrado en años, los observó y caminó hacia
ellos. Tenía una barba color ceniza, de cabellera larga atada con
una trenza de cuero, cejas anchas y labios delgados. Colocó sus
manos rugosas sobre la ventanilla de la camioneta, con una mi-
rada profunda les expresó: —¿Por qué tardaron tanto en venir?
—¿Nos esperaba? ¿Quién le habló sobre nosotros? —pre-
guntó María con asombro.
—¡Los maestros! —respondió el anciano.
—¿Qué maestros? —preguntó María nuevamente
asombrada.
—¡Los maestros del Pueblo Erks! ¡Pasen!
—No me dijo su nombre… —repuso María
—Soy el que buscan.
—¿Don Sixto? —ansioso preguntó Tomás.
—Si así me quieren llamar, ese soy yo…
—No entendemos… —comentó Martín.

106 • Adolfo Maretto


—¡Nos habló de usted el ingeniero Balmaceda! Nos dijo…
—expresó María llamándose al silencio, ante un gesto del an-
ciano que hizo con su mano.
—Caminemos —dijo el anciano. El viento resonaba entre
las grietas del cerro, tomaron un sendero hasta alcanzar unas
formaciones rocosas.
—El pueblo de los Erks es una ciudad intraterrena, ellos
son seres de otra dimensión, envían maestros todo el tiempo,
en este lugar habita un portal, entran y salen todo el tiempo,
brindan información, sólo pueden percibirlo aquellas personas
abiertas en sus mentes y en su corazón.
—¿Usted es uno de ellos?—preguntó Tomás.
—Eso no importa mucho, desciendo del pueblo comechin-
gón, en estos cerros mis ancestros, decidieron desaparecer para
no ser atrapados por el conquistador. ¡Preservaron sus almas y
su sabiduría! Hoy se comunican a través de los maestros Erks.
Debieron esperar muchos años. Cuando Jesús llegó a la tierra,
el día de su nacimiento se abrió un gran portal cósmico, la
Humanidad rechazó esa sabiduría, lo llevaron a la cruz… Su
mensaje fue tan fuerte que años después, el emperador romano
se vio obligado a tomarlo, pero negoció con los sumos sacer-
dotes organizando una religión que limitó la conciencia del
hombre. ¡Todo fue premeditado! Por eso la Humanidad vive
en constantes crisis ¡Es que vivimos en una mentira!
—Inventaron el pecado, el infierno y mintieron sobre Jesús
—manifestó Martín.
—Así es joven, han armado una estrategia para manipular
al hombre y seguir manteniendo el poder, Jesús tuvo el gran

#Pecado • 107
problema con sus hermanos los apóstoles. Ellos querían em-
prender una revolución política, Cristo buscaba más allá del
cambio socio político. Si cada hombre desarrollaba su evo-
lución espiritual, no había poder alguno que manejara sus
vidas. Nos dejó claves a descifrar, mensajes que nos llegan a
través de las profecías mayas, a través del Pueblo Erks, de los
Comechingones, como de la Virgen María por medio de sus
apariciones ¡Dos mil años han transcurrido, para que el men-
saje pueda ser “desocultado”!
Nos han mentido, nos han embaucado y el mundo occi-
dental se organizó bajo esos conceptos. La consciencia Crística
les llegó a nuestros aborígenes, Sudamérica era el gran portal
de sabiduría junto a otros pueblos de Oriente. La colonización
de América tuvo entre otras cosas un propósito de poder, por
eso bajaron desde los barcos con la cruz y la espada. La evan-
gelización tenía el objetivo económico para los reyes y de parte
del Clero, hacer desaparecer la espiritualidad y la sabiduría que
los aborígenes habían desarrollado. ¿Cómo creen ustedes que
se construyeron las pirámides de Egipto? ¿Cómo creen que los
mayas realizaron construcciones con tanta semejanza a las de
Egipto?
—¡Lo mismo me expresó Marcos! —sorprendida comentó
María.
—Jesús se formó en las escuelas egipcias, los pueblos origi-
narios sanaban, sembraban, cosechaban conociendo las leyes
del universo, estudiaban las constelaciones planetarias, cono-
cían sobre astrología. En el año 2012, se abrió un nuevo por-
tal galáctico como sucedió dos mil años atrás. Ahora no será
un salvador, un hombre el que debe traer el mensaje, ahora el

108 • Adolfo Maretto


camino será personal, nos toca a cada uno de nosotros descu-
brirnos interiormente y realizar el proceso espiritual. Atravesar
el portal hacia la nueva consciencia, trascender hacia la cuarta y
quinta dimensión. Las enseñanzas en esta nueva era, es respon-
sabilidad de cada ser ¡Estamos llamados a despertar!
—¿Por qué surgen estos conocimientos a partir del año
2012? —preguntó Tomás.
—Porque coincide con una alineación planetaria que nos
abre las puertas a una nueva consciencia, como pasó en el año
del nacimiento de Cristo, ahora el Universo está conspirando
a favor de este proceso de trascendencia espiritual, el Padre
permitió que surjan todas las sabidurías ocultas en este tiempo.
Estamos viviendo una etapa crucial para la Humanidad, donde
las fuerzas oscuras actúan para desviar la atención de la gente.
Los maestros del Pueblo Erks, envían mensajeros para que nos
ayuden a despertar. En las rocas de estos cerros yace un gran
portal de entrada. Tenía conocimiento sobre la llegada de uste-
des, porque fueron guiados por ellos hacia mí…
—¡No termino de comprender…! —exclamó Tomás.
—No trates de comprender porque tu mente está progra-
mada para ver lo que crees, por eso hay tantos humanos que
no pueden vivir sin el conflicto, les cuesta encontrar paz en sus
corazones, se dejan manipular por las informaciones masivas,
porque han sido mentalizados para no acceder a la sabiduría
que habita en nuestro interior. ¡Nos han programado para obs-
taculizar el encuentro con el Padre!
—¿Qué desean de nosotros los Erks?—preguntó Tomás.
—¡Ellos han ido preparando el camino para este gran

#Pecado • 109
cambio! Muchas personas no los comprenderán a ustedes, se-
rán criticados por muchos que no deseen abrir sus mentes, per-
derán amistades y parentescos, todo será para un bien mayor.
No es momento de lazos humanos sanguíneos, es momento de
la unión entre almas que vibren en una misma sintonía, es el
camino hacia la nueva consciencia, el paso de la tercera dimen-
sión a la cuarta y a la quinta. ¡Ustedes ya están en esa sintonía!
La Humanidad seguirá sus pasos, quien se resista vivirá en el
conflicto.
Caminaron por un sendero escarpado, el anciano trepó sin
dificultad, llegaron a un claro, una fisura en la roca se habría
ante ellos, el sol penetraba dibujando un haz de luz, descendie-
ron por una especie de falla que se abría en la montaña, hasta
llegar a las grutas. La formación de rocas rojizas se humedecía
con la caída de una vertiente de agua, brindaba la imagen de
una lluvia mágica.
—Este lugar ha sido un asentamiento comechingón, la his-
toria cuenta que se suicidaron para evitar ser atrapados por
los conquistadores españoles. En realidad, han desaparecido,
según cuentan, dicen que se han elevado. La gente, cree que es
un lugar histórico, es mucho más que eso, es un espacio sagra-
do… —comentó Sixto acomodando su sombrero, siguieron el
recorrido sintiendo la vibración que transmitía el lugar, en la
segunda gruta se detuvieron frente al pequeño chorro de agua
que caía de la montaña, se introdujeron en la cavidad de la roca
tomando un descanso.
—El Ser Humano vive en un mundo donde no existe el
tiempo suficiente para saborear la vida, para conectarse con la
naturaleza,… Conectarse con el sol, es conectar con el Padre.

110 • Adolfo Maretto


Conectarse con la luna es la comunicación con la Madre, la
energía femenina de Dios… La gente vive en lugares cerrados
sin mirar al cielo, sin percibir el universo que lo rodea.
Dios no habita en el cemento, en el lujo de los mármoles,
tampoco en un crucifijo… Dios es vida, no es muerte. Dios
existe en cada árbol, en cada animal, en cada insecto, en cada
hierba, en cada ser humano. Dios es la unión del sol y la luna,
es el amor por encima de todas las cosas. El hombre vive en
una demanda constante de obligaciones que se ha autoimpues-
to, es un sistema perverso y complejo donde cada vez hay más
presiones, todo pasa por lo económico. ¿Ustedes creen que en
las leyes del mercado puede habitar Dios? ¿No parece acaso, ser
una obra maestra del diablo? Pero no se equivoquen jóvenes,
no es el diablo el que hace estas cosas. Es el propio hombre que
ha inventado el consumismo y sus demandas, creando la nece-
sidad de trabajar cada vez más horas y ocupar las mentes para
obstruir la conexión espiritual… Todo esto está comandado
por seres que no desean la evolución en la Humanidad.
La sabiduría de Cristo nos ha dejado un legado, el hombre
es como el tronco de un árbol, sus raíces son la conexión telú-
rica con la tierra. Por otro lado, la copa del árbol es la conexión
Divina, con el Cosmos. Si el hombre se proyecta sólo en sus
raíces, pues estará muy limitada su conciencia sólo a la vibra-
ción terrenal, si sólo se manifiesta por su copa en la espiritua-
lidad, le faltará el anclaje terrenal. El equilibrio, es desarrollar
su comunicación con la Madre Tierra y con el cosmos, así su
espiritualidad le permitirá la evolución Divina y terrenal.
El atardecer comenzó a insinuarse tiñendo con sus colores
al paisaje, el anciano observó en silencio el horizonte, juntó
unas ramas secas y encendió una fogata...

#Pecado • 111
—¿Por qué dice usted, que nos estaban esperando? —pre-
guntó Martín.
—Están llamados a realizar un camino iniciático, un en-
cuentro con la nueva dimensión. Cristo está ahí junto a mu-
chos seres de luz. Si trabajas con la cabeza, tendrás cabeza; si
trabajas con el cuerpo tendrás un gran cuerpo; si trabajas con
el alma, tendrás la plenitud —manifestó don Sixto.
—¿Qué debemos hacer? —preguntó María mientras toma-
ba la mano de Martín.
—Nada, ellos se comunicarán, ustedes activarán su tercer
ojo, el poder de la intuición, recibirán mensajes, les indicarán
el camino a seguir.
El hombre volverá a su naturaleza propia, a convivir con lo
que le pertenece, quienes deseen seguir rodeándose de lo mate-
rial sentirán una gran desolación, por la simple razón de vivir
alejados de la esencia de Dios. El Padre no actúa contra nada ni
contra nadie, el hombre está hecho de Dios y cuando él se aleja
de su propia naturaleza, aparecen las angustias, los miedos, la
depresión, la enfermedad…
Sus rostros comenzaron a iluminarse, el reflejo de las llamas
atemperaban la piel, las estrellas iban apareciendo en la mag-
nitud del cielo.
—¿Qué nos puede decir sobre los Erks?—preguntó Tomás.
—Como le dije, es una población intraterrena, pertenecen
a una dimensión superior, existen siete portales de entradas a
las poblaciones de los Erks en todo el mundo, una está aquí…
Desde el cerro Uritorco hacia Los Terrones tomando un amplio
radio hasta la Posta del Silencio, es una especie de triángulo
112 • Adolfo Maretto
energético. Ellos están para ayudarnos en nuestra evolución y
comunicación con el Padre, su misión, es ayudar a despertar
nuestras conciencias dormidas…
—¿Las personas que no realicen este camino de apertura de
conciencia qué sucederá? —preguntó Martín refregando sus
manos junto al fuego.
—Seguirán aprendiendo, como lo hemos hecho nosotros
durante varias reencarnaciones… —respondió don Sixto.
Entrada la noche, la temperatura descendió considerable-
mente, las llamas del fuego brindaban calidez, el cielo colmado
de estrellas permitía sostener un silencio mágico. El anciano
los invitó a meditar…
“El mundo está cambiando a extrema velocidad, el tiempo
se acelera, hay seres de otras galaxias que son los que manejan
los poderes económicos y políticos. Ellos quieren mantener a la
Humanidad en un estado de inconsciencia. Estimulan el consu-
mismo, la violencia, la superficialidad, la religiosidad para seguir
creando enfermedades y seguir dominando. Entre las personas que
están realizando un camino espiritual también están infiltrados
estos seres para confundir. A Jesús le ha sucedido lo mismo, la trai-
ción, la maldad, la venganza fue lo que ha tenido que soportar.
Somos los maestros del gobierno celestial, respondemos al Padre,
la Humanidad está logrando una gran transformación, el poder
del cielo está creando el camino hacia la nueva consciencia, uste-
des, como muchos hermanos son el medio, son los mensajeros. La
presencia de Cristo, de Buda, de María, y de muchos seres que han
trascendido los están guiando y protegiendo. ¡La luz del amor está
en ustedes!”

#Pecado • 113
La llama del fuego se habría agigantado, los jóvenes no sen-
tían el rigor del frío, sus rostros estaban luminosos con lágri-
mas que descendían por sus mejillas. Al concluir la meditación,
tomaron conciencia del mensaje que acababan de recibir... El
anciano los invitó a dormir en su humilde rancho. Al día si-
guiente decidieron regresar al centro de autoconsciencia.
—Cuando el Español pisó estas tierras, trajeron la espa-
da y la cruz, dos símbolos de sometimientos, debían impe-
dir la evolución espiritual de los pueblos indígenas. El pueblo
Comechingón guardó sus conocimientos, su conexión con la
energía de Cristo debajo de las montañas, hay un portal por
donde sólo los sabios pueden ingresar, ustedes están llamados
a atravesarlo —comentó don Sixto. Los jóvenes subieron al
vehículo y se marcharon.

No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder


y la Gloria del mundo...

114 • Adolfo Maretto


Capitulo 9
El Entusiasmo
Enthousiasmus

El hombre ha venido a la vida


para vivir desde el Entusiasmo…
Ese es el plan del Dios…

Vanesa descendió desde la planta alta de la casona, el ho-


rario de la cena lo indicaba el aroma de la comida, una mesa
larga se extendía a en el comedor, el equipo de profesionales,
trabajadores y hacientes, colaboraban en las tareas de la cena.
Salvador, se acercó hacia la mesa, observó a la mujer con sus
rizos color rojizos y sintió una sensación extraña, algo había en
ella que lo seducía. Tomaron asiento junto a una salamandra,
los cristales empañados transmitían una calidez especial.

#Pecado • 115
—¿Te sirvo? —preguntó Vanesa acercando el recipiente con
sopa de verduras.
—¡Gracias, me viene bien un plato caliente! —respondió
Salvador con agrado.
María se acercó a la mesa, tomó asiento y dirigiéndose al
grupo: —¡Nos esperan en Iruya, podemos salir mañana a pri-
mera hora!
—¡Si nos esperan! —completó Martín mientras vertía sopa
en una cazuela de cerámica.
—¿De qué se trata? —Vanesa preguntó con sorpresa.
—En Bolivia hay una comunidad trabajando con terapias
complementarias y utilizan hierbas medicinales, han formado
junto a un grupo de aborígenes un puesto sanitario en nuestro
país con la utilización de medicinas alternativas, se encuentra
en Iruya, provincia de Salta, cerca de la frontera. Desean inter-
cambiar conocimientos y nos quieren conocer personalmente.
¡Podemos ir los cinco, hay lugar! —sonriente invitó María.
—¡Vamos! —-entusiasta manifestó Tomás.
Vanesa y Salvador se miraron seducidos por el viaje. Luego
de la cena, ella manifestó: —¡Estoy maravillada y sorprendida
por lo que he visto en estos días! Gente que se sana desde una
medicina diferente, más humana, con la empatía de ver al otro
como a una persona, se le brinda todo el tiempo para escu-
charlo. Un centro de salud, donde no se envía al consultante a
realizar estudios como si fueran aparatos descompuestos. Por
el contrario, se los abraza con las palabras, se los acoge en am-
bientes cálidos, se atiende a la gente en los parques, debajo de
un árbol, con un entorno de armonía, sin tabúes y con el amor
116 • Adolfo Maretto
como actor principal… ¡Estoy muy agradecida a ustedes y de-
seo seguir aprendiendo!
—¡Gracias Vanesa! Es lo que sentimos como hacedores de
la salud, trabajamos por el despertar de una nueva consciencia
y por una nueva forma de mirarnos como seres humanos espi-
rituales —correspondió Salvador.
—¡Salgamos a caminar! —mirando a los ojos de Salvador,
indicó Vanesa al terminar de cenar.
La claridad de la noche permitía dibujar las siluetas de los
dos caminantes, el viento helado obligaba a estremecer los
brazos, atravesaron el parque, descendieron hacia el cauce del
arroyo, sólo se percibía el murmullo del agua. Tomaron asiento
sobre una roca, un vapor tenue surgía de sus labios. Salvador
acercó su mano sobre la mejilla de Vanesa, elevó por unos se-
gundos su mirada, observó las estrellas, sintió liberar el alma de
Laura, su esposa fallecida. Sus rostros se confundieron en un
profundo beso. Ya era hora de volver a amar. Se besaron con
la intensidad del encuentro genuino, sus cuerpos eran una sola
figura, fundidos bajo la luz de la luna llena.
Al día siguiente, el amanecer se introdujo en la alcoba de
Salvador, los rizos rojizos de Vanesa se destacaban sobre las
sábanas blancas, un par de golpes despertó a ambos.
—¡Es hora de partir, ya tomamos el desayuno! Dos tazas
de café esperan por ustedes! —con tono irónico se manifestó
María —¡Vamos chicos que el amor no espera! —replicó con
fuertes carcajadas.
Martín tomó el volante de la camioneta doble tracción,
María con el termo y mate, Salvador, Vanesa y Tomás en el

#Pecado • 117
sector posterior, emprendieron el viaje, tomaron caminos al-
ternativos que les permitieron ganar tiempo, recorrieron el no-
roeste cordobés, ingresaron a la provincia de Catamarca des-
cendiendo por la Cuesta del Portezuelo, se podía apreciar el
bello camino con sus valles y caseríos entre las montañas. Se
detuvieron en un mirador, compraron queso de cabra y pan
casero. Avanzaron con mayor velocidad ingresando a la pro-
vincia de Tucumán, los cañaverales al costado de la carretera
y algunos ingenios de azúcar eran parte del paisaje, prefirieron
atravesar la ciudad y dirigirse a Salta por la autovía. Al ingresar
a Salta en horarios de la media noche, los esperaba Francisco,
un trabajador rural que les dio albergue en su casa.
—¡Salvador, mañana un contingente de jóvenes universita-
rios, lo esperan en la biblioteca del barrio, quieren escucharlo!
—manifestó Francisco.
Al día siguiente desayunaron y se dirigieron hacia la biblio-
teca donde los esperaban.
—En este Centro Cultural tenemos una biblioteca y or-
ganizamos una cooperativa de pequeños productores rurales,
producimos frutas y verduras orgánicas. La actividad agrope-
cuaria debe enfocarse para la alimentación y no para el desme-
dido consumo que pretende el sistema —comentó Francisco
mientras se dirigían a la biblioteca y prosiguió: —El hombre
moderno ha perdido el sentido de las cosas importantes. Se
produce de un modo masivo ultrajando a la tierra con sem-
brados transgénicos, ello va destruyendo la riqueza biológica
de la misma. ¡Todo es fomentado por el consumismo creando
necesidades innecesarias! —Completó Francisco.
Un centenar de jóvenes esperaban en el interior de la sala,

118 • Adolfo Maretto


Salvador, junto a su grupo que lo acompañaba, se ubicaron en
el centro de la misma, formaron una especie de semicírculo,
algunos sentados en el suelo, otros en sillas.
Salvador se puso de pie saludando a los jóvenes y comenzó a
hablar: —Francisco me pidió que elija el tema que me plazca,
al ver tanta juventud se me ocurre no hablarles como médico,
ni hablarles desde conceptos terapéuticos. ¡En primer lugar,
les presento a los integrantes de nuestro grupo de trabajo! A
quienes agradezco su gran colaboración.
Voy a comenzar por decirles que el sistema de la salud, es
en verdad un sistema de la enfermedad, salud significa según
la O.M.S.: “Un estado de bienestar físico, mental y social del
hombre” Ésta es una definición incompleta, ya que está obvian-
do al hombre en su integración de mente cuerpo y espíritu. Si
negamos, si ignoramos la condición esencial de espiritualidad,
estamos negando nuestra naturaleza misma, estamos negando
nuestra Divinidad, si negamos a Dios, negamos nuestra condi-
ción de armonía interior. Si no tenemos armonía, no tenemos
salud… —Salvador fue interrumpido por una joven.
—¡Salvador, según su postura, yo estaré enferma siempre,
soy atea, y si no creo en Dios usted dice que no podemos estar
sanos…!
—¿Me podés decir tu nombre? —manifestó con una son-
risa Salvador.
—¡Yanina! —respondió la joven.
—Yanina, si estás en este espacio, es porque el amor que
habita en vos te condujo a este recinto… No me interesa si sos
atea, porque el ateísmo es una condición de la mente como el

#Pecado • 119
cristianismo, el judaísmo, etc. Las religiones son construccio-
nes de la mente. La espiritualidad es la condición natural del
ser y no surge desde la mente. Seguramente, aunque no creas
en un dios, si sabrás sentir que hay una energía que nos mo-
viliza interiormente, a esa energía le podés dar el nombre que
quieras, yo la llamo Dios… ¡Si en vos habita esa energía, habrá
salud y armonía en tu vida!
—¡Yo me conecto con el amor, con la energía viva que so-
mos! ¡Estoy convencida que al dejar este plano físico, el cuerpo
se desintegra, se transmuta a otra dimensión! —expuso Yanina.
—¡Correcto Yanina! Ahora nos vamos entendiendo, no im-
porta como lo llamemos, si en nosotros habita el amor y vivi-
mos en esta energía sagrada, habrá bienestar, habrá salud, es
integrar los tres planos: “Cuerpo, mente, espíritu o energía…”
Salvador hizo una pausa, se dirigió hacia una pizarra y escri-
bió la palabra “entusiasmo”
—La vida en conexión con el amor, activa a todos los meca-
nismos que benefician a la Humanidad. Si desde pequeños nos
enseñasen a vivir desde esta consciencia, a meditar y a desarro-
llar nuestras capacidades, viviríamos en un mundo mejor…
Salvador regresó hacia la pizarra y con tono emotivo expre-
só: —He colocado esta palabra:”Entusiasmo” les pido que la
observen en su sentido profundo de lo que representa ¿Saben
ustedes el significado etimológico de ella? —un silencio de
complicidad recorrió entre los jóvenes…
—Entusiasmus proviene del latín, del griego “En Theo”
“ Entheous” “ En” significa adentro, “Theo” significa Dios.
¡Queridos chicos y chicas! Entusiasmo significa: “llevar a Dios

120 • Adolfo Maretto


adentro”—Salvador caminó entre los jóvenes y preguntó:
—¿Cuántas veces en el día nos sentimos entusiasmados? ¿Qué
cosas hago yo con entusiasmo? —la sala permanecía en pro-
fundo silencio, Salvador, caminó rodeando a cada joven y pro-
siguió: —A través de esta pequeña palabra ahora, sabemos que
cuando algo no nos entusiasma, Dios no está en ese trabajo,
en esa situación, en esa relación… Cuando realizamos una ac-
ción que nos apasiona, nos alegra, cuando el tiempo transcurre
sin darnos cuenta, cuando nos despierta el entusiasmo, es ahí
cuando Dios está en nuestro plan, en nuestro proyecto de vida.
Por el contrario, cuando no existe entusiasmo, lo que gana es
la rutina, el desgano, la tristeza, el aburrimiento, la decepción,
la falta de autoestima, la apatía… Aparecen síntomas que nos
conducen hacia la enfermedad…
Vivir apasionados, entusiasmados, es contagiar, transmitir
lo mejor de cada uno, eso nos hace abundantes, nos trans-
forma en seres luminosos y contribuimos al bien común.
Contribuimos a la evolución de consciencias… ¡Queridos
amigos, esto es lo que Dios, o la energía del universo como
prefiere llamarla Yanina, quiere que hagamos! ¡Es lo que llama-
mos, vivir en la energía del amor…!
—¡O sea, la clave del éxito es el entusiasmo! —expresó un
joven.
—Si vivimos desde el entusiasmo, se vive en la manifesta-
ción pura de Dios, esto activa nuestro sistema nervioso central
produciendo endorfinas y serotoninas, lo cual se traducirá en
la reproducción de células sanas creando salud en el cuerpo…
—expresó una joven estudiante de medicina.
—¡Ahora podemos comprender porque la gente se enferma,

#Pecado • 121
porque la gente se enoja, porque se deprime…! ¡Es que viven
fuera de Dios, fuera de su propia esencia! —comentó otro de
los jóvenes.
—Mis padres sostuvieron durante años un matrimonio
muy conflictivo, siguieron en convivencia por una condición
social. A mi madre, se le desarrolló un cáncer en una mama
y luego metástasis en el hígado. Está saliendo adelante pero
con dificultad, es indudable que ella estuvo viviendo fuera del
entusiasmo… —dijo una joven que estaba entre los oyentes.
—¿En qué mama desarrolló el tumor, derecha o izquierda?—
preguntó Salvador.
—Derecha—contestó la joven.
—Seguramente tu madre es diestra.
—¡Si doctor Salvador, ella es diestra!
—Tu madre vivió un conflicto de nido. Las mamas para
una mujer representan el nido, su entorno familiar, los hijos, la
pareja, un socio o alguien muy cercano. Tu madre, en su mama
derecha seguramente el conflicto lo ha vivido con su marido,
su pareja. Para una mujer diestra, la pareja representa lo social.
Salvador realizó una pausa, caminó hacia la joven y le pregun-
tó: —¿Tu madre es sostén económico de la familia?
—¡Sí Salvador, mi padre tuvo un accidente y ahora no pue-
de trabajar, ella es la que genera los ingresos!
—Nosotros no hablamos de metástasis, las células de la
mama no han viajado hacia el hígado… El hígado, es el ór-
gano importante del cuerpo relacionado con la alimentación.
Desde su psiquis, en el tallo cerebral relacionado al tejido

122 • Adolfo Maretto


embriológico del endodermo, se ha activado en ella el conflic-
to de miedo al hambre, es decir miedo a no poder sostener la
familia económicamente, sumado a sus enojos, ha desarrollado
un tumor en el hígado. Es decir, al conflicto de nido en su
proyección social con su pareja, se sumó el conflicto de miedo
al hambre, miedo a la supervivencia económica… El tumor
en la mama y en el hígado, han sido respuestas biológicas de
reparación y supervivencia que la psiquis ha enviado a los ór-
ganos. ¡Si tu madre resuelve su dolor, su enojo puede recuperar
el equilibrio de la salud! ¡Necesita ser ayudada para lograr su
sanación!
—Mi tía también tuvo un tumor en su mama izquierda y
ella es derecha… —expuso otro de los jóvenes.
—¿Tiene hijos ella?
—Sí Salvador, tiene dos hijas.
—Seguramente ha vivido algún conflicto relacionado a sus
hijas… —repuso Salvador.
—Una de mis primas fue abandonada por su esposo, ellos
viven en Europa y mi tía lo sostuvo en secreto para que mi tío,
su marido, no se preocupe ya que sufre del corazón…
—Correcto, pueden ver como en este caso, esta mujer su-
friendo por su hija vivió este conflicto en extremo silencio y
desarrolló un tumor en su mama izquierda…
—Doc., ¿por qué a la gente le cuesta tanto vivir bien? —
preguntó el mismo joven.
—Porque vivimos en una mentira personal, armamos
proyectos sin contemplar nuestra esencia espiritual, no

#Pecado • 123
contemplamos quienes realmente somos… Nuestra formación
familiar y nuestra educación han sido vaciadas del verdade-
ro contenido espiritual. Nos han inculcado valores, creencias,
responsabilidades desarrollando nuestro hemisferio izquierdo.
Ello, nos alejó del poder intuitivo, de la energía femenina del
hemisferio cerebral derecho. Nos enseñaron a cumplir, a esfor-
zarnos por fuera del entusiasmo, es decir sin vivenciar nues-
tros dones y pasiones personales. Nuestras almas, han decidido
encarnar para crecer y evolucionar, las capacidades y virtudes
están íntimamente relacionadas a realizar aquello que nos en-
tusiasma. Por tal motivo, debemos comprender que Dios habi-
ta en cada uno de nosotros y para cada ser hay una proyección
diferente. ¡La Divinidad es algo único y personal, unido a un
universo consciente! ¡Cuando ello sucede, estamos viviendo el
amor en consciencia…!
—A mi hijo de sies años, hace dos meses le diagnosticaron
psoriasis… —contó otra de las jóvenes oyentes.
—¿Le ocurrió algo desagradable a tu hijo? —preguntó
Salvador.
—Su papá se marchó y no se volvió a comunicar con él…
—Conflicto de separación, sintió en su psiquis el despren-
dimiento de un fuerte afecto. ¡Sintió la sensación de que te
arrancan algo, como si le arrancasen un pedazo de piel…! Su
psiquis, ha reparado con aumento de queratina reforzando la
piel para fortalecer el desprendimiento. Hay que tratar su do-
lor emocional y lo podrá superar…
Francisco, con un gesto le indicó a Salvador el reloj que
estaba sobre la pared, había concluido el tiempo de la charla.

124 • Adolfo Maretto


—¡Queridos jóvenes salteños debemos seguir viaje! Antes
de retirarnos, quisiera que Martín les relate un caso que ocu-
rrió en un monasterio… —Martín se incorporó, caminó hacia
el centro de la sala.
—Gracias Salvador, quiero explicarles que soy periodista,
abocado a investigar y difundir estos conocimientos. Estoy
convencido que un mundo nuevo está comenzando a gestarse,
sin embargo aún hay mucha discordia social, mucha ignoran-
cia espiritual y mucho desconocimiento. Por ello estamos reco-
rriendo lugares, tomando información, recabando experiencias
para enriquecernos y compartirlas. Hace unos meses viajé a
Chile, donde estamos también trabajando con terapeutas, mé-
dicos y gente maravillosa. Fuimos a un monasterio donde se
cultivan plantas medicinales, conocí ahí a la hermana Mónica,
ella estaba muy dolorida, le diagnosticaron esclerosis múltiple,
le comenté esto a María, mi compañera y esposa. La religiosa
se comunicó con ella vía Internet, fue cuando entendió lo que
el cuerpo a través del síntoma le estaba diciendo… ¡De inme-
diato, me llamó llorando! Nos fuimos a la huerta, donde nadie
nos podía ver y me relató todo. Mónica, conoció a un hombre y
se enamoró, comenzó una relación sin dejar sus hábitos, lo cual
le generó una gran culpa, entonces creyó que lo conveniente
era sincerar la situación. Se confesó con el sacerdote que estaba
a cargo del monasterio. Este, no dejó que dejase los hábitos y
le impuso un régimen estricto de trabajos. Mónica, seguía ena-
morada pero estaba impedida, no podía contárselo a nadie lo
que le estaba sucediendo y le faltó valor para renunciar.
La esclerosis múltiple, genera dolores intensos a nivel de
articulaciones y masa muscular. La joven monja, vivió esta

#Pecado • 125
situación con una gran impotencia y prefería morir a seguir
soportando. Su psiquis actuó como un acto reflejo preservando
la vida, el mensaje en su subconciente ha sido: “Me paralizo
antes de que esto me mate, siento que no me puedo mover
como yo quiero, siento que no puedo avanzar…”
Cuando Mónica terminó de contarme todo, me pidió que la
alcance a la terminal de ómnibus, salió a buscar al hombre que
amaba. La esclerosis ya no es parte de su vida, prácticamente
no tiene síntomas, resolvió el conflicto y su inconsciente mo-
dificó la información, los músculos ya no necesitan paralizarla.

Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que


todo lo embellece…

126 • Adolfo Maretto


Capitulo 10
Pecado

“El que esté libre de errar,


que tire la primer piedra”

El vehículo tomó la carretera hacia San Salvador de Jujuy,


durante la noche había nevado en las montañas, el sol jujeño
comenzaba a entibiar el aire. Debían atravesar la Quebrada
de Humahuaca para llegar a Iruya, realizaron un descanso en
Tilcara, una bella población donde se puede respirar el espí-
ritu incaico y del pueblo Coya, el padre Benito los esperaba.
Caminaron por una calle angosta, el empedrado de las veredas
se mimetizaba con las paredes de las edificaciones, llegaron a
una vivienda humilde. La construcción de la casa mostraba sus
muros de adobe, techo de paja y tirantes de madera de cardón.
Golpearon la puerta, una mujer añosa, con marcados rasgos

#Pecado • 127
coyas los hizo pasar. Tomaron asiento, una mesa servida espe-
raba por ellos.
—¡Es humita, prueben el manjar que les ha preparado
Teresa! ¡Soy el cura Benito! —se presentó el hombre de escasa
estatura y tez trigueña, los platos distribuidos sobre la mesa,
soltaban un exquisito aroma inundando la habitación.
—El padre Benjamín me informó que viajó al Perú, fue a
entrevistarse con los indios Queros —manifestó el cura Benito,
tomó asiento, vertió vino derramando al suelo como gesto sa-
grado hacia la Pachamama y expresó:
—Hace dos mil años Cristo propuso un camino, un cam-
bio de consciencia, su verdad ha sido desviada del concepto
principal. La Iglesia, institución a la que pertenezco, ha sido
la antítesis necesaria para que nosotros hoy lleguemos aquí. Es
momento de dejar de adorar al Cristo del madero, al Cristo
crucificado, es momento de dejar de adorar a un muerto sacri-
ficado. ¡Hay que bajarlo de la cruz y conectarnos con el Cristo
vivo!
—¿Qué propone padre? ¿Una nueva iglesia? —preguntó
Tomás.
—Benito es mi nombre, padre hay uno sólo, el creador y tu
padre biológico, yo no soy más que un simple servidor de la
consciencia del Padre… Cristo propuso un cambio y ello no
sucedió, a partir del año 2012 se abrió un nuevo portal, esta-
mos viviendo en la tercera dimensión donde todo es dualidad,
todo es conflicto, vamos hacia la evolución de la cuarta y quin-
ta dimensión… En esta instancia, la Humanidad está llamada
a realizar el camino iniciático de la iluminación. El proceso

128 • Adolfo Maretto


antes era colectivo, ahora es personal. La búsqueda hacia el
autoconocimiento, hacia el autodescubrimiento es esencial.
Porque allí es donde habita Dios…
Proponemos Tomás, una nueva Iglesia que sea espiritual,
que vibre en la energía del amor, una Iglesia sin clientes, sin
pertenencias ni dependencias, sin represiones al alma, sin pro-
tocolos, sin escalafones… —Benito, tomó nuevamente la copa
de vino, saboreó un trago y prosiguió: —Venerar a la Madre
Tierra es venerar a María madre de Jesús y a María Magdalena.
La Iglesia se ha constituido en una estructura machista patriar-
cal, sin embargo su columna vertebral es María. No es casual
que ella haya realizado apariciones en diferentes lugares del
mundo. ¿No será que el mensaje del Padre sea comenzar a des-
cubrirnos en nuestras energías femeninas? Lograr el equilibrio
entre ambas energías activa la glándula pineal, la glándula pi-
tuitaria, el timo, las gónadas, ovarios y testículos. Esto, crea
equilibrio, sabiduría y salud física. Las enfermedades del cuer-
po surgen cuando se reprime el alma; cuando se reprimen los
sueños, los deseos, la pasión… Es ahí cuando el cuerpo habla a
través de la enfermedad…
—¿Benito, siente que es posible este cambio en la Iglesia?
—preguntó María.
—¡La Iglesia debe cambiar! —exclamó Vanesa tomando la
mano de Salvador.
—¡La Iglesia debe sincerarse! —dijo Benito.
—¿Sincerarse sobre qué? —ansiosos preguntaron Martín y
Salvador.
—Sincerar la vida de Jesús, sincerar la reencarnación y

#Pecado • 129
sincerar el significado del pecado… La iglesia debe tomar el
camino de la transformación como lo ha encarnado el propio
Cristo —expuso Benito.
—¡Se nos hace tarde, tenemos que llegar a Iruya y el camino
es dificultoso! —expresó Salvador.
Benito se sumó al grupo, el vehículo contaba con otra hilera
de asientos disponibles, ya eran seis el número de ocupantes,
cargaron combustible y buscaron algunas provisiones. Pasaron
por Humahuaca, dejando la mítica población a un costado.
Al cabo de unos kilómetros se desviaron de la carretera, toma-
ron en un camino pedregoso, la vegetación agreste mostraba
el rigor del viento de la Puna, el rigor de la altura sobre el ni-
vel del mar se hacían sentir, los viajeros iban masticando coca,
cruzaron el poblado de Iturbe, se visualizaban los rebaños en
pequeños corrales y algunos caseríos aislados.
—¡El cura Benjamín nos habló sobre la importancia del sig-
nificado de la palabra pecado! ¡Usted Benito lo volvió a men-
cionar…! —indicó Tomás.
—¡Interesante pregunta Tomás! Pecado, “pecatun” viene del
latín, significa falta, tropiezo; en griego fallo de la meta, no dar
en el blanco, en hebreo, su significado es errar… Ustedes que
han venido estudiando el significado de las palabras y de la vida
de Jesús, bien saben que Él nos ha dicho “Aleteia”: Desocultar
lo que está oculto, “Menua”: La fe de acuerdo al camino in-
terno que realices. Del griego viene la palabra “enthusiasmus”
“enthosiasmos”: Significa inspiración Divina, éxtasis, es una
voz formada de “entheos” o “enthous” Es una forma de decir:
“Que lleva a Dios adentro” —Benito tomó un manojo de ho-
jas de coca, comenzó a masticarlas con suavidad. Observó las

130 • Adolfo Maretto


montañas con sus diferentes tonos de ocres, el celeste intenso
del cielo recortado por los picos nevados; dirigió su mirada
a cada uno de los viajeros y prosiguió: —Jesús nos invitó a
descubrirnos en nuestra esencia, vivir en el entusiasmo es estar
conectados a Dios. Vivir realizándonos en lo que nos gusta,
en lo que nos apasiona, es vivir de acuerdo a nuestros talentos.
Descifrando cada uno de los mensajes de Cristo, vivir en el
pecado es vivir equivocado. Es vivir en el error de hacer lo que
no nos gusta, vivir con quien no nos entusiasma, obligarnos a
realizar lo que no apasiona, vivir en la rutina, vivir sin pasión,
sin el entusiasmo es “pecar…”.
—Lo que nos han dicho en la religión sobre el pecado, es
otra forma de ver las cosas… —manifestó Vanesa.
—La Iglesia se metió en nuestras conciencias creando ta-
búes que reprimen, que ocasionan culpas, miedos —increpó
con enojo María.
—El mandato religioso ha reprimido el alma —expuso
Benito y prosiguió: —Nos han hecho sentir culpables de lo
que miramos, hacemos y tocamos. El pecado entendido por
la iglesia ha reprimido el amor, lo ha condicionado. A los reli-
giosos nos han reprimido en nuestros deseos sexuales y luego
cometemos barbaridades. El concepto equivocado de pecado,
ha reprimido la evolución espiritual de cada persona.
¡Nos han enseñado que hacer el amor por pasión es contra-
rio al mandato Divino! La sexualidad vivida en consciencia, es
un acto sagrado, es un encuentro “álmico” de activación espi-
ritual. En el cuerpo se activan fisiológicamente las endorfinas
y serotoninas. Activa la salud. Cuando reprimimos nuestros
sentimientos, activamos cortisol, nuestros neurotransmisores

#Pecado • 131
dejan de crear salud… ¡Entonces! —elevó su tono de voz
Benito —Me pregunto: ¿Dios es perverso? ¿Al activar nuestras
endorfinas y nuestra salud es cuando pecamos? ¿Este Dios, es
tan perverso que al reprimimos para evitar pecar nos enferma-
mos? Queridos jóvenes, si aprendemos a descifrar el significa-
do real del pecado y comprendemos que pecar simplemente
es vivir fuera de Dios… ¡Es decir, vivir fuera del entusiasmo!
Si comprendemos esto, el mundo puede cambiar en décimas
de segundos… La Humanidad puede dejar de pelearse con-
sigo misma, puede comenzar a caminar en la consciencia del
amor…
De pronto, el vehículo comenzó a subir por un camino em-
pinado, la cúspide de la capilla de Iruya se visualizaba, parecía
estar colgada de la montaña.
—En quechua Iruya, significa confluencia entre ríos ¡El
Milmihuasi y Colanzuli se unen en este bello lugar! —descri-
bió el padre Benito.
—¡Estamos llegando viajeros! —exclamó Salvador, quien
conducía, estacionaron el vehículo frente a la emblemática
capilla.
—Cruzaremos a caballo el río, Don Jaime nos espera —in-
dicó Benito.
—Benito, entonces, si una pareja conviven casados por igle-
sia y no se aman… ¿Están pecando? —preguntó Tomás con
tono de picardía.
—¡Correcto, están viviendo en el pecado! El pecado es ac-
tuar con malicia en contra de alguien y vivir en el error. El
error es sostener algo que no nos gusta, obligarnos a realizar

132 • Adolfo Maretto


una tarea a disgusto, eso nos lleva a ser infelices, fuera del en-
tusiasmo, fuera de Dios… ¡Eso es vivir en el pecado!
Queridos jóvenes la convivencia debe ser desde el amor y
no desde la obligación de un papel o de un sacramento. El
fracaso de la Humanidad es porque vivimos en la dualidad, en
la mentira, en la desconexión entre la mente y el alma —com-
pletó Benito.
—En conclusión, ¡vivir en el pecado nos conduce a la en-
fermedad del cuerpo! ¡Vivir en el error nos desconecta de la
esencia del alma! —expresó Salvador
—¡El síntoma de una dolencia es quien nos informa, si se-
guimos en el error, el cuerpo enferma! ¡Maravillosa explicación
Benito! ¡Gracias por ayudarnos a comprender lo que es pecar!
—completó María.

Que tu amor esté sólo donde crecen


nuestras acciones.

#Pecado • 133
Capitulo 11
La consciencia del bien

El camino brinda señales todo el tiempo


es la libertad del caminante,
hacer de ello su destino…

El grupo llegó cabalgando tras cruzar el río, Don Jaime es-


peraba bajo la sombra de una galería construida con cañas, su
rostro, fiel reflejo de los pueblos originarios. Ojos pequeños,
nariz aguileña, labios anchos y cabellera larga plomiza. Al ver a
Benito junto al grupo que lo acompañaba, una sonrisa iluminó
sus pupilas.
—¡Mi tierra abraza a las almas blancas, son bendecidas por
la Pachamama que los espera! ¡Soy del país hermano de Bolivia,
para la Madre Tierra, las fronteras no existen! —con un afec-
tuoso abrazo recibió Don Jaime al grupo. Caminaron unos
#Pecado • 135
metros junto al río, paredones naturales de piedra se erguían
frente a ellos, un par de llamas y algunas cabras estaban me-
rodeando, se detuvieron frente a una construcción de adobe.
—Es nuestro centro de salud comunitaria de terapias al-
ternativas. Trabajamos chamanes, sanadores y médicos del es-
píritu… Personas de toda la región vienen a sanar sus dolores
“álmicos”, sus dolores corporales, sus dolores de la mente… —
don Jaime buscó un puñado de hojas de coca, las desparramó
sobre el piso de la sala y manifestó: —¡El cuerpo es un reflejo
del alma! En las ciudades hacen grandes hospitales, son fábricas
de enfermos, atienden a las personas con un sentido técnico,
no hay tiempo para escucharlas, para brindarles amor… Son
centros de la enfermedad, las personas en esos lugares a veces
se curan, pero no aplican la verdadera sanación… Sanar, es co-
municarnos con el dolor interno, con el dolor emocional que
no deja habitar el alma en su totalidad. Nuestra labor, es sanar
desde el conflicto de la mente, así el espíritu vuelve a conectar
y activar la sanación del cuerpo.
—¡Pasen por acá por favor! ¡Son bienvenidos! —indicó una
mujer de unos cuarenta años aproximadamente. Su cabellera
larga, lucía una extensa trenza que caía sobre su casaca colori-
da. Salvador y sus acompañantes tomaron asiento junto a otras
personas.
—¡Toditas estas personas son hacientes que colaboran con
el centro! Algunos bajan del cerro y tienen horas de camino,
traen yuyos y ayudan en la tarea diaria. Mi nombre es Eulalia,
voy a relatarles sobre algunos casos que hemos atendido, sus
historias de vidas y el camino maravilloso de sanación que vie-
nen realizando…

136 • Adolfo Maretto


—¡Estamos ansiosos por escucharte y aprender! —exclamó
Martín.
—¡Él siempre está ansioso! —completó María sonriendo.
—Cada haciente viene a enseñarnos algo, viene a buscar
en nosotros una conexión para despertar su sanación. Hoy, en
este sagrado lugar a dos mil metros de altura, venimos a apren-
der y a compartir esta maravillosa sabiduría… —manifestó
Salvador.
Eulalia se ubicó y comenzó a explicar: —Pedro Vivas, a los
treinta y cinco años le diagnostican insuficiencia renal, cuando
llegó al centro estaba por comenzar a dializarse. Comenzamos
a preguntarle acerca de su vida, desde que era muy pequeño
hasta la actualidad. Ante cada conflicto, trabajamos la libera-
ción emocional, realizando un desbloqueo desde su incons-
ciente. Hemos trabajado sobre las memorias que han quedado
escondidas en su psiquis. Pedro, recordó un episodio cuando
era pequeño, en un río casi se ahoga, pero por suerte lo rescató
un tío. Al ser rescatado lo llevan junto a su madre, él llora-
ba y la madre lo retó en vez de abrazarlo… En esta situación
aparece ya un detonante, un conflicto relacionado al agua y a
sentirse rechazado, abandonado. Pasaron los años y a los vein-
te, su padrastro, pareja de la madre lo golpea, su madre no lo
protegió, por el contrario lo retó, otra vez se repite el senti-
miento de abandono, a los 35 años lo operan de urgencia por
un apendicitis, su novia no lo acompañó, su madre tampoco,
en ese hospital él, se sintió solo y abandonado… A los seis me-
ses, comienza con una disfunción renal.
Los riñones se conectan con la emoción del miedo, pero
no cualquier miedo. El miedo de sentirme solo, abandonado.

#Pecado • 137
En nuestra psiquis hay una memoria arcaica, donde el primer
hombre de las cavernas necesitaba activar su mecanismo de
supervivencia. Al sentirnos solos se activan esas memorias de
la psiquis y nos sentimos como en el medio de los desiertos,
abandonados. Nuestra mente lee el conflicto, hay un miedo,
necesitamos agua y los riñones son los que movilizan el agua
de nuestro cuerpo. Dejamos de orinar para retener agua en
nuestro cuerpo… Cuando Pedro tomó conciencia de ello y de
sus recuerdos traumáticos, fue sanando y liberando su mente.
Hoy los valores de sus análisis se han restablecido y los riñones
volvieron a funcionar regularmente.
—¿Los riñones responden a sentimientos de miedo, sole-
dad, abandono? —preguntó Tomás, anotando en su borrador.
—Así es joven —manifestó Eulalia y prosiguió:
—Carmen de setenta años de edad conoció a un hombre y
formó pareja a los cincuenta y cinco, ella era una mujer sana y
vigorosa. Este hombre la manipulaba, manejaba sus tiempos y
espacios. A los cincuenta y ocho, Carmen, comenzó con pre-
sión arterial alta y problemas cardíacos. Comenzó a padecer
una invasión de territorio. A los sesenta tuvieron que operarla
de caderas. Conflicto con el dinero, la sexualidad y autoestima,
su pareja comenzaba a manejarle sus inversiones, sus capitales
y la desvalorizaba constantemente… Esto fue acrecentándose,
alejándola de sus hermanos y sobrinos, llevándola a vivir a un
lugar donde ella no se sentía cómoda. Comenzó a los setenta
con graves problemas de columna y nervio ciático. El signi-
ficado es: “No valgo, no puedo avanzar, no sirvo” Este era el
sentimiento profundo de Carmen en su psiquis.
Llegó a nosotros, lo primero que le propusimos fue tomar

138 • Adolfo Maretto


distancia de su pareja, una relación tóxica que la ha ido enfer-
mando, se mudó a una casa con un bello patio donde puede ob-
servar y disfrutar de sus plantas. Hemos trabajado para activar
su sanación con hierbas, esencias florales y decodificando sus
conflictos, liberándola del bloqueo emocional. Actualmente su
autoestima ha cambiado, hoy ya puede caminar y los dolores
van desapareciendo. Cuando sentimos que no valemos, nues-
tra estructura ósea se desmineraliza, lo mismo sucede con las
piezas dentarias. A propósito, nuestra compañera de trabajo
Carolina, odontóloga sanadora, trabaja con esencias orgánicas
y otros productos remineralizantes, con ello y sin invadir se
recupera la biología de los dientes…
—¿Los dientes también se relacionan con la emoción? —
preguntó asombrado Tomás.
—Así es Tomás —respondió María y prosiguió:
—Nuestra boca es un fiel reflejo de la mente y del alma,
cada pieza dentaria tiene un sentido de relación con el arque-
tipo de la persona. La psiquis, guarda informaciones desde el
hombre de las cavernas. Cuando el individuo siente que los de
su misma especie son mejores, que se desempeñan con mayor
eficiencia, crece la desvalorización personal. La dentina, capa
interna del diente se desmineraliza, en el subconsciente se ac-
tiva el sentimiento de no tener la capacidad de morder, como
si la tienen los otros, siente que vale poco, autoestima baja…
—Si a un niño que tiene caries se lo somete a un tratamien-
to con anestesias, invadiendo sus piezas dentales, sin com-
prender su estado emotivo, podemos acrecentar su conflicto,
su baja autoestima y la desmineralización dental… Hoy, con
métodos no invasivos, esencias florales y un trabajo consciente,

#Pecado • 139
se recompone la salud dental en niños y adultos… —agregó
Salvador.
En ese instante irrumpió una joven de cutis claro, cabello
castaño, aspecto sumiso y mirada cálida.
—¡Hola Danisa! —saludó Eulalia a la joven —Estamos
comentando casos, las experiencias de sanación en cada ser ha-
ciente ¡Llegaste a tiempo para contarnos tu experiencia con las
harinas!
La joven saludó y con timidez comentó: —Hace tres años
trabajaba como docente en una escuela rural, estaba en un re-
creo tomando un té y comiendo pan casero elaborado por los
alumnos. En ese instante, un padre ingresó a la sala de maes-
tros y me insultó por una medida disciplinaria que habíamos
tomado con su hijo. Yo estaba comiendo un trozo de pan y
me sentí muy mal, al cabo de unos meses, cada vez que inge-
ría alimentos con harina me descomponía, fui a una consulta
médica, me realizaron algunos estudios y me dijeron que era
celíaca. Con el transcurso de varios meses llegué a este cen-
tro, trabajamos las emociones. Me preguntaron si había vivido
alguna situación desagradable y me di cuenta de este suceso
mientras comía el pan casero.
—Su psiquis tomó una información: “Todo alimento con
contenido de harinas era agresivo para el cuerpo” Trabajamos
la toma de conciencia del suceso, el conflicto que generó este
padre enfadado, modificamos la información. Comenzó a con-
sumir harinas y liberando la emoción negativa. Danisa, mien-
tras comía en pocos minutos enrojeció su rostro y comenzó
con ardor, luego trabajando la liberación del conflicto se nor-
malizó y a partir de ese momento dejó de ser celíaca… —relató

140 • Adolfo Maretto


Eulalia y prosiguió: —Las alergias siempre están relacionadas
a un conflicto emocional, tomar conciencia de ello nos permi-
te liberar la causa emocional. Salvo, cuando es provocado por
una sustancia tóxica…
Benito se levantó del sillón donde estaba sentado, caminó
hacia Eulalia, la tomó de la mano, con un gesto suave, soltó
una sonrisa: —Gracias Eulalia, sabía que ustedes realizaban
una tarea importante en este centro ubicado en el medio de
las montañas, pero ignoraba la metodología y el alcance de
esta nueva forma de mirar a la enfermedad. Pertenezco a la
Iglesia, somos los encargados de transmitir el mensaje de Dios,
el mensaje de la Divinidad lo tenemos todos, la Iglesia no es
dueña de la fe. Cada persona puede difundir el mensaje Divino
y cada persona tiene la capacidad de sanar y recuperar su salud,
el problema, es que muy pocos lo sabemos… La espiritualidad
y la salud deben estar en manos de la gente ¡Todos somos sa-
nadores! ¡Todos somos hijos de Dios! ¡Debemos despertar el
conocimiento oculto que habita en nosotros!
Un niño ingresó corriendo, agitado miró a Benito y le dijo:
—¡Dos hombres lo buscan en la capilla del pueblo! Dicen que
es importante…
Benito miró al grupo, todos decidieron acompañarlo.
Ensillaron los caballos y marcharon. El regreso fue lento, los
caballos iban al galope, el sol caía detrás de los cerros. Al in-
gresar a Iruya, un lugareño parado al frente de la capilla indicó
que lo esperaban en una casa. Los acompañó dirigiendo el ca-
mino, al llegar, sólo ingresó el cura Benito, los demás se queda-
ron esperando afuera. La habitación estaba alumbrada con una
farola que colgaba de un tirante de cardón, dos hombres con

#Pecado • 141
sacos oscuros esperaban sentados.
—¡Pase padre! Soy Monseñor Montironi y el doctor
Lamolina es quien me acompaña, lo hemos estado observan-
do —Benito comenzó a sudar, una respiración nerviosa se apo-
deró de él.
—¡No se preocupe padre! No hemos venido a enjuiciar-
lo, sabemos lo que hace y sabemos sobre sus investigaciones.
Desde el seno de la Iglesia de Roma estamos preocupados, el
mundo está viviendo una crisis existencial y nosotros, la madre
Iglesia somos responsables… ¡Hay conocimientos sobre Cristo
que deben ser develados, pero es imposible implementarlos
ahora…! —Benito ya había recobrado la calma, se acercó a la
mesa donde estaban sentados los dos hombres, tomó asiento y
manifestó: —Jesús ha sido un joven misionero, sabio, sanador,
humilde, honesto y sincero… La Iglesia lo ha transformado en
un hombre serio, superdotado por el espíritu santo y venerado
desde su cadáver colgado en una cruz. ¡Monseñor, a la gente
nunca les enseñamos conectarse con el Jesús vivo, siempre los
hemos conectados con el Cristo de la cruz! ¡Hay un Dios vivo
en cada hombre y la Iglesia, ha puesto a Dios por fuera del
hombre! ¡Ha puesto el miedo y la culpa, por encima de la gra-
cia y de la luz!
—¡Estamos de acuerdo padre Benito, pero la Iglesia siem-
pre ha predicado sobre Jesús en vida ¡Todo el Evangelio habla
sobre Él! —replicó el Obispo.
—Monseñor, el Evangelio nos dice una porción de la ver-
dad sobre Jesús, hay mucha información que no se publicó, lo
cual significa mostrar un Jesús a medias y eso nos ha dejado
incompletos…

142 • Adolfo Maretto


—¡A qué se refiere! —expresó el Obispo.
Benito de inmediato salió de la vivienda. En la calle, bajo el
intenso frío, estaba Salvador, a quien llamó.
Al ingresar: —¡Ya nos conocemos! —con asombro dijo
Salvador.
—El doctor Salvador tiene información que vale la pena
compartir… —expresó Benito.
—Jesús tenía poderes, la Iglesia se los ha adjudicado como
milagros, eso nos ha puesto al resto de la Humanidad en una
postura de inferioridad ante el hijo de Dios… Los Evangelios
Apócrifos develan otra verdad, Jesús ha recorrido un camino
iniciático. Esa iniciación lo ha llevado a transformarse en un ser
espiritual, equilibrando sus hemisferios cerebrales, potencian-
do el poder masculino de la proyección y el poder femenino de
la atracción ¡Si la Iglesia enseñara el camino de Cristo a cada
ser humano, lograríamos activar la glándula pineal, el tercer
ojo! ¡Eso nos convertiría en seres con el poder de la sanación
e intuición! ¡Si la Iglesia develara quién fue en verdad María
Magdalena, activaríamos el hemisferio derecho, la intuición
femenina que aún carece la Humanidad… —aseveró Salvador.
—¡Hemos armado una conciencia errónea sobre el pecado,
hemos estructurado a la fe, hemos limitado el potencial de la
espiritualidad —Benito levantó su tono de voz, luego con una
mirada suave sobre el obispo expresó: —Monseñor, ¿por qué
los religiosos solemos vestirnos de negro? ¿Jesús se habrá vesti-
do alguna vez de negro? El color negro es la antítesis del blan-
co, el blanco es símbolo de pureza, el pueblo de los Esenios,
de donde Él provenía, usaban vestiduras blancas. Para ellos la

#Pecado • 143
pureza, el amor, la sanación, la humildad, la equidad social era
su esencia. No utilizaban el dinero entre ellos, el trueque era su
método de intercambio. Jesús no predicaba en los templos de
piedra, caminaba entre la gente, le molestaba los mercaderes en
los templos, su mensaje hablaba del camino interior, de vivir
el presente sin preocuparnos por el mañana, no le interesaba
pertenecer a las jerarquías sociales… Señores, cómo habremos
confundido su mensaje, que si vemos a una persona de barba
y pelo largo, lo catalogamos de vago, sucio, desprolijo. Si ve-
mos a alguien sanando a un ser humano, le decimos charlatán,
curandero, lo menospreciamos. Si vemos a alguien meditando,
nos reímos ¡Cristo era todo eso! ¡Sin embargo, señor Obispo,
nos mencionamos Cristianos Católicos!
¡Sabe señor Obispo, nos da vergüenza ser parecidos a Cristo!
¡Tenemos exagerados prejuicios sobre alguien que realice lo
que Él hacía! Somos incoherentes, hipócritas con nosotros
mismos… —Benito realizó una pausa, acomodó sus hombros,
levantó su dedo índice: —¡La verdad, está en nuestro interior,
allí habita Dios, no en las iglesias materiales…! —Benito hizo
una pausa, tomó aire y preguntó: —Señores, ¿cuál es el propó-
sito de ustedes? ¿A qué vinieron?
—Venimos a buscar ayuda, la Iglesia está en crisis, el men-
saje de Cristo se ha perdido… La Humanidad se ha volcado al
dios del consumismo, la Tierra es ultrajada para producir más,
la gente quiere tener más confort, más posesiones. El tener los
somete a vivir en función de lo que poseen. ¡Hay un crecimien-
to constante de los estados depresivos y de la insatisfacción
personal! —preocupado el obispo se expresó.
—El Tener ha superado al Ser, nos llamamos cristianos sin

144 • Adolfo Maretto


embargo, vivimos a la inversa de lo que ha sido Cristo… —
agregó Benito.
—Así es padre Benito, en Roma esto se sabe, sabemos que
se han ocultado conocimientos trascendentes, no es hora de
culpar, es hora de animarnos a despertar, hacer de la fe un ca-
mino espiritual —el Obispo tosió un par de veces, limpió su
nariz con un pañuelo, observó a Benito y preguntó: —¿Tienen
alguna propuesta padre?
—¡Ustedes la deberían tener Monseñor! —exacerbado ma-
nifestó Benito y continuó: —La Iglesia y el Papa como líder
tienen aún, un gran poder de convocatoria… Mi propuesta,
la propuesta de quienes venimos trabajando hacia una nueva
consciencia, es un cambio filosófico y de concepción espiritual.
Los templos, las parroquias deben transformarse en centros de
autoconocimiento, de meditación y sanación. Deben transfor-
marse en verdaderas escuelas iniciáticas, abocadas a despertar
el alma de las personas en un camino interior a consciencia,
enfocados en el amor, en el desarrollo de las capacidades espi-
rituales y no de rituales religiosos… La iglesia, la espiritualidad
deben estar en manos del hombre, del ser y no de las jerarquías
religiosas. La salud, debe estar a cargo de maestros espiritua-
les y médicos que utilicen su conocimiento desde el principio
espiritual.
Benito hizo una pausa, sintió el tenor de la emoción en sus
palabras, observó al Monseñor y prosiguió: —Salud, proviene
de la diosa que adoraban los romanos, la diosa ”Salus” signifi-
ca estar a salvo, proviene a su vez de la raíz “sol” que significa
entero, proviene del griego “holos” que significa: Entero total.
¡Monseñor, no hay totalidad en la salud si no hay espirituali-
dad! ¡Debemos trabajar para la totalidad del Ser!

#Pecado • 145
—¡El Papa está dispuesto a comenzar este gran cambio!
Sabemos la importancia del Santo Grial. Activar la cons-
ciencia cósmica del tercer ojo, activar la glándula pineal nos
hará conscientes del amor de Cristo y esto revolucionará a la
Humanidad. También sabemos, que el cambio de consciencia
será muy traumático, generará grandes divisiones en el seno
de la Iglesia y en el seno de la Humanidad. ¡Es algo necesario
sincerar la vida de Cristo! ¡Descubriréis la verdad y la verdad os
hará libres! —completó el Monseñor.
—¿Qué debemos hacer Monseñor? —preguntó decidido
Salvador.
—¡Acompañarnos a Roma, necesitamos de ustedes, nos
esperan en el Vaticano! —indicaron el doctor Lamolina y el
Obispo.

¡Que así sea!

El chillido de los neumáticos del Boeing resonó al golpear


contra la pista de aterrizaje del aeropuerto de Roma, dos hom-
bres de traje esperaban junto a las escalinatas. En un vehículo
de color oscuro subieron Salvador, el padre Benito, monseñor
Montironi y el doctor Lamolina. Recorrieron calles estrechas,
algunos transeúntes y turistas sacando fotografías, ciento de
palomas revoloteando, el sol se escurría detrás de la Basílica de
San Pedro… Caminaron a paso lento atravesando la plaza, una
enorme escultura de bronce simbolizando la glándula pineal
sorprendió a Salvador, lo sintió como toda una señal, acarició
entre sus dedos un collar con una pequeña lechuza trabajada

146 • Adolfo Maretto


por los indios Wichí, símbolo de la consciencia, protección y
apertura espiritual. Una puerta amplia se abrió, la claridad so-
lar atravesaba la enorme sala. La silueta a tras luz se acercó, su
envestidura blanca, a paso lento, con el retumbar de sus pasos,
se detuvo frente a ellos…
—¡Un momento crucial para la luz de la Humanidad! —
pensó en su interior Salvador y recordó las palabras de Jeshua:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

Amén

#Pecado • 147
Tus errores, tus Pecados,
serán perdonados por ti mismo,
serán perdonados cuando salgas de tu propio Error…
¡Que el Entusiasmo sea parte de tu vida!!!

#Pecado • 149
Este libro se terminó de imprimir
en Septiembre de 2016
Córdoba - Argentina

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