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Bienes Fungibles y No Fungibles

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Bienes fungibles y no fungibles

Los bienes fungibles son un tipo de bienes muebles que sufren desgaste,


deterioro o destrucción durante su utilización, pero que al mismo tiempo pueden
perfectamente ser reemplazados por otro bien de la misma naturaleza. Dicho de
otro modo, los bienes fungibles son bienes perecederos pero reemplazables, ya
que en su producción no se les imprimen particularidades únicas. Por
ejemplo: dinero, alimentos, libros y libretas.

Por el contrario, los bienes no fungibles son aquellos que, similarmente, sufren


deterioro, desgaste o destrucción durante su uso, pero que no pueden ser
intercambiados por otro de su especie, dado que se trata de objetos únicos y
particulares. Dicho de otro modo, los bienes no fungibles no pueden reemplazarse
con la misma facilidad que los fungibles, dado que presentan características
únicas y singulares. Por ejemplo: hallazgos arqueológicos, ediciones únicas,
prendas de vestir a medida.

El término fungible proviene del vocablo latino fungi (“consumir” o “aprovechar


hasta lo último”), y la distinción entre bienes fungibles y no fungibles proviene de
los tiempos del Derecho Romano, o sea, de la antigüedad. Esta diferencia suele
estar contemplada en las respectivas leyes de las naciones, especialmente en lo
que atañe al derecho civil y mercantil, y se ha popularizado a comienzos del siglo
XXI debido a la aparición de los llamados NFT (del inglés Non-fungible token, o
sea, “Token no fungible”) vinculados con el arte digital y los activos financieros
digitales.

 Ver además: Tipos de bienes

Ejemplos de bienes fungibles


Son ejemplos de bienes fungibles los siguientes:

1. El dinero, ya que al utilizarlo para comprar algo se pierde o acaba (o sea, se


intercambia por lo comprado), pero puede reponerse mediante alguna operación
comercial o mediante el trabajo, ya que todos los billetes y monedas presentan un
mismo valor respectivo.
2. Los alimentos y bebidas industrializados, que compramos, consumimos y
luego reponemos en nuestros anaqueles con productos de la misma marca, como
productos enlatados, bebidas embotelladas, alimentos empaquetados, etc.
3. La ropa y el calzado comunes, producidos en masa y comercializados en las
tiendas, se trata de insumos que podemos reemplazar por otros iguales cuando
estén muy deteriorados, como en el caso de unos zapatos deportivos.
4. Los libros de tiraje masivo, de los cuales se imprimen miles o incluso cientos de
miles de ejemplares para vender en librerías, de modo tal que si estropeamos
nuestro ejemplar podemos comprar otro idéntico cuyo texto no presenta ninguna
variación.
5. Los electrodomésticos y aparatos electrónicos, como televisores, tostadoras,
licuadoras, microondas, teléfonos celulares o computadoras, que pueden
reemplazarse por otros del mismo modelo en caso de presentar averías o
estropearse.
6. Libretas y cuadernos, cuyas páginas se acaban al escribirse, pero que pueden
reemplazarse por un cuaderno nuevo e idéntico para seguir escribiendo.

Ejemplos de bienes no fungibles


Son ejemplos de bienes no fungibles los siguientes:

1. Las obras de arte originales, que pueden ser copiadas o reproducidas, pero
nunca reemplazadas por otra igual. Por ejemplo, hay una sola Gioconda original
de Leonardo da Vinci, a pesar de que su imagen haya sido reproducida millones
de veces con fines comerciales y decorativos. Pero si el museo donde la obra se
alberga sufre un accidente y la obra se destruye, no habrá ninguna otra para
reemplazarla, pues las copias no reemplazan la obra original.
2. Las ediciones únicas, que son ejemplares de libros editados hace muchísimo
tiempo o en editoriales clandestinas, de los que no existen ya sino poquísimos
ejemplares en el mejor de los casos. La destrucción de uno de estos libros no
puede reemplazarse con una edición moderna, pues se trata de ediciones únicas.
3. Los hallazgos arqueológicos y paleontológicos, como huesos de dinosaurios y
herramientas líticas del humano primitivo, que son hallazgos únicos en la historia y
aunque hoy podamos imitar la técnica de su elaboración para producir otros
similares, el valor histórico y arqueológico del original lo hace único e
irremplazable.
4. Prendas de vestir diseñadas a la medida, o sea, por profesionales de la costura
que elaboran piezas únicas tomando las medidas del cliente y diseñando ropa
especial para él. En caso de que dicha ropa se destruya, quien la confeccionó
tendría que volver a medir, volver a diseñar y crear algo similar, pero nunca sería
el mismo objeto.
5. Objetos de colección irreproducibles, como botellas de vino de cosechas viejas
y específicas (por ejemplo, un Pinot Noir de 1945), bienes personales que
pertenecieron a personalidades famosos y otros objetos de colección de los que
existen modelos similares en el mercado, pero que poseen su valor específico por
las condiciones históricas en que fueron producidos o utilizados.

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