Entre Enredos
Entre Enredos
Entre Enredos
dejarme tanta tarea. Josefa es mi profesora de historia y nadie se la banca, nadie, ¿por qué?
Porque siempre nos deja tarea y porque te reta por cualquier cosa! En fin, el cumpleaños de mi
hermana, Elena se acercaba y mi mamá me había ordenado que le comprara un regalo,
preferentemente, ropa. No sé para qué necesita más ropa si ya tiene demasiada! En fin, así son las
mujeres. Como les iba diciendo, tenía que ir a Cabildo para comprarle el regalo a Elena. Realmente
no me interesa la moda o lo que me ponga, bueno no me importa mucho. Así que no sabía que
comprarle. Mamá me dijo que le comprara en Como Quieres… que es una de sus tiendas favoritas
de ropa o en ONA SAEZ, pero qué le compraba. Entonces salí a la calle a buscar un taxi que me
llevara a Cabildo, pero no pasaba ningún taxi (por lo general por la calle en la que vivo siempre
está lleno de taxis) pero no había NADA! Entonces subí rápido de nuevo al departamento para
buscar mi skate e irme patinando hasta Cabildo. Como era de mediodía, por Av. De Los Incas (la
calle en donde vivo) no había casi nadie en la calle porque todos están almorzando o en el trabajo
entonces me fue más fácil deslizarme. Tardé unos diez minutos en llegar a Cabildo, pero ahí está
lleno todo el tiempo así que se complicó. Fue todo un reto esquivar a la gente que camina para el
lado contrario. Cuando llegué a Como Quieres… me encontré en la vidriera un vestido que le
podría llegar a gustar a Elena. Era gris, tenía volados y escote en V con botones para abrocharlos y
una cinta de color naranja que le daba el toque de color. Era precioso, pero no me alcanzaba la
plata que me había dado mamá. Solo me había dado setenta y nueve pesos, que no era mucho
pero el presupuesto de mis padres no es muy alto. Mi papá es dentista, cobra caro, pero la plata
de papá se usa para pagar los impuestos y esas cosas y mamá es la recepcionista del hotel ‘’ Tejas
Rojas´´ que es el mejor de Belgrano según ella. Y gracias a su trabajo podemos vivir en un
departamento decente con tres cuartos, dos baños y un living grande y cocina por supuesto pero
no es tan grande. Tengo mi propio cuarto con mi computadora y mi fiel escritorio. Digo mi ‘fiel’
escritorio porque lo tengo desde que nos mudamos a Buenos Aires, porque solíamos vivir en Mar
del Plata, ahí tenía a mis amigos, a la playa y a Milagros, mi ex novia. Sí, ex, porque cuando le
conté que me mudaba me cortó, fue triste porque nos llevábamos muy bien, pero ya lo superé
porque fue hace un montón. En fin, después el cuarto de mi hermana al cuál no entro mucho
porque no me deja pero las veces que entré vi que tiene un rincón con posters de los hombres
más lindos de Hollywood. Después tiene en el placar, notas con cosas que tiene que hacer en la
semana, como programas que ver o estudiar o comprar tal cosa o lo que sea, también tiene una
computadora en su escritorio. Después el cuarto de mis papás es excepcional porque siempre
tiene cosas tiradas por el suelo o por las paredes, es todo un descontrol, pero cuando está
ordenado, nadie puede entrar a pisar o tocar lo que sea del cuarto. El living es el cuarto de todos,
uno siempre está ahí porque está la televisión y porque está la mesa y el sillón grande. Todos
convivimos generalmente ahí, estamos casi todo el tiempo hasta hacemos la tarea ahí. Yo justo
estaba haciendo la tarea en el living cuando mi mamá me llamó por teléfono diciéndome que ella
iba a buscar las flores y la comida para la fiesta, entonces me acordé de la fiesta y fui volando
hasta Cabildo para comprarle el regalo a mi hermana que se suponía que ya lo debía haber
comprado hace un montón. En fin estaba hablando de otra cosa. Como no me alcanzaba el dinero
para el vestido, decidí entrar y ver lo que había en venta. Había mucha ropa linda, sobre todo los
vestidos pero todos estaban alrededor de doscientos o ciento ochenta pesos. Así que me fui.
Cambié de tienda y entré a Paula Cahen y la ropa era, como decirlo, era un poco aburrida, tal vez
era porque era para personas más grandes así que dije ‘bueno gracias’ y me fui. Después llegué a
ONA SAEZ mamá dijo que a Elena le gustaba la ropa de ahí. Entré y vi cosas que le podían gustar
pero tenía que escoger entre una remera de cuarenta y cinco y otra cosa de otro lugar o una
remera larga sin mangas de ochenta y cinco podía pagar diez pesos más. Al final elegí la remera y
me fui a buscar algo más, podría ser otra remera, tal vez de otro lugar, no sé. Soy un chico y no se
mucho de moda pero puedo elegir algo que le guste porque conozco cómo se viste mi hermana.
Miré el reloj y no tenía casi tiempo. Mi madre estaba por llegar a la casa y no me iba a encontrar
así que compré unos bombones en Bonafide esos de chocolate con menta que le encantan, los
envolví en papel de regalo y volví esquivando a la gente en mi patineta. Cuando llegué a Av. De Los
Incas estaba mucho más lleno de lo que estaba a la ida. Pasé por la Argentina y vi que mi mamá
estaba adentro entonces me apuré aún más con el skate. Por esa zona no había nadie algo muy
pero muy bueno. Llegué a mi casa, y estaba mi primo con mi papá colgando los globos y tendiendo
la mesa. Eran las dos menos tres. Era tarde ya. Entonces mi papá me vio y me miró con cara
desconfiada y me dijo que guardara los regalos en el baúl. Todos los años guardamos en un viejo
baúl de mi abuelo, que está en perfecto estado, los regalos de todos los cumpleañeros que
festejen su cumpleaños en nuestra casa. Los guardé y me cambié. Mi hermana estaba vistiéndose.
Estaba hermosa. Y por supuesto, toda la familia iba a venir a casa, y además era su cumpleaños y
tenía que estar linda. Cumplía diez y siete y hasta ahora la vida le había ido perfecta, porque
obtuvo una beca en Ort, y consiguió amigos re buena onda que son muy divertidos y son buenas
personas. A ella le gusta festejar siempre su cumpleaños a lo grande pero como había hecho fiesta
cuando cumplió quince, mis papás dijeron que hasta un tiempo sus fiestas iban a ser más
tranquilas. Ella ama la fiesta, el baile sobre todo y le encanta pintar. Sí pintar, dice que quiere ser
pintora y donar plata a la caridad, pero donar mucha plata como millones de pesos tal vez de
dólares como las estrellas de Hollywood. Me lleva dos años y nos entendemos muy bien, y nos
llevamos excelente porque nos llevamos pocos años. Mi hermana les rogó a mis papás que se
fueran a cenar o a otra parte mientras era su cumpleaños y como era su día, aceptaron. También
me quería meter a mí en la salida pero yo le pedí de rodillas si me podía quedar porque no soporto
salir a comer con papá y mamá porque son muy insoportables y además me aburro. Por suerte
aceptó con la condición de que me quedara en mi cuarto y que solo podía ir al living cuando le
cantaran el feliz cumpleaños. Acepté, total, estoy en la compu chateando o haciendo otra cosa en
mi cuarto, sino puedo estar en el cuarto de mis papás viendo la tele.
Va a hacer dos fiestas en el mismo día. Una con la familia a las dos del mediodía y otra con
sus amigos a las nueve de la noche, por supuesto. Mi mamá llegó después de que llegó mi tío
Miguel con mi prima Anabela. Todos ayudamos a terminar de ordenar la comida en la mesa y de
las otras cosas que faltaban. La verdad es que nos faltó tiempo porque terminamos después de
que llegaron mis abuelos Elisa y Gregorio. Después empezaron a llegar los demás; Mi tía Silvina
con sus hijas Renata y Cristina, el tío Rupert, los abuelos Roberto y Ornella, mi primo Sebas (que se
llama Sebastián pero es muy largo su nombre entonces le decimos Sebas), mi tía abuela Sara y mi
tío Pascual. Ya sé son muchas personas pero la familia es grande porque los abuelos Elisa y
Gregorio tuvieron muchos hijos. La fiesta fue un éxito, todos se divirtieron y la torta estuvo buena.
La hizo mi mamá. Cuando todos se fueron, me quedé limpiando el living con mi mamá mientras mi
hermana abría todos sus regalos. Los invitados se habían ido, todos excepto mi tío Rupert que se
quedó hablando con mi papá. Cuando terminé de limpiar, me fui a mi cuarto y me conecté en el
chat. Alguien me empezó a hablar. Era Miranda, una chica de mi clase que todos los chicos dicen
que está muy buena, pero para mí nada que ver. Es más, me parece repugnante porque sus
dientes están torcidos y amarillos, tiene una cicatriz en el cuello y su busto es muy abundante.
Claro que lo del busto atrae a muchos chicos pero a mi no. En fin, Miranda me estaba hablando.
Me preguntaba que nos había dejado Josefa de tarea. Le contesté que era mucha, pero que se la
mandaba por mail. Me contestó con un ‘ok’. Parece que no se dio cuenta de que estuve horas
pasando la tarea a la computadora, y luego tuve que mandársela por mail. Claro, no será atractiva,
pero será viva. Le pasé todas las respuestas y ella lo único que tenía que hacer era imprimir el
trabajo y listo. Yo, en cambio, estuve DOS horas, dos horas intentando y resolviendo el
interminable trabajo. Era acerca de la segunda guerra mundial, había que hacer un resumen de los
textos leídos en la semana, luego contestar como diez largas preguntas y después hacer otro
resumen sobre las respuestas de las preguntas! Era ridículo! En fin, cuando le terminé de mandar
la tarea, me dijo gracias, me imagino que te tomó mucho trabajo (ni se imagina) así que me
gustaría compensarte con lo que quieras. (Si así le llama coquetear, creo que no funciona, porque
no me excita) le contesté que si me quería ver, tenía que ser antes de las nueve, ya que sería la
fiesta de mi hermana y aunque no estuviera invitado, no me perdería de estar en casa,
prácticamente solo, porque Elena sólo estaría en el living con sus amigos y no saldría de ahí así que
el resto del departamento era para mí. Me dijo que si yo quería verla, tenía que ir a su casa, ella no
podía salir, estaba ‘ocupada´. Me dio su dirección y a las cinco y media salí para su casa. Fue
realmente raro que me invitara a su casa porque no somos amigos, apenas nos hablamos en el
colegio y era raro que me invitara a su casa. Vivía en una casa. Era grande. En la entrada de afuera
tenía un jardín con flores. De afuera parecía decente. De adentro, era otro mundo. Pero no me
refiero a algo desordenado u horrible, me refiero a algo demasiado limpio y ordenado. Había un
living comedor grande, que llegaba hasta una puerta trasera, que daba al jardín. La cocina estaba
en otro cuarto, muy separado del living, para que el olor que saliera de la cocina no entre en el
living, supongo. Es de dos pisos y arriba están los cuartos. El de ella con su baño y el de la mamá,
con su baño también. Al parecer es hija única y no tiene papá. Tal vez se murió o las dejó. Ni le
pregunté ni le voy a preguntar. Su mamá no estaba y la casa era para nosotros dos solos, bueno no
lo digo de modo pervertido, sino que era la verdad. Me preguntó si quería algo para tomar y yo se
lo negué porque había comido hace poco, bueno hace una hora y media más o menos, para el
momento no tenía hambre. Hablamos, y hablamos, pero nada más. Tampoco me esperaba algo
más. Tal vez ella si, pero yo no le iba a permitir eso. De hecho, hay una chica que me gusta, y no es
Miranda. Se llama Becca, es de Estados Unidos y se mudó el año pasado hasta acá. Es rubia y es
alta, más alta que yo. Pero es linda, muy linda pero no sé como hablarle porque siempre está
rodeada de un grupo de chicas, como si esas chicas la protegieran de algo, o de alguien. Si
estuviera sola, sería mucho más fácil hablarle. Una vez me dirigió la palabra, me dijo que me
invitaba a su cumpleaños, por lo general todos invitan a todos a sus fiestas aunque no sean
amigos. Y no me habló en su fiesta. En fin, hablaba de Miranda, bueno ella parecía atraída a mí
pero nada iba a pasar. Le dije que se me hacía tarde, eran las siete, en realidad no era tarde
porque podía llegar a la hora que quisiera pero bueno me estaba aburriendo un poco entonces le
dije que tenia que comprar la cena, algo espontáneo que dije. Me fui a mi casa. Vive cerca, por
suerte. Llegué y mi hermana estaba sorprendida conmigo. Me miraba raro y no sabía porqué. Me
dijo que había ido a felicitar a mamá por la remera y por los bombones, que le había encantado y
le dijo que yo los había comprado. Era raro porque era hombre y no sabía que supiera lo que le
gustaba. Me quedé pensando en eso, pero no había probabilidades de que me estuviera… no, no
pasa nada, no puede ser. En fin, entré a mi cuarto para agarrar ropa para bañarme y me dirigí
hacia el baño. Cuando salí había llegado mi papá de hacer unas cosas y traía una bolsa de regalo.
¿Qué sería? me acerqué y le pregunté, pero no me quería decir. Fue hacia su cuarto y cerró la
puerta. Al instante salen mis padres vestidos y bien arreglados y se van sin decir nada. Eran las
ocho y media y mi hermana estaba arreglando todo para su segunda fiesta. Estaba muy linda.
Arreglada, pintada, estaba en el living arreglando la mesa con comida. En eso suena el timbre.
Atendí. Era Naomi, su mejor amiga de toda la vida. Desde que está en tercer grado son amigas. Ella
no va a Ort. Va a ILSE con otras amigas de mi hermana. Es morocha y de mi altura mas o menos, es
decir de altura promedio, porque no soy alto, en realidad soy medio bajo. Toqué el portero
eléctrico y ella entró. Después llegaron Wanda Y Celina, sus otras dos mejores amigas, en realidad
todos los invitados son los mejores amigos de mi hermana. Según todos, ella es muy sociable.
Después Carla y Gustavo, la pareja del año, son novios desde hace seis meses y todavía siguen
felices. Luego Marina, Lupe, Cristian y Francisco. Y luego los demás, no me acuerdo bien el orden
de llegada, pero estaban todos. Mi hermana me hizo señas de que me vaya. Y eso hice. Fui a la
cocina a agarrar comida y me fui al cuarto de mis padres a ver la tele. Se oían risas. Me tentaba ir
con ellos para poder reírme también porque estaba aburrido. Los que estaban conectados no eran
amigos míos y no tenía nada para decirles y ellos no tenían nada para decirme. De repente, se
conecta Miranda. Me empieza a hablar. Debo decir que es sociable porque termino hablando de
cualquier cosa con ella. Me dijo que su mamá había vuelto y que se iba a comer. Pasaron las horas
y ni mis papás volvían, quien sabía que estarían haciendo. La fiesta de Elena no terminaba más. Al
fin terminó porque oí puertas cerrándose todo el tiempo y se escuchaban cada vez menos voces.
Me acerqué y ya todos se habían ido, entonces fui al living a charlar con Elena. Me dijo que estaba
cansada, entonces se fue a su cuarto. Esperé un tiempo esperando a que mamá y papá llegaran
pero nada, entonces me fui a mi cuarto a dormir. Al otro día (domingo) me acerco al cuarto de mis
papás y veo que están acostados, acurrucados, quién sabe a donde fueron y qué hicieron. Me hice
el desayuno eran como las once y cuarto y tenía hambre. Comí algo de los restos que habían
quedado de la fiesta, mejor dicho de las fiestas. Me vestí y me conecté en el chat. No había nadie,
tal vez era temprano. Oí a mi hermana que hablaba por teléfono y sonaba enojada. Entré a mi
cuarto y contesté el teléfono para escuchar la conversación. No es que sea metido pero me
preocupaba que se estuviera peleando con alguien. Escuché algo como esto:
-No te lo puedo creer, encima me lo decís a mí, que yo no soy la responsable, yo no tengo la culpa
de eso, fue su culpa.- dijo mi hermana.
-Puf, seguro que fue su culpa, ¿vos te pensás que yo soy estúpida?- exclamó Carla.
-Sé muy bien que estúpida no sos y por eso te digo que no pasó nada.-comentó Elena.
-Ayer no te dije nada porque era tu cumpleaños y no te quería arruinar tu día pero hoy ya no lo es.
Quiero saber ¡¿quién te creés que sos para mentirme sobre lo tuyo con Gustavo?!- gritó Carla.
-¡¿Perdón?! No tengo nada con tu noviecito, además si él quisiera algo conmigo te lo hubiera
dicho nena! El no es mala persona.- dijo mi hermana con un tono muy fuerte y enojado.
-No me digas nena porque tal vez ya tengas diecisiete pero no me vengas a hacerte la agrandada.-
-No la metas a la pobre de Wanda que no tiene nada que ver.- Enojada, Elena dijo.-
Ahí deje de escuchar. Preferí no meterme, supongo que si yo me estuviera peleando con alguien
por teléfono, no quisiera que me escucharan. Esperé en el living para discutir sobre el tema, total
no tendría problema en contármelo. Salió de su cuarto. Pero se dirigió para la cocina. Supongo
que fue a comer alguna porquería que habría en la heladera como torta, o helado o dulce de leche
o algo así porque cuando está triste o enojada come. Y come y come. Nadie le dice nada. Saben
que está mal y no quiere que nadie le hable o la toque. Por eso me fui a mi cuarto. Sabía que no
me iba a hablar. Era domingo y todo estaba cerrado, así que no podía cruzarme a la Argentina para
comprarme algo, pero no importaba. Me fijé para ver si alguien se había conectado, pero solo
estaba Tomás, el traga y chupamedias de la clase, no sé para que lo tengo de contacto pero
bueno. Me asomé y vi que mi hermana salía de la cocina y se dirigía para el living. La seguí.
-Sí- contestó.
-Eh… Bueno, se oían gritos enojados, entonces…- dije sin poder terminar la oración.
- Seguro, sabés, me di cuenta de que estabas escuchando, pero no dije nada. ¿Escuchaste todo el
tiempo?-me preguntó.
-Te perdono, pero no lo hagas más y no le digas nada a papá y mamá ni comentes nada a mis
amigos cuando los veas, aunque estemos hablando de eso ¿ok?- me dijo calmamente.
- Ok.-
Prendió la tele y no se habló más del tema. En eso aparece papá con una sonrisa. ¡Quiero saber
qué pasó anoche entre ellos dos! Llegó el lunes. Como siempre, papá nos dejó en la esquina y
entramos al secundario. Elena sube al segundo piso con todos sus amigos y yo subo al cuarto piso
y me encuentro con David, Federico y Sebastián, como mi primo. Son mis mejores amigos desde
que empecé Ort. No estamos en el mismo curso, pero sí en el mismo piso así que los que llegan
suben al piso de su clase y se quedan en el pasillo o en el aula. Cuando llegó Miranda, me imaginé
que me iba a venir a saludar, pero nada. Ni un saludo de manos a lo lejos. Me ignoró como solía
hacerlo. No le dije nada porque seguramente lo negaría y me haría quedar en ridículo. Y no era
bueno que eso pasara. Entonces decidí sentarme y esperar a que la maestra llegara. Cuando llegó
todos se sentaron en sus asientos automáticamente. La clase comenzó y comenzó con la odiada
Josefa. Nos preguntó si habíamos hecho la tarea y me pidió que las recogiera. Ésa era una
oportunidad perfecta para preguntarle a Miranda qué había pasado. Cuando llegué a su banco, le
dije hola y no me contestó y sus amiguitas re rieron. Era raro que tuviera tan mala onda conmigo,
porque el sábado estaba todo re bien. Cuando llegó el recreo bajé al comedor para comprar algo y
noté que ella también bajaba al comedor. Cuando compré mi Coca-Cola, la seguí,
disimuladamente, obvio. No creo que se diera cuenta. Subió dos pisos y entró al baño. Dicen que
el baño de mujeres del segundo piso tiene un espejo grande y más baños que los demás, eso
significa que es más grande y más privado. Todas las chicas van a ahí. Pero no van para hacer sus
necesidades, no, van para peinarse y arreglarse y hablar sobre cosas de chicas. En fin ella estuvo
ahí unos diez minutos y luego salió con un grupo de chicas. Así que no le iba a hablar. El día
terminó. Salí de la escuela con Federico y nos tomamos el 156 que me deja a dos cuadras de mi
casa. Caminamos hasta la parada y ahí estaba Carla, la chica con la que mi hermana se había
peleado. Y estaba con Naomi, supuestamente son amigas. Intenté escuchar sin que se diera
cuenta pero era imposible, había mucho ruido y mucha gente hablando. En la parada paraba el
156, 65 y 87. El 87 llegó y ellas lo tomaron. Luego llegó mi colectivo. Cuando iba caminando hasta
mi casa, entré al supermercado para comprar algo para comer a escondidas, algo que no me
dejaran comer. Queso. No me dejan comer queso, es raro y ridículo pero dicen que me hace mal al
estómago y me engorda el culo. Tal vez tienen razón pero una sola vez no pasa nada, además no
se van a enterar porque lo voy a esconder en mi mochila. Llegué a mi casa y estaba mi mamá
dibujando. Mi papá hacía la cena, de vez en cuando le gusta cocinar. Elena los lunes sale más
tarde. Dejé mi mochila en mi cuarto y agarré el queso y me lo empecé a comer. Es que el queso es
algo muy rico, pero no es tan bueno. En fin sólo hoy. Josefa hoy también nos había dejado tarea,
entonces empecé a hacerla. En eso llegó Elena con un montón de trabajos y láminas y esas cosas.
Las dejó todas en su cuarto y de ahí no salió más. Mi papá anunció que la cena estaba lista. Había
preparado comida china. Su especialidad. Era pollo agridulce con papas al horno. Estaba bueno, tal
vez mejor de lo que cocina mamá. Terminé de comer y me fui a bañar. Cuando salí de bañarme
terminé la tarea de Josefa y me conecté. Miranda estaba conectada. Le hablé.
-Bueno, porque fui a tu casa y chateamos, eso diría que nos llevamos bien ¿no?-
-Tal vez pero para ser mi amigo hay que hacer más.-
-¿Qué? Mirá, yo no quiero ser tu amigo, solo me pareció raro que el fin de semana me trataras re
bien y después ni me daras bola.-
-Bueno, no me importa, sabés no tengo interés en ser tu amiga tampoco, porque solo te llamé
porque nadie podía hacer algo, pero no era para ser amigos, solo lo hice porque no me quedaba
otra y estaba aburrida.-
- Si seguro, sabés para mí que tus amigos podían hacer algo solo que no lo querían hacer con vos.
Porque nadie quiere estar con vos!-
-Sabés sos un maleducado, no te importa ser caballero con las chicas, porque a una chica no se le
insulta.-
- Si seguro chau ¿sabes? Sos una creída que piensa que todo el mundo la ama.-
Me enojé mucho, esa chica es muy engreída y ni le importa lo que piensen los demás, solo es ella.
Entonces me desconecté y me fui a dormir.
‘Me parece que fui muy dura ayer con vos. Es que me peleé con mi novio, Federico, lo conoces no?
En fin, y estaba muy molesta porque me dejó, en realidad sigo molesta. Pero no es tu culpa
entonces me gustaría que me perdonaras ya que yo nunca soy así. Nos vemos mañana. Besitos
Miri.’
Fue raro recibir ese mail de ella, ya que no me lo esperaba pero no me importa. Tenía tarea. Pero
esta vez no era de Josefa. Era de Raquel, mi maestra de química. Es insoportable. Pero sus tareas
no son interminables, por suerte. Era de verdadero o falso. Eran como unas veinte preguntas. Hice
la mitad hasta que mamá anunció la cena. Había preparado ravioles de verduras con salsa blanca.
Estaba riquísimo pero claro, ella los había comprado. Ese día había sido duro. Llegué tarde porque
mi hermana se había quedado dormida. Cecilia, la auxiliar de matemática (porque Roberta, mi
profesora había faltado) me regañó por llegar tarde y me puso media falta. Algo terrible porque no
puedo faltar mucho. En el recreo, intenté buscar a Miranda pero esta vez no dio vueltas y se fue
directo al baño de chicas del segundo piso. Entonces entré al baño de hombres del mismo piso.
Cuando salí estaba Becca y estaba sola. Me quedé paralizado. Pero avancé y la saludé. Me saludó.
Vi que tenía una fotocopia de clases de baile.
- Y esa fotocopia… ¿querés tomar clases de baile? Porque yo te puedo enseñar- y le mostré
uno de mis brillantes pasos de baile. Ella rió.
- En realidad, mis padress quieren que chome clases de baile ya que quieren que yo hice..
- Haga
- Si eso perdón, que haga actividades extra fuera de la escuela y se me ocurrió practiccar
baile
- Sensacional, jaja yo conozco a alguien que te puede ayudar, mi hermana tomó clases de
hip-hop el año pasado, y esa persona también enseñaba otros ritmos, si quieres…
- Oh, no te preocupes, ya conseguí a alguien, bueno, lo haré.
- En serio esta chica está muy buena, eh digo es muy buena
- Bueno, gracias puede ser que lo considere y cualquier cosa te llamo, me pasás tu número?
- Dale.
- Ok gracis luego te llamo si?
- Si, chau.
Ahí nos alejamos porque se había terminado el recreo. Entré a clases y tuve a Raquel, la cual
nos dio tarea pero durante la clase estuvo muy pesada.
- Chicos, hicieron la tarea? Muy bien ahora vos que no sé como te llamás, juntá la tarea.
- Si- contestó mi amigo Sebastián.
- Bueno ahora, vos decime el problema 1, me imagino que lo hiciste…
- Sí, claro que lo hice señorita Raquel, es más, escribí un resumen sobre el tema enseñado la
semana pasada y lo imprimí en papel sin hoyitos, como a usted le gusta. – contestó el
chupamedias de Francisco.
- Que bien- contestó desinteresadamente Raquel. ¿y? ¿la tarea?
- Sí acá está- dijo sebas mientras se la daba.
- Bueno mientras yo la corrijo porque no tengo ganas de hacer puesta en común, resuelvan
la página ciento treinta y uno completa.
Mientras trabajábamos, me acerqué a Miranda para saludarla pero no me respondió y sus
amiguitas se rieron, de nuevo. Y se me ocurrió decirle algo más porque no iba a aceptar
que me ignorara de nuevo, pero Raquel, me gritó para que me sentara. Cuando terminó la
clase, Sebastián se me acercó.
- Che, ¿hay onda entre vos y Miranda?
- Pff, onda por favor Sebas, Miranda es horrible, te juro no hay para nada de onda entre yo
y ella, no, solo amigos, va tampoco sé si amigos porque me trata re mal en la escuela.
Pero quedate tranquilo, si querés acercate a ella porque no está en mis intereses.
- Ah, ok porque noté que estos día la estuviste siguiendo, no es que te estuviera espiando o
algo parecido sino que…
- Sebas, te lo digo de corazón, no me gusta Miranda y te aseguro que ella no gusta de mí.
- Bueno, pero…
- Enserio sebas, no te preocupes.
Entré al aula y nadie había llegado aunque fuera la hora. De pronto, entra Becca. La miro. Ella me
mira. Sin palabras hasta que…
Guillermo, no entiendo cómo me pusite haber dicho algo tan fuerte y feo, en
realidad no me lo dijiste a mí, sino a tu amigo. Se siente horrible y no sé si te puedo
perdonar pero quiero que sepas que cuando te ignoraba era para no perder mi
popularidad de la chica popular e insensible. Si te saludaba, los demás chicos iban
a pensar que me podían hablar y socializar conmigo y no es así. Solo quiero que me
hables vos. Cada vez que más te ignoraba, más me enamoraba de vos.pero
cuando oí lo que le dijiste a tu amigo, te odie y mucho. Yo quería ser más que tu
novia, pero parece que vos sólo querés ser mi amigo. Lo entiendo pero la próxima
vez decimelo en la cara antes de que me ilusione. Un beso
Miranda-
Era fuerte, no tenía ni idea de que yo le gustaba, per ahora no sé qué escribirle.el
domingo, fui hasta su casa. Hablamos.
- Hola
- Hola
- Qué haces acá?
- Bueno, me quedé confundido con lo que me escribiste y no sabía qué responderte asi
´quete vine a ver.
- Perdón, por confundirte, no hace falta que me digas que gustas de mí, porque no te gusto.
- No. No me gustas. No te vine a decirte que me gustabas como en las películas, porque
esto no es una película. Vine a suplicarte que me perdonaras. No quiero que me creas un
bruto insensible. Porque no l osoy. Enserio además no sos tan fea como le mencioné a
Sebas.
- Es0e chico Sebas, es bueno?
- Que si es bueno? Es el mejor. Es muy buena persona y se compromete con todo. Pero es
celoso, por eso fue a hablar conmigo. Pensó que yo se la estaba robando.
- Robando?¿a mí?
- Sí, a vos. Está perdidamente enamorado de vos. Esnerio.
- Enserio? Wow, nunca nadie me dijo queestaba enamorado de mi. Se siente lindo…
- Asi´que somos amigos entonces
- Te lo puedo asegurar.
- Que bien
- Ahora, me pasás el número de Sebas?
- Si´, jaja.
Así el lunes Sebas estaba pegado a Miranda todo el tiempo. Se sentaba con ella,
comía con ella, hablaba con ella y… se BESABA con ella. Todo era un cambio
radical, muy radical. Ah, me olvidé de contarles algo muy pero muy importante: el
sábado al mediodiá, me llamo Becca. Me pidió el número de esta profesora de
baile que le recomendé y luego las cosas se dieron y terminamos hablando de
cualquier cosa. Habla bastante bien el español. El miércoles la voy a ver. Es feriado
judío, entonces vamos a ir a FREDDO. Va a estar buenísimo porque voy a poder
estar solo con ella. En cuanto a mi hermana con sus amigas, dice que ella no eran
sus verdaderas amigas, sólo se arreglo con las que sí eran sus amigas. Eso significa
que se arregló con Naomi, pero no importa porque le quedan un montón de
amigos. Y yo ahora tengo un montón de amigos más de los que antes tenía. Está
Sergio, el chico con el que estaba Becca el otro día que al final era el primo que
vivía acá y estudiaba en ort, pero se había ido de viaje por un año a Europa
entonces no se veían desde hace un montón. Después está Silvina, una amiga de
Becca, Miranda, Cristian, un amigo de Miranda y Kelly la hermana de Becca. La
vida le va mejor a todos después de esta semana. A todos. Miranda: encontró a un
nuevo mejor amigo y a un novip genial (según ella)- Sebas: la novia que estuvo
esperando desde muchos años.- Becca: se reunió con su primo, me conocio´mucho
mejor a mí y se hizo amiga de Sebas y Miranda- Elena: descubrió quienes eran sus
amigos y quienes no y descubrió que yo era un gran hermano. – yo: bueno, yo
obtuve muchas cosas buenas como a Becca, no somos novios pero está en mi
futuro, una gran amistad con Miranda y con nuevas personas.