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Secuencia Didáctica de Formación Ética y Ciudadana

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SECUENCIA DIDÁCTICA DE FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA.

“Con amor, respeto y buen humor, abordemos los conflictos de nuestro salón”…

Clase 1.

Comenzaremos la clase a partir del comentario y preguntas de la docente:

Hoy vamos a leer un texto llamado “Búmeran”…

- ¿Alguna vez escucharon esta palabra?


- ¿Saben qué es? ¿Cuál es la característica del elemento?
- Con este nombre, ¿de qué les parece que se tratará el texto?

Los alumnos expresarán sus opiniones respetando el turno de los demás.

Compartiremos la lectura dispuestos en una ronda:

BÚMERAN.

Manuel y su mamá vivía en el bosque, en una confortable cabaña. Cierto día, el


muchacho caminaba solo por un sendero mientras, distraído, creyó escuchar la
voz de un niño que hablaba a lo lejos. Entonces Manuel le gritó -¡Hola, hola!-. Y
la voz le respondió: -¡Hola, hola!

Sin saber de qué se trataba del eco de su propia voz y convencido de que ese
niño había querido burlarse de él, continuó diciendo toda clase de palabrotas que,
por supuesto, eran respondidas al instante del mismo modo.

Al regresar a su casa, muy molesto, le contó a su madre todo lo sucedido en


el sendero, cómo ese niño se había burlado de él y las cosas horribles que le
había dicho.

La madre enseguida comprendió de qué se trataba y le aconsejó a Manuel: “-


Hijo, después de almorzar volvé al mismo sitio y comenzá a decir todas clases de
palabras bondadosas a ese niño del sendero y esperá a ver de qué modo te
responde”-.

Siguiendo el consejo de su madre, el niño se dirigió hacia el lugar y realizó


poco a poco lo que su mamá le había dicho. Al instante, una sonrisa se dibujó en
su rostro porque encontró que sus palabras bondadosas eran respondidas del
mismo modo.
Luego de haber escuchado el texto, dialogamos:

 ¿Quiénes son los personajes?


 ¿Dónde transcurre la historia?
 ¿Qué le sucede a este niño?
 ¿Cómo se sintió? ¿Por qué?
 ¿Cuál fue la solución que le dio su mamá?
 ¿Te parece que es la correcta? ¿Por qué?
 ¿Cómo se sintió al realizar el consejo de su mamá?
 ¿Alguna vez les pasó lo mismo? ¿En qué momento? ¿Cómo te sintieron?
 ¿Qué hicieron para cambiar este sentimiento?
 ¿Por qué creen que es importante que nos tratemos bien ?

A partir de lo trabajado y dialogado, entre todos armamos una conclusión:

DEBEMOS TRATARNOS UTILIZANDO PALABRAS RESPETUOSAS,


CORDIALES Y CÁLIDAS PARA SEGUIR COMPARTIENDO Y CRECIENDO
JUNTOS COMO AMIGOS.

Realizaremos una lista de palabras que expresen respeto, las escribimos en un


afiche bajo el título: “Nos prometemos tratarnos con respeto, ser cordiales entre
todos para seguir creciendo en amistad” y lo pegaremos en el aula con la promesa de
utilizarlas entre nosotros.

Registrarán lo trabajado en la carpeta. A continuación, deberán responder las


siguientes preguntas:

a) ¿Cómo te gusta que te traten?


b) ¿Qué haces cuando te dicen palabras feas? ¿Cómo reaccionas? ¿Qué haces para
cambiar esta actitud?
c) ¿Cómo piensas que es la mejor manera de tratarnos con los demás?

d) Dibuja una situación en donde te encuentres con un amigo utilizando un vocabulario


dulce y respetuoso.

Clase 2.

Trabajaremos con el texto: “EL ZAPATERO Y LOS DUENDES”.

Pensaremos, a partir del título, de qué podría tratarse el texto.


Compartiremos la lectura, dispuestos en una ronda:

EL ZAPATERO Y LOS DUENDES.

Había una vez un zapatero, que trabajó duro y fue muy honesto, pero aún así
no podía ganar lo suficiente para vivir. Llegó un día en que no tenía nada,
excepto el cuero suficiente para hacer un par de zapatos.

Terminó su día de trabajo y cortó el cuero, dejando todo listo para seguir al
día siguiente, con la intención de levantarse temprano por la mañana. Su
conciencia estaba limpia y su corazón ligero en medio de todos sus problemas; así
que se fue tranquilamente a la cama, dejó todas sus preocupaciones al cielo y
pronto se durmió. A la mañana, se sentó a trabajar; cuando, para su gran
asombro, allí estaban los zapatos ya hechos, sobre la mesa. El buen hombre no
sabía qué decir o pensar ante algo tan extraño. Miró la mano de obra; no había
una puntada falsa o mal hecha en todo el trabajo. Todo era tan limpio y
verdadero, que parecía una obra maestra.

El mismo día entró un cliente, y los zapatos le quedaron tan bien que
voluntariamente pagó un precio más alto de lo normal por ellos; y el pobre
zapatero, con el dinero, compró cuero suficiente para hacer dos pares más. Por
la noche, cortó el trabajo y se fue a la cama temprano, para poder levantarse y
comenzar el día siguiente; pero se salvó de todos los problemas, porque cuando se
levantó por la mañana el trabajo estaba listo. Llegaron los compradores, que le
pagaron generosamente por sus zapatos, y compró el cuero suficiente para cuatro
pares más. Cortó el trabajo y otra vez lo encontró hecho a la mañana siguiente;
y así continuó durante algún tiempo: lo que se preparaba por la noche siempre
aparecía hecho al amanecer.

Una tarde, aproximadamente en Navidad, mientras él y su esposa estaban


sentados frente al fuego charlando juntos, él le dijo: ‘Me gustaría sentarme y
mirar esta noche, para que podamos ver quién es el que viene y hace mi trabajo.’
A la esposa le gustó la idea... Entonces dejaron una luz encendida y se
escondieron en un rincón de la habitación, detrás de una cortina, y observaron lo
que sucedía.

Al llegar la medianoche, llegaron dos pequeños duendes; y se sentaron en el


banco del zapatero, tomaron todo el trabajo cortado y comenzaron a surcar con
sus pequeños dedos, cosiendo, golpeando y golpeando a tal velocidad, que el
zapatero estaba maravillado. Y continuaron, hasta que el trabajo estuvo
terminado, y los zapatos listos sobre la mesa. Esto fue bastante antes del
amanecer; y luego se alejaron tan rápido como un rayo.

Al día siguiente, la esposa le dijo al zapatero: ‘Estos pequeños duendes nos han
hecho ricos, y debemos estar agradecidos con ellos. Lamento mucho verlos correr
como lo hacen; y de hecho no es muy decente, ya que no tienen un buen abrigo
sobre sus espaldas para mantenerse alejado del frío. Haré para cada uno de ellos
una camisa, un abrigo, un chaleco, y un par de pantalones, ¿les haces a cada uno
un par de zapatos?, le preguntó. El pensamiento le gustó mucho al buen zapatero;
y una tarde, cuando todas las cosas estuvieron listas, las pusieron sobre la mesa,
en lugar del trabajo que solían cortar, se fueron y se escondieron, para ver qué
harían los pequeños elfos.

Alrededor de la medianoche llegaron, bailando y saltando, brincaron alrededor


de la habitación y luego fueron a sentarse a su trabajo como de costumbre; pero
cuando vieron la ropa, se sintieron felices y agradecidos. Luego se vistieron en un
abrir y cerrar de ojos, y bailaron y saltaron, tan felices como pudieron; hasta
que finalmente salieron por la puerta y se alejaron.

La buena pareja, el zapatero y su mujer, ya no los vio más; pero todo les fue
bien a partir de ese momento, mientras vivieron.

Dialogaremos sobre lo escuchado.

Reflexionaremos acerca de la importancia que tiene para nosotros y los demás, el


ayudarnos mutuamente.

Daremos ejemplos de cómo podemos colaborar en el aula con nuestros compañeros


tratándonos con respeto y cariño.

Dejaremos constancia del trabajo realizado en la carpeta. Luego mediante un dibujo,


deberán representar una parte del cuento en donde algún personaje ayude a otro.

La docente presentará un afiche con el título: “Caminemos juntos superando


obstáculos” y una imagen de un par de zapatillas. De a uno, los alumnos pasarán a
escribir acciones que nos ayuden en ese caminar. Nos comprometeremos con dichas
acciones. El afiche quedará colocado en el salón.

Compartiremos lo realizado.
Clase 3.

Trabajaremos con el cuento: “ EL GORRIÓN QUE PERDIÓ EL BUEN HUMOR”

Pensaremos de qué puede tratarse el mismo a partir del título.

La docente les preguntara:

- ¿Qué quiere decir ”tener buen humor”? ¿”Y perder el humor”?

Quedarán registradas las respuestas en el pizarrón.

Compartiremos el siguiente texto, dispuestos en ronda:

EL GORRIÓN QUE PERDIÓ EL BUEN HUMOR.

En vuelo bajito venía un gorrión, dijo a sus amigos con preocupación: - he


perdido el buen humor ¿pueden hacerme un favor? quisiera recuperarlo. ¿Me
ayudan, pues, a buscarlo?

Sus amigos, sin pensarlo, decidieron ayudarlo. El mono se trepó a un árbol,


pero allí no se encontraba, la serpiente reptó y en el suelo nada halló. El caracol
lentamente se desplazó por el pasto, el canguro lo buscó practicando su gran
salto. Un caballito trotó y a un sapo le pidió ayuda, y este con los saltitos lo
buscó en la laguna. Mariposas y abejas volaban muy presurosas, muy firme y
lento, las ayudaba una osa. Los peces también buscaban, nadando con mucho
esmero, y un topo los ayudaba metiéndose en un agujero. La liebre veloz corría y
el buen humor no aparecía, el gusano se arrastraba, pero no encontraba nada. -
¿Se habría ido para siempre?- preguntaba la serpiente.

-¡Ay, qué gorrión ignorante! -dijo fuerte el elefante. ¡No busquen más por favor,
sé dónde está el buen humor! Los animales intrigados, al elefante miraron, muy
atentos escucharon: -Piensa bien mi gorrión, ¿no estará en tu corazón? y el
pajarito entendió que se había equivocado, el humor lo recuperó y este cuento ha
terminado.

Liana Castello.

Reflexionaremos y dialogaremos sobre lo leído:

- ¿Qué perdió el gorrión?


- ¿Cómo lo ayudan sus amigos?
- ¿Cómo le explica el elefante al gorrión dónde está el humor?
- Ustedes, ¿cómo lo explicarían?
- ¿En qué situaciones ustedes pierden el buen humor?
- ¿Qué hacen para recuperarlo?

La docente comentará:

A veces, no es fácil estar con una sonrisa. Todos pasamos momentos en donde
estamos tristes. Lo importante es que podamos recurrir al sentido del buen humor
para superar dificultades.

Es importante que podamos descubrir en nosotros el humor y una sonrisa para


superar esos momentos difíciles que nos toca vivir.

Entre todos, elaboraremos una conclusión:

EL BUEN HUMOR NOS AYUDA A SUPERAR LOS MOMENTOS DIFÍCILES.

Dejaremos constancia en la carpeta del trabajo realizado. A continuación, deben


responder:

a) Para vos, ¿qué significa “perder el buen humor”?


b) ¿En qué situaciones lo perdés? ¿Por qué?

Se entregará a cada niño una carita feliz de cartulina y la pegarán en sus carpetas.
A continuación deberán escribir en ella qué hacen para recuperar su buen humor
cuando lo pierden.

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