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SEMINARIO Fenómeno Preconcepcional

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Fenómeno Preconcepcional

La etapa de preconcepción es el intervalo de tiempo que abarca a todas las mujeres en edad reproductiva que
son sexualmente activas, por lo cual pueden quedar embarazadas. La señal de que la edad reproductiva ha
iniciado en una joven es a partir de cuándo aparece la menstruación. Y el momento que marca su final es la
menopausia. De modo que todas las mujeres en edad reproductiva que tienen relaciones sexuales se deben
considerar dentro de este periodo. El cual está comprendido por fenómenos que inician en la vida uterina hasta
la vida adulta y serán explicados en detalle a continuación

Eje Hipotálamo Hipofisiario


Repaso

El hipotálamo y la hipófisis forman una unidad que ejerce control sobre las funciones de varias glándulas
endocrinas. Estas 2 estructuras se conectan mediante el flujo sanguíneo del sistema porta hipofisario, que inicia
en el hipotálamo y drena hacia el lóbulo anterior de la hipófisis (adenohipofisis), y por medio de los axones
nerviosos que conectan a los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo con el lóbulo posterior de la
hipófisis.

Hormonas hipotalámicas. La síntesis y la liberación de las hormonas a partir del lóbulo anterior de la
hipófisis se encuentran reguladas en gran medida por la acción de hormonas liberadoras o inhibidoras que
provienen del hipotálamo, que es el centro coordinador cerebral para la función endocrina, conductual y del
sistema nervioso autónomo.

TRH = Hormona Liberadora de Tirotropina


CRH= Hormona liberadora de Corticotropina
gnRH= Hormona liberadora de Gonadotropina
ghRH= Somatocrinina (Hormona liberadora del crecimiento)
SRIF= Somatostatina
Dopamina

Hormonas hipofisarias. De la hipófisis anterior (adenohipofisis)


Se dividen en 3 grupos:

1.- Péptidos relacionados con ACTH (ACTH (adenocorticotropa), lipotropina [LPH], hormona estimulante de
los melanocitos [MSH], y endorfinas).
2.- Proteínas somatomamotropina (GH (Hormona del crecimiento) y PRL (Prolactina) ).
3.- Las glucoproteínas (LH(Luteinizante), FSH(Foliculo Estimulante) y TSH(tirotropina o estimuladora de
tiroides) ).

HIPÓFISIS POSTERIOR: NEUROHIPÓFISIS


Se suele dividir a su vez en tres partes: eminencia media, infundibulo y pars nervosa, de las cuales la última es
la más funcional. Las células de la neurohipófisis se conocen como  y son células gliales de sostén. Por tanto, no
es en realidad una glándula secretora ya que se limita a almacenar los productos de secreción del hipotálamo.
En efecto, los axoplasmas de las neuronas de los núcleos hipotalamicos supraóptico y paraventricular secretan
la ADH y la oxitocina.

Regulación mediante retroalimentación


La concentración de muchas de las hormonas en el cuerpo humano se encuentra regulada por mecanismos de
retroalimentación negativa.
El control mediante la retroalimentación positiva también existe, pero no se comprende bien. En un control por
retroalimentación positiva, la elevación de las concentraciones de una hormona hace que otra glándula libere
otra hormona que estimula a la primera.

Regulación Endocrina
Aparato femenino

La interacción hormonal entre el hipotálamo, la adenohipófisis y los ovarios regula el aparato reproductor
femenino. El hipotálamo secreta un pequeño péptido, la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH),
también conocida como hormona liberadora de hormona luteinizante.

La GnRH regula la liberación de la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante (FSH) en


células especializadas (gonadotropas) en la adenohipófisis (véase figura El eje sistema nervioso central-
hipotálamo-hipofisario-gonadal y órganos diana). Estas hormonas son liberadas en cortos pulsos cada 1 a 4
horas. La LH y la FSH promueven la ovulación y estimulan la secreción de las hormonas sexuales estradiol (un
estrógeno) y progesterona desde los ovarios.

Los estrógenos y la progesterona circulan por el torrente circulatorio casi totalmente unidos a las proteínas
plasmáticas. Solo los estrógenos y la progesterona libres parecen ser biológicamente activas. Estimulan los
órganos diana del aparato reproductor (p. ej., mamas, útero, vagina). En general inhiben, pero en ciertas
situaciones (p. ej., en el momento de la ovulación) pueden estimular la secreción de gonadotropina.

Aparato masculino

La adenohipófisis produce y secreta dos hormonas gonadotrópicas: la hormona estimulante de los folículos
(FSH) y la hormona luteinizante (LH); aunque estas dos hormonas se designan conforme a sus acciones en la
mujer, las mismas hormonas son secretadas por la hipófisis del hombre.

Las células de Leydig de los testículos responden a la LH produciendo diariamente entre 5 y 10 mg de


testosterona. Las concentraciones de testosterona son más altas temprano por la mañana y más bajas en horas de
la noche; sin embargo, en varones de edad avanzada, este patrón diurno puede estar mitigado. En los hombres,
la FSH ayuda a controlar la producción de espermatozoides y su acción es sobre las células de Sertoli,
estimulando la secreción de estrogenos. La cantidad de FSH normalmente permanece constante. Además,
aumenta el número de receptores de la LH en las células diana, aumentando la sensibilidad de dichas células a
la LH.

Pubertad

La pubertad es la secuencia de eventos en los que una niña adquiere las características físicas de adulta y
capacidad para la reproducción.
Las funciones de los testículos y los ovarios son reguladas por las hormonas gonadotrópicas secretadas por la
adenohipófisis. Las hormonas gonadotrópicas estimulan las gónadas para que secreten sus hormonas conocidas
como los esteroides sexuales, que a su vez, tienen un efecto inhibidor sobre la secreción de las hormonas
gonadotrópicas.

Los testículos embrionarios durante el 1er trimestre del embarazo son glándulas endocrinas activas que
secretan las cantidades considerables de testosterona necesarias para masculinizar los genitales externos y los
órganos sexuales accesorios del embrión masculino. Los ovarios, en cambio, no maduran hasta el 3er trimestre
del embarazo. La secreción de testosterona en el feto masculino disminuye durante el 2do trimestre del
embarazo, de esta manera las gónadas ambos sexos están relativamente inactivas en el momento del
nacimiento.

Antes de la pubertad, tanto hombres como mujeres tienen concentraciones sanguíneas de esteroides sexuales
igualmente bajas —andrógenos y estrógenos—. Debido a la falta de estimulación suficiente. Ya en la pubertad,
las gónadas secretan más cantidad de hormonas esteroides sexuales como resultado del aumento de la
estimulación por las hormonas gonadotrópicas de la adenohipófisis.

Los mecanismos que inician la pubertad no son claros. Influencias centrales que regulan la liberación de GnRH
incluyen neurotransmisores y péptidos (p. ej., ácido gamma-aminobutírico [GABA], kisspeptina). Estos factores
pueden inhibir la liberación de GnRH durante la niñez, luego se inicia su liberación, que induce la pubertad en
la adolescencia temprana. Al principio de la pubertad, la liberación hipotalámica de GnRH se vuelve menos
sensible a la inhibición por estrógenos y progesterona.

El incremento resultante de GnRH liberada promueve la secreción de LH y FSH, que estimulan la producción
de hormonas sexuales, principalmente estrógenos. Los estrógenos estimulan el desarrollo de los caracteres
sexuales secundarios. El crecimiento del vello pubiano y axilar se ve estimulado por los andrógenos
suprarrenales dehidroepiandrosterona (DHEA) y DHEA sulfato; la producción de estos andrógenos aumenta
varios años antes de la pubertad en un proceso llamado adrenarca.

Aunque en las primeras etapas el hipotálamo se hace menos sensible a los efectos inhibidores de las hormonas
sexuales. Esta desensibilización aumenta la secreción de LH y FSH en respuesta a la secreción pulsátil de la
hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), y estimula la producción de testosterona y espermatozoides. En
los niños, el incremento de la concentración de testosterona causa los cambios de la pubertad, el primero de los
cuales es el crecimiento de los testículos y el escroto. Luego aumentan la longitud del pene, la masa muscular y
la densidad ósea; la voz se hace más grave y el vello pubiano y axilar se torna más denso y grueso.

Tanto la secreción hipotalámica de GnRH como la respuesta de las células de Leydig a la hormona
foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) disminuyen con el envejecimiento.

Regulación gonadal mediante retroalimentación

Los efectos de la retroalimentación negativa de las hormonas esteroides ocurren por medio de dos mecanismos;
a saber: 1) inhibición de la secreción de GnRH por el hipotálamo; y 2) inhibición de la respuesta de la hipófisis
a una determinada cantidad de GnRH. Además de las hormonas esteroides, los testículos y los ovarios secretan
una hormona polipeptídica denominada inhibina, la cual es secretada por las células de Sertoli de los túbulos
seminíferos en hombres y por las células de la granulosa de los folículos ováricos en las mujeres. Esta hormona
inhibe específicamente la secreción de FSH por la adenohipófisis sin afectar la secreción de LH. Aunque las
interacciones hipotálamo-hipófisis-gónada son similares en hombres y en mujeres, hay diferencias importantes.
La secreción de gonadotropinas y esteroides sexuales es más o menos constante en los hombres adultos. La
secreción de gonadotropinas y esteroides sexuales en las hembras adultas, por lo contrario, muestra variaciones
cíclicas (durante el ciclo menstrual). Asimismo, durante una fase del ciclo femenino —poco antes de la
ovulación— el estrógeno ejerce un efecto de retroalimentación positiva sobre la secreción de LH. Algunos
estudios han demostrado que la secreción de GnRH por el hipotálamo es pulsátil más que continua, estimulando
una secreción pulsátil similar de FSH y LH por la adenohipófisis. Esta secreción pulsátil es necesaria para evitar
la desensibilización y la regulación por decremento de las glándulas terminales.

Ovogénesis
Los gametos derivan de las células germinales primordiales, que migran desde la pared del saco vitelino hasta
las gonadas en desarrollo en la 5ta semana. Su número se incrementa por divisiones mitóticas durante la
migración hasta que llega a las gonadas. Todo este proceso es iniciado por la FSH, como se mencionó
anteriormente.

Luego inicia el proceso del que vamos a hablar, que es la gametogénesis, que incluye la meisosis para reducir el
mumero de cromosomas para volverse una celula haploide; y la citodiferenciación para completar su
maduración. Cada óvulo primordial está rodeado por una capa de células fusiformes del estroma ovárico (el
tejido de sostén del ovario), en las que induce características epitelioides; estas células de tipo epitelioide
reciben el nombre de células de la granulosa. El óvulo rodeado de una única capa de células de la granulosa
recibe el nombre de folículo primordial. El óvulo, que en esta fase es todavía inmaduro y requiere dos
divisiones celulares más para poder ser fecundado por un espermatozoide, se denomina ovocito primario.

Las ovogonias en el ovario embrionario completan la replicación mitótica y la primera fase de la meiosis (queda
en profase) en el quinto mes de desarrollo fetal. Entonces cesa la mitosis de las células germinales y no se
forman ovocitos adicionales. Al nacimiento, el ovario contiene aproximadamente de 1 a 2 millones de ovocitos
primarios.

La primera división meiótica del ovocito es completada al llegar la pubertad. Cada ovocito se divide en dos
células, un óvulo grande (ovocito secundario) y un primer cuerpo polar de pequeñas dimensiones. Cada una de
estas células contiene 23 cromosomas duplicados. El primer cuerpo polar puede someterse o no a una segunda
división meiótica y después se desintegra. El óvulo experimenta una segunda división meiótica, y después de
que se separan las cromátidas hermanas, se produce una pausa en la meiosis. Si el óvulo es fecundado, tiene
lugar la etapa final en la meiosis y las cromátidas hermanas del óvulo se convierten en células separadas
Cuando el ovario libera el óvulo (ovulación) y si este es fecundado, tiene lugar la meiosis final. La mitad de las
cromátidas hermanas permanece en el óvulo fecundado y la otra mitad es liberada en un segundo cuerpo polar,
que después se desintegra.

En la pubertad, en los ovarios permanecen tan solo unos 300.000 ovocitos, y únicamente un pequeño
porcentaje de los mismos llega a madurar. Los miles de ovocitos que no maduran degeneran. Durante la vida
fértil de la mujer, es decir, aproximadamente entre los 13 y los 46 años, solamente de 400 a 500 de estos
folículos primordiales se desarrollan lo suficiente como para expulsar sus óvulos, uno cada mes; el resto
degenera (se vuelven atrésicos). Al final de la época reproductora (en la menopausia) solo quedan en los ovarios
unos pocos folículos primordiales e incluso estos folículos degeneran poco tiempo después.

Dato extra: algunos ovocitos que alcanzan la madurez tardíamente han estado en el periodo de diploteno de la
primera división de manera latente por 40 anos o mas previamente a la ovulación. No se sabe si esta etapa es la
fase mas apropiada para proteger al ovocito de las influencias ambientales. El incremento del riesgo de tener un
hijo con anomalías cromosómicas con la edad de la madre indicaría que los ovocitos primarios pueden
deteriorarse con el paso del tiempo.

Ciclos ovárico y endometrial

Ciclo ovárico:
La menstruación es la eliminación periódica de sangre y endometrio esfacelado (colectivamente
llamado menstruación o flujo menstrual) proveniente del útero, por la vagina. Es causada por el
rápido descenso de la producción ovárica de progesterona y estrógeno que ocurre en cada ciclo
en ausencia de un embarazo.
La menstruación se produce durante toda la vida reproductiva de una mujer en ausencia de
embarazo. La mediana de duración del ciclo menstrual es de 28 días (usualmente, entre 25 y 36
días).
En general, la variación y los intervalos intermenstruales son más largos en los años que siguen a
la menarca e inmediatamente antes de la menopausia, cuando se produce la ovulación de forma
menos regular. Los ciclos menstruales comienzan y terminan el primer día de la menstruación
(día 1).
Fases del ciclo menstrual:
-Fase folicular temprana (crecimiento de los folículos reclutados)
En este momento, los gonadotropos en la hipófisis anterior contienen poca LH y FSH, y la
producción de estrógenos y progesterona es baja. Como resultado, la secreción global de FSH se
incrementa ligeramente y estimula el crecimiento de los folículos reclutados. Además, los niveles
de LH aumentan lentamente y comienzan 1 o 2 días después de la elevación de la FSH. Los
folículos ováricos reclutados incrementan la producción de estradiol; el estradiol estimula la
síntesis de LH y FSH, pero inhibe su secreción.
-Fase folicular tardía:
El folículo seleccionado para la ovulación madura y acumula células de la granulosa que secretan
hormonas; su antro se agranda con líquido folicular y alcanza los 18 a 20 mm antes de la
ovulación. Los niveles de FSH disminuyen; los niveles de LH se ven menos afectados. Los niveles
de FSH y de LH divergen parcialmente porque el estradiol inhibe la secreción de FSH más que
la secreción de LH. Además, los folículos en desarrollo producen la hormona inhibina, que
inhibe la secreción de FSH pero no la de LH. Otros factores que contribuyen pueden incluir
vidas medias diferentes (20 a 30 minutos para la LH; 2 a 3 horas para la FSH) y otros factores
desconocidos. Los niveles de estrógenos, especialmente el estradiol, aumentan de manera
exponencial.

-Fase Ovulatoria (liberación del huevo):


Durante esta fase, los niveles estradiol y progesterona aumentan. La LH almacenada es liberada
en cantidades masivas (oleada de LH), en general 36 a 48 horas, con un menor incremento de
FSH. La oleada de LH ocurre porque en este momento los niveles elevados de estradiol disparan
la secreción de LH por los gonadotropos (retroalimentación positiva). La oleada de LH también
es estimulada por la GnRH y por la progesterona. Durante esta oleada de LH, los niveles de
estradiol disminuyen, pero los de progesterona siguen aumentando. La oleada de LH estimula las
enzimas para iniciar la degradación de la pared del folículo y liberar el ahora maduro óvulo
dentro de las 16 a 32 horas. La oleada de LH también dispara la culminación de la primera
división meiótica del ovocito dentro de las 36 horas.
-Fase lútea:
El folículo dominante se transforma en cuerpo lúteo luego de la liberación del óvulo.
La longitud de esta fase es más constante (promedia unos 14 días), después de la cual, en ausencia
de embarazo, el cuerpo lúteo se degrada.
El cuerpo lúteo secreta principalmente progesterona en cantidades crecientes, y alcanza un pico
de 25 mg/día 6 a 8 días después de la ovulación. La progesterona estimula el desarrollo del
endometrio secretor, que es necesario para la implantación del embrión. Como la progesterona
es termógena, la temperatura corporal basal aumenta 0,5° C durante esta fase.
Como los niveles circulantes de estradiol, progesterona e inhibina son más altos durante la mayor
parte del cuerpo lúteo, los niveles de LH y FSH disminuyen. Cuando no se produce el embarazo,
los niveles de estradiol y progesterona disminuyen al final de esta fase, y el cuerpo lúteo degenera
en el cuerpo albicans.
Si se produce la implantación, el cuerpo lúteo no se degenera, sino que permanece funcional en
la gestación inicial, apoyado por la gonadotropina coriónica humana producida por el embrión
en desarrollo.

Ciclo endometrial:
Durante el ciclo menstrual, los ciclos endometriales atraviesan sus propias fases:

Menstrual

Proliferativo

Secretor
Después de la menstruación, el endometrio habitualmente es delgado con un estroma denso y
fino, glándulas tubulares lineales rectas, cubiertas por un epitelio cilíndrico bajo. A medida que
aumentan los niveles de estradiol, la capa basal intacta regenera el endometrio hasta su espesor
máximo al final de la fase ovárica folicular (fase proliferativa del ciclo endometrial). La mucosa se
engrosa y las glándulas se alargan y se enrollan, haciéndose tortuosas.

La ovulación se produce al comienzo de la fase secretora del ciclo endometrial. Durante la fase
lútea ovárica, la progesterona estimula las glándulas endometriales para que se dilaten, se llenen
de glucógeno y se vuelvan secretoras mientras la vascularización del estroma aumenta. A medida
que los niveles de estradiol y progesterona disminuyen al final de la fase lútea/secretora, el
estroma se torna edematoso y el endometrio y los vasos sanguíneos se necrosan, lo que produce el
sangrado y el flujo menstrual (fase menstrual del ciclo endometrial). La actividad fibrinolítica del
endometrio disminuye los coágulos en la sangre menstrual.

ESPERMATOGENIA

Durante la formación del embrión, las células germinales primordiales emigran hacia los

testículos y se convierten en células germinales inmaduras llamadas espermatogonias,

que ocupan las dos o tres capas más internas de los túbulos seminíferos. Las

espermatogonias comienzan a dividirse por mitosis a partir de la pubertad y continúan

proliferando y diferenciándose a los estadios definitivos de desarrollo para formar

espermatozoides.

PASOS DE LA ESPERMATOGENIA

La espermatogenia tiene lugar en todos los túbulos seminíferos durante la vida sexual

activa, como consecuencia de la estimulación por las hormonas gonadótropas de la


adenohipófisis, comenzando por término medio a los 13 años y continuando durante el

resto de la vida, aunque disminuye notablemente en la vejez. En esta primera fase, las

espermatogonias emigran hacia la luz central del túbulo seminífero entre las células de

Sertoli. Las células de Sertoli son muy grandes, con cubiertas de citoplasma redundantes

que rodean a las espermatogonias en desarrollo hasta la luz central del túbulo.

MEIOSIS.

Las espermatogonias que atraviesan la barrera y penetran en la capa de células de Sertoli

se modifican progresivamente y aumentan de tamaño para formar espermatocitos

primarios grandes. Cada espermatocito primario se divide para formar dos espermatocitos

secundarios. Al cabo de unos pocos días, estos espermatocitos se dividen a su vez para

formar espermátides, que tras varias modificaciones acaban convirtiéndose en

espermatozoides (esperma). Durante la etapa de modificación desde la fase de

espermatocito a la de espermátide, los 46 cromosomas (23 pares de cromosomas) del

espermatocito se reparten, de manera que 23 cromosomas van a una espermátide y los

otros 23, a la otra. Esto también hace que se dividan los genes cromosómicos, de manera

que sólo una mitad del material genético de un posible feto procede del padre y la otra

mitad procede del ovocito de la madre. Todo el período de espermatogenia, desde la

espermatogenia hasta el espermatozoide, tiene una duración aproximada de 74 días.

FORMACIÓN DEL ESPERMATOZOIDE.

Cuando las espermátides se forman por primera vez, tienen todavía las características

habituales de las células epitelioides, pero pronto cada espermátide comienza a alargarse

para constituir los espermatozoides, cada uno compuesto por cabeza y cola. La cabeza

está formada por el núcleo celular condensado revestido tan sólo de una fina capa de

citoplasma y de membrana celular en torno a su superficie. En la parte externa de los dos

tercios anteriores de la cabeza existe una capa gruesa denominada acrosoma,

consistente sobre todo en el aparato de Golgi. Este contiene cierto número de enzimas

similares a las que se encuentran en los lisosomas de las células típicas. Estas enzimas

desempeñan funciones importantes, pues permiten al espermatozoide entrar en el óvulo y


fecundarlo. La cola del espermatozoide, denominada flagelo, tiene tres componentes

principales:

1) un esqueleto central constituido por 11 microtúbulos, denominados en conjunto

axonema, cuya estructura es similar a la de los cilios de las superficies de otros tipos de

células

2) una fina membrana celular que reviste el axonema

3) una serie de mitocondrias que rodean el axonema de la porción proximal de la cola

(denominada cuerpo de la cola).

El movimiento de vaivén de la cola (movimiento flagelar) determina la motilidad del

espermatozoide. Este movimiento es el resultado de un movimiento rítmico de

deslizamiento longitudinal entre los túbulos anteriores y posteriores que constituyen el

axonema. La energía necesaria para este proceso procede del trifosfato de adenosina

sintetizado por las mitocondrias del cuerpo de la cola.

MADURACIÓN DEL ESPERMATOZOIDE EN EL EPIDÍDIMO:

Tras su formación en los túbulos seminíferos, los espermatozoides tardan varios días en

recorrer el epidídimo, un tubo de 6 cm de largo. Los espermatozoides extraídos de los

túbulos seminíferos y de las primeras porciones del epidídimo son inmóviles e incapaces

de fecundar un óvulo. Sin embargo, tras haber permanecido en el epidídimo entre 18 y 24

h, desarrollan la capacidad de motilidad, aunque diversas proteínas inhibidoras del líquido

del epidídimo impiden el movimiento real hasta después de la eyaculación.

FISIOLOGÍA DEL ESPERMATOZOIDE MADURO.

Los espermatozoides normales, móviles y fértiles, son capaces de movimientos flagelares

a través de un medio líquido a una velocidad de 1 a 4mm /min. La actividad de los

espermatozoides es mucho más fácil en el medio neutro y algo alcalino del semen

eyaculado, pero se deprime mucho en los medios ligeramente ácidos. Los medios muy

ácidos provocan la muerte rápida de los espermatozoides. La actividad de los

espermatozoides aumenta notablemente a medida que se eleva la temperatura, pero


también lo hace su metabolismo, lo que acorta de manera considerable su supervivencia.

Aunque los espermatozoides pueden sobrevivir muchas semanas en los conductos

genitales de los testículos, su supervivencia en el aparato genital femenino es de sólo 1 o

2 días.

CROMOSOMAS SEXUALES.

En cada espermatogonia, uno de los 23 pares de cromosomas transporta la información

genética que determina el sexo del descendiente. Este par está compuesto por un

cromosoma X, denominado cromosoma femenino, y un cromosoma Y, el cromosoma

masculino. Durante la división meiótica, el cromosoma masculino Y se dirige a una

espermátide, que se convierte en un espermatozoide masculino, y el cromosoma

femenino X va a otra espermátide, que se convierte en un espermatozoide femenino. El

sexo de la descendencia dependerá de cuál de estos dos tipos de espermatozoides

fecunde al óvulo.

FACTORES HORMONALES QUE ESTIMULAN LA ESPERMATOGENIA

1. La testosterona, secretada por las células de Leydig localizadas en el intersticio

testicular es esencial para el crecimiento y la división de las células germinales

testiculares, que es el primer paso en la formación de los espermatozoides.

2. La hormona luteinizante, secretada por la adenohipófisis, estimula la secreción de

testosterona por las células de Leydig.

3. La hormona foliculoestimulante, también secretada por la adenohipófisis, estimula a las

células de Sertoli; sin esta estimulación no se produciría la conversión de espermátides en

espermatozoides (el proceso de la espermatogenia).

4. Los estrógenos, formados a partir de la testosterona por las células de Sertoli cuando

son estimuladas por la hormona foliculoestimulante, también son, probablemente,

esenciales para la espermatogenia.

5. La hormona del crecimiento (al igual que la mayor parte de las restantes hormonas) es
necesaria para controlar las funciones metabólicas básicas de los testículos. En concreto,

la hormona del crecimiento promueve la división temprana de las propias

espermatogonias; en su ausencia, como ocurre en el enanismo hipofisario, la

espermatogenia es muy deficiente o nula, lo que se traduce en esterilidad.

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