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Aunque ayer fuera un día ajetreado para ti, Hakípolis sigue necesitando de la
ayuda de todos para funcionar perfectamente,
tomas un café rápido y te empujas una rebanada de pan duro con algo de queso que te
quedaba de ayer. Antes de ir a trabajar hoy te toca ir al
mercado por la mañana a por tu Cornucopia así que tomas la cesta del día anterior y
te dirijes al mercado. Como cualquier otro día el mercado está tremendamente
ajetreado, se escuchan innumerables nombres siendo gritados. Al cabo de unos
minutos escuchas el tuyo en la lejanía, y te aproximas corriendo a uno de los
puestos, la muchacha rubia que ha pronunciado tu nombre te pide tu certificado
hakiano sin mirarte, toma la hoja y ejerce presión con un sello sobre
la misma, el símbolo tan conocido que representa a la diosa y al Estado: la ola de
La Verdad y la abundancia. La muchacha toma tu cesta y te entrega otra,
no mucho más pesada, a cambio. Puedes ver que contiene una serie de tubérculos,
botellas y varios trozos de pan que no tienen pinta de venir de la misma
barra. Te despides de la muchacha y regresas por donde has venido. Mientras caminas
sorteando los charcos de barro que se generan por el paso de la gente
una figura con una capa rojo vino choca contra ti, tu cesta cae al suelo. No logras
fijarte bien en la figura pero un
detalle te llama inmediatamente la atención: el desconocido lleva una bellísima
máscara de bronce con forma de ciervo. Mientras te agachas a recoger lo
que se ha caído y farfullas una disculpa te das cuenta de que la figura ha
desaparecido.
Levantas la vista a donde te pide la intuición y ves cómo la elegante máscara
de ciervo se pierde entre la multitud del mercado. Confuso recoges tus cosas y
vuelves a casa para dejarlas a buen recaudo.
Ven mañana al anochecer a donde las sombras de Sócrates y Platón se juntan. Trae la
insignia.
Kaom Ra tendrá una visión sobre llenar con trozos de queso todos los callejones de
la ciudad
Cada uno de vosotros, de forma separada, os dirigís al lugar donde os citó la carta
del misterioso individuo llamado Kaom Ra. Mientras atardece, la ciudad toma unos
tintes rojizos
y anaranjados que bañan las fachadas de las chabolas montadas una encima de otras,
la densidad de las mismas provoca que a la propia calle, de suelo barroso y
removido, solamente
llegue una parte de la luz. Aún así, esa luz se hace a veces más intensa,
destelleando en tus ojos por caprichos de la arquitectura (o mejor dicho, de la
ausencia de ella). Caminando
entre la gente que va y viene puedes advertir quemuchas de las chabolas se cimentan
sobre piedra tallada y mármol, elementos que deduces estuvieron mucho antes que el
resto, dando, por suerte, algo de sentido a la configuración
de la ciudad. Estos materiales de calidad se encuentran atacados por la humedad de
la constante sombra a la que se someten, acentuada en los segmentos donde se
encuentran
los llamados "aliviaderos", lugares públicos precedidos por un pictograma de lo que
parece ser un señor y una señora haciendo pis. Os dirigís a la plaza principal, una
extensa
zona con el suelo de puro mármol grabado y decorado, con motivos rojos y violetas
que serpentean más allá de donde alcanza vuestra vista, como es hora de volver a
casa no hay
ni carros ni gente atareada que moleste vuestro paso. La plaza principal, llamada
por todos Coloquio de los Tres Grandes Sabios es la cuna de una de las mayores
obras de arte
conocidas en toda la República: las estatuas,de aproximadamente 25 metros cada una,
que representan a los tres defensores de La Verdad, Sácrotes, Plotán y Arestóteles,
en postura de charla
pensativa, las tres estatuas se encuentran bastante cercanas, dando la impresión de
que es una conversación fluída y productiva. En el centro de la plaza se puede ver
una fuente bastante
espectacular, cada uno de vosotros os dirigís al centro para poder ver mejor cómo
se juntan las sombras, ya que es la referencia que os han dado. Como si fuera una
coincidencia
llegáis a la vez, generando una situación algo extraña, os miráis, mientras
escucháis el sonido del agua golpeando la base de la fuente.
Escultura en la fuente que representa un papiro extenso que se titula "Acuerdo por
la defensa de Atones"
Leyendo por encima puedes entender que se concedió el control de la ciudad a los
tres sabios y que el antiguo dirigente Yusuf Stolin obtuvo asilo de guerra en la
capital
helénica, se encuentra firmado por las 4 partes del contrato.