Texto - Construccion - y - Consolidacion - Estado - Nacion 2
Texto - Construccion - y - Consolidacion - Estado - Nacion 2
Texto - Construccion - y - Consolidacion - Estado - Nacion 2
Como vemos, la unificación definitiva a nivel político no fue un proceso sencillo y demandó
nuevos instrumentos legales (por ejemplo, los códigos y leyes de alcance nacional), económicos
(reorganizar el cobro de impuestos para sostener al Estado y alentar inversiones) e incursiones
militares para sofocar movimientos opositores a ese
1
) Este material teórico fue elaborado en el año 2020 por la Cátedra de Historia 3er Año de la Escuela Normal 2 Rosario.
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poder centralizado y para ampliar las líneas de fronteras internas tanto en norte como en
el sur.
Durante la presidencia de Mitre (que, recordemos, se extendió entre 1862 y 1868), tuvo
lugar en inicio de la Guerra de la Triple Alianza. En 1865, el gobierno de Paraguay
intervino en la guerra civil uruguaya, le declaró la guerra a Brasil y las fuerzas
paraguayas cruzaron sin autorización por territorio correntino en su camino al sur
brasileño. Ante esto, los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay firmaron el Tratado
de la Triple Alianza uniendo sus fuerzas contra el gobierno paraguayo. La guerra fue
terriblemente dura para Paraguay: pereció cerca del 90% de la población masculina,
perdió territorios y su economía fue prácticamente destruida.
Las primeras Escuelas que funda Sarmiento son las Escuelas Normales. La primera
Escuela Normal de Argentina es la de Paraná. En Rosario El Normal 1 fue el primero
de la ciudad en 1879, lleva el Nombre de Avellaneda dado que fue bajo su presidencia,
su edificio fue construido en 1913, construcción que da la espalda y tapa a la Iglesia
Santa Rosa de Lima que se encuentra por calle Mendoza. Todos los Normales tuvieron
Maestras traídas de EEUU por Sarmiento, ninguna Escuela de éstas lleva el nombre de
esas mujeres.
El Normal 2 fue construido en
1910, 30 años después, con la
misma impronta. Como escuela
de Señoritas los Normales se
destacaron por tener
profesorados de primaria y
Nivel Inicial (mucho después
con los legados de Juana
Manso). Es muy fuerte la
identidad que se forma alinterior
de los mismos ya que son parte
de pensarse con una
familia, rasgos que aún perdura en los/as estudiantes, docentes y ex alumnos/as.
En esta misma línea, bajo la Presidencia de Sarmiento y de quien será su sucesor en
la presidencia, Nicolás Avellaneda, se llevaron adelante decisiones muy importantes
para la Educación Argentina. Una de ellas fue la Ley 1420 piedra basal del sistema
educativo nacional. Se aprobó el 8 de julio de 1884, después de fuertes debates en el
Congreso Nacional y en la prensa. La ley aprobada estableció la instrucción primaria
obligatoria, gratuita y gradual. La obligatoriedad suponía la existencia de la escuela
pública al alcance de todos los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de
conocimientos, también estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar
educación a sus hijos. Por último, la formación de maestros, el financiamiento de las
escuelas públicas y el control de la educación –privada o pública- quedó en manos del
Estado. No obstante, la sociedad tenía a través de los llamados distritos escolares en los
que participaban padres de familia (elegidos por el Consejo Nacional de Educación), la
facultad de inspeccionar la calidad, higiene y cumplimiento de las leyes en las escuelas.
En las décadas siguientes, la ley se convertirá en una divisoria de aguas de los
sucesivos enfrentamientos ideológicos que atravesaron la opinión en el país. La
posición crítica o defensiva ante la ley será uno de los puntos que demarcarán las
corrientes de ideas antagónicas. Sin embargo, a lo largo de más de un siglo, el
significado social y político de la ley varió en sintonía con los cambios en el escenario
político y los debates ideológicos.
1
ZALAZAR, Daniel E. “Las posiciones de Sarmiento frente al indio” En: Revista
iberoamericana, Vol. L, Nº 127, abril-junio 1984, pp. 413 y 414.
5
La “cuestión indígena”
Entre las presidencias de Avellaneda y la de su sucesor, Julio Argentino Roca
(presidente entre 1880 y 1886), se llevó adelante una de las más terribles incursiones
contra las poblaciones originarias que
habitaban el sur de lo que es hoy nuestro
país.
Desde hacía varias décadas, se había
trazado una línea imaginaria conocida
como “frontera sur” que demarcaba un
límite, una frontera, móvil y cambiante
entre las poblaciones “blancas” o criollas
y los pueblos indígenas. Durante años esta
frontera había sido permeable, con
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Para tener una idea del impacto de esta “Conquista” sobre las poblaciones indígenas
de la zona de Pampa - Patagonia, recuperaremos las afirmaciones de la historiadora
Hilda Sabato, quien asevera que “Según cifras del Ministerio de Guerra y Marina,
citadas por Enrique Mases, el saldo de víctimas indígenas de la operación, entre agosto
de 1878 y mayo de 1879, fue el siguiente: 1271 indios de lanza (guerreros) prisioneros,
1313 indos de lanza muertos en combate, 10.539 no combatientes prisioneros y 1049
indios reducidos voluntariamente.
Los que no fueron asesinados quedaron a disposición del gobierno nacional, fueron
objeto de intensas discusiones públicas sobre qué hacer con ellos y resultaron víctimas
de diferentes ensayos políticos sobre su destino. La consigna de asimilación dio pie a
numerosas versiones sobre las posibilidades de los indígenas de integrarse
efectivamente a la ‘civilización’. Proyectos de incorporarlos en colonias mixtas con
inmigrantes y criollos o de otorgarles tierras propias en zonas alejadas tuvieron
escasos resultados, por lo que terminó predominando el ‘sistema de distribución’,
mediante el cual se repartían mujeres y niños en casas de familia para el servicio
doméstico, mientras que los hombres adultos eran entregados para el trabajo en
establecimientos de distinto tipo o incorporados en las filas del ejército.”3
Estas campañas militares de aniquilamiento de poblaciones aborígenes implicaron, en
palabras de Sabato, “la incorporación de más de 15.000 leguas de tierra al
capitalismo argentino en expansión, la afirmación de la soberanía territorial de la
república sobre un territorio disputado por Chile [el sur], la consolidación del poder
del Estado nacional y el fortalecimiento del ejército como institución, que tuvo un papel
rector tanto en la campaña inicial como en el proceso posterior de ocupación de la
Patagonia y del Chaco.”4
2
QUIJADA, Mónica, “La ciudadanización del ‘indio bárbaro’. Políticas oficiales y oficiosas
hacia la población indígena de la pampa y la Patagonia, 1870 - 1920” En: Revista de Indias,
Vol. LIX, Nº 217, 1999.
3
SABATO, Hilda, Historia de la Argentina. 1852 – 1890, Buenos Aires, Siglo XXI, 2012, p. 266.
10
descendientes de europeos.
Con posterioridad, y como consecuencia del despojo de sus tierras y sus recursos, los
indígenas fueron equiparados al concepto de pobre y todos los atributos con los que se
sigue estigmatizando la pobreza: vago, delincuente, ladrón, mentiroso, sin educación,
etc. La fuerza de este estigma se manifiesta aún hoy en la dificultad de pensar en la
identidad particular de cada pueblo indígena y en su cultura separada de la pobreza.
En el siglo XX, los mecanismos de asimilación se basaron fundamentalmente en la
imposición de la cultura hegemónica europeizante, a través de instituciones cuyo
objetivo fue la asimilación y homogeneización, tales como la escuela y el servicio
militar. En ambas instituciones se castigaba a quien hablaba su idioma materno y se
enseñaba una historia distorsionada, donde todo lo ligado a las culturas originarias era
denostado como inferior o ‘salvaje’.
La historiografía oficial argentina fue también eficiente en borrar de sus manuales
todo registro de la conquista violenta de los pueblos originarios, su lucha por defender
su tierra y su cultura y el pensamiento de muchos de los independentistas. De esta
manera se construyó una hegemonía basada en una visión parcial de nuestra nación: una
nación blanca y europea, que intentó ocultar el genocidio inicial, la sujeción de los
pueblos originarios, desconociendo también la historia de cada región y provincia.
Sobre estos hechos históricos se construyeron las bases de la discriminación racial,
política, social, económica y cultural de los pueblos indígenas en Argentina.
4
SABATO, Hilda, Historia… cit., p. 267.
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En los últimos años, los pueblos indígenas han iniciado un proceso de recuperación de
la identidad étnica y de sus valores fundamentales, como la posesión comunitaria de la
tierra, la solidaridad, el respeto a los ancianos y a la vida, la democracia directaen la
elección de sus autoridades, el respeto por las cosmovisiones que recuperan la relación
de los seres humanos como parte de la naturaleza, entre otros.” 5
Ahora sí, volvamos al pasado para analizar algunas características del proceso de
incorporación de la Argentina al mundo capitalista a partir de desarrollo de un modelo
económico particular: el modelo agroexportador, que explica en parte el interés por la
obtención de nuevas tierras en el sur.
El modelo agroexportador
El motor del crecimiento económico de la época fueron las exportaciones de
productos primarios que se organizaron bajo el modelo agroexportador. La Argentina se
fue incorporando a un esquema de división internacional del trabajo que dividía a los
países en dos funciones: unos producían materia prima y alimentos, mientras otros
proveían manufacturas y capitales. La Argentina era un país del primer tipo.
El modelo agroexportador se basaba en las ventajas naturales de la geografía
pampeana, un área de clima templado que contaba con abundante tierra fértil apta para
el desarrollo de materia prima de exportación, como trigo, maíz y lino. Las tierras del
sur argentino también fueron utilizadas, sobre todo, para la cría de ganado ovino, es
decir, para la producción de carne y lana.
Las exportaciones variaron con el tiempo. En un primer período predominó la venta
de lana de oveja, requerida por las fábricas textiles europeas. A fines del siglo XIX
también se comenzaron a exportar cereales y lino, y a comienzos del siglo XX, creció el
desarrollo de los frigoríficos y cobró importancia la venta al exterior de carne vacuna.
Para afianzar este modelo económico fue necesario crear condiciones específicas. Se
requerían más tierras para la agricultura y la ganadería (incorporadas al sistema
productivo tras el exterminio/expulsión de la población indígena de la Patagonia y el
Chaco). Se construyó un sistema de transporte y comunicación más extendido. Se
crearon líneas de ferrocarriles, con capital inglés, que conectaron a las diferentes
provincias con el puerto mayor, ubicado en Buenos Aires. También se desarrolló y
modernizó el puerto porteño, elemento clave en la economía. Por último, se amplió el
sistema de correos. Otro aspecto central para la economía agroexportadora fue la mano
de obra. Para eso, como vimos anteriormente, se fomentó la inmigración europea.
Algunos de los recién llegados se dedicaron a las actividades agrícolas y otros
ingresaron a las pequeñas y nuevas industrias ubicadas en las ciudades.
Sin embargo, a la larga el modelo agroexportador presentó una gran desventaja para la
economía argentina: dejaba al país expuesto a los vaivenes de la economía
internacional, principalmente la europea. El modelo era muy dependiente de las
compras del exterior, su principal recurso era la venta de los productos y el ingreso de
divisas, es decir, de moneda extranjera, que permitía al país, a su vez, la compra de
maquinaria y productos al exterior. Si Europa no podía o elegía no comprar, la
Argentina entraba en crisis. Esto se evidenció con la Primera Guerra Mundial (1914-
1918) y con la Gran Depresión de la década de 1930.
5
Selección de fragmentos del texto INADI, Hacia un plan nacional contra la
discriminación:discriminación en Argentina, Buenos Aires, 2005, pp. 105 a 107 y 113.
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6
“Prólogo” en: AA.VV., Cuidad de Rosario, Museo de la Ciudad – Editorial Municipal
de Rosario, Rosario, 2010, pp. 6 y 7.
14
7
PRIETO, Agustina, “Postales proletarias del progreso” en: AA.VV., Cuidad de Rosario… cit.
pp. 68-69.
15
8
PRIETO, Agustina, “Postales proletarias del progreso” en: AA.VV., Cuidad de Rosario… cit.
pp. 72 a 74.
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ocupar una pieza en cualquiera de esas babilonias modernas y en algunos meses saldría
hecho un políglota”. Los que no encontraban cupo en los conventillos convivían en
tiendas y casillas levantadas con material de desecho en el denominado Barrio de las
Latas.
Las condiciones de trabajo. En su informe de 1904 sobre el estado de las clases
obreras en el interior de la República, que le encargara el gobierno de Julio A. Roca,
Juan Bialet Massé se deshace en alabanzas de los motores y aspectos más técnicos de la
Refinería de Tornquist en Rosario, postulándola virtualmente a primer establecimiento
industrial del país. “Hay todas las máquinas y artefactos de los sistemas más modernos,
y continuamente modifica e importa los últimos adelantos de la ciencia y del arte.”
Recorriendo la fábrica en pleno funcionamiento, el observador oficial se deslumbraba
con la adaptación de los obreros a la rigurosa disciplina, “todo el personal adaptado y
moviéndose al compás de las máquinas en perfecto orden, todo armonioso y
subordinado”.La jornada era de seis a seis, con dos descansos de media hora y de una
hora respectivamente para desayunar y almorzar. Pero a continuación Bialet Massé
cuenta que también llamó su atención el estado de las niñas de diez y doce años que
cumplían con la jornada laboral alemana: “estaban anémicas, pálidas, flacas, con todos
los síntomas de la sobre fatiga y la respiración incompleta”. Además, observaba que los
tres pisos eran bajos y que aun en invierno el calor ambiente era sofocante, porque
habían hecho los planos en Europa sin tener en cuenta el clima de esta región. Los
obreros andaban con el torso descubierto respirando polvo de azúcar, lo que adensaba
las mucosidades de los pulmones yrecubría la piel con un barniz malsano.9
Cólera
El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o
agua contaminados por la bacteria Vibrio cholerae. Tiene un periodo de incubación
corto, entre menos de un día y cinco días, y la bacteria produce una enterotoxina que
causa una diarrea copiosa, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una
deshidratación grave y a la muerte si no se trata prontamente. La mayor parte de los
pacientes sufren también vómitos.
La mayoría de las personas infectadas la bacteria no presentan síntomas, aunque la
bacteria esté presente en sus heces durante los 1 a 10 días siguientes a la infección. En el
80% de las personas que presentan síntomas estos son de leves a moderados; un 20%
padece diarrea acuosa aguda con deshidratación grave. Si no se da tratamiento, esta
puede ocasionar la muerte.
La vacuna contra el cólera es oral constituida por varias cepas (no todas) de bacterias
inactivadas de Vibrio cholerae. Su eficacia no es muy alta ni tampoco es duradera,
aunque también parece proteger parcialmente frente a otros tipos de diarrea del viajero.
La vacuna puede ser eficaz a partir de la semana de completada la vacunación.
El cólera representa aún una amenaza mundial y es un indicador fundamental del
grado de desarrollo social. Si bien no supone una amenaza para los países que
garantizan una mínima higiene, la enfermedad sigue siendo un reto para los países que
no pueden asegurar el acceso a agua potable y un saneamiento adecuado. Casi todos
9
PRIETO, Agustina, “Postales proletarias del progreso” en: AA.VV., Cuidad de Rosario… cit.
pp. 76 a 79.
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los países en desarrollo tienen que hacer frente a brotes de cólera o a la amenaza de una
epidemia de la enfermedad.
Quijada Mónica, “La ciudadanización del ‘indio bárbaro’. Políticas oficiales y oficiosas
hacia la población indígena de la pampa y la Patagonia, 1870 - 1920” En: Revista de
Indias, Vol. LIX, Nº 217, 1999.
Adamovsky Ezequiel. “El mito del “crisol de razas”: racismo e identidad nacional”, “El
ideal de Nación y la educación” en Historia De La Clase Media Argentina. Apogeo y
decadencia de una ilusión, 1919-2003. Booket, 2015.
Sabato Hilda, Historia de la Argentina. 1852 – 1890, Buenos Aires, Siglo XXI, 2012.
Varela Gustavo Capítulo I “La máquina de la verdad: fotografía y poder” Capítulo 2 “El
nacimiento de la publicidad moderna” en La Guerra de las imágenes, Editorial Ariel,
2017.