Arnaldo L. Di Pace - Las Escuchas Musicales
Arnaldo L. Di Pace - Las Escuchas Musicales
Arnaldo L. Di Pace - Las Escuchas Musicales
RESUMEN: Por su propio carácter de constructo social, los paradigmas de escucha/s musical/es están
firmemente ligados a procesos de permanente mutación y son pasibles de fuertes condicionamientos. Este trabajo
describe dos acontecimientos relacionados a la/s escucha/s musical/es : I) los llamados Tone Test, hechos por la
compañía de T.A. Edison; II) la transición del cine mudo al cine parlante y sus particularidades sobre la música
de filmes. Sobre estos acontecimientos se indaga sobre posibles causas y eventuales consecuencias.
PALABRAS-LLAVE: pe
rce
pci
óna
ura
l–e
scu
chamu
sic
al–r
epr
odu
cci
óndes
oni
do–t
ecn
olog
íasdeg
raba
ción
ABSTRACT: In cause of their own features of social construction, musical hearing/s paradigms are thigtly linked
to permanent mutation processes and are capable of hard conditioning. This work describes two events related to
mu
sic
alh
era
ing
/s:I
)th
eso-
cal
le
dTon
eTe
st,don
ebyT.
A.Edi
son
’sc
ompa
ny;I
I)t
het
ran
sit
ionf
rom s
il
entt
o
sound cinema and their particularities on film music. About this events, it will be ask about posible causes and
eventual consecuences.
KEY-WORDS: a
ura
lpe
rce
pti
on–mu
sic
alh
ear
ing–s
oun
dre
produ
cti
on–r
ecor
din
gte
chn
olog
ies
*
Licenciado en Composición con Medios Electroacústicos (Univ. Nac. de Quilmes), Profesor
Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina
“..
.lap erce pción,c omot otalida di ntegralyr eflexivae se lcont ext
ohe rme néutico
inmanente en el que ubicar cualquier contenido de pensamiento. La percepción
está rodeada de tres factores, a saber: (i) los medios de comunicación que
enmarcan y facilitan de acto de percepción; (ii) la jerarquía de lo sensible: p.e.,
oído, tacto, olfato, gusto y vista, los cuales estructuran al sujeto como un perceptor
corpóreo; y (iii) los presupuestos epistémicos que ordenan el contenido de lo
percibido. Los tres están relacionados, interactuando entre sí. Juntos constituyen
un campo de percepción, dentro del que se vuelve posible un conocimiento
espec ífi
co.”
Y también especifica:
“La pe
rcepci
ón es
,entonces
,una t
otal
ida
dr ef
lexi
vaei nt
egr
a l
,que inv
oluc
rae
l
per
cept
or,ela
ctodepe
rcibi
ryelc
ont
enidodeloper
c i
bido.
”(Lowe,1982:
1)
Nuestras percepciones -de sujetos corpóreos, en aquís y ahoras específicos- nos ligan al
mundo, pero éste no subsiste sin los modelos de pensamiento que ponemos en juego para
concebirlo y entenderlo.
Por supuesto, en este marco, la consideración de las materialidades de los objetos
específicos cumple un rol importante. Más me agradaría utilizar el concepto de sustancia que,
segúnHj ems lev,“..
.esl amateria'yas e mióti
ca me ntef or
ma da',ese ltrabajodeunc ódi goX
1
Hago esta aclaración, aunque también corresponde recordar que todo tipo de discurso del
conocimiento construído sobre la música debería implicar, inseparablemente, consideraciones
sobre la presencia de tecnologías, sean las de construcción de instrumentos, las de notación
musical, las de registro y reproducción de sonido, las de etc.
2 Estudioso de las comunicaciones, con énfasis en las orales y literarias, y en sus materialidades,
Walter Jackson Ong (1912-2003) obtuvo su master degree en la Univ, de Saint Louis, en 1941,
bajo la supervisión de un joven profesor canadiense llamado Marshall McLuhan. En 1946, Ong se
ordena sacerdote de la Sociedad de Jesús.
(...continuará...)
1915, agosto 9. En la planta fabril de T.A. Edison, cerca de Nueva York, tiene lugar una
curios ade mos t
rac ión:l asopr anoAl iceVe rl
etc a
nt a“ enuní sonoc ons upr opiag rabación”
delante de los distribuidores de productos Edison y éstos son instruídos para realizar
demostraciones semejantes.3
¿Porqué esa demostración y esas instrucciones? Cuenta la leyenda que un día impreciso
de ese mismo año, la conocida soprano Anna Case -solista de la Metropolitan Opera, NYC-
había entrado en un comercio de fonógrafos en Des Moines, Iowa, y comenzó a cantar junto
con una de sus grabaciones, editadas por la compañía de Edison, de cuyo staff artístico Case
era una de las principales atracciones. La leyenda continúa relatando que las personas que
estaban dentro del negocio dijeron que no podían notar la diferencia entre la performance en
vivo y la reproducción del disco.4
Si este acontecimiento se produjo de esa manera, será muy difícil saberlo. Pero parece
haber prendido como idea publicitaria, en un momento adecuado: por esa época, la compañía
de Edison sostenía una dura lucha con sus competidoras -entre ellas, la Victor Talking
Machines Co. con sus famosas Victrolas, y la Columbia Records- por el dominio del creciente
y rentable mercado de las grabaciones musicales sobre disco.5
En corto tiempo la compañía de Edison comenzó a implementar esas demostraciones
con el nombre de Tone Test, como parte de las campañas destinadas a promocionar sus
productos. Eran presentaciones cuidadosamente organizadas, en las que cantantes e
instrumentistas alternaban, en tiempo real, performances en vivo de sus solos vocales o
instrumentales con las versiones grabadas por ellos mismos, todo esto aconteciendo en un
escenario a oscuras u oculto a la mirada directa6. El público asistente era desafiado a
distinguir cuál era la verdadera fuente de sonido.
Los Tone Test comenzaron en setiembre de 1915 y hasta 1920 se realizaron más de
!4.000! en todo Estados Unidos. Hacia noviembre de 1918 había 15 artistas del staff Edison
realizando giras que incluían estas bizarras presentaciones, entre ellos Vernon Dalhart7
(famoso cantante de música popular, fué el primer norteamericano que consiguió vender un
millón de grabaciones8), el barítono Glen Ellison, que abordaba repertorio de música ligera,
music-hall y canciones populares, y el conocido violinista Albert Spalding9. El más famoso de
todos los Tone Test lo dió la ya citada Anna Case, el 10 de marzo de 1920, nada menos que en
5 El famoso disco de "pasta" (técnicamente shellac), de 10 pulgadas (25 cm) de diámetro, preparado
para girar a 78 rpm nominales, que por entonces era -y seguiría siendo por muchos años más- el
formato estándar para la música grabada. Aunque el formato cilindro continuaba vigente y se
seguiría produciendo hasta bien entrados los años '20, la fabricación de sus aparatos reproductores
ya había cesado dos ó tres años antes.
6 Hoyde
nomi
nar
íamosae
stoc
omo“
sit
uac
ióna
cus
mát
ica
”.
11 Uncle Dave Lewis, Classical Artists information, All Media Guide, 2006.
13 Más que de amplificación deberíamos hablar de reducción (o amplificación negativa) del sonido
grabado en relación a su causal supuesto.
14 Es
tae
sumadel
asr
azon
esporl
asqu
ela
sgr
aba
cion
esdea
que
llaé
poc
asu
ena
nta
n“s
inma
tic
es”
.
1927, octubre 6: se estrena The Jazz Singer, película dirigida por Alan Crosland y
protagonizada por el cantante Al Jolson, estrella de la música popular norteamericana. El
hecho de tener cuatro fragmentos -apenas 12 minutos del total- sonorizados en sistema
Vitaphone (de sonido-sobre-disco) le valió el inmerecido lugar de ser considerado el film que
inició la era del cine sonoro.18
La compañía Warner Brothers, productora del film, había lanzado el año anterior el
largometraje Don Juan junto con varios cortometrajes musicales, precediendo este
lanzamiento con intensas campañas publicitarias, que promovían no sólo los films en sí
mismos, sino también preparando al público para la innovación técnica que se les ofrecería.19
De todos modos, la controversia acerca de cuál fué el primer film sonoro -y cuál fué la
tecnología utilizada-, no nos interesa20. Por el momento, nos concentraremos en analizar los
posibles consecuencias que este acontecimiento puede haber provocado sobre los modos de
percepción de ese género (o sub-género) de música, al que -por tácito acuerdo social-
conve ni mose nde nomi nar“ músi
c a-
de -pe l
ícula”.
Es bien sabido que el cine nunca fué silente, ni aún en las más elementales formas de
sus comienzos.21 Numerosos, disímiles y curiosos recursos se implementaron para conseguir
que la imagen móvil estuviera acompañada de sonido, aún por medio de sincronizaciones no
necesariamente mecánicas.
También es sabido que en esa etapa, el primer lugar dentro de la jerarquía sonora lo
tenía la música: desde el piano, el armonio o el multifacético órgano Wurlitzer, pasando por
pequeños grupos de instrumentistas y llegando hasta grandes orquestas sinfónicas y coros en
las salas de primera línea, se ocupaba con música los espacios espectoriales que la imagen no
conseguía llenar completamente.
¿Resabios del acostumbramiento perceptivo al teatro -en sus múltiples variantes- y la
ópera, ilustres antecesores a los que el nuevo espectáculo podía asociarse o pretendía imitar?
¿Tendencia a que se pareciera a los populares espectáculos de circo, vaudevil y burlesque?
¿Necesidad de adicionar espacialidad tridimensional al rectángulo iluminado de la pantalla?
Casi seguramente podríamos rastrear huellas de cualquiera de estas posibilidades en las
proyecciones de cada film. Pero, otra vez, no es esto lo que interesa analizar en este momento.
En todo caso, la presencia de componentes sonoros y especialmente de música,
implicaba necesariamente la presencia cercana, corpórea y concreta de instrumentistas y
18 Mejor sería decir del cine parlante, aunque también esta expresión es errónea.
19 Para más detalles, ver Donald Crafton [1997: 70-87]. En este momento importante en la historia de
la grabación y reproducción de sonido vuelve a aparecer el nombre de Anna Case que cantó como
solista para uno de los cortometrajes musicales que acompañaron el estreno del Don Juan, y
desempeñó uno de los roles principales en este mismo film.
20 Si es por citar algunos ejemplos importantes, están la enorme cantidad de cortometrajes musicales -
en buena parte, arias de ópera- producidos por la Gaumont, en Francia, desde alrededor de 1905; y
las experiencias del ingeniero Lee De Forest, com su sistema Phonofilm, entre 1924 y 1925
[Crafton, 1997:65-70]
21 De hecho, el cine fue sonoro antes de ser cine. Desarrollaré esta paradoja en un próximo trabajo.
El campo general que, por ahora, nos interesa es lo que el sonido establecido y adherido
al film planteó como estatus sin precedentes para los espectadores: por primera vez, los
colocaba frente a una situación full virtual.
¿Cuáles serían las respuestas del público frente a este inédito estatus espectorial:
intentarían acomodar patrones perceptivos ya conocidos, se adaptarían sin más a los nuevos
modelos que les fueran propuestos, podrían dar lugar a distintas respuestas sobre los nuevos
estímulos, conseguirían imponer pautas sobre las soluciones productivas y estéticas que les
fueran ofrecidas?
Por ejemplo, uno de los recursos que hizo su aparición para definir lo que podría
llamarse Hi-Fi de la imagen-sonido, fué el sincronismo entre ambos medios. Ya no había
excusas que justificaran deslices o diferencias entre movimientos de labios registrados en la
pantalla y las palabras que se suponían provenir de esos labios. Mientras el cine no tuvo
sonido adherido, cierta desincronización entre imágenes de personas hablando y lo que los
doblajistas o cantantes hacían en vivo era admitida como normal. La misma desincronización
en un talkie, conducía a la risa y el rechazo.23
La cantidad y variedad de paradigmas perceptivos que cambiaron fué enorme. Sólo
vamos a concentrarnos en el análisis de cómo algunos aspectos técnicos muy precisos
incidieron en estos cambios de paradigmas -con sus posibles implicancias perceptivas- en esta
virada al cine sonoro.
TECNOLOGIA DURA
22 Por supuesto, las ganancias producidas por un eventual renovado interés en el espectáculo
cinematográfico eran parte muy importante en esta cuestión. Y los popes de la industria
cinema t
og ráfi
c an os ee quivoc aron:“ Cómor esultadode lentusiasmode satadoporl aspe líc
ulas
habladas, los ingresos de boleterías aumentaron un 50%. En [los Estados Unidos de Norte-]
América las entradas vendidas saltaron de 57 millones en 1927, a un promedio de 110 millones en
1930. Este éxito explica en parte por que la industria cinematográfica sobrevivió a la caída de Wall
Streetyal aGr anDe presión ”( BobAl len ,Let's Hear It For Sound)
23 Según Edward Bernds, en 1928: "A projectionist had to possess keen eyesight and a steady hand to
place the stylus on the correct start-point. If he missed by only one groove the movie was
grotesquely out of sync, which generally caused the audience to laugh or to yell angrily and throw
things." (Edward Bernds, Mr. Bernds Goes to Hollywood)
24 El Western Electric 555-W, acoplado a una gran bocina diseñada y patentada por Siemens en
!1877! [Steven E. Schoenherr, Loudspeaker History]
25 Continuando com los desarrollos técnicos, en 1931, los laboratorios Bell desarrollan un sistema de
parlantes de 2 vías, que permite alcanzar desde 50 Hz hasta 13.000 Hz. En 1932, la RCA
desarrolla parlantes para sonidos graves que alcanzan los 40 Hz. [Steven E. Schoenherr,
Loudspeaker History]
26 Además, esta Curva era sólo un parámetro de medición eléctrica de la salida del amplificador. No
tomaba en cuenta las características acústicas de las salas ni el rendimiento de los altoparlantes.
Datos técnicos extraídos de: Brian Florian, Cinema Sound and EQ Curves
27 Es t
oe su namu e
str
amá
s-a
lde
cirdeMi
che
lCh
ion
-de
lca
rác
ter“
voc
oce
ntr
ist
a”de
lson
ido
cinematográfico.
¿ES LO MISMO?
¿Es posible afirmar que, para los espectadores que pudieron asistir a sesiones de cine
mudoypa rl
a nte,lae xpe r
ie nciaa uralde“ mús icac inema tográf
ica”ha yas idos emejante?
Hacia fines de la década de 1920, en el lapso de pocos meses, o aún de pocas semanas,
losha bituésdel ass alasdec i
nepa sarondee xpe ri
e nci
a sperceptivasquei ncluí
an“ mús i
cae n
vivo”c omoi ngredient eha bi
tua l,ae xpe r
ienc iasquei nc l
uía
nmús ic
as ome ti
daapr ocesos
representacionales que se diferenciaban radicalmente del causal supuesto.
La performance en vivo no está incidida por los reducidos límites de frecuencias e
intensidades propios de los aparatos de aquella época, ni sufre de ruidos parásitos. La
indiferenciación de planos sonoros, el desequilibrio entre los diferentes instrumentos o masas
instrumentales a causa del microfoneo cercano, la sensación de múltiples fuentes reducidas a
una única fuente -el altoparlante detrás de la pantalla-, el amortiguamiento introducido por la
propia pantalla, eran otros tantos factores de diferencia.
Enpoc osme ses,lospa radig ma sdee scuc hapa r
a“ mús i
ca -
e n-e
lc ine”ha bía
nc ambi ado
radicalmente y no precisamente por la línea de mayores exigencias cualitativas.
Peronoc abedudaquee la somb r
oa ntel a“ pant a
llaqueha bl
a”de bióha c
erde jaraun
lado ciertos purismos, y consiguió hacer entregarse gozosamente al deslumbrante espectáculo
“cons onidoyt odo” .La sdi f
e r
e nciasyl imi t
a cione spe r
cepti
va sa ural
esnoe ra
na r
gume nt o
suficiente como para romper la fiesta. Aún más, tales diferencias y limitaciones se
incorporaron como parte indisoluble -y legítima- de la experiencia audiovisual.
28 No es objeto de este trabajo, pero podemos enumerar rápidamente algunas. Sólo en el campo de
las estandarizaciones formales podríamos citar: discursos musicales basados en presentación
motívica, con modelos armónicos de fines del S XIX -tanto del romanticismo tardío alemán como
del impresionismo-, sin desarrollos, con innumerables repeticiones ligeramente variadas y
reorquestadas, con pasajes de acordes disonantes tenidos (para los momentos de tensión), trémolos
y glissandi como efectos especiales, etc., etc.
INTRODUCCION
LOWE, DONALD M., History of Bourgeois Perception, Chicago: The University of Chicago
Press, 1982
A.D.: A Test of Tone Re-Creation, programa de la demostración, ca. 1915. Disponible en:
http://www.nipperhead.con
A.D.: New Music Machine Thrills All Hearers at First Test Here, en The New York Times,
7/10/1925
A.D.: The History of the Edison Cylinder Phonograph, s/d. Disponible en:
http://memory.loc.gov/ammem/edhtml/edcyldr.html
A.D.: The History of the Edison Disc Phonograph, s/d. Disponible en:
http://memory.loc.gov/ammem/edhtml/eddschst.html
BROOKE, NICHOLAS: Notas para la Opera Tone Test, 2004. Disponible en:
http://www.operaprojects.org/tonetest.htm
FRANCESCHI, HUMBERTO: A Casa Edison e Seu Tempo, Rio de Janeiro: Sarapuí, 2002
KATZ, MARK: Capturing Sound, How Technology Has Changed Music, Berkeley: Univ. Of
California Press, 2005
LEWIS, UNCLE DAVIS: Classical Artists information, All Media Guide, 2006. Disponible
en: http://www.allmusic.con
STROSS, RANDALL: Edison the Inventor, Edison the Showman, en The New York Times,
11/03/2007
AA.VV. (Altman, Lastra, Durovicova, Belton, e.a.): Sound Theory, Sound Practice,
recopilado por Rick Altman, Los Angeles: American Film Institute, 1992
AA.VV. (Gomery, Altman, Doane, Eisenstein, Pudovkin, Clair, Balasz, Kracauer, Bresson,
e.a.): Film Sound, Theory and Practice, recopilado por Elisabeth Weis and John Belton, New
York: Columbia University Press, 1985
BERNDS, EDWARD: Mr. Bernds Goes to Hollywood, Scarecrow Filmmakers Series, Nº 65,
1999. Disponible en: http://www.filmsound.org/
FLORIAN, BRIAN: Cinema Sound and EQ Curves, junio 2002. Disponible en:
http://www.hometheaterhifi.com
PRENDERGAST, ROY [1977]: Film Music, a Neglected Art, New York: New York
University Press