Toxocara canis es un helminto que parasita perros y otros cánidos. A lo largo de la evolución, los parásitos han sufrido transformaciones para adaptarse a la vida parasitaria, como la atrofia de los órganos locomotores y la adquisición de estructuras para fijarse al huésped. Los parásitos intestinales evolucionaron de seres de vida libre y adquirieron características que les permiten sobrevivir en el intestino humano. Muchos protozoos tienen un metabolismo anaeróbico y carecen de
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Toxocara canis es un helminto que parasita perros y otros cánidos. A lo largo de la evolución, los parásitos han sufrido transformaciones para adaptarse a la vida parasitaria, como la atrofia de los órganos locomotores y la adquisición de estructuras para fijarse al huésped. Los parásitos intestinales evolucionaron de seres de vida libre y adquirieron características que les permiten sobrevivir en el intestino humano. Muchos protozoos tienen un metabolismo anaeróbico y carecen de
Toxocara canis es un helminto que parasita perros y otros cánidos. A lo largo de la evolución, los parásitos han sufrido transformaciones para adaptarse a la vida parasitaria, como la atrofia de los órganos locomotores y la adquisición de estructuras para fijarse al huésped. Los parásitos intestinales evolucionaron de seres de vida libre y adquirieron características que les permiten sobrevivir en el intestino humano. Muchos protozoos tienen un metabolismo anaeróbico y carecen de
Toxocara canis es un helminto que parasita perros y otros cánidos. A lo largo de la evolución, los parásitos han sufrido transformaciones para adaptarse a la vida parasitaria, como la atrofia de los órganos locomotores y la adquisición de estructuras para fijarse al huésped. Los parásitos intestinales evolucionaron de seres de vida libre y adquirieron características que les permiten sobrevivir en el intestino humano. Muchos protozoos tienen un metabolismo anaeróbico y carecen de
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Toxocara Canis Ciclo de Vida
EVOLUCIÓN Y ADAPTACIÓN A LA VIDA PARASITARIA
vida libre (AVL) son protozoos, eucariontes, aerobios. También se les conoce
como amibas anfizoicas porque tienen la dualidad tanto de vivir libremente en la naturaleza, como la capacidad de inducir enfermedades en el ser humano y en los animales (Page, 1988)
durante la evolución de las especies los parásitos han sufrido transformaciones
morfológicas y fisiológicas, para poder adaptarse a su vida parasitaria. Cabe mencionar por ejemplo: la atrofia o desaparición del aparato locomotor, la adquisición de estructuras que permiten su fijación al hospedador, la reducción o desaparición del aparato digestivo. En general, los aparatos circulatorio, respiratorio y de excreción son simples. El sistema nervioso y los órganos de los sentidos son muy desarrollados en artrópodos y rudimentarios en helmintos. Con el fin de asegurar la sobrevivencia de la especie han desarrollado una extraordinaria capacidad de reproducción
Entre los helmintos existen machos y hembras, aunque algunos son
hermafroditas. En todos ellos la mayor parte del cuerpo está ocupada por el aparato reproductor que en algunos casos incluso es doble. Los protozoos también tienen una gran capacidad de multiplicación, ya sea a través de procesos sexuados o asexuados.
El parásito Toxocara canis es un helminto de distribución mundial que parasita
perros y otros cánidos. Los ejemplares adultos
invade el parásito de la malaria un glóbulo rojo sano
Las parasitosis derivan ancestralmente de seres de vida libre que se han
adaptado en épocas remotas a la vida parasitaria. Los parásitos intestinales experimentaron un proceso de preadaptación que les permitió adquirir en su medio habitual características bioquímicas y morfológicas que les facilitaron sobrevivir en el nuevo ambiente.
Varias especies de protozoos y nematodos intestinales derivan de formas
ancestrales de vida libre anaeróbica o microaerófila y presentan elementos quísticos de resistencia o de huevos recubiertos que les permiten resistir ambientes desfavorables: calor, deshidratación, etc. Una vez ingeridos por azar deben superar el medio gástrico, inhóspito, y colonizar el intestino, donde se encuentra un ambiente ecológico similar al que tenían en el ambiente externo en terrenos con materias orgánicas en descomposición. A través de la evolución los individuos de vida libre preadaptados al medio interno del hospedero, al encontrar condiciones favorables para su desarrollo: disponibilidad de alimento, microhábitat uniforme, ausencia de competidores y depredadores, se fueron adaptando a la vida parasitaria. Es así como los platelmintos ancestrales de vida libre han perdido su capacidad de sintetizar esteroles y ácidos grasos que obtenían de algas con las cuales vivían en simbiosis. La mayoría de los protozoos parásitos tienen un metabolismo anaeróbico, ya que carecen de mitocondrias. La pérdida de ciertas funciones se compensa ampliamente por las ventajas de la vida parasitaria, a tal punto que las clases de cestodos y trematodos dentro de los platelmintos se han adaptado de modo tal que la mayoría sólo existen como parásitos.
Las adaptaciones a la vida parasitaria son tróficas, fisiológicas, morfológicas y
evolutivas.
Los protozoos son organismos unicelulares microscópicos que pueden ser de
vida libre o de naturaleza parasitaria. Son capaces de multiplicarse en los seres humanos, lo cual contribuye a su supervivencia y también permite que se desarrollen infecciones graves a partir de tan solo un organismo. La transmisión de protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos o agua contaminados o contacto de persona a persona). Los protozoos que viven en la sangre o tejidos humanos se transmiten a otros seres humanos mediante un artrópodo vector (por ejemplo, por la picadura de un mosquito