Resumen Final Semiologia
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Módulo N°2
SAUSSURE
Saussure es considerado el padre de la lingüística moderna a comparación de Pierce su semiología
es más acotada pues estudia solo aquellos sistemas de signos que comunican, no aquellos que
significan.
Para él el lenguaje es una característica o capacidad humana, un fenómeno total en el que desglosa
dos entidades la lengua y el habla. El lenguaje es multiforme, heterogéneo y heteróclito ya que
presenta una enorme cantidad de subdivisiones.
Semiología | Catedra Di Stefano | 2021
La entidad de la lengua además de ser el objeto de estudio de la lingüística es la parte del lenguaje
que los individuos heredan y que supone una serie de acuerdos para su uso. Para Saussure la
lengua es esencial, clasificable, social y pasiva ( que está en la mente de todos y no supone
premeditación). En cambio, el habla es individual, un acto momentáneo, finito, dura el lapso de
tiempo en el cual el hablante ejerce la facultad. Para él es accesoria, accidental, individual y activa
(su uso requiere de voluntad e inteligencia).
Entonces Saussure considera la lengua como un sistema de signos arbitrarios, es decir signos que
unen de manera inmotivada un significado, o sea una idea o concepto, y un significante, una
imagen acústica / sucesión de sonidos. Y que se relacionan diferencialmente uno con otros. Por
ejemplo, la idea concepto Rosa, imagen acústica, la sucesión de sonidos R-O-S-A , se diferencia de
risa o rusa.
El vínculo es arbitrario debido a que no hay un motivo (inmotivado), una causa, o una ley natural
que vincule al significante con el significado, no está en la naturaleza. Es producto de una
convención social para comunicarnos.
A su vez el signo en la lengua aparece en oposición a otros, ya sea en una cadena o asociado a otros
signos, no en forma aislada. Todo valor está compuesto por algo similar (algo semejante) y, a la vez,
algo diferente (algo semejante) en relación con otro valor. Dichas oposiciones son propias de cada
lengua, no son universales. Como ejemplo tenemos la oposición de la forma “vos” y “usted” para
los pronombres de la segunda persona que en el sistema de la lengua inglesa no se integran, no se
distingue las formas de mayor o menor respeto.
Los signos pueden relacionarse de diferentes formas ya sea por sintagmas o por paradigmas.
Las relaciones sintagmáticas se basan en la sucesión, en la cadena, no hay simultaneidad, el
sintagma es el producto de dichas relaciones. La conexión sintagmática es In Presentia; se apoya en
dos o más términos igualmente presentes en una serie efectiva.
Las relaciones paradigmáticas, también llamadas asociativas, se basan en asociaciones mentales
fuera de la cadena, los signos se relacionan de manera simultánea. Por ejemplo, el signo Casa se
relaciona con choza; casona; rancho; se puede seguir asociando por similitud del significado. Las
conexiones paradigmáticas unen términos In Absentia en una serie nemónica virtual.
Ya dijimos que los signos eran arbitrarios, la cual es una de sus características, pero nos faltó
mencionar tres más, las cuales son la linealidad, la inmutabilidad y la mutabilidad.
Hablamos de linealidad debido a que se desarrolla en el tiempo, tanto en forma sonora como
escrita. Es una característica del significante y nos permite distinguir un signo lingüístico de otro.
Sus elementos forman una cadena, una línea espacial, el significante se desenvuelve únicamente
en el tiempo.
En cuanto a la inmutabilidad; es inmutable ya que el significante es impuesto, se mantiene en el
tiempo. Hay un factor hereditario y el echo de que sea arbitrario no causa necesidad de cambiarlo.
La multiplicidad del signo es muy compleja para producir cambios.
La mutabilidad se produce debido a que nada resiste al paso del tiempo, hay un desplazamiento en
la relación entre el significado y el significante, se producen alteraciones y es la misma
arbitrariedad la que permite la libertad de establecer cualquier posible relación entre la materia
fónica y las ideas.
Módulo N°3
BAJTÍN | VOLOSHINOV
Voloshinov parte de la idea de qué lenguaje (y la lengua) es la expresión material de la conciencia, y
que es eminentemente social, ya que lo coincide como un elemento de comunicación, una
Semiología | Catedra Di Stefano | 2021
Para Bajtín existen distintos ámbitos -o esferas- (ámbito estético, político, intimo, etc) de la praxis
social en los que se emplea la lengua; este sistema de signos se manifiesta en enunciados órales y
escritos los cuales se construyen con la ayuda de las unidades de la lengua que son, las palabras,
conjunto de palabras, oraciones; el enunciado puede ser construido tanto por una oración como
por una palabra, pero no por eso una unidad de la lengua se convierte en una unidad de la
comunicación discursiva. Todo enunciado concreto viene a ser un eslabón en la cadena de la
comunicación discursiva en una esfera determinada, así como también cada enunciado es
individual, pero sin embargo pueden compartir rasgos similares.
De allí vienen los géneros discursivos los cuales son “enunciados relativamente estables” (el
enunciado cambia cuando cambia el enunciador) que se producen en las diversas esferas de la
actividad social, y están compuestos por una dimensión temática, una estilística y una estructural o
relativa a la composición. Ahora por “relativamente estables” hay que entender que pueden dejar
mayor o menor un lugar en la manifestación de rasgos de estilos individuales cómo pero además
que pueden variar a lo largo del tiempo.
Los géneros discursivos pueden ser caracterizados ,o sea pueden ser descripto por 3 “momentos”
los cuales son:
Contenido temático: por ejemplo, un hecho de la realidad inmediata relevante para la sociedad
será el tema habitual del género discursivo noticia, propio de la esfera periodística o informática.
Estilo: es decir el vocabulario empleado y la forma de construcción de las frases, por el empleo de
recursos diversos. El estilo no depende de quién lo comunica: por ejemplo, en los canales de
noticieros, si un periodista cambia de canal, deberá adaptarse al estilo corporativo del noticiero
para el cual trabaja ahora.
Composición o estructuración: por el modo cómo se organiza la información.
Módulo N°4
BENVENISTE | MAINGUENEAU
Benveniste distinguen el lenguaje dos modos de significancia; semiótico y semántico. La lengua es
el único sistema de signos cuya significancia se articula en dos dimensiones.
La significancia semiótica es la que se comparte con otros sistemas de signos, y son signos que
establecen en el sistema relaciones positivas y diferentes. Corresponde al nivel intra lingüístico en
el que cada signo es distintivo, significativo en relación con los demás signos en el sistema de la
lengua. En cambio, la significancia semántica es propia de la lengua, resulta de la actividad del
locutor que pone la lengua en acción, es un modo engendrado por el discurso y por la enunciación.
Este modo opera debido a que hay algunas de las unidades del sistema que no tienen una
significancia estable, sino que sus significantes se “llenan” de significados al ser puesto en el
discurso y apropiado por un intérprete en un contexto determinado.
Lo semiótico (el signo) debe ser reconocido y lo semántico (el discurso) debe ser comprendido.
El discurso remite al ejercicio del uso de la lengua en cada enunciación. Es la lengua cuando es
asumida por el hombre que habla, y en condición de intersubjetividad cómo es lo que hace posible
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la comunicación lingüística. El discurso es asumido por alguien que se plantea como fuente de los
señalamientos temporales, espaciales y personales e indica qué actitud toma como locutor
respecto de lo que dice y como lo interpreta el otro.
Los discursos son opacos, no representan de manera transparente a lo que se refieren, poseen una
construcción de espacio y tiempo, también poseen al enunciatario la enunciación y el acto (la
ideología). Si fueran transparentes un enunciado tendría el mismo significado, por ejemplo:
“-buenos días” -> a modo de saludo y a modo sarcástico
La lengua es homologable a otros sistemas de signos, puede ser interpretante de los demás
sistemas de signos, pero no a la inversa. Tampoco es un medio de comunicación, construye la
subjetividad, es interior al ser humano, si fuera un medio de comunicación sería exterior al ser
humano (como la instrumentalidad) . “La lengua es por y para el ser humano”. “El hombre es por y
para el lenguaje”. La comunicación está en los enunciados, no en la lengua.
Escena englobante: es la que corresponde al tipo de discurso (religioso, político, publicitario). Sobre
esta escena englobante hay que ubicarse para interpretar el discurso, de qué manera interpela a su
lector, en función de qué finalidad está organizado.
Escena genérica: contrato ligado a un género o subgénero del discurso. Por ejemplo, dentro del
género periodístico tenemos distintos tipos de texto como el editorial, de opinión, noticia,
internacional, etc.
Escenografía: tiene por objeto hacer pasar el marco escénico al segundo plano. Es aquello de
dónde viene el discurso y de dónde es engendra el discurso. Debe adaptarse como corresponde
según el caso, la filosofía, la política, la ciencia o para promocionar tal mercancía…
Subjetividad: es la posibilidad del locutor de plantearse como “sujeto”. El lenguaje no es posible
sino porque cada locutor se pone como sujeto y remite a sí mismo como un “yo” en el discurso. El
lenguaje es subjetivo porque instala un locutor que se refiere a un alocutorio en un espacio y en un
tiempo determinado. “yo” y “tú” no hay que tomarlos como personas, sino como formas
lingüísticas que indican la persona.
Teoría de la enunciación: la Anunciación es el acto individual del uso de la lengua, acto de
apropiación de la lengua por parte de un sujeto (yo) que apela a otro sujeto (tú) en un espacio y
tiempo determinado. Esto permite al hombre comunicar su subjetividad. Es una actividad realizada
por dos protagonistas, un enunciador y un enunciatario. Siempre hay un enunciado y un
enunciador (1°p. quien habla), un enunciatario (2°p. a quien se habla), 3°p. (de quien se habla) y un
referente (de lo que se habla).
Deixis: es un término griego que significa “mostrar” o “indicar”, y se utiliza en la lingüística para
referirse a la función de los pronombres personales y demostrativos, de los tiempos y de un
abanico de rasgos gramaticales y léxicos que vinculan los enunciados con las coordenadas espacio
temporales del acto de enunciación.
Deícticos personales: marcan la existencia de un sujeto. Se dividen en puros o negativos
>Puros: >negativos:
- pronombres personales singulares yo-tú (me,te,mi,tu) - no funcionan ni como locutor ni
- pronombres personales plurales como alocutario
Nosotros: “inclusivo” yo+tú él, ella (se,su,sus)
“exclusivo” yo+él
“ extensión máxima” yo+tú+él
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Módulo N°5
MAINGUENEAU | AMOSSY | HERSCHBERG
Ethos: Es un tipo de prueba que debe reunir el orador para producir un efecto persuasivo, consiste
en causar buena impresión, por la manera en la que se construye el discurso, en dar una imagen de
si capaz de convencer al auditorio ganando su confianza.
Moviliza “todo lo que, en la enunciación discursiva, contribuye a emitir una imagen del orador con
destino en el auditorio. El tono de voz, la facilidad de palabra, la elección de las palabras y de los
argumentos, gestos, mímicas, mirada, postura, adornos, etc., son igualmente signos, elocutorios y
oratorios, de la vestimenta y simbólicos, por los cuales el orador da de sí mismo una imagen
psicológica y sociológica.
El ethos propiamente retórico está ligado a la enunciación misma y no a un saber extra discursivo
sobre el locutor. Este es el punto esencial: “se persuade por el carácter cuando el discurso muestra
al orador digno de fe”. Pero es necesario que esa confianza sea el efecto del discurso, no de una
prevención sobre el carácter del orador.
El ethos está crucialmente ligado al acto de enunciación, pero no se puede ignorar que el público
construye también representaciones del ethos del enunciador antes incluso de que hable. Parece
necesario, entonces, establecer una distinción entre ethos discursivo y ethos prediscursivo.
una decisión teórica saber si se debe relacionar el ethos con el material propiamente verbal, dar el
poder a las palabras, o si se debe integrar elementos como el vestuario del locutor, sus gestos, ver
el conjunto del cuadro de la comunicación. El problema es mucho más delicado porque el ethos,
por naturaleza, es un comportamiento que, en tanto tal, articula lo verbal y lo no verbal para
provocar en el destinatario efectos que no se deben solo a las palabras, al menos no por completo.
Por otro lado, la noción de ethos reenvía a cosas muy diferentes según se lo considere desde el
punto de vista del locutor o desde el del destinatario: el ethos ambicionado no es necesariamente
el ethos producido. El docente que quiere dar la imagen de serio puede ser percibido como
fastidioso.
En la Retórica de Aristóteles:
•el ethos es una noción discursiva, se construye a través del discurso, no es una “imagen” del
locutor exterior a la palabra;
• el ethos está profundamente ligado a un proceso interactivo de influencia sobre el otro;
• es una noción híbrida (socio-discursiva), un comportamiento socialmente evaluado que no puede
ser aprehendido fuera de una situación de comunicación precisa, integrada ella misma en una
coyuntura socio-histórica determinada.
Ethos y escena enunciativa
A través del ethos, el destinatario es convocado, en efecto, a un lugar, inscripto en la escena de
enunciación que implica el texto. Esta “escena de enunciación” se analiza en tres escenas, la
“escena englobante”, la “escena genérica” y la “escenografía”. La escena englobante da su
estatuto pragmático al discurso, lo integra en un tipo: publicitario, administrativo, filosófico... La
escena genérica es la del contrato ligado a un género o a un subgénero del discurso: el editorial, el
Semiología | Catedra Di Stefano | 2021
Estereotipos.
el término estereotipo designa “a las imágenes de nuestra mente que mediatizan nuestra relación
con lo real”. En otras palabras, los estereotipos son “representaciones cristalizadas, esquemas
culturales preexistentes, a través de los cuales uno filtra la realidad del entorno” y que, además de
ser “indispensables para la vida en sociedad” permiten que el individuo comprenda lo real, lo
categorice y actúe sobre él.
También puede considerarse al estereotipo como una manera de pensar que designa categorías
descriptivas simplificadas que se basan en creencias a partir de las cuales se califica a las personas o
a los diferentes grupos sociales que, en consecuencia, se encuentran sujetos a prejuicios.
El estereotipo tiene un componente cognitivo (como categorizador o esquema mental), un
componente afectivo (como prejuicio) y un componente comportamental (como discriminador).
Por ejemplo, representar a un piquetero como “molesto”, “vago” o “violento” remite al
estereotipo; mientras que manifestarle desprecio o rechazo remite al prejuicio y negarle un trabajo
significa un acto de discriminación
Interviene en la construcción de la identidad social y la identidad de un individuo, es decir que la
identidad no solo se define en términos de personalidad singular, también es definida a partir de su
pertenencia a un grupo.
Esta construcción particular del individuo permite, además, presentar al estereotipo como un
instrumento de categorización que permite distinguir un “nosotros” de un “ellos”: la “gente” y los
“políticos”; “los kirschenristas” y los “antikirschneristas”; los “porteños” y los “del interior”. En
síntesis, desde las investigaciones en ciencias sociales, el estereotipo tiene una vertiente negativa,
vinculada al prejuicio y a las tensiones entre los grupos sociales; y una vertiente positiva en la que
importa la construcción de la identidad social.