Revicion de Sentencia
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SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 837/2015-L
Sucre, 17 de diciembre de 2015
Expediente: La Paz 23/2010
Parte recurrente : Rielma Mencias Rivadeneira, Defensora del Pueblo en suplencia
legal
Proceso : Revisión Extraordinaria de Sentencia
Magistrada Relatora: Dra. Norka Natalia Mercado Guzmán
RESULTANDO
Por memorial presentado el 4 de marzo de 2010, cursante de fs. 855 a 862, Rielma
Mencias Rivadeneira en su calidad de Defensora del Pueblo, en suplencia legal,
interpone Recurso de Revisión Extraordinaria de Sentencia, emergente del fenecido
proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella de Silvia Portal Ardúz contra
Edwin Alberto Urquidi Álvarez, por la comisión de los delitos de Amenazas, Coacción,
Allanamiento de domicilio por Funcionario Público, Violación de Secretos en
Correspondencia no destinada a la Publicidad, Revelación de Secreto Profesional,
Atentados contra la Libertad de Trabajo y Desacato, previstos y sancionados por los
arts. 293, 294, 299, 301, 302, 303 y 162 del Código Penal (CP) respectivamente.
I. DEL RECURSO DE REVISIÓN
I.1. Antecedentes
a) En mérito a la acusación pública y particular, una vez concluida la audiencia de juicio
oral, el Juzgado Sexto de Sentencia de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz, pronunció la Sentencia 35/2003 de 21 de noviembre, por la que declaró al
imputado Edwin Alberto Urquidi Álvarez, autor de la comisión del delito de Revelación
de Secreto Profesional, previsto y sancionado por el art. 302 del CP, imponiéndole la
pena de un año de privación de libertad, a cumplir en el Penal de San Pedro de la
ciudad de La Paz, más el pago de daño civil y la multa de cincuenta días a razón de Bs.
5.-(cinco bolivianos) por día.
c) El imputado formuló recurso de casación, que fue declarado infundado por la Sala
Penal Segunda de la entonces Corte Suprema de Justicia, a través del Auto Supremo
239 de 1 de agosto de 2005.
I.1.1. Motivo del recurso
La Defensora del Pueblo en suplencia legal, argumenta su recurso en la causal
establecida en el art. 421 inc. 4) inc. c) del Código de Procedimiento Penal (CPP) y con
la finalidad de sustentar que su pedido se adecua a la normativa referida, realiza una
relación de los antecedentes del fenecido proceso señalado al exordio, afirmando que
existe prueba nueva y relevante, de acuerdo al siguiente detalle: 1) Una carta emitida
por el Director General del Servicio Nacional de Administración de Personal de 20 de
mayo de 2009; 2) Decreto Supremo 28168 de 17 de mayo de 2005; 3) La aplicación de
la jurisprudencia contenida en el “A.S. 200012-Sala Penal-135” (sic); y, 4) La
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dentro del proceso
instaurado por Tristán Donoso contra Panamá de 27 de enero de 2009 y caso Kimel
contra Argentina de 2 de mayo de 2008 y principios doctrinales sobre el planteamiento
del recurso. Con base a estas pruebas, afirma que el hecho no es punible debido a la
siguiente argumentación:
a) El sujeto activo no es propio del tipo penal, ya que se trata de un funcionario público
que tiene la obligación de permitir la libertad de expresión y de acceso a la información
pública, debido a que la legislación penal en Bolivia con relación al delito de Revelación
del Secreto Profesional protege el derecho a la intimidad, que no es absoluto; sino, que
puede ser limitado por razones de interés público, por colisionar con otros derechos,
como el derecho al acceso a la información.
b) En su calidad de servidor público no obtuvo ningún beneficio para sí o para un
tercero, sólo cumplió sus obligaciones como servidor estatal ya que se trataba de
información pública y que no constituía parte del ámbito del secreto profesional, tal
como señaló el Director del SNAP en su carta.
c) Respecto de los perjuicios que se hubieren ocasionado a la víctima del fenecido
proceso; esos perjuicios, no se tradujeron en la vida real, porque de los derechos
relacionados a la jurisprudencia internacional, más el hecho de que la querellante
exigió la entrega de la documentación a su cargo en presencia de los medios de
comunicación, se aceptó que la documentación era pública.
I.1.2. Petitorio
La parte recurrente solicita la anulación de la Sentencia impugnada, el Auto de Vista
233/2004 y el Auto Supremo 239/2005 y se dicte una nueva Sentencia absolutoria a
favor del imputado.
I.1.3. Requerimiento fiscal
El representante del Ministerio Público mediante memorial que cursa de fs. 884 a 890
de los antecedentes procesales, requirió por el rechazo del recurso, destacando que la
parte recurrente a tiempo de solicitar la revisión extraordinaria de sentencia, omitió
adjuntar el respaldo probatorio que acredite sus fundamentos, ya que simplemente se
limitó a mencionarlo en el memorial, sin presentar prueba alguna, ni siquiera la carta
emitida por el Director General del Servicio Nacional y Administración Pública.
I.1.4. Admisión del recurso
Por Auto Supremo 904/2014 de 30 de diciembre, la Sala Penal Liquidadora de este
Tribunal, conforme las previsiones del art. 423 del CPP, declaró admisible el presente
recurso de revisión de sentencia.
Posteriormente por Auto Supremo 292/2015-L de 15 de junio, a los fines de precautelar
los derechos de la víctima, se dispuso la emisión de nueva orden instruida, para su
notificación con las piezas pertinentes del recurso para su contestación, sin que curse
respuesta pese a la otorgación de diez días.
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA PRESENTE RESOLUCIÓN
El recurso de revisión sujeto al presente análisis se funda en las previsiones
establecidas por el art. 421 núm. 4) inc. c) del CPP, pues en el planteamiento de la
parte recurrente, existe prueba nueva y relevante, que acreditaría que el hecho
atribuido a Edwin Alberto Urquidi Álvarez no resulta punible, al haberse forzado la
subsunción del hecho al tipo penal de Revelación de Secreto profesional, pues el
hecho no cuenta con los elementos necesarios, correspondiendo en consecuencia
resolver en el fondo la problemática planteada.
II.1. Naturaleza y finalidad del recurso de revisión extraordinaria de sentencia.
El denominado recurso de revisión es el medio procesal que, dirigido contra las
sentencias condenatorias pasadas en autoridad de cosa juzgada, tiende en un aspecto
a demostrar mediante la alegación de circunstancias ajenas al proceso fenecido por ser
sobrevivientes o desconocidas al tiempo de dictarse la sentencia final, que el hecho no
existió o no fue cometido por el condenado o encuadra en una norma más favorable y,
en otro aspecto, a lograr la aplicación retroactiva de una ley más benigna que la
aplicada en el fallo. Así, como remedio procesal, en todos los casos de sus
presupuestos legales, se busca invalidar una sentencia que condenó injustamente a un
inocente, primando el valor justicia por sobre el de seguridad jurídica, justificando este
extremo ante situaciones que deben derivar necesariamente de las exclusivas
previsiones contenidas en el art. 421 del CPP, vigente en el país.
Al respecto PODETTI define que: "La revisión extraordinaria de Sentencia es el
remedio procesal extraordinario encaminado a examinar de nuevo una Sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, cuando se ha llegado a ella por medios ilícitos o
irregulares, sin culpa o negligencia del vencido, prescindiendo o incorporando nuevos
elementos de prueba en el juicio”. A su vez CORTES DOMINGUEZ indica: "la labor del
Tribunal de Revisión no es determinar si existe o no alguna causa o motivo que invalide
la Sentencia, sino sólo y exclusivamente si, a la vista existen circunstancias que no han
sido tomadas en cuenta por el juzgador, la Sentencia debe rescindirse por ser
totalmente injusta”.
En el caso de la causal prevista por el art. 421 inc. 4), inc. c) del CPP, la norma
procesal determina que procederá el recurso de revisión de las sentencias
condenatorias cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos, se
descubran hechos preexistentes o existan elementos de prueba que demuestren que el
hecho no sea punible.
En consecuencia, el recurso de revisión de sentencias condenatorias ejecutoriadas se
ha instituido como medio extraordinario para rectificar una sentencia injusta,
constituyendo una nueva acción impugnatoria; por su particular naturaleza, cual es
someter a revisión la Cosa Juzgada, requiere que el recurso no sólo se sustente en la
simple manifestación de la concurrencia de causales o motivos que pudieran invalidar
la Sentencia; sino, que además, se debe sustentar en prueba irrefutable que demuestre
la inocencia del condenado y la injusticia de la sentencia cuya revisión se pretende.
Consecuentemente, el recurrente debe aportar prueba que posibilite cuestionar una
resolución que ha adquirido la calidad de cosa juzgada.
II.2. De la prueba presentada en el presente recurso.
Conforme el detalle señalado en el punto I.1.1 de la presente resolución, la parte
recurrente presentó en calidad de prueba, la carta emitida por el Director General del
Servicio Nacional de Administración de Personal de 20 de mayo de 2009, que refiere
que la ficha de personal elaborada por dicha entidad contiene información general y la
misma es específica de cada servidor público “sin incluir aspectos que se relacionen
con el secreto profesional”.
Con la finalidad de asignar un valor probatorio a este documento, se debe tener en
cuenta que la Sentencia subsumió el hecho al tipo penal de Revelación de Secreto
Profesional, de la siguiente manera: Estableció la existencia de una cinta de video
difundida por un medio televisivo “UNITEL – Canal 2”, en la edición Central de TELE
PAIS, el 30 de abril de 2002, por el que se difunde la noticia titulada por los periodistas,
en sentido de que la acusadora Silvia Portal “se atrincheraba en su puesto de trabajo”,
exhibiendo de igual manera la fotografía identificativa de la querellante que pertenece a
su ficha Kardex que se envió al SNAP (Servicio Nacional de Personal) para el registro
de funcionarios de carrera, documento que habría sido, supuestamente entregado por
funcionarios subalternos a los periodistas del Canal 2, siendo la responsabilidad del
manejo de esta documentación destinada únicamente para fines internos de la
institución de Edwin Urquidi Álvarez, como Director de la misma. Constituyéndose la
conducta del imputado en delito, porque dicha documentación fue exhibida sin la
autorización de Silvia Portal Ardúz, quién habría sufrido perjuicios, tanto profesionales
como en su vida particular, aspectos por los cuales el hecho analizado se configuró en
el delito de Revelación de Secreto Profesional, previsto y sancionado por el art. 302 del
CP.
Al respecto, se debe considerar lo establecido por el art. 302 del CP (Revelación de
Secreto Profesional) que establece: “El que teniendo conocimiento de secretos en
virtud de su estado, ministerio, profesión, empleo, oficio arte o comisión, los revelare
sin justa causa, o los usare en beneficio propio o ajeno, si de ello siguiere algún
perjuicio, será sancionado…”
De ahí que debe surgir el entendimiento que si bien la Sentencia estableció que en un
medio de comunicación televisivo, el imputado manifestó hechos relacionados a la
víctima (no precisó cuáles); además, de exhibir de forma pública la ficha Kardex
personal de la querellante que incluía su fotografía, que fue enviada al Servicio
Nacional de Personal, información y documentación que en criterio del juez de mérito,
no es de dominio público, información a la cual el imputado tenía acceso en razón a su
cargo de Director Nacional del SENAPI destacando que la documentación era de
manejo interno y reservado de la institución; se tiene de los antecedentes, que el
imputado hubiese revelado información de uso netamente laboral y profesional de la
víctima, que sin embargo no tiene características de secreto profesional, tal como se
desprende de la referida certificación.
Con relación al Decreto Supremo 28168 de 17 de mayo de 2005, cuyos arts. 6, 10, 17 y
18, refieren sobre la obligatoriedad de permisión del acceso a la información de las
instituciones públicas y su publicidad y actualización, con prohibición de que ninguna
persona natural o jurídica, pública o privada, pueda ser objeto de represalias, acciones
administrativas por la divulgación de la información, se establece que dicha normativa
no puede establecer que el hecho sea o no punible, teniendo en cuenta que es una
norma que forma parte del ordenamiento jurídico de la cual se señala la permisión del
acceso a la información, pues en este caso la parte impetrante no explica si el
imputado del fenecido proceso penal por la comisión del delito de Revelación de
Secreto Profesional, realizó alguna petición y/o activó algún mecanismo para justificar
la publicación de una información de índole laboral y profesional, de una persona que
cumplía funciones en una institución pública, específicamente en el caso presente
como Directora Jurídica del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual.
En cuanto a la aplicación de la jurisprudencia contenida en el “A.S. 200012-Sala Penal-
I-135” (sic), de 18 de diciembre de 2000, se constata que si bien emerge de un proceso
tramitado por la comisión del delito de Revelación de Secreto Profesional; se debe
tener en cuenta que fue emitido en la tramitación de un Caso de Corte que fue iniciado
con el Código de Procedimiento Penal de 1972 que adopta un sistema procesal distinto
al vigente; asimismo, debe enfatizarse que la causal invocada refiere: “cuando después
de la Sentencia sobrevengan o existan elementos de prueba que demuestren que el
hecho no es punible”, en este caso, el Auto Supremo ofrecido como prueba es anterior
a la emisión de la Sentencia, que data del 21 de noviembre de 2003, en consecuencia
este elemento probatorio; primero, no es sobreviniente a la Sentencia y; segundo, no
fue emitido después de la Sentencia, por tanto no se adecua a la normativa referida.
Por último, la parte recurrente invoca la jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, dentro del proceso instaurado por Tristán Donoso contra Panamá
de 27 de enero de 2009 y caso Kimel contra Argentina de 2 de mayo de 2008 y
principios doctrinales sobre el planteamiento del recurso; al respecto, la recurrente con
el sustento de las referidas resoluciones, señaló que el imputado hizo ejercicio de su
libertad de expresión y permitió el acceso a la información de un asunto de interés
público; sin embargo, se debe tener en cuenta que fue el acusado quién sin previa
consulta, consentimiento y justa causa, quien reveló documentación de manejo
institucional; de modo, que el hecho de que todas las personas tengan acceso y
derecho a conocer documentos públicos, no quiere decir que el tenedor de los mismos
los pueda exhibir de una forma en la que todo un país pueda conocer ese tipo de
documentación, habida cuenta que las personas para poder tener acceso a dichos
documentos tienen que hacer conocer su pretensión, la cual, mínimamente debe ser
regulada por mecanismos que cada institución debe establecer, es así que el Decreto
Supremo 28168 -al cual se hace referencia- en su art. 5 (Legitimación). En ejercicio de
los derechos de información y petición, dispone que: “toda persona natural o jurídica
individual o colectivamente, está legitimada para solicitar y recibir información
completa, adecuada, oportuna y verás del Poder Ejecutivo”, señalando claramente que
todas la personas están legitimadas para solicitar y recibir información, quedando claro
que debe existir una petición; por otro lado, si bien el art. 10 de la citada norma dispone
que se debe publicar la nómina de servidores públicos y consultores permanentes y
eventuales pagados por el Tesoro General de la Nación (TGN) o por otras fuentes de
financiamiento; sin embargo, eso no quiere decir que se publique todo el Kardex de la
Sra. Silvia Portal Ardúz, sin previa solicitud fundada y legitimada.
Es así, que la recurrente confunde el acceso de los ciudadanos al conocimiento de
documentos públicos con la divulgación sin justificación de documentación que
corresponde a una determinada institución.
II.3. Verificación de la concurrencia de la causal de revisión.
Del análisis de los elementos probatorios propuestos por la recurrente y teniendo
presente que para la viabilidad de la Revisión de Sentencia Condenatoria, no es
suficiente indicar o denunciar el error de hecho o de derecho en que hubiere incurrido
el Tribunal de instancia; sino, que es condición sine quanom, que la errónea valoración
de las pruebas se demuestre con documentos nuevos que no hayan sido valorados en
ninguna de las fases del proceso, de tal modo que se patentice la equivocación injusta
del Tribunal, de modo que el solicitante de la Revisión Extraordinaria de Sentencia
debe acreditar con nuevas pruebas e irrefutables, que después de la Sentencia, se
descubrieron hechos nuevos o que existan elementos de prueba que demuestran que
el delito imputado no fue cometido por Edwin Urquidi Álvarez y por consiguiente no
correspondía ser condenado por no ser autor o partícipe de la comisión del delito; esta
Sala asume que la causal invocada por la parte recurrente concurre en el presente
caso, habida cuenta que la certificación del Director General del Servicio Nacional de
Administración de Personal de 20 de mayo de 2009, que se adjunta como prueba,
refiere claramente que la ficha de personal elaborada por el Servicio Nacional de
Administración de Personal contiene información general y la misma es específica de
cada servidor público “sin incluir aspectos que se relacionen con el secreto profesional”.
Este entendimiento se origina al quedar claro que el hecho motivo de la condena
emitida en contra de Edwin Alberto Urquidi Alvarez, básicamente radica en la exhibición
de una ficha Kardex de manejo institucional, por lo que a los fines de establecer si esa
conducta constituiría o no el delito de Revelación de Secreto Profesional, es pertinente
realizar el análisis respectivo sobre la correcta subsunción del hecho al tipo penal en
consideración a la nueva prueba que deja en claro que la documentación que fuera
exhibida por el imputado no se encuentra sujeta a secreto profesional, de lo que se
tiene:
a) El hecho de exhibir una ficha Kardex enviada al SNAP, si bien podría constituir la
revelación de una información de carácter institucional, no significa la concurrencia del
secreto como objeto del delito, que de acuerdo a la doctrina: “es lo no divulgado, lo no
conocido por un número indeterminado de personas; a este concepto vulgar se le
suma, en lo jurídico, que medie interés del titular en mantenerlo fuera de ese
conocimiento (…) Por eso, tanto es secreto lo que el sujeto pasivo conoce y quiere
mantener en ese carácter, como aquello que, siéndole personal, no conoce (p.ej., que
sufre de una determinada enfermedad), pero que, de conocerlo, tendría interés en que
no se divulga. La protección de la Ley extiende a ambas hipótesis” (Carlos Creus
“Derecho Penal. Parte Especial. Tomo I, 3ra edición pag. 387); en consecuencia,
parangonar “información de carácter institucional” con “secreto profesional”, va más allá
de la voluntad del legislador, si se considera que desde el punto de vista doctrinal, con
el tipo penal referido: “Se prevé y se trata de evitar el peligro de que el agente llegue a
doblegar la voluntad del sujeto pasivo con la amenaza, por lo menos implícita, de
revelar secretos que captó a raíz de su actividad profesional o en razón de las
relaciones propias de su estado. El fundamento de la punibilidad radica en el interés
público de amparar la libertad individual relativa a los secretos confiados por necesidad
a personas que se hallen en determinados cargos, artes o profesiones” (Maggiore)”
(Obra citada precedentemente); más si se considera que en otras legislaciones se
regula la violación de secretos oficiales, que contiene elementos constitutivos diferentes
a la Revelación del Secreto Profesional regulada por el art. 302 del CP.
b) Analizada la Sentencia y la subsunción realizada con relación al hecho en concreto,
que constituiría la punibilidad de revelación de información institucional; se tiene que
ese hecho no es similar a la revelación de un secreto como objeto del delito en
cuestión, verificándose que en la Sentencia cuya revisión se solicita, no se identifica el
respaldo normativo que permita concluir que la información y documentación relativa a
los funcionarios públicos de una institución tengan calidad de secretas.
c) La finalidad de la Revisión de Sentencia, es la de rescindir sentencias condenatorias
firmes, por las causales contenidas en el art. 421 del CPP cuando existen elementos
formales valederos que propicien situaciones jurídicamente injustas; en el presente
caso, queda claro que la certificación emitida por Iván Iporre Salgueiro, en su calidad
de Director ejecutivo del Servicio Nacional de Administración de Personal del Ministerio
de Economía y Finanzas Públicas, desvirtúa por un lado el hecho de que la exhibición
de la ficha Kardex de una funcionaria constituya la comisión del delito de revelación de
secreto profesional, previsto y sancionado en el art. 302 del CP; y por otro lado, tal
como se refirió en el inciso a) de este apartado, si bien el hecho de exhibir la ficha
Kardex constituiría la revelación de una información de manejo institucional, no significa
la concurrencia de la revelación de un secreto propiamente dicho como elemento
constitutivo tipificado por la referida norma sustantiva penal.
Por lo expresado, en el presente caso, la recurrente al interponer el Recurso de
Revisión de Sentencia Ejecutoriada, demuestra con nuevos elementos de prueba que
el hecho atribuido no es punible, conforme al numeral 4) inciso c) del art. 421 del CPP,
tal como se estableció anteriormente; en consecuencia, la referida prueba conduce a
viabilizar la procedencia del recurso extraordinario de revisión, mucho más aún si en el
presente caso, se advierte error judicial en la Sentencia condenatoria que se pretende
rescindir, por lo que se hace viable la nulidad de la Sentencia impugnada, a los fines de
que a través de un nuevo juicio desarrollado bajo los principios que rigen el sistema
procesal penal vigente, se emita el correspondiente fallo.
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 424
inc. 2) del CPP, ANULA la Sentencia 35/2003 de 21 de noviembre pronunciada por el
Juzgado Sexto de Sentencia de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz, disponiendo la celebración de un nuevo juicio a cargo de otro Juez de Sentencia.