Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cuento de Blancanieves y Cuento de Blancanieves y Los Siete Enanitos Los Siete Enanitos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 1

Cuento de Blancanieves y

los siete enanitos


Cuento clásico de los hermanos Grimm

© Versión escrita por Paola Artmann

0:00 -5:19

Audio de texto a voz para una lectura asistida

Powered by

Érase una vez una joven y bella princesa


llamada Blancanieves que vivía en un
reino muy lejano con su padre y
madrastra.

Su madrastra, la reina, era también muy


hermosa, pero arrogante y orgullosa. Se
pasaba todo el día contemplándose frente
al espejo. El espejo era mágico y cuando
se paraba frente a él, le preguntaba:

—Espejito, espejito, ¿quién es la más


hermosa del reino?

Entonces el espejo respondía:

— Tú eres la más hermosa de todas las


mujeres.

La reina quedaba satisfecha, pues sabía


que su espejo siempre decía la verdad. Sin
embargo, con el pasar de los años, la
belleza y bondad de Blancanieves se
hacían más evidentes. Por todas sus
buenas cualidades, superaba mucho la
belleza física de la reina. Y llegó al Sn un
día en que la reina preguntó de nuevo:

—Espejito, espejito, ¿quién es la más


hermosa del reino?

El espejo contestó:

—Blancanieves, a quien su bondad la


hace ser aún más bella que tú.

La reina se llenó de ira y ordenó la


presencia del cazador y le dijo:

—Llévate a la joven princesa al bosque y


asegúrate de que las bestias salvajes se
encarguen de ella.

Con engaños, el cazador llevó a


Blancanieves al bosque, pero cuando
estaba a punto de cumplir las órdenes de
la reina, se apiadó de la bella joven y dijo:

—Corre, vete lejos, pobre muchacha.


Busca un lugar seguro donde vivir.

Encontrándose sola en el gran bosque,


Blancanieves corrió tan lejos como pudo
hasta la llegada del anochecer. Entonces
divisó una pequeña cabaña y entró en ella
para dormir. Todo lo que había en la
cabaña era pequeño. Había una mesa con
un mantel blanco y siete platos pequeños,
y con cada plato una cucharita. También,
había siete pequeños cuchillos y
tenedores, y siete jarritas llenas de agua.
Contra la pared se hallaban siete
pequeñas camas, una junto a la otra,
cubiertas con colchas tan blancas como la
nieve.

Blancanieves estaba tan hambrienta y


sedienta que comió un poquito de
vegetales y pan de cada platito y bebió
una gota de cada jarrita. Luego, quiso
acostarse en una de las camas, pero
ninguna era de su medida, hasta que
Snalmente pudo acomodarse en la
séptima.

U Libre de Derecho

Marcá la Abrir
diferencia

Powered by

Cuando ya había oscurecido, regresaron


los dueños de la cabaña. Eran siete
enanos que cavaban y extraían oro y
piedras preciosas en las montañas. Ellos
encendieron sus siete linternas, y
observaron que alguien había estado en
la cabaña, pues las cosas no se
encontraban en el mismo lugar.

El primero dijo: —¿Quién se ha sentado en


mi silla?

El segundo dijo: —¿Quién comió de mi


plato?

El tercero dijo: —¿Quién mordió parte de


mi pan?

El cuarto dijo: —¿Quién tomó parte de mis


vegetales?

El quinto dijo: —¿Quién usó mi tenedor?

El sexto dijo: —¿Quién usó mi cuchillo?

El séptimo dijo: —¿Quién bebió de mi


jarra?

Entonces el primero observó una arruga


en su cama y dijo: —Alguien se ha metido
en mi cama.

Y los demás fueron a revisar sus camas,


diciendo: —Alguien ha estado en nuestras
camas también.

Pero cuando el séptimo miró su cama,


encontró a Blancanieves durmiendo
plácidamente y llamó a los demás:

—¡Oh, cielos! —susurraron—. Qué


encantadora muchacha

Cuando llegó el amanecer, Blancanieves


se despertó muy asustada al ver a los
siete enanos parados frente a ella. Pero
los enanos eran muy amistosos y le
preguntaron su nombre.

—Mi nombre es Blancanieves —respondió


—, y les contó todo acerca de su malvada
madrastra.

Los enanos dijeron:

—Si puedes limpiar nuestra casa, cocinar,


tender las camas, lavar, coser y tejer,
puedes quedarte todo el tiempo que
quieras—. Blancanieves aceptó feliz y se
quedó con ellos.

Pasó el tiempo y un día, la reina decidió


consultar a su espejo y descubrió que la
princesa vivía en el bosque. Furiosa,
envenenó una manzana y tomó la
apariencia de una anciana.

— Un bocado de esta manzana hará que


Blancanieves duerma para siempre — dijo
la malvada reina.

Al día siguiente, los enanos se marcharon


a trabajar y Blancanieves se quedó sola.

Poco después, la reina disfrazada de


anciana se acercó a la ventana de la
cocina. La princesa le ofreció un vaso de
agua.

—Eres muy bondadosa —dijo la anciana


—. Toma esta manzana como gesto de
agradecimiento.

En el momento en que Blancanieves


mordió la manzana, cayó desplomada.
Los enanos, alertados por los animales del
bosque, llegaron a la cabaña mientras la
reina huía. Con gran tristeza, colocaron a
Blancanieves en una urna de cristal.
Todos tenían la esperanza de que la
hermosa joven despertase un día.

Y el día llegó cuando un apuesto príncipe


que cruzaba el bosque en su caballo, vio a
la hermosa joven en la urna de cristal y
maravillado por su belleza, le dio un beso
en la mejilla, la joven despertó al haberse
roto el hechizo. Blancanieves y el príncipe
se casaron y vivieron felices para siempre

Saber más

Powered by

Cuentos clásicos tradicionales


para niños

Ricitos de Oro Los t

ÁREAS DE APRENDIZAJE:

Matemática Lenguaje Ciencia

Inglés Cuentos cortos Adivinanzas

Trabalenguas Chistes Diversión

Dibujos

MÁS INFORMACIÓN:

Nuestra historia

Metodología

Currículo

Material educativo

Misión social

Frases educativas

Términos y condiciones

Política de privacidad

Términos de pago

Preguntas frecuentes

ESCRÍBENOS:

soporte@arbolabc.com

SÍGUENOS:

Copyright © 2020 Rainbow Tree Inc. - juegos


educativos para niños. Todos los derechos reservados.

También podría gustarte