Blas de Lezo
Blas de Lezo
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Blas de Lezo
Información personal
Casa natal de Blas de Lezo (Pasajes, España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Católico
Información profesional
Ocupación Oficial naval, comandante militar y soldado Ver y modificar los datos en
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Lealtad España
Conflictos
Batalla de Málaga
Sitio de Tolón
Guerra hispano-otomana
Conquista de Orán
BLAS DE LEZO
Índice
2 Guerra de Sucesión
3 El Caribe y el Pacífico
4 En el Mediterráneo
7 Su memoria en la actualidad
8 Véase también
9 Notas
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Enlaces externos
Blas de Lezo y Olavarrieta nació en el distrito de Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa) —por
entonces aún parte de San Sebastián— a principios de febrero de 1689 y fue bautizado en la
iglesia de San Pedro de la misma localidad el día seis siguiente.34 Hijo de Pedro de Lezo y
Agustina Olavarrieta,5 pertenecía a una familia con ilustres marinos entre sus antepasados, en
un pueblo dedicado, prácticamente en exclusiva, a la mar.63 Era el tercer hijo del matrimonio,
que tuvo ocho,nota 3 de los que no todos sobrevivieron a la infancia.7 Sus padres pertenecían
a la pequeña nobleza local, acomodada, y Lezo contaba con algunos antepasados importantes:
su tatarabuelo había sido regidor de la villa a comienzos de siglo, otro había sido obispo de
Perú el siglo anterior, y su abuelo había sido capitán y dueño de un galeón.83 El mayorazgo le
privaba prácticamente de heredar bienes, así que optó por emprender la carrera militar, como
marino.9
Se educó en el Colegio de Francia, una institución educativa para niños de la baja nobleza de la
zona donde recibió la instrucción básica.10nota 4 En aquel entonces la armada francesa era
aliada de España en la guerra de Sucesión, que acaba de empezar al morir Carlos II sin
descendencia.12 Dado que Luis XIV deseaba el mayor intercambio posible de oficiales entre los
ejércitos y escuadras de España y Francia, Lezo se embarcó, a sus doce años, en 1702,nota 5 en
la escuadra francesa —que, en la práctica, había absorbido a la española, en estado
calamitoso—, enrolándose como guardiamarina al servicio del conde de Toulouse, Luis
Alejandro de Borbón, hijo de Luis XIV.131411
Guerra de Sucesión
La guerra enfrentaba a Felipe de Anjou, apoyado por Francia y nombrado heredero por el
difunto rey español, con el archiduque Carlos de Austria, apoyado por Inglaterra, ya que esta
última temía el poderío que alcanzarían los Borbones en el continente en caso de unirse las
dos coronas, española y francesa.15 Para recuperar Gibraltar —tomado por las fuerzas anglo-
holandesas— y desbloquear el acceso al Mediterráneo, franceses y españoles aprestaron una
gran armada.1617 La escuadra francesa había salido de Tolón y en Málaga se habían unido a
ella algunas galeras españolas mandadas por el conde de Fuencalada.1617 Frente a Vélez-
Málaga se produjo el 24 de agosto de 1704 la batalla naval más importante del conflicto.1817
En dicho combate se enfrentaron 96 naves de guerra franco-españolas (51 navíos de línea, seis
fragatas, ocho brulotes y doce galeras, que sumaban un total de 3577 cañones y 24 277
hombres) y la flota anglo-neerlandesa, mandada por el almirante Rooke y compuesta por 53
navíos de línea, seis fragatas, pataches y brulotes con un total de 3614 cañones y 22 543
hombres, dando como resultado al final de la contienda 1500 y 2719 bajas,nota 6
respectivamente.19
Blas de Lezo participó en aquella batalla batiéndose de manera ejemplar, hasta que, poco
después de comenzar el combate, una bala de cañón le destrozó la pierna izquierda,4
teniéndosela que amputar, sin anestesia, por debajo de la rodilla.2017 Debido al valor
demostrado tanto en aquel trance como en el propio combate, fue ascendido en 1704 a
BLAS DE LEZO
alférez de bajel de alto bordo por Luis XIV, al que el comandante francés había notificado la
bizarría de Lezo.132122 Felipe V le otorgó también una merced de hábito, que conllevaba una
serie de privilegios similares a los de la baja aristocracia.23
Se le ofreció ser asistente de cámara de la Corte de Felipe V. Rechazó este cargo y, una vez
recuperado de la pérdida de la pierna, siguió su servicio a bordo de diferentes buques,
tomando parte en las operaciones que tuvieron lugar para socorrer las plazas de Peñíscola y
Palermo;22 en el ataque al navío inglés Resolution de setenta cañones en la costa genovesa,
que terminó con la quema de este;24 así como en el apresamiento posterior de dos navíos
enemigos en el Mediterráneo occidental, que fueron conducidos a Pasajes y Bayona, todo ello
en 1705.25 El mando de las presas se otorgaba como premio a los oficiales que se habían
distinguido en el servicio, como debió de hacer Lezo en los combates de ese año.26
Pero enseguida es requerido por sus superiores y en 1706 se le ordenó abastecer a los
sitiadores de Barcelona al mando de una pequeña flotilla, parte de la armada que con este fin
mandaba un almirante francés.27 Realizó brillantemente su cometido, escapando una y otra
vez de las naves enemigas y facilitando el aprovisionamiento del ejército del mariscal de
Tessé.28 Para ello deja flotando y ardiendo paja húmeda con el fin de crear una densa nube de
humo que ocultase los navíos españoles, pero además carga «sus cañones con unos casquetes
de armazón delgada con material incendiario dentro, que, al ser disparados, prenden fuego a
los buques británicos».29nota 7 Los británicos se ven impotentes ante esta táctica.
Fragata de Blas de Lezo remolcando el buque británico Stanhope. Se supone que la captura
tuvo lugar durante la época en la que estuvo destinado en Rochefort, pero no hay
documentación que confirme el apresamiento.
Tras una breve convalecencia fue destinado al puerto de Rochefort, en la costa atlántica
francesa, donde le ascendieron a teniente de Guardacostas en 1707.16 Tres años más tarde le
ascendieron nuevamente a capitán de fragata.34 Se afirma, aunque no hay documentación
que respalde esta aseveración, que durante su destino en Rochefort hostigaba el tráfico
marítimo británico capturando algunos barcos.353632 Por estas fechas se supone que tuvo
lugar el combate con el Stanhope mandado por John Combs.37nota 8 Se mantuvo un cañoneo
mutuo hasta que las maniobras de Lezo dejaron al barco enemigo a distancia de abordaje,
momento en el que ordenó lanzaran los garfios para llevarlo a cabo.
BLAS DE LEZO
En 1712, separadas nuevamente las Armadas francesa y española, pasó a servir a las órdenes
de Andrés de Pes.3940 Aunque se desconoce en qué acciones participó, se sabe que lo hizo
con distinción por los informes favorables de Pes, que permitieron a Lezo ascender a capitán
de navío algunos meses después de abandonar el servicio de este.41
A continuación, el navío de Lezo formó parte de la flota enviada a conquistar Mallorca, aún leal
al pretendiente austriaco al trono, que se rindió sin resistencia al arribar a Alcudia la flota con
veinticinco mil soldados el 15 de junio de 1715.4546
El Caribe y el Pacífico
Terminada la guerra de Sucesión, se le confió el buque Peibo del Primer Lanfranco, barco en
calamitoso estado.47 Un año después, en 1716, partió hacia La Habana con la Flota de
Galeones, con la misión habitual de escoltar a los barcos mercantes que viajaban a América y
la especial de limpiar de naves corsarias las aguas de la región, que habían realizado algunas
presas el año anterior.47 Cumplida la misión, Lezo regresó a Cádiz, donde en 1720 obtuvo el
mando de un nuevo Lanfranco, de sesenta y dos cañones y también genovés, como su
homónimo, conocido asimismo como León Franco y Nuestra Señora del Pilar.47nota 9
Lima, capital del Virreinato del Perú, en el que Lezo sirvió de 1720 a 1730, cuando regresó a la
península ibérica. Entre 1723 y 1729, mandó la flota virreinal, que reforzó temporalmente y
con la que acabó con la piratería y el contrabando en la región.
Con este nuevo navío se integró en una escuadra hispano-francesa al mando de Jean Nicolas
Martinet —francés al servicio de la Corona española— y Bartolomé de Urdizu —segundo de
Martinet y capitán del único buque real que se unió a los que aportaban los corsarios
franceses—, que partió en diciembre de 1716 a América con el cometido de limpiar de
corsarios y piratas los llamados mares del Sur, o lo que es lo mismo, las costas del Perú.4950 La
escuadra estaba compuesta por parte española por cuatro buques de guerra y una fragata y,
por parte francesa, por dos navíos de línea.49nota 10 Tras diversos retrasos, el grueso de la
flota alcanzó El Callao el 27 de septiembre de 1717.48 Urdizu y Lezo, sin embargo, tuvieron
problemas para doblar el Cabo de Hornos y se retrasaron; alcanzaron El Callao finalmente en
BLAS DE LEZO
enero de 1720, cuando ya las autoridades del Perú habían devuelto a Europa a los franceses
por las tensiones entre las dos partes.51
En mayo de 1725, se casó con una limeña de la alta sociedad, Josefa Pacheco de Bustos y Solís,
veinte años más joven; la boda la presidió el arzobispo de Lima, fray Diego Morcillo y Rubio de
Auñón, que hasta el año anterior había sido virrey del Perú y había establecido buenas
relaciones con Lezo.5556
Para reforzar la flota que mandaba, hizo reparar los navíos de línea con que contaba, desguazó
y vendió la Peregrina, de cara recuperación y mal adaptada a las aguas de la región e hizo
construir otros dos navíos.57 A principios de 1725 zarpó para combatir el corso y el
contrabando de acuerdo a los bandos promulgados el año anterior por el nuevo virrey.57 Tras
algunas semanas de patrulla, Lezo se topó con una escuadra neerlandesa de cinco barcos, que
aventajaban a la suya en artillería.57 Durante la batalla, tras una denodada lucha logró
derribar el palo mayor de la capitana y apresarla, y puso en fuga al resto de buques.58 Más
tarde, atacó y se apoderó de una flota inglesa de seis barcos de guerra, de los que se quedó
tres para la escuadra virreinal.59
Matrimonio y descendencia
El 5 de mayo de 1725, había contraído matrimonio en Lima con la dama criolla Josefa Pacheco
de Bustos, natural de Locumba (actual Tacna), e hija de los también criollos José Carlos
Pacheco y Benavides, y María Nicolasa de Bustos y Palacios.55 El matrimonio tuvo siete hijos:
Blas67 Fernando, nacido en Lima y primer marqués de Ovieco (1726); Josefa Atanasia, nacida
también en Lima (1728); Cayetano Tomás; Pedro Antonio; Agustina Antonia; Eduvigis Antonia,
que profesó como su hermana mayor como agustina recoleta; e Ignacia, que casó con el
marqués de Tabalosos.56 Los cinco hijos menores nacieron en la península ibérica y, de ellos,
las dos hermanas menores, en El Puerto de Santa María.5668
En el Mediterráneo
Estuvo inactivo en Cádiz un año, hasta que el 3 de noviembre de 1731 se lo nombró jefe de la
escuadra naval del Mediterráneo.6962 Esta contaba con tres navíos de línea, entre ellos el Real
Familia, de sesenta cañones y almiranta de Lezo.69 La escuadra tenía un papel fundamental en
las ambiciones políticas del rey, que deseaba recuperar los territorios perdidos en la península
itálica en los tratados de paz de la guerra de sucesión.69 En reconocimiento de sus servicios al
rey, este le concedió en 1731 como estandarte para su capitana la bandera morada con el
escudo de armas de Felipe V, la Orden del Espíritu Santo —máxima condecoración francesa—
y la Orden del Toisón de Oro —más alta condecoración española— alrededor y cuatro anclas
en sus extremos.7069
Génova en 1766. Tres décadas antes Lezo había obligado a las autoridades de la ciudad a
devolver el dinero de la Hacienda española que guardaban sus bancos, so pena de
bombardearla. Fue una de sus primeras misiones como jefe de la Escuadra del Mediterráneo.
Su primera misión fue participar en diciembre de ese año en la escolta del infante Carlos, que
pasaba a Italia a adueñarse de los ducados de Parma, Toscana y Plasencia.7172 Lezo mandaba
una escuadra de veinticinco navíos, parte de una flota mayor en la que participaban los
ingleses.71nota 11
BLAS DE LEZO
Expedición a Orán
En junio de 1732, volvió de Cádiz a Alicante para sumarse a esta expedición.78 El objetivo de
esta era recuperar la plaza, que había estado en manos españolas desde 1509 hasta 1709,
cuando se había perdido durante la guerra de sucesión.7875 Retomarla era una cuestión de
prestigio para la Corona y un modo de demostrar el renovado poderío militar y naval español
con la nueva dinastía.78 Lezo quedó como lugarteniente del capitán de la flota de la
expedición, Francisco Cornejo, mientras que José Carrillo de Albornoz, conde de Montemar,
mandaba las tropas de tierra.7975 Lezo participó en la operación a bordo del Santiago, parte
de la flota de doce navíos de guerra, dos fragatas, dos bombardas, siete galeras, dieciocho
galeotas, doce barcos varios y más de quinientos transportes que componían la escuadra de la
expedición.79
El asedio de Orán comenzó el 29 de junio, con el desembarco de los veintiséis mil hombres de
Montemar.7975 Tras varios choques, se apoderaron de la plaza el 1 de julio.80 Sofocadas las
últimas resistencias, que habían costado más bajas que la conquista de la ciudad, la expedición
regresó a España el 1 de agosto, dejando una guarnición.81 El 2 de septiembre, Lezo estaba de
vuelta en Cádiz.81
Cuando la expedición marchó creyendo cumplida su meta, Bey Hassan, señor de Orán hasta la
reconquista española, logró reunir tropas, aliarse con el bey de Argel y sitiarla.82 Bombardeó
el castillo de Mazalquivir y aplastó una salida de los defensores, en la que perecieron más de
mil quinientos soldados y además murió el gobernador español, Álvaro Navia Osorio y Vigil.
Este aristócrata fue el autor de Reflexiones militares, libro de cabecera de Federico el Grande.
83 Ante la desesperada situación de la plaza, el 13 de noviembre se ordenó a Lezo
socorrerla.83 Este partió de inmediato con los barcos que estaban listos para realizar la
travesía: dos navíos de línea, cinco menores y veinticinco transportes, que llevaban cinco mil
BLAS DE LEZO
soldados de refuerzo a la guarnición.8375 Tras dos días de navegación alcanzó Orán, desbarató
el acoso de las nueve galeras argelinas, que se retiraron al llegar la escuadra española y
abasteció a la guarnición.83
Decidido a acabar con la amenaza que suponía la flota argelina, decidió perseguirla.83 En
febrero de 1733 logró finalmente localizar la capitana de sesenta cañones, que se refugió en la
bahía de Mostagán, defendida por dos castillos fortificados.84 Ello no arredró a Lezo, que
entró en la bahía tras la nave argelina despreciando el fuego de los fuertes, logró poner en
fuga una galeaza que surgió inesperadamente para auxiliar a la galera, abordarla, incendiarla y,
a continuación, destruir los castillos.85 Retornó entonces primero a Orán y luego Barcelona,
donde recogió cuatro regimientos de infantería que trasladó a África.8586 Luego reanudó la
patrulla de la zona, entre Tetuán y Túnez durante dos meses, hasta que una epidemia que se
desató en la escuadra lo forzó a regresar a la ciudad de Cádiz.8786
Hasta 1737, mantuvo un continuo litigio con el virrey de Perú por el sueldo que se le
adeudaba, que este se negó hasta entonces a pagarle, aduciendo falta de fondos.88 Lezo,
empero, no pasó apuros económicos, tanto por la fortuna de su mujer como por los ingresos
que obtuvo de diversos negocios, entre ellos el comercio en plata, oro y esclavos, que había
realizado mediante un representante durante su estancia en el Perú.88 Parte de las ganancias
las invertía en rentables pagarés y deuda; a pesar de sus continuos combates con los ingleses,
mantuvo una cuenta en un banco londinense.89
Plano de Cartagena de las Indias realizado en 1735 y publicado en la obra Relación histórica del
viaje a la América meridional, de Jorge Juan y Antonio de Ulloa
Regresó a América, al Nuevo Reino de Granada, con los navíos Fuerte y Conquistador en 1737
como comandante general de Cartagena de Indias, plaza que tuvo que defender de un sitio
(1741) al que la había sometido el ataque del almirante inglés Edward Vernon.95 En los
primeros años en Cartagena, Lezo se encargó de labores de guardacostas, que debían
desbaratar el creciente contrabando, que acabó precipitando la nueva guerra con el Reino
Unido.96 Con este mismo objetivo, creó junto con el gobernador de Cartagena una compañía
de armadores de corso.96 El contrabando británico había crecido aprovechando las
concesiones comerciales que el Reino Unido había obtenido en el Tratado de Utrecht: al
comercio legal —quinientas toneladas ampliadas a mil en 1716—, se unieron pronto los
contrabandistas, que amenazaban el comercio español y trataban de no pagar los derechos
(impuestos) a la Corona.96 A pesar de la renuencia del Gobierno británico a enfrentarse a
España y favorecer así su acercamiento a Francia, las quejas de los comerciantes afectados por
las actividades de los guardacostas y el debilitamiento del gabinete de Robert Walpole
acabaron por aumentar la tensión entre los dos países y condujeron finalmente a la guerra.97
La justificación de los británicos para iniciar un conflicto con España —la llamada guerra del
Asiento— fue, entre otros muchos incidentes, el apresamiento de un barco mercante
mandado por Robert Jenkins cerca de la costa de Florida en 1731.9899 Juan de León Fandiño
apresó el barco y supuestamente cortó la oreja de su capitán al tiempo que le decía: «Aquí
está tu oreja: tómala y llévasela al rey de Inglaterra, para que sepa que aquí no se
contrabandea».98 A la sazón, el tráfico de ultramar con la América española sufría los efectos
del intenso contrabando a manos de holandeses y, fundamentalmente, británicos.
Señor: Esta se entrega a V. E. por Don Francisco de Abarca y en alguna manera V. E. puede
extrañar que su fecha es de Portovelo. En justicia al portador, es preciso asegurar a V. E. que la
defensa que se hizo aquí era por el Comandante y por los de debajo de su mando, no
pareciendo en los demás ánimo para hacer cualquiera defensa. Espero que de la manera que
he tratado a todos, V. E. quedará convencido de que la generosidad a los enemigos es una
virtud nativa de un Ingles, la cual parece más evidente en esta ocasión, por haberlo practicado
con los españoles, con quienes la nación inglesa tiene una inclinación natural, vivir bien que
discurro es el interés mutuo de ambas Naciones. Habiendo yo mostrado en esta ocasión tantos
favores, y urbanidades, además de lo capitulado, tengo entera confianza del amable carácter
BLAS DE LEZO
de V. E. (aunque depende de otro) los Factores de la Compañía de la Mar del Sur en Cartagena,
estarán remitidos inmediatamente a la Jamaica, a lo cual V. E. bien sabe tienen derecho
indubitable por tratados, aún seis meses después de la declaración de la guerra.
El Capitán Pelanco debe dar gracias a Dios de haber caído por Capitulación en nuestras manos,
porque sino, su trato vil, e indigno, de los ingleses, había tenido de otro un castigo
correspondiente.[...]
La manera con que dice V. E. ha tratado a sus Enemigos, es muy propia de la generosidad de V.
E. pero rara vez experimentada en lo general de la nación, y sin duda la que V. E. ahora ha
practicado, sería imitando la que yo he ejecutado con los vasallos de S. M. B. en el tiempo que
me hallo en estas costas (y antes de ahora,) y porque V. E. es sabido de ellas, no las refiero,
porque en todos tiempos es sabido practicar las mismas generosidades, y humanidades con
todos los desvalidos; y si V. E. lo dudare podrá preguntárselo al gobernador de esa isla quien
enterará a V. E. (le todo lo que llevo expresado, y conocerá V. E. que lo que yo he ejecutado en
beneficio de la nación inglesa excede a lo que V. E. por precisión y en virtud de Capitulaciones
debía observar.[...]
A continuación y de acuerdo al plan trazado, que los españoles conocían por los informes de
un espía que trabajaba en Jamaica, Vernon se dirigió en marzo de 1741 contra Cartagena.101
Antes había realizado dos ataques exploratorios, con escasas fuerzas, en marzo y mayo de
1740, que Lezo rechazó.102
La flota británica sumaba dos mil cañones dispuestos en casi ciento ochenta barcos, entre
navíos de tres puentes (ocho), navíos de línea (veintiocho), fragatas (doce), bombardas (dos) y
buques de transporte (ciento treinta), y en torno a treinta mil combatientes entre marinos
(quince mil), soldados (nueve mil regulares y cuatro mil de las milicias norteamericanas) y
esclavos negros macheteros de Jamaica (cuatro mil).103 Las defensas de Cartagena incluían
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tres mil hombres entre tropa regular (unos mil setecientos ochenta), milicianos (quinientos),
seiscientos indios flecheros traídos del interior, más la cuantiosa marinería y tropa de
desembarco de los seis navíos de guerra de los que disponía la ciudad (ciento cincuenta
hombres): el Galicia, que era la nave capitana, el San Felipe, el San Carlos, el África, el Dragón y
el Conquistador.104 Tras tomar algunas de las defensas de la ciudad, el asalto británico al
castillo San Felipe de Barajas, el último baluarte importante que la defendía, fracasó el 20 de
abril; con gran parte de la tropa enferma, grandes bajas sufridas en los combates y la llegada
de la época de lluvias, los británicos optaron por destruir las defensas a su alcance y
abandonar el asedio.105
Las pérdidas británicas fueron graves: unos cuatro mil quinientos muertos, seis barcos
perdidos y entre diecisiete y veinte muy dañados.106 Estas últimas obligaron al Gobierno
británico a concentrar sus fuerzas en las defensa de la metrópoli, el Atlántico septentrional y el
Mediterráneo, y a desechar nuevas campañas en las colonias españolas en América.106 La
derrota en Cartagena desbarató los planes británicos para la campaña y permitió que
continuase el dominio español en la región durante varias décadas más.107 Los ingleses, que
contaban con la victoria, se habían precipitado a acuñar monedas y medallas para
celebrarla.108 Dichas medallas decían en su anverso: «Los héroes británicos tomaron
Cartagena el 1 de abril de 1741» y «El orgullo español humillado por Vernon».109108
El 4 de abril,110 el día que los británicos habían comenzado el bombardeo sistemático del
castillo de San Luis de Bocachica, uno de los que protegía la ciudad, una bala de cañón había
impactado en la mesa del Galicia en torno a la que estaban reunidos los mandos españoles en
junta de guerra.111 Las astillas de la mesa hirieron en el muslo y en una mano a Lezo;110 la
infección de estas heridas le acabó causando la muerte.112 La mala relación entre Lezo y el
virrey Sebastián de Eslava,113 jefe de la plaza y responsable de su defensa, se agudizó una vez
levantado el cerco británico.114110 El primero había abogado constantemente por adoptar
medidas más ofensivas y por acosar al enemigo, mientras que el segundo había mantenido una
actitud más prudente y defensiva, que para el marino pareció inactividad y desidia en la
defensa.115
Lezo, cada vez más enfermo, apenas abandonó su residencia a partir del 20 de mayo y
mantuvo una guerra epistolar con el virrey, tratando de defender su actuación durante el
asedio, por la que el virrey llegó a solicitar y obtener el castigo del rey para el marino.116 Lezo
intentó que se reconociese su carrera mediante la obtención de un título nobiliario, petición
para la que recabó el apoyo de José Patiño y de parte de sus compañeros de armas de la
Armada, pero que el rey, que había recibido los informes desfavorables del virrey y de otros
BLAS DE LEZO
La estancia de los Lezo en El Puerto de Santa María tuvo varias fechas. El almirante ya había
estado en 1719-20 y en 1730 en Cádiz. De allí partió, ya viviendo en El Puerto de Santa María,
el 3 de febrero de 1737 hacia Cartagena dirigiendo la que sería la última carrera de Indias y
donde encontraría, como ya se ha reflejado, su fatal destino.
Tras las investigaciones realizadas en los padrones de la época de la iglesia Mayor Prioral
portuense, se ha constatado que Blas de Lezo, su mujer, sus hijos y un criado afroamericano
llamado Antonio Lezo, vivieron desde 1736 en una casa de la calle Larga, para ser más exactos
en Larga, 70, hoy reconvertida en apartamentos de alquiler. Tras su muerte, su viuda —
conocida en la localidad como «La Gobernadora»— y sus hijos permanecieron en ella hasta la
muerte de ésta el 31 de marzo de 1743.
Josefa Pacheco fue enterrada en el convento de Santo Domingo, sito en la calle del mismo
nombre. A partir de esta fecha, los descendientes de Blas de Lezo desaparecen de los padrones
portuenses.
Durante su residencia en la ciudad, el Cabildo Municipal, siendo conocedor del prestigio del
almirante, hizo a su familia diferentes concesiones, entre las que destacó una toma de agua
para la casa.
Hasta hace pocos años, la ciudadanía portuense siguió llamando a la mansión casa de «La
Gobernadora».
Su memoria en la actualidad
Estatua en honor del teniente general de la Armada Blas de Lezo en la plaza de Colón en
Madrid realizada por Salvador Amaya
La Real Armada Española honra la memoria de Blas de Lezo con el mayor honor que puede
rendirse a un marino español: tiene por costumbre inveterada que uno de sus buques lleve su
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nombre. El último así bautizado es una fragata de la clase Álvaro de Bazán: la Blas de Lezo (F-
103). Anteriormente portaron dicho nombre un cañonero de la clase Elcano, llamado General
Lezo, que en 1898 se encontraba en Filipinas, aunque no llegó a participar en los combates al
tener las calderas desmontadas, el crucero Blas de Lezo, que se perdió en 1932 al tocar un
bajío frente a las costas de Finisterre y un destructor procedente de la ayuda estadounidense,
el Blas de Lezo (D-65). La Armada Colombiana también tuvo un buque con el nombre del
almirante, el ARC Blas de Lezo (BT-62), un petrolero de clase Mettawee, adquirido a la Armada
de los Estados Unidos el 26 de noviembre de 1947 y dado de baja en enero de 1965.123
El 15 de noviembre de 2014 el rey Juan Carlos inauguró en los jardines del Descubrimiento de
la plaza de Colón de Madrid una escultura en bronce de 3,5 metros —7 metros en total
contando con el pedestal— con la efigie del almirante, muy próxima a la de otros dos marinos
ilustres de la Armada Española como fueron Cristóbal Colón y Jorge Juan y Santacilia.128 El
monumento fue sufragado íntegramente por suscripción popular con las aportaciones que un
millar de ciudadanos de todos los rincones de España hicieron a la Asociación Monumento a
Blas de Lezo.129 Cuatro días después el Ayuntamiento de Barcelona aprobó una moción con
los votos de CiU, ICV, ERC y DCst, y con la abstención del PSC, en la que se pedía al
Ayuntamiento de Madrid que retirara la estatua por haber participado Blas de Lezo en el
bombardeo de Barcelona durante la Guerra de Sucesión Española. La petición fue rechazada
en rueda de prensa por el ayuntamiento de la capital.130
Existe una placa en su honor en el Panteón de Marinos Ilustres en San Fernando (Cádiz), donde
reposan otros héroes de la Armada Española.131 También existe una maqueta de la batalla de
Cartagena de Indias en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid).132
Análogamente, en el Museo Naval de Cartagena de Indias se exhibe un conjunto de maquetas
con detalle de las fortificaciones de aquella bahía y que describen el sitio de la ciudad por el
almirante Vernon, la defensa organizada por Don Blas de Lezo, y su victoria sobre el inglés.
Existen calles con su nombre en las ciudades de Almería, Córdoba, Valencia, Málaga, Alicante,
Cartagena de Indias, Las Palmas de Gran Canaria, San Sebastián, Cádiz, Huelva, Fuengirola,
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Rentería, Irún, Pasajes —su localidad natal—, y finalmente, tras una recogida de firmas,133 el
28 de abril de 2010 se aprobó dedicarle una avenida en la capital de España, Madrid.134
Monumento a Blas de Lezo frente al castillo San Felipe de Barajas, Cartagena de Indias,
Colombia
Blas de Lezo es, al contrario, un reconocido héroe en Cartagena de Indias, que le rinde
homenaje de varias maneras: barrios, avenidas y plazas le conmemoran en sus nombres; y su
estatua frente al castillo San Felipe de Barajas mantiene vivo entre los cartageneros el
recuerdo del defensor de su ciudad. El 5 de noviembre de 2009, en Cartagena de Indias, se dio
cumplimiento a un deseo de Blas de Lezo, que en su testamento pedía que un grupo de
españoles pusiese una placa que conmemorase aquella victoria. En la inscripción se puede
leer:
Homenaje al almirante D. Blas de Lezo y Olabarrieta. Esta placa se colocó para homenajear al
invicto almirante que con su ingenio, valor y tenacidad dirigió la defensa de Cartegena de
Indias. Derrotó aquí, frente a estas mismas murallas, a una armada británica de 186 barcos y
23 600 hombres, más 4000 reclutas de Virginia. Armada aún más grande que la Invencible
española que los británicos habían enviado al mando del almirante Vernon para conquistar la
ciudad llave y así imponer el idioma inglés en toda la América entonces española. Cumplimos
hoy juntos, españoles y colombianos, con la última voluntad del Almirante, que quiso que se
colocara una placa en las murallas de Cartagena de Indias que dijera: Aquí España derrotó a
Inglaterra y sus colonias. Cartagena de Indias, marzo de 1741.136
El día 21 de septiembre de 2018 se inauguró en la localidad de Torre del Mar (Málaga) una
escultura realizada por Francisco Martín, en homenaje a su figura.