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VIA CRUCIS Ok

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

VÍA CRUCIS
Palabras del Guía antes de empezar el Vía Crucis
Nosotros, cristianos, somos conscientes de que el vía crucis del Hijo
de Dios no fue simplemente el camino hacia el lugar del suplicio.
Creemos que cada paso del Condenado, cada gesto o palabra suya,
así como lo que vieron e hicieron todos aquellos que tomaron parte
en este drama, nos hablan continuamente. En su pasión y en su
muerte, Cristo nos revela también la verdad sobre Dios y sobre el
hombre.
Hoy queremos reflexionar con particular intensidad sobre el
contenido de aquellos acontecimientos, para que nos hablen con
renovado vigor a la mente y al corazón, y sean así origen de la gracia
de una auténtica participación. Participar significa tener parte. Y
¿qué quiere decir tener parte en la cruz de Cristo? Quiere decir
experimentar en el Espíritu Santo el amor que esconde tras de sí la cruz de Cristo. Quiere
decir reconocer, a la luz de este amor, la propia cruz. Quiere decir cargarla sobre la propia
espalda y, movidos cada vez más por este amor, caminar... Caminar a través de la vida,
imitando a Aquel que «soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra
del trono de Dios» (Hb 12,2).

Pausa de silencio
Oremos: Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para
que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y
seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amén. [Juan Pablo II].

Oraciones iniciales
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo,
defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos
te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.
Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por ser
Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE


V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.


(Juan 19, 13-16).. Pilato mandó sacar a Jesús y dijo a los judíos: “Aquí tenéis a vuestro
rey”. Pero ellos le gritaban: “¡Fuera, fuera, crucifícalo!” Pilato les dice: Pero ¿cómo he de
crucificar a vuestro rey?” Respondieron los príncipes de los sacerdotes: “Nosotros no
tenemos más rey que al César”. Entonces se los entregó para que fuera crucificado.
PALABRA DE DIOS.
REFLEXIÓN
San Juan el evangelista nos dice que, pocas horas después, junto a la cruz de Jesús estaba
María su madre. Y hemos de suponer que también estuvo muy cerca de su Hijo a lo largo
de todo el Vía crucis.
Cuántos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús desde
el Huerto de los Olivos hasta su condena a muerte: abandono de los suyos, negación de
Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y desprecios sin medida. Y todo por amor
a nosotros, por nuestra conversión y salvación.
TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Nosotros huimos de ser reprochados. Y saltamos
inmediatamente...
Dame, Señor, imitarte, uniéndome a Ti por el Silencio cuando alguien me haga sufrir.
¡Ayúdame! Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:

2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ


V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
(Juan 19,17).Los judíos tomaron a Jesús y cargándole la cruz, salió hacia
el lugar llamado Calvario. PALABRA DE DIOS
REFLEXIÓN
El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús,
convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos. No obstante, se
abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final la voluntad del Padre: que cargando
sobre sí el pecado, las debilidades y flaquezas de todos, los redima. Nosotros, a la vez que
contemplamos a Cristo cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame».
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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


PETICIÓN DE LA FAMILIA: Que yo comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis
pequeñas cruces de cada día, de mis achaques, de mis dolencias, de mi soledad.
Dame convertir en ofrenda amorosa, en reparación por mi vida y en apostolado por mis
hermanos, mi cruz de cada día. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto: 

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO EL


PESO DE LA CRUZ
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Lectura del Evangelio según san Mateo. 11, 28-30
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad miyugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque
mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
PALABRA DE DIOS.

REFLEXIÓN
Isaías había profetizado de Jesús: «Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros
dolores los que soportaba. Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros». El peso de
la cruz nos hace tomar conciencia del peso de nuestros pecados, infidelidades,
ingratitudes..., de cuanto está figurado en ese madero. Por otra parte, Jesús, que nos invita
a cargar con nuestra cruz y seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer,
y que hemos de comprender a los que caen; ninguno debe quedar postrado; todos hemos
de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón.
TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a
levantarme en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, vuelvo a
reincidir en mis defectos cotidianos.

3
PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

¡Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia Ti! Roguemos al Señor. R/.
Te lo pedimos Señor.

Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:

4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN


V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Juan. 19, 25 - 27
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su
madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a
su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a
tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo
propio. PALABRA DE DIOS.

REFLEXIÓN.
Nos es fácil adivinar lo que padecerían Jesús y María pensando en lo que toda buena madre
y todo buen hijo sufrirían en semejantes circunstancias. Esta es sin duda una de las escenas
más patéticas del Vía crucis, porque aquí se añaden, al cúmulo de motivos de dolor ya
presentes, la aflicción de los afectos compartidos de una madre y un hijo. María acompaña
a Jesús en su sacrificio y va asumiendo su misión de corredentora.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los
momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad de
llegar a Ti en el último día de mi existencia. ¡Ayúdame Madre! Roguemos al Señor. R/.
Te lo pedimos Señor.

Todos: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


4
PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:

5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A LLEVAR LA


CRUZ
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Lucas 23, 26
Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del
campo y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. PALABRA
DE DIOS
REFLEXIÓN:
El Cirineo ha venido a ser como la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su
cruz y le siguen. Además, el ejemplo de Simón nos invita a llevar los unos las cargas de los
otros, como enseña San Pablo. En los que más sufren hemos de ver a Cristo cargado con la
cruz que requiere nuestra ayuda amorosa y desinteresada. Cada uno de nosotros tenemos
nuestra vocación, hemos venido al mundo para algo concreto, para realizarnos de una
manera particular. ¿Cuál es la mía y cómo la llevo a cabo? Pero hay algo, Señor, que es
misión mía y de todos: la de ser Cirineo de los demás, la de ayudar a todos. ¿Cómo llevo
adelante la realización de mi misión de Cirineo?
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor ayúdanos a que en nuestra familia nos realicemos
de manera particular pero ayudada unos de otros, como nos lo enseña Jesús. Roguemos
al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:
6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.


San Pablo a los Corintios 4, 6
Pues el Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas» ha brillado en nuestros
corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios reflejada en el rostro
de Cristo. PALABRA DE DIOS.

REFLEXIÓN:
Una letrilla tradicional de esta sexta estación nos dice: «Imita la compasión / de Verónica y
su manto / si de Cristo el rostro santo / quieres en tu corazón». Nosotros podemos repetir
hoy el gesto de la Verónica en el rostro de Cristo que se nos hace presente en tantos
hermanos nuestros que comparten de diversas maneras la pasión del Señor, quien nos
recuerda: «Lo que hagáis con uno de estos, mis pequeños, conmigo lo hacéis”. Es la mujer
valiente, decidida, que se acerca a Ti cuando todos te abandonan. Yo, Señor, te abandono
cuando me dejo llevar por el "qué dirán", del respeto humano, cuando no me atrevo a
defender al prójimo ausente, cuando no me atrevo a replicar una broma que ridiculiza a los
que tratan de acercarse a Ti Y en tantas otras ocasiones.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor Ayúdame a no dejarme llevar por el respeto
humano, por el "qué dirán", sino que tenga la valentía como la Verónica. Roguemos al
Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto: 

7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE LA CRUZ


V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Carta del apóstol san Pedro. 2, 21b-24
Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus
huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca. Él no
devolvía el insulto cuando lo insultaban; sufriendo, no profería amenazas;
sino que se entregaba al que juzga rectamente. Él llevó nuestros pecados en
su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus
heridas fuisteis curados. PALABRA DE DIOS.

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

REFLEXIÓN:
Nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta cómo había sido castigado
desde la noche anterior, y cómo se encontraba en aquel momento. Pero, al mismo tiempo,
este paso nos muestra lo frágil que es la condición humana, aun cuando la aliente el mejor
espíritu, y que no han de desmoralizarnos las flaquezas ni las caídas cuando seguimos a
Cristo cargados con nuestra cruz. Jesús, por los suelos una vez más, no se siente derrotado
ni abandona su cometido. Para Él no es tan grave el caer como el no levantarnos. Y
pensemos cuántas son las personas que se sienten derrotadas y sin ánimos para
reemprender el seguimiento de Cristo, y que la ayuda de una mano amiga podría sacarlas
de su postración. Caes, Señor, por segunda vez. El Vía Crucis nos señala tres caídas en tu
caminar hacia el Calvario. Tal vez fueran más.
Caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé yo a no temer el quedar mal ante los demás,
por un error, por una equivocación? ¿Cuándo aprenderé que también eso se puede
convertir en ofrenda?
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor ayúdanos a levantarnos después de cada caída
ofreciendo nuestros sufrimientos. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto: 
8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE
JERUSALÉN
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Lucas 23, 27-31. Le seguía una gran multitud del pueblo y de
mujeres, que lloraban y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas,
les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por
vosotras y por vuestros hijos, porque he aquí que vienen días en que se
dirá: dichosas las estériles y los vientres que no engendraron y los
pechos que no amamantaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: caed sobre
nosotras; y a los collados: sepultadnos; porque si en el leño verde hacen esto, ¿qué se hará
en el seco? PALABRA DEL SEÑOR.
REFLEXIÓN
Mientras muchos espectadores se divierten y lanzan insultos contra Jesús, no faltan
algunas mujeres que, desafiando las leyes que lo prohibían, tienen el valor de llorar y
lamentar la suerte del divino Condenado. Jesús, sin duda, agradeció los buenos

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

sentimientos de aquellas mujeres, y movido del amor a las mismas quiso orientar la
nobleza de sus corazones hacia lo más necesario y urgente: la conversión suya y la de sus
hijos. Jesús nos enseña a establecer la escala de los valores divinos en nuestra vida y nos da
una lección sobre el santo temor de Dios.
Muchas veces, tendría yo que analizar la causa de mis lágrimas. Al menos, de mis pesares,
de mis preocupaciones. Tal vez hay en ellos un fondo de orgullo, de amor propio mal
entendido, de egoísmo, de envidia. Debería llorar por mi falta de correspondencia a tus
innumerables beneficios de cada día, que me manifiestan, Señor, cuánto me quieres..

PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor danos profunda gratitud y correspondencia a tu


misericordia. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.


TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:
9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Lucas. 22, 28-30a. 31-32.
«Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas,
y yo preparo para vosotros el reino como me lo preparó mi Padre a
mí, de forma que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino… Simón,
Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo.
Pero yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando
te hayas convertido, confirma a tus hermanos». PALABRA DE
DIOS.

REFLEXIÓN:
Jesús agota sus facultades físicas y psíquicas en el cumplimiento de la voluntad del Padre,
hasta llegar a la meta y desplomarse. Nos enseña que hemos de seguirle con la cruz a
cuestas por más caídas que se produzcan y hasta entregarnos en las manos del Padre vacíos
de nosotros mismos y dispuestos a beber el cáliz que también nosotros hemos de beber.
Por otra parte, la escena nos invita a recapacitar sobre el peso y la gravedad de los pecados,
que hundieron a Cristo.
Tercera caída. Más cerca de la Cruz. Más agotado, más falto de fuerzas. Caes desfallecido,
Señor.
Yo digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me siento incapaz.

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

PETICIÓN DE LA FAMILIA: Dame, Señor, imitarte en esta tercera caída y haz que mi
desfallecimiento sea beneficioso para otros, porque te lo doy a Ti para ellos. Roguemos al
Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:
10ª ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS
VESTIDURAS
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo
San Juan. 19, 23 - 24
Los soldados... cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para
cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura,
tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «No la
rasguemos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca». Así se
cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte
mi túnica». Esto hicieron los soldados. PALABRA DE DIOS.

REFLEXIÓN:
Para Jesús fue sin duda muy doloroso ser así despojado de sus propios vestidos y ver a qué
manos iban a parar. Y especialmente para su Madre, allí presente, hubo de ser en extremo
triste verse privada de aquellas prendas, tal vez labradas por sus manos con maternal
solicitud, y que ella habría guardado como recuerdo del Hijo querido.Arrancan tus
vestiduras, adheridas a Ti por la sangre de tus heridas. A infinita distancia de tu dolor, yo
he sentido, a veces, cómo algo se arrancaba dolorosamente de mí por la pérdida de mis
seres queridos.
PETICIÓN DE LA FAMILIA Que yo sepa ofrecerte el recuerdo de las separaciones que
me desgarraron, uniéndome a tu pasión y esforzándome en consolar a los que sufren,
huyendo de mi propio egoísmo. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto: 

11ª ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ


V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Marcos 15, 22-27
San Juan. 19, 18-22
Lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús.
Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba
escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos». Leyeron el letrero
muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús,
y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos
dijeron a Pilato: «No escribas: “El Rey de los judíos”, sino: “Este ha dicho: Soy el rey de los
judíos”». Pilato les contestó: «Lo escrito, escrito está». PALABRA DE DIOS.

REFLEXIÓN
El suplicio de la cruz, además de ser infame, propio de esclavos criminales o de insignes
facinerosos, era extremadamente doloroso, como apenas podemos imaginar. El
espectáculo mueve a compasión a cualquiera que lo contemple y sea capaz de nobles
sentimientos. Pero siempre ha sido difícil entender la locura de la cruz, necedad para el
mundo y salvación para el cristiano. La liturgia canta la paradoja: « ¡Dulces clavos! ¡Dulce
árbol donde la Vida empieza / con un peso tan dulce en su corteza!».
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor, que yo disminuya mis limitaciones con mi esfuerzo
y así pueda ayudar a mis hermanos. Y que cuando mi esfuerzo no consiga disminuirlas, me
esfuerce en ofrecértelas también por ellos. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos
Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

Canto:
12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Juan. 19, 28 - 30
Sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se
cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed». Había allí un jarro lleno
de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una
caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el
vinagre, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el
espíritu. PALABRA DE DIOS

REFLEXIÓN
San Juan nos refiere otro episodio emocionante por demás: Viendo Jesús a su Madre junto
a la cruz y con ella a Juan, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; luego dice al
discípulo: «Ahí tienes a tu madre»; y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba
cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó el vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está
cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.
A los motivos de meditación que nos ofrece la contemplación de Cristo agonizante en la
cruz, lo que hizo y dijo, se añaden los que nos brinda la presencia de María, en la que
tendrían un eco muy particular los sufrimientos y la muerte del hijo de sus entrañas.Te
adoro, mi Señor, muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro y beso tus llagas, las heridas de
los clavos, la lanzada del costado... ¡Gracias, Señor, gracias!.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Señor, haz muerto por salvarme, por salvarnos. Dame
responder a tu amor con amor, cumplir tu Voluntad, trabajar por mi salvación, ayudado de
tu gracia. Y dame trabajar con ahínco por la salvación de mis hermanos. Roguemos al
Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:
13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Juan. 19, 32-35.38

11
PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían
crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las
piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió
sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice
la verdad, para que también vosotros creáis. Después de esto, José de Arimatea, que era
discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara
llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo.
PALABRA DE DIOS

REFLEXIÓN
Escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una
Madre que contempla, siente y llora las llegas de su Hijo martirizado. Una lanza había
atravesado el costado de Cristo, y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el
alma de la María. Déjame estar a tu lado, Madre, especialmente en estos momentos de tu
dolor incomparable. Déjame estar a tu lado.

PETICIÓN DE LA FAMILIA: María madre nuestra te pido: que hoy y siempre me


tengas cerca de Ti y te compadezcas de mí. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre
mía! Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…

Gloria.

Canto:

14ª ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO EN EL


SEPULCRO
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
San Juan. 19, 40-42
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los
aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un
huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro
nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los
judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca,
pusieron allí a Jesús. PALABRA DE DIOS
12
PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

REFLEXIÓN:
Con la sepultura de Jesús el corazón de su Madre quedaba sumido en tinieblas de tristeza y
soledad. Pero en medio de esas tinieblas brillaba la esperanza cierta de que su Hijo
resucitaría, como Él mismo había dicho. En todas las situaciones humanas que se asemejen
al paso que ahora contemplamos, la fe en la resurrección es el consuelo más firme y
profundo que podemos tener. Cristo ha convertido en lugar de mera transición la muerte y
el sepulcro, y cuanto simbolizan. Todo ha terminado. Pero no: después de la muerte, la
Resurrección.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Enséñame a ver lo transitorio y pasajero, a la luz de lo que
perdura. Y que esa luz ilumine todos mis actos. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos Señor.

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:
15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. que por tu santa cruz redimiste al mundo.
« ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está
aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).
Unas piadosas mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy
temprano.  El anuncio de la resurrección convierte su tristeza
en alegría. Jesús está vivo y nosotros vivimos en Él para
siempre. La resurrección de Cristo inaugura para la
humanidad una renovada primavera de esperanza.
REFLEXIÓN:
En los planes salvíficos de Dios, la pasión y muerte de Jesús no tenían como meta y
destino el sepulcro, sino la resurrección, en la que definitivamente la vida vence a la
muerte, la gracia al pecado, el amor al odio. Como enseña San Pablo, la resurrección
de Cristo es nuestra resurrección, y si hemos resucitado con Cristo hemos de vivir
según la nueva condición de hijos de Dios que hemos recibido en el bautismo.
PETICIÓN DE LA FAMILIA: Jesús, enséñame a mantener siempre la esperanza.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos Señor.

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PARROQUIA SAN JOSÉ-TUMBES

TODOS: Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Padrenuestro…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su
santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Dios te Salve…
Gloria.
Canto:

ORACIÓN FINAL
Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez
que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú
has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda
mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.
Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame
como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi Madre y te necesito.
Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi dolor sea dolor redentor que en las
manos de Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.

Sugerencias:
Se pueden agregar 2 peticiones.
Durante el recorrido se rece rosario y se medite sobre el vía crucis.

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