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Caso Liderazgo

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Caso (Lectura).

Todos en Vidalife -que significa “vida total”, desde el empleado de seguridad al chef de la cocina
adulan a Jorge Maldonado como a una estrella de cine o un líder carismático, que desconecta la
razón y activa las emociones.

Desde hace dos años (de la fecha de publicación del artículo) viaja a la hora que desea en su
propio Boeing Business Jet, un 737-700 valuado en 50 millones de dólares el primero de su tipo
entregado por la corporación aérea en América Latina.

Desde 1991, Grupo Vidalife creó al menos dos empresas de distinto giro por año. Si bien el core
business siempre serán los productos alimenticios, el holding cobija a Educare, la escuela privada;
una productora de cine (Anhelo) y otra musical (Suave); una distribuidora de productos (Transur);
una arrendadora de autos y financiera de bienes (Omniarrenda); una aseguradora (OML Seguros);
un parque industrial (Ecopark), un vivero (Florian) y hasta un equipo de futbol de primera división
nacional (Chivas de Guadalajara FBC) entre 19 entidades más. “Si tengo dinero para hacer un
proyecto lo hago y se acabó”, dice el empresario.

Sean ilusiones, sueños, o placebos los que vende y predica, pocos pueden negar que Maldonado
sabe mercadearlos. Para empezar, ha logrado que un ejército de pobres venda productos caros a
otro ejército de pobres. Sus 1.3 millones de distribuidores independientes en todo el país -y el
grueso de los consumidores- provienen de los segmentos C y D.

Los suplementos nutricionales no son accesibles para cualquiera: una caja con 30 sobres de
Omniplus cuesta 320 pesos. “Mi vecina me ofrece que le pague cuando pueda, de a sobre por día;
incluso a veces compramos etre varios”, dice Susana O., una consumidora de Ecatepec que se
gana la vida limpiando casas. Su vecina también tiene un carrito de jugos en el Estado de México,
donde ofrece combinados con los suplementos de Maldonado a 30 pesos.

La motivación sistemática sostiene el andamiaje de la compañía. Eso se ve cuando por cuestiones


climáticas, el consumo de refrescos baja durante el invierno. En febrero, por ejemplo, la planta de
líquidos de Vidalife Manufacturas, en Guadalajara, donde se producen todas las bebidas del grupo,
duplica su volumen de fabricación hasta seis millones de piezas. ¿Acaso el remedio es ofrecer
bebidas calientes en lata? No. Cada febrero Maldonado realiza un evento llamado Extravaganza,
en el que presenta sus productos y planes a más de 10,000 distribuidores en Guadalajara. También
organiza el Rally de verano en agosto, con el que promueve sus artículos y motiva a sus
vendedores a acumular puntos para ganar un viaje el próximo año.

Parece que el poder de motivación del empresario en esos eventos basta y sobra.

Nada existiría si Maldonado no desarrollara la imagen de rey Jorge. El vehículo principal de


motivación son su pasado y presente, el de “un muchacho tímido en la infancia” -según cuenta el
mismo- que se convirtió en líder carismático. Es el discurso prototipo de las agrupaciones
piramidales, romanticismo puro y drama con final feliz: la transición del pasado fracasado e
insalubre al presente exitoso. Todo gracias a los productos nutricionales cuasi milagrosos de
Vidalife, el poder de limpieza de Amway o la belleza que da Mary Kay.
“Somos una empresa de multidesarrollo [por el énfasis en el desarrollo personal], no de multinivel;
de estructura geométrica, no piramidal, porque aquí se puede crecer infinitamente”, dice Raúl
Cuevas, director de Finanzas en el corporativo.

Según ese modelo, los que ya cubrieron sus necesidades económicas inmediatas pueden buscar su
desarrollo personal y reinvertir en la compañía. El Grupo Expanda, por ejemplo, concentra a 27
distribuidores -los más comprometidos con la filosofía Vidalife- que participan en un Consejo de
Directores dentro del consorcio.

En Inter Circul, otro conjunto de 17 vendedores, están los apóstoles del empresario. Él los
promueve para que conduzcan eventos anuales, viajen al extranjero en su representación y abran
el negocio en nuevos países. Algunos de los viejos distribuidores -que se iniciaron con él- tienen
acciones (simbólicas) en el Grupo, donde Maldonado controla la mayoría. “Nunca dejaré el control
hasta que me muera”, dijo a un medio extranjero.

Si no fuera quien es, Maldonado sería el gerente de recursos humanos amado por los empleados
de cualquier corporación. Ha creado escuelas especiales para hombres, mujeres y jóvenes. La
consultora Müller, en la que trabaja su hermana Patricia, le diseño cursos de cuatro meses de
niveles básico y avanzado para vendedores. En los talleres femeninos, Vidalife enseña sobre la
independencia y el papel de la mujer. La filosofía que tiñe las clases, a las que se puede asistir
todos los años, es autoestima pura. “Date a ti mismo lo que necesites y sueñes”, es la frase más
escuchada ahí.

Con esa omnipresencia, es factible que el Grupo logre retener mayor cantidad de vendedores
respecto al resto de las empresas piramidales, que alcanzan niveles de rotación mayores a 60% al
año.

Preguntas.

¿Qué puede hacer el carisma personal para facilitar un uso óptimo de las habilidades y aptitudes
de un administrador profesional para desempeñarse exitosamente como líder de un grupo de
trabajo?

¿Por qué el principal dirigente de una empresa, como Jorge Maldonado, requiere de esfuerzos
para motivar al personal a su cargo?

Se dice en el caso que la motivación es “sostiene el andamiaje de la empresa” ¿Qué opina usted al
respecto?

¿Cómo puede explicar el liderazgo de Jorge Maldonado con base en las teorías sobre liderazgo que
usted ha estudiado en su carrera?

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