Sandoval Torres
Sandoval Torres
Sandoval Torres
Para empezar, en mi opinión, la lectura abarca diferentes aspectos de cómo el ser humano
relaciona el sonido, la música y el silencio con diferentes sensaciones o experiencias que ya
ha vivido. Así que, de acuerdo con el autor de la lectura: “ el oído es el sentido más vinculado
a las vivencias emotivas del ser humano”, y esto es porque los seres humanos no dejamos de
escuchar en ningún momento. Nosotros podemos hablar o no deliberadamente; sin embargo,
no podemos ordenar a nuestro cerebro a que no escuche. El sentido de la audición ha estado
con nosotros desde que estábamos en el vientre de nuestra madre, oír es algo inherente para
los humanos. Por lo que, todo lo que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida nos hace
recordar algún momento, vivencia, una imagen, una película, etc. Por eso, el autor de la
lectura expresa que “ la radio no es solo voz, es una voz triple”, lo cuál significa que la radio
tiene una voz humana, que son las palabras que expresan las personas; tiene una voz natural,
que son los sonidos de la naturaleza, como el sonido de la lluvia o el sonido de los pájaros
cantando; y por último, la voz del corazón, que también son palabras, pero tienen un
sentimiento especial, que hace que la persona sienta tristeza, alegría, amor, etc.
Asimismo, en la lectura mencionan la importancia del sonido, como este tiene la facultad de
ser usado como una pausa breve y generar dramatismo. Estas facultades pueden ayudar a la
hilación de la locución, pues sin alguna pausa el oyente no tendría tiempo de conectar y
pensar un momento en lo que acaba de escuchar.
También, el texto resalta la importancia de la palabra dentro del lenguaje radiofónico. En mi
opinión, si bien la palabra pertenece al conjunto de elementos necesarios para una radio; no
debería ser tomado tan a la ligera, pues dentro de “la palabra” se abarca sentimientos, que
hacen recordar o imaginar vivencias a sus oyentes. Una radio, sin un buen locutor que, por
más buena voz que tenga, no sabe usar las palabras adecuadas, no podrá conmover a
receptores. Asimismo, también es importante, la oralidad de estas palabras. Para mí, la radio
es como una voz amiga, que te acompaña en cualquier momento, es un medio que te habla
informalmente como si un amigo o una persona cercana estuviera conversando contigo. Por
eso, también destaco la expresividad con la que se deben decir las palabras. Pronunciar con
sinceridad un “buenos días, ¿cómo se encuentran el día de hoy?”, puede provocar una
sensación de compañía, felicidad y emotividad en el oyente de cualquier radio. Es entonces,
que las palabras de la lectura se hacen más verdaderas: “la palabra cobra vida cuando es
pronunciada, interpretada, expresada por emociones humanas genuinas”.