Ciencia de La Lógica,: Método Analítico-Sintético en Descartes
Ciencia de La Lógica,: Método Analítico-Sintético en Descartes
Ciencia de La Lógica,: Método Analítico-Sintético en Descartes
NEWTON Y HEGEL
SOBRE EL METODO DE ANALISIS
Y SINTESIS
16 Tales principios son alas primeras causas de todo cuanto hay o puede haber
en el mundo», que Descartes deduce únicamente de la idea de Dios, como creador
del mundo, y cide ciertas semiilas de verdad que existen de un modo natural en
nuestras almas» (Disc. méth., 6, AT, VI, p. 64).
17 Entre los principios físicos generales que se establecen por el entendimiento
puro, se hallan el de la naturaleza de la materia como extensión, el de la naturaleza
y propiedades del espacio, y las leyes del movimiento. La segunda parte de Les prin-
cipes de la Philosophie está dedicada a la exposición de los principios de la física
general, mientras que las partes tercera y cuarta contienen los principios particulares
de la cosmología y de la física terrestre,
8 aUna vez encontrados algunos principios de las cosas materiales [i. e., los
principios generales], que no han sido obtenidos por los prejuicios de los sentidos,
sino por la luz de la razón, de tal modo que no podríamos dudar de su verdad, es
preciso que veamos si de ellos solos podemos deducir la explicación de todos los
fenómenos de la naturaleza, es decir, de los efectos naturales que percibimos por
medio de nuestros sentidos ( ... ) Ahora bien, los principios que hasta aquí hemos
explicado son tan amplios, que de ellos se pueden deducir muchas más cosas de
las que vemos en el mundo, y aun muchas más de las que podríamos en toda
7 DESCARTES, NEWTON Y HEGEL SOBRE EL MÉTODO DE ANÁLISIS Y SÍNTESIS 399
nuestra vida recorrer con nuestro pensamiento. Por tanto, hacemos aquí una breve
descripción de los principales fenómenos cuyas causas nos proponemos investi~ar, no
para obtener razonamientos conducentes a probar lo que hemos de decir después,
pues nuestro propósito es explicar los efectos por sus causas y no las causas por
sus efectos, sino con el único fin de que el entendimiento pueda elegir, entre la
infinidad de efectos que juzgamos producibles por las mismas causas, aquellos
que principalmente debemos deducir de ellas» (Les Principes de la Philosophie, 111,
1 y 4,. AT, IX-2, pp. 103-105).
19 Regulae ad directionem ingenii, X, AT, X, p. 404. (Los subrayados son míos;)
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rhnentos u otras verdades ciertas, pues las hipótesis no han de ser teni-
das en cuenta en la filosofía experimental... Con este método de aná-
lisis podemos pasar de los compuestos a sus ingredientes y de los
movimientos a las fuerzas que los producen; en general ,de los efectos
a las causas, y de estas causas particulares a las más generales, hasta
que el argumento termine en la más general. Este es el método de
análisis. El de la síntesis consiste en suponer las causas descubiertas y
establecidas como principios, y en explicar con ellos los fenómenos, pro-
cediendo a partir de ellas y demostrando las explicaciones» 21 •
Newton comienza estableciendo un orden funcional, según el cual no
debe haber síntesis sin previo análisis, indicando que sólo deben admi·
tirse, como resultado del análisis, conclusiones empíricamente fundadas.
De este modo rechaza que la obtención de aquellos principios que en la
exposición sintética se harán valer como axiomas, se efectúe de otro
modo que no sea a través de la inducción. Ello supone una reacción
contra el papel que Descartes concedía a la intuición en la conclusión
del análisis, como vía de conocimiento de los principios de la demostra·
ción o síntesis.
En segundo lugar, merece destacarse la observación de que «las hi·
pótesis no deben ser tenidas en cuenta en la filosofía experimental» 22•
La prescripción newtoniana de rechazar las hipótesis en física, debe ser
entendida en conexión con el papel que concede a la inducción en el
análisis, así como con la regla de la prelación del análisis respecto a la
síntesis. Pues, en efecto, lo que propone Newton con el rechazo de
hipótesis es que no se admitan como tesultados del análisis -ni, por
consiguiente, como principios de la síntesis- otro tipo de leyes o de
causas que aquellas que se siguen inductivamente de la observación y
del experimento. La preseptación axiomática de la mecánica no puede
partir de hipótesis, esto es, de supuestos que previamente en el análisis
no hayan sido justificados por la experiencia. El rechazo de las hipótesis
no es una condena de las hipótesis en general, ni siquiera una reco-
mendación de no recurrir a ellas en algún momento del curso de la in-
vestigación. Lo que prohibe Newton es sólo emplearlas como principios
de la demostración. Por tanto, el «Hypotheses non fingo» no tiene el
sentido de «Yo no imagino (o invento) hipótesis», sino el de «Yo no
demuestro a partir de hipótesis», pues la demostración sólo puede su~-
TELET (ed.), Historia de la Filosofía. Ideas, doctrinas, vol. JI, Madrid, Ed. Espasa-
Calpe, 1976, pp. 385-386.
26 Véase l. NEWTON, De Mundi Systemate Liber, § 2, Opera q.e.o., t. III, p. 180.
21 Sobre la significación metafísica del método experimental de Newton, véase
el capítulo 1.2 de la excelente tesis doctoral de V. SANFÉLIX VIDARTE, Razón y
escepticismo. Un estudio en la filosofía de David Hume, Universidad de Valencia,
Facultad de Filosofía y CC. de la Educación, 1983. .
28 Refiriéndose al orden seguido en la investigación de la naturaleza, señala
Descartes: «Primero traté de hallar, en general, los principios o primeras causas de
todo cuanto existe o puede existir en el mundo, considerando a tal efecto tan sólo
a Dios, que lo ha creado, y sacándolas de ciertas semillas de verdad, que están por
naturaleza en nuestras almas» (Discours de la méthode, 6, AT, VI, pp, 63-64).
29 «Después de esto examiné cuáles eran los primeros y más ordinarios efectos
que podían deducirse de estas causas; me parece que, por este procedimiento, en-
contré cielos, astros, una Tierra, e incluso, sobre la tierra, minerales y algunas otras
cosas que son las más comunes y las más simples, y, por tanto, las más fáciles de
conocer» (ibíd., AT, VI, p. 64).
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versal (el género) y otra particular (la diferencia específica) 47 • «Con esto
el objeto es captado como universal que, a la vez, es esencialmente de-
terminado. El objeto mismo es el tercero, lo individual en que se uni-
fican el género y la particularizaciómi 48, La verdadera dificultad de la
definición depende del tipo de objeto a definir. Hegel distingue, a este
respecto, tres tipos de «definienda>>:
a) Los objetos artificiales o «productos de la utilidad autoconscien-
te» 49 , Hegel reconoce que la determinación de la esencia o del concepto
de un artefac:to es tan arbitraria o subjetiva como lo es la finalidad a
que se le destina.
b) Los objetos matemáticos, sean geométricos o aritméticos. Por su
carácter abstracto, las determinaciones del espacio y del número «son
esencialmente sólo lo que deben ser; su determinación conceptual en
general, y más concretamente su diferencia específica tiene en ellos su
realidad simple libre de trabas» 50• El tipo de necesidad que caracteriza a
las definiciones de objetos matemáticos es analítica, en el sentido de
que, al constituirse los objetos de tales conceptos por medio de su de-
finición, no pueden convenirles otras propiedades que las establecidas
en la definición 51,
e) Los objetos concretos, sean naturales o espirituales. Aquí el caso
es diferente, pues se trata de objetos complejos o dotados en sí mismos
de una multiplicidad de propiedades. La determinación de cuáles de ellas
son esenciales no es una cuestión lógica, sino una cuestión de existencia,
y el criterio para reconocerlas no es otro que la universalidad 52, Las
propiedades esenciales de los fenómenos se determinan mediante crite-
rios de universalidad empírica, ya sea ésta la comunidad (Gemeinschaftlich-
keit) de rasgos, ya sea <cla constancia (das Beharren) bajo circunstancias
modificadasii 53 ,
A diferencia de lo que acontece en el caso de objetos abstractos, don-
58 No se debe olvidar que Hegel define la «idea» como la unión del concepto
y la realidad (cfr. E, §§ 213-215),
59 PhPr, § 73.
60 WL, II, 520.
61 ««La determinidad universal de las especies empíricas puede ser sólo que
ellas son diversas (verschieden) entre sí en general, sin ser contrapuestas (entge-
gengesetzt)» (WL, II, 525). La distinción entre las categorías de la diferencia y la
diversidad se ha establecido en el capítulo dedicado a las determinaciones de la
reflexión, dentro de la «Doctrina de la esencia» (WL, II, 46-64).
62 WL, II, 523-524.
. JULIÁN 'MARRADES MILLET '20
estos principios son las leyes generales del movimiento. Según Hegel,
este tipo de explicación deductiva basada en la reflexión constituye una
«transformación de las categorías» que, según acabamos de ver, es com-
petencia exclusiva de la filosofía especulativa, y no de la física. La cien-
cia empírica tiene un único cometido teórico: el de reducir los fenómenos
particulares a leyes universales. Todo intento de levantar un segundo
nivel de teorización que explique las leyes físicas como casos particulares
que se pueden deducir de primeros principios matemáticos, como hace
Newton, es para Hegel una tentativa pseudometafísica 101 •
La verdadera demostración de las leyes físicas establecidas por la
física analítica corresponde, pues, a la filosofía de la naturaleza, cuyo
cometido es proponer los principios conceptuales que «expliquen» el sig-
nificado especulativo de las categorías y leyes de la física 102• En general,
a la filosofía le corresponde realizar una doble función con respecto a las
ciencias particulares :
1) La función constitutiva de dar significado especulativo o concep-
tual a las categorías de la ciencia, tarea que compete a la lógica especu-
lativa en cuanto ontología fundamental 103 •
2) La función explicativa de «concebir y determinar los fenómenos
según las relaciones del concepto especulativo» 104, que corresponde a la
filosofía real considerada como ontología especial. Concretamente en lo
que respecta al conocimiento de los fenómenos, la filosofía de fa na-
turaleza, proporciona una demostración racional de la naturaleza como
totalidad concreta que integra en unidad tanto la multiplicidad de las
determinaciones sensibles como la multiplicidad de las determinaciones
abstractas del entendimiento.
cias particulares es, para Hegel, efecto de una dependencia más profunda,
de índole epistemológica. En la tradición que comprende desde Descartes
hasta Kant, la metafísica es concebida como ciencia de los principios del
conocimiento humano. El carácter primero de la metafísica consiste en
suministrar los principios más generales de las otras ciencias. Pero los
conocimientos científicos se establecen y demuestran por virtud de mé-
todos y principios particulares, cuya validez es independiente de toda
sanción filosófica.
La concepción hegeliana de la filosofía representa una ruptura con
respecto a la epistemología moderna. También Hegel pretende otorgar a la
filosofía un estatuto científico, pero en él no hallamos ya un con-
cepto unificado de ciencia, sino dos nociones de cientificidad: la que
corresponde al entendimiento, y la cientificidad dialéctico-especulativa
propia de la razón filosófica. De acuerdo con este dualismo epistemo-
lógico, la filosofía no se entiende ya como ciencia de los principios
del conocimiento, sino como saber sustantivo, cuyo cometido es con-
cebir especulativamente el carácter racional de lo real, o lo que es lo
mismo, suministrar una visión totalizadora del mundo empírico como fe-
nómeno de la idea universal. De este modo, la ultimidad de la filosofía con
respecto a las ciencias particulares no es funcional, sino absoluta. Su papel
con respecto a los saberes del entendimiento es mostrar su carácter abs-
tracto y finito, y subordinarlos al saber totalizador de la razón especulativa.
La más inmediata consecuencia metodológica que se sigue de esta
idea de la filosofía es la exigencia de no tomar prestado el método filo-
sófico de otros campos del saber 109• La filosofía ha de establecer su mé-
todo de acuerdo con su propia naturaleza como saber absoluto. Ello sig-
nifica que la relación entre método y objeto debe ser necesaria y abso-
luta: necesaria, en el sentido de que el método se deduzca de la natu-
raleza misma del objeto; y absoluta porque, al ser ese objeto la idea
o el concepto realizado, el método consiste en la forma inmanente se-
gún la cual el concepto se autodetermina. Puesto que la lógica es la parte
de la filosofía que se ocupa de la forma pura del concepto, la Ciencia de
la Lógica constituye la parte metodológica del sistema metafísico de He-
gel. Su función es, como él mismo dice, proporcionar ccun nuevo concep-
to del método científico» 110•
La vinculación entre lógica y metodología no es enteramente nueva.
109 «Puesto que la filosofía debe ser ciencia, no puede, como lo he recordado
en otro lugar, tomar prestados para ello sus métodos de una ciencia subordinada,
como es la matemática» (WL, 1, 16). Hegel alude aquí al prefacio de su Fenome-
nología del Espíritu (cfr. PhG, 46-55).
110 WL, 1, 16.
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114 «La idea absoluta misma tiene como contenido propio precisamente esto:
que la determinación formal es su propia totalidad completa, el concepto puro.
La determinidad de la idea y el proceso total de esta determinidad ha constituido
el objeto de la ciencia lógica, del cual proceso la idea absoluta misma ha resultado
para sí; pero para sí se ha mostrado como sigue: su determinidad no tiene la
figura (Gestalt) de un contenido, sino que está simplemente como forma (Form)
y, conforme a esto, como la idea simplemente universal» (WL, 11, 550).
115 WL, 11, 550.
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mo. Por consiguiente, lo que aquí tiene que considerarse como método
es sólo el movimiento del concepto mismo>i 116•
Un método de este tipo es inconmensurable con cualquier método
del entendimiento y, por consiguiente, con los métodos de análisis y sín-
tesis. Si se tiene en cuenta, sin embargo, que la razón especulativa no
es negación simple del entendimiento, sino que lo incluye en su propio
desenvolvimiento como un momento superado, se comprenderá la afir-
mación hegeliana de que el método absoluto representa, con respecto a
aquellos métodos, la superación de su subjetivismo y de su unilateralidad.
En este sentido, el método absoluto puede considerarse como un método
que unifica dialécticamente el análisis y la síntesis. «El método de la
verdad, que concibe el objeto, sin duda es analítico, pues permanece
simplemente en el concepto; pero en la misma medida es sintético, pues,
mediante el concepto el objeto es determinado dialécticamente y como
otro» 117• A esto hay que añadir seguidamente que el método absoluto
es unidad de un análisis y de una síntesis que ya no son el análisis y la
síntesis del entendimiento, pues precisamente la unidad de ambos es
racional porque consiste en una mediación de cada uno de ellos a través
de su otro, y no en una mera combinación de ambos procedimientos, como
hace el entendimiento.
¿En qué consiste tal unidad o mediación de análisis y síntesis? En
primer lugar, el método absoluto es analítico en cuanto que reduce el
contenido de su saber a forma pura, a universalidad. Pero, en segundo
lugar, es a la vez sintético, porque concibe la universalidad resultante
del análisis no como objeto de un saber inmediato o intuitivo, sino
como punto de partida de un proceso de autodeterminación, a través del
cual aquella universalidad simple se diferencia de sí, se pone como mul-
tiplicidad de determinaciones y se relaciona con ellas como con su pro-
pio otro. El método es sintético, por consiguiente, porque conduce a una
determinación concreta de la universalidad como unidad de determina-
ciones opuestas. Si se considera el proceso de síntesis desde el punto de
vista de su negatividad interna, como un proceso donde las determinaciones
no son aportadas desde fuera del objeto, sino puestas como autodiferencia-
ciones del mismo, entonces se destaca el momento dialéctico del método.
Pero el proceso no tiene una significación meramente negativa, ya que
a través de la mediación de sus determinaciones o negaciones el objeto
se relaciona consigo mismo -se refleja en ellas- recobrando así su
simplicidad, que ya no es la supuesta e inmediata simplicidad inicial,
4. CONCLUSIÓN