La Lectura Como Comentario. Reflexiones Acerca de La Teoría de La Recepción A Través de Los Nueve Ensayos Dantescos de Jorge Luis Borges
La Lectura Como Comentario. Reflexiones Acerca de La Teoría de La Recepción A Través de Los Nueve Ensayos Dantescos de Jorge Luis Borges
La Lectura Como Comentario. Reflexiones Acerca de La Teoría de La Recepción A Través de Los Nueve Ensayos Dantescos de Jorge Luis Borges
Carolina Depetris
Universidad Autónoma de Madrid
so, la Comedia puede ser muchas cosas, quizás todas las cosas; al
principio es notoriamente un sueño de Dante [...]'" ("El noble castillo
del canto cuarto", p. 347). En la exposición de los episodios, Borges
no se despega de la Comedia como soporte material, pero en la tra-
ma de lecturas pasa del efecto a la afección- y el texto, nunca agota-
do, permanece como un anteproyecto susceptible de ser siempre otro
y, paradójicamente, el mismo: las distintas recepciones, pretéritas o
no, dicen algo diferente del texto primero pero con la necesidad de
que sea ese mismo texto el que se diga.
Sucede que la función de una lectura como comentario supone
"la no identidad de lo repetido en la distancia temporal de su repeti-
ción" (Jauss, "La théorie de la réception", p. 75). Un texto, enton-
ces, se conforma con sus distintas recepciones, e interrogar y con-
frontar comentarios, tal como lo hace Borges en los ensayos dantescos,
es una manera de interrogar al texto para darle una dimensión dife-
rente, precisarlo como objeto estético y precisar su categoría históri-
ca". Del mismo modo, para Jauss los "hechos" no hacen la historia
sino a través del trabajo de su preparación y recepción.
Asumiendo la implicancia estética e histórica de la Comedia
desde una situación presente, y revisando las concreciones y los ho-
rizontes de expectativa de las distintas épocas, se accede a la historia
de la literatura: "En el triángulo formado por autor, obra y público,
este último no es sólo la parte pasiva, cadena de meras reacciones,
sino que a su vez vuelve a constituir una energía formadora de histo-
ria" (Jauss, "La historia de la literatura", 1 -2). Borges, en la confron-
tación de comentarios, señala la manera en que se continúan las lec-
turas (como medios de configuración de sentidos) para conformar,
en el devenir temporal, una tradición de recepciones.
Al estar inmerso en el tiempo de la historia, el lector pierde su
inocencia primaria porque inevitablemente accede al texto acompa-
ñado de un horizonte de expectativa literario lo que obliga a abordar
el texto esperando un detenninado sentido. En el prólogo a los ensa-
yos dantescos, Borges marca la pauta inevitable de toda lectura: "[...]
si pudiéramos leerlo con inocencia (pero esa felicidad nos está veda-
da) [...]" (p. 343).
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2. La difracción (o la metáfora)
3. La ficcionalidad de la historia
5. Intertextualidad
ciones, tal como ocurre en El Cantar del Mío Cid. Antes del siglo
XIX, la historia no resigna su necesaria construcción discursiva, y
por momentos se acerca más a la retórica que a la veracidad de los
datos que trabaja: Voltaire llega a afirmar que la historia es el recita-
do de datos presentados como verdaderos, mientras que la fábula es
el recitado de datos presentados como falsos, poniendo el acento en
el carácter narrativo de la disciplina.
Durante el siglo XIX es cuando se expande la corriente
cientifícista que genera el Naturalismo en las artes y el Positivismo
en la historia y la filosofía: se afianzan entonces los cánones realistas
de representación y conocimiento por la regulación de un cuidadoso
sistema de causalidad, tópico que se expande en el siglo XX y que
Jauss (entre muchos otros) trata de derogar.
La ilusión de realidad que manipula el discurso historiográfico
se apoya en lo que Barthes denomina "ilusión referencial", y que
explica en la distancia que separa o reúne el momento del enunciado
al tiempo de la enunciación dentro del orden discursivo. En la mani-
pulación de la ilusión referencial el peso recae en el enunciado, de
manera que el movimiento del discurso transita por una ajustada
linealidad cronológica que pronuncia una voz neutra, objetiva.
La problemática discursiva se concentra en la nominación ajus-
tada del referente extratextual que ingresa al discurso bajo las reglas
de un régimen informativo y clasificatorio preciso: se trata de una
traslación impecable del referente desde un lugar-otro al texto. El
enunciado se carga así de objetividad porque nadie asume la voz que
nombra el referente. La ilusión referencial, alejando el enunciado de
la enunciación, defiende lo real veraz, y el sentido se construye de
acuerdo a un cuidadoso y reglado sistema de sumisiones. Lo que no
encaja en el sistema, es falso y eliminable. Este parámetro regula
también a la exégesis, y el comentario se conforma, entonces, como
una indagación acerca de lo que el autor realmente quiso decir. Evi-
dentemente, sólo es posible una (y sólo una) explicación válida.
En las últimas décadas, y en parte por la inclusión del receptor
en la rutina literaria, las diferencias entre historia y literatura co-
mienzan a evaporarse porque ambas reconocen la imposibilidad ab-
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RESUMEN
NOTAS
3
La consideración de la obra como "effect" y "affect" puede verse en Bal y
BrysQtt,p. \T5.
4
La consideración de una obra como objeto estético y como configuradora
de la historia literaria por parte de la recepción la trabaja Jauss en lo que
denomina "implicación estética" e "implicación histórica" en "La historia
de la literatura como provocación de la ciencia literaria".
5
"En el tiempo reai, en la historia, cada vez que un hombre se enfrenta con
diversas alternativas opta por una y elimina y pierde las otras; no así en el
ambiguo tiempo del arte, que se parece al de la esperanza y al olvido" ("El
falso problema de Ugolino", p. 353).
6
El resguardo necesario de un sentido se remonta a la exégesis de Homero.
En el siglo III a. C, la escuela alejandrina distinguía entre una exégesis
alegórica y una exégesis gramatical. Los sentidos que se desprendían de
una exégesis alegórica nunca anulaban el sentido literal que trabajaba la
exégesis gramatical, sólo añadía nuevos sentidos a ésta. Steiner trabaja este
motivo en el primer capítulo del libro citado.
BIBLIOGRAFÍA
BAL, Mieke y BRYSON, Norman. "Semiotics and Art History". En: The
Art Bulletin. Vol. LXXIll, n° 2, June 1991, pp. 174 - 208.
JAUSS, Hans Robert. "La théorie de la réception: coup d'oeil sur ses
antécédents méconnus". S/R bibliográfica.