Universidad Nacional Autónoma de Honduras Facultad de Ciencias Jurídicas Departamento Derecho Privado Derecho Privado II Sucesiones Sección: Abogado
Universidad Nacional Autónoma de Honduras Facultad de Ciencias Jurídicas Departamento Derecho Privado Derecho Privado II Sucesiones Sección: Abogado
Universidad Nacional Autónoma de Honduras Facultad de Ciencias Jurídicas Departamento Derecho Privado Derecho Privado II Sucesiones Sección: Abogado
HONDURAS
Integrantes:
Daniela Gisel Cruz Valladares
20201000523
Mariaceleste Andino Tronconi
20201005574
Valeria Nikol Herrera Reyes
20211000576
Alex Norberto Pavón Cáceres b
20151602069
Denisse Alejandra Castro Domínguez
20181000550
Diego David Sierra Benítez
20191032880
El pago de las deudas hereditarias y testamentarias es una obligación legal que tiene
como fin cumplir con las obligaciones que el fallecido tenía en vida, proteger su
patrimonio y garantizar la distribución justa de la herencia entre los herederos. En
resumen, el proceso de pago de las deudas hereditarias y testamentarias es esencial para
una gestión adecuada de una sucesión y debe ser realizado con cuidado y atención para
garantizar que se cumplan todos los objetivos legales y financieros involucrados.
OBJETIVO GENERAL
Los objetivos generales del pago de las deudas hereditarias y testamentarias son:
1. Cumplir con las obligaciones del fallecido: El pago de las deudas hereditarias y
testamentarias es una obligación legal que tiene como fin cumplir con las
obligaciones que el fallecido tenía en vida.
2. Proteger el patrimonio del fallecido: Al pagar las deudas, se evita que los
acreedores puedan tomar posesión de los bienes del fallecido para saldar las
deudas pendientes.
1. Identificar y cuantificar las deudas: El primer paso es identificar todas las deudas
que el fallecido tenía en vida y cuantificar su monto.
2. Priorizar el pago de las deudas: Las deudas deben ser pagadas en orden de
prioridad. Por ejemplo, las deudas con garantía hipotecaria o prendaria deben ser
pagadas antes que las deudas no garantizadas.
3. Establecer un plan de pago: Una vez que se han identificado y priorizado las
deudas, se debe establecer un plan de pago que permita saldarlas de manera
efectiva y eficiente.
4. Verificar la validez de las deudas: Es importante verificar que todas las deudas
sean válidas y estén respaldadas por documentación adecuada.
5. Administrar los bienes del fallecido: Durante el proceso de pago de las deudas,
es importante administrar adecuadamente los bienes del fallecido para evitar
pérdidas o daños.
PAGO DE LAS DEUDAS HEREDITARIAS Y
TESTAMENTARIAS. BENEFICIO DE SEPARACION
Las deudas hereditarias son aquellas obligaciones que deja el causante, la persona que
fallece, y que debe ser pagada con los bienes que este deja al fallecer.
La herencia no solo se heredan un conjunto de derechos sino también un conjunto de
obligaciones, entonces las deudas o conjunto de obligaciones que se heredan ya sea por
un testamento o por una sucesión intestada, es decir, en la cual no hay testamento les
corresponden satisfacerlas o pagarlas a los herederos.
No es que las deudas se hereden como tal, y no es que los herederos tengan la
obligación de pagar las deudas que sus padres dejan; se trata de que las deudas dejadas
por la persona que fallece, deben ser pagadas con los bienes que esta deja, y quien
hereda, si acepta la herencia, reciba tanto los bienes como las deudas, como quien
hereda un apartamento hipotecado, que se queda con el apartamento, pero también con
la hipoteca.
Estas deben ser asumidas por los herederos a prorrata de sus cuotas, es decir,
dependiendo la cantidad de la herencia que reciba cada heredero, así deberá pagar.
CONCEPTO. Deudas hereditarias son las que tenía el causante en vida, haya o no haya
testamento. Deudas o cargas testamentarias son las que se constituyen en el testamento
mismo. Las principales cargas testamentarias son los legados, también el modo es una
carga testamentaria.
4) Se produce confusión parcial entre las deudas y créditos del causante y los del
heredero. Por ejemplo, el causante le debía Lps. 3.000 y deja como herederos por partes
iguales al mismo A, a B y a C. En esa deuda hay confusión por Lps. 1.000 en la parte
que le corresponda a A, el cual puede exigir a B y a C. Lps. 1.000 a cada uno, por la
deuda del causante. (Artículo 1268).
3) El caso del usufructo. Si el testador deja el usufructo de una parte de sus bienes o de
todos ellos a una persona y la nuda propiedad a otra, el propietario y el usufructuario se
considerarán como una sola persona para la distribución de las obligaciones hereditarias
y testamentarias que cupieren a la cosa fructuaria; y las obligaciones que unidamente les
quepan se dividirán entre ellos conforme a las reglas que siguen:
1° Será del cargo del propietario el pago de las deudas que recayeren sobre la cosa
fructuaria, quedando obligado el usufructuario a satisfacerle los intereses corrientes de
la cantidad pagada, durante todo el tiempo que continuare el usufructo.
a) Si la hipoteca o prenda fue constituida para garantizar una deuda del propio causante,
quien no ha gravado expresamente con esa carga al usufructo, el nudo propietario y el
usufructuario quedan subrogados por la ley en la acción del acreedor contra los
herederos;
4 ) Caso en que existan varios inmuebles sujetos a hipoteca. Dice el Artículo 1276:
"Si varios inmuebles de la sucesión están sujetos a una hipoteca, el acreedor hipotecario
tendrá acción solidaria contra cada uno de los inmuebles, sin perjuicio del recurso del
heredero a quien pertenezca el inmueble contra sus coherederos por la cuota que a ellos
toque en la deuda. Aún cuando el acreedor haya subrogado al dueño del inmueble en sus
acciones contra sus coherederos, no será uno de éstos responsables sino de la parte que
le quepa en la deuda. Pero la porción del insolvente se repartirá entre todos los
herederos a prorrata". Por ejemplo, el causante debía Lps. 30.000 y para garantizar el
pago de esta deuda constituyó una hipoteca sobre tres propiedades suyas. A su muerte
deja tres herederos: A, B y C, a cada uno de los cuales se adjudica una de las
propiedades hipotecadas. El acreedor, como su acción hipotecaria es indivisible, puede
cobrar el total de la deuda a cualquiera de estos tres herederos. si lo hace contra C, y
éste le paga los Lps. 30.000, tiene entonces derecho a exigirle a A y B, Lps. 10.000 a
cada uno, pues estas son sus cuotas en la deuda. Pero supongamos que A es insolvente.
En ese caso puede exigirle a B Lps. 15.000; es decir, que la porción de deuda que le
tocaba a A grava a B y C, quienes son los únicos que soportarán la deuda.
5) Caso en que se acuerde una división distinta de las deudas. Tanto el testador como
los herederos, si estos últimos obran de común acuerdo, pueden hacer una división
distinta de las deudas de la herencia. (Artículos 1250, 1269 y 1270). Pero en todo caso,
frente a esa distinta división de las deudas, la situación del acreedor hereditario es la
misma; tal división no le afecta porque no ha sido parte en ella. Por eso puede optar
entre cobrar su deuda conforme a esa distinta división, o perseguir a cada heredero por
su cuota a prorrata de sus derechos en la herencia, como dispone la ley; pero en este
último caso, si el heredero se ve obligado a pagar al acreedor más de lo que por la
división impuesta por el testador o pactada con sus coherederos le correspondía, puede
exigir de éstos la correspondiente indemnización.
RESPONSABILIDAD DE LOS LEGATARIOS POR LAS
DEUDAS DE LA HERENCIA. En principio, como hemos visto, la
responsabilidad por las deudas de la herencia, corresponde a los herederos; pero en
ciertos casos pueden verse afectados por ellas los legatarios. La responsabilidad que les
cabe a éstos por las deudas hereditarias, puede emanar de dos fuentes:
2.El hecho de que el bien legado esté gravado con prenda o hipoteca.
Del Orden en el que los legados concurren al pago de las deudas hereditarias. En
cuanto a la forma en que deben contribuir a estos pagos, los legados se clasifican en
comunes y privilegiados. En primer lugar, responden los legados comunes, y agotados
éstos, van respondiendo los legados preferenciales, según el orden siguiente:
Legados con causa onerosa. Los legados con causa onerosa que pueda estimarse en
dinero, no contribuyen sino con deducción del gravamen, y concurriendo las
circunstancias siguientes:
1° Quiénes debe pagar los legados. Respecto a este problema pueden presentarse
cuatro situaciones:
2) Cuando hayan renunciado a él. Esta renuncia puede ser expresa o tácita. Sería
tácita cuando el acreedor ha reconocido al heredero como deudor, aceptando un
pagaré, prenda hipoteca o fianza del heredero, o un pago parcial de la deuda;
4) Cuando los bienes de la sucesión se hayan confundidos con los bienes del
heredero de manera que no sea posible reconocerlos. (Artículo 1290).
Del Artículo transcrito resulta que para que proceda la acción rescisoria contra esas
enajenaciones o hipotecas es necesario que concurran los siguientes requisitos:
a) Que los acreedores hereditarios o testamentarios gocen del beneficio de
separación;
b) Que las enajenaciones no hayan sido efectuadas con el objeto de pagar deudas
hereditarias o testamentarias;
c) Que las enajenaciones o hipotecas hayan sido hechas dentro de los seis meses
siguientes a la apertura de la sucesión. Pero la ley no exige que esas enajenaciones o
hipotecas hayan sido efectuadas después de obtenido el beneficio de separación. En
cuanto a las enajenaciones o hipotecas efectuadas después de los seis meses de la
apertura de la sucesión, los acreedores hereditarios o testamentarios ya no podrán
hacer uso de la expresada acción rescisoria, pero si de la acción pauliana, que es de
aplicación general. (Artículo 1370).
https://www.poderjudicial.gob.hn/CEDIJ/Leyes/Documento
codigoCivil(actualizadomayo2018).