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Proyecto Electricidad

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ELECTRICIDAD E INGENIERÍA ELÉCTRICA

Proyecto electricidad



Antecedentes
La humanidad ha aprovechado la energía del viento desde que existen registros; de hecho, ya
se utilizaba para propulsar barcos a lo largo del río Nilo en 5000 a. C. Hacia el 200 a. C, molinos
de viento sencillos servían para bombear agua en China, mientras que en Persia y Medio
Oriente ya había molinos de viento de eje vertical con velas tejidas de caña que se usaban para
moler grano. En el siglo XI, nuevas formas de usar la energía del viento se extendieron por
todo el mundo: los pobladores del Medio Oriente usaba molinos de viento extensivamente para
moler el grano empleado en la producción de alimentos y los mercaderes y cruzados que
regresaban de aquellas tierras llevaron esta
idea a Europa, lo que permitió que los habitantes
de los Países Bajos refinaran el molino de viento
y lo adaptaran para drenar lagos y pantanos en
el delta del río Rin.
En España tenemos una imagen muy familiar de
los célebres molinos del Campo de Criptana, que
tan famosos haría en el siglo XVII el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Esos famosos
molinos de aspas estaban destinados a bombear agua o moler grano y se utilizaron
masivamente hasta bien entrado el siglo XIX.
Con el comienzo de la revolución industrial, el uso de estos molinos se redujo
significativamente, ya que a partir de ese momento las fuentes principales de energía pasaron
a ser las máquinas de vapor alimentadas por carbón y electricidad.
Cuando la emigración desde Europa llevó esta tecnología a Norteamérica a fines del siglo XVIII
y principios del XIX, se comenzaron a usar molinos de viento para bombear agua en granjas y
ranchos y luego para generar electricidad utilizada en los hogares y la industria. En la segunda
mitad del siglo XIX tuvo lugar uno de los más importantes avances en la tecnología del
aprovechamiento del viento, con la aparición del popular molino multipala americano, utilizado
desde entonces para el bombeo de agua prácticamente en todo el mundo. Sus características
se aprovecharían en años posteriores para el diseño de los generadores eólicos actuales.
En 1887, el científico estadounidense Charles F. Brush (17 de marzo de 1849 – 15 de
junio de 1929) construyó lo que hoy se admite que fue la primera turbina eólica para la
generación de electricidad. Era un gigante, el más grande del mundo, con un diámetro de rotor
de 17 metros y 144 palas de rotor, hechas de madera de cedro. Se muestra en la imagen
siguiente, donde se puede observar la presencia de una persona a la derecha de la turbina.
Este generador funcionó durante 20 años y cargó las baterías instaladas en el sótano de su
casa. A pesar del tamaño de la turbina, la potencia
del generador era de apenas 12 kW, debido a que
esta clase de turbinas no son particularmente
eficientes. La siguiente figura doble muestra estos
primeros antecedentes:
Fue el científico danés Poul la Cour (13 de abril de
1846 – 24 de abril de 1908), que más tarde
descubrió que las turbinas eólicas con pocas palas de rotor son más eficientes para la
producción de electricidad que las turbinas de palas múltiples, ya que en las primeras se logra
una velocidad de rotación mucho mayor que en las del tipo construido por Brush. En 1899,
diseño lo que puede calificarse como el primer generador eólico moderno, cuya imagen se
muestra a continuación. Como se puede apreciar, su diseño era muy similar al de los célebres
molinos de viento que recreaba Cervantes en el Quijote cuatro siglos antes:
Las bases teóricas del aprovechamiento de la energía del viento para generar electricidad se
desarrollaron en Alemania en la segunda década del siglo XX y se deben principalmente
a Albert Betz (25 de diciembre de 1885 – 16 de abril de 1968), físico alemán que en 1919
enunció la ley que lleva su nombre, cuyos detalles he descrito detalladamente en este
otro artículo.
El desarrollo pionero de la energía eólica en Europa tuvo lugar en Dinamarca, donde cobró
gran relevancia durante el primer cuarto del siglo XX, contribuyendo a la construcción de un
modelo descentralizado de electrificación del país. En 1908 había 72 generadores eólicos, con
potencias comprendidas entre 5 kW y 25 kW.
Por otra parte, al otro lado del Atlántico, durante la década de 1930, los molinos de viento se
usaron ampliamente para generar electricidad en muchas regiones agrícolas de los Estados
Unidos, donde los sistemas de distribución aún no se habían desarrollado. No fue hasta 1941
cuando se instaló la primera turbina de una potencia superior al MW (1.25 MW, para ser
precisos). Diseñada por el científico Palmer Cosslett Putnam (1900-1984) y fabricada por la
compañía S. Morgan Smith, se instaló en la localidad de Castleton, Vermont, EEUU, y funcionó
por espacio de 1000 horas hasta que un fallo en una de las aspas arruinó su funcionamiento.
No se volverían a ver turbinas de esta potencia hasta más de 40 años después.

¿Qué es la energía eólica?


La energía eólica, que transforma en electricidad la fuerza de un recurso inagotable como el
viento, es una apuesta sostenible y de valor para el futuro. El aprovechamiento del viento
requiere de la instalación de parques eólicos, ya sea en tierra o en alta mar, con decenas de
aerogeneradores. Estos gigantes se han convertido en parte del paisaje en los últimos años,
pero ¿sabemos cómo funcionan?
¿Cómo se genera el viento? La radiación solar no incide por igual en toda la superficie de la
Tierra: hay zonas que se calientan más que otras y en esas el aire, que pesa menos, tiende a
ascender generando áreas de bajas presiones; en cambio, en las más frías el aire desciende
y pesa más creando áreas de altas presiones. La diferencia entre presiones hace que el aire
se mueva y se origine el viento, un elemento tan poderoso que puede utilizarse para generar
energía.
La energía eólica es aquella que se obtiene a partir de la fuerza del viento. ¿Cómo? A través
de un aerogenerador que transforma la energía cinética de las corrientes de aire en energía
eléctrica. El proceso de extracción se realiza principalmente gracias al rotor, que transforma
la energía cinética en energía mecánica, y al generador, que transforma dicha energía
mecánica en eléctrica. Hablamos de una energía renovable, eficiente, madura y segura clave
para la transición energética y la descarbonización de la economía.
Para aprovechar la energía cinética del viento y convertirla en energía eléctrica, es necesario,
tal y como ya hemos comentado, el uso de un aerogenerador. El óptimo aprovechamiento de
estos gigantes —suelen tener entre 80 y 120 metros de altura— depende de la fuerza del
viento. Por ello, los parques eólicos, que agrupan un gran número de aerogeneradores y hacen
posible la obtención de esta energía en grandes cantidades, deben implantarse en lugares
donde la presencia del viento sea predominante.
Los aerogeneradores han de orientarse en la dirección del viento —esto sucede gracias a una
veleta que se encuentra en la góndola—. A partir de ahí, la fuerza de las corrientes de aire
pondrá en funcionamiento las tres principales partes del aerogenerador:
El rotor: compuesto por tres palas y el buje que las une, su función es captar la fuerza del
viento y convertirla en energía mecánica de rotación.
La multiplicadora: unida al motor mediante un eje, su función es elevar la velocidad de giro de
30 revoluciones por minuto (rpm) a 1500 rpm.
El generador: este elemento se encarga de convertir la energía mecánica de rotación en
energía eléctrica.
Cada uno de los aerogeneradores que componen un parque eólico están unidos entre sí por
cables subterráneos que llevan la energía eléctrica a una subestación transformadora. De ahí
es transportada a los hogares, las fábricas o las escuelas, entre otros, a través de las redes
de distribución de las distintas compañías eléctricas.
En la actualidad, existen dos tipos de energía eólica en función del lugar donde se instalan los
aerogeneradores:
La energía eólica terrestre se encarga de producir energía eléctrica a partir del
aprovechamiento del viento que realizan los parques eólicos emplazados en tierra. Para ello,
se instalan una serie de aerogeneradores capaces de transformar la energía cinética del
viento en energía eléctrica apta para el consumo e integrarla en la red de distribución.
La energía eólica marina es aquella fuente de energía que se obtiene al aprovechar la fuerza
del viento que se produce en alta mar, donde este alcanza una velocidad mayor y más
constante debido a la inexistencia de barreras. Para explotar al máximo este recurso, se
desarrollan megaestructuras asentadas sobre el lecho marino y dotadas con las últimas
innovaciones técnicas.

Ventajas de la energía eólica


La energía eólica ofrece numerosos beneficios, tanto para las compañías que apuestan por
ella como para la sociedad al ayudar a minimizar el impacto del cambio climático:
Limpia
Al no requerir ningún proceso de combustión, se trata de una energía con unas bajas
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los principales culpables del calentamiento
global.
Inagotable
El viento es un recurso ilimitado, así como su aprovechamiento siempre y cuando haya
corrientes de aire suficientes.
Barata
Tanto el coste por kW producido como su mantenimiento es bastante bajo. En zonas donde el
viento sopla más fuerte el beneficio es aún mayor.
Bajo impacto
Los parques eólicos se instalan tras un riguroso proceso de estudio y planificación. Además,
se buscan zonas despobladas para evitar el efecto negativo en los habitantes.
Genera empleos verdes
Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), la energía eólica ya emplea
hoy a más de 1,2 millones de personas y el número de empleos verdes no dejará de aumentar.

Desventajas
1. Falta de seguridad en la existencia de viento.
Este motivo impide que la energía eólica se use como única fuente de energía eléctrica. Sin
embargo, esto podría solucionarse utilizando dispositivos de almacenamiento de energía
eléctrica.

2. La velocidad no puede exceder un límite.


Si la velocidad del viento es superior al máximo que puede soportar la turbina, causa daños
en el eje y la producción se ve disminuida, por lo que se requieren sistemas de control para
desconectar el aerogenerador o modificar las aspas.

3. Es preciso construir líneas de alta tensión.


Para distribuir la energía eléctrica desde los parques eólicos, es necesario construir líneas
de alta tensión capaces de conducir el máximo de electricidad generada.

4. Implica un impacto medioambiental.


La instalación de parques eólicos causa daños y muertes de aves y muerciélagos y supone
también un impacto visual sobre los parajes naturales. Los nuevos diseños de
aerogeneradores están cambiando esta tendencia.
5. Los parques eólicos ocupan grandes áreas.
Los aerogeneradores deben estar separados, aunque esta misma zona pueda ser aprovechada
simultáneamente para otros fines.

6. Dificultad en la planificación de obtención de energía.


La aletoriedad del viento plantea serios problemas, pese a que los últimos avances
meteorológicos para la previsión del viento han mejorado mucho la situación.

¿Cuál es la fuente natural que utiliza?


La energía eólica es una fuente de energía renovable que utiliza la fuerza del viento para
generar electricidad. El principal medio para obtenerla son los aerogeneradores, “molinos de
viento” de tamaño variable que transforman con sus aspas la energía cinética del viento en
energía mecánica. La energía del viento puede obtenerse instalando los aerogeneradores tanto
en suelo firme como en el suelo marino.

Uno de los importantes recursos naturales que México posee para la producción masiva de
electricidad es la fuerza del viento. Con 31 parques eólicos en operación y otros en proyecto
en varios estados y una capacidad de producción de electricidad superior a los 2.500 mega
watts, ya nadie duda del potencial de la energía producida por el viento en México. Los
macroproyectos eólicos puestos en marcha en el país producen 2.551 mega watts a finales de
2015, consiguiendo abastecer las necesidades eléctricas de más de 400.000 hogares.

Panorama nacional de la energía


eólica
La capacidad de energía eólica de México ha aumentado rápidamente durante la última
década, colocándolo en una buena posición para convertirse en un líder regional en energía
eólica. La producción eólica del país va de la mano con un creciente sector de energía solar,
que contribuye a la combinación de energía renovable en constante expansión de México.
Creemos que buscar una mayor inversión privada en el sector podría ayudar a desarrollar
aún más la industria de energía eólica de México, creando nuevos empleos e impulsando la
economía local.
La capacidad eólica instalada acumulada en México ascendió a 8.3 GW en 2021 y el 9% de la
electricidad del país provino de la energía eólica. Esto lo coloca en el séptimo lugar a nivel
mundial en producción eólica, con 3,175 turbinas en 69 centrales eléctricas en 15 estados.

México fue uno de los primeros en adoptar la tecnología de energía eólica e inauguró su
primer parque eólico en 2009. Las operaciones de energía eólica Eurus fueron desarrolladas
en Oaxaca por la firma española ACCIONA a un costo de USD 550 millones, con una capacidad
de producción inicial de 250 MW, para proporcionar energía renovable energía para la
fabricación industrial.

La capacidad instalada de energía eólica en México aumentó 136% durante los primeros tres
años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), logrando una
inversión de USD 13 mil millones. Esto se debe principalmente a los planes de desarrollo de
parques eólicos previamente aprobados, según Leopoldo Rodríguez Olivé, presidente de la
Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).

La industria de la energía eólica se ha visto respaldada significativamente por la caída de los


precios de la tecnología de energía eólica, que descendieron un 70% durante la última
década, con un kilovatio de generación de energía eólica que ahora cuesta aproximadamente
USD 26.

El panorama es incierto para 2022 tras los cambios legislativos y regulatorios introducidos
en el sector eléctrico el año pasado. Creemos que las inversiones en energía eólica podrían
disminuir entre un 30% y un 40% en 2022, ya que las empresas privadas enfrentan
incertidumbre regulatoria. Esperamos aproximadamente USD 1 mil millones en inversiones
eólicas anuales totales en 2022, en comparación con USD 1.5 mil millones en 2021.

El cambio en la ley ahora permite que la eléctrica estatal CFE use fuentes de combustibles
fósiles para su electricidad, lo que desalienta la inversión privada en desarrollos de energía
renovable. Esto viene como parte del plan del presidente AMLO para nacionalizar el sector
energético de México para establecer una mayor seguridad energética.

Creemos que México tiene el potencial para desarrollar sustancialmente su sector de


energía eólica durante la próxima década a través de una mayor inversión privada. El
Departamento de Energía de EE. UU. cree que el potencial técnico nacional de energía eólica
de México asciende a 3,670 GW, con 670 GW en el noroeste del país, 744 GW en el sureste y
110 GW en Baja California Sur.
Para tener éxito en el desarrollo de su capacidad eólica, creemos que México debe continuar
realizando exitosas subastas de energía renovable, ofreciendo precios competitivos para los
inversionistas. Además, otorgar a la comunidad la propiedad de los proyectos eólicos a
menudo ayuda a lograr la “aceptación” de los residentes locales. Disminuir el potencial de
conflicto podría ayudar a que los proyectos se desarrollen más rápidamente, evitando
costosas demoras.

Si la industria de la energía eólica de México se desarrolla en todo su potencial, podría


generar miles de empleos operativos y de construcción en varios estados. También
impulsará la economía nacional al ayudar a desarrollar cadenas de suministro locales y
regionales y contribuirá al ya fuerte sector manufacturero de México. Además, esperamos
que proporcione más electricidad a bajo costo a las áreas rurales, lo que impulsará la
seguridad energética en todo el país.

México está en camino de convertirse en un centro regional de energía eólica, con miles de
aerogeneradores en la mitad de sus estados. Esperamos que atraer una mayor inversión
privada a través de subastas de energía renovable ayude a México a desarrollar aún más su
industria de energía eólica, apoyando la creación de nuevos empleos directos e indirectos e
impulsando la economía nacional.

Panorama internacional de la
energía eólica
Ya a finales del año pasado, había una capacidad eólica instalada de 539.291 MW en todo el
mundo, capaz de atender a las necesidades eléctricas del 5% de la población mundial. A lo
largo del año se agregaron 52.552 MW, una cifra un tanto superior a la del año 2016, en el que
la potencia eólica experimentó un crecimiento de 51.402.
No obstante, la tasa de crecimiento de 2017 fue de solo un 10,8%, convirtiéndose en la más
baja desde el inicio del despliegue industrial de las turbinas eólicas a finales del siglo XX. Son
datos dados a conocer por la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA).
La WWEA advierte también que el nuevo récord de instalación conseguido por Alemania y otros
mercados europeos es más bien resultado de un colapso anticipado del mercado, debido al
cambio del sistema de “feed in tariffs” al de subastas. Según la Asociación, este sistema «crea
importantes dificultades, en particular para los pequeños y medianos inversores».
Ver artículo de interés la energía ilimitada del ITER donde se intenta simular al Sol desde la
Tierra.
Menú contenido: [ver resumen]
La energía eólica, un concepto
cada vez más presente en gran
cantidad de países
El papel desempeñado por
empresas como Enérgya-VM pone
de manifiesto el papel que están
jugando las energías limpias en el
nuevo panorama español.
En Energya se ofrecen energías
completamente renovables y con
todas las garantías para los
hogares españoles.
De hecho, la WWEA ha hecho especial hincapié en que en muchos países del mundo, la energía
eólica se ha convertido en un pilar en sus estrategias encaminadas a eliminar
progresivamente tanto la energía fósil como la nuclear.

El siguiente panel ofrece una visión general de las tendencias de inversión en energías
renovables a nivel mundial:

Además, en la Octava
Asamblea de la IRENA
en Abu Dhabi, se
destacó que otras
formas de generación
de energía renovable,
como la bioenergía,
proyectos geotérmicos
e hidroeléctricos en los
últimos 12 meses han
competido cara a cara
en costos, con la energía de combustibles fósiles. Los hallazgos señalan que para 2019, los
mejores proyectos de energía eólica y solar fotovoltaica en tierra firme entregarán
electricidad por 3 centavos de dólar en EE. UU. por kWh, significativamente por debajo del
costo actual de la energía de los combustibles fósiles.

El pasado año Dinamarca


establecería un nuevo récord
mundial, con el 43% de su energía
procedente del viento. Por otro lado,
en un número en aumento de países,
la energía eólica tiene una
participación de dos dígitos en el mix
energético. España es uno de ellos.
China es el líder indiscutible en este
tipo de energía
En China se añadieron en 2017 19.000 MV. Este país mantiene así su posición indiscutible como
líder eólico mundial, con una capacidad acumulada de 188.000 NW. Resulta igualmente
sorprendente el despliegue de la energía solar de dicho país, que está en camino de hacer de
la energía renovable su principal fuente de energía.
En la actualidad, podemos confirmar que China se alza con cinco de los seis principales
fabricantes de placas solares del mundo, cinco de los mayores fabricantes de
aerogeneradores del mundo y seis de los diez principales fabricantes de automóviles
eléctricos. Mientras tanto, China es dominante en el sector del litio en baterías, vehículos
eléctricos, etc. – y un líder mundial en inversiones en redes inteligentes y otras tecnologías
de energía renovable.

Con respecto a otros grandes mercados que también experimentaron un interesantísimo


crecimiento a lo largo de 2017, estos fueron: EEUU (6,8 GW agregados, 89 GW en total);
Alemania (6,1 GW nuevos, en total 56 GW); India (4,6 GW añadidos, 32,9 GW totales); Reino Unido
(3,3 GW nuevos, 17,9 GW en total), Brasil (2 GW nuevos, 12,8 GW totales) y Francia (1,7 GW
nuevos, 13,8 GW en total).
Los gobiernos han entendido las ventajas de la energía eólica
Según el Secretario General de WWEA: «el robusto crecimiento de la energía eólica en todo el
mundo es muy alentador y va de la mano de una mayor diversificación geográfica. En este
dinámico desarrollo, están jugando un papel importante las nuevas regiones, como América
Latina y, más recientemente, también África».
A lo cual añade que «muchos gobiernos han entendido que la energía eólica aporta grandes
beneficios a sus sociedades, ya que está libre de emisiones, es barata, local y accesible, y
ofrece un camino muy atractivo para alcanzar el Acuerdo de París».
Son de sobra conocidas las grandes presas con las que cuenta este país, hasta el punto de
que se dice que ya no se puede construir ni un solo embalse más. Estas han proporcionado un
excelente servicio durante muchas décadas.
Fue en 1984 cuando se instaló la primera turbina eólica en Cataluña. En ese mismo año se
construyó la primera instalación fotovoltaica en San Agustín de Guadalix. De esta manera,
desde ese año, España se convertiría en un faro de la energía eólica y la solar, colocándose
entre los primeros instaladores de todo el mundo.
No obstante, en el año 2013 – 2014 la situación dio todo un giro, deteniéndose por completo la
construcción de nuevas instalaciones. Por ese motivo, este país retrocedió hasta quedar en
los últimos puestos europeos, siendo incluso denunciado a nivel internacional por pasividad.
En tanto que se va abriendo el foco a países del entorno cercano, las estadísticas se vuelven
menos consolidadas. 2014 y 2015 han sido los años de los que se han obtenido más datos, por
ejemplo, que los países que tuvieron menor dependencia de combustibles fósiles en 2015
fueron Dinamarca (4%), Estonia (17%), Rumanía (25%) y Polonia (32%).
Cumplimiento y evolución de los objetivos establecidos en la UE para el 2020 en el campo de
las energías renovables:
Haciendo una comparación, España tuvo ese año un 74% de dependencia en combustibles
fósiles. Según datos de la Eurostat, la cuota media de las energías renovables en el mix
energético de 2015 fue del 16,7%. Sin duda alguna un gran avance frente al 8,5% de 2004, si
bien es cierto que queda un largo recorrido por hacer hasta alcanzar el 100%.
Por su parte, Suecia pasó ya en 2015 los objetivos 20/20/20, además de aprobar la ley de
cero emisiones para el 2045, con una producción renovable del 53,9%, una marca que
continúa mejorando además. No obstante, este no es el único país que ha logrado los objetivos
de emisiones en renovables a cinco años vista. En este sentido, hay que hablar también de
Finlandia (39,3%), Letonia (37,6%), Austria (33%) o Dinamarca (30,8%) también lo han
logrado. España, no (16,2%), de momento, aunque estamos a tiempo. Tampoco Luxemburgo y
Malta (5%), Países Bajos (5,8), Bélgica (7,9%) y Reino Unido (8,2%).
Otro dato extraído del mismo informe del Eurostat fue que la producción de energía renovable
en 2015 (la cual, paradójicamente, se expresa en millones de toneladas de petróleo
equivalente), fue de 26,7, frente a las 766,6 millones de toneladas de petróleo equivalente del
mix energético total. Esto supone tan solo un 3,48% de energía renovable en Europa.
A pesar de este dato, existen dos motivos para mantenerse positivos. En primer lugar, el hecho
de que la energía renovable no haya bajado en ningún país. Salvo casos muy puntuales, esta
continúa al alza. Y por otro lado, hay que destacar que cada vez se consume menos energía.
Combinando ambos factores, se puede concluir que las energías renovables son cada vez más
importantes en los hogares.

¿Cuánto se genera con esa energía?


La energía eólica suministra actualmente más del 3% del consumo mundial de electricidad y
se espera que para 2020 se supere el 5%. A más largo plazo (2040), la Agencia
Internacional de la Energía prevé que la energía del viento pueda cubrir el 9% de la demanda
eléctrica mundial y más del 20% en Europa.

La energía eólica representa aproximadamente el 80% de la electricidad que produce el


grupo ACCIONA anualmente. En 2014, la compañía produjo a partir del viento un total de
17.482 gigavatios hora (GWh), equivalente al consumo de cerca de cinco millones de
personas. Por ámbitos geográficos, el 60% de la producción eólica estuvo destinada al
mercado español, con 10.378 GWh, mientras que el 40% correspondió a otros países: EE.UU
(2.278 GWh), México (2.174 GWh), Australia (932 GWh), Canadá (516 GWh), Portugal (417 GWh),
Italia (239 GWh) e India (226 GWh),como principales mercados.
¿Es redituable?
La energía eólica suministra actualmente más del 3% del consumo mundial de
electricidad y se espera que para 2020 se supere el 5%. A más largo plazo (2040), la
Agencia Internacional de la Energía prevé que la energía del viento pueda cubrir el 9% de la
demanda eléctrica mundial y más del 20% en Europa.

La energía eólica representa aproximadamente el 80% de la electricidad que produce


el grupo ACCIONA anualmente. En 2014, la compañía produjo a partir del viento un total de
17.482 gigavatios hora (GWh), equivalente al consumo de cerca de cinco millones de
personas. Por ámbitos geográficos, el 60% de la producción eólica estuvo destinada al
mercado español, con 10.378 GWh, mientras que el 40% correspondió a otros países: EE.UU
(2.278 GWh), México (2.174 GWh), Australia (932 GWh), Canadá (516 GWh), Portugal (417 GWh),
Italia (239 GWh) e India (226 GWh),como principales mercados.

Bibliografía
▪ ACCIONA | BUSINESS AS UNUSUAL. (s. f.). https://www.acciona.com/

▪ El Economista. (2022b, diciembre 1). El Economista | Periódico especializado en economía, finanzas y negocios.

https://www.eleconomista.com.mx/

▪ Llc, M. E. P. (s. f.). Mexico Energy Partners - Renewable Energy Consulting in Mexico. Mexico Energy Partners

LLC. http://mexicoenergyllc.com.mx

▪ Bienvenid@ a OpenMind: la comunidad del conocimiento de BBVA. (s. f.). OpenMind. https://www.bbvaopenmind.com/
▪ Dipl.-Ing. Dr. Albert Betz, Wind-Energie und ihre Ausnutzung durch Windmühlen, Bandenhoeck & Ruprect, Göttingen

1926. Facsimileudgave ved Ökobuch Verlag, Staufen, 1994. ISBN 3-922964-11-7´

▪ Bruce R. Munson, Donald F. Young, Theodore H. Okiishi: Fundamentals of Fluid Mechanics, John Wiley & Sons Inc., New

York 1994, ISBN 0-471-30585-5

▪ Ira H. Abott & Albert E. von Doenhoff: Theory of Wing Sections, Dover Publications, Inc., New York 1959

▪ Joseph Katz & Allen Plotkin: Low-Speed Aerodynamics, Second Edition, Cambridge University Press, New York 2001,

ISBN 0 521 66552 3.

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