Mastocitoma
Mastocitoma
Mastocitoma
en Veterinaria
Autor
Patricia Sanz Rio
Director
Jose Rodriguez
2022
ÍNDICE
1. RESUMEN/ABSTRACT ……………………………………………………………4
2. INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………….4
3. RECUERDO ANATOMOFISIOLÓGICO …………………………………………….6
3.1. Funciones de los párpados…………………………………………………..6
3.2. Estructura de los párpados…………………………………………………..6
4. CLASIFICACIÓN NEOPLÁSICA ……………………………………………………8
4.1 Neoplasias presentes en perros y gatos……………………………………...8
- Adenoma/Adenocarcinoma/Epitelioma de las glándulas de Meibomio...8
- Melanoma……………………………………………………………….10
- Carcinoma de células escamosas………………………………………..12
- Mastocitoma…………………………………………………………….13
- Otros
4.2 Neoplasias presentes en el perro…………………………………………...14
- Histiocitoma cutáneo juvenil……………………………………………14
- Papiloma…………………………………………………………………15
4.3 Neoplasias presentes en el gato…………………………………………….16
- Cistoadenoma apocrino…………………………………………………16
- Tumor de la vaina del nervio periférico…………………………………16
5. EPIDEMIOLOGÍA ………………………………………………………………...18
6. DIAGNÓSTICO …………………………………………………………………..19
6.1 Anamnesis, exploración general y exploración oftalmológica………………19
6.2 Signos, síntomas y lesiones………………………………………………….19
6.3 Diagnóstico diferencial………………………………………………………20
6.4 Masas simples……………………………………………………………….20
- Exéresis y estudio histopatológico………………………………………20
6.5 Masas grandes o atípicas…………………………………………………….21
- Aspiración con aguja fina………………………………………………...21
- Frotis de impresión………………………………………………………21
1
- Biopsia en sacabocados…………………………………………………21
7. TRATAMIENTO ………………………………………………………………….21
7.1. Escisión quirúrgica………………………………………………………….21
7.2. Criocirugía…………………………………………………………………..31
7.3. Ablación láser………………………………………………………………33
8. POSTOPERATORIO Y PRONÓSTICO……………………………………………..34
9. CASOS CLÍNICOS ………………………………………………………………..35
9.1. Caso clínico gato……………………………………………………………35
9.2. Caso clínico perro…………………………………………………………..37
10. CONCLUSIONES/CONCLUSIONS..……………………………………………...39
11. VALORACIÓN PERSONAL ……………………………………………………...40
12. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………41
ÍNDICE DE FIGURAS
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Figura 14. Tumor de la vaina del nervio periférico en el párpado superior izquierdo de una
gata de 15 años de edad…………………………………………………………………16
Figura 15. Cistoadenoma apocrino en gato……………………………………………...17
Figura 16. Resección en cuña de espesor total para la extirpación de una masa del
párpado…………………………………………………………………………………...23
Figura 17. Incisión de cuatro lados o "incisión de la casa" para la escisión de masas con la
máxima preservación del margen del párpado…………………………………………...24
Figura 18. Cierre en dos capas de un defecto del párpado……………………………….25
Figura 19. Cantoplastia lateral deslizante…………………………………………………25
Figura 20. Injerto de avance pedicular……………………………………………………26
Figura 21. Técnica de colgajo semicircular………………………………………………..27
Figura 22. Técnica del asa de cubo…………………………………………………….….28
Figura 23. Colgajo de párpado cruzado…………………………………………….……..29
Figura 24. Colgajo de plexo subdérmico mucocutáneo desde el labio hasta el párpado...30
Figura 25. Fotografías intraoperatorias durante el procedimiento de citorreducción palpebral
y crioterapia en caninos…………………………………………………………………...32
Figura 26. Curva de supervivencia para cada tipo de masa…………………………….....33
Figura 27. Carcinoma de células escamosas en párpado inferior izquierdo de un gato persa
de 17 años……………………………………………………………………………….....35
Figura 28. Epitelioma sebáceo en Doberman de 8 años…………………………………...37
ÍNDICE DE TABLAS
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1. RESUMEN/ABSTRACT
Las neoplasias palpebrales son masas anormales de tejido con su origen en las diversas estructuras
de los párpados o a nivel extraocular. Es una patología de carácter ascendente en la clínica de
pequeños animales y su incidencia es mayor en el perro que en el gato. Asimismo, en el perro la
mayor parte de las neoplasias son benignas, a diferencia del gato que son en mayor parte malignas.
Existen diversos tipos de neoplasias características de ambas especies; cada una de ellas presenta un
comportamiento y una naturaleza propia, lo que influye directamente en su tratamiento y su
pronóstico. Partiendo de un diagnóstico completo y correcto y su correspondiente estudio citológico
o histopatológico se determina la orientación favorable a seguir. Finalmente, se presentan dos casos
clínicos reales basados en situaciones que se pueden observar en el día a día de una clínica de
pequeños animales.
Palpebral neoplasms are abnormal tissue masses originating in various structures of the eyelids or at
the extraocular level. It is a pathology of ascending character in the small animal clinic and its
incidence is higher in the dog than in the cat. Likewise, in the dog most of the neoplasms are benign,
unlike in the cat which are mostly malignant. There are several types of neoplasms characteristic of
both species; each of them has its own behavior and nature, which directly influences their
treatment and prognosis. Based on a complete and correct diagnosis and its corresponding
cytological or histopathological study, the favorable orientation to follow is determined. Finally, two
real clinical cases are presented based on situations that can be observed in the day to day life of a
small animal clinic.
2. INTRODUCCIÓN
Según un informe del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles (Departamento de
Salud Pública) del 2008 “neoplasia es el término apropiadamente utilizado para nombrar a la
formación de un neoplasma o tumor, es decir, cualquier crecimiento descontrolado de células o
tejidos anormales en el organismo”. Los tumores pueden ser, por un lado, de naturaleza benigna, es
decir, no se diseminan por el organismo ni invaden tejidos cercanos. Y por otro lado, de naturaleza
maligna, crecen de manera descontrolada invadiendo tejidos adyacentes y diseminándose por el
organismo, proceso conocido como metástasis (Departamento de Salud Pública, 2008).
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Las neoformaciones de los párpados constituyen las neoplasias más frecuentes de la oncología
ocular en el perro, mientras que en el gato son poco comunes (Esteban, 2007)(Muñoz-Duque et al,.
2019). Este tipo de neoformaciones pueden suponer un inconveniente en la calidad de vida del
animal, causando molestias o incluso ceguera; entre otras cosas (Soraia, citado en Miller y Dubielzig,
2013).
Los estudios retrospectivos indican que, en los perros, la mayoría de las neoplasias son benignas, y el
resto, a pesar de ser malignos, rara vez producen metástasis (Soraia, citado en Martín, 2010).
Se desarrollan de media a los 9 años de edad, es decir, a una edad avanzada (Soraia, citado en
Dubielzig, 2011), a excepción de los papilomas y los histiocitomas, que se dan con más frecuencia en
perros jóvenes (Aquino, 2007). Además en numerosos estudios se demuestra que el adenoma
sebáceo de las glándulas de Meibomio es la neoplasia con mayor incidencia palpebral, precedida por
el melanoma y el papiloma (Aquino, 2007). Por otro lado, también se sugiere que la incidencia es
mayor en ciertas razas, como el Boxer, el Golden Retriever y el Springer Spaniel Inglés, pero pueden
aparecer en cualquier raza (Turner, 2010).
Las masas palpebrales pueden ser de diversos tipos, desde masas sencillas de fácil reconocimiento a
masas más grandes y atípicas, por ello el diagnóstico se basará principalmente en la examinación
clínica y en la citología y/o histopatología (Angulo, citado en Grahn, 2004). Todo ello, ayudará a
determinar la malignidad o benignidad de la masa, el enfoque terapéutico y el pronóstico (Soraia,
citado en Kamstock et al., 2011).
El tratamiento a emplear podrá variar, en función del tipo de masa, su localización y su dimensión
(Turner, 2010). Posibles tratamientos a emplear son el tratamiento quirúrgico, la crioterapia o la
ablación láser, entre otros. En cualquier caso, la consideración principal a tener en cuenta es la
preservación de la estructura y función del párpado (Aquino, 2007), puesto que si se altera la
fisiología normal del ojo esto dará lugar a consecuencias muy importantes en la calidad de vida del
animal.
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3. RECUERDO ANATOMOFISIOLÓGICO
Para el correcto estudio y comprensión de las diversas neoplasias que se pueden dar en los párpados
de las especies caninas y felinas, cabe destacar la importancia de un conocimiento básico de la
anatomía y fisiología de estas estructuras.
Los párpados son pliegues dorsales y ventrales de piel que forman la hendidura palpebral, la cual
alberga el globo ocular. En condiciones normales, los párpados descansan sobre la superficie ocular y
se deslizan sobre la misma durante el parpadeo. Sin embargo, existen situaciones donde la piel
puede estar laxamente adherida a las estructuras subyacentes, como es el caso del San Bernardo o
adherida de modo muy tenso como es el caso del Caniche miniatura (Turner, 2010). Este tipo de
variaciones entre especies y razas hay que tenerlas en cuenta a la hora de abarcar cualquier anomalía
en los ojos del paciente.
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● Tarso. Placa de soporte poco desarrollada en el perro y algo más en el gato. Dentro del tarso
se encuentran las bases de las glándulas de meibomio o glándulas tarsales; son glándulas
sebáceas que secretan la porción lipídica de la película lagrimal y evitan la evaporación de la
misma. (Peiffer y Petersen-Jones, 2002)(Petersen-Jones y Crispin, 2002)(Turner, 2010).
● Músculo elevador del párpado superior, muy potente en el perro y músculo de Müller, más
fino (Peiffer y Petersen-Jones, 2002).
● Conjuntiva palpebral (Peiffer y Petersen-Jones, 2002).
● Ligamentos palpebrales. Estabilizan los párpados y mantienen la forma de la hendidura
palpebral (Turner, 2010).
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tipos de glándulas: las glándulas sudoríparas modificadas o de Moll y las glándulas sebáceas o de
Zeiss (Esteban, 2007).
Por último, en los perros y gatos existe una estructura denominada tercer párpado o membrana
nictitante, se trata de un pliegue ventromedial de conjuntiva que se desplaza sobre la superficie del
globo durante el parpadeo, ayudando a la distribución de la película lagrimal y a eliminar residuos
(Turner, 2010), este movimiento es pasivo en el perro pero en el gato presenta cierta movilidad activa
(Peiffer y Petersen-Jones, 2002).
4. CLASIFICACIÓN NEOPLÁSICA
Existen diversos procedimientos para clasificar las neoplasias palpebrales, bien por su malignidad o
benignidad, por su localización o por su edad de presentación, entre otros. En este caso, primero, se
identifican las neoplasias presentes en el perro, en el gato y en ambos. Y posteriormente, se
establece una tabla resumen (Tabla 1) de las consideraciones más importantes de cada tumor,
incluyendo los criterios nombrados anteriormente.
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(Romairone, 2021). Se presenta en el margen palpebral como nódulos bien
circunscritos de color rosado, parcialmente exofíticos, papilares, agrupados o únicos
(Fig. 2 y 3) (Labelle y Labelle, 2013). Normalmente solo se observa una parte del
tumor y es necesario evertir el párpado para ver el tumor al completo
(Petersen-Jones y Crispin, 2002). Microscópicamente, los adenomas están
compuestos por lóbulos de células de meibomio maduras, con células basales en la
periferia con opción de mitosis y células maduras bien diferenciadas en el centro
(Labelle y Labelle, 2013).
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Fig 4. Epitelioma de la glándula de Meibomio en un perro mestizo de 13 años
(Esteban, 2009).
● Melanoma: Neoplasia que afecta mayoritariamente al perro entre los 7 y los 14 años de edad
(Soraia, citado en Roels et al., 1999) con predisposición por ciertas razas como el Doberman
Pinscher o el braco húngaro (Soraia, citado en Dubielzig, 2011). Como norma general, suelen
ser masas pigmentadas múltiples o únicas que presentan un comportamiento benigno (Fig.
5, 6 y 7))(Turner, 2010). Sin embargo, en función de su origen pueden mostrarse diversos
comportamientos, aunque generalmente suelen presentar un comportamiento benigno
(Guerra, 2021). Los orígenes de este tumor pueden ser varios, en primer lugar si su origen es
la piel del párpado, se suele observar una masa solitaria y superficial de entre 0,5-5 cm, de
color marronaceo negruzco y consistencia entre firme y blanda (Soraia, citado en Miller et
al., 2013). Además, tras la escisión no suelen producirse recidivas. En segundo lugar, si el
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origen es el margen palpebral pigmentado, suele tender a extenderse, mostrando una
naturaleza maligna con gran agresividad local.
En último lugar, el origen del tumor puede encontrarse en otras estructuras como la mucosa
oral o interdigital y metastatizan a otras zonas como el párpado, lo que implica una mayor
agresividad local y a distancia (Mendirichaga y Vergara, 2013).
El comportamiento maligno que muestran los dos últimos casos se evidencia con un alto
índice mitótico, atipia nuclear, poca pigmentación, invasión tisular y linfática y ulceración
(Soraia, citado en Smedley et al., 2011).
Fig 5. Melanoma palpebral en un Pit Bull de 8 años que afecta al párpado inferior (Esteban, 2009).
Fig 6. Melanoma Benigno en el margen palpebral de un Husky Siberiano de 8 años (Esteban, 2007).
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Fig 7. Melanoma en el párpado superior de un perro (Guerra, 2021)
● Carcinoma de células escamosas: Esta neoplasia se presenta sobre todo en gatos de entre 10
y 12 años de edad (Fig. 8)(Soraia, citado en Miller y Dubielzig, 2013). Tiene predilección por
gatos de pelaje blanco (aunque solo presente la zona periorbitaria blanca), zonas
despigmentadas y una exposición continuada a la luz ultravioleta (Turner, 2010). Sin
embargo, en caninos blancos o ligeramente pigmentados, las regiones ventrales expuestas al
sol son las más afectadas (regiones cutáneas abdominales e inguinales) (Rosolem, Rodrigues
y Marin, 2012). Con frecuencia este tumor no tiene el aspecto típico de masa diferenciada
sino que se observa como una lesión ulcerada de color salmón con costras, por tanto se
puede confundir con una herida palpebral que no cicatriza (Fig. 9) (Willis y Wilkie, 2001). Se
trata de un tumor de naturaleza maligna y por tanto presenta comportamientos típicos de
esta condición como puede ser: hemorragias, invasión de tejidos cercanos, necrosis y en
estados avanzados metástasis a ganglios linfáticos regionales y a pulmones (Soraia, citado en
Lopes et al., 2010; Murphy, 2013). Además, se han observado casos de metástasis en la
órbita y en el ojo contralateral. El pronóstico dependerá del grado de diferenciación
histológico (Turner, 2010). Referente al tratamiento la criocirugía, cirugía láser y cirugía
escisional han sido utilizadas. La técnica de elección dependerá del paciente, sitio afectado y
la extensión de la masa (Fragueiro et al., 2006). Asimismo, es de vital importancia no
demorar la cirugía ya que en el peor de los casos podría suponer una enucleación del ojo
junto con todos los anejos y con amplios márgenes (Segarra, 2018).
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Fig 8. Carcinoma de células escamosas en párpado inferior izquierdo de un gato (Segarra,
2018)
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eritema. Histológicamente, el grado II muestra de 0 a 2 figuras mitóticas por campo de
observación y está moderadamente diferenciado, mientras que el grado III muestra de 3 a 6
mitosis por campo y está poco diferenciado (Soraia, citado en Blackwood et al., 2012).
En el gato, el mastocitoma puede presentarse en dos formas, histológicamente hablando; en
primer lugar la forma mastocítica con una incidencia del 80% y la forma atípica con una
incidencia del 20%. La primera se da en gatos de avanzada edad, unos 10 años de media, y
con predisposición por la raza siamesa. Además a su vez la forma mastocítica se subclasifica
en bien diferenciada (benigno y bajos índices mitóticos) y pleomórfica (maligno y altos
índices mitóticos). Por otro lado, la segunda forma se da en gatos de edad más temprana, en
concreto por debajo de los 4 años, con predisposición por la raza siamesa y con un
comportamiento benigno. Ambos se manifiestan macroscópicamente con forma de nódulo
solitario y sin pelo con posibilidad de ulceración superficial (Soraia, citado en Blackwood et
al,. 2012).
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2001). A menudo remiten espontáneamente en unas semanas (Petersen-Jones y Crispin,
2002). Microscópicamente, se observa un alto índice mitótico por la invasión de la dermis y
el subcutáneo (Soraia, citado en Miller et al,. 2013). Este tipo de neoplasia merece especial
atención en el perro de montaña bernés; por ello, si un perro de montaña Bernés presenta
una masa palpebral rara que resulta ser un histiocitoma, lo ideal es centrarse en la búsqueda
de signos de afectación sistémica, ya que es una raza propensa a padecer histiocitosis
sistémica (Turner, 2010).
Fig 11. Histiocitoma en el margen palpebral inferior de una perra mestiza (Esteban, 2007).
● Papiloma: neoplasia muy común en perros jóvenes (Fig. 12) y de origen viral, normalmente
se asocia a papilomatosis oral (Mendirichaga y Vergara, 2013). El crecimiento de la neoplasia
suele ser rápido y se presenta de manera superficial con aspecto verrugoso o de coliflor (Fig.
13) (Turner, 2010). Puede remitir espontáneamente, pero en la mayoría de los casos se
requiere cirugía (Esteban, 2009). Se suele recurrir a la criocirugía o la combinación de
criocirugía y excisión quirúrgica cuando se produce roce corneal (Mendirichaga y Vergara,
2013).
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Fig 13. Papiloma palpebral en el ojo izquierdo de un Bulldog Francés de 8 meses (Esteban, 2009).
● Cistadenoma apocrino: Neoplasia poco frecuente con origen en las glándulas apocrinas de la
piel del párpado o en las glándulas de Moll. Se presenta aproximadamente a los 8 años de
edad, de naturaleza benigna y con predisposición por la raza persa (Soraia, citado en Giudice
et al., 2009). El aspecto típico del cistadenoma se presenta como masas alopécicas, lisas y de
un color oscuro que crecen de forma muy lenta (Fig. 14) (Soraia, citado en Cantaloube et al.,
2004; Giudice et al., 2009). Microscópicamente se observan quistes marronáceos que
emergen de las glándulas y que son capaces de causar una displasia ectodérmica (Soraia,
citado en Chaitman et al., 1999; Cantaloube et al., 2004). Debido a su aspecto parecido al
melanoma, es recomendable pinchar con una aguja fina y comprobar si se obtiene un líquido
marronáceo con el consecuente colapso del nódulo (Segarra, 2018).
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● Tumor de la vaina del nervio periférico: Neoplasia de crecimiento lento e infiltrativo típica de
gatos adultos o geriátricos con su origen en las células de Schwann, en los fibroblastos
perineurales o en ambos a la vez (Soraia, citado en Buza et al., 2012; Mandara et al., 2013).
Se observan masas de entre 0,5-12cm de diámetro con posible alopecia o ulceración (Fig.
15)(Soraia, citado en Miller y Dubielzig, 2013). Microscópicamente se observa atipia celular,
pleomorfismo, necrosis, alto índice mitótico, hipercromasia e hipercelularidad (Soraia, citado
en Mandara et al., 2013). Generalmente se dan recidivas tras la escisión, sin embargo no es
común la metástasis (Soraia, citado en Hoffman et al., 2005; Miller & Dubielzig, 2013).
Fig 15. Tumor de la vaina del nervio periférico en el párpado superior izquierdo de una gata
de 15 años de edad (Sanchez y Medina, 2016)
Tabla 1. Tabla resumen con consideraciones relevantes de los diversos tumores palpebrales
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5. EPIDEMIOLOGÍA
Según un registro realizado durante 10 años por la Veterinary Medical Data Base las neoplasias
oculares representan el 0,87% (perros) y el 0,34% (gatos) de todas las neoplasias en perros y gatos
(Soraia, citado en Miller & Dubielzig, 2013).
Asimismo, las neoplasias palpebrales en los perros suponen las neoplasias de mayor incidencia
dentro de la oncología ocular; mientras que en los gatos es menos frecuente (Aquino, 2007).
En el perro, el 75% son tumores benignos y el 25% restante pese a ser malignos rara vez
metastatizan, existiendo una mayor tendencia a las recurrencias locales (Turner, 2010). Los tumores
palpebrales se dan principalmente en perros de edad avanzada (9 años) y sin predisposición sexual
(Soraia, citado en Dubielzig, 2011). En un estudio de 202 perros, las neoplasias de párpados más
frecuentes fueron los tumores de las glándulas sebáceas (44%), los melanomas (20,8%) y los
papilomas (17,3%) . Otro estudio de 200 perros también mostró un predominio de las neoplasias
benignas del párpado, siendo el 60% adenomas sebáceos, el 17,6% melanomas y el 10,6% papilomas
(Aquino, 2007). Por otro lado, se indica también cierta predisposición de ciertas razas por ciertos
tipos histológicos, destacando el labrador y golden retriever, el boxer o el caniche (Turner, 2010).
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6. DIAGNÓSTICO
En primer lugar, se realiza una correcta y completa anamnesis, dividida en dos partes: anamnesis
general y específica. Se deben considerar aspectos importantes como la raza, la edad y el sexo, entre
otras cosas (Turner, 2010).
En segundo lugar, se realiza una exploración física general, ya que es importante recordar que
muchas alteraciones sistémicas pueden afectar a las estructuras oculares y viceversa (Esteban, 2007).
Por último, se realiza la exploración oftalmológica, donde se obtienen los últimos datos para llegar al
diagnóstico definitivo. Este examen consistirá en un evaluación de la capacidad visual y los reflejos,
un examen de cerca y a distancia del globo ocular y sus anejos, técnicas básicas diagnósticas como el
test de la fluoresceína, el test rosa de Bengala o la oftalmoscopia, técnicas especiales diagnósticas
como la biomicroscopia y la lámpara de hendidura y finalmente otras técnicas como la radiología o la
biopsia (Esteban, 2007).
A modo de resumen, con todo este arsenal diagnóstico, se valora el estado general del paciente, la
capacidad visual, la afección de uno o los dos ojos, y si es doloroso el proceso patológico
(Petersen-Jones y Crispin, 2002).
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Se siguen las mismas directrices nombradas anteriormente teniendo en cuenta ciertas
consideraciones; por ejemplo, la edad media de presentación suele ser entre los 8 y 10 años, existen
predisposiciones raciales y se tiene en cuenta masas palpebrales o cutáneas previas (Turner, 2010).
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6.5 Masas grandes o atípicas
Frente masas grandes o atípicas, previamente al tratamiento, se tiende a realizar ciertas pruebas
diagnósticas, por ejemplo, la aspiración con aguja fina, técnica sencilla que no requiere sedación,
también frotis de impresión en masas ulceradas y por último biopsias en sacabocados, esta técnica
requiere sedación y debido a la vascularización del párpado suele producir un sangrado abundante
(Turner, 2010). Mediante el estudio citológico e histopatológico de estas muestras se puede
determinar la malignidad del tumor y así poder orientar el tratamiento a aplicar y valorar el
pronóstico (Soraia, citado en Kamstock et al., 2011). Además, ante la confirmación de malignidad se
recomienda comprobar la ausencia de metástasis, mediante radiografías de tórax y ecografía
abdominal (Mendirichaga y Vergara, 2013).
7. TRATAMIENTO
A la hora de elegir el tratamiento más adecuado hay que tener en cuenta ciertas consideraciones,
por ejemplo, el tamaño del tumor, su posición, su desarrollo o invasión de tejidos próximos y el
estado general del animal (Bastos et al., 2016). Asimismo, una de las consideraciones más
importantes será la preservación de la estructura y función del párpado, de manera que no afecte a
la fisiología del ojo y en concreto a la de la córnea (Aquino, 2007).
Existen casos donde las neoplasias remiten espontáneamente, por ejemplo los papilomas o los
histiocitomas (Esteban, 2007). Sin embargo, generalmente, se suele recurrir a la escisión quirúrgica
como tratamiento de elección, ya que asegura la extirpación de la masa y la evaluación de los
márgenes quirúrgicos (Bastos et al., 2016). El resto de técnicas se emplean en casos concretos, como
es el caso de localizaciones complicadas, una extensión exacerbada de la masa, o rehuso de la
anestesia (Esteban, 2007).
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de la extracción del tumor al completo, evitando recidivas y la ausencia de inmunosupresión. Sin
embargo, también se observan ciertas desventajas como la posibilidad de alterar la fisiología normal
de los párpados o complicaciones con la anestesia (Aquino, 2007).
De cualquier manera, si se opta por esta opción de tratamiento se debe tener en claro ciertos
principios básicos (Esteban, 2007):
- Tener en consideración el tamaño y la localización para elegir la técnica quirúrgica.
- Proceder a la resección completa del tumor respetando lo máximo posible el tejido sano,
pero realizando la incisión al menos a 2mm del borde de la masa para evitar recurrencias.
- Reconstrucción de zonas palpebrales si es necesario.
- Considerar la extracción precoz como una manera de minimizar complicaciones posteriores.
- Correcta aposición de los bordes de la herida evitando que los nudos o los cabos sueltos de
la sutura rocen con la córnea.
Tabla 2. Algoritmo toma de decisiones ante una masa palpebral (Turner, 2010).
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En primer lugar, se va a diferenciar en función de la localización de la masa palpebral. Si ésta se
localiza en el lateral del párpado inferior o superior se procederá a examinar la extensión de la
misma. Si la masa ocupa menos de un tercio de longitud palpebral se procederá a la escisión total de
la masa y cierre directo de la herida. La resección debe abarcar el grosor total palpebral y se tiende a
verificar la cara interna del párpado para comprobar su excisión completa. Generalmente, cuando las
masas ocupan menos de un tercio de la longitud palpebral se puede resecar la masa sin apenas
alterar la estructura palpebral.
Fig 16. Resección en cuña de espesor total para la extirpación de una masa del párpado
(Aquino, 2007).
- Escisión rectangular en forma de casa: Esta técnica se emplea cuando la masa es algo más
grande. Primero se realizan dos incisiones paralelas a la masa (a 2-3 mm) y perpendiculares
al párpado y posteriormente se realizan dos incisiones más que unan las paralelas anteriores
de manera que converjan en un punto dorsal (Fig 17). Finalmente se cierra en dos capas, a
nivel de la conjuntiva y a nivel de la piel.
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Fig 17. Incisión de cuatro lados o "incisión de la casa" para la escisión de masas con la
máxima preservación del margen del párpado (Aquino, 2007).
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Fig 18. Cierre en dos capas de un defecto del párpado. (A) Defecto de espesor total del párpado
superior tras la extirpación de una masa del párpado. (B) La conjuntiva se cierra con un patrón de
sutura continua simple. (C) El margen del párpado se alinea y se aposta con una sutura en forma de
ocho. (D) El resto de la incisión de la piel se cierra con un patrón de sutura simple interrumpido
(Aquino, 2007).
En los casos que la masa ocupe más de un tercio de longitud, o lo que es lo mismo, en masas de gran
tamaño, suele ser necesario una blefaroplastia, es decir, reconstrucciones del párpado para lograr
una hendidura palpebral semejante al del ojo contralateral (Mendirichaga y Vergara, 2013). Estas
reconstrucciones requieren movilizar tejidos adyacentes, para lograr una fisiología normal del
párpado. Los injertos pueden ser de avance/deslizantes o rotativos, en función de la extensión de la
resección (Turner, 2010). Las técnicas más utilizadas son las siguientes:
- Cantoplastia lateral deslizante: La finalidad de esta técnica es aliviar la tensión. Como se
observa en la figura 19, al seccionar una masa de gran tamaño (a,b), será necesario incidir a
nivel del canto lateral y a lo largo del párpado superior abarcando todo su grosor. Asimismo,
se extirpa un triángulo de piel lateralmente a la incisión lo que permite que la piel se deslice
medialmente para alargar el párpado superior (c,d). El defecto resultante se
sutura(e)(Petersen-Jones y Crispin, 2002).
- Colgajo de avance de un solo pedículo: Esta técnica se emplea cuando la masa se encuentre
en el párpado inferior. La masa es extirpada, y a nivel de “y” es decir “x”+20% se realizan las
incisiones en forma de triángulos. El pedículo de piel se desliza hasta cubrir el defecto,
revestido internamente con conjuntiva del fórnix. Finalmente se sutura. En los casos en que
la conjuntiva quede en malas condiciones tras la resección, se puede traspasar la conjuntiva
del párpado opuesto. Tras ser resecada la masa, se extirpa un colgajo de conjuntiva del fórnix
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del párpado superior, ligeramente más grande que el defecto. Éste se sutura a nivel del
defecto y posteriormente se crea el colgajo de piel al igual que en el caso anterior. Este
puente de tejido se mantiene durante 10-14 días y trás ese periodo se puede interrumpir la
conexión (Petersen-Jones y Crispin, 2002).
- Avance del pedículo vertical: Técnica empleada en los casos que el cierre directo del defecto
produciría un acortamiento excesivo. En primer lugar, como indica la figura 20 (A) se realizan
dos incisiones de grosor parcial verticales respecto al defecto y de longitud mayor al defecto
(x2). Al final de estas incisiones se inciden nuevamente dos triángulos de Burrow. (B) El
colgajo se introduce en el defecto con el borde anterior de 0,5 a 1 mm por encima del
margen palpebral, teniendo en cuenta la contracción postoperatoria. La conjuntiva debe
avanzarse desde alguna región palpebral adyacente, desde el tercer párpado o desde la
mucosa oral y suturarse al margen palpebral. A su vez, las incisiones verticales y las del
margen palpebral también deben cerrarse (Aquino, 2007).
26
Fig 21. Técnica de colgajo semicircular (Aquino, 2007).
- Colgajo de asa de cubo o puente: Técnica empleada en defectos más mediales. Se basa en
extraer un colgajo de piel y conjuntiva del párpado opuesto y unirlo al defecto. Siguiendo las
directrices de la imagen 22 (A) se incide paralelamente al párpado inferior a 5mm de
distancia (se deja el margen palpebral intacto) y posteriormente se realizan dos incisiones
verticales en los extremos de la incisión inicial; (B) este colgajo de grosor completo avanza
por debajo del margen palpebral y cubre el defecto. Finalmente se cierra en dos capas y se
deja reposar durante 2-3 semanas.
(C ) Pasadas estas semanas, el colgajo se recorta y la conjuntiva debe avanzar sobre el borde
resultante. La desventaja principal de esta técnica es que se realiza en dos etapas por ello
son necesarias dos anestesias. Característica significativa a considerar en ciertos pacientes
(Aquino, 2007).
27
Fig 22. Técnica del asa de cubo (Aquino, 2007).
- Colgajo de párpados cruzados: Esta técnica se emplea para defectos más laterales.
Resumidamente, restaura defectos del párpado superior mediante la rotación de un colgajo
del párpado inferior. Como se aprecia en la figura 23(A) se realizan dos incisiones verticales y
una horizontal en espejo respecto al defecto pero en el párpado opuesto. (B) Este colgajo de
espesor total avanza por debajo del margen palpebral y cubre el defecto. Posteriormente se
cierra en dos capas. (C ) Al igual que el colgajo de asa de cubo, pasadas unas semanas se
debe recortar el colgajo sobrante. (D) Y por último, se realiza un Injerto de avance de un solo
pedículo para el cierre de la zona donante. Todo ello supone dos ciclos anestésicos, lo que
evidencia cierto riesgo en algunos pacientes (Aquino, 2007).
28
Fig 23. Colgajo de párpado cruzado (Aquino, 2007).
- Colgajo bipediculado: Esta técnica se emplea para la reconstrucción del párpado inferior a
través de un colgajo de conjuntiva, músculo y piel unido en ambos extremos al canto medial
y lateral del párpado superior. Se traspasa al defecto inferior y se sutura (Petersen-Jones y
Crispin, 2002).
- Colgajo de plexo subdérmico mucocutáneo del labio superior: Esta técnica se emplea para
restaurar grandes defectos del párpado inferior. Consiste básicamente en un injerto de labio
a párpado, sirviendo la mucosa oral como reemplazo de conjuntiva palpebral y la unión
mucocutánea simboliza el margen palpebral (Fig. 24).
El colgajo obtenido rota hasta alcanzar el defecto del párpado inferior, la mucosa del colgajo
se sutura a la conjuntiva del fórnix y la piel del labio a los bordes. Tras 4-6 semanas se puede
interrumpir la conexión (Aquino, 2007).
29
Fig 24. Colgajo de plexo subdérmico mucocutáneo desde el labio hasta el párpado. (A)
Disección del pedículo rotatorio desde el labio superior caudal e incisión de liberación ventral
al defecto del párpado. El tejido mucoso se mantiene en el extremo distal del injerto para la
reconstrucción del margen del párpado. (B) Rotación del injerto en el defecto. (C) El pedículo
se sutura en el defecto en dos capas. La zona donante también se cierra en dos capas
(Aquino, 2007).
Por último, si la masa se encuentra próxima al punto nasolagrimal, lo más adecuado es derivar al
paciente a un especialista, será de vital importancia canular los canalículos con nailon de color para
ser localizados facilmente durante la cirugía y no seccionarlos, ya que derivaría en un cuadro de
epífora permanente (Turner, 2010).
30
7.2 Crioterapia
Aparte del tratamiento quirúrgico existen otros tratamientos como la crioterapia, la cual se puede
utilizar junto a la escisión quirúrgica o de forma aislada. La crioterapia es buena opción cuando el
riesgo anestésico es alto, para operaciones quirúrgicas muy complejas, o para recurrencias (Aquino,
2007). Además hay tumores con especial sensibilidad por la criocirugía como el carcinoma
espinocelular canino y felino (Turner, 2010). Sin embargo, en el melanoma maligno o el mastocitoma
no se suelen ver efectos.
Generalmente, se emplea nitrógeno líquido ya que es muy eficaz en la necrosis tisular al lograr una
congelación a -20º rápidamente. Es recomendable aplicar el tratamiento en un ciclo doble de
congelación rápida-descongelación lenta ya que aumenta la eficacia; la temperatura óptima son los
-20º ya que a una temperatura menor se producen cicatrices, pérdida de pigmento y otras
consecuencias sin una mayor eficacia. No se recomienda un uso excesivo de la crioterapia ya que a
largo plazo puede producir deformación de los márgenes palpebrales, ectropión cicatricial o
muescas. Asimismo, el postoperatorio cursa con una marcada inflamación, necrosis tisular, costras y
despigmentación (Aquino, 2007).
31
Fig 25. Fotografías intraoperatorias durante el procedimiento de citorreducción palpebral y
crioterapia en caninos. A) Masa del párpado (flecha blanca), preparada, cubierta y aislada con una
pinza de chalazión (flecha roja). B) Párpado tras la extirpación de la masa ( la masa se ha extirpado a
ras de la superficie del párpado (flecha blanca), teniendo cuidado de mantener la arquitectura
normal del párpado). C) Curetaje de los restos sebáceos (flecha roja). D) Aplicación de la criosonda
de óxido nitroso (flecha blanca) en el párpado con formación temprana de cristales de hielo durante
la congelación. E) Fotografía postoperatoria en la que se observa el párpado (flecha blanca) tras la
citorreducción y dos ciclos de crioterapia de congelación y descongelación (Zibura et al,. 2019)
32
Fig 26. Curva de supervivencia para cada tipo de masa, donde la supervivencia se refiere a la no
reaparición de las masas del párpado. Una probabilidad de supervivencia de 1,00 representa la no
recidiva completa de las masas del párpado. Una probabilidad de supervivencia de 0,00 representa
una recidiva completa. El tiempo en meses se representa en el eje de abscisas. Con una probabilidad
de supervivencia a lo largo del estudio de 1,00 (no recidiva completa), hay tres tipos de masas:
adenomas (naranja), masas inflamatorias (azul) y epiteliomas mixtos con papilomas (verde azulado).
Un único melanocitoma (púrpura) incluido en el estudio recidivó en el día 904, por lo que en este
punto temporal, la curva desciende de 1,00 a 0,00. Los epiteliomas (verde), los adenomas mixtos con
papilomas (amarillo) y los papilomas (rosa) tenían algunas masas que recidivaban (ilustradas por una
disminución de la probabilidad de supervivencia) y algunas masas que no recidivaban (Zibura et al,.
2019).
33
8. POSTOPERATORIO Y PRONÓSTICO
Los cuidados generales del postoperatorio se basan en la aplicación de antibióticos tópicos 3 veces
al día y evitar autolesiones mediante el uso de collar isabelino (Aquino, 2007).
El pronóstico, por otro lado, dependerá del comportamiento maligno o benigno del tumor. En
general, los tumores benignos tienen un pronóstico muy favorable, con una gran calidad de vida y
una preservación muy buena de la fisiología del párpado y el globo ocular (Turner, 2010). Por
ejemplo, adenomas y epiteliomas sebáceos, con una escisión completa del tumor y un tratamiento
postoperatorio completo y cuidadoso se alcanza la normalidad en poco tiempo (Labelle y Labelle,
2013). Existen otros, por ejemplo, el papiloma y el histiocitoma cutáneo juvenil que suelen remitir
espontáneamente ya que se dan en animales jóvenes, sin embargo, en caso de recurrir a la cirugía no
suelen existir complicaciones posteriores.
Los tumores malignos, por el contrario, tienden a la recidiva, lo que empeora el pronóstico. Existen
casos donde son necesarias reconstrucciones muy complejas y casos donde es necesario practicar
una enucleación para evitar el avance del tumor. El carcinoma de células escamosas, por ejemplo, es
de vital importancia diagnosticarlo en etapas tempranas o en estados no muy avanzados ya que
debido a su malignidad puede ser necesario recurrir a la resección de grandes cantidades de tejido.
Por otro lado, melanomas y mastocitomas, pueden actuar como malignos o benignos en función de
su desarrollo y por ello su pronóstico dependerá de esta cuestión.
Asimismo, tanto en tumores benigno como malignos, existen complicaciones secundarias a un mal
cierre de la herida o a una reconstrucción mal elaborada, de tal manera que la función palpebral
queda alterada, causando queratitis por el roce de la sutura o por la triquiasis e incluso ulceración
(Turner, 2010).
34
9. CASOS CLÍNICOS
● Anamnesis: Los propietarios traen a Michi a consulta por una masa ulcerada que ocupaba
dos terceras partes del párpado inferior izquierdo.
● Exploración general: Buen estado corporal, mucosas rosadas, tiempo de llenado capilar de 2
segundos. A la auscultación torácica se escucha ritmo cardiaco regular, soplo II/V, los
pulmones limpios. Ritmo cardíaco y respiratorio dentro de los parámetros normales.
Citología:
Se tomó una muestra de la masa por la técnica de PAF (punción con aguja fina) y se realizó el estudio
de la misma, encontrando células compatibles con CCE.
Técnica quirúrgica:
35
completa del mismo. Luego se continuó con la incisión y divulsión de la piel del párpado con tijera de
iris y se extrajo la masa tumoral y el párpado inferior.
El colgajo fue rotado 90° hacia arriba y a la derecha tomando la posición que tenía el párpado, siendo
fijados los extremos del colgajo con puntos simples a los cantos mediales y laterales del ojo con
sutura no absorbible. Se realizaron puntos simples de fijación entre la conjuntiva del fornix
(subcutáneo) y el borde del colgajo o borde del nuevo párpado con sutura absorbible, teniendo la
precaución de no fijar puntos a la membrana nictitante o tercer párpado, para que quede libre y
móvil para parpadear. El resto de la herida se suturó con puntos simples en la piel con sutura no
absorbible. La anestesia se desarrolló de forma normal sin producirse ningún cambio significativo en
la frecuencia cardiaca ni en la frecuencia respiratoria durante el acto quirúrgico.
Como tratamiento post quirúrgico se le administró Tramadol (2mg/kg IM), antibioticoterapia con
penicilina/estreptomicina “Fort-E-Pen” (1ml/10kg) y colirio “Ocuflox” (ofloxacina; hialuronato de
sodio y condroitin sulfato) una gota cada 8hs durante 7 días.
Discusión:
Los carcinomas de células escamosas son tumores malignos que generalmente tienen un rápido
crecimiento. Si son detectados a tiempo se pueden instaurar terapias o tratamiento en etapas
tempranas como la criocirugía o la quimioterapia. Sin embargo, si el tumor está avanzado se debe
recurrir a la cirugía convencional. La criocirugía, por ejemplo, solo está indicada en tumores
superficiales no invasivos con menos de 0,5 cm en el diámetro o en los casos en los cuales por las
limitaciones anatómicas no se pueda realizar la cirugía convencional. En este caso particular debido
al tamaño (más de un tercio de longitud del párpado) y ubicación del tumor, y al daño que produce
en el párpado, se opta por realizar una técnica con un colgajo de la comisura labial para poder
reemplazar totalmente el párpado, y recuperar su funcionalidad y así también conservar el ojo, evitar
la enucleación y mantener la estética.
36
Para este tratamiento se requiere al paciente anestesiado, por lo que se debe tener en cuenta la
realización de análisis prequirúrgicos para saber su condición, ya que este tipo de neoplasias se
presenta en felinos de mediana edad a viejos.
Asimismo, se debe tener en cuenta que se precisa un tratamiento accesorio posterior, como
antibióticos y cicatrizantes en forma de colirio. Y para obtener buenos resultados es crucial la
cooperación de los dueños y los pacientes.
Se debe tener en cuenta que este tipo de técnicas siempre deben ser realizadas por un profesional
capacitado y con experiencia en este tipo de cirugías. Siempre se les debe informar a los dueños del
paciente de los riesgos y complicaciones que puede conllevar una cirugía de este tipo, más en
animales adultos como en este caso.
Los resultados fueron muy favorables y tres meses después de la cirugía el paciente se presentó con
excelente aspecto, ya habiendo recuperado por completo la funcionalidad tanto del párpado como
de la comisura labial, sin presentar defectos ni dificultades anatómicas.
● Anamnesis: El hinchazón fue notado por primera vez por el propietario 2 meses antes de la
presentación, y según la recomendación de un médico generalista, fue tratado varias veces
37
por chalazión y piogoloma focal con una gota de antibiótico oftálmico y una pomada. A pesar
de todos los tratamientos, no se observó ninguna mejora clínica. Es derivado al hospital
veterinario donde observan una masa cerebriforme unilateral agrandada y no pigmentada
que afectaba al margen del párpado superior izquierdo y a la conjuntiva palpebral
● Exploración general: Grave insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), el recuento sanguíneo
completo reveló una anemia normocrómica no regenerativa, el perfil bioquímico reveló un
aumento de las enzimas hepáticas (ALT, AST), y también se observó una azotemia debida a la
insuficiencia cardíaca crónica y a las alteraciones hemodinámicas.
● Exploración oftalmológica: Congestión conjuntival, fotofobia, epífora, queratitis ulcerosa
superficial, edema corneal leve y neovascularización corneal debido al contacto del tumor y
la irritación con la superficie corneal.
Citología:
Se realizó una aspiración con aguja fina de la masa bajo anestesia general antes de la cirugía, y en el
examen citológico se revelaron células no reconocibles.
Cirugía:
Se realizó una exenteración quirúrgica para evitar el desarrollo del tumor, pero el caso expiró durante
la operación quirúrgica debido a la ICC.
Estudio histopatológico:
Se tomaron varias muestras de tejido. Histológicamente, el tumor era lobulado y estaba separado
por un estroma fibroso moderado. La masa tumoral estaba compuesta en su mayoría por un
crecimiento sólido de islas irregulares o trabéculas de células basaloides de reserva con agregados
dispersos de sebocitos maduros. Las células basaloides de reserva tenían un citoplasma poco
eosinófilo y núcleos ovoides e hipercromáticos con pequeños nucleolos. Estas células no mostraban
pleomorfismo y una actividad mitótica moderada (tres mitosis por campo de alta potencia ×400). Los
sebocitos maduros tenían abundante citoplasma vacuolado con núcleos pequeños e
hipercromáticos. Estas células no mostraban actividad mitótica. Sobre la base de los hallazgos
histopatológicos, se diagnosticó un epitelioma de meibomio.
38
10. CONCLUSIONES/CONCLUSIONS
De los tratamientos existentes la escisión quirúrgica suele ser el tratamiento de elección por sus
notables ventajas entre las que se encuentran la posibilidad de extirpar la masa al completo y evitar
recidivas. Además existe un gran debate acerca de la cirugía precoz, ya que aporta una serie de
ventajas como son evitar posibles complicaciones corneales y conjuntivales, sin embargo, ésta es una
decisión subjetiva y basada en la experiencia del cirujano y las características concretas del paciente.
Del mismo modo, la crioterapia se ha visto como una opción complementaria o aislada al
tratamiento quirúrgico y numerosos estudios demuestran su efectividad en perros y la sensibilidad
de ciertas neoplasias como el carcinoma espinocelular o los adenomas a dicha técnica.
Los dos casos clínicos muestran la manera de utilizar toda la información desarrollada de manera
práctica, acorde al caso concreto del paciente, la experiencia del propio clínico y el material
disponible, de manera que se observa de una manera más real cómo se afrontan las neoplasias
palpebrales en la clínica veterinaria de hoy en dia.
At present, the incidence of palpebral neoplasms in small animal clinics is higher in dogs than in cats;
indeed, it is considered the most common neoplasm within canine ocular oncology. In dogs, as
mentioned above, neoplasms of a benign nature predominate, with Meibomian gland adenoma
being the most common. In cats, however, neoplasms of a mainly malignant nature are observed,
most notably squamous cell carcinoma.
39
As can be seen, depending on the species, markedly different cases are usually seen. However, this
does not mean that this is always the case. Everything will depend on the species, breed, genetics,
sex... among other things.
The diagnosis of these neoplasms is mainly based on ophthalmological examination and cytological
or histopathological study of the same, in order to confirm our diagnosis, guide the treatment and
assess the prognosis. As we have observed, there are various treatments that can be used. When
deciding which one to apply, the following considerations must be taken into account: the location
and extent of the tumour, the general condition of the patient and the preservation of the structure
and function of the eyelid for the subsequent quality of life of the animal.
Of the existing treatments, surgical excision is usually the treatment of choice due to its significant
advantages, including the possibility of removing the entire mass and avoiding recurrences. There is
also much debate about early surgery, as it offers a number of advantages such as avoiding possible
corneal and conjunctival complications, but this is a subjective decision based on the surgeon's
experience and the specific characteristics of the patient.
Similarly, cryotherapy has been seen as a complementary or isolated option to surgical treatment
and numerous studies have demonstrated its effectiveness in dogs and the sensitivity of certain
neoplasms such as squamous cell carcinoma or adenomas to this technique.
The prognosis of each of the neoplasms mentioned will depend fundamentally on their benign or
malignant nature, being more favourable in the case of the former and without forgetting that there
are also complications secondary to poor wound closure or poorly performed reconstructions.
The two clinical cases show how to use all the information developed in a practical way, according to
the specific case of the patient, the clinician's own experience and the available material, so that it
can be seen in a more realistic way how palpebral neoplasms are dealt with in today's veterinary
clinic.
Por otra parte, considero que he mejorado notablemente mi capacidad de realizar una búsqueda
bibliográfica y del esfuerzo que conllevan todos los trabajos de investigación en los que me he
informado para elaborar este trabajo. Muchas gracias a mi tutor, Jose Rodriguez por su apoyo y la
gran ayuda aportada.
40
12. BIBLIOGRAFÍA
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