Unidad N.º 3: La Célula Como Unidad Básica de La Vida
Unidad N.º 3: La Célula Como Unidad Básica de La Vida
Unidad N.º 3: La Célula Como Unidad Básica de La Vida
UNIDAD N.º 3:
En los tres siglos transcurridos desde que Robert Hooke observó por primera vez la estructura de un
corcho mediante su microscopio simple (Fig. 1 - 12), se han acumulado una profusión de conocimientos, tanto
acerca de la estructura de las células y de sus partes componentes, como acerca de los procesos dinámicos que
caracterizan a la célula viva. Estos conocimientos, generalmente surgieron de modo explosivo después de
desarrollarse nuevas y mejores técnicas para el estudio de la célula y sus contenidos.
Fig. I-12. A) Dibujos de Rober Hooke de dos cortes de un trozo de corcho, reproducidos de su
Micrographica, publicada en 1665 y b) una fotomicrografía electrónica de barrido de un corte de corcho. Hooke fue el
primero en utilizar la palabra “células” para describir los minúsculos compartimientos que en conjunto constituyen un
organismo. Las células de estos trozos de corcho han muerto; todas las que se ven constituyen las paredes externas. Como
veremos en capítulos siguientes, la célula viva está llena de una variedad de sustancias, organizadas en estructuras
distintas y que desarrollan una multitud de procesos esenciales.
Tipos de microscopios
El ojo humano sólo tiene un poder de resolución de aproximadamente 1/10 milímetros, o 100
micrómetros (cuadro 4-1). El poder de resolución es una medida de la capacidad para distinguir un objeto de
otro; es la distancia mínima que debe haber entre dos objetos para que sean percibidos como objetos
separados. Por ejemplo, si uno mira dos líneas que se encuentran a menos de 100 micrómetros una de otra, se
verá una sola línea algo engrosada. De modo semejante, dos puntos que estén separados por menos de 100
micrómetros aparecen como un único punto borroso. A la inversa, si uno mira dos líneas (o dos puntos) que
están a 120 micrómetros una de otra, puede distinguirlas fácilmente.
En el Apéndice A se encuentra
una tabla de conversión del sistema métrico a sistema inglés.
+ Los micrómetros fueron conocidos primitivamente como micrones (m) y los nanómetros como milimicras (mm).
El angstrom no es una medida aceptada en el Sistema Internacional de Unidades, sin embargo, en el pasado se la utilizó
ampliamente en microscopia y, ocasionalmente, usted la encontrará en los libros.
La mayoría de las células eucarióticas miden entre 10 y 30 micrómetros de diámetro, entre 3 y 10 veces
menos que el poder de resolución del ojo humano; las células procarióticas son aún más pequeñas. Para
distinguir células individuales, y con mayor razón las estructuras que las componen, debemos usar
instrumentos que suministren una mejor resolución. La mayor parte del conocimiento actual acerca de la
estructura celular se obtuvo con la ayuda de tres tipos diferentes de instrumentos: el microscopio óptico o
fotónico, el microscopio electrónico de transmisión y el microscopio electrónico de barrido (fig. 4-14).
Los mejores microscopios ópticos tienen un poder de resolución de 0,2 micrómetros, o 200
nanómetros, y así superan al ojo en aproximadamente 500 veces. Es teóricamente imposible construir un
microscopio óptico que supere dicho valor. El factor limitante es la longitud de onda de la luz, que va desde 0,4
micrómetros para la luz violeta hasta 0,7 micrómetros para la luz roja. Con el microscopio óptico podemos
distinguir las estructuras más grandes dentro de las células eucarióticas y también células procarióticas
individuales. Sin embargo, no podemos observar la estructura interna de las células procarióticas ni distinguir
entre las estructuras más finas de las células eucarióticas.
Nótese que poder de resolución y aumento son dos cosas diferentes. Si uno toma una fotografía de dos
líneas que estén separadas por menos de 0,2 micrómetros, o 200 nanómetros, usando el mejor microscopio
óptico puede ampliarse esa fotografía indefinidamente, pero las dos líneas seguirán confundidas en una sola.
Usando lentes más potentes se puede incrementar el aumento, pero esto no mejorará la resolución.
Con el microscopio electrónico de transmisión, el poder de resolución aumentó cerca de 1.000 veces
más que el del microscopio óptico. Esto se logra utilizando "iluminación” de una longitud de onda mucho más
corta, que consiste en haces de electrones en lugar de rayos de luz. Las áreas del espécimen que permiten la
transmisión de más electrones ("regiones electro transparentes") aparecen brillantes y las áreas que dispersan
los electrones (“regiones electro opacas”) son oscuras. La microscopia electrónica de transmisión suministra en
la actualidad un poder de resolución de aproximadamente 0,2 nanómetros, aproximadamente 500 mil veces
más que el del ojo humano. Esto equivale más o menos al doble del diámetro de un átomo de hidrógeno.
Las células vivas y sus partes componentes son, no obstante, casi completamente transparentes a la
luz, porque el 70% del peso de las células, aproximadamente, corresponde al agua, a través de la cual la luz
pasa fácilmente. Mas aun, el agua y las moléculas mucho más grandes que forman estructuras celulares se
componen de pequeños átomos de peso atómico bajo (CHNOPS). Estos átomos son relativamente
transparentes a los electrones, que son desviados fuertemente por los átomos de peso atómico elevado, como
los de los metales pesados. Para crear suficiente contraste cuando se usa el microscopio óptico, las células
deben ser tratadas con colorantes u otras sustancias que se adhieran diferencialmente a componentes
subcelulares específicos, o reaccionan con ellos, produciendo regiones de opacidad diferente. Para el
microscopio electrónico, los especímenes se tratan generalmente con compuestos de metales pesados.
Después que un espécimen ha sido teñido, todo el colorante que no se haya adherido a estructuras
especificas debe ser lavado. Sin embargo, las células son bastante frágiles y cualquier tratamiento enérgico
disociaría su estructura. Para resolver este problema, los especímenes biológicos, generalmente se “fijan"
antes de teñirlos. Este procedimiento implica un tratamiento con compuestos que amarran las estructuras a su
lugar, habitualmente por la formación de enlaces covalentes adicionales entre las moléculas. Por ejemplo, los
aldehídos reaccionan con los grupos amino de las moléculas proteínicas, enlazando las moléculas de proteína
contiguas en una estructura bastante rígida. El tetróxido de osmio, un compuesto usado frecuentemente en la
preparación de especímenes para microscopia electrónica acciona sobre los lípidos. uniendo las moléculas de
estos. La fijación tiene la ventaja adicional de hacer que las células se tornen más permeables a los colorantes y
a las soluciones que se usan para lavar su exceso.
Los procedimientos de fijación y de tinción se llevan a cabo, usualmente con grupos de células como,
por ejemplo, en un trozo de tejido hepático. Estos especímenes no son transparentes a un haz de luz, porque
son demasiado gruesos para permitir el paso de los rayos lumínicos o de los electrones: para poder
examinarlos con el microscopio óptico o el microscopio electrónico de transmisión, deben ser cortados en
secciones tan finas, que las regiones sin teñir resulten transparentes. Después de la fijación y la tinción, los
especímenes son incluidos habitualmente en parafina o resina plástica a fin de obtener la dureza que se
necesita para que los cortes sean excelentes.
Con el microscopio electrónico de barrido, como notamos antes, los electrones no pasan a través del
espécimen, sino que se dispersan desde su superficie. Habitualmente, la superficie del espécimen se cubre
primero con un metal, proceso que se conoce como sombreado (fig. 4-17). A menudo, el material orgánico del
espécimen original se elimina por tratamiento químico, dejando sólo una réplica metálica de la superficie, que
se refuerza con una película de carbono. Dependiendo de su grosor, la réplica puede ser examinada o bien con
un microscopio electrónico de transmisión o con un microscopio electrónico de barrido.
Además de estos tratamientos bastantes drásticos, los especímenes para el microscopio electrónico
también deben deshidratarse, ya sea por métodos químicos, o por métodos de congelación-desecación
semejantes a los que se usan para elaborar el café deshidratado por congelación. Este paso es necesario
debido a las propiedades de los electrones que forman el haz de iluminación. Si atraviesan una cámara que
contiene moléculas gaseosas, los electrones son desviados por las moléculas y no pueden enfocarse en un haz.
Así, todo el aire debe ser evacuado del interior de la cámara interna de un microscopio electrónico, creándose
un vacío. Si los especímenes no se deshidrataran primero, las moléculas de agua que se evaporan y penetran
en la cámara, destruirían el vacío y el haz de electrones enfocado. Los procedimientos requeridos para
preparar la mayoría de los especímenes para el microscopio óptico o para el electrónico, habitualmente
producen la muerte de las células constituyentes. Además, plantean serias dudas acerca de si la estructura que
vemos en las fotomicrografías es "real" o son distorsiones introducidas por el procedimiento de preparación.
Una manera de reducir la posibilidad de que las observaciones microscópicas sean erróneas consiste en
preparar muestras similares usando técnicas diferentes. Si una característica aparece repetidamente en
diferentes tipos de preparación, hay una probabilidad grande de que también exista dentro de la célula viva.
Otra línea de ataque ha sido el desarrollo de una variedad de técnicas nuevas para la observación de las células
vivas.
Cuando las ondas de luz son emitidas desde una fuente coherente (como láser), las ondas están en
fase, o sea, los picos y los valles de las ondas coinciden (fig. 4-18a). Esto tiene el efecto de reforzar las ondas y
crear una mayor amplitud, que percibimos como un aumento en el brillo. Sin embargo, cuando las ondas de luz
están fuera de fase, se interfieren entre si reduciendo la amplitud y brillo (fig. 4-18b).
Cuando las ondas de luz pasan de una sustancia a otra, se curvan o se difractan y sus trayectorias
cambian ligeramente. Esta difracción también altera las relaciones de fase de las ondas, dando como resultado
cantidades variables de interferencia. La cantidad de interferencia producida cuando la luz atraviesa las
diferentes estructuras de una célula no es grande, y el contraste que se detecta es escaso cuando la célula se
observa con un microscopio óptico común, lo cual por supuesto, es la razón por la que las células deben
teñirse. Sin embargo, en los microscopios de contraste de fase y de interferencia diferencial, sistemas ópticos
especialmente diseñados intensifican la escasa interferencia y proporcionan un mayor contraste. La resolución
de estos microscopios es limitada, como ocurre en un microscopio óptico común, pero suministran una
perspectiva diferente de la célula viva, mostrando aspectos difíciles de detectar con otros sistemas.
Otra técnica usada frecuentemente en las células vivas es la microscopia de campo oscuro. El haz de
iluminación llega a la muestra desde el costado y los sistemas de lentes detectan la luz reflejada por el
espécimen, que aparece como un objeto brillante contra un fondo oscuro. Los rasgos de las células que son
invisibles en otras fotomicrografías a menudo adquieren gran relieve en las de campo oscuro.
Actualmente, ocurre un rápido progreso en el uso de otras técnicas microscópicas: por ejemplo,
acoplando cámaras de televisión a los microscopios ópticos es posible efectuar las observaciones en la pantalla
y grabarlas en un cinta de video. Ajustando los controles, como puede hacerse en un aparato de televisión, el
“ruido" de fondo puede reducirse, mejorar el contraste intensificar aspectos particulares. Las técnicas de
televisión aplicadas al estudio de célula viva están en su infancia, pero están generando gran excitación das que
revelan procesos no vistos previamente dentro de la célula.
PROCARIOTAS Y EUCARIOTAS
Como notamos en la Introducción, la teoría celular es uno de los fundamentos de la biología moderna.
Esta teoría afirma simplemente que: 1) todos los organismos vivos están compuestos por una o más células: 2)
las reacciones químicas de un organismo vivo, incluyendo sus procesos liberadores de energía y sus reacciones
biosintéticas, tienen lugar dentro de las células; 3) las células se originan de otras células: y 4) las células
contienen la información hereditaria de los organismos de los cuales son parte, y esta información pasa de
célula progenitora a célula hija. Toda la evidencia disponible indica que hay una continuidad ininterrumpida de
las células modernas y los organismos que ellas componen con las primeras células primitivas que aparecieron
sobre la Tierra.
Todas las células comparten dos características esenciales. Una es una membrana externa, la
membrana celular (también conocida como membrana plasmática), que separa a la célula de su ambiente
externo. La otra es el material genético-la información hereditaria- que dirige las actividades de una célula y le
permite reproducirse, transmitiendo sus características a la progenie.
La organización del material genético es una de las características que distinguen dos tipos
fundamentalmente distintos de células, las procariotas y las eucariotas. En las células procarióticas el material
genético está en forma de una molécula grande y circular de DNA a la que están débilmente asociadas diversas
proteínas. Esta molécula se denomina cromosoma. En las células eucarióticas, por el contrario, el DNA es lineal
y forma un cierto número de cromosomas separados, más aún, está fuertemente unido a proteínas especiales
llamadas histonas, que son parte integral de la estructura del cromosoma. Dentro de la célula eucariótica, los
cromosomas están rodeados por una doble membrana, la envoltura nuclear, que los separa de los otros
contenidos celulares en un núcleo bien definido (aquí el nombre eu, significa "verdadero" y karyon, significa
"núcleo" o "centro"). En las procariotas (“antes de un núcleo"), el cromosoma no está contenido dentro de un
núcleo rodeado por una membrana, aunque está ubicado en una región definida llamada nucleoide.
Los componentes restantes de la célula (o sea, todo lo que está dentro de la membrana celular,
excepto el núcleo o nucleoide y sus contenidos) constituyen el citoplasma. El citoplasma contiene una gran
variedad de moléculas de cuerpos especiales llamados orgánulos. Estas estructuras especializada desempeñan
funciones particulares dentro de la célula. Tanto los procariotas como los eucariotas contienen orgánulos muy
pequeños, llamados ribosomas sobre los cuales se ensamblan las moléculas de proteínas. Además, los
eucariotas contienen una variedad de orgánulos más complejos, que a menudo están incluidos dentro de
membranas.
La membrana celular de los procariotas está rodeada por una pared celular externa que es elaborada
por la propia célula. Ciertas células eucarióticas, incluyendo a las de las plantas y hongos, tienen paredes
celulares, aunque su estructura es diferente de la de las paredes celulares procarióticas. Otras células
eucarióticas, incluyendo a las de nuestros propios cuerpos y a las de otros animales, no tienen paredes
celulares. Otro rasgo que distingue a los eucariotas de los procariotas es el tamaño: las células eucarióticas
habitualmente son de mayor tamaño que las procarióticas.
Los procariotas modernos incluyen las bacterias (fig. 4-8) y las cianobacterias (fig. 4-9), grupo de
procariotas fotosintéticos que se llamaban antes algas azules (El vocablo latino alga, plural algae, significa "alga". Es
un vocablo general que se aplica a los organismos fotosintéticos, eucarióticos, unicelulares, y a muchas formas
multicelulares simples. Hasta hace poco tiempo, también se aplicaba a algunos procariotas.) . Según el registro fósil, los
primeros organismos vivos más primitivos eran células comparativamente simples, que asemejaban a los
procariotas de la actualidad. Los procariotas fueron las únicas formas de vida de este neta durante casi 2.000
millones de años, hasta que aparecieron los eucariotas.
Fig. 4-8. Células de Escherichia coli, el procariota heterótrofo que es el más minuciosamente estudiado de todos los
organismos vivos. El material genético (DNA) está en el área más clara en el centro de cada célula; esta región. que no
está rodeada por una membrana, se conoce como nucleoide. Los cuerpos pequeños y densos en el citoplasma son
ribosomas. Las dos células en el centro terminan de dividirse y todavía no se han separado completamente.
Fig. 4-9.
Fotomicrografía electrónica y diagrama de una célula procariótica fotosintética, la cianobacteria Anabaena azollae.
Además del material genético, esta célula contiene una serie de membranas en las que están insertas la clorofila y otros
pigmentos fotosintéticos. La Anabaena sintetiza sus propios compuestos orgánicos ricos en energía, en reacciones
químicas impulsadas por la energía radiante del Sol.
Hasta donde nos puede informar el registro fósil, los primeros organismos multicelulares hicieron su
aparición hace apenas 750 millones de años. Créese que los principales grupos de organismos multicelulares:
hongos, plantas y animales, han evolucionado a partir de diferentes tipos de eucariotas unicelulares.
Las células de los organismos multicelulares modernos son muy semejantes a las de los eucariotas
unicelulares. Están limitadas por una membrana idéntica, en apariencia, a la membrana celular de un eucariota
unicelular. Sus orgánulos están construidos de acuerdo con el mismo diseño. Las células de los organismos
multicelulares difieren de los eucariotas unicelulares en que cada tipo de célula está especializada para llevar a
cabo una función relativamente limitada en la vida del organismo. Sin embargo, cada una sigue siendo
notablemente una unidad con mantenimiento autónomo.
Nótese cuán similar es una célula de una hoja de una planta de maíz (fig. 4-12) a una Chlamydomonas.
Esta célula vegetal también es fotosintética y satisface sus propias necesidades de energía a partir de la luz del
sol. Sin embargo, a diferencia del alga, es parte de un organismo multicelular y depende de otras células para
obtener agua, minerales, protección contra la desecación y otras necesidades.
El cuerpo humano, constituido por billones de células individuales, está compuesto, cuando menos,
por 200 tipos diferentes de células, cada una especializada para su función particular, pero todas trabajando
como un conjunto cooperativo. La figura 4-13 muestra células de una tráquea animal. Estas células son
epiteliales, el tipo de células que tapizan todas las superficies internas y externas del cuerpo de los animales.
Las células epiteliales de la tráquea son parte de un sistema complejo de órganos encargados de enviar
oxígeno a las otras células del cuerpo.
Fig. 4-13.
Células de la superficie de la tráquea de un murciélago. La superficie libre de la célula de mayor tamaño está cubierta con
cilios, que son esencialmente iguales en estructura a los flagelos de Chlamydomonas. (Cuando son más escasos y más
largos se llaman habitualmente flagelos, mientras que cuando son más cortos y más numerosos se llaman cilios.)
Próximas a las células ciliadas se encuentran las células que secretan mucus sobre la superficie celular. Las corrientes de
mucus, barridas por los cilios, eliminan partículas extrañas de la superficie de la tráquea. Nótese los mitocondrios
localizados cerca de la base de los cilios.
Los procariotas, los protistas, los hongos, las plantas y los animales constituyen las cinco categorías
principales o reinos, en los cuales los organismos se clasifican en este texto. Los procariotas (reino Monera) son
esencialmente unicelulares, aunque en algunos tipos las células forman racimos, filamentos o cadenas; este
reino incluye formas quimiosintéticas, fotosintéticas y heterótrofas. Los protistas son un grupo diverso de
organismos eucarióticos unicelulares y algunos multicelulares simples; incluyen tanto heterótrofos como
autótrofos fotosintéticos. Los hongos, las plantas y los animales son todos organismos eucarióticos
multicelulares. Todos los animales y hongos son heterótrofos, mientras que todas las plantas, con unas pocas
excepciones curiosas (como la pipa india o monótropa y la cuscuta, que son parásitos), son autótrofos
fotosintéticos. Dentro del cuerpo de una planta multicelular, sin embargo, algunas de las células son
fotosintéticas, como las célula de una hoja, y algunas son heterótrofas, como las células de una raíz. Las células
fotosintéticas suministran sacarosa a las células heterótrofas de la planta.
Apéndice A
Longitud Kilómetro (km) 1.000 (10 3 )metros 1 km = 0,62 millas 1 milla = 1,609 km
1 pulgada = 2,54 cm
Área Kilómetro cuadrado 100 hectáreas 1 km2 = 0,3861 milla cuadrada 1 milla cuadrada = 2,590
km2
Centímetro cuadrado 100 metros cuadrados 1 cm2 = 0,155 pulgada 1 pulgada cuadrada =
cuadrada 6,4516 cm2
Masa Tonelada métrica 1.000 kilogramos = 1.000.000 1t = 1,103 toneladas 1 tonelada = 0,907 t
gramos
1 centímetro cúbico 1.000 milímetros cúbicos 1 cm3 = 0,0610 pulgada cúbica 1 pie cúbico = 0,0283 m³
1 pt = 0,47 l