Maureso, P. (2003) - Las Psicosis Desde La Observación Psiquiátrica (Texto Editado Por G. Belucci para Uso Interno de La Cátedra)
Maureso, P. (2003) - Las Psicosis Desde La Observación Psiquiátrica (Texto Editado Por G. Belucci para Uso Interno de La Cátedra)
Maureso, P. (2003) - Las Psicosis Desde La Observación Psiquiátrica (Texto Editado Por G. Belucci para Uso Interno de La Cátedra)
Pablo Maureso
Psicosis
*Texto editado por Gabriel Belucci, para uso interno de la Cátedra de Psicopatología II,
UCES.
relación entre ambos. Esta entidad nosográfica es tomada desde la psiquiatría como
una enfermedad, concepto en sí bastante discutible, ya que pese a que se distingue un
momento de comienzo del cuadro con signos y síntomas característicos, en general
estos Pacientes muestran rasgos patológicos marcados previos al desencadenamiento
manifiesto del proceso.
Se describen numerosas clasificaciones de psicosis, una de las más simples y
prácticas es la del siguiente cuadro, tomando como parámetro central la evolución.
Tenemos así:
en que la línea de base representa el curso de la cronicidad, los «picos» hacia arriba los
episodios maníacos, y los «picos» hacia abajo los episodios depresivos.
Se entiende por agudización un fenómeno presentado en forma abrupta, inesperada
y de evolución breve. Es importante aclarar que no siempre implica gravedad.
Un proceso de curso crónico, lleva inherente el concepto de larga duración, pero
también el de irreversibilidad del cuadro.
Clasificación
Delirios de reivindicación
Delirios pasionales
Parafrenias
Esta entidad nosográfica fue establecida por Kraepelin y no es aceptada por todos los
autores. Algunos la ven corno formas de la psicosis esquizofrénica.
Se presenta generalmente a partir de la cuarta década de la vida, siendo más
frecuente en el sexo femenino.
Su forma de comienzo es variable: en general en forma solapada e insidiosa, aunque
en algunos casos el delirio se instala en forma rápida y abrupta, lo que genera un
brusco cambio en la relación del sujeto con el medio que lo rodea.
La principal característica de esl.fi sistema delirante, además de su absoluta
inverosimilitud, es el mecanismo puramente imaginativo que lo desencadena, como
expresión de la más pura fantasía,
A esto es necesario agregar las actividades alucinatorias y pseudoalucinatorias
auditivas, cenestésicas, verbales, (a veces visuales) que pueden actuar como «soporte» a
partir del cual se construye el delirio.
De esta manera las alucinaciones cenestésicas pueden generar la idea delirante de
que el cuerpo está constituido de madera, o que se es un árbol y hay que regarlo.
La literatura ros brinda un claro ejemplo en uno de los personajes creados por
Cervantes, el Licenciado Vidriera, quien sostenía a ultranza el hecho de que su cuerpo
era de vidrio y entraba en crisis de terror cada vez que alguien se le acercaba porque él
era frágil y podía romperse. Esto no contrastaba con el resto de su discurso, que era
por lo demás de una extrema lucidez y agudeza.
Los parafrénicos son poseedores de una rica imaginación, a la que el delirio da
«rienda suelta» resultando así las construcciones más ficticias y fantásticas de todo el
espectro nosográfico de la psiquiatría.
Este cuadro cursa con períodos de exaltación que muchas veces requieren
internación, y que son continuados por lapsos de estabilización. El curso de la
enfermedad es crónico, ya que si bien el delirio puede enquistarse, atenuarse,
empobrecerse, quedar reducido a un «núcleo» delirante, presente pero que «si no es
tocado» no se gatilla.
Es sorprendente ver cómo un paciente que sostiene ideas tan fantásticas e
inverosímiles, conservan intactas las otras esferas de su psiquismo e incluso una buena
adaptación a la realidad.
Formas bipolares
Evolución
Este cuadro fue maravillosamente descrito por el gran psiquiatra francés Valentín
Magnan, contemporáneo y amigo de Charcot, quien observó «un delirio primario,
múltiple, polimorfo, nacido repentinamente, sin incubación, instantáneamente por lo
común múltiple y proteiforme, sin tendencia marcada hacia la sistematización,
rápidamente extinguido».
«Todas las formas do delirio pueden observarse: maníaco melancólico, místico,
erótico, de persecución, ambicioso, hipocondríaco, a menudo las ideas delirantes se
suceden, se enredan, se combinan».
«Los delirios polimorfos sean efímeros o prolongados pueden recidivar, y lo hacen a
menudo, sin dañar la integridad mental».
Este cuadro se presenta en sujetos jóvenes, generalmente de sexo femenino con
antecedente?, familiares de psicosis o neurosis graves. La irrupción es súbita, violenta,
explosiva. De repente, el sujeto que hasta ayer no mostraba indicios que sugirieran un
acceso o alguna crisis, presenta un estado caracterizado por ideas delirantes de
contenido polimorfo, es decir que cambia de temática, no presenta fijeza ni
sistematización (mal hilvanado).
Las alucinaciones casi siempre están presentes, de carácter auditivas y
preferentemente visuales, acompañadas de eco del pensamiento, actos impuestos,
actitudes bizarras. El paciente parece estar viviendo y actuando, fascinado, su propio
delirio.
Característicamente se dan grandes cambios de humor, «como en oleadas
delirantes», asociadas a un estado de ansiedad, agitación, inquietud, que conforman un
riesgo, dada su absoluta falta de conciencia de enfermedad.
El sujeto se mantiene lúcido (consciente de sí mismo, en vigilia), orientado en tiempo
y espacio, pero transmite un aspecto de estar ausente, ensimismado, en actitud
meditativa o de escucha que Henri Ey define come «atmósfera hipnoide». Pueden darse
episodios de gran angustia o inhibición, mutismo e insomnio que pueden enmascarar el
cuadro siguiendo otros diagnósticos.
Pronóstico y evolución
Las bouffées afectan principalmente a mujeres jóvenes con fuertes rasgos histéricos,
habitualmente estos accesos se desencadenan a partir de situaciones traumáticas,
«shocks emocionales», que no han podido ser debidamente elaborados: muertes
imprevistas, partidas, conflictos vinculares, robos, etc. De todos modos, es conveniente
descartar un cuadro de epilepsia temporal, o encefalitis virósicas.
Frecuentemente durante el puerperio, la menopausia, o la presenilidad se
manifiestan crisis agudas en forma de bouffées.
Tratamiento
En general estos cuadros requieren de una internación breve en una sala de agudos,
en donde se les pueda administrar la medicación necesaria y la contención adecuada,
dado el riesgo de que el paciente pueda dañarse involuntariamente o agredir a
familiares.
Si bien las bouffées son autorresolutivas, conviene sedar al paciente con
neurolépticos a dosis bajas. Una vez yugulada la crisis se recomienda continuar su
psicoterapia en forma ambulatoria.
Esquizofrenia
Esta variedad de psicosis fue observada y descrita desde los albores de la psiquiatría
por grandes psiquiatras como Esquirol, Morel, Griesinger, pero debido a la gran
diversidad de sus formas, éstas eran interpretadas como enfermedades diferentes. Fue
Emil Kraepelin quien a fines del siglo pasado las agrupa en una única entidad, la
«demencia precoz», proceso psíquico degenerativo intercalado entre las paranoias, las
parafrenias y las neurosis. Describe así sus cuatro formas: simple, hebefrénica,
catatónica y paranoide.
Para diferenciar las diferentes psicosis, Kraepelin cita:
«Creo no equivocarme al considerar que la ausencia de perturbación primitiva de la
voluntad en la paranoia está en estrecha relación con la ausencia de delirio de posesión
corporal. La idea de que fuerzas extrañas actúan, como lo haría la telepatía, sobre el
organismo, sobre las sensaciones, los pensamientos, los actos voluntarios, no es para
mí más que la expresión de esa misma perturbación de la voluntad que se reconoce en
todas las manifestaciones exteriores de los dementes precoces. En la verdadera
paranoia ya lie observado, algunas veces, la idea de una influencia que proviene de
alimentos envenenados pero jamás, en cambio, la concepción de estar librado como un
juguete inerte a la dominación de una personalidad extraña. Las ideas de perjuicio
pueden ser extremadamente novelescas e increíbles, pero se mantienen siempre, así
como las ideas de grandeza, en el marco de las cosas posibles y naturales; las ficciones
de pura fantasía son excepcionales. La personalidad corporal o psíquica, si puede ser
afectada o crecer, devenir en objeto de odio o revestirse de una alta dignidad, sigue
siendo lo que era en su naturaleza íntima. El enfermo está esclarecido sobre su misión,
sobre las trampas que le tienden, sobre las promesas que le hacen, sobre su
reivindicación, pero su personalidad misma no es sometida a ninguna transformación,
como sucede a menudo en la demencia precoz. La psicosis no alcanza, por lo tanto, y
no altera el centro de la personalidad, produce solamente una falsificación mórbida de
la concepción del mundo».
En 1911 Bleuler designa «esquizofrenia» al grupo de los «dementes precoces»; influido
por las ideas de Freud y Jung, sostiene que estos enfermos no son dementes sino que
están afectados por un proceso de disociación que desintegra su capacidad «asociativa»,
alterando así su pensamiento y sumiéndolos en una vida autística.
Definición
Frecuencia y distribución
Cuadro clínico
1) Esquizofrenia incipiens:
2) Período de estado:
3) Formas terminales:
Es la etapa final del proceso crónico, progresivo, que lleva al déficit demencial.
Es importante aclarar que no todas las forman de esquizofrenia evolucionan así, sino
sólo las formas más graves: hebefrenia y catatonía.
Las formas menores (simple y paranoide) manifiestan cierto deterioro, pero
mantienen aspectos más conservados e integrados de su personalidad.
Este estadio crónico residual representa al típico paciente asilado, en estado de
absoluta inercia, incapaz del menor cuidado de su persona, en permanente soliloquio,
inaccesible e ininteligible, actitudes bizarras, comportamiento automático e
impredecible. Encerrado en su propia «burbuja» narcisística.
A) Esquizofrenia paranoide
B) Esquizofrenia simple:
Corresponde a una evolución que progresa muy lentamente. Estos sujetos suelen
tener antecedentes de rasgos esquizoides, acompañados de apatía, indiferencia y
desinterés marcados.
Estos rasgos suelen enmascarar cierta actividad delirante y alucinatoria discreta que
sus seres cercanos generalmente ignoran.
Este cuadro progresa hacia un agravamiento de la inafectividad y el desinterés. Ante
la ausencia de signos floridos y productivos, este cuadro suele ser difícil de
diagnosticar.
Dada su incapacidad para afrontar un empleo o cualquier decisión, si la familia no
los contiene, suelen terminar como vagabundos o linyeras.
C) Hebefrenia:
D) Catatonía:
Esta forma de esquizofrenia fue descripta por Kahlbaum en 1871. Se caracteriza por
el predominio de los trastornos psicomotores.
La catatonía es un síndrome psicomotor caracterizado por: pérdida de la iniciativa
motriz, cierto estado de rigidez muscular y fijación de las actitudes, posturas
anormales, obediencia automática o negativismo expresado en conductas de rechazo,
mutismo, no aceptación de los alimentos. El paciente se muestra estuporoso, es decir,
casi sin contacto consciente con el medio que lo rodea, en un estado de inercia e
inmovilidad. Pueden manifestarse trastornos notorios del lenguaje; jergafasia o
ensalada de palabras, ecolalia, ecomimia, gestos estereotipados.
Un signo semiológico rara vez ausente es el carácter seborreico de la piel, que le da
un aspecto brillante y contribuye a remarcar el carácter de asombro o perplejidad de su
rostro.
Esta forma, si bien es la más grave, porque evoluciona rápidamente y puede llevar a
la muerte, es poco frecuente en la actualidad, principalmente gracias a la difusión del
uso de neurolépticos.
El paciente puede salir espontáneamente de los estados catatónicos, como en un
despertar. Habitualmente lo hace con accesos de hiperquinesia o furor que son de
suma peligrosidad.
Estos accesos suelen repetirse con cierta periodicidad. Fuera de estos episodios, los
pacientes suelen demostrar una exquisita sensibilidad artística como la más absoluta
excentricidad. Estos rasgos son compartidos por la forma paranoide y pueden
detectarse claramente en las obras de Van Gogh, los escritos de Strindberg y en
Hölderling.
Diagnostico diferencial
—En la adolescencia suelen darse crisis de suma gravedad que remedan al inicio de un
proceso esquizofrénico. Sin embargo, esto sólo puede verificarse siguiendo la evolución
del cuadro. Por lo tanto es importante extremar las precauciones, el número de
entrevistas, para no caer en los diagnósticos apurados que generalmente conducen a la
estigmatización del paciente que se sabe esquizofrénico «porque así se lo han dicho», así
recibe dosis importantes de neurolépticos, cuando no internaciones innecesarias, y la
familia corrobora y tiende a mostrar escasa tolerancia ante las crisis.
Es bien sabido que el aislamiento, o la tendencia al misticismo, la hipocondría y la
impulsividad son circunstancias habituales en los adolescentes, siendo más
acentuadas aún en las formas graves.