Comienzo y Origen de La Filosofia
Comienzo y Origen de La Filosofia
Comienzo y Origen de La Filosofia
Para comprender el surgimiento de algún tipo de saber es necesario vincularlo con el momento histórico
en el cual se ubica. Existe una relación entre el tipo de pensamiento de una sociedad y su organización
política, económica, social y cultural. En este caso, el comienzo de la filosofía se sitúa en Grecia en el
siglo VII a. C. aproximadamente, momento histórico en el que aparecen los poemas homéricos (Ilíada
y Odisea) y en el que existe un gran desarrollo cultural, económico y político.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que comienzo no es lo mismo que origen:
-por comienzo se entiende el momento histórico en que los hombres empezaron a filosofar y refiere a
un tiempo y a un espacio determinados: el lugar es Grecia (Jonia, Mileto) y el tiempo se ubica en el
siglo VII a. C. También hay que aclarar que en el comienzo no hay distinción clara entre Filosofía y
Ciencia, sólo posteriormente comienza su diferenciación.
-por origen se entiende la fuente de la que surge en todo tiempo el impulso que mueve a filosofar. Este
origen es múltiple, está en nosotros, y se repite permanentemente en cualquier momento histórico.
El filósofo alemán Karl Jaspers en un libro titulado “LA FILOSOFÍA” distingue tres orígenes del filosofar:
EL ASOMBRO, LA DUDA Y LAS SITUACIONES LÍMITES. Del Asombro sale la pregunta y la
necesidad de responder; de la Duda acerca de lo conocido sale el examen
crítico que deriva en una posible certeza; de las Situaciones Límites del
hombre sale la pregunta por su propio ser. Sabemos que existían
civilizaciones mucho más antiguas que la griega, sobretodo en la cuenca de
los ríos Éufrates, Tigris y Nilo. Se afirma que existieron adelantos
importantes a nivel técnico, artístico, religioso y espiritual, pero no filosóficos.
-El asombro o admiración: Platón decía que “el asombro es el origen de la
filosofía...” éste se presenta frente a algo inesperado, desconocido, es un
sentimiento y se nos aparece como una “toma de conciencia”. Es
sorprenderse, extrañarse frente a lo cotidiano, ante el hecho de que las
cosas sean. Nos asombramos cuando rompemos la relación práctica con el
mundo y nos preguntamos qué es la realidad, cuál es su fundamento. Para
Platón y Aristóteles (V–IV a.C.) la filosofía tenía su origen en la admiración
y la extrañeza frente al mundo.
Este admirarse nos impulsa a conocer. En esa admiración se cobra conciencia de no saber, se busca
el saber, pero el saber mismo, no para “satisfacer ninguna necesidad común”. Jaspers agrega que el
filosofar es como un despertar a las necesidades de la vida y este despertar tiene lugar mirando
desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo.
-Una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que existe, pronto se
anuncia la duda. Los conocimientos se acumulan, pero ante el examen crítico no hay nada cierto. La
duda es una actitud intelectual y si bien no es un sentimiento, muchas veces va acompañada de
sentimientos de angustia e inseguridad.
Jaspers está señalando dos posibles fuentes del error:
1) los sentidos, que tienen limitaciones, (por ejemplo, con poca luz confundimos los colores)
2) la razón que a veces nos lleva a demostraciones contradictorias (por ejemplo, se han formulado
pruebas racionales de la existencia y de la no-existencia del alma).
Pero también agrega dos formas de duda que se han dado históricamente:
a) la duda “pirroniana” o escepticismo absoluto, propuesta en la Antigüedad por Pirrón de Elis, que
consiste en la negación de cualquier posibilidad de conocimiento (escepticismo radical)
b) la duda “cartesiana” o escepticismo metódico propuesta por Descartes en la Modernidad en la que
busca un camino para llegar a conocimientos certeros.
La duda metódica constituye un método orientado a destruir y reconstruir la argumentación, en este
sentido promueve la actitud filosófica, pero, la duda pirroniana es negadora de toda filosofía ya que
afirma que el ser humano es incapaz de establecer cualquier certeza y suspende todo juicio como única
postura coherente.
- En tercer lugar, plantea las “situaciones límites”. Según Jaspers, el hombre puede mirar hacia fuera
de sí (hacia el mundo) o hacia adentro de sí (hacia sí mismo). Cuando su mirada se vuelve hacia sí
mismo, entonces toma conciencia de su situación en el mundo, no puede saberlo todo, no puede tenerlo
todo, no vivirá para siempre, etc. y esto le provoca angustia, que no es otra cosa que una “conmoción
interior” y lo lleva a formularse nuevas preguntas sobre sí mismo. Las palabras de Jaspers son:
“estamos siempre en situaciones, las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si no se las
aprovecha, no vuelven más, puedo trabajar por hacer que cambien determinadas situaciones. Pero hay
otras situaciones que son, por su propia naturaleza, permanentes: el hombre no puede dejar de morir,
ni de padecer enfermedades, ni de luchar, ni de sentirse culpable en determinadas situaciones, etc.
Quiere decir que son situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar. Es muy
importante y decisiva para el hombre la forma en que experimenta el fracaso. La conciencia de estas
situaciones límites es, después del asombro y de la duda, el origen más profundo de la filosofía”.
CONSIGNAS:
1- ¿EN QUE SIGLO Y LUGAR COMIENZA LA FILOSOFIA? ¿QUÉ TIPO DE
DESARROLLO EXISTIA?