Internación Domiciliaria
Internación Domiciliaria
Internación Domiciliaria
657):
Sede Atlántica
Carrera: Abogacía
Año: 2018
ÍNDICE
Introducción 1
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
II.3. Ley de Salud Mental en Río Negro: de ser una ley de avanzada a ser inutilizada
12
II.5. Internacionales…………………………………………………...………………. 14
II.6. Nacionales…………...…………………………………………………………….16
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
1
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
Trámite Judicial……...…………………………………………………………………38
CAPÍTULO VIII
Conclusión...……………………………………………………………………………45
Bibliografía…….……………………………………………………………………… 47
INTRODUCCIÓN
2
Es decir, corroborar si el procedimiento administrativo y judicial se ajusta a lo
previsto por el CCCN y la ley especial (ley N° 26.657), en definitiva, si se garantiza la
protección de la persona internada, o si por el contrario se vulneran sus derechos.
Antes de entrar en los detalles de estos procedimientos, considero necesario
sacar a la luz brevemente, de que manera la sociedad aceptaba sin críticas la pérdida de
libertad del ser humano con PM. Para ello, debo hacer mención que las personas con
afecciones en su salud mental eran declaradas incapaces absolutas, perdiendo la
disponibilidad de la mayoría de sus actos civiles, siendo encerrados en manicomios,
transformándose esto en un sistema estatal que vulneraba los derechos fundamentales de
las personas.
Para subsanar esta indeseada situación surgen en el Derecho Internacional
distintas herramientas, en especial la Convención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad - de ahora en más CDPD - dando respuesta a las diferentes
problemáticas que han existido respecto a las personas con PM, buscando abordarlos
como un sujeto social y de derecho para salvaguardar y proteger sus derechos humanos,
en camino a mejorar su calidad de vida y toma de decisiones.
En este orden de ideas analizaré los instrumentos internacionales y nacionales
previos a la sanción de la LNSM (2010), legislación que toma de estos, requisitos y
aspectos focalizados en la libertad, dignidad e intimidad de las personas con PM al
momento de la internación; etapa que, como dije al principio de esta introducción,
examinaré en detalle vinculándola con el art. 41 del CCCN, para evidenciar, a través de
la jurisprudencia del Juzgado de Familia Nº 7 de esta ciudad, la realidad de lo que
acontece en referencia a las internaciones involuntarias.
CAPÍTULO I
2
Para poder comprender porque en el marco de LNSM se exigen ciertos
requisitos y aspectos importantes que deben cumplirse obligatoriamente en los casos de
internación involuntaria, es necesario tener presente como se trataba, hace no muchos
años atrás, a las personas con PM.
La sociedad estigmatizaba, discriminaba y excluía a las personas con PM,
generándoles una situación de vulnerabilidad psico-social, donde se veían afectados sus
derechos humanos, en especial, el derecho a la vida, a la salud, y a un trato digno y
humano. Como Kraut (2013) afirma:
CAPÍTULO II
4
II.1. Antecedentes Internacionales.
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más importantes es la de revisión y evaluación periódica de los casos de las personas
internadas involuntariamente. Se introduce como obligatorio el cumplimiento de las
garantías procesales, considerándose fundamental el derecho del paciente a designar un
abogado que lo represente y defienda sus intereses en todo proceso.
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(…) el modelo social de discapacidad, según el cual las causas que dan origen a
la discapacidad no son científicas, sino que son preponderantemente sociales. Se
parte de la premisa de que la discapacidad es una construcción y un modo de
opresión social, y el resultado de una sociedad que no considera ni tiene presente
a las personas con discapacidad (…). (p. 277)
En su art. 4, esta Convención establece las obligaciones que los Estados partes
deben asumir, como revisar la totalidad de su normativa, programas y políticas y
adaptarlas, de acuerdo a los principios protectorios, al nuevo modelo social de la
discapacidad. Relacionado a este artículo, Mariano Laufer Cabrera (2016) expresa:
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La CDPD exige el deber de garantizar a todas las personas con discapacidad igual
protección legal, por lo que las exigencias del debido proceso y el derecho de
defensa en juicio, válidos para todos los demás procesos administrativos o
judiciales, deben aplicarse también en el control judicial de una internación. (p.15)
8
Las personas internadas en estas instituciones carecían de protección legislativa,
así lo reflejó este trabajo al afirmar que:
Leer este informe puede parecer aterrador, pero es lo que vivenciaban las
personas con PM en los manicomios. En resumen, el mismo cuenta acerca de los abusos
en las restricciones a la libertad ambulatoria por causas de salud mental, entiende a la
internación involuntaria como una detención arbitraria e inapropiada. Denuncia la falta
de atención médica, la excesiva medicalización, condiciones peligrosas y antihigiénicas,
inexistencia de revisiones periódicas de las internaciones, el uso de celdas de
aislamiento, sobrepoblación, violencia física y sexual, falta de integración comunitaria y
rehabilitación, y el ocultamiento de las muertes producidas en estas instituciones. Estos
pacientes eran olvidados por sus familias y el Estado, carecían de toda garantía procesal,
en especial, la designación de un defensor.
En este informe se recomendó al Estado argentino de que debía tomar ciertas
medidas y accione para poner punto final a estas detenciones arbitrarias que generaban
una clara violación a los derechos humanos de las personas internadas en estas
instituciones. Entre ellas:
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investigar las muertes recientes y establecer un protocolo que asegure
que se investigará a profundidad cualquier muerte futura.
eliminar el uso de las celdas de aislamiento a largo plazo y la privación
sensorial al interior de estas celdas.
asegurar que el uso de la reclusión involuntaria y las restricciones físicas
se adecua estrictamente a los estándares internacionales de derechos
humanos.
garantizar alimentación, cuidado médico y personal adecuados y
suficientes para proteger la salud y la seguridad de las personas
institucionalizadas.
crear mecanismos de supervisión independientes que prevengan el abuso
en las instituciones y que establezcan procedimientos que protejan a las
personas institucionalizadas del abuso físico y sexual.
adecuar el proceso de internación psiquiátrica a los estándares
internacionales, contemplando el derecho a una revisión independiente
de toda internación.
adoptar leyes de salud mental en todo el país que sean consistentes con
los estándares internacionales de derechos humanos.
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* Ley Nº 8.806 de “Enfermedades Mentales” de la provincia de Entre Ríos, promulgada
en el año 1994, tiene como propósito la protección a las personas que sufren
enfermedades mentales.
La internación es conceptuada como última medida en forma excepcional y
transitoria que debe ser debidamente fundada, justificándose en una real necesidad
terapéutica.
La ley considera a la institucionalización de las personas con PM como
restricción de la libertad ambulatoria del internado.
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institucionalización de enfermos mentales en instituciones de carácter público o privado
de la provincia. Entendiéndose como institucionalización la reclusión, internación,
guarda o medida similar sobre personas, restringiendo su libertad y/o desconociendo su
autodeterminación y autonomía.
Esta misma exige al Estado garantizar la asistencia médica a los enfermos
mentales, considerando la enfermedad mental como episodio y no como estado, en pos
del derecho a la vida, a la libertad y seguridad, protegiéndolos contra toda
discriminación. Se presume que los pacientes son capaces de tomar sus propias
decisiones.
Interpreta a la internación como excepcionalísima, debiéndose determinar
tiempo, alcances y objetivos terapéuticos.
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abordaje y acompañamiento familiar. De esta manera se prioriza los vínculos y
contactos de las personas con sus familiares, entorno laboral y social.
Es considerada la internación como una herramienta terapéutica de carácter
restrictivo, y podrá implementarse cuando la factibilidad y pertenencia estén
intrínsecamente relacionadas con el potencial beneficio para la recuperación del
paciente. Es por eso, que la internación involuntaria se considera excepcionalísima,
quedando a criterio del equipo de salud la misma; cuando exista una situación de riesgo
cierto e inminente para el paciente, o para terceros y se determine la inconveniencia de
aplicar momentáneamente otra alternativa terapéutica.
La ley plantea que no podrán instalarse nuevos manicomios o instituciones
monovalentes, de internación prolongada, y los existentes deberán adaptarse a los
objetivos y principios de ésta, promoviendo su sustitución definitiva por los dispositivos
alternativos.
II.3. Ley de Salud Mental en Río Negro: de ser una ley de avanzada a ser
inutilizada.
13
de equipos terapéuticos y promocionales capacitados para dar asistencia al paciente.
Para llevar a cabo esto, se realizaron modificaciones de las prácticas, de los modelos de
atención y políticas de salud mental, transformando el viejo sistema en un sistema de
salud mental comunitaria, en lo cual se dejaron de lado prácticas de asilamiento y
abandono. En palabras de Cohen y Natella (2013): “…la desmanicomialización fue
sinónimo de nunca más manicomios…”. (p. 18)
Volviendo al centro de este trabajo, la ley R Nº 2.440 establece que la
internación se concibe como último recurso terapéutico siempre y cuando se agoten
todas las formas y posibilidades terapéuticas previas. De ser así, imprescindible dicha
internación, debe realizarse con el propósito de una rápida recuperación y
resocialización de la persona en el mínimo tiempo posible, y tendiendo siempre a la
externación y al tratamiento ambulatorio.
La internación, en todos los casos, debe favorecer la recuperación de la
identidad, dignidad y respeto de la persona humana con PM, teniendo en cuenta sus
diferentes momentos vitales y el desarrollo de su autonomía, pensada siempre en su
reinserción comunitaria.
Si bien esta ley provincial fue la primera ley de avanzada en Argentina respecto
de la temática de salud mental, siendo propuesta por la Organización Panamericana de
la Salud como centro de referencia para toda América Latina y sentó precedente para
que en el 2010 se sancione la LNSM Nº 26.657, actualmente no es tenida en cuenta y
existe un proyecto que propone la abrogación de esta ley provincial y el reemplazo por
la adhesión integral a la LNSM, la cual es superadora en cuanto a recabar e incluir las
múltiples rondas de consultas que permitieron la participación y opiniones de directores
de hospitales, autoridades provinciales de salud mental, asociaciones de familiares,
organismos de derechos humanos y a las personas que son asistidas en los servicios de
salud mental. Asimismo, como la incorporación de tratados internacionales de derechos
humanos y la creación de un Organismo de Revisión, que fue demanda constante por
parte de los profesionales en la materia para dar una respuesta efectiva a la sociedad
rionegrina.
Luego de haber analizado las leyes provinciales sobre salud mental, que sentaron
precedente para dar forma a la LNSM, encuentro algunos denominadores comunes en
cuanto a los criterios para la internación involuntaria, que a continuación detallo:
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excepcionalísima.
último recurso terapéutico.
de carácter restrictivo.
debe darse en el menor lapso de tiempo posible.
cuando exista situaciones de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros.
cuando no exista otro dispositivo terapéutico posible.
debe ser decidida por un equipo interdisciplinario.
evitar el aislamiento y despojo de sus vínculos familiares y sociales.
debe darse en hospitales generales.
favorecer la externación y rehabilitación.
reinserción comunitaria.
prohibición de manicomios y de institucionalización de enfermos mentales.
En esta parte del trabajo me voy a concentrar sobre las consideraciones que tanto
la Corte Suprema de Justicia de la Nación como los Tribunales Internacionales, tuvieron
en cuenta respecto de la situación de personas con PM que han sido sometidas a una
internación no voluntaria por distintas causas, y los derechos y garantías de raigambre
constitucional y de derecho internacional que se encontraron afectados.
Por medio de estos casos se ha hecho mención a varios instrumentos que
componen los estándares internacionales en lo referente a los derechos humanos de las
personas con PM. Por ello, es relevante repasar estos antecedentes, porque las
decisiones y recomendaciones adoptadas por la Corte y Tribunales Internacionales han
sentado precedente respecto del tema de salud mental y forman parte del marco
normativo-obligatorio en cuanto se refiere a personas con PM.
II.5. Internacionales.
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Víctor Rosario Congo, ecuatoriano, de 48 años de edad, fue acusado en el año
1990, de robo y asalto, por lo que fue encerrado en un centro de detención para presos
comunes. Desde un principio, se presumía que padecía trastornos mentales, porque lo
que fue alojado en una celda de aislamiento. Durante este encierro, fue víctima de
agresiones y lesiones por parte de un guía a cargo de dicho centro, quien se aprovechó
del estado mental del interno. A pesar de estas lesiones sufridas y su trastorno, no
recibió atención médica, permaneciendo en la misma celda de aislamiento, desnudo e
incomunicado.
Luego de la intervención de uno de los organismos de los derechos humanos, se
procedió a evaluar a Víctor Congo, y arrojó como resultado que éste debió ser declarado
inimputable y ser tratado en un centro psiquiátrico. Seguidamente, fue trasladado de
emergencia a un Hospital, falleciendo a las pocas horas de su internación.
El Estado resulta responsable por las lesiones sufridas por Víctor Congo, la falta
de atención médico, su incomunicación y la negligencia que causó su muerte. Viéndose
vulnerados los siguientes derechos de la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos: el derecho a la integridad personal, el derecho a la vida, derecho a la
protección judicial.
Así lo determinó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su
informe, al sostener que:
(…) que mantener bajo custodia, sin tratamiento médico, a una persona que
padecía de edema cerebral y cólera, constituye una violación a la integridad física,
psíquica y moral, y a la prohibición de infligir tratos inhumanos, crueles o
degradantes, consagrados en el art. 5 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (…)
Además, dicha Comisión, cita a la Comisión Europea de los Derechos Humanos (1950),
y dice:
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Ximenes Lopes, desde su juventud desarrolló una discapacidad mental. Luego,
pasados los años, en 1999, fue admitido en una casa de reposo, y a los tres días de dicha
admisión, fue visitado por su madre, quién lo encontró sangrando, con hematomas en
todo el cuerpo, la ropa rota, sucio, y con las manos amarradas hacia atrás. Esto se debió
a una fuerte crisis de agresividad sufrida por el paciente, que como consecuencia estuvo
sometido a contención física entre la noche anterior y la mañana en que la madre lo
visitó. Mismo día en que Ximenes Lopes falleció, horas después de haber sido
medicado por el director del hospital clínico, sin ser asistido por un médico al momento
de su muerte.
Algunos años más tarde, al intervenir la CIDH, se consideró responsable al
Estado brasilero por la muerte y maltratos a los que fue sometido el paciente, así como
la falta de investigación y sanción de los responsables de dichos actos.
Los derechos de la Convención Americana vulnerados fueron: la obligación de
respetar los derechos, el derecho a la vida, derecho a la integridad personal, derecho a
las garantías judiciales, y derecho a la protección judicial.
La CIDH sostuvo que:
(…) los Estados tienen el deber de asegurar una prestación de atención médica
eficaz a las personas con discapacidad mental (…) obligación que se traduce en el
deber estatal de asegurar el acceso de las personas a servicios de salud básicos; la
promoción de la Salud Mental; la prestación de servicios de esa naturaleza que
sean los menos restrictivos posibles, y la prevención de las discapacidades
mentales (…) Todo tratamiento de salud dirigido a personas con discapacidad
mental debe tener como finalidad principal el bienestar del paciente y el respeto a
su dignidad como ser humano, que se traduce en el deber de adoptar como
principios orientadores del tratamiento psiquiátrico, el respeto a la intimidad y a la
autonomía de las personas (…)
Finalmente, ésta Corte destacó que cuando se refiera a pacientes con PM, quienes
son responsables del cuidado de éstos, deben alcanzar su máxima exigencia en cuanto a
su atención médica y asistencial, dada su particular vulnerabilidad cuando se encuentran
dentro de instituciones psiquiátricas.
17
II.6. Nacionales.
(…) sin que aparezca que esa detención haya sido autorizada por alguna autoridad
judicial, o sea, el resultado de un procedimiento de ese mismo carácter, en el cual
la persona recluida o su defensor tuviera oportunidad de cuestionar el fundamento
de la privación de la libertad (…)
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respecto de las condiciones de aquella…” entendiendo esta Corte, en el siguiente
considerando, que las reglas del debido proceso deben:
(…) con mayor razón, ser observadas en los procesos en lo que se plantea una
internación psiquiátrica coactiva en virtud del estado de vulnerabilidad, fragilidad,
impotencia y abandono en el cual se encuentran frecuentemente quienes son
sometidos a tratamientos de esta índole, erigiéndose por ende, como esencial el
control por parte de los magistrados en las condiciones en que aquélla se desarrolla.
(…) precisando que estos forman el estatuto básico de los derechos y garantías
procesales de las personas presuntamente afectadas por trastornos mentales,
enunciándose, entre otros, la designación de un defensor para que lo asista y lo
represente, la obtención de un dictamen independiente sobre la posible enfermedad
mental, previéndose la posibilidad de detención - la que se desarrollará por un
breve período y en tanto sea la opción menos restrictiva - cuando exista un riesgo
grave de daño inmediato o inminente para esa persona o para terceros. En todos los
casos, los motivos de la admisión y la retención se comunicaran sin tardanza al
paciente y al Órgano de Revisión (Principio 16, Admisión Involuntaria), quien
deberá examinar a la persona lo antes posible (…)
* “R.M.J S/ Insania”
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constitucional que se encuentran en juego (…) que tiene como protagonista a quien
se encuentra sometido a una internación psiquiátrica no voluntaria.
(…) la debilidad jurídica estructural que sufren las personas con PM - de por sí
vulnerables a los abusos -, crea verdaderos “grupos de riesgos” en cuanto al pleno
y libre goce de los derechos fundamentales, situación que genera la necesidad de
establecer una protección normativa eficaz, tendiente a la rehabilitación y
reinserción del paciente en el medio familiar y social en tanto hoy nadie niega que
las internaciones psiquiátricas que se prologan innecesariamente son dañosas y
conllevan, en muchos casos, marginación, exclusión y maltrato y no es infrecuente
que conduzcan a un “hospitalismo” evitable. En esta realidad, el derecho debe
ejercer una función preventiva y tuitiva de los derechos fundamentales de la
persona con sufrimiento mental, cuando son recluidos coactivamente – sin
distinción por la razón que motivó su internación -, son titulares de un conjunto de
derechos fundamentales, como el derecho a la vida y a la salud, a la defensa y al
respeto de la dignidad, a la libertad, al debido proceso, entre otros tantos (…)
(…) se debe tener en cuenta que, en la práctica, más allá de que la medida de
internamiento posea un carácter terapéutico, se lleva a cabo una auténtica privación
de la libertad de la persona. Por ello, tal como lo establecen los Principios de Salud
Mental de las Naciones Unidas de 1991, el internamiento involuntario sólo debe
tener un carácter excepcional (…) La Corte Europea de Derechos Humanos ha
considerado necesaria la concurrencia de tres requisitos esenciales para garantizar
la legalidad del internamiento de quienes se encuentran detenidos en
establecimientos psiquiátricos (…) Primeramente, que la enfermedad mental debe
haber sido establecida de manera probada; segundo, el problema debe revestir un
carácter o una amplitud legitimante de la internación forzosa; tercero, la
internación no puede prolongarse válidamente sin la persistencia de tal problema
(…)
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CAPÍTULO III
(…) una ley específica sobre salud mental proporciona un marco legal para abordar
asuntos claves como la reinserción y la integración en la comunidad de las
personas con trastornos mentales, la prestación de una atención de calidad, a su
21
accesibilidad, la protección de los derechos civiles y la protección y promoción de
los derechos en otras áreas claves - vivienda, educación y especialmente un empleo
digno - (…) (p.37)
22
de un equipo interdisciplinario, conformados por psicólogos, psiquiatras, trabajadores
sociales, intérpretes u otras disciplinas, que colaboren con la tarea del defensor y ayuden
a comprender más fielmente la voluntad de la persona asistida jurídicamente. Impulsa a
garantizar los lazos sociales, y a preservar la integración de los pacientes, para lo cual el
Estado no solo debe cuidar que este permanezca integrado a la comunidad mientras
realiza su tratamiento, sino que debe proveer la asistencia jurídica que asegure el
ejercicio de los derechos cuando el paciente no puede hacerlo por sí mismo.
El art. 27 prohíbe la creación de establecimientos de internación monovalentes,
neuropsiquiátricos y manicomios, públicos o privados, y establece que las internaciones
deben realizarse en hospitales generales. Como explica Gorbacz1 en un curso virtual,
“…cambió de una política fuertemente centrada en la internación de hospital
monovalente (manicomios), a una política de dispositivo de prevención y de asistencia
basados en la comunidad…”
Para sintetizar lo expuesto, menciono lo dicho por Carpintero (2011), quien
considera que existen cuatro conceptos centrales como espíritu de LNSM:
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(…) es la sociedad la que discapacita a la persona, pues su posibilidad de desarrollo
y participación social estará sujeta a las condiciones socio-económicas a las que
esté expuesta. Partiendo de la premisa de que toda vida humana es igualmente
digna, desde el modelo social se sostiene que lo que puedan aportar a la sociedad
las personas con discapacidad se encuentra relacionado con el grado de inclusión y
la aceptación de la diferencia, que no debe ser negada sino comprendida y
aceptada. (p.197)
El fin último de esta ley favorece a que las personas con PM puedan valerse por
sí mismas con ayuda de los servicios y apoyos adecuados para tal fin; llevando una vida
digna, de respeto y de igualdad de oportunidades, pensada en su inserción social.
CAPÍTULO IV
De este artículo surge que solo puede concederse la internación si, y solo si,
resultara más beneficiosa y conveniente para la persona que cualquier otra intervención,
garantizándose el vínculo y relación de la persona internada con su entorno social, salvo
que se disponga lo contrario en forma excepcional y únicamente por razones
terapéuticas, las cuales deben estar debidamente fundadas.
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Así lo indica el segundo y tercer párr. del art. 14 del decreto reglamentario de
esta ley al entender que:
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Remarcando así, como sosteníamos en un párrafo precedente, la importancia de la
historia clínica.
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Al exponer el elemento del consentimiento, debó comenzar a analizar los dos
supuestos de internación que prevé la LNSM, voluntarias e involuntarias.
Las primeras, voluntarias, las cuales desarrollaré brevemente, son aquellas en
que se garantiza el derecho a la autonomía personal, ya que la persona presta su
consentimiento informado para someterse a dicha internación, consentimiento que debe
mantenerse durante todo el tiempo que ésta dure. Es decir, la persona decide por sí
misma internarse para recibir el tratamiento adecuado, quedando al cuidado de los
profesionales y autoridades del lugar donde se lleve a cabo esta internación. Este tipo de
internación podemos verlo establecido en el art. 18 de la LNSM, que permite a la
persona internada voluntariamente decidir por sí misma el abandono de la internación
en cualquier momento. Dicho art. se complementa claramente con el Principio 15 para
la protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la salud
mental, “Principio de admisión”, el cual nos dice que “…todo paciente que no haya sido
admitido involuntariamente tendrá derecho a abandonar la institución psiquiátrica en
cualquier momento…”. Así lo menciona también el Manual de recursos de la OMS
sobre Salud Mental al sostener que “…el derecho a consentir el tratamiento implica el
derecho a negarse a recibir tratamiento. Si se considera que el paciente tiene
discernimiento suficiente para consentir, también debe respetarse la negativa de ese
consentimiento.” (2006, p. 50). Esto confirma el respeto a la voluntad total del paciente,
siendo éste el protagonista, garantizándose su derecho de autonomía personal y plena
capacidad para ser titular y ejercer sus derechos en igual de condiciones que los demás.
Para concluir con la internación voluntaria, considero necesario recalcar algunas
cuestiones que son importantes que se le informe al paciente a la hora de que este decida
internarse voluntariamente, es decir, por sí mismo y dando su consentimiento:
al ser admitidos en una institución, se les debe hacer saber a los pacientes que
los profesionales de salud mental pueden ejercer la autoridad de impedir su
externación, si es que se reúnen las condiciones para el ingreso involuntario.
los pacientes voluntarios sólo deben ser tratados después de haberse obtenido su
consentimiento informado.
cuando el paciente posee el discernimiento necesario para otorgar
consentimiento informado, dicho consentimiento es un pre - requisito para el
tratamiento.
27
En segundo lugar, y siendo el objeto principal de este trabajo, me enfocaré en la
internación involuntaria, teniendo en cuenta la LNSM, los Principios para la protección
de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la salud mental que están
integrados a dicha ley, como así también su decreto reglamentario 603/2013 y la
relación y complementariedad existente, en esta temática, con el CCCN.
Antes de profundizar en lo recientemente mencionado, es conveniente destacar
que el CCCN sigue lo dispuesto por la LNSM en cuanto a presumir la capacidad de las
personas, expresándolo así en su art. 31 inc. a) “…la capacidad general de ejercicio de
la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada en un
establecimiento asistencial...”
La internación es involuntaria en los casos en que la persona no se encuentre en
condiciones de expresar su voluntad de internarse, que se oponga al tratamiento que
requiera la internación o cuando se trate de personas menores de edad. Situación ésta
última en la que haré hincapié más adelante.
Puede entenderse a la internación involuntaria como una situación de privación
de la libertad y restricción de la libertad ambulatoria, que debe ser entendida como un
recurso de “ultima ratio” y es por ello que el art. 20 de la LNSM establece que la
internación de este tipo “…debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en
caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando
a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o
para terceros…” Entendiendo, según el art. 20 del decreto reglamentario de dicha ley,
“…por riesgo cierto e inminente a aquellas contingencias que puedan desencadenar un
daño que amenace o cause un perjuicio a la vida o integridad física de la persona o de
terceros...” Siguiendo con esta idea, para Angelini (2014) la definición de riesgo cierto
e inminente debe fundamentarse sobre la inmediatez del riesgo, su certeza y la gravedad
de daño contra la seguridad de sí mismo o de terceros. Por lo tanto, debe presentar una
amenaza, una inminente consumación que no deje lugar a dudas y que no pueda ser
resuelto por otras intervenciones.
De acuerdo a lo recientemente expuesto, debo relacionarlo con el Principio 16
“Principio de admisión involuntaria “que establece en su apartado 1:
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Una persona sólo podrá ser admitida como paciente involuntario en una institución
psiquiátrica o ser retenida como paciente voluntario cuando un médico calificado y
autorizado por ley a esos efectos determine, que esa persona padece una
enfermedad mental y considere: a) Que debido a esa enfermedad mental existe un
riesgo grave de daño inmediato o inminente para esa persona o para terceros (...)
(…) una relación entre normas en virtud de la cual una disposición remite o reenvía
a otra para complementar determinados aspectos de su regulación, sin que se
excluya la aplicación de la norma vigente. Se da cuando las distintas normas,
conservando cada una su rango y naturaleza, aparecen engranadas entre sí como
piezas del mismo mecanismo normativo.
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Dictamen profesional del servicio asistencial que realice la internación. Se debe
determinar la situación de riesgo inminente (…) con la firma de dos profesionales
de diferentes disciplinas, que no tengan relación de parentesco, amistad o vínculos
económicos con la persona, uno de los cuales deberá ser psicólogo o médico
psiquiatra.
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recientemente, establece que se debe notificar fundadamente al juez y al órgano de
revisión, acerca de la internación involuntaria en un plazo de diez horas, y que dentro de
las cuarenta y ocho horas deben agregarse todos los requisitos del art. 20 ya
mencionado.2 Debiendo el juez en un plazo de tres días autorizar la internación si evalúa
que se cumplieron y satisficieron todos los requisitos previstos por la ley. O, en caso de
ser necesario, puede requerir informes ampliatorios de los profesionales con el fin de
evaluar, si se cumplen o no, los supuestos o exigencias necesarias para que se justifique
la internación involuntaria. También puede, denegar la medida de internación
involuntaria cuando considere que no existen los supuestos necesarios para autorizar la
misma, y asegurar de esta forma, la externación de forma inmediata del paciente. A la
hora de concretar dicha internación, el decreto reglamentario en su art. 21 establece que
“…el juez… deberá garantizar el derecho de la persona internada, en la medida que sea
posible, a ser oída en relación a la internación dispuesta…” En relación a esto la Corte
Suprema de Justicia de la Nación tuvo la oportunidad de expedirse respecto de la
garantía del debido proceso en el caso Tufano y afirmó:
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Siguiendo este enfoque, el inc. e) del art. 41 del CCCN dice que “…la sentencia
que aprueba la internación debe especificar su finalidad, duración y periodicidad de la
revisión...” Asimismo lo establece el art. 24 de la LNSM al explicar que “…el juez debe
solicitar informes con periodicidad… a fin de reevaluar si persisten las razones para la
continuidad de dicha medida, y poder en cualquier momento, disponer la mediata
externación…” y el art. 24 del decreto reglamentario sostiene que “…estos informes
periódicos deberán ser interdisciplinarios e incluir información acerca de la estrategia de
atención, las distintas medidas implementadas por el equipo y las respuestas
obtenidas...”
En cuanto a lo explayado anteriormente, la CSJN en el caso R.M.J manifestó:
Si transcurridos los primeros NOVENTA (90) días y luego del tercer informe
continuase la internación involuntaria, el juez deberá pedir al órgano de revisión
que designe un equipo interdisciplinario que no haya intervenido hasta el momento,
y en lo posible independiente del servicio asistencial interviniente, a fin de obtener
una nueva evaluación. En caso de diferencia de criterio, optará siempre por la que
menos restrinja la libertad de la persona internada.
32
también se garantiza en el inc. d) del art. 41 del CCCN. Estos dos artículos se
encuentran vinculados al Principio 18 “Garantías Procesales”, en donde se reafirma este
derecho, estableciendo que:
33
La LNSM le da una protección especial a los menores de edad, garantizándoles
todos sus derechos y apoyándose sobre la ley nacional 26.061 de Protección Integral de
los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes que tiene como objeto “…garantizar el
ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el
ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación
sea parte.” Además, dicha ley considera de aplicación obligatoria la Convención de los
Derechos del Niño, sosteniendo que “…las niñas, niños o adolescentes tienen derecho a
ser oídos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los
ámbitos...” Y en su art. 24 declara el derecho a opinar y a ser oído, sosteniendo que:
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internación, a los efectos de la LNSM, las internaciones de éstos, siempre se van a
considerar involuntarias, entendiendo a los menores como un sector de vulnerabilidad,
buscando que por medio del procedimiento de este tipo de internaciones se maximice la
protección, se les garantice el pleno goce de sus derechos y acceso a la justicia,
estableciendo la obligatoriedad de la revisión periódica de dicha internación, para
hacerla cesar en caso de que exista una alternativa menos restrictiva de derechos, y que
estén sujetas al control de legalidad.
CAPÍTULO V
35
de salud que es comunicado, de acuerdo a las exigencias de la ley, al juez para que éste
realice su función de contralor judicial.
Ahora bien, el juez no puede ordenar por si una internación involuntaria, salvo
que se dé el supuesto del art. 21 Inc. c) “in fine” 5 , pero si puede disponer una
evaluación de una persona mediante un equipo interdisciplinario de salud, lo que le
permite realizar un control de legalidad de la intervención, autorizándola solo cuando
considere que se encuentren ejecutados los recaudos exigidos por la ley. Es decir, que
éste asume la función de garante de los derechos de la persona internada, y es quién
deberá fiscalizar y examinar que las medidas tomadas respeten y cumplan con los
recaudos exigidos en la ley a los fines de evitar detenciones arbitrarias. Estos recaudos
son:
Para cumplir con estos recaudos, la LNSM en los artículos 21, 22, 24 y 25 da la
potestad al juez de solicitar informes ampliatorios a los profesionales tratantes, indicar
peritajes externos para evaluar la existencia de los motivos con los cuales se justificó la
internación involuntaria, y si se dan las causales previstas, autorizarla, o en caso de
evaluar la inexistencia de dichos motivos, denegar la internación u ordenar la
externación. Asimismo, de manera periódica, debe solicitar informes al equipo
5 La última oración del art. 21 Inc. c) expresa que “…el juez sólo puede ordenar por sí mismo
una internación involuntaria cuando, cumplidos los requisitos establecidos en el artículo 20, el
servicio de salud responsable de la cobertura se negase a realizarla.”
36
interdisciplinario de salud tratante en la internación, a partir de los cuales reevaluará si
persisten las razones para continuar la medida de internación involuntaria, y decidirá
sobre el carácter de las internaciones voluntarias que se hayan prolongado 60 días o
más, según expresa el artículo 18 de la nombrada ley.
Para concluir con el rol del juez, me parece interesante citar a Kraut (s.f), quien
sostiene que:
El deber de control pone fin a los encierros “sine die” ya que la norma obliga a que
la sentencia que aprueba la internación especifique con claridad su finalidad,
duración y periodicidad de la revisión (art. 41, inc. e), sin perjuicio del mencionado
deber de control judicial (art. 41, inc. d). Se ordena un juez participante,
protagonista y no un simple observador que decidía, en muchos casos, ligeramente.
(p.80)
CAPÍTULO VI
La LNSM crea por medio del art. 38 al Órgano de Revisión “…con el objeto de
proteger los derechos humanos de los usuarios de los servicios de salud mental.” Y
expresa en el siguiente artículo que dicho órgano:
37
Nación, del Ministerio Público de la Defensa, de asociaciones de usuarios y
familiares del sistema de salud, de los profesionales y otros trabajadores de la salud
y de organizaciones no gubernamentales abocadas a la defensa de los derechos
humanos.
6 El art. 24 de la LNSM establece que: “Habiendo autorizado la internación involuntaria, el juez debe
solicitar informes con una periodicidad no mayor a TREINTA (30) días corridos a fin de reevaluar si
persisten las razones para la continuidad de dicha medida, y podrá en cualquier momento disponer su
inmediata externación. Si transcurridos los primeros NOVENTA (90) días y luego del tercer informe
continuase la internación involuntaria, el juez deberá pedir al órgano de revisión que designe un equipo
interdisciplinario que no haya intervenido hasta el momento, y en lo posible independiente del servicio
asistencial interviniente, a fin de obtener una nueva evaluación. En caso de diferencia de criterio, optará
siempre por la que menos restrinja la libertad de la persona internada.”
38
requerir información a las instituciones públicas y privadas que permita
evaluar las condiciones en que se realizan los tratamientos.
supervisar de oficio o por denuncia de particulares las condiciones de
internación por razones de salud mental, en el ámbito público y privado.
evaluar que las internaciones involuntarias se encuentren debidamente
justificadas y no se prolonguen más del tiempo mínimo necesario,
pudiendo realizar las denuncias pertinentes en caso de irregularidades y
eventualmente, apelar las decisiones del juez.
Durante las visitas a las instituciones, el órgano de revisión, debe tener acceso a
todas las instalaciones de la institución de salud, a las historias clínicas y expedientes de
los pacientes, así como el derecho de entrevistar privadamente a todo paciente internado
en dicha institución. Tales visitas brindan al órgano los medios necesarios para verificar
que las personas internadas reciben el tratamiento y atención que requieren, que no se
violen sus derechos humanos, y que la institución implemente debidamente las garantías
contenidas en la legislación de salud mental.
Lamentablemente, en Río Negro no contamos en la actualidad con un órgano de
revisión, es el Cuerpo de Investigación Forense (dependiente del Poder Judicial) quien
lleva a cabo los controles antedichos. Sin embargo, ante las numerosas demandas que
tiene la provincia en salud mental, su creación y puesta en funciones, es sin duda, una
deuda pendiente.
CAPÍTULO VII
TRÁMITE JUDICIAL
39
El trámite judicial comienza cuando ingresa un fax al Juzgado de Familia de la
localidad de Viedma, que manda el Hospital Artémides Zatti, en el que se ha procedido
a la internación involuntaria de una persona, indica la fecha y en general cuál ha sido el
motivo de su internación y, en algunos casos, informa el tiempo aproximado de
internación.
Es decir, que generalmente el hospital informa dentro del plazo legal pero sin los
requisitos establecidos en LNSM y el art. 41 del CCCN para este tipo de recurso
extraordinario y gravoso como es la internación involuntaria, ya sea porque falten datos
personales, familiares, diagnósticos o firmas de los profesionales intervinientes.
En dicho caso, el mencionado juzgado, actúa en pos de recabar esos requisitos
necesarios para la protección de los derechos de los pacientes internados y lo hace el
mismo día en que el fax que informa de la medida es recepcionado por Mesa de
Entradas del órgano jurisdiccional. Allí se procede a la formación de un expediente, que
pasa a sorteo entre ambos Juzgados de Familia (N° 5 y N° 7) el que es realizado por la
Mesa de Entradas Única (MEU), salvo que en uno de los dos Juzgados existan
antecedentes del afectado, en cuyo caso, la MEU lo asigna directamente a dicho
organismo.
(…) a fin de que informen cual es el estado de salud actual de la paciente (…), en
caso de continuar internada, hasta cuando se extenderá la misma (…) y cuales han
sido las pautas que se han indicado para la continuación de su tratamiento (…)
Exigiendo el Juzgado, cumplir con los art. 16 inc. a) y art. 20 inc. a) de LNSM y el art.
41 inc. a) del CCCN, a fin de que se evalúe a la internada y se señalen los motivos que
justifican dicha internación.
40
En el expte. Nº 0443/16/J7 caratulado: “Hospital Artémides Zatti (S.E) S/
Internación Involuntaria”, se precedió a la internación del paciente S.E, pero el informe
recibido por el juzgado proveniente del Hospital, no cumplió con la normativa de la
LNSM ni el art 41 del CCCN. Ante esto, dicho Juzgado exigió al Servicio de Salud
Mental de éste Hospital, a que:
(…) en el plazo de 24 horas (…) deberá acompañar la Historia Clínica del paciente
internado, mediante un completo informe interdisciplinario e integral del
diagnóstico presunto, continuidad, tiempo estimado de duración de período de
internación y suministrar datos del grupo familiar (…)
41
su derecho de defensa en el proceso judicial con asistencia letrada de su confianza, caso
contrario se mantendrá a la Defensora designada a esos fines.” Cumpliendo de esta
manera con el art. 22 de LNMS.7
La defensora, al contestar vista, manifestó:
42
solicitada, siendo que ella sólo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores
beneficios terapéuticos que el resto, y de las intervenciones realizables en su
entorno familiar, comunitario o social, se destaca que la internación debe realizarse
por el menor tiempo posible, agotada las instancias anteriores y en un todo de
acuerdo con las previsiones de la Ley 26657 de Salud Mental, en función de
criterios terapéuticos interdisciplinarios.
Esta respuesta por parte de la Defensora, se vincula al pedido del Juzgado para
con el Hospital con el objeto de que el informe cumpla acabadamente con todos los
requisitos estipulados en LNSM y CCCN para las internaciones involuntarias, haciendo
hincapié a lo que establecen el art. 14 de la LNSM al considerar a este tipo de
internaciones “…como recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo puede llevarse
a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones
realizables en su entorno familiar, comunitario o social…” El art. 15 de la misma Ley,
al sostener que “la internación deber ser lo más breve posible, en función de criterios
interdisciplinarios…” A los arts. 16 inc. a), 20 inc. a) y 21 de la misma, en cuanto a
cumplir con la evaluación y diagnóstico integral e interdisciplinario, justificando los
motivos de la internación.
En el expte. Nº 0047/18/J7, caratulado: “Hospital Artemides Zatti (A.M)
S/Internación Involuntaria”, mencionado también anteriormente, A.M había ya sido
internada involuntariamente y es importante resaltar lo expresado por la Defensora en
cuanto al pedido de Historia Clínica. Ésta entiende que dicho pedido:
Esto hace alusión al art. 15 de la LNSM cuando expresa que “…tanto la evolución del
paciente como cada una de las intervenciones del equipo interdisciplinario deben
registrarse a diario en la historia clínica…” pero cuando se requiera dicha historia sobre
un paciente, sólo debe limitarse a la presente internación y no a todos los antecedentes,
sosteniendo la Defensora esto, al decir que:
43
(…) los procesos judiciales en cuanto expediente en sí mismo finaliza con el alta
hospitalaria del paciente, con lo cual cada situación de internación, no solo ha de
tramitarse separadamente de la anterior, sino que tampoco sirve de prueba alguna.
Esto en tanto son los profesionales intervinientes -en este caso el Servicio de Salud
Mental- quienes deben justificar la necesidad de ésta medida y satisfacer en su
informe todas las exigencias que la Ley impone.
44
Declarar la legalidad de la internación del paciente G.C.N.E, dispuesta por el
Servicio de Salud mental del Hospital Artemides Zatti. Disponer del cese de la
intervención de la Sra. Defensora (…) regístrese, protocolícese y notifíquese firme
que se encuentre la presente, archívese en carácter de terminada y oportunamente
remítase al Archivo General del Poder Judicial.
Para finalizar, es importante remarcar que con el nuevo rol de los jueces, en
materia de Salud Mental, el juzgado no ordena internaciones sino que controla el mérito
o legalidad de la internación dispuesta por el Organismo Proteccional (Servicio de Salud
Mental del Hospital Artemides Zatti).
Así lo remarcó en el curso virtual Gorbacz, al decir:
(…) hoy el rol del Poder Judicial es controlar que esa herramienta que tienen los
profesionales (equipo interdisciplinario), que es una herramienta que le da un poder
excesivo no se use indebidamente. Esta es la única e importante razón por lo que el
Poder Judicial tiene que intervenir. La internación la decide el equipo de salud del
lugar en donde se atiende la persona y la controla la justicia. Que la controla,
quiere decir, que la puede autorizar o no (…)
45
CAPÍTULO VIII
46
CONCLUSIÓN
47
atención; debe resultar de su imposición un verdadero beneficio para la persona,
beneficio en términos terapéuticos. (Kraut, 2013, p. 73)
48
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