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Sociedad Conyugal: Administración Ordinaria de Los Bienes de La Cónyuge

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Sociedad conyugal: Administración ordinaria de los

bienes de la cónyuge
Martes, 22 de junio de 2021.

I. Administración ordinaria de la sociedad conyugal.


I.3. Administración ordinaria de los bienes propios de la cónyuge.
a) Algunas características:
1. La cónyuge conserva el dominio de sus bienes, pero la administración le
corresponde al marido.
2. Excepcionalmente la cónyuge puede celebrar actos o contratos por si
misma respecto de un bien propio (artículo 138 bis del Código Civil)1.
3. El marido puede ser obligado a rendir cuenta.
4. El marido requiere la autorización de la cónyuge o de la justicia en
subsidio para la ejecución de determinados actos.
5. El marido responde de culpa leve. Dado que el marido está administrando
bienes ajenos, el estándar de diligencia es mayor que el exigido para la
administración de los bienes de la sociedad conyugal.
b) Limitaciones: Las limitaciones a esta administración, están dadas por las
autorizaciones que debe dar la cónyuge al marido, o la justicia en subsidio, para la
ejecución de los siguientes actos;
1. Enajenar o gravar bienes raíces propio de la cónyuge.
2. Enajenar o gravar determinados bienes muebles propios de la cónyuge
(artículo 1755 del Código Civil).
3. Subrogar un bien inmueble propio de la cónyuge por otro (artículo 1733
del Código Civil).
4. Provocar la partición en que tenga interés la cónyuge (artículo 1322 inc.
segundo). El marido solo puede ejercer la acción de participación previa
autorización de la cónyuge.
5. Nombrar partidor (artículo 1326 inc. 2 del Código Civil).

1
Artículo 138 bis. Si el marido se negare injustificadamente a ejecutar un acto o celebrar un contrato respecto
de un bien propio de la mujer, el juez podrá autorizarla para actuar por sí misma, previa audiencia a la que
será citado el marido.
En tal caso, la mujer sólo obligará sus bienes propios y los activos de sus patrimonios reservados o especiales
de los artículos 150, 166 y 167, mas no obligará al haber social ni a los bienes propios del marido, sino hasta
la concurrencia del beneficio que la sociedad o el marido hubieren reportado del acto.
Lo mismo se aplicará para nombrar partidor, provocar la partición y para concurrir en ella en los casos en que
la mujer tenga parte en la herencia.
6. Dar en arriendo o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales urbanos
por más de cinco años, ni los rústicos por más de ocho.
c) Sanciones por falta de autorización: Para los numerales del 1 al 5, en caso de que
el marido ejecute alguno de dichos actos sin la autorización correspondiente, el
acto será nulo por nulidad relativa. Para el numeral 6, la falta de autorización se
sanciona con la inoponibilidad del acto para la cónyuge.

II. Administración extraordinaria.

La administración extraordinaria de la sociedad conyugal es la que procede en los casos


en que por incapacidad o larga ausencia del marido éste no puede ejercerla. Está tratada,
en el párrafo 4o del Título XXII del Libro IV, artículos 1758 y siguientes del Código. La
primera de estas normas dice: “La mujer que en el caso de interdicción del marido, o por
larga ausencia de éste sin comunicación con su familia, hubiere sido nombrada curadora
del marido, o curadora de sus bienes, tendrá por el mismo hecho la administración de la
sociedad conyugal”. “Si por incapacidad o excusa de la mujer se encargaren estas
curadurías a otra persona, dirigirá el curador la administración de la sociedad conyugal”.
a) Algunas características:
1. La ejerce un curador, que puede ser un tercero o la cónyuge.
2. Si la administración la ejerce un tercero, se le aplican las normas relativas a
la curaduría (en específico, arts. 393 y 394 del Código Civil sobre la
creación de un inventario de bienes y la rendición del estado de cuentas) y
si la ejerce la cónyuge, debemos distinguir: respecto de los bienes sociales
tendrá iguales facultades y limitaciones que tenía el marido; en cuanto a los
bienes propios podrá disponer de ellos sin necesidad de autorización alguna;
y respecto a los bienes propios del marido se le aplican las normas relativas
a la curaduría. Además, cuando la curaduría sea ejercida por un tercero, la
enajenación de un bien social o del marido podrá hacerse sólo previa
autorización judicial.
3. La cónyuge mayor de edad que no quiere asumir la administración
extraordinaria ni someterse a un curador, tiene el derecho a solicitar la
separación de bienes (artículo 1762 del Código Civil).
4. Termina cuando cesa la causal que la originó.
b) Causales de procedencia:
1. Le corresponderá a la cónyuge:
i. Por declaración de interdicción por demencia o por sordomudez,
siempre que no pueda darse a entender claramente.
ii. Prolongada ausencia del marido (art. 473 del Código Civil).
iii. Minoría de edad del marido, siempre que las personas referidas en el
artículo 367 del Código Civil se negasen a ser su curador.
2. Le corresponderá a un tercero:
i.Por declaración de interdicción por disipación del marido (art. 450
CC)
ii. La cónyuge se excusa o es incapaz de ejercerla.
iii. Minoría de edad del marido y es designado curador algunos de los
parientes referidos en el artículo 3672 del Código Civil.
III. Disolución de la sociedad conyugal.

Hemos dicho que el legislador señala cuándo comienza y cuándo termina la sociedad
conyugal. Empieza en el momento mismo del matrimonio y finaliza en los casos indicados
en el art. 1764. Esta disposición hace una enumeración taxativa de las causales de
disolución de la sociedad conyugal. Algunas de ellas se producen por vía de consecuencia,
por el hecho de haberse disuelto el matrimonio, y otras por vía principal, en las cuales se
disuelve la sociedad conyugal, pero el matrimonio subsiste.
a) Causales de disolución de la sociedad:
1. Por la muerte de uno de los cónyuges;
2. Por la muerte presunta, cumplidos que sean los plazos señalados en el
artículo 43 de la ley 19.947;
3. Por sentencia firme de nulidad;
4. Por sentencia firme de divorcio;
5. Por sentencia firme que acoge la solicitud de rectificación de sexo y nombre
por razón de identidad de género;
6. Por sentencia firme que declara la separación judicial de los cónyuges;
7. Por sentencia firme que declara la separación de bienes;
8. Por el pacto de separación de bienes; y
9. Por el pacto de participación en los gananciales.
b) Algunos efectos:
1. Se forma una comunidad entre los cónyuges respecto a los bienes sociales y
sus frutos y los bienes reservados si la mujer no renuncia a los gananciales:
2
Artículo 367. Los llamados a la tutela o curaduría legítima son, en general:
Primeramente, el padre del pupilo; En segundo lugar, la madre; En tercer lugar, los demás ascendientes de
uno y otro sexo; En cuarto lugar, los hermanos de uno y otro sexo del pupilo, y los hermanos de uno y otro
sexo de los ascendientes del pupilo.
Si no hubiere lugar a la tutela o curaduría del padre o madre, el juez, oídos los parientes del pupilo, elegirá
entre los demás ascendientes, y a falta de ascendientes, entre los colaterales aquí designados, la persona que le
pareciere más apta, y que mejores seguridades presentare; y L. 19.585 podrá también, si lo estimare
conveniente, elegir más de una, y dividir entre ellas las funciones.
Extinguida la sociedad conyugal, se forma una comunidad entre los
cónyuges o, si la sociedad se ha disuelto por muerte de uno de ellos, entre el
sobreviviente y los herederos del difunto. En el activo se contienen todos los
bienes que eran sociales, incluyendo los bienes reservados, los frutos de las
cosas que administraba la mujer de acuerdo a los artículos 166 y 167 y lo
que hubiere adquirido con esos frutos; y en el pasivo, todas las deudas
sociales, incluidas las deudas contraídas por la mujer en su patrimonio
reservado.
2. Cesa la administración ordinaria o extraordinaria, en su caso.
3. La cónyuge puede renunciar a los gananciales: El artículo 1719, en su inciso
1°, establece que la mujer, podrá renunciar su derecho a los gananciales que
resulten de la administración del marido, con tal que haga esta renuncia
antes del matrimonio o después de la disolución de la sociedad. Esta
renuncia es un beneficio que la ley da a la mujer (o a sus herederos), que
permite la mujer no responda de las deudas sociales, que sólo podrán ser
exigidas y en su integridad al marido, sin derecho de reintegro.
4. Si no renuncia, la cónyuge puede ejercer el beneficio de emolumento: El
beneficio del emolumento consiste en “la facultad que tiene la mujer o sus
herederos para limitar su obligación y su contribución a las deudas de la
sociedad hasta concurrencia de su mitad de gananciales, es decir, del
provecho o emolumento que obtuvieron en ella”. La razón que ha tenido la
ley para limitar la responsabilidad de la mujer está en que no ha sido ella
quien ha administrado la sociedad conyugal, sino su marido. Es una
protección que se le otorga para defenderla de la mala administración del
marido.
c) Renuncia a los gananciales: Es una medida de protección de la mujer, mediante la
cual pierde todo derecho sobre los bienes sociales pero, también, queda exenta de
toda responsabilidad por deudas sociales. Es una facultad que le compete
exclusivamente a la mujer, y después de disuelta la sociedad conyugal le
corresponde tanto a la mujer como a sus herederos.
1. Algunas características: (a) puede verificarse en dos oportunidades, en las
capitulaciones matrimoniales o tras disolverse la sociedad conyugal; (b) la
renuncia es pura y simple y debe referirse a la totalidad de los gananciales;
(c) puede ser solemne (por escritura pública, si la renuncia se hace en las
capitulaciones matrimoniales) o consensual, no obstante, se aconseja que se
haga a través de escritura pública, con el objeto de otorgarle de mérito
probatorio; y (d) es irrevocable y sólo puede rescindirse por error, fuerza,
dolo o incapacidad.
2. Efectos:
i. Los bienes sociales de confunden con los del marido.
ii. La mujer no responderá de las deudas sociales.

IV. Liquidación de la sociedad conyugal.

La liquidación de la sociedad conyugal es un procedimiento distinto su disolución, se trata


de un procedimiento posterior, que a su vez es un efecto de la disolución. Comprende tres
etapas;

1. Inventario y tasación de los bienes, con el objeto de establecer que bienes componen
la sociedad y cuál es su valor.
2. Formación de una masa partible, a fin de determinar que bienes estarán sujetos a
partición.
3. División de activo y pasivo para determinar los gananciales.

Si la cónyuge ha renunciado a los gananciales, la liquidación no será necesaria pues


existirá solo una masa de bienes que corresponderá a los bienes del marido y de la
sociedad. Hay que tener presente que si la causa de la disolución de la sociedad
conyugal ha sido la muerte de uno de los cónyuges debe procederse a una doble
liquidación: a) de la sociedad conyugal y b) de la herencia del difunto.
Por último, la liquidación es materia de arbitraje forzoso, sin perjuicio de que las partes
de común acuerdo pueden solicitar que sea el Juez de Familia respectivo el que liquide
la sociedad conyugal, siempre que acompañen la prueba necesaria para aquello, aunque
esto último es poco común (art. 227 COT en relación al art. 33 de la Ley 19.947). En la
práctica, suele ocurrir que durante el juicio de divorcio las partes suspenden la
audiencia y tramitan la separación total de bienes, para con ello, evitar la disolución y
consiguiente liquidación de la sociedad conyugal, así, una vez divorciadas las partes,
cada parte conserva sus bienes.

A. Patrimonio reservado de la mujer casada en sociedad conyugal (artículo 150 del


Código Civil).

a) Concepto: Es “aquel patrimonio especial3 que se forma con los bienes que la
mujer adquiere con el producto de su trabajo, con aquellos que adquiere con
dichos bienes y con los frutos de unos y otros, y que ella administra con
autonomía del marido, como si fuere separada de bienes.” (Orrego Acuña,
Juan).
b) Algunas características:
3
En opinión del profesor, una denominación adecuada sería la de régimen de administración especial, en
lugar de patrimonio especial
1. Existe solo respecto de la cónyuge;
2. Tiene aplicación únicamente en el régimen de sociedad conyugal;
3. Opera de pleno derecho, una vez que se cumplen con los requisitos legales
-es decir, no es necesario que una tribunal lo declare-;
4. Es una institución de orden público. Esto significa que no puede ser
derogado por la voluntad de las partes;
5. Es un régimen de separación especial, pues durante la vigencia de la
sociedad conyugal, la cónyuge administra libremente los bienes que lo
conforman, pero una vez disuelta, surge la posibilidad de renunciar o no a
los gananciales, lo cual conlleva, a su vez, en el primer caso, a poder
conservar y retirar sus bienes y en el segundo caso, a que estos se dividan
junto a los demás bienes que conformaban el patrimonio de la sociedad; y
6. Excepcionalmente, el marido podrá administrar este patrimonio cuando la
mujer le confiera mandato para ello o bien, cuando sea nombrado curador
por haber sido declarada por demencia o sordomudez (“que no puede
darse a entender claramente”).
c) Requisitos:
i. Que la cónyuge trabaje remuneradamente;
ii. Que el trabajo sea separado del marido; y
iii. Que el trabajo se haya realizado durante la vigencia de la sociedad
conyugal.
d) Activos del patrimonio reservado:
1. Las remuneraciones o emolumentos que perciba la cónyuge por su
trabajo remunerado separada del marido.
2. Los bienes que la cónyuge adquiera con el producto del trabajo
remunerado separado del marido. En la práctica, en la compraventa de
bienes inmuebles se deja escriturado en la escritura que la compraventa
se efectúa mediante el artículo 1504 del Código Civil.
4
Artículo 150. La mujer casada de cualquiera edad podrá dedicarse libremente al ejercicio de un empleo,
oficio, profesión o industria.
La mujer casada, que desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de los
de su marido, se considerará separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio, profesión o
industria y de lo que en ellos obtenga, no obstante cualquiera estipulación en contrario; pero si fuere menor de
dieciocho años, necesitará autorización judicial, con conocimiento de causa, para gravar y enajenar los bienes
raíces.
Incumbe a la mujer acreditar, tanto respecto del marido como de terceros, el origen y dominio de los bienes
adquiridos en conformidad a este artículo. Para este efecto podrá servirse de todos los medios de prueba
establecidos por la ley. (…)
Los actos o contratos celebrados por la mujer en esta administración separada, obligarán los bienes
comprendidos en ella y los que administre con arreglo a las disposiciones de los artículos 166 y 167, y no
obligarán los del marido sino con arreglo al artículo 161.
3. Los frutos que produzcan los bienes adquiridos con el producto del
trabajo remunerado separada del marido. En síntesis, son activos del
patrimonio reservado las remuneraciones percibidas por el trabajo
separado, los bienes adquiridos con esas remuneraciones y los frutos que
produzcan dichos bienes.
e) Pasivo del patrimonio especial:
1. Las deudas contraídas por la mujer durante su administración separada
2. Las deudas personales de la cónyuge, entendiéndose por tales las
anteriores al matrimonio; las que deriven de un delito o cuasidelito; y las
que estén anexadas a los actos y bienes del artículo 166 del Código Civil.
3. Las obligaciones contraídas por el marido en utilidad de la cónyuge o de
la familia en común.

B. Otros regímenes especiales de administración de la sociedad conyugal. (artículos


166 y 167 del Código Civil)

a) Clases:
i. El régimen de administración que se constituye con los bienes donados,
heredados o legados a la cónyuge con la condición de que su
administración no la tenga el marido; y
ii. El régimen de administración que se constituye con los bienes que se
excluyeron de la injerencia del marido en las capitulaciones
matrimoniales.
b) Algunas características:
1. Solo se establecen a favor de la cónyuge;
2. La cónyuge administra como separada de bienes; y
3. Los acreedores del marido no pueden perseguir los bienes de esta
administración a menos que probaren que las deudas contraídas por
determinados gastos fueron de utilidad a la cónyuge o a la familia
común.

C. Separación de bienes.

Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud de este
artículo, a menos que probaren que el contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia
común.
Disuelta la sociedad conyugal, los bienes a que este artículo se refiere entrarán en la partición de los
gananciales; a menos que la mujer o sus herederos renunciaren a estos últimos, en cuyo caso el marido no
responderá por las obligaciones contraídas por la mujer en su administración separada.
a) Concepto: Es “aquel régimen que evita la reunión de los patrimonios de los
cónyuges, desligándolos entre sí totalmente o en parte y en el que cada
cónyuge conserva los derechos de uso, goce y disposición de sus bienes.”
(Cataldi) Es un régimen de excepción dentro de nuestro sistema jurídico, toda
vez el régimen normal y comente es el de sociedad conyugal, la cual existe sin
necesidad de pacto expreso y por el solo hecho del matrimonio, de acuerdo a
los arts. 135 y 1718 del Código Civil. Atendiendo a su origen se clasifica en
convencional, legal o judicial, según provenga del acuerdo de los esposos o
cónyuges; de una disposición de la ley que la establezca en casos
determinados, o de una sentencia judicial pronunciada en un juicio seguido
entre mujer y su marido. Atendiendo a su extensión, puede ser total o parcial,
según abarque todo o parte del patrimonio de los cónyuges. Si la separación es
parcial subsisten paralelamente los regímenes de sociedad conyugal y de
separación; por el contrario, si la separación de bienes es total, el régimen de
sociedad conyugal desaparece enteramente, siendo suplido por el de separación
que queda como único régimen
b) Clasificación según su origen:
i. Separación de bienes convencional: Es la que tiene su origen en un
acuerdo de voluntades de los esposos antes del matrimonio, en el
momento mismo de su celebración o en un acuerdo de los cónyuges
mayores de edad durante la vigencia de la sociedad conyugal. Puede ser
total o parcial. La separación total se puede pactar antes del matrimonio,
en el acto o durante su vigencia, en cambio la parcial solo se puede
pactar antes del matrimonio. Son casos de separación parcial de bienes
los artículos arts. 167 y 1720 inc. segundo del Código Civil. El artículo
1675 dispone que la mujer podrá estipular en las capitulaciones
matrimoniales la administración separada de alguna parte de sus bienes.
Por su parte, el art. 1720 inc. segundo establece que la mujer podrá
estipular en las capitulaciones matrimoniales que dispondrá
separadamente de una suma de dinero o de una pensión periódica.
ii. Separación de bienes legal: La separación legal puede ser total o parcial.
Ejemplos son los casos de los artículos 150 y 166 del Código Civil, es
decir, patrimonio reservado de la mujer y bienes de la cónyuge
adquiridos a título gratuito con expresa mención de que sean
administrados por ella.

5
Artículo 167. Si en las capitulaciones matrimoniales se hubiere estipulado que la mujer administre
separadamente alguna parte de sus bienes, se aplicarán a esta separación parcial las reglas del artículo
precedente.
Administración extraordinaria de la Sociedad Conyugal.

Disolución de la Sociedad Conyugal.


Renuncia a los gananciales.
Patrimonio reservado de la mujer casada en sociedad conyugal.

Regímenes matrimoniales: Separación de bienes.

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